Capitulo Treinta y seis
DEVILITANDO AL ENEMIGO
Ron, Hermione y Luna, junto a
todos los miembros de la orden, miraron impotentes, como Harry
desaparecía entre ese extraña neblina.
Al igual que
como lo había hecho Lupin; Kingsley y Ron trataron de seguir a
Harry, pero una especie de barrera invisible les impedía
entrar en ese camino.
Hermione vio que Luna cerraba sus ojos de
donde salían unas pequeñas lagrimas. Ella sintió
un nudo en la garganta y sin pensarlo la abrazo.
-¿Que vamos a hacer, Harry ha ido al encuentro de Voldemort el solo...dijo Lupin con tono desesperado mientras miraba alternativamente a Moody y al señor Weasley.
-Ese muchacho es un imprudente. Es una locura lo que acaba de hacer...dijo Moody mientras caminaba de un lado al otro.
-¿Donde esta Dumbledore?...dijo el señor Weasley muy nervioso.
Todos se miraron. Nadie sabia donde estaba Dumbledore.
Allí estaba el arco, igual
al de sus sueños.
Una carcajada escalofriante rompió
el silencio.
Miraba a ambos lados del camino, tratando de
encontrar a Ginny. El dolor de su cicatriz era insoportable. Pero ya
eso no le importaba. Tenia que encontrar a Ginny.
Continuo caminando por el sendero. La niebla comenzó a disiparse. Llego a una explanada.
Un vértigo lo obligo a detenerse, se quito las gafas para secarse el sudor. Cerro los ojos, pero el vértigo se intensifico. Sin poder mantener el equilibrio, cayo al suelo.
Al abrir los ojos, comenzó a ver esferas de
luces que flotaban sobre su cabeza. Eran de diferentes colores. Y
danzaban en forma circular.
Pero no eran transparentes, cada una
tenia algo en su interior.
Una de ellas bajo hasta el nivel de sus ojos. Harry pudo ver allí, como si fuera una película, el momento en que Sirius atravesaba el velo, al mismo tiempo que en cada rincón de su cerebro, podía escuchar la voz de Voldemort que en forma burlona le decía:
-"Tu padrino, Harry, tu padrino esta muerto...JA...JA...JA, y tu eres el culpable...JA...JA...JA"
Harry se tapo los oídos,
porque cada carcajada la sentía en su cerebro como si se lo
taladrara.
Cerro los ojos. "no, no, yo...yo no tengo la
culpa...", pensó desesperadamente.
-"Claro que si...JA, JA, JA... por querer ser siempre el héroe...el invencible Harry Potter... tu arrastraste a tu padrino hasta su fin...JA, JA, JA...", continuo diciendo Voldemort.
"no..."pensó Harry, las lagrimas rodaban por su cara.
-"Abre los ojos...no seas cobarde..."...dijo Voldemort con un tono frió.
Contra su voluntad Harry abrió los ojos.
Una segunda esfera se colocaba frente a el.
Allí
vio a Cedric muerto.
-"tu querías verlo así...JA, JA, JA...porque te había ganado en dos oportunidades...JA, JA, JA y lo lograste...JA, JA, JA..."
Harry se incorporo, "yo no lo mate, fue Colagusano", pensó sintiéndose muy mareado.
Una tercera esfera le mostró el rostro de Ginny
-"la perdiste...JA, JA, JA...porque no eres nadie...Harry Potter...nadie...JA, JA, JA"
Harry logro
levantarse, trastabillo, pero logro mantenerse en pie.
El dolor
se había apoderado de todo su cuerpo. Eran como miles de
agujas que se clavaran al mismo tiempo por toda su piel. Sentía
como si sus músculos se rasgaran.
Volvió a abrir
sus ojos. No quería ser vencido. Un poco de lucidez llegaba a
su mente. Sabia que Voldemort le estaba aplicando la maldición
Crucio. Pero el era más fuerte.
Una cuarta esfera flotaba ante sus ojos. Poco a poco fue creciendo. En ella estaba...su madre.
-"tu madre...una hija de muggles...JA, JA, JA...un ser insignificante...la pobre...JA, JA, JA...murió por desafiarme...JA, JA, JA...y pensar que su esfuerzo fue en vano...JA, JA, JA...porque hoy es tu fin...Harry Potter...¡AVEDA KEDABRA!"
Harry vio como un rayo verde salía de la varita mágica de Voldemort y cruzaba la neblina que lo rodeaba. Tenia la varita de Malfoy aferrada a su mano, pero decidió no usarla, todo había terminado.
Voldemort había ganado
Vio como el rayo de color verde impactaba en su pecho, al mismo tiempo que tuvo la sensación de ser abrazado.
Cerro los ojos. El rostro de su madre se adueño de el. Por fin volvería a su lado para decirle cuanto la amaba.
Una escalofriante carcajada, se oía a lo lejos.
Cayo rodilla en tierra, un calor intenso recorrió su espina dorsal y se irradio hasta sus manos y pies. Cada célula de su cuerpo, cada fibra de su cerebro y de su corazón se paralizaba.
Jadeante, se apoyo en el frió suelo con sus
manos, cuando su cuerpo se balanceo hacia delante.
"Todo
termino. Tu sacrificio...madre...¿para que?", pensó
Harry sintiendo como sus lagrimas volvían a correr por sus
mejillas.
Se las limpio rápidamente.
Pero al sentir la
humedad con el dorso de su mano, una duda surco su mente.
Como
podía sentir, si estaba muerto.
La maldición lo
había alcanzado. El lo había visto. Y el sabia que esa
muerte era instantánea.
Pero aún podía sentir los latidos de su corazón.
Las carcajadas habían cesado. Otro sonido comenzaba a reemplazarla y se hacia cada vez más nítido. Una melodía. El canto de un ave.
Abrió los ojos. Se incorporo, quedando arrodillado sobre el fangoso suelo. Volvía a ser conciente de si mismo y del lugar donde estaba. Pero vio que su piel emanaba un vapor tornasol. Levanto su rostro.
Una figura de mujer estaba frente a el. Como la que
aparecía en sus sueños, como la que había visto
en el campo de quidditch, aquella tarde luego de un entrenamiento.
La
figura se materializo. Una mujer de cabellos rojos y hermosos ojos
verdes le sonreía.
-Hijo mío, nunca dudes de mi sacrificio, nunca dudes de mi amor.
La figura se disipo, al tiempo que Harry trataba de atraparla.
Voldemort volvió
a levantar su varita, pronunciando nuevamente la maldición
mortal.
Pero Harry ya había recuperado un poco sus fuerzas
y de forma instantánea, como esquivando una bludgger, se
aparto al tiempo que lanzaba hacia su atacante un hechizo
repulsor.
Se puso en pie rápidamente. Voldemort estaba frente a el, con su pálido y cenizo rostro, sus fosas nasales en forma de ranuras y sus ojos rojos. Se veía furioso. Respiraba rápidamente.
Harry escucho el canto del
fénix, sintiendo como volvían a él, el deseo de
luchar y de vencer.
Sus sentidos se despertaban y su mente se
fortalecía. Ya no dejaría que su enemigo usara la
manipulación inconsciente sobre el.
-Muy bien Voldemort, aquí estamos, en igualdad de condiciones...dijo Harry levantando la varita de Malfoy con su mano derecha hasta ponerla a nivel de su cara en forma vertical, invitando de esa forma a Voldemort, a un duelo.
Voldemort retrocedió unos pasos. Miraba con cautela a Harry.
-Ja, ja, no me hagas reír. Tu...tu niño insignificante...te quieres medir en un duelo conmigo...con Lord Voldemort...ja, ja...
-Si no mal recuerdo, la ultima vez que nos enfrentamos en uno, no saliste muy bien parado...dijo Harry adoptando el mismo tono burlón que Voldemort había usado con el. Quería hacer enojar más a su enemigo.
-Como osas usar ese tono de voz hacia mi...que te has creído...dijo Voldemort mientras levantaba también su varita...muy bien, te quieres medirte con Lord Voldemort, te daré gusto.
Ambos adoptaron posición de combate.
Harry
sintió nuevamente un mareo, pero despojo su mente de cualquier
recuerdo o sentimiento. Estaba preparado. No seria fácil para
Voldemort, volver a dominarlo
Vio con satisfacción, como
Voldemort abría sus ojos ante el asombro de no poder lograr su
objetivo. Sin embargo sonrió diciendo.
-Veo que Dumbledore te ha entrenado muy bien.
-Por supuesto, siendo el más grande mago de este siglo, no era menos de esperarse...dijo Harry manteniendo su tono burlón.
-Insolente...CRUCIO...grito Voldemort apuntando su varita hacia Harry.
Pero Harry ya había lanzado su hechizo, haciendo que Voldemort retrocediera de forma brusca y atropellada unos cuantos pasos hacia atrás, producto de un "Expelliarmus" muy bien ejecutado, por lo que la maldición no había llegado hasta Harry.
Harry volvió a la posición original de combate. Miro a Voldemort con serenidad. El canto del fénix aun se dejaba oír.
-IMPERIUS...grito Voldemort con tono desesperado, apuntando nuevamente a Harry
Harry invoco rápidamente el hechizo escudo y para asombro de Voldemort fue tan efectivo que su maldición reboto hacia el, tuvo que lanzarse al suelo para poder esquivarla.
Harry volvió otra vez a la posición inicial de combate. Con placer pudo ver el temor dibujarse en el rostro y los ojos de Voldemort.
-Crees que puedes vencer a Lord Voldemort...pero que equivocado estas...dijo Voldemort, mientras con un movimiento de su capa, desaparecía.
Harry miro instintivamente a su alrededor, con sus sentidos alertas, ante cualquier mínimo ruido. Voldemort podía aparecer en cualquier lugar y atacarlo.
Sin embargo a su alrededor solo
había soledad, y un silencio sordo se apodero del lugar.
El
canto del fénix había cesado.
Entonces recordó
que no sabia nada de Ginny.
