AVENTURAS Y DESVENTURAS EN LA PERLA NEGRA
Esta historia esta totalmente inventada, los personajes Orión, Nezha y Caedes son © de sus autores, si quieres usarlos ponte en contacto con nosotros. El resto de los personajes son © de su distribuidora, no hagáis mal uso de ellos... cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
Si queréis saber más, apuntaros a la lista de SLAYERSLOVE en Yahoo... ¡disfrutad de la paranoia!
Nezha iba a despertar a Caedes que sonreía y murmuraba cosas ininteligibles en su sueño...
- Me preguntó qué estará soñando -Comentó Nezha
- Un poder otorgado sólo a ti tiene que usarse con ánimo de lucro. Siempre.
- ... ¿ah?
Miya puso sus manos sobre la frente de Caedes y cerró los ojos... pasado un rato su cara empezó a ponerse blanca... luego morada... luego abrió los ojos de par en par y cayó para atrás tieso como un palo.
- ¿Miya...? ¿estás bien...?
Nezha empezó a darle tortas en la cara a Miya que estaba en estado catatónico.
Mientras, Orión trataba de encontrar una vía de escape aprovechando que Dante había salido un momento a echar un pis (palabras textuales). Miraba uno a uno los objetos que había en la sala donde habían jugado al Monopoly, de repente vio algo que le resultaba enormemente familiar: un cetro de color rosa con un corazón y una luna en la parte superior. Sintió la necesidad de cogerlo y cuando lo tuvo en sus manos una luz de color rosa la envolvió, en ese momento Dante entraba por la puerta cerrándose la portañica y al ver lo que la hechicera hacía dio un grito de horror, pero ya era demasiado tarde... Orión ya había CAMBIADO: ya no era Orión, ahora era Guerrero Luna versión Súper Ultra Mega O-sea-te-lo-juro-por-la-cobertura-de-mi-móvil (sí... esa...).
Dejamos a Orión haciendo posturitas cada cual más repipi para tortura de Dante y volvemos con Miya que parecía estar recuperando el sentido...
- Uhhh... el camino hacia el principio es... de color verde radiactivo... la verdad del samurai es que el sexo... debe ser público... .
- Ehhhh... ugh... sí lo que tú digas.
- Mmmm –Caedes parecía estar despertándose- aquí se duerme de maravilla... ¡oh! ¡Nezha! ¡¡¡has venido a rescatarmeeeee!!!
- Sí, claro... oye, ¿se puede saber qué estabas soñando...?
- Ah pues... bish bish bish sonido de susurrar algo al oído
- Oh... oh... ¡¡¡OH!!!
La cara de Nezha también empezaba a cambiar de color, pero supo sobreponerse y llevar a Caedes y Miya a La Perla Negra, donde los demás los esperaban para ir al rescate de Orión...
Volvemos,
después del feliz encuentro entre Nezha y Caedes, a donde se
encontraba
presa Orión (y donde la tenían dejada de la mano de L-sama
sus amigos
¬¬).
La
susodicha tenía ahora puesto, por obra y gracia de la vara mágica,
una mini de
tablas y una especie de camisa al más puro estilo Popeye.
Pese a que
la indumentaria por sí sola ya valdría para hacer rendirse a casi cualquiera, Dante
resistió a la visión, ya que por algo era el
malo.
- La bondad
reinará en el mundo, y tu no podrás hacer nada para
evitarlo,
¡vil bellaco!, no te muevas o te atacaré con mi pintalabios
rosa
furci... fucsia, perdón. -La frase fue acompañada de un brillo muy shojo en los ojos de Orión y
un rayo cayendo del cielo a cierta
distancia.
Orión pensó
que con eso le derrotaría... Pero dejemos a la sailor
moo... a la
maga rescatándose a sí misma y volvamos a la Perla Negra,
lugar al
que acababan de llegar Nezha, Miya y Caedes. En el barco se
produjo el
típico encuentro y abrazo entre padre e hija, y demás
saludos por
parte del resto de tripulantes.
Después de
la alegría inicial, se impuso el orden para trazar un plan
de rescate,
que acabo convirtiéndose en un garabato sobre el papel
- Bueno,
tengo una idea, llegamos, arrasamos, cogemos a Orión y
volvemos a
irnos... ¿qué os parece? -El elfo dijo la frase
atropelladamente,
por miedo a que le robaran su minuto de gloria
- Un plan
muy elaborado... -Caedes se estaba rascando la barbilla
- Pues
venga, ¡Traedme ese horizonte! -No era otro que Jack Sparrow volviendo (o casi) a una de
sus frases mas conocidas.
Poco tiempo
bastó para que todos se organizaran: Tanto Nezha como Caedes indicarían el rumbo a
seguir, Jack tomaría el timón, el elfo luciría bello con el pelo al viento
y Miya y Aliyah tendrían una conversación existencial durante el trayecto.
El capitán
arrancó el turborreactor del que constaba la Perla Negra y
surcaron
los océanos... hasta que llegaron a una playa, en la cual,
contra todo
pensamiento lógico, la nave siguió avanzando.
- ¿Pero qué
es esto? -Exclamó Aliyah
- Esto, por
lo que se ve, es un hovercraft -Respondió Nezha
En efecto,
al menos eso era lo que parecía el barco, que seguía
surcando
las arenas, seguido de cerca por delfines, enmarcado en una
bella
puesta de sol...
Mientras nuestros héroes (o intentos de) se dirigían
a rescatar a Orión, ésta estaba teniendo sus propios problemas. Había caído al
menos quince veces, y había decidido utilizar algo que Nezha le había dado
"por si acaso"... Sacó desde las enormes bragotas de su traje de
sailor... ¡¡¡¡UNA TIRITA!!!! y se la colocó en la frente.
Dante la observó y le entró la risa floja.
Entonces, Orión se llenó de IRA. La tIRitA empezó a parpadear y a lanzar extraños destellos, y fue entonces cuando... se descubrió que era una tirita radioactiva que reaccionaba cuando su portador se llenaba de rabia... Y Orión atacó a Dante.
- AIsssssh chiiiiiiiiico, pues yo creo que tú
estarías súper súper mono si te probases este pintauñas, resalta el color de
tus oooooojooooooooosssssss...
Dante cayó en la trampa. Dejó que Orión se acercara lo suficiente y le pintara
una uña de color rosa chicle ("sólo por probar", dijo, pero en verdad
todos sabemos que ese color le gusta)... Entonces, se reveló también la
auténtica apariencia del pintauñas, que era... ¡¡¡¡¡El SúperPintaUñas
Mágico!!!!!
La pintura de color rosa chicle empezó a tomar forma desde la uña de Dante,
empezó a intentar tragárselo...
Y en ese momento, alguien abrió las puertas...
- ¿Y vuelan, los peces felices? -preguntó Miya, con cara de sorprendido...
- Cállate idiota... -dijo Nezha- esto es por tu culpa...
- ¡Orióóóóóóón! lo sieeeeeeento, ¡¡¡venimos a rescatarteeeeee!!! gritó
Caedes...
Mientras, Orión, El Monstruo Rosa y Dante, observaban como la Perla Negra
surcaba la isla por los caminos de tierra seca acercándose hacia ellos con
todos los tripulantes dentro...
Aprovechando el momento de distracción, Orión le hizo una llave de judo a Dante, le anudó los pies a la cabeza y se lo entregó al monstruo rosa que sacó un maletín de maquillaje y empezó a torturarlo.
Finalmente, la Perla Negra atracó en la piscina que había en la residencia del malo maloso, antes de que nadie dijera nada, Jack Esparragou... estem... Sparrow, saltó de la cubierta del barco, hizo una pirueta en el aire, cayó de pie ante Orión e hizo una reverencia mientras entregaba una rosa a la co-capitana del barco que la tomó ruborizada. Pero el momento mágico enseguida se fue al traste por culpa de los gritos de terror de Dante, que parecía estar sufriendo la mayor de las condenas de mano del monstruo rosa.
- Creo que ya es suficiente -dijo Orión- has hecho bien tu trabajo, Monstruo Rosa, ¡vuelve al Pintauñas!
Caedes se acercó entonces a su marido que aún estaba sudando del miedo, se quitó un pañuelo que tenía atado al cuello, se puso de rodillas y empezó a curarle las heridas sufridas en la batalla.
- ¿Por qué me ayudas...? -preguntó Dante asombrado, pero Caedes se limitó a suspirar y seguir con su tarea.- No entiendo nada.
- Te está ayudando, ¿no? -dijo Nezha- en tu situación no deberías cuestionar la ayuda que te ofrezcan -añadió con una mirada fulminante. Después se dirigió a Miya y al elfo que estaba muy serio, mirando a Caedes y a su marido- vosotros dos volved al barco y preparad las cosas para zarpar enseguida -se acercó entonces a Jack y a Orión, pero cuando pasó junto al elfo le murmuró algo al oído- tú tranquilízate... y espera un poco más.
- Sí... -susurró el elfo que miró por última vez hacia Caedes antes de dar media vuelta y subir a bordo de la Perla Negra.
Orión, mientras tanto, estaba enseñándole a Jack todos los objetos raro que había encontrado en aquel lugar y discutiendo a qué precio podrían venderlo.
- Yo creo que este Ojo de Dragón Negro podría venderse por unas 1000 monedas...
- No creo que esa piedrucha tenga tanto valor -respondió Jack mientras buscaba objetos de oro.
- No deberías subestimar el valor de un objeto mágico, Jack -interrumpió Nezha- de todas formas ahora no es momento de discutir por el valor comercial de las posesiones de Dante.
- Tienes razón -dijo Orión- ¿qué vamos a hacer con él?
Nezha se quedo pensativa un momento, era una pregunta difícil,
¿qué
harían
con él?
- No sé -Contestó al fin - Creo que eso es algo que debería
decidir
ella
-Dijo, señalando a Caedes.
- Pues preguntadle rápido, porque he encontrado aquí un brazalete
de
oro
por el que me van a pagar muy bien y quiero venderlo cuanto
antes...
-Jack Sparrow seguía emocionado con los tesoros que estaba
viendo
-
Sí, pero no se si me va a gustar ninguna de las opciones.. -Orión
estaba
guardando el pintauñas rosa con monstruo ídem en un bolsillo
secreto
de su túnica -Además, Jack, ese brazalete lo he encontrado yo,
¿quién
te ha dicho que te lo puedes quedar? -La maga le lanzó una
mirada
furibunda y le arrebató la joya de las manos. -Me refiero a que
creo
que solo hay dos opciones, no? llevárnoslo o dejarlo aquí... Y
dejarlo
aquí nos traería problemas, pero llevárnoslo... también, o al
menos
a mí me lo parece...
-
Opciones, lo que se dice opciones hay mas, pero no se si son
realizables...
-Contestó Nezha
-
Pues vaya marrón... yo ni sé lo que prefiero
-
Creo que si nos lo llevamos podremos vigilarle mejor...
-
Sé, pero ¿qué vamos a hacer con el si nos lo llevamos? Tendremos que andar todo
el día encima de él para ver qué trama... yo no lo veo tan claro
Nezha miro preocupada en dirección a Dante & co.
Caedes, ¿puedes venir un momento?
La
chica se levantó y se acerco a donde estaban los demás, perdida en un mundo de
pensamientos.
-
¿Queríais algo?
-
Bueno... ¿te encuentras bien? -Dijo Orión preocupada
-
Sí, sí... decidme
-
¿Tú... qué opinas que deberíamos hacer con Dante?
-
¿Qué habíais pensado?
-
Hay diversidad de opiniones...
-
¿Sí? pues yo no veo muchas opciones...
-
¿Entonces?
-
Bueno... no lo vamos a dejar aquí, ¿no? - Caedes parecía sorprendida.
- Bueno, ¿y donde habéis "aparcado" el barc....? ¿¡PERO QUÉ ES ESTO!?
Orión miró de arriba a abajo y de un lado a otro el navío, que
milagrosamente se encontraba frente a ella.
-¿¡Como habéis traído esto hasta aquí!? ¡Ahora tendremos que darle otra mano de barniz!, ¡¡¡fijaos en las rozaduras que le habéis dejado!!! a quien se le ocurre, ¡es que no tienes cabeza, Jack!
Jack miró a Orión y, agarrándola del
brazo con una sonrisa arrebatadora, le dijo:
- Bueeeeeno mujeeeeeeer, ¡no paaaaaasa nadaaaa! ¡¡ya lo arreglaremos!!
-Mientras la agarraba del brazo y la maga lo miraba nerviosa, él iba robándole
tesoros del saco- Enseguida te explico qué ha pasado, tú ven conmigo por
aquí...
Cuando todos estaban arriba, Nezha soltó a Miya y agarró a Orión de las garras de Sparrow (que seguía robándole cosas del saco y al parecer ésta no se daba cuenta).
- ¿Qué hacemos ahora con Dante?
- ¿A mí me lo preguntas? Creo que Caedes es la que tendría que decir
algo sobre esto, ¿no?
- Hombre sí, podemos atárselo a los pies de su cama,
pero...
- No, quiero decir que deberíamos... ¿qué deberíamos hacer? Es decir... Caedes
y el elfo... ¡¡y Dante!!
- Sí ya, eso vine a preguntarte...
-
Algunos tenían video cam, y otros
tenían, ¡¡"cam" on, baby!!
- Miya, lárgate, que estamos hablando de cosas importantes.
Miya bajó la cabeza y se fue muy triste.
De repente, en medio de todo el follón que la tripulación (escasa) de la Perla Negra estaba montando, una voz que más bien parecía un susurro hizo un amago de llamar la atención.
- Eh... este... yo... yo tengo una idea...
Todos miraron a donde provenía la voz y vieron como detrás del mástil aparecía la figura de Aliyah.
- ¡Aliyah! ¿sigues aquí? -preguntó Orión mientras echaba un candado a su bolsa para impedir que le siguieran robando.
- Creía que te habíamos perdido... ehhh... -Nezha dudó unos instantes- ¿fue después de lo del dragón... o quizás cuando Miya apareció? no lo tengo muy claro...
- ¿Y decías que eras...? -preguntó Miya mientras le regalaba un lazo color verde radiactivo.
- ¡Callaos ya! -dijo Orión tratando de poner orden en el barco- ¿qué nos sugieres?
- Pues... pensé que podríamos ir a ver al Oráculo Kyo...
Nezha y Caedes se miraron casi al instante... la cara de Nezha se iluminó mientras que Caedes empezaba a notar un sudor frío por la espalda.
- Es... ¿es absolutamente necesario que vayamos a ver a ESE Oráculo? -preguntó Caedes visiblemente afectada por la sugerencia de su amiga- es decir... en fin... existen más oráculos y siempre podríamos preguntarle a L-Sama y... uhh... este... bueno, tan poco es TAN grave esto... ehhh... ¿no...?
- Bueno... analicemos la situación... -dijo Orión- tenemos en nuestra nave a un Príncipe de las Tinieblas al que abandonaste para echarte un novio elfo al que quiere descuartizar (lógico, medida drástica pero qué menos podríamos esperar de un demonio, ¿no?), que además está muy mosqueado con nosotros por ayudarte a escapar y aún MÁS mosqueado porque hemos saqueado su castillo y lo tenemos atado con cuerdas mientras Miya le canta por Bulerías... Bueno, supongo que no será tan grave.
- Hombre, visto así...
- Entonces está decidido, ¡vamos rumbo al Oráculo de Kyo! -la capitana de la nave se dirigió al timón decidida, pero de repente se volvió a su (escasa) tripulación- estem... ¿cómo se va al Oráculo de Kyo?
Unas horas después, tras haber consultado mapas, libros, la Obra completa de Clamp, jugar varias veces a Pokémon (la final la disputaron Dante y Orión), escuchar un concierto de el Fary y ver Candy, Candy 7 veces, dieron con el paradero de la isla donde habitaba el Oráculo y partieron hacia allí con la esperanza de que éste pudiera hallar solución a sus problemas (en palabras de Nezha: "¡¡porque Kyo es dios!! ¡¡conocer a Kyo es conocer a Dios y conocer las Respuestas!!").
- Oye... -Jack se acercó a Orión que estaba concentrada en manejar el barco- si realmente lo sabe todo... podríamos preguntarle por el paradero de Drako, ¿no?
- Sí, pero no es lo único que me interesa saber... "pap".
Todos en la nave iban meditando qué preguntarle al Oráculo Kyo... excepto Caedes que parecía estar bastante irritable y Nezha que no hacía más que probarse ropa negra ajustada y pintalabios morados. Finalmente llegaron a la isla...
Por fin, el barco atracó cerca de la playa de una isla, y tuvieron que bajar a nado porque las barcas se las había llevado la antigua tripulación. Como alguien tenía que cuidar de Dante, se decidió que Aliyah (a la que no le apetecía mucho entablar contacto visual con El Profeta) y Legolitas (que quería pegarle a Dante de vez en cuando, aprovechando que estaba indefenso) se quedaran en la Perla Negra para vigilarlo y cuidar del barco.
Así que Caedes, con un tembleque en el cuerpo, Orión, tranquilamente, Sparrow, borracho, Miya, sin comentarios, y Nezha, feliz, se dirigieron nadando hacia la isla.
- Los crisantemos siempre parecen más verdes en la orilla vecina pero, ¡ah! en la tuya siempre son morados -Dijo Miya al poner los pies en la arena.
- Sinceramente, creo que nunca comprenderé a Miya...
- Sí, pero los crisantemos amarillos son siempre mas feos que los morados, por lo tanto, si ella es la más bella, vayamos a comer paella.
Esta frase de Nezha dejó perplejos a todos. Incluido al propio Miya.
- Pero si tu eres ella, mi estrella, la mujer más bella... ¿Caminas por la cornisa con sonrisa de mona lisa?
- Y por las noches la brisa hace flotar mi camisa.
La extraña conversación de Miya y Nezha hizo que Caedes se asustara todavía más. Orión se extrañó, pero no dijo nada y se decidió a caminar hacia... uh...
- Esto... cómo se va al oráculo ese, chicos?
- Sólo tenemos que caminar hacia el punto más alto de la colina. Cuando veamos al valle, veremos el templo.
La respuesta perfectamente coherente de Nezha volvió a sorprender a los presentes.
- ¿Qué pasa?
- Euh... estás rara... desde que hemos dicho lo del oráculo estás rara... Se atrevió a responderle Caedes.
- Oh, no es un oráculo, es El Profeta, el nuevo Dios, aquel que posee todos los conocimientos, es La Voz...
- ¿O sea que tu ya lo conoces? -preguntó Orión
- Soy su "sacerdotisa" más fiel, junto con Miya... Pero digamos que los "sacerdotes" de esta orden son completamente libres de hacer lo que les plazca. Aunque... debo decir que me alegro mucho de volver.
- Enganchado entre sus garras, volando sobre las parras, un águila llevaba un gnomo que gritaba "¡¡momo, momo!!"
Nadie comprendió la frase de Miya.
Finalmente llegaron a la cima de la
colina, y vieron la Akuróporisu. Vieron el templo imponente, de estilo griego,
en el que debía encontrarse El Profeta.
Nezha y Miya abrieron las puertas para dejar pasar al resto. Sparrow, que
estaba cantando yo-ho, yo-ho, a pirate's life for meee, tuvo que quedarse fuera
hasta que se le pasara la borrachera.
Cuando entró al templo, Caedes volvió a sentir el escalofrío que había sentido la primera vez al oír el nombre de Kyo. Tan sólo conocía de oídas éste oráculo, pero lo que había oído le resultaba aterrador, y la entrada del templo lo confirmaba. Había varias mujeres y varios hombres vestidos en vinilo negro, con látigos y máscaras, y a algunos les resbalaba sangre de la cara. Caedes se acercó a Orión en busca de protección. Orión lo miraba todo muy sorprendida, puesto que ella nunca había pensado que un templo pudiese ser así... Claro que tratándose de un templo demoníaco... Miya, que abría la expedición, se había puesto serio. Nezha, en cambio, mostraba una sonrisa y unos ojos soñadores.
Después de cruzar la amplia sala, llegaron hasta las puertas que llevaban a la sala de Kyo. Miya dudó antes de abrirlas. Dos segundos. El tiempo suficiente para que Caedes se preguntara por qué tenía miedo. Entonces, Nezha empujó las puertas.
Y todo era negro. Negro. Negro. En la sala, no había nada. Caedes se agarró del brazo de Orión, y Orión no pudo evitar hacer otro tanto. Miya cogió de la manga a Nezha y la miró preocupado, aunque ella no vió la mirada. Entonces, apareció la luz. Una luz tenue que iluminaba una parte de la sala.
Nezha se acercó corriendo, con Miya pegado a sus talones. Orión arrastró a Caedes detrás de ellos. Entonces, Caedes lo vio.
Era un hombre de baja estatura, vestido con una túnica negra, de pelo amarillo pollo, largo pero de punta, como si hubiera metido los dedos en un enchufe. Sus ojos eran marrones, y su sonrisa, diabólica. Entonces, Caedes sintió miedo. Tembló. Pero Orión seguía arrastrándola, cada vez más cerca, cada vez más cerca, más cerca...
Finalmente llegaron en frente del
Oráculo. Los ojos del oráculo se posaron levemente en todos, repasándolos,
atravesándolos, hiriéndolos, destrozándolos con su mirada.
-
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡KAWAIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
El grito que destrozó el mito fue de Nezha. Kyo se quedó mirándola sorprendido y empezó a reírse, con una risa que no era maléfica. De hecho, hasta parecía medio mono y todo. Aunque sus dientes daban miedo.
Le tiró un beso a Nezha y se dirigió a Caedes.
- El amor de tu vida te traicionará, el oro que conseguiste se escapará entre tus manos... Pero no te preocupes, eso será dentro de mucho tiempo. Ahora, eso que te preocupa en el presente, es lo que menos importará luego... cuando todo vaya mal. Pero tampoco debes preocuparte porque las cosas vayan mal, porque cuando peor te vaya, la luna girará sobre si misma dejando al descubierto su cara oculta y tu vida con ella.
Luego se dirigió a Orión.
- Dante es totalmente inofensivo para vosotros porque contáis con una defensa que, unida, es muchísimo más poderosa que cualquier demonio. Pero lo que te preocupa realmente, ese miedo interior que posees y del que yo me nutro, eso que alimentas cada noche... Eso, querida, es lo que te matará. Aunque... quizá... -Kyo sonrió con una sonrisa torcida y amarga. Miró a Miya.
- Tú... otra vez. Sabes que eres incapaz de librarte de esa droga, de ese lazo que os une, sabes que todo irá mal si no te apartas, pero no puedes evitarlo... Mi consejo es... No te apartes. Es un placer demasiado intenso para ti, que siempre te has guiado por tus deseos... Nadie ha conseguido controlarte, ni siquiera tú mismo... ¿Has conseguido superar el doloroso pasado? Sabes... es retórica.
- Y mi pequeña demonio de mirada intensa... Lo que va a pasar te va a confundir, probablemente no lo entiendas nunca, y será bueno y malo a la vez. He dicho.
Cuando pronunció la última palabra, la luz se desvaneció y se abrieron las puertas que daban de nuevo a la sala de bondage.
Cosas...
Capítulo 8... y qué pocas reviews! Tsk... ¬¬U
