CAPITULO III. La primera mañana (segunda parte).

Una vez que se termino de vestir, miro a Kaede por un segundo, "seria cierto lo dijo Ken-chan?", Se pregunto en su mente, pero simplemente la duda pudo mas que su curiosidad, además de que su estomago comenzó a hacer ruidos extraños otra vez, y mejor decidió ir a desayunar. Se aseo un poco en el baño y bajó las escaleras con cuidado, intentando quitarse los nervios, y no imaginar lo que hubiera sucedido si a los niños se les hubiera ocurrido destaparlos. ¿Qué hubiera pasado si Ken y Usagi, los hubieran visto desnudos a él y a Kaede Rukawa en la cama y abrazados? No quería siquiera imaginarlo!, tal vez hubiera sido mejor insistirle a Kaede que lo llevara a su casa en la noche anterior o mejor aun, que se hubiera ido solo por la madrugada, sin que nadie se diera cuenta, aunque si lo hubiera hecho, entonces la oportunidad de volver a ver a Kaede la habría perdido para siempre. Todo parecía ser complicado, tal vez lo mejor, fue lo que sucedió, así por lo menos aun podía saber si a Kaede le gustaría que se volvieran a ver, por que Hanamichi estaba seguro de que deseaba volver a verlo, y frecuentarlo, no solo por sexo, sino también para conocerlo mas y quien sabe tal vez convertirse en algo mas que una simple aventura.

Le pareció gracioso ver la forma en que Ken le hablaba a Usagi, eran como dos pequeños adultos.

- Recuerdas lo que necesitamos? – pregunto Ken sentado en la cocina.

- Ah... leshe y ...mmmh nosheee, mmmm – dijo Usagi intentando recordar, mirando hacia arriba y tocando su barbilla con su dedito índice.

- Oh!, Es cierto, la leche y los huevos están en el refrigerador, pero no sé dónde este la ... – se levanto y se dirigió al refrigerador.

- Debe estar en la alacena, déjame buscarla – contesto Hanamichi seguro de su respuesta.

- Ok – contesto Ken, sonriendo complacido de que su visitante fuera tan agradable y servicial y de que estuviera en la cocina.

Con poca confianza, comenzó a sacar los ingredientes para cocinar, le ponía un poco nervioso el saberse observado por dos pares de ojitos curiosos que lo miraban de los pies a la cabeza.

- Sabes hacerlos en forma de dinosaurios?, O estrellas?, Mi Papá los hace de cualquier forma que le diga, es muy bueno en eso, pero mi tía no, tu puedes?

- Ehee, pues no sé, nunca lo he intentado, aunque a veces si no lo intento me salen con formas raras jejeje – La pregunta lo tomo por sorpresa, por su nerviosismo.

- Ohoo!, Te puedo llamar Hana-kun? – el niño observaba al pelirrojo curioso y lleno de preguntas.

- Sssi quieres? – seguía nervioso.

- También Usa-chan?

- Claro.

- Me caes bien, me gusta tu pelo, por que es rojo?

- Que? – era increíble que fuera difícil contestar las preguntas de un niño de 5 años.

- Sabes por que es rojo?

- Pues por que mi abuela era alemana y era pelirroja – le contestaba sus preguntas mientras buscaba donde hacer la mezcla de ingredientes – También por que prefiero dejarlo rojo y no pintarlo de negro... – decidió contarle un poco a cerca de si mismo.

- Te lo pintabas de negro? – tenia mucha curiosidad por conocer al pelirrojo.

- Si, bueno, en la primaria se burlaban de mí por tenerlo rojo, y comencé a pintármelo de negro para que me dejaran en paz – charlaba alegremente, con su pequeño anfitrión, mientras comenzaba a prepara la mezcla.

- Cómo te lo pintabas? Ah! Ya sé, como mi abuelita, con un frasquito de pintura y una brochita no?

- Pues sí, pero ya no – contesto alegre de ya no tener complejos.

- Aaaaa.

- Por que no llevas a Usa-chan a la sala y ven la televisión mientras yo termino? – le pareció una buena opción para su propia comodidad.

- Pero nos gusta ver cuando hacen los panqueques? – le pidió en forma de ruego, esperando que Hana-kun les permitiera ver como cocinaba.

- Esta bien – acepto resignado – entonces trae una silla y vamos a sentar a Usagi aquí arriba – señalo la mesita cerca de la estufa, tal vez podrían divertirse, y por lo menos por ese día tenia ganas de disfrutar la mañana con dos pequeños a los que parecía agradarles, además de que a Hanamichi le agradaban los pequeños también.

Tuvo que contestar muchas preguntas intentando no hablar mucho de si mismo, aun no sabia si habría algo mas que una noche de sexo con el señor Rukawa, y no quería encariñarse con los niños, pero le estaba constando mucho trabajo. Eran inteligentes, agradables, y muy tiernos, simplemente le agradaron desde que los vio en las fotografías.

Cuándo la sartén estuvo lo suficientemente caliente y Hanamichi sirvió por primera vez la mezcla, Ken al igual que Usagi estuvo pendiente de todos los movimientos de Hana-kun, le parecía muy ágil para cocinar, mas que su padre, y cuando se puso el delantal que su padre usaba le pareció muy diferente a el, le pareció muy joven como para ser amigo de su padre y solo entonces comenzó a hacerse muchas preguntas como, ¿por que habían dormido juntos?, ¿Cómo?, sí tenían una habitación limpia para huéspedes, o ¿por qué Hanamichi había recostado su cabeza en el pecho de su padre y por que este a su vez lo abrazaba? o por lo menos eso parecía. Y ¿por qué ninguno de los dos usaba pijama? Recordó que cuando el tío Hisashi se quedaba en casa siempre dormía en el cuarto de huéspedes y su padre siempre dormía con pijama. Le pareció raro no encontrar respuestas a sus preguntas y simplemente siguió el consejo que su tía le dio desde que había entrado al kinder: "Cuando no entiendas algo, haz todas las preguntas que tengas, No te quedes con dudas", decidió hacerle caso una vez mas, esperando respuestas para sus preguntas.

- ¿Por que dormiste con papa?

- Y-yo? Ah! ... – se le callo el cucharón con el que servia la mezcla sobre la sartén - B-b-bueno – se le seco la garganta y las piernas le comenzaron a temblar – lo que paso fue queee....

- Mh-jum, – se quedo pensando en las ocasiones en las que el al igual que Usagi dormía con su papa, recordó que al ser tan joven Hana-kun, tal vez había tenido una pesadilla y había corrido a la habitación de su padre al igual que el mismo, aunque no era muy frecuente – Ya sé! Tuviste una pesadilla y por eso fuiste a su habitación, no?

- B-bueno, sssi – no le gusto mentirle, pero no podía decirle la verdad.

- Y Porque no ...? Usagi No! – la pequeña había metido una de sus manitas en la mezcla y se la estaba comiendo obviamente no pudo terminar su pregunta.

- Mmh! ... – escondió sus manitas detrás de su espalda, pero la evidencia en su boquita hablaba por sí sola – jijiji...

- Usa-chan, ven conmigo – la llevo al baño para lavarle las manos y limpiarle la carita, además de que le puso su pequeño babero.

Hanamichi respiro aliviado, esperando que Ken-chan se olvidara del tema y que no le preguntara mas y con esa idea trabajo rápido, haciendo algunos modelos de dinosaurios que parecían manchas de pintura, y algunas estrellas de tres picos.

Cuando Ken y Usa-chan regresaron a la cocina, los panqueques ya estaban servidos en la mesa y obviamente los tres se sentaron a comer. Hanamichi se dio la tarea de darle de comer a Usagi sin que nadie se lo pidiera, al mismo tiempo que el también comía.

- Aquí viene el avioncito.. jeje – le daba los bocados pequeños, jugando un poco con la pequeña que divertida sonreía y abría la boca.

- Massshh, dame mash Hana..quelo mas ... jjiji ... – a Usagi le encantaba como Hanamichi jugaba al darle de comer.

- Parece que a Usagi le gusta eso del "avioncito" – se sintió un poco celoso de la atención que recibía su hermanita.

- A ti nunca te dieron de comer así?

- No sé, no me acuerdo – contesto con indiferencia y cabizbajo.

- Lo mas seguro es que si – le pareció que le estaba poniendo demasiada atención a la pequeña, pero como no iba a hacerlo?, Si tenia que darle de comer en la boca.

- Tu crees? – levanto el rostro cambiando su humor.

- Claro, a todos los bebes les gusta – le sonrió con familiaridad.

- Uhmm, tal vez .. – le agradaba Hana-kun, aunque no sabia mucho de el, solo sabia por que su cabello era rojo – Eres amigo de papa?

- Sssi – de nuevo dudo al contestar

- Desde cuando?, nunca te había visto

- Desde anoche – para Hanamichi era imposible mentir abiertamente.

- Donde?

- En un bar, algo así como una discoteca

- Oh!, En donde bailan los mayores de edad?

- S

- Tu eres mayor de edad?, Te ves muy joven – para Ken Hanamichi no podía tener mas de 16, aunque era casi tan alto como su Papa, Ken solo se fijaba en el rostro y el de Hanamichi era casi infantil.

- Claro que si, de otra forma no me permitirían entrar !

- Mi papa no había ido a un lugar de esos desde que llegamos de Estados Unidos, es divertido?

- Pues, depende de ti, si te gusta bailar o solo mirar, o beber o no sé, depende de la persona.

- Que es esto? – levanto a la vista de ambos uno de los panqueques que no tenían una forma definida.

- Pues, parece una cosa rara, tal vez una mancha de pintura, o una araña jejej no sé..

- Jajaja, si es cierto jaja ... te gusta Dragon Ball? – la "araña" le recordó su serie favorita de todos los tiempos.

- Dragon Ball Z?, Claro que sí, siempre me gusto, pero nunca pude ver la serie completa.

- Por que no?

- Por que mis padres decían que era un Anime muy violento y lo pasaban muy tarde.

- Mi papa si nos deja ver lo que sea, antes de las 8 de la noche... tus papas te dan permiso de dormir en casa de tus amigos?, mi papa nunca me ha dado permiso

- Mis papas ya no... es decir, ellos están con Kami-Sama – siempre le entristecía hablar del tema, pero frente a un niño era casi una obligación mostrarse fuerte.

- Cómo mi mama?, eso dijeron mis abuelos, y la tía Ayako.

- Si – sonreía de manera triste.

- Crees que se conozcan? – cambio el tema sin darse cuenta.

- Jeje, Puede ser, tal vez sean buenos amigos, no lo sé.

- Ya termine, gracias, quieres ver Dragon Ball?, están pasando un maratón ahora

- Claro!, Solo voy a sacar a Usagi de su silla y te alcanzo, Ok?

- Ok!

Eran como las 9:00 AM, ya no faltaba mucho para que Kaede se despertara, así que tranquilamente se instalaron en el sillón más grande de la sala y vieron la televisión los tres, no hablaban mucho solo observaban y cuando Hanamichi no entendía algo le preguntaba a Ken y este le contaba aquello que no había visto y le aclaraba sus dudas de inmediato.

Después de 45 minutos de ver la TV, Hanamichi recordó que la cocina estaba sucia y en forma de pago por el desayuno, le pareció prudente limpiarla, se levanto diciendo que iría al baño pero se dirigió a la cocina, busco los utensilios de limpieza y comenzó a limpiar como lo haría en su casa.


Dormía cómodo y ciertamente despreocupado del mundo, cuando su pecho ahora descubierto hasta la cintura, fue asaltado por una fría ráfaga de viento que inesperadamente había entrado en su habitación. Se movió en busca de calor, pero al no sentir ningún cuerpo cerca del suyo se dio cuenta que estaba solo y abrió los ojos, recordó lo vivido la noche anterior, sonriendo sin darse cuenta y por un segundo creyó que había sido un sueño, hasta que un olor diferente al suyo lleno sus fosas nasales al respirar sobre el lado donde su pelirrojo compañero había dormido. Respiro de nuevo disfrutando esa suave y dulce fragancia, al mismo tiempo que se estiraba y bostezaba intentando despertar por completo, aunque sabia que eso sucedería hasta dos horas después de haberse levantado.

Supuso que Hanamichi estaría en el baño y cerro los ojos por unos segundos mas, hasta que al no escuchar ruido alguno por mucho tiempo, la incertidumbre lo invadió, se sentó en su cama, esperando ver la ropa del pelirrojo tirada en el suelo, pero cuando no vio nada se alarmo un poco, no supo por que, pero de inmediato se levanto y se puso su bóxer para bajar hasta la sala y buscarlo.

Escucho ruidos en la cocina y fue de inmediato esperando ver a Hanamichi o un ladrón, le parecía atractiva la idea de tener sexo en la cocina con Hanamichi una vez mas, solo que no se esperaba la compañía.

Camino con sigilo, esperando no hacer ningún ruido y sorprender al ruidoso que por lo que alcanzaba escuchar, parecía estar lavando los trastes. Cuando escucho el agua del grifo caer, descarto la posibilidad de que fuera Hanamichi, imaginaba que ya se había ido, y que era su madre o su hermana quien lavaba los trastes, esto definitivamente le molesto, le había prometido al pelirrojo llevarlo a su casa la noche anterior, "¿por que demonios se fue sin avisarme?", pensaba molesto mientras abría la puerta de la cocina, no tenia hambre y aun tenia sueño, por lo que decidió correr a quien fuera que lavaba los trastes.

- Quien eres?! – pregunto molesto y seco, antes de reconocer por completo a quien afanosamente terminaba de limpiar la cocina

- Quee? – por un segundo creyó que Kaede se había olvidado de el y le dieron ganas de llorar – No me recuer..das... – soltó lo que tenia en la mano y bajo el rostro intentado quitarse el malestar que le habían causado las palabras de Rukawa.

- Lo siento, lo siento ... – en cuanto se dio cuenta de que había herido al pelirrojo se acerco a el y se disculpo de inmediato – no debí hablarte así, es solo que – lo abrazo – creí que te habías ido sin despedirte y que era mi madre o mi hermana quien hacia ruido, jeje lo siento – le preocupo la reacción de Hanamichi.

- OH! – se tranquilizo de inmediato, sonriéndole a su anfitrión y correspondiendo su abrazo – me asustaste, jeje creí que te había dado amnesia, o que eras de los que no les gusta que su amante se quede por la mañana – termino su frase con una triste mueca, eso le hizo saber a Kaede, que ya le había pasado.

- No creo poder olvidarte en mucho tiempo, le hablo al oído, y le dio un beso fugas en el cuello.

- Me haces cosquillas – se movió un poco y miro a los ojos a Kaede por un segundo olvidándose por completo de sus anteriores fracasos amorosos – me gustas – susurro cerrando los ojos y esperando que sus labios fueran atrapados por otros.

- Tu no me gustas – los ojos de Hanamichi se abrieron de golpe y Kaede de nuevo vio desilusión en los ojos del joven pelirrojo – Me encantas – decidió dejar de hacerlo pensar en lo peor con sus frases rebuscadas y lo beso con ternura – Me vuelves loco – le hablo en los labios, lo abrazo por la cintura y lo levanto literalmente mientras daba vueltas en la cocina con su pelirrojo en los brazos mientras reía ciertamente feliz- Jajajaja ....

- Kaede!, me vas a tirar! –se abrazo al cuello del moreno en espera de una fuerte caída – Ya bájame! – le pareció divertida la forma de disculparse del señor de la casa – Ahaa!, Jajaj – cuando dejo de dar vueltas abrió los ojos y lo miro con ternura mientras le acariciaba las mejillas con los pulgares.

- Me perdonas por decir cosas raras y ser cruel sin siquiera intentarlo – se detuvo por completo y aclaro la situación.

- Sip, no hay problema – le dio un beso en la nariz y Kaede lo bajo al suelo – Tienes hambre? – pensaba ofrecerle los panqueques que habían sobrado porque aun estaban calientes.

- Ahora si – lo beso lento, encendiendo poco a poco la pasión en su cuerpo, apretando el cuerpo de Hanamichi con el suyo y deslizando sus manos por todos los lugares por los lo hizo la noche anterior, hasta que llegaron al trasero de su joven pelirrojo.

- Espera .. no .. podemos .. – separo su cuerpo de Kaede con un poco de dificultad.

- Por que no? .. todavía tengo condones y además te deseo .. – lo beso de nuevo o por lo menos lo intento.

- No! – tomo el rostro de Kaede en sus manos y lo miro a los ojos - tus hijos están aqu

- QUE!!?, pero Como ..? estas bromeando acaso?

- No, están en la sala viendo TV

- Por que?

- Ken me dijo que su tía los trajo por que tenia cosas que hacer y no pudo cuidarlos hasta mas tarde – le informo con todo detalle, como niño bueno.

- Mmhh, ya veo – gruño como respuesta y se separo por completo del pelirrojo y se cruzo de brazos.

- Son muy lindos .. – le sonrió conciliador, su anfitrión parecía tener un carácter muy fuerte, y no deseaba tener rencillas con el tan pronto – no tienes frió?

- Eh?, algo, voy a vestirme y a ver a los niños – dio unos pasos pero se detuvo cuando se pregunto por que Hanamichi estaba despierto, ¿tal vez había conocido a su hermana? – Ya estabas despierto cuando ellos llegaron?

- No, en realidad, Ken me despertó – observo como los ojos de zorro de su interlocutor se abrían desmesuradamente.

- Ken ... te ..? – no podía articular correctamente las palabras que se formulaban en su cabeza.

- Si – le contesto entendiendo por completo lo que le preocupaba.

- Mientras dormíamos el entro y te ... teee ..

- No me ha preguntado mucho sobre nosotros, solo le dije que nos conocimos ayer y que somos amigos, además lo deje pensar que dormí contigo por que tuve una pesadilla y bueno, tu entiendes no? – estaba apenado de poder causar algún trauma en los pequeños, hasta ese momento el tampoco se había dado cuenta de lo que una escena como la que los pequeños vieron podía causar.

- Pues – respiro con cierto alivio, aun le debía una explicación a Ken – solo espero que no pase nada malo.

- Yo también – ahora se sentía culpable – lo siento, si quieres me voy ahora.

- No, no te vayas, espera, déjame hablar con ellos, necesito pensar en la forma de ... Rayos!, me olvide por completo de ellos – sonrió preocupado pero no se arrepentía de lo que había hecho en la noche – Te das cuenta lo que me causas.

- Pero yo no quería .. – creyó que lo estaba culpando.

- No pienses mal, me refiero a que hiciste que me olvidara del mundo entero y sus alrededores – se volvió a acercar a Hanamichi lentamente y con dos dedos levanto el rostro del pelirrojo que miraba hacia abajo, triste nuevamente – no tienes la culpa de nada – lo miro a los ojos y le sonrió tranquilo – la culpa la tiene mi hermana. No te preocupes – le beso nuevamente y se fue a poner su ropa.

- Mm – suspiro y se sentó en el comedor intentando creer que lo que Rukawa decía era correcto.


- Buenos días, niños! – Usagi corrió a su lado – Hola preciosa! – Kaede la levanto de inmediato.

- Hooola papi! – le contesto feliz la pequeña, besando su mejilla – Mmmua!.

- Hola padre, ya se fue Hana-kun? – miro a todos lados dudando de la presencia de su nuevo amigo en su casa - por que no se despidió de nosotros? – hizo una mueca de molestia convencido de que el pelirrojo se había ido.

- Esta en la cocina – no quiso decir mas – que razón te dio Ayako para traerlos tan temprano.

- El tío Ryo la llamo muy temprano por que necesitaba algo en Miyagi's.

- A que hora?

- Como a las 7 de la madrugada jeje

- Mmh y por que no me llamo primero?

- Si lo hizo, pero no contestaste?

- Mmmh ya veo – pensó en que tal vez mientras estaba con Hanamichi en su fogoso encuentro, posiblemente tiraron el auricular del teléfono, además de que había apagado su celular desde que entraron a Miyagi's.

- Mi tía nos dijo que nos llevaras con mis abuelitos en la tarde

- Para que?

- Me dijo que el abuelo nos iba a decir algo, y tenia que estar toda la familia reunida.

- A que hora tenemos que estar ahí?

- A las 12.

- Entonces vayan a bañarse, que esperan?

- Pero es domingo – reprocho como berrinche Ken.

- Shi, domigo, no quelo mañal, no quelo ...- Usagi apoyo a su hermano mayor

- Se tienen que bañar y verse bien para sus abuelos, no quiero que me digan que los descuido y que los dejo hacer lo que se les da la gana, vamos que yo también me voy a bañar.

- OK – dijo Ken totalmente resignado, a el tampoco le gustaba que reprendieran a su padre cuando ellos se portaban mal.

- Vamos Usa-chan? – le pregunto haciendo pucheros el señor Rukawa – O Quieres que tus abuelitos me regañen he?

- No, OK! – acepto resignada la pequeña.

- Hana-kun!, Hana-kun!, papa nos va a llevar con mis abuelos, quieres venir? – grito entusiasmado el pequeño Rukawa.

- Que?, no se ..Yo – era obvio que no.

- Te gustaría? – pregunto complacido con la idea de su hijo mayor.

- Yo .. – cuando Kaede se lo pregunto, ya no quería negarse, pero era necesario.

- No quieres? – pregunto ya no tan entusiasmado Ken.

- Shi, ven Hana, ven .. – también hablo la pequeña Rukawa.

- No, es que, no puedo .. –ahora se sentía mal al desilusionar a los pequeños.

- Por que? – preguntaron al unísono los Rukawa

- Tengo que trabajar hoy – jugaba con sus manos nervioso, no quería que los niños se molestaran con el.

- A que hora? – pregunto Ken.

- Desde las 3 de la tarde. Hoy empieza mi turno en la tarde – ya no podía verlo a los ojos.

- Es temprano puedes ir unas horas y después Papa te puede llevar a tu trabajo, anda! Vamos!, Siiii!?.

- No es necesario, además no creo que tus padres quieran conocerme Kaede – lo miro a los ojos esperando que comprendiera sus razones.

- Esta bien, Ken saca la ropa que te compro tu abuela y la de Usagi también – bajo a la pequeña y decidió no insistir mas.

- Pero papa, Hana-kun ...

- Tiene cosas importantes que hacer, ya lo escuchaste – rebatió sin alzar la voz.

- Y si no vas a trabajar hoy Hana-kun? – una idea se formulo en la pequeña cabeza de Ken.

- No puedo, tengo que ir, o el Gori me va a castigar descontandome dos dias de mi salario, y bueno yo ...– tenia muy buenas razones para no faltar.

- Papa te puede prestar, el tiene mucho dinero, verdad papa? – miro a su padre en busca de apoyo.

- No es tanto, además debes entender a Hana-kun, quiero decir, Hanamichi debe trabajar, y tu debes entenderlo OK! – subió el tono de su voz para que los niños entendieran las razones de Sakuragi y dejaran de insistir, además de que estaban comenzando a incomodar a su invitado.

- OK!, vamos Usa-chan – tomo a su hermanita de la mano y se la llevo.

- Quieres bañarte?, tenemos dos baños – pregunto acercándose al joven pelirrojo.

- Pero ..

- Te puedo prestar ropa, tengo muchos pantalones de todas clases – acaricio el rostro de Hanamichi y lo volvió a besar seguro de que sus hijos ya estaban arriba.

- Mm – dejo que sus labios fueran poseídos por los de Kaede – OK – hasta que por falta de aire se tuvieron que separar.

- Te han dicho que tus labios saben a fresa y tu lengua a chocolate – le sonrió con confianza y le hablo casi en los labios.

- Jeje, Debe ser por que comí mermelada de fresa y leche con chocolate.

- Tal vez – lo rodeo con un brazo y lo llevo a su habitación – donde trabajas?

- En el Denny's que esta en el centro, es el mas pequeño, el gorila es muy tacaño jeje.

- Como se llama el gorila? – Tenia curiosidad y no se la aguanto.

- Akagi, Takenori Akagi

- Parece gorila? Me gustaría conocerlo.

- Jeje Sip – contesto divertido y llegaron a la habitación de Kaede.

- Toma lo que quieras del guardarropa – se dirigió a donde guardaba sus calcetines y tomo un par y tambien un calzoncillo nuevo que había comprado una semana atrás y afortunadamente todavía no lo había estrenado – Toma – le dio la ropa interior al pelirrojo.

- Vaya!, que conveniente, es nuevo! – se refería al calzoncillo, y le sonrió agradecido a Kaede – Gracias.

- Nos vamos a tardar un buen rato en el baño, así que si terminas de arreglarte antes que nosotros puedes esperarnos en la sala, te llevaremos a tu casa después OK!

- OK!

- No te vayas a ir – avanzo hacia atrás sin quitar su vista del pelirrojo.

- No lo haré – le agrado que le pidiera que no se fuera.

- Perfecto! – salio de su habitación complacido con la respuesta obtenida y convencido de que Hanamichi no se iría ahora.

Una hora después, salieron los cuatro de la casa para dejar a Hanamichi en su casa primero, y después ir a casa de los padres de Kaede.

En el trayecto a casa de Hanamichi, Ken hablaba animadamente con Hanamichi, mientras este le decía a Kaede como llegar a su destino, le dijo donde estaba su escuela, y que le gustaba mucho estar en el su ultimo año del Jardín de niños, y que tenia muchas ganas de entrar a la escuela primaria. Kaede no hablaba mucho, solo asentía y comentaba alguna que otra cosilla.

Intentaba escuchar la conversación de sus tres copilotos pero solo podía pensar en la próxima ves que vería a Hanamichi, tenia que ser pronto, tal vez en su día libre o el próximo fin de semana. Una noche no era suficiente.

- Cuando es tu día libre? – vocalizo sus dudas.

- ... el miércoles – contesto sorprendido por la repentina pregunta del conductor.

- Y cual es tu horario normal?

- Pues esta un poco raro, por que de Domingo a Martes entro a las 3 pm y salgo a las 10 de la noche, y de Jueves a Sábado, entro a las 9 y salgo a las 6.

- Pues si que esta raro – se acercaron una serie de condominios cerca de donde vivía Hanamichi

- Es aquí – señalo su edificio y Kaede se estaciono rápidamente – Bueno ya llegamos – volteo para mirar a los pequeños y despedirse – Me tengo que ir, me dio gusto conocerlos – abrió la puerta y salio del auto – Hasta luego – salio un poco nervioso y desilusionado, pues sentía que había perdido la oportunidad de volver a ver a Kaede aun asi no quiso decir Adios.

- Ja ne! Hana-kun – le dijo adiós con la mano al igual que su Hermanita con la esperanza de volverlo a ver.

- Ja ne!, Hana-kun!

Kaede bajo del auto esperando ansioso la oportunidad de pedirle el numero de teléfono al pelirrojo y una cita formal.

- Hana, espera! – entraron al edificio.

- Que sucede?

- Podemos vernos el miércoles?

- Me encantaría - Sonrió complacido y muy feliz, pero totalmente embobado

- Bien, entonces nos vemos el Miércoles – quería besarlo y despedirse de el propiamente, pero no podía, no frente a sus hijos.

- OK! – asintió ciertamente emocionado.

- Entonces, JA NE! Hana-kun – se olvido por completo de pedirle el numero de teléfono al pelirrojo emocionado por su respuesta.

- Ja ne! Kaede.

Ambos estaban muy felices al saber que se volverían a ver, pero ninguno de los dos se dio cuenta de que no tenían forma de comunicarse aun. Ambos se dieron la espalda y siguieron su camino, complacidos de la respuesta del otro y totalmente en el Limbo.


- Kaede!, llegaron mas temprano! – le dio la bienvenida la Sra. Rukawa.

- Hola mama! – le dio un beso la mejilla y recibió uno en la suya.

- Hooola! Abuelita – saludaron los pequeños efusivamente a su abuelita como siempre.

- Hola, kokoros míos – los abrazo feliz de verlos – que bueno que se pusieron la ropa que les regale – Kaede les diste de desayunar? –pregunto autoritaria la Sra. Rukawa.

- Si mama

- Los bañaste?

- Si mama.

- Como te fue anoche?

- Bien, pero Luego te cuento – no pudo evitar el sonrojarse.

- Te fue bien, verdad? – lo miro con malicia – Pillin, pillín, conseguiste con quien ... – le picaba las costillas con el codo olvidándose de que los niños aun estaban ahí.

- Mama!, por dios, los niños están aquí! – le dijo entre dientes molesto con la actitud de su madre.

- UPS!, jeje, vamos niños quieren Uvas?, tenemos muchas – todos se dirigieron a la cocina.

- Ya llego Ayako? – pregunto con ganas de estrangularla por no despertarlo antes de dejar a los niños en su casa.

- Si, también Hisashi, solo falta Akira y Sinichi

- Que bien, no soy el ultimo, donde esta papa?

- En el estudio

- Voy a verlo

- OK!

Antes de llegar a su destino Ayako lo intercepto pues salía del baño tranquilamente y lo vio pasar.

- Buenos días Onni-San! – lo saludo sin esperar que su hermano mayor la jalara por el brazo de nuevo al baño.

- Eres una inconsciente!, como se te ocurrió dejar a los niños en casa sin despertarme antes? – cerro la puerta con seguro, seriamente alterado.

- Lo siento, pero le dije a Ken que te dije... – se disculpo sin saber porque.

- Si! ya me dijo!, pero acaso no se imaginó tu rizada cabezota que podía tener compañía? Sabias que podía pasar No?

- En tu habitación?, acaso dormiste con alguien? WOW! No lo puedo creer, Kaede felicidades! – lo abrazo, feliz de que por lo menos durmiera con alguien por su propia voluntad – Y como es?, es bonita?, es soltera o casada? Es ...? – quería preguntarle todo y con todo detalle.

- Es hombre – le dijo serio esperando que entendiera sus razones para estar molesto, aunque si hubiera sido una mujer el problema tal vez hubiera sido mayor, era difícil saberlo.

- QUE?!, pero Kaede, para los niños no es ...-se quedo pensando en que tal vez aun dormían cuando ... - OH!, POR DIOS, ESTABA DURMIENDO CONTIGO CUANDO ...OH!, LO SIENTO TANTO, QUE PASO? DIME!– lo tomo por los brazos y lo sacudió violentamente.

- Shh, ya tranquila no grites.

- Que paso?!

- Ken fue quien lo despertó, y le pidió que les hiciera el desayuno

- Y que hizo el hombre "ese" – le pregunto totalmente muerta de curiosidad.

- Se llama Hanamichi

- Ah, que bonito nombre, pero, que paso después?

- Les preparo unos panqueques y cuando me levante pensé que se había ido, pero estaba en la cocina, limpiándola, y cuando hablamos me dijo que Ken creyó que solo éramos amigos y que estaba durmiendo conmigo por que había tenido una pesadilla y por eso estábamos ... Demonios! – recordó que no le había pedido el numero de teléfono en ese justo momento

- Que te pasa?

- No le pedí su numero!, Rayos!, como pude olvidarlo, quedamos de vernos el miércoles y no le pedí su numero – se sintió ridículo y golpeo su frente con la palma de su mano.

- Jeje, eres un Idiota jaja – le dijo cruzada de brazos muy tranquilamente

- Si.

- Entonces te fue bien

- Si

- Y quieres volver a verlo?

- Si

- Y que vas a hacer

- No se.

- Sabes donde vive o donde trabaja o ...?

- Si, si sé, gracias "chinita" –le dio un beso en la frente agradecido de la magnifica idea que le dio su hermana menor.

- No me digas "chinita" – hizo una mueca de desagrado y se limpio la frente – no me gusta

- OK! – sonrió contento y se dirigió a saludar a su padre.


N/A: Espero que se hayan reído con el final del capitulo y con lo demás también JEJE ! casi no paso nada pero me pareció que ya estaba muy largo el capitulo y quise dejar lo que sigue para el próximo. Bueno gracias por seguir leyendo y espero sus comentarios con muchas ansias, Cualquier cosa, no importa, solo comenten lo que les pareció, Necesito saber por favor!!!. Ja Ne!