CAPITULO 4
Bajo la luna.
Hitomi se encontraba recostada en un restírador con varios dibujos debajo de ella, [en ese tiempo, desde que ella había regresado de gaea se había dedicado al estudio y ahora ella era una diseñadora] se podía ver como en sus mejillas había pequeñas lagrimas que se habían quedado paralizadas después de que hitomi se había quedado dormida. De pronto de la puerta apareció un hombre que aunque no fue su intención despertó a hitomi, esta rápidamente limpio las lagrimas y atendió al chico que acababa de entrar. -yamaku, que se te ofrece. -bueno lo que pasa es que desde hace un rato debías haber llevado tus diseños a mi oficina. -si es cierto, se me había olvidado por completo, pero no te preocupes aquí mismo los tengo. –Hitomi saco un portafolio con varios papeles dentro y se los entrego a yamaku – en verdad yamaku discúlpame no me acordaba. -no te preocupes hitomi además así pude verte mas, porque si no los hubieras mandado con tu secretaria y no hubiera tenido la oportunidad de verte. – las palabras del chico hicieron que hitomi se sonrojara, no era ningún secreto que yamaku siempre había estado interesado en hitomi, pero esta no estaba muy acostumbrada a escuchar ese tipo de palabras. – bueno hiomi no te quito más tu tiempo. – el chico se dirigió a la puerta y se retiro del lugar y hitomi regreso a su restírador y se volvió a recostar en el.
Era un hermoso amanecer en fanelia, el movimiento de todo el personal comenzaba a verse en los corredores del castillo. En una de las habitaciones se encuentra van parado frente a un espejo acomodándose la ropa y acabándose de arreglar. De pronto llamaron a la puerta. - si que se les ofrece. - buenos días su majestad solo vengo a avisar que el desayuno esta listo. -muy bien, gracias. disculpe pero mariel ya bajo al comedor. -no su majestad apenas le avisamos. -esta bien, puede retirarse. Van siguió acomodándose la ropa, y mientras pensaba que al día siguiente la princesa de freck llegaría. -demonios pero ahora como diablos voy a hacer para no comprometerme. La única manera seria o que ya estuviera yo comprometido o que ni ella ni yo estuviéramos deacuerdo, pero no creo que ninguna de las 2 opciones resulte a mi favor. – van salio por la puerta camino al comedor pero en el pasillo se encontró con mariel, la cual estaba teniendo una gran batalla con la puerta ya que el vestido se le había atorado dejándola atorada. -maldición, pero porque siempre me pasa esto a mi. - te puedo ayudar. - van, que pena, pero no seria mucha molestia. Es que esto de traer estos vestidos es algo incomodo sobre todo al cerrar la puerta. -no te preocupes, haber déjame ver. – van se acerco a la puerta y trato de abrirla pero estaba completamente atorada, después tomo el vestido y comenzó a tirar pero no había gran resultado, mariel comenzaba a desesperarse, pero aunque jalaba con todas sus fuerzas no lograba nada. - valla pues como te fuiste a atorar, haber esto será el ultimo intento y si no tendremos que cortar el vestido. - esta bien. – van tomo a mariel de la cintura y comenzó a jalarla y aunque ambos estaban completamente sonrojados este no se daba por vencido, en el ultimo esfuerzo la jalo fuertemente lográndola sacar de la puerta y cayendo ambos al suelo. Van seguía sujetándola de la cintura, ya que mariel había caído arriba de el, esta rápidamente se levanto pero no se había dado cuenta de algo. -por fin lo logramos -dijo mariel parándose triunfadora mente. Van se sentó en el suelo mirando hacia esta. -pues en eso tienes razón pero creo que no todo es victoria. –van señalo algo apienado y sonrojado hacia las piernas de mariel esta volteo hacia abajo dándose cuenta de que el vestido se había roto completamente quedando ella casi desnuda aunque no completamente rápidamente tapo sus piernas para que van no la viera y se sentó en el suelo. -no te atrevas a verme. – van lo único que pudo hacer fue soltar una gran carcajada. –demonios en verdad que te gusta reírte de mi. –van se puso de pie aun riéndose se dirigió a su habitación tomo una sabana y se la llevo a mariel para que se cubriera, después de que esta se cubrió este le ayudo a levantarse. -gracias por la sabana. -no te preocupes ahora abro la puerta de tu habitación para que te cambies. Van le dio una patada a la puerta y esta a se abrió inmediatamente, mariel entro y se cambio de ropa para luego salir de la habitación he ir a desayunar, fuera de su habitación aun la esperaba van para acompañarla al comedor. -bueno ya estoy lista. -muy bien pero ahora déjame cerrar a mi la puerta no vallas a atorarte de nuevo. -jajaja, te crees muy gracioso. Ya en el comedor se encontraban 3 de los consejeros del reino, mariel y van. -y dígame su majestad que es lo que ara con la princesa de freck. -pues no lo se gaudin, creo que no tengo muchas opciones, sabes bien que si rechazo a la princesa sin tener alguna razón eso traería la guerra entre fanelia y freck. -disculpen que me meta pero cuales podrían ser las razones para que rechazaras a la princesa. -pues mira mariel las 2unicas formas para que esto pasara seria que yo ya estuviera comprometido y la 2ª que tanto ella como yo no estuviéramos deacuerdo. -su majestad y porque no la engañamos diciéndole que usted ya esta comprometido. -y dime tai con quien podría yo estar comprometido, además como lo confirmaríamos. -y porque no nos ayuda la señorita mariel. Podríamos decir que usted esta comprometido con ella. -yo???? -mariel???? -bueno solo seria hasta que ella permaneciera aquí. Además ustedes dos se llevan muy bien y podrían fingirlo muy bien. -pensándolo bien no es mala idea su majestad. Amenos que la señorita mariel no nos quisiera ayudar. -bueno si solo será una farsa por mi no hay ningún problema. -al parecer ustedes creen que ya solucionaron todo pero no es tan fácil. - pero no perdemos nada con intentarlo. -bueno en eso tienes razón. Pero mariel enverad estas dispuesta a ayudarme. - claro, además te debo una. -muy bien desde hoy tu y yo estamos comprometidos. Van y mariel se dieron la mano como sello de una promesa.
La tarde paso, había obscurecido van se encontraba en el jardín superior del castillo entrenando con la espada, después de un rato se sentó en una fuente que se encontraba en el centro del jardín, de lo lejos mariel observaba a van de pronto camino hacia el y tapo los ojos de van. -quien soy -por dios mariel, como si no reconociera tu voz. -uyyy, se que mi voz es inolvidable, pero de perdis sigue el juego – mariel retiro sus manos de los ojos de van y se sentó a un lado de el - que hacías. -estaba entrenando. -puedo entrenar con tigo, ase mucho que no practico. -no sabia que tu sabias manejar la espada. -pues si, llevo 3 años de clases de defensa y he estudiado con la espada. -cada día me sorprendes más. -lo se soy única. Jajajajaja -esta bien acepto tu reto. –van le dio una espada a Mariela ambos se pusieron en pose de defensa, de pronto van se abalanzo hacia mariel, ella esquivo fácilmente el ataque, van quedo sorprendido, después de todo nunca había conocido a una mujer que manejara tan bien la espada, mariel era como ella lo había dicho única. Van ataco con mas fuerza y aunque mariel estaba batallando mas no se rendía de pronto esta se tropezó y van aprovecho para desarmarla, mariel para no caer camino hacia el muro, van se abalanzo y arrincono a mariel entre unas columnas, con la punta de la espada amenazo a mariel en encajarla en su cuello, mariel estaba asustada nunca había pensado eso de van, este se acercó poco a poco, y cuando se encontró a unos escasos centímetros. -creo que es hora de reclamar mi premio. -¿Qué? -mariel se sonrojo por completo van estaba muy cerca de ella y se seguía acercando mas y mas, de pronto van lanzo la espada y tomo a mariel de la cintura y la acercó a el, con la otra mano tomo la barbilla de mariel y poco a poco se acercó hasta besarla, abrazo por completo a mariel y ella a el. El beso duro hasta que ellos no pudieron respirar, de pronto se separaron, van se le quedo viendo a mariel a los ojos, mariel estaba perdidísima en la mirada de van. -mariel, yo, no se que me paso. –mariel solo miraba fijamente a van, de pronto unas naves llegaron al castillo, un soldado entro al jardín. -su majestad la princesa de freck acaba de llegar. –van voltio a ver al soldado, mariel aprovecho la ocasión y salio corriendo del lugar. -en un momento voy -el soldado se retiro del lugar van volteo la mirada hacia donde estaba mariel pero ella no se encontraba ahí, van estaba muy confundido, no sabia porque había besado a mariel, pero tampoco se arrepentía, después de todo ella era una chica preciosa, y no le fue nada desagradable, al contrario le había agradado demasiado, tanto que no podía dejar de pensar en ella, y lo que más curiosidad le daba era que ella había correspondido al beso. Mientras tanto por uno de los corredores del castillo, mariel iba corriendo hacia su habitación, cuando llego abrió la puerta desesperada, entro y se tiro a la cama. -no lo puedo creer, el me beso, me beso. Es como un sueño. Pero demonios fui muy tonta no soporte los nervios y tuve que salir corriendo, habrá pensado que me enoje. Ay no porque, porque siempre me pasa esto a mi.
Van bajo a recibir a la princesa de freck, de una de las naves bajo una chica de cabellera rubia, de piel blanca y ojos verdes. Van le dio la mano para dirigirla hacia la entrada del castillo. -bienvenida a fanelia, princesa kana. -gracias por la bienvenida su majestad, fanelia es un lugar hermoso. -si lo es. –ambos entraron al castillo junto con sus damas de compañía y medetai el cual tratria algunos asuntos económicos con el rey y depuse se marcharía, ya en la sala del castillo ambos platicaban sobre el viaje de la princesa. -imagino que debió ser un viaje demasiado cansado. -si lo fue. -entonces será mejor que dejemos nuestra conversación para mañana, para que usted pueda ir a descansar a su habitación. -me parece muy buena idea, así mañana podremos hablar de muchísimos temas que me interesan. -entonces déjeme llevarla a su habitación. –la princesa kana tomo del brazo a van y ambos subieron por la escalera hacia la parte alta del castillo donde se encontraban las habitaciones, en una de las cuales dejo a kana y después se retiro a la suya. Cuando caminaba por el corredor para ir a su habitación paso por la habitación de mariel, pensó en ir a disculparse por lo sucedido, pero no sabia que hacer, talvez no era esa la mejor opción. -talvez......quizás.
Bajo la luna.
Hitomi se encontraba recostada en un restírador con varios dibujos debajo de ella, [en ese tiempo, desde que ella había regresado de gaea se había dedicado al estudio y ahora ella era una diseñadora] se podía ver como en sus mejillas había pequeñas lagrimas que se habían quedado paralizadas después de que hitomi se había quedado dormida. De pronto de la puerta apareció un hombre que aunque no fue su intención despertó a hitomi, esta rápidamente limpio las lagrimas y atendió al chico que acababa de entrar. -yamaku, que se te ofrece. -bueno lo que pasa es que desde hace un rato debías haber llevado tus diseños a mi oficina. -si es cierto, se me había olvidado por completo, pero no te preocupes aquí mismo los tengo. –Hitomi saco un portafolio con varios papeles dentro y se los entrego a yamaku – en verdad yamaku discúlpame no me acordaba. -no te preocupes hitomi además así pude verte mas, porque si no los hubieras mandado con tu secretaria y no hubiera tenido la oportunidad de verte. – las palabras del chico hicieron que hitomi se sonrojara, no era ningún secreto que yamaku siempre había estado interesado en hitomi, pero esta no estaba muy acostumbrada a escuchar ese tipo de palabras. – bueno hiomi no te quito más tu tiempo. – el chico se dirigió a la puerta y se retiro del lugar y hitomi regreso a su restírador y se volvió a recostar en el.
Era un hermoso amanecer en fanelia, el movimiento de todo el personal comenzaba a verse en los corredores del castillo. En una de las habitaciones se encuentra van parado frente a un espejo acomodándose la ropa y acabándose de arreglar. De pronto llamaron a la puerta. - si que se les ofrece. - buenos días su majestad solo vengo a avisar que el desayuno esta listo. -muy bien, gracias. disculpe pero mariel ya bajo al comedor. -no su majestad apenas le avisamos. -esta bien, puede retirarse. Van siguió acomodándose la ropa, y mientras pensaba que al día siguiente la princesa de freck llegaría. -demonios pero ahora como diablos voy a hacer para no comprometerme. La única manera seria o que ya estuviera yo comprometido o que ni ella ni yo estuviéramos deacuerdo, pero no creo que ninguna de las 2 opciones resulte a mi favor. – van salio por la puerta camino al comedor pero en el pasillo se encontró con mariel, la cual estaba teniendo una gran batalla con la puerta ya que el vestido se le había atorado dejándola atorada. -maldición, pero porque siempre me pasa esto a mi. - te puedo ayudar. - van, que pena, pero no seria mucha molestia. Es que esto de traer estos vestidos es algo incomodo sobre todo al cerrar la puerta. -no te preocupes, haber déjame ver. – van se acerco a la puerta y trato de abrirla pero estaba completamente atorada, después tomo el vestido y comenzó a tirar pero no había gran resultado, mariel comenzaba a desesperarse, pero aunque jalaba con todas sus fuerzas no lograba nada. - valla pues como te fuiste a atorar, haber esto será el ultimo intento y si no tendremos que cortar el vestido. - esta bien. – van tomo a mariel de la cintura y comenzó a jalarla y aunque ambos estaban completamente sonrojados este no se daba por vencido, en el ultimo esfuerzo la jalo fuertemente lográndola sacar de la puerta y cayendo ambos al suelo. Van seguía sujetándola de la cintura, ya que mariel había caído arriba de el, esta rápidamente se levanto pero no se había dado cuenta de algo. -por fin lo logramos -dijo mariel parándose triunfadora mente. Van se sentó en el suelo mirando hacia esta. -pues en eso tienes razón pero creo que no todo es victoria. –van señalo algo apienado y sonrojado hacia las piernas de mariel esta volteo hacia abajo dándose cuenta de que el vestido se había roto completamente quedando ella casi desnuda aunque no completamente rápidamente tapo sus piernas para que van no la viera y se sentó en el suelo. -no te atrevas a verme. – van lo único que pudo hacer fue soltar una gran carcajada. –demonios en verdad que te gusta reírte de mi. –van se puso de pie aun riéndose se dirigió a su habitación tomo una sabana y se la llevo a mariel para que se cubriera, después de que esta se cubrió este le ayudo a levantarse. -gracias por la sabana. -no te preocupes ahora abro la puerta de tu habitación para que te cambies. Van le dio una patada a la puerta y esta a se abrió inmediatamente, mariel entro y se cambio de ropa para luego salir de la habitación he ir a desayunar, fuera de su habitación aun la esperaba van para acompañarla al comedor. -bueno ya estoy lista. -muy bien pero ahora déjame cerrar a mi la puerta no vallas a atorarte de nuevo. -jajaja, te crees muy gracioso. Ya en el comedor se encontraban 3 de los consejeros del reino, mariel y van. -y dígame su majestad que es lo que ara con la princesa de freck. -pues no lo se gaudin, creo que no tengo muchas opciones, sabes bien que si rechazo a la princesa sin tener alguna razón eso traería la guerra entre fanelia y freck. -disculpen que me meta pero cuales podrían ser las razones para que rechazaras a la princesa. -pues mira mariel las 2unicas formas para que esto pasara seria que yo ya estuviera comprometido y la 2ª que tanto ella como yo no estuviéramos deacuerdo. -su majestad y porque no la engañamos diciéndole que usted ya esta comprometido. -y dime tai con quien podría yo estar comprometido, además como lo confirmaríamos. -y porque no nos ayuda la señorita mariel. Podríamos decir que usted esta comprometido con ella. -yo???? -mariel???? -bueno solo seria hasta que ella permaneciera aquí. Además ustedes dos se llevan muy bien y podrían fingirlo muy bien. -pensándolo bien no es mala idea su majestad. Amenos que la señorita mariel no nos quisiera ayudar. -bueno si solo será una farsa por mi no hay ningún problema. -al parecer ustedes creen que ya solucionaron todo pero no es tan fácil. - pero no perdemos nada con intentarlo. -bueno en eso tienes razón. Pero mariel enverad estas dispuesta a ayudarme. - claro, además te debo una. -muy bien desde hoy tu y yo estamos comprometidos. Van y mariel se dieron la mano como sello de una promesa.
La tarde paso, había obscurecido van se encontraba en el jardín superior del castillo entrenando con la espada, después de un rato se sentó en una fuente que se encontraba en el centro del jardín, de lo lejos mariel observaba a van de pronto camino hacia el y tapo los ojos de van. -quien soy -por dios mariel, como si no reconociera tu voz. -uyyy, se que mi voz es inolvidable, pero de perdis sigue el juego – mariel retiro sus manos de los ojos de van y se sentó a un lado de el - que hacías. -estaba entrenando. -puedo entrenar con tigo, ase mucho que no practico. -no sabia que tu sabias manejar la espada. -pues si, llevo 3 años de clases de defensa y he estudiado con la espada. -cada día me sorprendes más. -lo se soy única. Jajajajaja -esta bien acepto tu reto. –van le dio una espada a Mariela ambos se pusieron en pose de defensa, de pronto van se abalanzo hacia mariel, ella esquivo fácilmente el ataque, van quedo sorprendido, después de todo nunca había conocido a una mujer que manejara tan bien la espada, mariel era como ella lo había dicho única. Van ataco con mas fuerza y aunque mariel estaba batallando mas no se rendía de pronto esta se tropezó y van aprovecho para desarmarla, mariel para no caer camino hacia el muro, van se abalanzo y arrincono a mariel entre unas columnas, con la punta de la espada amenazo a mariel en encajarla en su cuello, mariel estaba asustada nunca había pensado eso de van, este se acercó poco a poco, y cuando se encontró a unos escasos centímetros. -creo que es hora de reclamar mi premio. -¿Qué? -mariel se sonrojo por completo van estaba muy cerca de ella y se seguía acercando mas y mas, de pronto van lanzo la espada y tomo a mariel de la cintura y la acercó a el, con la otra mano tomo la barbilla de mariel y poco a poco se acercó hasta besarla, abrazo por completo a mariel y ella a el. El beso duro hasta que ellos no pudieron respirar, de pronto se separaron, van se le quedo viendo a mariel a los ojos, mariel estaba perdidísima en la mirada de van. -mariel, yo, no se que me paso. –mariel solo miraba fijamente a van, de pronto unas naves llegaron al castillo, un soldado entro al jardín. -su majestad la princesa de freck acaba de llegar. –van voltio a ver al soldado, mariel aprovecho la ocasión y salio corriendo del lugar. -en un momento voy -el soldado se retiro del lugar van volteo la mirada hacia donde estaba mariel pero ella no se encontraba ahí, van estaba muy confundido, no sabia porque había besado a mariel, pero tampoco se arrepentía, después de todo ella era una chica preciosa, y no le fue nada desagradable, al contrario le había agradado demasiado, tanto que no podía dejar de pensar en ella, y lo que más curiosidad le daba era que ella había correspondido al beso. Mientras tanto por uno de los corredores del castillo, mariel iba corriendo hacia su habitación, cuando llego abrió la puerta desesperada, entro y se tiro a la cama. -no lo puedo creer, el me beso, me beso. Es como un sueño. Pero demonios fui muy tonta no soporte los nervios y tuve que salir corriendo, habrá pensado que me enoje. Ay no porque, porque siempre me pasa esto a mi.
Van bajo a recibir a la princesa de freck, de una de las naves bajo una chica de cabellera rubia, de piel blanca y ojos verdes. Van le dio la mano para dirigirla hacia la entrada del castillo. -bienvenida a fanelia, princesa kana. -gracias por la bienvenida su majestad, fanelia es un lugar hermoso. -si lo es. –ambos entraron al castillo junto con sus damas de compañía y medetai el cual tratria algunos asuntos económicos con el rey y depuse se marcharía, ya en la sala del castillo ambos platicaban sobre el viaje de la princesa. -imagino que debió ser un viaje demasiado cansado. -si lo fue. -entonces será mejor que dejemos nuestra conversación para mañana, para que usted pueda ir a descansar a su habitación. -me parece muy buena idea, así mañana podremos hablar de muchísimos temas que me interesan. -entonces déjeme llevarla a su habitación. –la princesa kana tomo del brazo a van y ambos subieron por la escalera hacia la parte alta del castillo donde se encontraban las habitaciones, en una de las cuales dejo a kana y después se retiro a la suya. Cuando caminaba por el corredor para ir a su habitación paso por la habitación de mariel, pensó en ir a disculparse por lo sucedido, pero no sabia que hacer, talvez no era esa la mejor opción. -talvez......quizás.
