Hola a todos: gracias por sus reviews, me da gusto saber que mi fic les causa risa (porque ese es el punto). Pues este fin estuve muy ocupada como para actualizar pero ya estoy de vuelta.

Bueno me dejo de tanto rollo y adelante...

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CAPÍTULO 3: LA FIESTA DONDE LAS COSAS SALEN MAL

La reunión tuvo lugar en la casa de Tauro pues Aldebarán se rehusó a trasladar su querido equipo de sonido al coliseo nuevamente, además de que Shion se había comprometido a asegurarse de que el templo quedaría limpio tras la velada y que no habría peleas en él; en un rincón apartado Milo sostenía con ternura la mano de Camus, los demás Santos los miraban sin disimulo al pasar cerca de ellos, no tardaron mucho en comprender la situación, más aún cuando Shiryu se acercó a saludar y fue desdeñado

– mala suerte amigo – le comentó Ikki, contemplando a la pareja – ya será para la próxima

– ni lo menciones, no quiero saber más de amoríos, al menos por una temporada – Ikki alzó la ceja, no creía que Shiryu estuviera tan dolido por el rechazo de Camus, más bien se trataba de una cuestión de orgullo, todo el mundo había sido testigo de los intentos de conquista del Dragón y de la forma en que Milo lo había sacudido del mapa.

Camus aún no podía creer que él, el más frío de los doce caballeros dorados, más aún que Saga, estuviera enamorado como un tonto, Kanon se acercó a felicitarlos y Milo tras agradecerle se levantó a traer unas bebidas

– ¿qué pasa contigo?– le preguntó el Santo de géminis alegremente– no pensé que caerías tan fácilmente

– no lo sé

– tal vez se te pasará luego, ya te aburrirás de Milo y volverás a ser el de antes

– no estoy tan seguro– Kanon abrió los ojos desmesuradamente

– ¿me estás diciendo qué...

– me pidió que fuera su pareja y yo acepté– Kanon dejó escapar una sonora carcajada – ¿puedo saber que es tan gracioso?

– no puedo creerlo, tú... ¡estás enamorado!

– más te vale estar borracho Kanon, de lo contrario tendré que vengarme por estas insensateces– el hermano de Saga se calló de inmediato

– discúlpame amigo, en realidad estoy muy feliz por ti pero dime¿cómo paso? – Camus se sonrojó muy a su pesar mientras recordaba las dulces palabras de Milo y aquel beso que se habían dado, nunca se había sentido así con nadie ni había creído las palabras de amor que le decían pero Escorpio era diferente; habían dormido juntos por primera vez la noche anterior y nunca más lo harían con otra persona

– no puedo explicarlo– Kanon le dio unas palmaditas en la espalda a su amigo y se retiró dejándolo a solas con Milo que ya regresaba tras anunciar a todo aquel que estuviera dispuesto a escucharlo que Camus de Acuario era su "novio".

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Mientras tanto Mu brindaba con Shaka, ambos bebían vino tinto y conversaban, sólo Athena sabe de qué, en eso se acercaron a ellos como aves de mal augurio Afrodita, Dohko y Shura

– hey Mu¿podemos hablar contigo?– Shaka dejó solo a su acompañante y se dirigió a charlar con Aiolia, Mu no sabía que querían esos tres pero estaba seguro que no podía ser algo bueno; y es que Piscis, Libra y Capricornio junto con Shion y Kanon habían pasado la tarde discutiendo como ayudar al pobre de Saga con su problema de virginidad, ni siquiera Aldebarán, pese a ser el único heterosexual declarado del lugar era virgen, así que no podían dejar a Géminis en esa condición

– ¿estás seguro de que le gustan los hombres?– fue lo primero que quiso saber Shion

– ciento por ciento– había dicho Kanon quien era a pesar de todo quien mejor conocía a la victima en cuestión

– en ese caso déjenme intentarlo– había pedido Afrodita pero los demás rechazaron la idea

– no te ofendas pero eres demasiado extravagante para mi hermano

– ¿qué tal Camus?– sugirió Dohko

– muy frío, además creo que alguien más querrá intentar seducirlo– lo contradijo Shura que estaba al tanto de los sentimientos de Milo

– ¿Shun?

– no, es demasiado aniñado, a Saga le gustan las personas más maduras

– mi alumno es el indicado – propuso Shion tras meditarlo un poco

– Mu – murmuró Kanon como evaluando la situación – es perfecto–. Y así, sin que lo supiera la suerte de Mu quedó echada, él se convirtió en el elegido para la tarea de seducir a Saga; sin embargo las cosas no iban a ser nada sencillas, no podían dirigirse a Aries y decir "queremos que te acuestes con Saga", porqué de entrada serían mandados a volar, debían plantear las cosas con sutileza a ambas partes para salirse con la suya, así que mientras el trío diabólico le informaba a Mu que Saga estaba interesado en él pero era demasiado tímido para acercársele; Shion, el supremo bebedor del lugar invitaba ronda tras ronda a Saga con el fin de ponerle las cosas más fáciles a Aries

– ¿están seguros de lo que dicen?– preguntó Mu tras escuchar la versión de Shura acerca de lo que Saga había dicho en su templo esa mañana

– si, estuvimos ahí y nos pidió que le guardáramos el secreto pero estas cosas son muy complicadas cuando se callan– añadió Afrodita

– y sabemos que a ti te gusta – dijo Dohko, quien había notado ya la atracción que había entre Mu y Saga

– no lo sé, no creo que esté interesado en mí, nunca ha demostrado que sienta algo

– porque es muy frío – lo apremió Dohko – es del tipo de persona que no demuestra fácilmente lo que siente, mira, sé de estas cosas y te aconsejo que tomes la iniciativa¿qué puedes perder?.

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Para las cuatro de la mañana, las cosas ya habían llegado a su apoteosis (no sé que sea eso pero sonó impactante, si alguien lo sabe favor de informarme), Aldebarán al ser el anfitrión había tenido que llevarse a Afrodita, el cual había bebido de más en un intento por ayudar a Shion con su labor, para que descansara, todos sabían y respetaban, la heterosexualidad de Tauro así que nadie pensó mal cuando levantó en vilo a Piscis y lo metió a la recamara. Milo y Camus destilaban miel y naturalmente se retiraron juntos para envidia o aversión de algunos de sus compañeros. Aiolia y algunos Santos de plata tenían cuerda para más, Leo se dirigió a la barra por un martini y se entretuvo un poco platicando con Seiya

– ¿qué tal tu noche?– le preguntó a Pegaso

– bien, muy divertida¿qué tal la tuya?

­– estoy un poco nostálgico– dijo Aiolia enigmáticamente, a Seiya no le dio tiempo de preguntar más pues en ese momento se acercaron Ikki e Hyoga para brindar con él; el más joven de los caballeros dorados suspiró, había una persona clavada en su mente desde hacía días y decidió que ya era hora de hacer algo al respecto

– Kanon – murmuró y se dispuso a ir por él. El gemelo de Saga estaba entonado, así que decidió realizar uno de sus famosos bailes para los caballeros de plata que lo animaron y hasta lo ayudaron a subirse a una de las mesas para contemplarlo mejor, cuando Aiolia se acercó y contempló ese espectáculo toda su determinación de estar con él esa noche se vino abajo, se alejó tan rápido como había llegado y después de eso no pudo permanecer más en la fiesta por lo que se marchó.

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Shun, aprovechando que su hermano estaba distraído bebió su última copa de la noche para luego tomar el brazo de Deathmask dispuesto a irse con él

– espera un minuto, Shura me está haciendo señas – dijo Cáncer haciendo una pausa en su huída

– date prisa, antes de que mi hermano se de cuenta de algo – Deathmask asintió y se alejó, en eso Hyoga llegó al lado de Andrómeda zigzagueando

– ¿ya te vas?– le preguntó, alzando la voz por encima de la música y el ruido

– sí

– ¿solo?

– no, me voy con Deathmask, no le vayas a decir a Ikki– en eso el Cisne tomó el brazo de Shun apretándolo de más

– no deberías, es muy arriesgado que tal si te ve

– está bien, no es la primera vez que lo hago – Hyoga sintió como si le acabarán de dar una bofetada

– insisto, mejor déjame llevarte a nuestra casa– añadió acercándose, Shun retrocedió un poco ante el aliento de su compañero, en realidad no le gustaba beber demasiado ni que sus amigos lo hicieran

­– no gracias, deberías ir a dormir un poco Hyoga, te ves terrible – Deathmask se acercó rápidamente y tomó el brazo libre de Shun

– todo listo¿ocurre algo¿cambiaste de parecer?– Andrómeda se zafó de manos de Hyoga

– no, vámonos– la pareja salió disimuladamente dejando a un Cisne ebrio, disgustado y con el corazón adolorido.

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Pasaban de las cinco y media de la madrugada y la casa de Tauro estaba casi vacía

– salud Saga – dijo Shion, había instado a Géminis a beber casi hasta terminar en coma; el pobre tomó la copa de brandy lentamente y la puso sobre la mesa sin ganas de más, sospechaba que el Patriarca planeaba algo aunque no se le ocurrió en ese momento que tuviera algo que ver con lo que había dicho en la mañana

– ¿te sirvo otra? – preguntó Shion, Saga negó con la cabeza mareado – vamos, no puedes desobedecer al Patriarca, es una orden – así que Saga le extendió la copa a los dos Shion que veía en esos momentos

– la última, debo irme a dormir para levantarme a las seis a entrenar – se excuso sin saber que hora vivía, Shion puso los ojos en blanco al oírlo decir eso pero tras ese último trago decidió que Saga estaba lo suficientemente ebrio para sus propósitos y lo dejo ir; el Santo de Géminis se levantó y fue derecho hacia la salida, cerca de la puerta había cuatro personas que le disgustaba ver juntas: Shaka y Mu y Shaka y Mu

– que descanses – le dijo alguno de los Santos de Virgo cuando pasó junto a ellos

– vete al diablo – pensó pero no lo dijo porque sabía que Shaka no creía en eso

– voy a seguirlo – le informó Mu a su compañero al ver a Saga subir con dificultad las escaleras

– ¿estás seguro?– inquirió el rubio – si gustas puedes venir a mi templo – Mu le dio las gracias pero declinó la invitación y salió en pos del Caballero de géminis sin saber del desastre que estaba a punto de provocar.

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Saga entró a su templo aturdido, su hermano no estaba a la vista, se recargó de una de las columnas de la entrada para tomar aire antes de seguir adelante; definitivamente no volvería a beber tanto, así fuera orden de la mismísima Athena, de pronto le pareció ver que una sombra se movía en las escaleras pero lo atribuyó a su recientemente adquirida visión doble

– Saga – escuchó que lo llamaban y de pronto como si se hubiera materializado de la nada Mu surgió ante él sonriéndole – Saga – repitió el Santo de Aries acariciando el cabello azulado de Géminis, el cual no atinaba a reaccionar ante esa situación. Para Mu, seducir era un juego de niños, no porque él lo buscara pero se había percatado desde hacía algún tiempo que su forma de actuar, un poco ingenuo e inocente cautivaba a sus compañeros, caían a sus pies sin que tuviera que hacer un gran esfuerzo; se acercó un poco más a Saga y levantó la mano buscando tocar su rostro pero estaba muy oscuro

– ¡ay! – escuchó quejarse a su blanco, le había picado un ojo, bajo el brazo rápidamente

– perdón – se disculpó e intentó acercarse poniéndose de puntitas para besarlo, el bebido caballero de géminis volvió a quejarse cuando sin querer Aries se paró sobre uno de sus pies – lo siento, lo siento – dijo Mu un poco frustrado, le dio la espalda a Saga para meditar su siguiente movimiento, para su sorpresa Géminis lo tomó de los hombros y susurró su nombre

– Mu – Aries se volteó rápidamente... y golpeó a Saga en la nariz

– ¡no, perdón de...

– está bien, no importa – dijo sobándose la cara, había recuperado la cordura – será mejor que te vayas, es tarde y debemos descansar – Mu, miró la lucidez en los ojos de Saga y de pronto se sintió como un perfecto estúpido, decidió irse antes de que al Santo de géminis terminara de bajársele la borrachera y preguntara en primer lugar que hacía él allí, a esas horas y que estaba intentando hacer.

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Continuará

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