Hola: gracias por sus comentarios, debo confesar que el capi 5 es mi favorito, jejeje; aqui la cosa se calama un poco (pero solo un poco) y espero que no piensen que Sagaexagera. Reviews, please.

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CAPÍTULO 6: LA "CRUDA" REALIDAD

Al día siguiente fueron pocos los que pudieron levantarse temprano, Mu entre ellos, se había ido a dormir temprano y sin compañía por lo que a las siete de la mañana el Santo de Aries se encontraba en el coliseo entrenando a solas

– buenos días – lo saludó una voz recién llegada al lugar, se trataba de Camus, lucía despabilado, seguro estaba ahí con el mismo propósito que Mu

– hola – saludó – ¿y Milo?

– él se quedó hasta tarde anoche así que no pudo levantarse –respondió fríamente como siempre trataba a todos excepto a su pareja

– oh!– dijo Mu y se quedó sin palabras, ambos prosiguieron con sus ejercicios pero Aries no podía dejar de ver de reojo a Acuario, en realidad ambos no eran amigos, ni solían platicar más de un saludo y sin embargo Mu ardía en deseos de preguntar como era tener un "novio"¿cómo supo que Milo era la persona adecuada¿cómo pudo Milo pasar por alto su historial como cortesana, porque no podían ser hipócritas entre ellos, se habían acostado con medio santuario

–¿sucede algo?– preguntó Camus, Mu se le había quedado mirando fijamente

– no – mintió pensando si habría una forma cortés de decir "eres un cualquiera pero aún así conseguiste novio¿cómo le hiciste?", Camus no le creyó porque siguió mirando a Mu como invitándolo a hablar – en realidad quería preguntarte algo personal – el caballero de los hielos asintió – no tienes que contestarme si no quieres, ni pretendo molestarte pero...

– Mu¿podrías ir directo al grano?

– ¿cómo se siente... qué Milo, por qué él no te echa en cara lo de tú y... los otros y... – Aries guardó silencio

– ¿quieres saber si Milo me reprocha el haberme acostado con otras personas ahora que somos pareja?

– entre otras cosas– Camus le dio la espalda, Mu pensó que ya se iba pero Acuario se acomodó sobre una roca y suspiró

– no, no me reprocha nada, nunca

– ¿y cómo se siente estar con él¿no piensas en otros cuando...? – Mu se interrumpió, definitivamente era un imprudente, Camus sonrió

– si respondo tus preguntas¿contestarás las que yo te haga?– a Aries no se le ocurría nada que a Acuario le interesara saber de él así que aceptó la propuesta

– la primera vez que estuvimos juntos empezó como un desastre por qué yo no dejaba de hacer tonterías – Camus recordó a Milo acerándose a él para abrazarlo, se besaron y Escorpio lo levantó en vilo para llevarlo hacía la habitación, lo recostó entre almohadones y sabanas inclinándose por otro beso y a Camus le dio un ataque de hipo justo en ese momento; Milo se rió y salió de su habitación, regresó con un vaso de agua para su amado "gracias" había dicho Camus bebiendo despacio, tras eso trataron de volver a poner manos a la obra, Milo besó y mordisqueó la oreja de Camus y él estalló en carcajadas, se disculpó algo apenado, nunca en su vida había tenido cosquillas – ¿sabes qué pensó Milo en ese momento? – Mu negó – que me estaba retractando, que no quería tener nada con él

– ¿querías? – inquirió sabiendo que él lo había hecho tantas veces sin ganas verdaderas

– si – confesó Camus – estaba intrigado y mi nerviosismo se debía a eso, de hecho... – Camus hizo una pausa, no sabía si Mu era la persona indicada para escuchar lo que estaba por decir – yo creo que lo amo

– ¿lo amas, no es eso un poco apresurado – preguntó Mu hablando lentamente como si al soltar la pregunta de a poco tuviera un menor impacto en Camus

– quizá– eso no le importaba en realidad a Acuario – él siempre me gustó mucho, éramos buenos amigos desde antes de la batalla en la que yo morí; y cuando Shura, Saga y yo regresamos de la muerte para matar a Athena sufrí mucho por él – esa historia empezaba a sonarle conocida a Mu, él también se había sentido desecho cuando Saga apareció frente a la casa de Aries ataviado con una armadura oscura – no quería herirlo ni que pensara en mi como un traidor, cuando todo acabó y empezamos a vivir en paz me olvidé de todo ello por un tiempo pero en el fondo creo que estaba esperando por él y él por mi así que nunca me reprocha nada y cuando me toca – Camus se sonrojó ligeramente – es imposible pensar en alguien más – Mu se quedó sin habla¿acaso a él le pasaba lo mismo¿sus nervios al estar cerca de Saga, su preocupación por él, eran por... amor? – ahora tú dime – dijo el maestro de los hielos recordándole a Mu su convenio – ¿estás enamorado de Shaka?

– ¿Shaka?– repitió Aries creyendo haber oído mal – no, en absoluto ¿por qué me preguntas eso?– inquirió sorprendido

– es que ustedes dos suelen dormir juntos – Camus no sabía si Mu le estaba tomando el pelo o si su actitud era en serio

– ¿tú crees que yo me he acostado con Shaka?

– varias veces y no solamente yo pienso eso.

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A las dos de la tarde el Gran Patriarca logró despertar de su coma etílico, para su sorpresa y espanto Dokho estaba en su habitación, sentado cerca de su cama y se veía despabilado y muy sobrio

– ¿qué quieres? y ¿cómo entraste aquí?– inquirió Shion reprimiendo un bostezo

– cerrar con broche de oro y por la puerta – respondió Dokho acercándose al lecho de su amigo¿broche de oro¿qué quería decir el maestro de los cinco picos con eso y por qué no guardaba su distancia?; Shion empezaba a ponerse nervioso, estaba completamente desnudo y Dokho tenía esa sonrisita que anunciaba que iba a hacer algo muy pero muy malo

– espera, no debes – argumentó el Gran Patriarca

– calma ni siquiera te he dicho lo que quiero – hubo una pausa en la que los temores de Shion crecieron – mandé llamar a los pretorianos en tu nombre para que organicen una comida

– ¿comida?

– sobró vino de la fiesta de togas y tu sabes, no se debe desperdiciar, sólo vine a avisarte para que no te enfades – Dokho se puso en pie y se dirigió a la salida – vístete, no querrás perdértelo, mandé a mi alumno y sus compañeros a avisar a todos los santos – Dokho salió dejando a su mejor amigo algo confundido, desde que había rejuvenecido el antiguo maestro era un degenerado al que ni Athena podía controlar, ese era el segundo susto que le había pegado a Shion en las últimas veinticuatro horas pero en ese instante el Patriarca se cuestionó si en verdad tenía buenas razones para pensar mal de su amigo, no parecía interesado en su persona, la confusión de Shion, potenciada por la cruda, lo llevó a pensar que se había imaginado ciertas actitudes por parte de Dokho e inclusive se preguntó si aquella promesa hecha hacía tanto tiempo era real.

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Dokho no solo había puesto a trabajar a los pretorianos, hizo que los santos de bronce y plata limpiaran la cámara del patriarca dónde había sido el baile de togas y acomodaran varias mesas unas con otras para formar un sola, refunfuñando tuvieron que obedecer, a los Dorados no los había molestado por que eran de más categoría y además eran más útiles para otro tipo de tareas; cuando Shion apareció con su atuendo de Patriarca parecía que en aquel lugar no había pasado nada.

Los pretorianos ya habían puesto la vajilla y los dorados empezaban a llegar, Dokho desprendió a Camus del brazo de Milo para que enfriara el vino con ayuda de su alumno; todos tomaron asiento con Shion a la cabeza, este paseo la mirada por la mesa mientras los pretorianos les servían; las consecuencias del baile de togas podían palparse en el aire, Dokho estaba sentado a su derecha y Aldebarán a su izquierda, Milo y Camus estaban juntos por supuesto y luego estaba Aiolia a quien nadie se atrevía a mirar a los ojos, Saga y Kanon se sentaron juntos aunque parecía que este último ni estaba presente porque no estaba armando un alboroto como de costumbre, el otro avergonzado de la noche era Ikki pero por increíble que pareciera y más viniendo de él, estaba muy tranquilo, ni siquiera se puso a repartir golpes cuando los santos de plata comentaron su numerito y la mesa entera estalló en carcajadas, en cambio se rió junto con ellos y brindó a la salud de Shura, el cual tomó eso como una amenaza de muerte.

La comida transcurrió tranquila y calmada, una vez que todos hubieron limpiado sus platos, Aldebarán con una cuarta ración de comida; sólo quedó beber más vino y conversar. Shura, Dokho, Shion y Afrodita como buitres insistieron en hablar con Shun, lo interrogaron acerca de Saga

– no pude – les dijo, todos quedaron consternados por eso

– no es posible – dijeron al unísono¿acaso Saga estaba consagrado al celibato¿sería heterosexual¿impotente? –deberíamos dejarlo en paz, está esperando por alguien sólo que aún no se ha dado cuenta – añadió Shun, todos rechazaron esa idea excepto Shion que entendió claramente el mensaje, cuando el jefe supremo de todos los santos asintió en señal de aprobación a Andrómeda los demás se quedaron como petrificados, ya no podrían hacer nada respecto al último virgen del santuario.

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Un par de horas más tarde y muy sobrios todavía los santos empezaron a dispersarse; Aldebarán y los de bronce fueron los primeros en dejar el lugar, Mu junto con Shaka se dirigían juntos hacía la casa de Virgo cuando el caballero de Aries vio pasar a Saga junto a ellos, recordó la conversación que tuvo con Camus esa mañana

– debo hablar con él– Shaka no opinó, acarició el cabello lila de su compañero y se adelantó. Mu tenía la impresión de estar yendo hacía su perdición mientras aceleraba el paso tras su posible amor – Saga, espera – lo llamó, el otro se detuvo y lo miró con cara de pocos amigos –¿podemos hablar?

– estamos hablando– respondió Géminis, Mu trago saliva

– si pero me gustaría que habláramos a solas

– ¿de qué se trata?– el gemelo de Kanon no parecía dispuesto a ceder a las peticiones de Mu

– es algo privado – dijo Aries y sin querer se sonrojó

– después, tengo algo que hacer – lo rechazó Saga y siguió su camino dejando a Mu a mitad de la escalinata.

Camus y Milo miraron todo desde arriba, sin previo aviso el caballero de hielo se desprendió de su novio y se dirigió a su nuevo confidente

– ¿qué pasa?

– nada– respondió Mu, sería mejor marcharse

– no debes rendirte, sé que no es fácil pero tienes que aclarar las cosas o nunca te lo perdonarás a ti mismo – lo aconsejó Camus, sentía una gran ternura hacia el caballero de Jamil que no podía explicarse, como Aries seguía parado en el mismo lugar le dio un leve empujón –ve tras él– no sabía que lo estaba enviando a que le rompieran el corazón; Mu le sonrió y echó a correr escaleras abajo.

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Saga no fue a su templo, ni al coliseo a entrenar un poco, en cambio se dirigió a la casa vecina a la suya en busca de un amigo. Aldebarán estaba ocupado acomodando en el refrigerador algunas cosas que había traído de la comida, no podía permitir que un asado tan bueno se desperdiciara, eso sería casi blasfemo, de pronto sintió una presencia entrando a su casa y se dispuso a averiguar de quién se trataba, no porque le pareciera que fuera una amenaza, ni siquiera podrían reconocer una si la vieran de tanta paz que habían tenido últimamente, se encontró a Saga de Géminis acomodado en uno de los sillones de su templo, Athena les ofreció remodelarlos como premio tras la batalla con Hades; por supuesto se arrepintió de haberlo hecho poco después, Afrodita solicitó sábanas de seda y cortinas de armiño, hizo instalar una pequeña piscina, la rodeó de un jardín de plantas exóticas y no contento con eso mandó comprar un home theater, algunos más recatados como Aiolia y Aldebarán sólo pidieron una sala cómoda, un refrigerador grande y gimnasio personal, los gemelos fueron un verdadero problema, tuvieron que ampliar la casa de Géminis para que cada quién tuviera su habitación y en un arranque que nadie hubiera esperado Saga solicitó una replica exacta del cuarto de baño del Patriarca, por la simple razón de que lo extrañaba, a Saori le dolió mucho eso y juró en nombre de Dios o de su papi que es lo mismo, que no volvería a ser tan generosa, pero no debió hacer eso, porque alertados de que nunca tendrían otra oportunidad tan buena los excesos continuaron rematando con un Jaguar, pero no de mascota sino un auto último modelo para Deathmask; y cuando Athena cuestionó que tenía que ver eso con la remodelación el descarado Santo de Cáncer le contestó que usaría el vehículo para decorar la entrada a su templo. Así que en esos momentos Saga estaba acomodado en uno de los sillones de la amplia sala de Aldebarán

– ¿qué te trae por aquí?– preguntó el dueño de la casa

– quiero hablar contigo acerca de Mu.

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Aries no halló a Saga en su casa pero se encontró a Kanon que iba de salida, al preguntar por su objetivo su gemelo le respondió que lo había visto pasar rumbo a la siguiente casa con lo cual Mu siguió su camino preguntándose a donde exactamente se dirigía Saga; Aldebarán debía haberlo visto sin duda así se encaminó al segundo templo. Al entrar su corazón se sobresaltó, desde ahí podía escuchar la voz de Tauro hablando con su amor, se dispuso a ir donde ellos pero se encontró a sí mismo congelado en su sitio cuando oyó su nombre mezclado en la conversación

– deberías ser más sincero, no conmigo sino contigo¿te gusta?– le preguntó Aldebarán, la respuesta tomó una eternidad en escucharse

– si – Saga hablaba casi en susurros como si temiera que las paredes lo escucharan y luego divulgaran sus sentimientos

– yo creo que Mu también siente algo por ti

– ¿por mí y por cuantos más?– espetó Géminis tocando el punto del que más deseaba hablar –no debería portarse así

– ¿así cómo?

– tu mismo lo has visto¿no ha intentado seducirte?– Aldebarán negó con la cabeza mientras Saga escupía todo el veneno que llevaba en su interior –siento algo por él pero como podría estar a su lado cuando veo como se corrompe – concluyó

– Mu no es así – Géminis miró duramente a Aldebarán como si estuviera tratando de negar que el cielo es azul – es decir, sé que a veces todos cometemos tonterías – Saga sonrió esperando por una buena razón que justificara el comportamiento de Mu –pero no puedes comparar sus descalabros con una emoción tan pura como el amor– eso definitivamente no convenció a Saga pero no esperaba que nadie pudiera hacerlo cambiar de opinión tan sólo deseaba desahogarse

– Mu es un cualquiera, esa es la verdad y no puedo soportarlo – Saga no sabía que desde la entrada el aludido los escuchaba, ni que acababa de pisotear su corazón, ni que había roto la segunda ley de Shion "no ofendas el modus vivendi de los demás santos".

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Escaleras arriba, exactamente entre la escalinata de la casa de Cáncer y la casa de Leo; Kanon y Aiolia se encontraban finalmente, Leo había estado escabulléndose desde la comida y la verdad el segundo Géminis estaba un poco harto de esa situación, deseaba con toda el alma hablar con su enamorado declarado

– hola – lo saludó pero en respuesta Aiolia siguió de largo y se internó en su templo, dejando muy desconcertado a Kanon.

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Continuará

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Mary Katsuya: te engañé! (es broma, es broma), el Aiolia Kanon es de mis parejas favoritas, creo que se ven muy bien juntos, las reglas de Shion pueeees... no puedo decir nadaa su favor sólo que las inventó a su conveniencia: el Dohko-Shion no es muy común por estos rumbos pero me parece que si alguien está enamorado en Saint Seiya (además de Pegaso de Athena)son esos dos... checaré tus fics my friend porque el Angst me gutta mucho.

Alba-chan: gracias por tu review, tienes razón Hyoga es algo idiota, necesita que alguien lo sacuda un poco para que se ponga en acción y Shun me quedó algo fuera de personalidad pero me divierte mucho.

Garibola: tienes razón no se puede obligar a nadie a hacer algo que va contra lo que siente, y pues Saga es un personaje que se mueve de acuerdo a sus principios (excepto cuando se vuelve loco por culpa de Arles); gracias por tus comentarios y checare con gusto lo que escribes.

Amy Aphrodite: espero este capi te guste también aunque toma un matiz menos cómico.

Kiva: thanx por el aposho, y por babear con esa escena, a mi me encantó imaginarla, jejeje.

Shadir: me encanta torturar a mis personajes, sobre todo a Mu y a Aiolia; y pues ya salió el peine con los sentimientos de Saga, que te parece?.