Capitulo Veintisiete
HECHIZO DE LUNA
Harry y Luna caminaban de regreso
a Hogwarts, ella iba tomada de su brazo, mientras el le contaba como
había conocido a Sirius, como se había enterado que era
su padrino y todo lo que había pasado una noche de luna llena
hacían ya tres años.
Se detuvieron a una distancia
prudente del sauce boxeador.
-Yo pensaba que el había traicionado a mis padres, pero no fue así. Y paso doce años en Askaban por un crimen que no cometió, mientras el verdadero culpable esta suelto...dijo Harry con un dejo de rencor en su voz.
-Ahora entiendo porque era tan importante para ti, ir al Ministerio, aquella noche cuando pensaste que Voldemort lo tenia en su poder...dijo Luna mirando fijamente a Harry
Harry se sorprendió de que Luna pronunciara sin ningún temor el nombre de Voldemort
-Por eso querías volver a verlo. Es duro no poder despedirse de aquellos a quienes se aman...dijo Luna mientras sus ojos brillaban humedecidos...cuando mi madre murió, sufrí mucho, no lograba entender porque se había ido. Tarde mucho en comprender que la muerte es solo un paso más en el ciclo de la vida.
Harry la miraba, realmente Luna era una chica muy diferente.
-Harry gracias por brindarme tu compañía, en esta noche. Creo que ha sido una de las mejores que he pasado en este colegio...dijo Luna acercándose a el para darle un beso en la mejilla.
Lo que paso a continuación Harry jamás
lo olvidaría.
Sin saber porque, Harry movió
ligeramente su cabeza y sus labios rozaron los de Luna. Una extraña
electricidad recorrió su cuerpo. Se miraron. Ella le sonrió
dulcemente. Y el no pudo resistir rodear con sus manos el rostro de
la joven chica y atraerla hacia el.
Harry cerro sus ojos al sentir
el contacto de su cálida y húmeda piel. Sintió
como Luna lo rodeaba con sus brazos y correspondía a su
beso.
Era una sensación muy diferente a la que había
experimentado con Cho y a la que había soñado con
Ginny. Una ternura que el nunca había sentido lo embriago.
A
la mañana siguiente todos en el gran comedor tenían
rostros adormilados. La secuela de la fiesta de la noche anterior
había hecho estragos, tanto en alumnos como en profesores.
Hermione le mostraba a Ginny el anillo que le había
regalado Ron y se reían por lo bajo, mientras Ron con su
rostro algo colorado, miraba fijamente su plato de hojuelas. Harry
también sonreía ante la osadía que había
tenido Ron de proponerle matrimonio a Hermione tan pronto. Aunque
conociendo a Hermione eso seria en un futuro no muy cercano.
Harry
miraba alternativamente cada cierto tiempo, la mesa de Ravenclaws y
las puertas del gran comedor. Luna no había llegado aún
a desayunar.
Ella apareció junto con dos compañeras
de su casa. Y para alegría de Harry, ella lo busco con la
mirada, lo saludo y le sonrió.
-Que te traes con Luna Lovegood?...le pregunto Neville con picardía.
-Nada. No se puede saludar a la gente?...pregunto Harry tratando de mostrarse molesto.
Neville se sonrió y continuo su
desayuno.
Volvio a mirar hacia la mesa de Ravenclaws. Luna
platicaba animadamente con sus amigos. El momento que habían
vivido había sido muy especial. Harry no lograba apartarlo de
su mente. Pero decidió que era mejor hacerlo, las lecciones
eran cada día más fuertes y los deberes aumentaban en
cantidad. Tenia que concentrarse en sus estudios.
A media mañana,
Harry salía de la clase de Encantamientos, para ir al recreo,
cuando Luna también salía de su clase de Defensa contra
las artes oscuras y se encontraron en el pasillo que conduce al patio
principal.
-Hola Harry...dijo Luna acercándose a el con su habitual sonrisa en los labios.
-Hola Luna...dijo Harry tímidamente y tratando de evitar su sonrojo cuando Luna le beso la mejilla.
Varios alumnos que pasaban, voltearon a verlos.
-Nos podemos ver a la tarde?...pregunto Harry sin comprender muy bien porque lo hacia.
-Estaré en la biblioteca estudiando Runas Antiguas...dijo ella guiñándole un ojo.
Harry la vio alejarse. Algo estaba pasando entre los dos, y aunque no lo entendía, era una sensación muy agradable y se sorprendió al reconocer que quería disfrutarla.
Una tarde Hermione y Ron estaban en la sala común estudiando Transformaciones, cuando vieron que Harry agarraba su mochila, metía en ella unos cuantos libros, plumas, tinta y pergaminos, se la cargaba al hombro y despidiéndose salía por el retrato de la señora Gorda.
-Y este para donde va, acaso no va a estudiar con nosotros?...pregunto Ron ofendido ante la actitud de Harry.
-Creo que va a estudiar a la biblioteca...dijo Hermione iniciando nuevamente su lectura.
-Otra vez la biblioteca, desde cuando le gusta a Harry tanto la biblioteca, además allí no se pueden practicar los hechizos...dijo Ron aún más desconcertado.
-Ron realmente vives en otro planeta. No te has dado cuenta que Harry va a ver a Luna, ellos están saliendo...dijo Hermione resignada al despide de Ron.
-Saliendo, pero por qué no me ha dicho
nada?...dijo Ron cruzando sus brazos sobre su pecho molesto.
-No
se, me imagino que quiere ver si funciona. He escuchado que Luna
tampoco ha comentado nada. Pero todo el mundo lo da por hecho...dijo
Hermione sin dejar de escribir su informe escolar.
Ginny estaba parada en el antepenúltimo peldaño de la escalera. Se había quedado de piedra al escuchar la conversación de Hermione y Ron. Entonces eran verdad los rumores: Harry y Luna juntos. Suspiro tristemente mientras subía nuevamente hasta su dormitorio. No podía creerlo, Luna había conquistado el corazón de Harry. Ella que era tan rara. Se sintió mal al pensar así de Luna, en realidad era una buena persona. Tal vez era mejor así. Ella estaba con Malfoy y ahora Harry estaba con Luna. Cada día sus caminos se separaban más.
Las vacaciones de pascua llegaron rápido.
Los alumnos de quinto curso las esperaban con ansia, así
podrían repasar para sus TIMOS. Harry y Luna estudiaban juntos
siempre que podían y se ayudaban mutuamente. Aunque solo
habían estado solos en dos oportunidades más, habían
pasado momentos muy agradables. Harry no sabia si la relación
que mantenía con Luna era un noviazgo, a ella parecía
no importarle darle un nombre especifico, no habían tocado ese
tema, sin embargo para todo el colegio Luna Lovegood era la novia del
famoso Harry Potter y para ser sinceros era la envidia de muchas.
Una
tarde vacacional, Harry y Luna habían llegado juntos al Gran
Comedor, para la cena. El la había acompañado hasta su
mesa y se estaba dirigiendo hacia la suya cuando una sonora carcajada
había retumbado en todo el recinto. Harry se voltio para
descubrir la causa de tanta algarabía y descubrió que
Luna estaba en el suelo.
-Que paso lunática tus snorques de cola arrugada no pueden venir a ayudarte?-...decía entre risas una chica Ravenclaws de pelo negro
Corrió a ayudarla. Miro hacia la mesa de Ravenclaws y vio que Cho guardaba su varita dentro de su túnica. Le había aplicado el hechizo de la inmovilización total. Harry saco su varita, invoco el contrahechizo y Luna pudo pararse. Escucharon una voz gruñona detrás de ellos.
-Eso estuvo muy gracioso, Señorita Chang, pero me temo que tendré que restarle cincuenta puntos a Ranvenclaws, por hacer un hechizo contra una persona indefensa y hablare con el jefe de su casa al respecto...dijo Moody mirando a Cho con su ojo normal, mientras su ojo mágico miarab a Harry y a Luna...se encuentra usted bien señorita Lovegood?
De la cara de Cho Chang se borro su sonrisa burlona, al igual que el resto de los Ravenclaws que se habían reído de Luna. Harry la abrazo.
-Tranquila Luna, ya paso...dijo Harry dulcemente, secando del rostro de Luna una lagrima que había llegado hasta su barbilla.
-Lo que hace la gente por lastima...dijo Cho con amargura.
-Jamás pensé que fueras así, como puede un rostro hermoso esconder un alma malvada...dijo Harry mirando con rabia a Cho.
-Vamonos...dijo Luna con un hilo de voz.
Salieron del gran comedor. Luna tenia una mirada serena, aunque sus ojos claros estaban algo rojos. Harry la condujo hasta las cocinas del castillo, para comer allí sin ser molestados.
-Te sientes mejor?...pregunto Harry mientras hacia cosquillas a una pera, dibujada en un retrato donde se podía apreciar un frutero, que luego se convirtió en el pomo de una puerta.
-No te preocupes Harry ya estoy acostumbrada
Harry la miro. Cuantas
cosas tenían en común. El también sabia lo que
sentía ver que la gente lo mirara de reojo y como muchas veces
se habían burlado de el y otras temido de estar a su lado.
Una
vez dentro, Dobby el elfo domestico, los recibió con mucha
alegría, al igual que el resto de los elfos que allí se
encontraban. Corrieron a prepalarles una rápida pero deliciosa
cena. Luna miraba alegremente como los elfos se desvivían por
atenderlos, y cambiaba algunas palabras con algunos de ellos.
-Nunca me hubiera imaginado la cantidad de elfos domésticos que hay en este castillo...dijo Luna asombrada
Harry le sonrió. Mientras comían, Dobby se paro frente a ellos.
-Es un honor tener a la novia de Harry Potter entre nosotros...dijo Dobby haciendo una reverencia hacia Luna.
Ambos se miraron, Luna se sonrojo y bajo la mirada. Harry no sabia que decir.
-Usted sabe Señorita Lovegood, que Harry Potter ayudo a liberar a Dobby? Es el mejor mago que he conocido...decía el elfo mientras miraba con admiración a Harry.
-De eso no tengo la menor duda...dijo Luna mirando a Harry con dulzura.
-Pero Dobby ha sido malo con Harry Potter...dijo el elfo bajando la mirada, mientras varias lagrimas brotaban de sus ojos.
-No llores Dobby, tu has sido muy bueno conmigo...dijo Harry agarrando a Dobby por un brazo.
-Dobby le prometio algo a Harry Potter y Dobby es malo porque no ha cumplido su promesa señor...dijo el elfo llorando más sonoramente.
Luna miro asustada a Harry por la actitud de Dobby. Pero el se encogio de hombros, porque tampoco entendia que le pasaba. De pronto recordo algo, que había olvidado por completo.
-El Portal Dimencional...no te preocupes Dobby a mi también se me olvido...dijo Harry tratando de consolar al elfo domestico.
Dobby lo miro alegre.
-Entonces Harry Potter no esta molesto con Dobby, señor?...dijo el elfo tomando timidamente la mano de Harry.
-No Dobby, no te preocupes, ya habra momento para eso...dijo Harry, aunque de nuevo había surgido el deseo de conocer parte de su pasado.
-Un Portal Dimencional, he oido hablar sobre eso a mi tia Venus, pero no pense que un elfo domestico pudiera invocarlo?...dijo Luna sonriéndole a Dobby.
-No deberia hacerlo. Solo nos esta permitido hacerlo para el amo al que servimos...dijo molesto otro elfo domestico que se encontraba muy cerca y había escuchado la conversación
-Dobby no tiene amo, porque Dobby es libre. Pero Harry Potter es amigo de Dobby y Dobby lo hara si Harry Potter así lo quiere...dijo Dobby encarando al otro elfo domestico que se marcho, luego de mirar con desagrado a Dobby...entonces cuando quiere Harry Potter que Dobby cumpla su promesa, señor?.
Harry miro a Luna, y ella sonriendo dijo
-Puede ser el sabado, ya que el proximo lunes comienzan las clases y no tendras tiempo. Podemos usar el cuarto de requerimientos.
Harry y Luna esperaban ansiosos a Dobby, estaban en el cuarto de requerimientos, que esta vez era una acogedora sala, con una hermosa chimena, una mullida alfombra cubria el piso y unos muebles de estilo medieval adornaban el recinto.
-Estoy emocionada. Ya has pensado a donde quieres ir y a quien quieres ver?...pregunto Luna alegremente.
Harry no contesto. Habían muchas cosas que quería conocer, pero de su mente no se apartaba una foto que tenia en su album: la boda de sus padres.
Dobby aparecio de repente, como salido de la nada. Harry se sobresalto y Luna saludo a Dobby con un beso. El elfo domestico adquirio un color carrubio, y movio sus orejas tan rápido que parecian banderas ondiando al viento.
-Hola Dobby gracias por venir...dijo Harry muy nervioso.
-Dobby nunca dejaria a
Harry Potter esperando...dijo el elfo con una voz muy aguda, quizás
porque todavía no se había recuperado de la impresión
de ser besado por Luna.
-Dinos Dobby que debemos hacer?...dijo
Luna entusiasmada, aplaudiendo suavemente con sus manos. Harry sonrió
al verla, parecia una niña pequeña, en medio de un
parque de diversiones.
-Harry Potter solo debe decirle a Dobby a donde quiere ir, señor...dijo Dobby timidamente.
-Quiero ir a la boda de mis padres...dijo Harry sin dudarlo.
Dobby
asintió con la cabeza. El elfo domestico cerro sus ojos. De
repente levanto sus manos y con ella dibujo en el aire, lo que
parecia, el contorno de una puerta, apareciendo de la nada una sombra
azulada. Luego puso una de sus manos sobre esa sombra y un destello
de luz blanquesina salio de la mano del elfo, que se difumino. Una
puerta blanca, con un picaporte dorado se materializo ante el asombro
de Harry y de Luna.
El elfo domestico sin abrir sus ojos,
dijo
-Harry Potter puede pasar ya, señor. Recuerde que solo cuenta con media hora, sino regresa la puerta se cerrara y Harry Potter quedara en el pasado
Harry y Luna se miraron.
-Adelante Harry...dijo Luna con una sonrisa, que hizo sentir a Harry seguro de su desición.
