EL AMOR DE MI VIDA
CAPITULO VIII. CONOCIENDO A LA FAMILIA.
Para el evento tenia que lucir espectacular, no deseaba lucir como un presumido, pero pidió dinero prestado y uso todos sus ahorros para comprarse lo mas moderno y formal que pudo encontrar en una prestigiada tienda de marcas importantes, sabia que a Akira y a Maki no les importaban tanto las apariencias pero quería impresionar a los padres y la hermana de Kaede, era necesario causar una buena impresión y la mejor forma de comenzar era por el atuendo.
Asesorado por sus amigos, Kimi, Hiro, Nobu y el novio de este, Jin, se decidió por un traje, grisáceo no muy oscuro y una camisa de ceda blanca sin solapas o cuello, no estaba seguro si debía llevar corbata pero decidió no hacerlo en el ultimo momento, Yohei le aconsejo que no lo hiciera, y decidió hacerle caso a su mejor amigo.
Solo era una cena con la familia completa de su novio, pero sentía como si fuera a la premier de una gran película estelarizada por el mismo, donde la critica seria su mayor enemigo al finalizar la cinta, por esta y muchas razones mas estaba nervioso, sus manos sudaban y las tenia frías, además de que en el estomago sentía constantes espasmos debidos a sus nervios, solo esperaba tranquilizarse en el camino a casa de Kaede.
Tan pronto entraron a casa de la familia Rukawa, Ken les dio la bienvenida efusivamente, aun mas a Hanamichi, pero cuando intento colgarse del cuello del pelirrojo de forma cariñosa, su padre le recomendó no hacerlo de tal forma que este se detuvo sin decir nada, Hanamichi se sintió incomodo con el trato de Kaede para Ken, anteriormente se había dado cuenta de que no lo trataba como a un niño pequeño y que lo limitaba de alguna manera pero eso no era necesario según las costumbres de Hanamichi, no cuando solo deseaba demostrar el afecto con el contacto físico.
Segundos después Kaede mando a Ken a traer a su abuela, era hora de conocer a la progenitora de su novio, y el pelirrojo ya no pensó en la escena que acaba de ver, sabia lo que venia y no se sentía listo, todo lo contrario, comenzó a temblar.
Kaede lo miro de reojo, movía mucho los pies, se mordía los labios y jugaba con sus manos, así que el pelinegro decidió tranquilizarlo, le tomo ambas manos y lo miro a los ojos, enternecido con la actitud de su joven novio, y le dijo lo único que se le vino a la mente.
—Te amo, recuerda que solo eso importa – se acerco a el y acaricio su barbilla, con eso obtuvo su atención – no te preocupes, ya te dije que no come pelirrojos – con eso logro que su Hana sonriera y se tranquilizara un poco.
—Kaede ... Yo ...– le sorprendió de sobremanera que le dijera "Te amo", pues era la primera vez, ni en sus momentos mas dulces durante las veces en las que habían hecho el amor se lo había dicho, pero en ese momento le parecio la mejor ocasión para decirlo y lo que mas deseaba era corresponder a su sentimientos – Yo ... también ...
—Bienvenidos! – Hanamichi no pudo terminar su sentencia, pues la mujer más importante en la vida de su novio había arribado a la sala.
—Ho-ola – titubeo en cuanto la vio, era amigable, pero sabia que las apariencias engañan – me da mucho gusto conocerla Señora Rukawa – se inclino mas que ella al saludarla, intentando de esa forma mostrarse respetuoso y bien educado.
—Pues a mi me da mucho mas gusto que a ti, puedes llamarme Kiara, y como puedo llamarte yo? – le pregunto sonriente, notando el nerviosismo del joven que tenia enfrente. Ken tenía razón, era muy joven y físicamente muy agradable a la vista.
—Pues usted me puede llamar Hanamichi, si lo desea Señora Kiara – se volvió a inclinar un poco mas tranquilo, la primera impresión había pasado.
—Es verdad que eres muy joven, y dime piensas estudiar la Universidad? – era hora de ser madre, y su curiosidad se manifestó inmediatamente después de la primera impresión.
—Claro que si Señora, este año haré el examen de admisión y estudiare duro para convertirme en un buen Licenciado en Relaciones Publicas – lo dijo con determinación.
—Oh, vaya pues que sorpresa, pero y dime, eres bueno en la cocina, cierto? – lo miro interrogante, deseaba conocer al pelirrojo a fondo en ese momento, así que de pie en la sala de estar comenzó a preguntar.
—Es fantástico en la cocina y con los niños, yo le sugerí ser Maestro para niños de Kinder, pero el cree que por ser Homosexual no lo admitirán en las escuelas – solo quería quitarle ese nerviosismo a su pelirrojo y hablando de cualquier cosa deseaba infundirle confianza en su familia.
—Eso no es cierto, tengo una amiga que tiene una hija lesbiana y es maestra de Kinder y primaria, es muy linda y tiene novia, y hasta dos bebes, y son muy buenas personas – con el paso del tiempo comprendió que el amor, no tiene genero y hasta cierto punto entendía el miedo del novio de su hijo, el cual después de unos segundos de conocerlo ya le agradaba – la verdad es que si quieres ser un maestro y tienes verdadera vocación puedes serlo sin problemas.
—Pues le agradezco el animo y la información, lo voy a considerar –volvió a inclinarse al agradecer una vez mas.
La señora Kiara resulto ser mejor de lo que Hanamichi esperaba, prácticamente le había contado la mayor parte de su vida en la sala mientras se conocían, y aunque aun no se sentía cómodo en la casa donde su novio se crió, sus manos dejaron de sudar.
La cena aun no estaba lista, la mitad de la familia aun no llegaba a casa, y la idea era que todos estuvieran juntos para cenar y conocer a la primera persona que había llamado la atención de Kaede para algo mas que un revolcón eventual. Ya hacia casi un mes desde que salían y todos los Rukawa's deseaban conocer a aquel dulce jovencito que había llenado de vida el corazón de Kaede.
De súbito, la Señora Kiara tuvo que ir a la cocina, Hanamichi se ofreció a ayudarle, pero esta no se lo permitió, no quiso interpretar su negativa como desconfianza así que se obligo a pensar que fue por cortesía que no lo dejo hacer nada. El teléfono celular de Kaede sonó de improviso y este se alejo un poco de Hanamichi, mientras el pelirrojo intentaba sentirse mas cómodo.
Se sentía raro, sentado en la sala de una casa de personas aparentemente de mucho dinero, pero que no lucían como tal, no era una mansión donde vivían, la casa solo era lo suficientemente grande como para acoger a 6 personas como máximo y se preguntaba como era que vivían de esa forma, sin tantos lujos cuando el Señor Rukawa tenia tanto dinero, por que el Millonario era el y no su hijo, muchas veces Kaede se lo dijo.
Sentado esperando a que Kaede se desocupara, o a que Ken llegara para charlar con el por lo menos, se sentó en uno de los amplios sillones en la sala de estar, desafortunadamente solo para Hanamichi, el Señor Rukawa entro al mismo lugar donde el se encontraba distrayéndolo de sus pensamientos.
—Buenas tardes – saludo cortes como siempre, esperando el mismo saludo de su interlocutor.
—Buenas tardes – era tan apuesto como Kaede, ojos azules, alto casi tanto como Kaede y de muy buena condición física, a sus mas de 50 años.
—No me digas, tu eres Hanamichi Sakuragi, cierto? – le agrado en cuanto lo vio, y le dio una buena impresión que se levantara en cuanto entro a su casa.
—M-jum – asintió con la cabeza sin saber que decir, no esperaba conocerlo a solas, pues Kaede tuvo que salir para mover su auto, pues lo había dejado en una posición que impedía que Maki se estacionara en la cochera también – Kaede salio pero volverá pronto.
—Seguro que si – sonrió al ver como el joven pelirrojo jugaba con sus manos, y lo miraba como si estuviera siendo examinado – No temas que yo tampoco como pelirrojos – le parecio encantadora la manera en que Hanamichi rió pues este casi se carcajeo de los nervios, pero contento de haber conocido al fin al padre de su novio.
Kaede por fin entro a la sala donde Hanamichi se encontraba contestando las mismas preguntas que su madre le había hecho a su padre y otras mas sencillas, pero con un poco menos de nervios. De inmediato se acerco a ellos y comenzaron a hablar mas sobre el futuro de su relación, pero Hanamichi no podía perder ese color carmín en sus mejillas, cosa que enternecía a los dos Rukawa's.
La hermana de Kaede llego y le dio una calurosa bienvenida su "cuñado", pues ese era el adjetivo con el que ella lo llamaba desde que por comentarios de sus sobrinitos y de su hermano había descubierto que el aquel jovencito le agradaba y al verlo por primera vez le parecio que ya lo conocía.
En cuestión de horas comenzó a sentir mas confianza con todos los parientes de su novio, iniciando conversaciones y haciendo preguntas a su "cuñada" y la madre de Kaede, y de forma reciproca ellas se sintieron en confianza con el, pues una vez que este les contó que desde los 16 años – cosa que era mentira, pues había sido a los 14 – era huérfano ambas se conmovieron con su historia y se ofrecieron a ayudarlo en lo que fuera necesario o cuando el lo necesitara, obviamente no lo creyó posible cuando su mentira fuera descubierta, pero agradeció su momentánea preocupación .
Tenia que admitir que se había divertido después de todo, por que en realidad si hubieron algunos aspectos en la familia de Kaede que no le agradaron, no cuando se trataba del trato hacia Ken, pues según Hanamichi, la forma en que sus padres, Kaede y Maki trataban al pequeño era la forma de tratar a un adulto y no a un niño, su dureza llego a molestarle, tanto que prefirió ignorar ese malestar cada vez que alguno de ellos reprendía por cosas sin importancia al pequeño Rukawa, suponía que por esa razón Kaede era tan correcto, su madre parecía una buena persona y estaba seguro de que lo era, pero desde su perspectiva, no todos los niños eran iguales, y Ken posiblemente necesitaba mucho mas afecto y contacto del que estaba recibiendo.
Aun con todas sus razones para no aprobar el trato que Ken recibía, decidió no hacer ningún comentario sobre el tema, para todos parecía normal ese trato, y el no era nadie para decirles como tratar a su nieto, sobrino, o hijo, simplemente era un intruso al que posiblemente después de alguno tiempo – si algo salía mal – no volverían a ver, no tenia ningún derecho a opinar, por eso se quedo callado.
—Y que te parecio mi familia? – solos en casa de Kaede, este vocalizó su curiosidad.
—Son buenas personas, me gustaría conocer mas a Ayako y Ryota y también a tus padres, pero...
—Pero que?
—Nada olvídalo es una tontería – desvió su mirada un poco nervioso.
—No, claro que no, dímelo, es muy importante la comunicación y la confianza en las parejas, así que quiero que me digas todo lo que sientas, ok? – tenia la ligera sospecha de que posiblemente en algún momento en su estancia en casa de sus padres, estos no lo habían tratado bien, pero se equivoco.
—Es que, sé que no soy nadie para decírtelo, pero ... me parece que tus padres, tu y Maki son muy duros con Ken, lo que quiero decir es que... el es un niño, a penas tiene 5 años y ustedes lo tratan como si fuera un adulto! y además tu no lo abrazas y no lo besas como a Usagi – No pudo evitarlo, las palabras salían de su boca – Yo me sentiría muy triste si mis padres no lo hicieran aun – después de darse cuenta de que no pudo mantener su opinión para si mismo, temió haber herido el orgullo de padre de Kaede e inmediatamente se arrepintió de haberse expresado.
—Ellos lo hacían cuando tu tenias 5 años? – recordó su niñez, y entre sus experiencias no podía encontrar alguna en la que su padre fuera muy cariñoso con el.
—Si! – deseaba que Kaede supiera mas de el, y no pudo quedarse callado, en realidad no quiso – solo lo dejaron de hacer cuando murieron, pero en ocasiones siento como si me despertara mama por las mañanas con un beso y cuando estoy muy triste siento como los dos están conmigo, y me abrazan, me transmiten su calor y su cariño ... aunque ya no están aquí – sus sentimientos afloraron y le falto poco para que sus lagrimas escaparan al recordar a sus padres.
—Entonces crees que no soy un buen padre? – seriamente observaba a su joven novio y sus argumentos habían tocado algo muy dentro de el, pero lo que mas le entristeció fue que nunca se había dado cuenta de probablemente con su comportamiento podría causar algún trauma en su pequeño.
—No, no claro que no, es solo que – por un momento creyó que Kaede se molestaría con sus palabras pero abrió su corazón y ante eso ni el pudo indignarse – si fueras un poco mas cariñoso con Ken ... – sintió que había sido demasiado duro, y bajo la voz intentando hacerle entender a su koibito que no era mal padre – No todos los niños son iguales, y estoy seguro de que si te dejas guiar mas por tu instinto de padre ... – miro a su novio sin ánimos de reprenderlo, solo de señalarle lo que para Hanamichi significaba ser padre – Estoy seguro de que cuando el crezca te lo agradecerá – sonrió conciliador, pero no esperaba la respuesta de su Kaede, quien lo miraba sin ninguna clase de molestia – Y el será como tu.
—Ahora resulta que quieres enseñarme a criar a mis hijos, no? – en el fondo sabia que Hanamichi tenia razón, y no estaba ofendido, había considerado sus palabras y sugerencias y deseaba poner en practica sus consejos, ahora estaba seguro, pero en ese momento solo deseaba encontrar en su conversación la forma de abordar aquel tema que quería desde hacia ya dos semanas.
—No, yo no pretendo ... – tenia que disculparse, hablo demasiado y no era nadie para criticar los métodos de educación de Kaede.
—Hazlo – se abrazo a Hanamichi y escondió el rostro en su cuello, decidiéndose por fin a pedírselo – ayúdame a criar a mis hijos, ayúdame a ser padre – beso el cuello del pelirrojo y se refugio nuevamente en el.
—Co-como?– cerro los ojos, sensibilizado totalmente al sentir los labios de su novio en su cuello.
—Compartiendo tu vida conmigo, vive conmigo – hizo la petición, sin grandes esperanzas.
—Que? – hizo que Kaede lo mirara, "¿acaso habla en serio?".
—Quiero que vivas conmigo – sonriendo suavemente lo miro a los ojos y lo repitió – Vivamos juntos – para Kaede no habían razones para esperar mas, amaba al pelirrojo y deseaba su compañía diaria.
—Que? – una vez más pregunto atónito con la petición del pelinegro, sin poder creerlo.
—Es tan difícil de creer? – sonriendo y mirándolo a los ojos, se separo un poco para reforzar sus palabras.
—Kaede, solo tenemos 5 semanas de conocernos, y ni siquiera hemos tenido nuestra primera pelea – eso le parecio raro a Kaede, al parecer Hanamichi no consideraba que su discusión sobre Toru en el Club había sido una verdadera pelea – Realmente no creo que sea prudente que... – estaba nervioso, y no estaba seguro sobre su respuesta.
—Te amo, no es suficiente? – miraba la cara abrumada de su Hana sin desear presionarlo.
—Kaede ... – susurro su nombre, con los ojos cerrados, era ahora o tal vez nunca, tenia que darle una respuesta.
—Píensalo, tenemos tiempo, no? – pregunto optimista.
—Si – contesto sonriente, con la mente despejada y convencido de su respuesta.
—Esperare tu respuesta entonces – se quedo feliz con ese "Si".
—No, quiero decir, que Sí, sí acepto vivir contigo, con tu familia y ayudarte a criar a tus hijos – "por el tiempo que me sea posible" pensó solo para el, y decidió vivir la aventura mas grande de la que alguna vez creyó formar parte.
—No estas bromeando verdad, por que si es así, en este momento me vuelvo cardiaco! – estaba eufórico, no creyó que le daría una respuesta afirmativa, no tan rápido.
—NO, es verdad, quiero hacerlo – nuevamente le contesto con entusiasmo era un acontecimiento mayor en su vida, pues era la primera vez que le pedían un compromiso de esa magnitud .
—Es, es ... fantástico, los niños estarán felices, y yo ... Yo también – termino su sentencia con una gran sonrisa y beso a su pareja oficial.
N/A: Hola! Pues nuevamente les traigo un capi, espero les guste, estoy intentando hacerlo mejor! Y aunque no lo crean, todo este capitulo y parte del siguiente eran parte del capi 7, jeje, pues como siempre, esto es para ustedes Shadir y Caritademanga! Y también para Lithos, muchas gracias por tu review y hasta lueguin!
