Capitulo Cuarenta y dos
NOBLES SENTIMIENTOS
Ginny estaba de pie, junto a un
frondoso arbusto, plantado a las orillas del pequeño campo de
vuelo.
Harry se acerco a ella, lentamente.
Mientras su corazón
quería salirse de su pecho. Sus manos estaban frías y
sudorosas.
Ella sabia que el estaba allí, detrás de ella, pero no conseguía el valor para afrontar el motivo, que los había traído hasta ese lugar.
El rodeo
con sus brazos la cintura de ella. Y apoyo su frente en el hombro
izquierdo de ella, y se dejo embriagar por el roce de sus cabellos y
el perfume de su piel.
Ella podía sentir su respiración
entrecortada, acaricio las manos de él que se cerraban sobre
su vientre.
Harry podía sentir como Ginny se estremecía al sentir sus húmedos labios, recorrer la suave piel de ella.
Ninguno de los dos encontraba las palabras, que pudieran expresar todo lo que sentían en ese espacio de tiempo, que parecía haberse detenido.
Porque ambos sabían que ese era el momento de la despedida.
-Esto es tan difícil...consiguió por fin decir Harry en un triste susurro.
-Harry... Ginny no pudo continuar. Las lagrimas ahogaron su voz.
-Que tarde asumí la verdad...tan tarde que no pude evitar perderte...dijo Harry mientras las lagrimas le enturbiaban la mirada.
-Ambos cometimos la equivocación de no saber esperar...dijo Ginny tratando de sonar calmada...y ahora no podemos hacer que otros sufran por nuestro error.
-Si lo se. Pero por qué...por qué tenemos que ser nosotros los que nos sacrifiquemos?...pregunto Harry revelándose.
-Porque no podemos construir nuestra felicidad, sobre las lagrimas de quienes nos han querido tanto...dijo Ginny con determinación.
Harry
guardo silencio.
Aquellas palabras de Ginny le resultaban
difíciles y duras. Pero era verdad.
Ni el, ni Ginny serian
capaces de dejar a un lado a Draco o a Luna, y menos después
de todo lo que ellos habían hecho.
Harry soltó a Ginny y ella se volvió hacia el.
Se abrazaron.
-Jamás olvides que te amo...dijeron los dos al mismo tiempo...
...Y sin poder evitarlo, sus labios de unieron en un ultimo beso. Dulce y tierno. Cálido y húmedo. Profundo y apasionado. El beso del adios.
Mientras eran observados desde la lejanía, bajo los suaves matices de un hermoso atardecer, en aquel caluroso día de verano.
Ya todo estaba listo, faltaban pocas horas para el gran banquete de despedida. Otro curso terminaba en la escuela Hogwarts de magia y hechicería.
Ginny
subía con paso rápido, tenia poco tiempo para
arreglarse. Junto a otros prefectos había ayudado en los
últimos preparativos.
Llego a un pasillo, y justo al cruzar
en una esquina, paso al lado de alguien que la llamo desde las
sobras.
-Ginny Weasley.
-Si...dijo Ginny volviendo su mirada, para buscar a quien la había llamado.
Luna se dejo ver.
-Hola Luna. Disculpa, tengo prisa...dijo Ginny comenzando a alejarse.
-Por qué lo hiciste?...pregunto Luna amablemente.
-Hacer que?...pregunto Ginny impaciente.
-Por qué renunciaste a Harry, el te ama. Yo lo se. Lo se desde hace mucho tiempo...dijo Luna sin rastros de molestia, ni rencor o rabia en su voz.
Ginny se quedo sorprendida ante las palabras de Luna. Acaso Harry le había contado algo.
-No se de que hablas Luna...dijo Ginny evasiva.
-Si lo sabes. Harry y tu se aman. Si los has hecho por lastima hacia mi, puedo asegurarte...
-No Luna, no ha sido por lastima...dijo Ginny rápidamente sin dejar continuar a Luna...Harry y yo tomamos una decisión...además el te quiere y tu lo sabes.
-Si me quiere, pero a ti te ama...dijo Luna con un dejo de tristeza en su voz.
Ginny sintió un infinito vació al escuchar esa verdad que la acompañaría siempre.
-Harry y yo hemos tomado caminos diferentes...solo te quiero pedir algo...dijo Ginny tomando la mano de Luna...prométeme que lo harás muy feliz, como el se lo merece.
Harry
caminaba de vuelta al castillo. Venia de la casa de Hagrid. Había
pasado una tarde muy agradable con su amigo, planeando juntos un
paseo con la moto de Sirius.
Comenzaba a subir las escaleras de la
entrada, cuando una voz arrastrando las palabras, lo llamo.
-Potter, necesito hablarte.
Harry vio a Draco parado a un lado de las puertas principales del colegio.
-Tu dirás Malfoy...dijo Harry extrañado ante la actitud de Malfoy.
Malfoy extendió su mano hacia Harry.
Harry
se asombro ante ese gesto de Malfoy. Pero en vista de la
determinación de este, no pudo dejar de estrechar su mano, sin
entender porque lo hacia.
Malfoy clavo sus ojos grises en los
ojos verdes de Harry.
Entonces sin mediar ningún tipo de
palabras, Harry comprendió porque Malfoy le había
extendido la mano.
-Solo te pido que la hagas feliz...dijo Harry con firmeza.
-No puedo dejar de reconocer los sentimientos de Ginny hacia ti, pero puedo asegurarte que no descansaré hasta que eso cambie...dijo Malfoy de forma desafiante y con una inclinación de cabeza se marcho.
El
gran comedor estaba decorado con los colores de Gryffindors: Rojo y
Dorado.
La algarabía se había adueñado del
recinto. Algunos alumnos caminaban de un lado para el otro
despidiéndose de compañeros de otras casas.
La mesa
de Gryffindors era la más alborotada. Por haber ganado una vez
más la copa de las casas.
-Los de Slytherin están verdes...pero de envidia...decía Dean riendo a carcajadas, junto con otras compañeros.
-No me quiero ni imaginar, lo insoportables que estarán mañana en el tren...dijo Neville con tono preocupado.
-Por eso no te preocupes, tu sabes que ellos no hacen sino lo que Malfoy diga y como este ahora tiene otras prioridades, dudo que los veamos molestando a alguien...dijo Seamus mientras miraba y señalaba hacia donde estaban Draco y Ginny conversando muy animadamente.
Harry
también voltio a verlos. Un alo de nostalgia lo envolvió.
Pero ya era hora de afrontar la verdad y de asumir su decisión
con firmeza. Por lo que sin pensarlo se dirigió hasta la mesa
de Ravenclaws y se sentó junto a Luna, sin importarle las
miradas del resto de sus compañeros.
Los fantasmas se paseaban entre las mesas. Y los profesores también reían y charlaban animadamente.
Dumbledore se paro, obteniendo rápidamente la atención de todos los presentes en el gran comedor.
-Un año escolar ha culminado...todos han logrado sus metas...y quizás para algunos su vida ha cambiado más allá de lo que alguna vez soñaron...en ese momento dirigió su mirada hacia Draco Malfoy...es por eso que quiero decirles, que hoy más que nunca deben permanecer firmes en sus creencias y en lo que consideren correcto...como dije hace un año y aun lo sostengo, se acercan tiempos difíciles...Voldemort ha demostrado ser muy astuto...y no debe tomarnos desprevenidos...Dumbledore dedico una cálida sonrisa a todos sus alumnos... y solo espero con anhelo, que nos veamos aquí el próximo primero de Septiembre.
