Siento haberme tardado tanto en actualizar, pero los examenes finales y la falta de inspiración no ayudaban mucho... Bueno en fin, aquí está el capítulo 6 de la historia. Disfrutenlo!
Capítulo 6: A long-waited challenge
Makai, castillo de Kandahi, 7pm
Al recibir la noticia el guardia corrió tan rapido como pudo hacía la sala del trono. Su señor y su hijo así como todos los generales e encontraban ahí para deliberar cual sería el siguiente paso de su plan.
-¡Mi Señor¡ Los espías nos acaban de informar de una reunión de los dirigentes del Reikai y del Makai en la cuidad de Gandara!
Murmullos inquietos recorrieron la sala.. Ya tenían una sospecha de quién estaba detrás de la reunión. Sin embargo, les era imposible predecir o estar seguros de la reacción de su señor, y mucho menos de la de su hijo, que era conocido no sólo por sus habilidades en combate sino también por su impaciencia.
Sin embargo, ambos se quedaron impasibles ante la noticia. Como si hubieran sabido de antemano que algo así sucedería.
-Era sólo cuestión de tiempo- dijo Kandahi con una sonrisa que hizo estremecer a más de uno en la sala, a pesar de que muchos lo ocultaron.-Preparen a todos los guerreros. Es hora de hacer una visita de cortesía en Gandara...
Mientras tanto lejos de ahí:
Keiko caminaba por la calle cuando se encontró con alguien inesperadamente.
-¡Shizuru¿qué haces por aquí?
-Ah, hola Keiko. Salí a caminar para traquilizarme un poco… Es que tengo un extraño presentimiento y no sé en dondé está Kazuma. -explicó la joven al ver la expresión de su amiga.
- hmmm... Yusuke tampoco está.. Fuí a verlo a su puesto de ramen pero estaba cerrado.
-No te preocupes, seguramente estan los dos juntos. Así que no tendrán problemas..
-Eso espero..- murmuro Keiko.
De regreso en el Makai
Yusuke y Kuwabara trataban de regresar al Ningenkai arrastrando tras ellos a Shura.
-Ya te dije que tienes que venir con nosotros, hasta que tu padre llame!-exclamó exasperado Yusuke, ante la insistencia del pequeño de regresar a su casa..
Shura estaba agarrado de un arból y no pretendía soltarse, ni siquiera aunque Yusuke y Kuwabara lo jalaran o amenazaran con llevarselo, con todo y árbol.. Sin embargo, los gritos del pequeño y de los dos muchachos se silenciaron repentinamente. Todos podían sentir fuertes presencias muy cerca... Demasiado cerca de ahí...
-¿Qué son todas estas precencias?-se sorprendió Kuwabara
-Se estan moviendo muy rápido.-constató Yusuke- Y... se dirigen hacia...
-¡Papá!- gritó Shura al tiempo que echaba a correr hacia la cuidad
-¡Espera...¡Shura!
Ambos muchachos echaron a correr detrás del pequeño, no sólo por que tenían que cuidarlo, sino por que tantas presencias juntas los inquietaban.
La amigable y divertida conversación que habían entablado los cuatro antiguos ladrones, se vió brutalmente interrumpida ante la llegada de Kandahi y sus soldados...
-¡Demonios¡Que no se puede quedar en su maldito reino perdido por una sola vez!-gritó Katsuyo
-Los otros vienen en camino...-dijo Kurama, sintiendo que las presencias de los demás se acercaban.
Antes de que alguno de los presentes pudiera agregar algo, se escuchó una fuerte explosión, y hubo una nube de humo. Una parte del muro del palacio había sido destruida. Cuando el humo se disipo, se encontraron frente a un Youkai alto, de largo cabello café, que portaba una armadura sobre un traje de color beige. A su derecha, se encontraba otro Yokai de aspecto más joven, de cabello negro muy corto, que portaba una armadura sobre un traje café. A la izquierda del más grande se encontraban Sekan y otro yokai de cabellos blancos
-Siento interrumpir esta bonita reunión, pero vengo a recojer a mi hija.-dijo el primer Yokai con un tono algo burlón.
-¿Qué demonios quieres Kandahi?- preguntó Katsuyo, conteniendo la ira
-Ya lo dije. Vengo por ti...- respondió este, más serio.
Los otros tres ladrones se prepararon en caso de tener que atacar. Aunque les sorprendió lo enojada que se encontraba su amiga... Jamás la habían visto tan enfadada...
-¿Y acaso crees que iré contigo así como así!- exclamó Katsuyo-¡No seas imbécil!
-¿Quién te crees hablandole así a mi padre!- preguntó Tenkken, harto de, lo que para él era arrogancia de parte de la chica.-¿Qué no ves que gracias a todos los ataques a lo largo de estos años tu poder ha aumentado considerablemente!
Eso era mucho más de lo que Katsuyo podía tolerar. Antes de que los demás pudieran reaccionar, saltó y logró agarrar por el cuello a Tenkken, con la mano izquierda, aunque manteniendo una distancia entre ellos y el resto del grupo.
-¡Tú no tienes ningún derecho para hablar o para decirme lo que tengo que hacer o sentir¡Eres igual de maldito que ese imbécil!-dijo mientras ejercía más presión sobre el cuello de su medio-hermano.
-¡Señor Tenkken!- exclamaron los generales y varios de los soldados que se encontraban cerca.
-¡Ustedes no se metan!-gritó Katsuyo al tiempo que, sin soltar a Tenkken y con la mano derecha, creaba un circulo de fuego alrededor de ella.-¡Si Kandahi es tan buen padre¿porque no ha venido a ayudarte¿Por qué no ha hecho nada por ti que eres su hijo le-gi-ti-mo!- le preguntó a Tenkken haciendo enfasis en la última palabra.
Tenkken miró en la dirección en la que se encontraba su padre... Ni siquiera los estaba viendo... No había movido un solo musculo desde que la chica había saltado para atraparlo. Tenkken logró vislumbrar la indiferencia en el rostro de su padre. De repente, Katsuyo lo soltó y él cayó al suelo.
-Te ves tan misserable. Ni siquiera mereces que te mate.- dijo con una última mirada de desprecio antes de volver a donde se encontraba antes.
Los otros tres tampoco sólo se habían movido cuando Katsuyo saltó hacia Tenkken. Despues se habían limitado a observabar a la chica, conternados por la diferencia en la actitud de esta. Al estar de nuevo en su lugar, Katsuyo encaró a Kandahi.
-No voy a ir. ¡Así que lárgate!
-Te reto.- dijo simplemente este
-¿De qué estás hablando!
-Te reto a un combate a muerte. En dos días en el lugar de las plantas gigantes.
Tras decir esto Kandahi se retiro junto con sus guerreros. Kurama, Kuronue y Yomi voltearon a ver a Katsuyo. Notaron que estaba cerrando los puños con tanta fuerzas, que sus garras se le habían enterrado en la palma de la mano. Ella también se fue sin decir nada. Unos cuantos segundos después, llegó Shura, seguido por Yusuke y Kuwabara,a quienes les explicaron lo sucedido
Katsuyo descansó un poco después de destrozar un poco lo que había alrededor de ella.
-Por eso Mukuro dijo que nos llevaríamos bien...-dijo Hiei apareciendo de improviso cerca de ella.
-¿Lo dices porque ambos tenemos el mismo carácter, porque los dos fuímos bandidos o porque los dos somos hijos bastardos y despreciados?
-Hn... Creo que será un poco de todo, onna.
-No me digas así, llamame, Katsuyo, como todos...
-No me gusta ser como los demás.
-Hmmm...Otro punto en común.- dijo ella sonriendo con la mirada vaga.
Dos días... En sólo dos días todo cambiaría... Alguien estaría muerto...¿Quién? Ella, al igual que todos sus amigos, esperaba que fuera Kandahi...
Notas de Arwen:
Terminé! YEY! Bueno y ahora unas cuantas notas finales.
Al final del manga, Yusuke tiene un puesto de ramen en el que trabaja para ganar dinero.
Es el lugar dondé se realozó el torneo de artes marciales del Makai, no recuerdo si en el anime tiene un nombre preciso... Gomen.;
Eso es todo por ahora... Matta ne!
