For once a normal day… Or maybe not….

¿Nando yo e, Kurama Yokho?

Yokho Kurama apareció entonces detrás de Katsuyo. Ella se volteo nuevamente para hablar con su antiguo compañero.

- Tú no nos dijiste toda la verdad hace mil años¿ o me equivoco?

- No. Lo que dices es cierto.

¿Y ahora¿Nos la dirás ahora-pregunto el kitsune con tono serio

Supongo que ya no tengo opción- suspiró la chica-Sin embargo, prefiero contarlo cuando todos estén reunidos.. Supongo que ya te avisaré después.- Al decir esto, Katsuyo se dio la vuelta para irse.

No has cambiado nada en mil años, eres igual de misteriosa..- dijo el Yokho al ver como su antigua compañera se marchaba. Ella se detuvo y sólo volteo a verlo brevemente- Y ustedes siguen siendo igual de entrometidos con mi vida.

Mientras tanto en otra parte del Makai:

Kso- exclamó un enfadado principe yokai dando un fuerte golpe en una de las paredes del palacio, al enterarse del fracaso de su general y de sus guerreros. Los demás generales no se atrevieron a moverse o a hablar. Sabían muy bien hasta donde llegarían sus Señores si llegaban a molestarlos por alguna razón.. Y ahora era, en verdad, un muy mal momento para hablar..

Sin embargo, después de varios minutos de silencio, uno de los Generales ahí presentes se atrevió a hablar, tratando de ocultar el temor que sentía ante el hijo de su Gran Señor:

Si me permite preguntarle..- comenzó, Tenkken lo miró con desprecio¿Qué haremos ahora mi Señor Tenkken?

¡Qué quieres decir con eso, idiota- exclamó exasperado este¡Sabes que no tenemos otra opción más que traerla aquí a cualquier costo¡ Ahora vayan a preparar el siguiente ataque antes de que mi Padre se enteré de su fracaso y decida eliminarlos por su incompetencia!

Los Generales se retiraron rápida y silenciosamente de aquella habitación para poder ejecutar las ordenes que les habían sido dadas.

¡Maldita¿ Cómo es que se atreve a retarnos de esta manera!

Al día siguiente, en el Nigenkai:

En una lujosa mansión, un hombre de unos veinte años, vestido con un elegante traje marcaba un numero en el teléfono que se encontraba sobre una de las mesas de la amplia sala. Al cabo de unos momentos de esperar una respuesta, por fin la obtuvo:

Buenas tardes, Hotel Ibis, en que puedo servirle-contesto amablemente una voz femenina.

Buenas tardes, quisiera hablar con la Señorita Hiiragizawa. Me parece que se encuentra en el cuarto 237.

Sí en seguida lo comunico.

El teléfono comenzó a sonar en el cuarto de Himeko, que se disponía a salir a pasear por la ciudad. A pesar de que aquello no le hizo mucha gracia, decidió contestar el teléfono:

"¿A quién demonios se le ocurre llamar justo ahora?" Hola¿Quién habla?

Señorita Katsuyo, que bueno que usted se encuentra ahora. Soy yo, Nozarashi o Sr Mizuno como me llaman ahora en el Ningenkai.

Nozarashi¿Qué quieres, acaso Mukuro-san me busca?

no, sólo quiero restituirle lo que es suyo.- respondió Nozarashi con el tono alegre que lo caracterizaba

�¿De que me hablas?

Para explicárselo necesito verla personalmente¿puede ser ahora?

"Sí¿porque no? No tengo nada mejor que hacer.." Me parece bien, no tengo prisa.

Bien, que le parece si entonces nos vemos en la cafetería Crown que se encuentra al lado del centro de video juegos, que supongo que usted ya ubico..

Nozarashi sabía que los videojuegos eran algo que atraía a Katsuyo a pesar del poco tiempo que llevaba en el Ningenkai. Ambos se habían llevado muy bien desde que ella había llegado con Mukuro, además ella había sido una de las Ladronas más buscadas del Makai y se había vuelto muy fuerte.

Un rato después, Himeko entró a la cafetería y busco con la mirada a Nozarashi. En realidad, no sabía como era en el Mundo Humano, pero sus poderes demoniacos le permitían ver la verdadera de todos los que se encontraban ahí. Había algunos otros demonios que se habían instalado con los humanos después de las modificaciones del Reglamento del Makai y de la ruptura del Sello Kekkai. De repento, ubicó al que había estado buscando. Él se encontraba sentado en una de las mesas cercanas al ventanal de la Cafetería.

¿Sr Mizuno, eh- dijo ella acercándose a la mesa¿Y se puede saber a que te dedicas ahora?

¡Ah, señorita! Veo que ya está aquí.- dijo él levantándose- En ese caso podemos empezar a hablar.

Yusuke pasaba en esos momentos enfrente del Centro de videojuegos Crown y vió una escena que llamó su atención. Himeko hablaba sonriente con un desconocido de unos veinte años, de cabello verde oscuro y vestido con traje. "Pero ella dijo que no conocía a nadie aquí..", de repente Yusuke se dio cuenta de que quién estaba con Himeko era en realidad un demonio, lo cual lo dejo aún más sorprendido. "Bueno, por su expresión parece que no tiene problemas... Y con sus poderes tampoco los tendrá ;" pensó él recordando el incidente del otro día.. Como tenía algo de prisa siguió su camino, sin preguntarse algo más. Pensó que de todas maneras la volvería a ver ése día, pues a ambos les encantaba buscar peleas siempre que podían...

Efectivamente, varias horas después él y Kuwabara se encontraron con Himeko. Contrariamente a lo que pensó Yusuke, no se encontraron en una pelea sino en un autobús.

¡Hola chicos- exclamó ella alegremente cuando estos se acercaron a los lugares vacíos que se encontraban cerca de ella. Ellos también la saludaron alegremente.

¿Qué haces por aquí¿Vienes a buscar pelea en otros rumbos de la ciudad- le preguntó Kuwabara mientras se sentaban.

Jaja, no.. Aunque, no niego que es lo que me gustaría, esta vez voy a arreglar un asunto más formal.

¿Y se puede saber de que se trata- preguntó Yusuke

Pues... Un amigo de mis padres me llamó y me dijo que quería regresarme la casa que era de mis padres, antes de que decidieran irse a Egipto.

¿ Era él con el que hablabas en la cafetería Crown- dijo Yusuke al recordar lo que había visto esa mañana- Si mal no recuerdo, él trabajo con Mukuro¿no?

Pues sí...- dijo Himeko un poco sorprendida por lo que había dicho él¿Qué acaso nos viste?

Pues es que pasaba por ahí...

Ah, ya veo... Pues sí, él es un viejo conocido. Hace tiempo él también vivía aquí, o más bien en Egipto. Ahí lo conocí, era el único con el que me entendía bien, ya que el también es un demonio. Pero después de un tiempo, él viajo a Japón y no supe más de él hasta ahora...

¿Y entonces ahora adónde vas- preguntó Kuwabara.

Pues iba a verlo. Me había dicho que para esta tarde, la casa de mis padres estaría lista para que yo me mudara a ella. Así que... allá voy¿quieren acompañarme?

Por supuesto, que te acompañaremos- respondió Kuwabara¡Además después de eso podríamos buscar una buena pelea- continúo lleno de animos y ganas de tener una pelea como las que no tenía desde hacia bastante tiempo.

Pues sí.. Aparentemente alguien en el Makai está muy interesado en mí. Así que si no encontramos una pelea con humanos, lo más probable es que haya una con demonios-

Después de otro rato, Himeko les indicó que bajarían en la siguiente estación, y así lo hicieron. Como ninguno de ellos conocía muy bien esos rumbos, casi a las afueras de la ciudad, tuvieron que pedir indicaciones. Cuando llegaron al lugar que el señor Mizuno (o Nozarashi, como quieran llamarle ) le había indicado a Himeko, los tres se quedaron boquiabiertos.

La casa era enorme... Era más bien un a mansión. Aunque, por ahora sólo podían verla desde fuera de la reja que así la vez de puerta de entrada a los enormes y muy bien cuidados jardines.

¿Se... Seguros que es aquí- preguntó Himeko, sin dar credito a lo que veía.

Pues está es la dirección indicada- respondió Kuwabara revisando nuevamente el papel en el que estaba anotada la dirección.

Y tu apellido está en la placa. -añadió Yusuke examinando de cerca la placa de metal que se encontraba en la pared, cerca del timbre.

Bueno... Creo que sólo tendré que tocar el timbre para saber si estamos bien.- terminó Himeko tocando el timbre todavía algo desorientada por la inmensidad del lugar.

Sí¿Quién es- preguntó una voz desconocida a través del interfono.

Ah... Soy Himeko Hiiragisawa, vine con unos amigos- respondió la chica.

Adelante, la estabamos esperando señorita.

En ese momento, la reja se abrió automáticamente. Los tres entraron, observando los hermosos jardines que se encontraban a cada lado del camino que llevaba hasta la puerta principal de la casa. Antes de que llegarán ahí, esta se abrió. Una mujer abrió la puerta y les dio la bienvenida.

El señor Mizuno, los está esperando en la sala. Los llevaré hasta ahí.- dijo ella amablemente.

Los chicos la siguieron por diferentes pasillos. Finalmente, se detuvieron frente a una gran puerta que la mujer abrió casi con un gesto teatral y los invitó a pasar a la gran sala.

Señor Mizuno, la señorita Hiiragisawa ya está aquí.- anunció, para después retirarse y dejar hablar a los demás. Nozarashi se levantó entonces para recibir a los chicos.

Me alegra que no haya tenido problemas para llegar aquí, señorita Katsuyo.- dijo después de las presentaciones y las cortas explicaciones.- Puesto que ya está aquí es hora de que yo me retire. Todas sus cosas ya han sido transportadas aquí como le dije esta mañana. Todos los que trabajan aquí ya están al tanto de que usted es la nueva dueña de la casa y están dispuestos a ayudarla en lo que sea necesario.

Y tú¿qué harás ahora- preguntó la chica al verlo dirigirse hacia la puerta.

Oficialmente, me voy a atender negocios en el extranjero. Extraoficialmente, regresaré al Makai.- respondió él, antes de despedirse de ellos para salir de la casa.

Minutos después, Yusuke y Kuwabara decidieron que también se irían, pues Himeko estría ocupada arreglando su nueva casa conforme con sus gustos. Aunque según lo que ella les había dicho aparentemente no habría mucho que hacer. Himeko los acompaño hasta la reja del jardín, y antes de despedirse de ellos, les dijo:

Necesito que vayan al Makai esta noche.

¿Al Makai- preguntó Kuwabara que sólo había ido un par de veces por invitación de Yusuke

Tengo que hablarles a todos de algo muy importante. Y necesito que estén todos presentes. Nos veremos en el palacio de Yomi en Gandara¿de acuerdo?

Seguro, nos vemos después.- dijo Yusuke, mientras se iba junto con Kuwabara.

Himeko volvió al interior de la casa, para llamar a los demonios a los que necesitaba ver esa noche. "Creo que llamaré primero a Kuronue" pensó ella al encontrar el nombre en la pequeña libreta de direcciones, que encontró al buscar entre sus cosas. Sin más marco el umero indicado y espero a que le contestaran:

Dring, dring..

Una voz infantil le respondió, "debe de ser la hermana humana de Kuronue"

Hola.. eh.. ¿me puedes pasar a tu hermano Ken? Soy una amiga suya.

Claro, un momento por favor...- a través de auricular Himeko oyó las voces de Kuronue u su hermana mientras esta le decía que alguien lo buscaba en el teléfono. Al cabo de unos segundos más:

¿Hola- le repondió al fin Kuronue

¡Hola Kuro! Soy Katsuyo¿no te interrumpí en algo?

Para nada¿qué necesitas?

Pues mira, la verdad es que quería que fueras al Makai, esta noche... Bueno en realidad, será como a las seis de la tarde.. Tengo que hablar con todos ustedes. Nos íbamos a ver todos en Gandara, en la casa de Yomi¿crees poder ir?

Claro, no habrá problema. Sólo tendré que decir que voy a ver a unos amigos y que no tardaré mucho.- respondió riendo el demonio-murciélago.

Siguieron hablando otro rato de cualquier tontería que se les ocurriera y finalmente se despidieron. "Bueno, lo siguiente es llamar a Kura..", pensó Himeko mientras buscaba el número de teléfono para después marcarlo. Espero unos segundos, al cabo de los cuales se oyó una voz masculina contestando. Esta vez fue Kurama quien contestó...

¡Hola Kura- exclamó la chica al reconocer la voz de Suiichi Minamino y sabiendo que podía llamarlo así sin problemas, pues por teléfono nadie más escucharía.

Oh, eres tú...- respondió el otro en cuanto reconoció la voz¿Acaso sucedió algo malo?

No es eso... Necesito que vengas al Makai, y más específicamente a la casa de Yomi, esta tarde, como a las seis.. Ahora es cuando sabrán de mi secreto de mil años..

Eh...- por un segundo, Kurama se sorprendió pues la voz de la joven pareció mucho más seria.

Por cierto...- prosiguió esta¿todavía tienes el medallón que te regalé?

El medallón que me..¿ regalaste- repitió Kurama sin entender de lo que hablaba la chica

Sí el que les di cuando éramos ladrones..- hubo un silencio incomodo al otro lado de auricular- YOKHO KURAMA�¡NO ME DIGAS QUE PERDISTE ESE MEDALLÓN- estalló la chica con tanta fuerza que Kurama tuvo que alejar el teléfono de su oreja para no quedar sordo..

No, claro que no...- respondió él nerviosamente- sólo tengo que buscarlo.. "Aunque no tengo ni idea de donde está..." nnU

¡Pues más te vale que lo encuentres para esta tarde sino...!

antes de que Himeko pudiera terminar de amenazar de muerte a su antiguo compañero de robos, sintieron varias presencias demoníacas apareciendo de improviso en la ciudad...

Te veo inmediatamente..- le dijo la chica a Kurama antes de colgar y salir corriendo de la casa para ir a enfrentar esa nueva amenaza..

Al llegar, nuevamente se encontró con Yusuke y Kuwabara que ya se encontraban luchando con el nuevo grupo de demonios. Nuevamente los derrotaron sin demasiados problemas. Se despidieron aunque no por mucho tiempo, pues se volverían a ver en algunas horas para aclara un misterio de mil años...

Notas de Arwen:

¡Al fin lo conseguí! El cuarto capítulo está terminado! Me costo mucho trabajo pero ya est�! Espero que lo disfruten! Espero sus reviews

Besos .