EL AMOR DE MI VIDA
N/A: Hola, solo tengo un pequeño comentario, no se cual es la mayoría de edad en Japón, pero en mi fiko voy a establecer la misma que en mi país, 18. Y si alguien sabe cual es la mayoría de edad en Japón seria tan amable de iluminarme? Jeje, me gustaría saber, de verdad que si!
CAPITULO VI. ANTES Y DEPUES DE LA PRIMER CITA.
Tuvieron la mejor mañana de sus vidas en mucho tiempo, y mientras comían hablaron de todo, solo hubo algo que Hanamichi simplemente no le quiso decir a Rukawa, su edad, aunque ya le tenia mas confianza por que ya eran "novios", no quería decirle su verdadera edad. Kaede le había comentado que cuando lo observo por primera vez había pensado que tendría 23 años como máximo, pero cuando lo miro de nuevo a la luz del día, terminando de limpiar su cocina, le pareció mucho menor, de 21 o menos, Hanamichi no le permitió especular, simplemente cambio el tema, seguro de que Kaede estaba satisfecho con que su novio tuviera 21 años y no menos.
- Y Que te gustaría hacer el próximo miércoles? – Kaede pregunto, esperando que la respuesta fuera " el amor" o algo que tuviera que ver con sexo.
- No lo se... mh... – se quedo pensativo, esperando que Kaede considerara que aunque tenia todo el día libre, no era así de noche.
- Tal vez podríamos ir a comer por la tarde y después al cine, y más tarde ir a bailar y después volver a cenar y... – estaba a punto de terminar su itinerario con "ir a un hotel y hacer el amor unas 5 veces".
- Estaría bien – sus ojos brillaron en ese momento – es una lastima que tengo que trabajar desde muy temprano al día siguiente – desvió la mirada pensativo – pero creo que si me duermo como a las 2 o 3 de la madrugada tal vez pueda trabajar todo mi turno matutino sin cansarme o quedarme dormido parado jejeje – se quedo pensando si el dormir 4 o 5 horas seria suficiente para ir a trabajar al día siguiente.
- OH, es cierto... – lo recordó con desilusión – Rayos! ... no importa, seguramente podremos hacer dos de las 5, quiero decir de las 4 cosas que te mencione – se corrigió con rapidez, no quería parecer muy ansioso de volver a intimar.
- Si – sonrió resignado a no pasar mucho tiempo con su nuevo novio, pero el sábado estaría libre toda la noche y podría levantarse muy tarde al otro día! – pero que te parece si hacemos todo lo que dijiste el sábado?
- El Sábado... claro, falta mucho pero estaría bien – acepto resignado – Supongo – y suspiro sin querer.
- Hay algo que quiero saber, me dejaste con la curiosidad, cuando nos conocimos me dijiste que te gustaba mi nombre y que sabias su significado, podrías decírmelo ahora? – pregunto como niño curioso.
- Claro, para empezar tu nombre se divide en dos palabras "Hana" que significa "flor" y "Michi" que significa "camino" por lo tanto podríamos decir que tu nombre completo significa "Camino de la flor" – le hablo con entusiasmo al poder iluminar a su joven e inexperto novio.
- WOW, tienes razón, es muy bonito mi nombre y ... Sakura significa cereza verdad? Pero que significa "gi"? – le encanto la facilidad con la que le explico el significado de su nombre de pila.
- No estoy seguro ... creo que Tierra, o si juntamos el nombre, apellido en este caso, podríamos decir que significa Árbol de Sakuras o Cerezo, o algo así, en realidad hace mucho que deje de estudiar las raíces de los nombres y sus significados – en ese momento le agradecía a su padre el que los hubiera obligado a el, a su hermana, primo y medio hermano a aprender los significados por lo menos de sus propios nombres.
- WOW! Y por que las estudiabas?
- A mi padre le gustaba que conociéramos el significado de nuestros nombres.
- Y que significa tu nombre?
- Bueno "Kaede" significa "árbol de maple" y "Rukawa", "río que fluye".
- WOW, me gustaría saber tanto como tu – lo decía con admiración, comenzaba a adorar a su novio de 30 años.
- No se mucho, solo lo que me interesa además tu nombre siempre me parecio interesante y hermoso – tomo la mano de Hanamichi y la acerco a su boca.
- Gracias – ni siquiera Toru lo había tratado con tanta gentileza, se sentía como una dama o un caballero, en ese caso era igual.
- Te sonrojas con facilidad – le encantaba esa característica que acaba de descubrir en su nuevo koibito.
- A ... si bueno Yo, no puedo evitarlo – seguía muy sonrojado con su nuevo novio.
- Me gusta, TÚ me gustas, pero eso ya te lo dije no?
- Si – se sentía tan increíblemente bien que parecía un sueño.
Cuando llegaron a casa de Hanamichi y la hora de despedirse llego, ahora que Kaede tenia mas derechos de tocar a su nuevo novio tenia todas las intenciones de despedirse aprovechando cualquier espacio al máximo, y aunque ya tenia un poco de prisa – tenia que recoger a Ken del Jardín de niños –deseaba besar apasionadamente a su koibito.
Particularmente se día, Kaede se sentía curioso y cuando detuvo el auto, decidió apagar el motor de su auto antes de despedirse.
- Gracias por traerme – Hanamichi se sentía como en un cuento de hadas.
- De nada, puedo subir contigo? – Pregunto seguro y sonriente.
- Sssí, claro – parpadeo rápidamente sorprendido, situación que comenzaba a encantar a Kaede.
Hanamichi lo guió con especial agrado hasta su departamento. Por suerte al llegar a la puerta principal, encontró un peculiar detalle, por lo que supo que sus compañeros estaban ausentes, eso le dio valor para invitar a pasar a su nuevo novio.
- Bien, ya llegamos, ahora se donde vives – sonrió con familiaridad y nerviosismo, tenia que admitir que conocer a ese pelirrojo había sido lo mejor que le había pasado desde hacia bastante tiempo.
- Quieres entrar? – Se recargo en la puerta de su departamento y se puso nervioso. En ese momento podrían aprovechar el tiempo.
- No – le hubiera encantado decir que si – No puedo ahora, ya debo irme, pero te aceptare la invitación cuando no tenga prisa – se acerco un poco a Hanamichi – Lo prometo – y le sonrió prometiéndole mucho con una simple mirada.
- OK! – no le molesto que rechazara su invitación, tal vez fue por la cordial forma en que lo hizo – Será en otra ocasión – sonrió conciente de que era el momento de decir adiós.
Centro su mirada en la de Rukawa con total expectación en sus movimientos. Kaede noto que Hanamichi esperaba pacientemente cualquier reacción de su parte. Con las manos en los bolsillos, sonrió de nuevo y le correspondió la mirada notando al fin que el color de sus ojos era dulce y su mirada tierna. El magnetismo existente entre ellos se hizo presente de nuevo. Hanamichi cerró los ojos, sabia que no existían razones que le impidieran besar a su nuevo novio en la puerta de su casa. Por fin abrió la boca, esperando sentir en los suyos, los labios de Kaede.
Se inclino lentamente cada vez más hasta acariciar los labios del pelirrojo con los suyos. No tenia tanta prisa después de todo, se tomo su tiempo, tenia ganas de tocar a su joven koibito. No alargo la espera y con todo derecho, profundizo en esa boca roja con sabor a fresa. Succiono con apetito el labio inferior de su Hana, saboreando la frescura de sus labios, introduciendo su lengua en esa deliciosa caverna, jugando con aquella lengua con sabor a chocolate y café.
Los segundos pasaron y las manos de Kaede automáticamente rodearon la cadera del pelirrojo, cuyas manos se posicionaron en los pectorales de su novio. Kaede disfrutaba el juego de sus bocas, mordisqueando donde se le antojaba y tocando mas debajo de la cintura. Continuaron besándose por unos cuantos segundos más, hasta que a sus pulmones, se les acabo el aire. Se separaron aun con los ojos cerrados, inmersos en una atmósfera de ensueño. Segundos después se despidieron con un "Hasta luego".
Kaede llevo a Hanamichi a su casa horas antes de que su turno en el restaurante comenzara, nuevamente se sentía feliz, hacia mucho tiempo que no se sentía tan lleno de vida, y ahora estaba mas seguro de su decisión, aun tenia que informarle a su familia que ya tenia un lindo novio pero confiaba en que todos se sentirían felices por el, y que ninguno lo juzgaría por haber iniciado una relación seria en tan poco tiempo, solo podía pensar que la razón para su inmediato enamoramiento había sido también el agrado de sus hijos por Hanamichi, además de la situación en la que este se encontraba. Estaba conciente de que el hecho de que fuera asediado y pretendido por su antiguo y más duradero novio, era una de las razones más poderosas para que se decidiera a tener una relación formal con el joven pelirrojo.
Confiaba en la aceptación de su madre, ella tenia la firme idea de que era mejor para Kaede el que vivieran con ellos, la señora Rukawa había sido muy entrometida al principio de su llegada a Kanagawa, ella tenia la creencia de que sus hijos necesitaban una madre la 24 horas del día, Kaede se había rehusado a vivir con sus padres desde su legada a Japón, deseaba hacerse cargo de sus hijos solo, sentía que como padre viudo debía aprender a cuidar a sus hijos sin la ayuda de nadie, pero su madre insistía cada vez que le era posible, ella creía que para que sus niños se criaran de la mejor forma posible debían tener una familia completa, solo con el paso del tiempo se rindió y se dedico a cuidar a sus nietos cuando su hijo se lo pedía, confiaba en la madurez de su hijo mayor, estuvieron lejos por mas de 6 años así que no conocía del todo a su hijo de casi 27 años cuando este volvió de América. Una charla con su esposo le abrió los ojos, por eso decidió dejar de insistir, aunque en ocasiones lo hacia sin realmente notarlo.
En cuanto a la sexualidad de Kaede, para el había quedado mas que claro que a su madre ya no le importaba que se fijara también en hombres, cuando ella lo convenció de ir a buscar a Hanamichi, le parecio que era alguien mas quien le hablaba, gracias a eso ahora sabia que por parte de su madre no habría ningún problema con su nuevo novio, el problema ahora seria informarles a sus hijos, mas específicamente a Ken sobre su actual situación. Kaede no sabia como abordar el tema con su pequeño de 5 años, era simple pero complicado decir que la nueva pareja de su padre era un lindo "chico", joven pero muy agradable, era mas complicado aun abordar el tema sobre su sexualidad, solo le pedía a Kamisama que su hijo fuera comprensivo, era un niño bueno, obediente, responsable, pero Kaede no sabia que tan bien podía llegar a entender este asunto tan delicado – la bisexualidad de su padre – solo esperaba no crear ningún trauma en sus hijos jamás.
Ya era un poco tarde, pero aun tenia tiempo de ir a visitar a su padre y preguntarle para que se verían tan pronto, no esperaba que estuviera desocupado, tenía la certeza de que no lo atendería tan pronto, aun así anuncio su llegada con la secretaria de su padre.
Una vez mas entraba a su departamento con unas enormes ganas de contarle a sus amigos algo importante, pero no había nadie dentro. Estaba eufórico, feliz, emocionado. Ya tenia novio, después de dos meses de sufrir y llorar como condenado intentando olvidar a su ex, tenia un nuevo Koibito. No se había sentido cómodo al permitir que Kaede creyera que tenia 21 años cuando en realidad tenia 19, pero aun tenia tiempo de decírselo, no había prisa, además estaba seguro de que no era tan importante, aun así, algo en su interior no le permitía hablarlo abiertamente. Era raro pero decidió arreglar ese pequeño desperfecto en su relación el miércoles.
Después de no ver a nadie en su departamento, se preparo para ir a trabajar. Llego temprano y a la primera persona que vio, decidió contarle su más feliz experiencia en mucho tiempo. Al recordar lo vivido horas antes la emoción lo inundo de nuevo y corrió como niño pequeño hacia quien consideraba su hermano mayor, lanzándose a sus brazos.
- Gori, Gori, Ya tengo novio nuevo, ja, ja, ja ... – su sonrisa infantil iluminaba cualquier lugar.
- Volviste con Hanagata! – correspondió el abrazo sorprendido.
- Hanagata? – su gesto decía que no recordaba que alguien mas en el mundo existía.
- Sí, "Toru Hanagata"! – se soltaron desconcertados y Hanamichi se sentó sin darse cuenta.
- Toru ... Toru, es cierto! – se golpeo la frente con la palma de su mano – Ay No! – grito desconsolado – lo olvide por completo, ahora tengo que decirle que No ...
- Que No, Quien rayos es tu novio!
- Rukawa.
- El tipo que golpeo a Hanagata?
- Sip.
- Como es eso posible?
- Hace unas horas hablamos y le pregunte lo que quería de mi y ... al final me pidió una relación seria – resumió la historia para que Akagi entendiera rápido.
- Hace cuanto tiempo lo conoces!
- Tres días.
- Tres días ... tres días! Y lo preferiste por sobre Hanagata!
- Si – se cubrió la cara con sus manos.
- WOW! ... pero ya no lo amas?
- Creo que no – rasco su cabeza inseguro.
- Tienes que estar seguro, no puedes comenzar una relación seria cuando aun tengas o sientas algo por otra persona – sentencio con sabiduría.
- Solo estoy seguro de que no quiero perder la oportunidad de tener algo mas que una noche de pasión con Rukawa ... Lo que me preocupa ahora es ...
- "Que le vas a decir a Hanagata?"
- Si, no se como decirle que ...
- Solo dile la verdad y lo que sientes.
- Se lo puedo decir después? – lo miro buscando aprobación.
- Cuando?
- El jueves – observo el cuestionamiento en la mirada del Gori y contesto su silenciosa pregunta – Tengo una " primera cita" formal con Kaede el Miércoles y quiero que todo salga bien.
- Supongo que entre mas lo pienses, será mejor.
- Gracias Gori Lindo! – le beso ambas mejillas y se fue a poner su uniforme de mesero.
No esperaba menos del Gori, siempre podía contar con el, confiaba plenamente en todos sus amigos, eran como su familia, pero siendo Akagi el mayor, le daba siempre los mejores consejos, y aunque era su jefe desde hacia ya casi 4 años siempre se daba tiempo para hablar con Hanamichi cuando este lo necesitaba, ya fuera para consolarlo cuando sufría por algún Idiota o para quitarle de encima a algún desagradable pretendiente que no lo dejara en paz. Aun recordaba aquella agridulce experiencia con aquel chico rico que lo acosaba e intimidaba con su dinero e influencias, sus maltratos eran siempre notorios en la piel y rostro de Hanamichi, nunca olvidaría que sin la intervención de Akagi, posiblemente Hanamichi estaría muerto o en un sanatorio mental, totalmente trastornado. Takenori Akagi, era como su hermano mayor y sus demás amigos como sus hermanitos.
En su estancia en la empresa, decidió pasear, camino un buen rato hasta que lo miro de lejos, antes de llegar nuevamente a la oficina del accionista mayoritario, no se veía muy optimista, y sus 31 años parecían pesar mas que sus 30. Era evidente que su relación con Akira simplemente no podía florecer en su máximo esplendor; que las sombras del pasado eras más negativas y abismales que el amor que entre ellos pudiera haber. Maki Sinichi, lucia desorientado por primera vez.
- Maki-san! – inclino su cabeza en forma de saludo, despertándolo de su ensoñación.
- Rukawa-san, vienes a ver a Rukawa-Sama? – contesto el saludo con respeto como siempre.
- Así es! – no podía esconder su entusiasmo pero la mueca de Maki le recordó que no todo el mundo es feliz – Y ... como han estado? – Obviamente se refería a Akira.
- Bien – no tardo en contestar – Supongo – aun así su mirada se torno triste, su situación no era tan mala, pero tampoco era la mejor.
- Disculpa que no los haya llamado – bajo la cabeza en forma de disculpa, se sintió egoísta – Pero es que últimamente he estado un poco ocupado con ...
- Tu madre me llamo y me comento algo acerca de un chico con el que finalmente decidiste salir – lo interrumpió para no hablar de sus propios problemas.
- SI – rió como adolescente – La verdad es que el y Yo – rió con nerviosismo – Ya formalizamos nuestra relación. El gesto de Maki indicaba sorpresa, admiración y tal vez en el fondo un poco de envidia, de la buena.
- Demonios, tu si que eres rápido! – Una palmada en la espalda de Kaede acompaño su exclamación mientras este solo sonreía – Quisiera tener esa seguridad! – seguía sorprendido –Déjame felicitarte!
- Gracias, je, je, seguramente tu te habrías tardado mil años, o no?
- Ya vamos con lo mismo ... – la misma cantaleta de siempre se volvía obsoleta.
- Es que ... Yo podría culparte por los traumas de mi primo¿sabes? – era una seria acusación.
- Porque, yo lo conocí cuando el tenia 11 años, recuerdas, YO ya tenia 18! Y no podía ni siquiera considerar una relación con un niño por mas que yo le gustara.
- Y quien lo iba a saber?
- No creo que a sus padres y a los tuyos les hubiera gustado saber que alguien tan mayor como yo pervertía a tu pequeño primo! – sin embargo a veces se sentía culpable.
- Pero es que Akira te hubiera dado el "sí" de inmediato, y si tu te hubieras comprometido a no pasar de besos y caricias "decentes", nada malo habría pasado. Mis padres y sus padres lo habrían entendido y ustedes serian ahora la pareja perfecta!
- Eso no existe.
- Lo se, pero por lo menos Akira no tendría tantos traumas por culpa de Hisashi.
- Kaede, solo haces que me sienta culpable y como un verdadero Idiota.
- Lo siento, supongo que no tiene caso desear resolver los problemas del pasado, pero simplemente no puedo dejar de pensar en que si TU no te hubieras ido, todo seria mejor – concluyo sus razones con un suspiro.
- Si, bueno ya no hay nada que hacer ...
- En eso no tienes razón.
- Que quieres decir?
- Pueden conseguir ayuda profesional, mi madre conoce a una Doctora, una terapeuta muy buena y estoy seguro de que si ustedes lo intentan con ayuda profesional, su relación mejorara y tal vez Akira logre deshacerse del mal estar que le causa estar cerca de mi medio hermano – Maki lo miro muy seriamente, considerando su propuesta y agradecido con la confianza que su mejor amigo había depositado en el.
- Si, tienes razón, pero antes de hacer cualquier cosa debo convencer a Akira de que tenemos un problema y de que necesitamos ayuda profesional ... si tan solo no existiera ...
- Hisashi Mitsui, es culpa de mi padre sabes?
- Si, pero me conformaría con que Akira lo dejara de ver.
- Para siempre ... je, je.
- Si, ja, ja, para siempre ... eres un hipócrita.
- Pero no Mojigato y solo con Hisashi.
- Eso te lo agradezco – Ambos rieron después del último comentario.
Anochecía cuando llego a su hogar, los dos pequeños ya estaban dormidos, los arropo en sus camitas y se dirigió a su habitación a pensar en la mejor forma de comunicarle a Hanamichi, que solo podrían pasar parte de la noche juntos o toda la noche, esperaba que él también lo deseara. Era su primera cita y a su progenitor legitimo se le ocurrió presentar a Kaede en su empresa como su sucesor justamente ese día, la presentación incluía conocer a sus socios y demás personal, de nada sirvió reclamarle a su padre el que dispusiera de su tiempo a su antojo, pues el argumento: "Por que no me avisaste antes?", lo saco de quicio, ya que tuvo que escucharlo mas de 15 veces durante la explicación que Kaede intentaba darle, totalmente exasperado, a su padre, acerca de la importancia de su primera cita con Hanamichi Sakuragi.
Kaede no esperaba ser reclutado en tan poco tiempo, aun no terminaba de resolver sus asuntos, en realidad esperaba unirse a la empresa en su totalidad en por lo menos dos semanas, pero su padre solo le dio dos días de entrenamiento y al final del segundo le comunico que no podía disponer de su sagrado Miércoles!.
Pocas veces en su vida sintió ganas de ahorcar a quien se interpusiera en sus asuntos y objetivos de mayor importancia y nunca lo había hecho, de cualquier forma por mas molesto que estuviera no iba a comenzar con su padre.
El ansiado día llego, y al mirarse al espejo después de haber dormido solo lo suficiente, quedo satisfecho, pues no tenia ojeras, ni bolsitas hinchadas bajo sus ojos. La piel de su rostro estaba suave – gracias a que era lampiño – y perfecta, y su cabello lucia igual de rojo que siempre. Era temprano y comenzó su día libre como cualquier otro, pero mas feliz.
Al comenzar el día, hizo algunas llamadas en su nueva oficina, le pagaron algunos favores con la misma moneda, solo faltaba avisarle a Hanamichi del cambio de planes, sustituiría la cantidad por calidad. Condujo hasta el apartamento de su joven novio y llamo a la puerta un poco nervioso, tal vez Hanamichi, al verlo tan temprano en su puerta creería que estaba ahí para invitarlo a almorzar, aunque suponía que debía llamarlo antes de llegar. El problema fue que a Kaede le parecio poco prudente y grosero de su parte llamarlo solo para decirle que no podrían pasar el día entero juntos, pensando en que eso era lo que ambos deseaban. La puerta se abrió y antes de que dijera algo el pelirrojo, el pelinegro se adelanto.
- Hola, me extrañaste? – la trillada frase fue tonta para el momento, pero sirvió para hacer sonreír al pelirrojo, que aun estaba en pijama.
- Si, es decir .. Hola! – Kaede se acerco y le dio un beso fugaz en los labios que apenas pudo corresponder.
- Ya se que debí llamarte antes – entro al departamento del pelirrojo sin invitacion y se puso frente a el sin realmente mirarlo – pero tuve que venir por culpa de mi padre – lo dijo un poco molesto y Hana se preocupo.
- El te obligo – pensó en lo peor.
- No, no, claro que no, es solo que ... bueno, hoy me va a presentar en la empresa como el nuevo Co-presidente de la corporación y no puedo faltar ni posponerlo, porque muchos socios vienen de Estados Unidos y Asia especialmente para conocerme, así que no podremos vernos hasta ...
- El próximo Miércoles – lo dijo totalmente desilusionado.
- No, no, no, esta noche a las 9 PM, te invito a cenar a mi casa, solo estaremos tu y yo, lo prometo y ... si quieres puedes quedarte toda la noche, prometo llevarte por la mañana a tu trabajo y ...? ... ¿si quieres? – pregunto de nuevo.
- SI, claro, me encanta la idea, llevare ropa y te devolveré la tuya, ok?
- Claro, si es Perfecto! – su sonrisa era gigante – Entonces ya estamos de acuerdo.
- Soka!
- Vendré por ti a las 8:40 PM, te parece?
- Sí! – sonreía gustoso con la idea de pasar la noche con su Kaede.
Se despidieron nuevamente con un beso corto, esperando con ansias la noche.
Todo estaba listo, Kaede le había pedido a su hermana que minutos antes de su llegada con Hanamichi a su casa, dispusiera sobre la mesa los platillos a degustar en la cena.
Todo fue agradable, desde que se miraron cuando Kaede toco el timbre de su puerta y Hanamichi le abrió, hasta que llegaron a casa de Kaede y se sentaron a la mesa dispuestos a charlar y comer.
Kaede estaba muy cansado, después de estrechar la mano de muchas personas importantes en la empresa de su padre, y hablar, reír, charlar, y despedir a su padre de la Corporación, estaba exhausto.
En cuanto llego y vio su comida favorita Occidental en su mesa, se sentó y comenzó a comer, rompiendo cualquier atmósfera de romanticismo, Hanamichi solo se limito a mirarlo e imitarlo, con un poco de incomodidad, llego a pensar que se había equivocado al pensar que Kaede seria un hombre mejor que los que había conocido. Gracias a Kamisama, equivocadamente pensaba que en cuanto Kaede terminara de comer, sin importarle si Hanamichi había terminado, lo tomaría simplemente de la mano, lo llevaría a su habitación y tendrían "sexo sin amor", tampoco debía esperarlo, apenas se habían conocido hacia tres días.
La situación para Hanamichi se hacia frustrante y repetitiva, y sin notarlo mientras comía, ya no miraba a Kaede, y la cena tampoco parecía gustarle mucho.
Kaede seguía comiendo muy hambriento, no había tenido tiempo suficiente y la mayoría de la comida que había en el salón de la empresa, no era de su agrado. Ya casi terminaba con su filete, no había dicho mucho y solo se dedicaba a comer, estaba a punto de levantarse para ir a la cocina por el postre, cuando recordó que estaba acompañado. Se miraron a los ojos, y Hanamichi al verse sorprendido mirando a su compañero sonrió involuntariamente, ya no estaba tan seguro de estar ahí.
- Disculpa que sea tan grosero pero tenia mucha hambre, en el salón la comida era horrible, solo nos dieron caviar y galletitas, y la verdad es que no me gusta esa "cosa negra" – la familiaridad con la que le hablo a Hanamichi, logro sacarle una buena carcajada al pelirrojo.
- Perdona por reírme, ja, ja – se cubrió la boca y se olvido de aquellas tontas ideas que tenia hacia solo unos cuantos segundos – De verdad solo comiste caviar?
- Sí! – contesto en forma de queja.
Hanamichi siguió riendo, feliz de haber conocido a un hombre con buen humor al decir cosas simples, y que su forma de quejarse era graciosa.
Continuaron con el postre, la forma de comer de Kaede ahora le permitía hablar y mirar a Hanamichi al mismo tiempo, después de unos segundos al terminar con su ahora agradable cena, decidieron tomar el café en la sala.
Los recuerdos de su noche anterior en esa misma casa, invadieron sus mentes y antes de terminar el café, comenzaron a besarse en el sillón de dos plazas. La poca cercanía molestaba a Hanamichi, así que este simplemente se sentó sobre las piernas de Kaede, frente a el, besándolo con mas fuerza y pasión, mientras Kaede solo acariciaba la espalda y nalgas de su pareja con insistencia.
Sus besos y caricias se tornaron cada vez mas apasionados, ambos se encontraban demasiado excitados, las ganas de Kaede de poseer a ese pelirrojo sobrepasaron su autocontrol por lo que sin inhibiciones levanto a Hanamichi con las palmas de sus manos en el trasero de su novio, y subió las escaleras mientras besaba con lujuria al joven pelirrojo.
Afortunadamente sus hijos ya estaban durmiendo en casa de su madre, no tenia nada de que preocuparse solo quería disfrutar la compañía del pelirrojo.
En cuanto entro a su habitación dejo caer suavemente el cuerpo que llevaba cargando y se posiciono sobre el, Hanamichi no se movía mucho, solo se dejaba tocar y besar en donde fuera que Kaede lo deseara. Su excitación creció y en segundos se comenzaron a quitar la ropa, comenzando a frotar sus cuerpos sin inhibiciones o preocupaciones de ningún tipo.
Sus ropas cayeron en cualquier lugar de la habitación, pues Kaede no reparo en arrancar la ropa de su compañero en la intimidad, su deseo era grande, tan grande que sus movimientos eran innatos, automáticos, sus manos se movían como poseídas por el deseo de tocar y explorar aquella piel una vez mas.
Su boca besaba la piel descubierta con lujuria, con deseo y un sentimiento que aun no lograba descifrar, pero era calido y hacia que todo fuera mucho mejor. Le gustaba la idea de creer que en esta ocasión no era solo un acto sexual lo que esta a punto de experimentar, si no un poco de "hacer el amor".
Al resonar la palabra "amor" en su mente, se detuvo sobre el pelirrojo, completamente desnudo, observo al entregado joven bajo el, que recibía sin exigir y que lo miraba con adoración, o admiración, no era fácil saber por que sus ojos también mostraban deseo, deseo de continuar con su acto sexual, aunque Rukawa no sabia que lo que el pelirrojo deseaba también era un poco de amor.
- Si te dijera que no quiero tener sexo en este momento, me creerías si te confesara que lo que en realidad deseo es ... hacerte el amor? – pregunto temeroso de equivocarse, no quería mentirle al pelirrojo, pero no tenia ganas de solo sexo.
- Sexo No. Amor si? – lo dijo sin mirarlo, recapacitando sobre lo que sentía y lo que deseaba hacer, y resulto que se sentía igual que el hombre sobre el – Es muy pronto para eso, pero Yo deseo lo mismo – en ese momento con una mirada le mostró aquella vulnerabilidad que ya no mostraba a nadie.
Kaede lo beso de inmediato, al comprender con esa mirada achocolatada y tierna que el que estuviera en su cama en un momento así, significaba mas que la simple búsqueda de placer físico. Kaede supo en ese momento que podría volver a amar y quería amar a Hanamichi.
Continuaron con su búsqueda de amor, de caricias y ternura, de palabras suaves y deseos incontrolables. Sus cuerpos se frotaban por inercia, Kaede al notar que Hanamichi estaba listo para recibirlo, simplemente introdujo su hinchado miembro con paciencia poco a poco, se miraban a los ojos y sus reacciones eran observadas por el otro.
Continuo entrando en aquella estreches que al envolverlo, lograba enloquecerlo de placer, no desea cerrar los ojos, pero al sentir la calidez que lo rodeaba simplemente los apretaba con fuerza, succionando el cuello del pelirrojo, gimiendo a la par de su amante.
Los segundos le anunciaban el mejor orgasmo en años, sus gemidos opacaban los pequeños ruiditos que hacia Hanamichi, ambos se movían con mas rapidez, pero con mucha suavidad.
- Ooooh, esto es ... increíble mmmhhh ...! – apenas pudo hablar, pero tenia que decirlo.
- Aaah, sssi, Aaa! .. – aun consciente y abrazado al moreno con piernas y brazos logro articular su afirmación.
Los gemidos de ambos fueron mas fuertes al paso de los segundos, casi gritaban de placer, sus movimientos movían la cama y las estocas de Rukawa cada vez eran mas rápidas y ansiosas, pero teniendo siempre presente que no era solo sexo.
- Ya! ... no ... puedo maaasss! – termino en segundos y Kaede dentro de el, lo hizo al mismo tiempo.
Se miraron por unos segundos esperando envueltos en una atmósfera de ensueño, pues todo se veía borroso. Kaede por fin al recuperar la energía salio del cuerpo de su novio y se recostó a su lado, respiro profundamente, totalmente satisfecho y con una calidad sensación en el pecho.
Hanamichi observo a su compañero igualmente satisfecho, tenia que admitir que esta noche había sido mejor que cualquier otra, sin importar que la anterior había sido con la misma persona. Se recostó sobre el hombro de su nueva pareja y este lo abrazo de inmediato.
Se quedaron unos segundos mas abrazados, hambrientos de la calidez de sus cuerpos húmedos.
- Espero que no te moleste el comentario, pero creo que fue mejor que la vez pasada – no quiso mirar a Kaede, le pareció una imprudencia tan pronto lo dijo, pero le daba vueltas en la cabeza aquella conclusión y tenia que vocalizarla sin importar las consecuencias.
- Pienso igual que tu – respondió después de unos segundos de pensarlo, conocía la razón pero esperaba que Hanamichi lo notara por si mismo – Y espero que sea mejor la próxima – sonrió al mirar a Hanamichi pues este se encontraba un poco preocupado con la reacción de su comentario.
- De verdad, eso quiere decir que no te ofendiste verdad?
- De ninguna manera.
Ambos rieron y comenzaron el juego de caricias y besos una vez mas.
La mañana fue increíblemente agradable, Hanamichi se levanto en cuanto el despertador sonó, y aprovecho que Kaede seguía dormido para darse una buena ducha. Tan pronto salio del baño Kaede le dio los buenos días con un beso y sin que se pusieran de acuerdo, mientras el pelinegro tomaba un buen baño, Hanamichi decidió hacer el desayuno.
El café estaba delicioso y la comida calientita, todo era perfecto, si alguien los hubiera visto interactuar en la cocina habría pensado que los integrantes de aquella pareja tenían años juntos.
Pero no era así, tenían casi 5 días de conocerse y habían demasiadas cosas que no conocían uno de el otro. Hanamichi no tenia mucho que esconder, solo le faltaba hablar un poco mas sobre su pasado y decirle a Kaede que en realidad tenia 19 años, pero estaba preocupado por la reacción del hombre maduro que estaba sentado a la mesa junto a el, parecía ser un hombre comprensivo y cariñoso, pero aun no conocía su lado malo, la verdad era que no tenia ganas de conocer su lado malo en mucho tiempo. Decidió darle vueltas al tema, comenzando a hacerle preguntas sobre su gran preocupación.
- Has salido con personas menores de 21 años?
- Yo, No, nunca y no pienso hacerlo, quiero que mis hijos sigan conmigo – la pregunta lo tomo por sorpresa pero no sospecho nada.
- Que-que quieres decir? – su preocupación resulto tener fundamentos.
- La madre de mi esposa quiso quitármelos cuando ella murió – tomo otro bocado y continuo hablando – no pudo demostrar que era mas apta para cuidarlo por que prácticamente esta sola, y Yo tengo a mis padres y lo suficiente como para pagar la Universidad de mis hijos, por eso el Juez me dio la custodia sin problemas, pero ella me amenazo antes de volver a Japón.
- Que te dijo! – estaba mas preocupado, por su culpa cosas malas podrían suceder.
- Que si encontraba alguna anomalía en mi vida, haría lo imposible por quitármelos – lo decía con seriedad pero sin ninguna preocupación.
- Es mala ... – en su mente lloraba.
- Un poco, de hecho el que Yo salga con un chico tal vez pueda traerme algunos problemas – estaba conciente de que el que fuera bisexual podría traerle problemas – pero mientras tengas la mayoría de edad en Estados Unidos, no creo que ella pueda hacer algo en contra mía.
- Eso es, es ... horrible – pensaba que ahora si estaba en problemas – para tus hijos, claro y para ti – se puso muy nervioso, tenia que decirle la verdad, tenia que ser sincero y no guardarle secretos a su novio, en ese momento un beso interrumpió sus pensamientos.
- Creo que ya me estoy enamorado de ti – al ver la forma en que había reaccionado el pelirrojo, supo que podía y quería enamorarse de el.
- Que? – sus pensamientos e ideas estaban arremolinadas en su cabeza, y sus sentimientos se estaban imponiendo en contra de la verdad.
- Es fácil, tal vez en unos días Ya te amare jeje – lo beso de nuevo mientras reía, feliz sin darse cuenta de que el joven Sakuragi seguía callado y un poco pálido – que cursi me he vuelto pero HEY! Es parte del enamoramiento no? Jaja – siguió riendo cerca del rostro de Hanamichi.
Hanamichi lo miro tan cerca y confiado, que se sintió tan mal por mentirle, como nunca. Acaricio el rostro alegre de su novio y lo beso con mucha ternura, como si fuera la primera vez. A Kaede le sorprendió que su Hana lo besara de esa manera, pero tampoco sospecho que la razón fuera tan seria. Simplemente creyó que Hanamichi era un chico muy sensible y fácil de conmover, nada mas lejos de la verdad.
Hanamichi ya no quiso hablar seguía pensando en su ahora "pequeño secreto", pues podía afectar la vida de Kaede de la peor forma. No era bueno mentir, lo sabia y odiaba las mentiras, pero lo que sentía por Kaede le impidió hablar, simplemente ese día no pudo decirle nada.
Cuando llego a la puerta de Denny's, se despidió de Kaede con un tierno beso y bajo del auto con la peor cara que tenia. En cambio Kaede Rukawa estaba feliz.
No le hablo de su secreto a nadie en el transcurso del día, ni siquiera al Gori, tenían demasiado trabajo era un día muy concurrido por la mañana y no tuvo tiempo que perder, ni siquiera en el transporte a su casa hablo con nadie, solo pensaba que siempre había intentado no ser egoísta, no pensar solo en el, en su mente Kaede y sus hijos comenzaron a formar parte de su ilusión mas grandes, tener una verdadera familia. No era tan ingenuo y sabia que si la abuela de los hijos de Kaede se enteraba que salía con un chico tal vez haría algo, pero no sabia que. Aun no lo decidía, pero una de sus opciones era quedarse con Kaede y olvidase del mundo, sin importar que el tiempo que pasara con Kaede fuera corto.
- Como te fue? – pregunto con ansias, cuando lo vio llegar y sentarse en el sillón.
- Bien – su mueca decía todo lo contrario, no quería contarle nada todavía pues nada había decidido aun.
- No lo parece.
- Es que ... le mentí – era su confidente su amigo del alma y no pudo mentirle a el.
- Sobre que?
- Sobre mi edad ... el cree que tengo 21 años.
- Supongo que le ocultaste la verdad por alguna buena razón o me equivoco?
- Teme que su suegra quiera quitarle a sus hijos si se entera de que tiene una pareja joven.
- Pero, ella es Americana, no vive aquí y si quisiera quitarle a sus nietos, tal vez ya hubiera podido hacerlo o no?
- Lo intento una vez, cuando su hija murió, pero el juez que presidio el caso no le dio la custodia por que ella nunca convivió con ellos, ella era prácticamente una extraña, por eso no pudo hacer nada, pero si ella se entera que yo ...
- Estas esperando a que esa mujer llegue para decirle la verdad?
- No, no exactamente ... – se froto la cabeza con exasperación.
- Estas esperado que pasen dos años?
- No ... bueno si ... no sé! ...
- Pues ... eres mas ingenuo de lo que pensé!
- Es que ... Yo ... creo que lo Amo – ni siquiera se habia dado cuenta hasta que lo dijo.
- Eso es imposible, así que te recomiendo que se lo digas antes de que ella llegue y Rukawa sepa que eres un mentiroso o peor aun, de que crea que solo estas con el por su dinero!
- Pero eso no es cierto!
- Yo lo se, por que te conozco, pero Kaede tiene menos de una semana de conocerte y si aquella señora solo esta esperando una oportunidad para quitarle a sus hijos, va a aprovecharse de cualquier situación para hacerlo. Créeme! conozco a ese tipo de personas.
- No quiero, no quiero perderlo, lo amo entiendes! – ahora estaba seguro.
- No, no entiendo, y si no le dices la verdad te culpara si lo algo malo pasa.
- Pero no quiero ...
- Haz lo que quieras – le dio la espalda y se dirigió a su habitación azotando la puerta al entrar.
- Yohei ... – se quedo sentado en el sillón esperando a que su mejor amigo regresara como siempre pero tardo demasiado y el también se fue a su habitación a pensar un poco mas.
El día había llegado, tenia que tomar una decisión, después de hablar con Kaede no estaba seguro de cual seria la mejor opción, pero ya era hora de decidirse.
Eran como las 6 PM, Toru debía estar en casa, era ahora o nunca, tenia que decidir con quien quería pasar sus próximos días, llego a pensar que lo mejor seria estar solo; solo tenia 3 opciones y al levantar el auricular, aun no tenia la menor idea de que hacer.
- Moshi, moshi.
- Toru, Hola! Soy ... – sonaba serio y cansado.
- Hanamichi! – su corazón latió con fuerza al escuchar la familiar voz de su ex.
- Hola ... Yo ... necesito que hablemos, tienes tiempo? – esta era una decisión difícil después de todo, mas que nada por sus consecuencias.
- Claro, si lo deseas podemos vernos ahora, puedo ir a tu casa y ... – Estaba lleno de esperanzas y optimismo como nunca.
- No, no es necesario – ahora estaba seguro de que pronto se arrepentiría de su decisión tarde o temprano.
- Ok, supongo que quieres ir al grano – su pecho se contrajo ante la negativa de Hanamichi de reunirse y su optimismo murió de golpe.
- Nnn ... si – se le secaba la garganta al hablar.
- Te escucho.
- Toru ... Yo – titubeaba y las manos le sudaban – no ... no Te amo – hablo rápido – Y no puedo volver contigo, lo siento mucho. ADIOS – y colgó.
N/A: Ya se que me tarde mucho, y que lo prometí en Enero, pero no pude BUAAAA, ... jeje, bueno quiero agradecer a todas las lindas chicas que me han dado sus reviews, y especialmente a Shadir que ha leído casi todos mis fics y que los sigue leyendo, gracias por tu paciencia y tus consejos. Y a Hikaru Itsuko que me escribió su comentario también sobre mi primer fic terminado Lo correcto, jeje, gracias por tus palabras, siempre son alentadoras. Gracias también a faby-chan2, caritademanga, Dannan, Kinyoubi y a quien lea mis fics jeje, Gracias, Intentare ser mas constante, pero es que la inspiración me abandona muy seguido y me llega cuando no puedo escribir, es un problema no poder continuar como lo deseo pero estas son las consecuencias de tener una casa chiquita y poca privacidad, espero que me esperen y Gracias otra vez, hasta lueguin!.
