Mejor solo... que mal acompañado???
[ Yu-Gi-Oh = Seto/Joey
Yami/Lucio ( pers. Original)
Tristan/Duke
Bakura/? – Marik/? ]
By Kaede Sakuragi Capitulo 02Ya eran pasadas las tres de la mañana cuando llegaron a la mansión. Todo estaba oscuro. Mokuba había pasado el año nuevo en la casa de su novia. Ya tenia 19 años. Apenas cruzaron la puerta, cuando un par de patas se posaron sobre Kaiba tirandolo al piso.
- SETH .....!!!! – el ojiazul miraba a su esposo, quien tapaba su boca para no reírse – Ya ... ríete pero sácame a tu perro de encima ... – Joey se agacho, palmeo el lomo del animal
- Ven ... Seth ... vamos a tu cuarto de juegos ... – el rubio tomo la correa del gran perro blanco, llevándoselo a uno de los tantos cuartos de la planta baja.
Kaiba se dirigió hasta la cocina, quería comer algo, a pesar de la fiesta, no había probado bocado luego de los hermanos Kazutaka. Sintió unos brazos que rodeaban su cintura, para luego algo húmedo recorría su lóbulo derecho.
- ... – no dijo nada, pero hizo la cabeza hacia atrás, haciendo que sea más placentero ese contacto – Ya te pareces a Seth ... lamiéndome – dijo burlonamente
- Si ... pero a mi no me tratas de sacarme de encima de ti ... – le dijo seductoramente, mientras lo volteaba y lo besaba apasionadamente. Miro las cosas que había estado preparando – Aun con hambre ... gatito ... – paso su mano bajo la camisa del ojiazul, haciendo círculos con su dedo, en su abdomen
- Algo ... – dijo abrazándolo tiernamente. Quedándose así por un rato.
- Que sucede??? – pregunto Joey, deshaciendo un poco el abrazo – Estas así ... desde que tuviste ese encuentro con los Kazutaka ... – el CEO se tenso, se separo de él, y termino de prepararse lo que había sacado para comer, rehusando contestar con su silencio - ... Seto ... – dijo reprochándolo, tomando por los hombros, haciéndolo girar y mirarlo a los ojos – Dime ... Seto Kaiba ... que sucede ... y no recibiré un " no tiene importancia " como respuesta ... Ok?! – el ojiazul sonrió, y beso apasionadamente a su esposo. El rubio se dejo llevar, por un momento, hasta separarse. Kaiba cerro sus ojos.
- Los hermanos Kazutaka ... tenían negocios con Gozaburo ... – dijo seriamente - ... Prométeme no estar con ninguno de ellos solo ... – Joey lo miro desconcertado, en sus ojos podía apreciar temor
- Lo prometo – le susurro cuando lo abrazo, ya averiguaría lo que sucedía.
Luego de comer algo, subieron a su habitación, entre besos y caricias. Casi tropezaron con la alfombra del lugar, pero la cama amortiguó la caída.
Kaiba besaba el cuello del rubio, mientras sus manos empezaban a deshacerse de las ropas que sobraban. Mordisquea sin piedad, hasta dejarle una marca en la piel, quien el rubio quiso protestar, pero solo un gran gemido salió de sus labios, la mano del CEO había traspasado la barrera del cinturón, encontrándose con su hombría semi dormida. Pero al posar su dedo en la punta, haciendo pequeños círculos con la yema, estuvo erecta.
Las Manos de Joey, empezaron a desabotonar la camisa, casi con desesperación, casi arrancándolos. Lo cual causo gracia a su marido.
- Demonios ... – murmuro entrecortado – Odio tus camisas complicadas ...
Kaiba solo lo beso mas rudamente, hasta casi asfixiarlo. Cuando se separo, le arranco prácticamente los pantalones al cachorro, para luego desnudarse él. Se posesiono sobre aquel cuerpo que tanto amaba, llenándolo de besos, dejando un rastro con su lengua, sin dejar de tocar cada una de las partes, de aquel cuerpo que ya conocía de memoria. Los jadeos eran los único que sonaban en ese lugar.
El ojiazul se posesiono entre las piernas del rubio, tomo su hombría erecta y de una sola embestida, entre en su cuerpo. Ambos gritaron, ambos gimieron de placer. Joey tomo las caderas de Kaiba, marcando el ritmo de las embestidas. El CEO tomo la hombría de su esposo y empezó a moverla al mismo ritmo de su cuerpo. Minutos después, ambos llegaban al orgasmo.
Kaiba beso dulcemente a Joey, mientras trataban de calmar sus corazones. Se acariciaban cariñosamente.
El ojiazul se recostó a su lado, abrazándolo, atrayéndolo para que se posara en su pecho. Acaricio sus cabellos dorados, mientras cerraba sus ojos. Joey por un momento se le quedo viéndolo, para luego caer también en un sueño.
El reloj ya marcaba las cinco de la mañana.
Una limosina, negra, con vidrios polarizados, iba en dirección a una vieja mansión en forma de castillo.
Apenas el cielo presentaba un color anaranjado.
Los ocupantes, iban callados. Los ojos violetas, que habían visto la escena entre Kaiba y Kazutaka, estaba concentrado en aquella expresión de odio.
El sonido del encendedor hizo girar su vista a su acompañante. Encendía un cigarro, para luego soltar el humo, mirándolo a los ojos.
- Intenta en no contaminar todo el auto ... – le dijo secamente
- Intenta impedírmelo –una vos suave se escucho de entre las sombras, mientras volvía a pitar su cigarrillo. El muchacho bufo – Porque esa cara ...??? – sonrió – Acaso viste algo que no te agrado??? – el muchacho de ojos violetas lo miro disgustado. Por un momento el silencio volvió a reinar, hasta que sé el teléfono sonó. El sujeto de entre las sombras atendió antes que otro pudiera hacerlo – Diga ...??? – se quedo por un momento en silencio para luego cortar.
- Quién era?
- A partir de mañana ... somos dueños del 20% de las acciones Kaiba ... y un 14% de las Kazutaka ... – se acerco al muchacho, mostrando su rostro. Sus ojos amarillos, centellaron, para luego darle un beso rápido en sus labios - ... Mi hermoso Ken ... alégrate ... nuestra venganza esta empezando – se separo del muchacho, para luego volver a su lugar.
La limosina entro por un gran portal de piedra, con dos leones en cada lado. La estructura de la mansión era toda de roca sólida, la cual la entrada estaba después de dos grandes escaleras de mármoles.
Ambos individuos bajaron. Ken fue el primero, era un muchacho de ojos violetas, de pelo largo castaño claro, con una larga trenza ( Nota: == ok no tengo mucha imaginación, por lo cual ... imaginen a Duo Maxwell ... pero en malo =P), su acompañante le siguió, era un hombre alto, de ojos amarillos, algo fuera de lo común, igual que los ojos morados. Tenia el pelo largo, negro, recogido con una pequeña coleta.
No acababan de subir las escaleras, que de la puerta principal un muchacho de cabellera blanca amarillenta, salió para recibirlos. Ken cambio su rostro, para luego poner una sonrisa dulce en su rostro.
- Marik ... – dijo dulcemente – Que haces despierto????
- Quería esperarte y así desayunar juntos ... – Marik se acerco alegremente, para luego besarlo. Su rostro presentaba una mirada infantil, tierna. Se giro a su acompañante, que lo miro no muy contento – Buenos días ... Tatsumi-san
- Buenos días ... Marik ... – sonrió maliciosamente - Bueno ... me retiro ... – le hizo una reverencia, y subió las escaleras.
- Sigue sin agradarme ... – murmuro por lo bajo, pero ya no pudo protestar, los labios de Ken, lo devoraban.
- No importa ... – volvió a besarlo – mientras sea a mí quien mires no me importa si odias a medio mundo ... – lo estrecho entre sus brazos, acariciando su espalda, haciéndolo pegar a su cuerpo, excitándolo. Se separo despacio, para luego tomar su mano y empezar a subir las escaleras – Tengo hambre ... vamos a desayunar - Los dos muchachos se adentraron a la mansión.
Desde una de las ventanas, un par de ojos los miraban. Sonrió, para luego darse vuelta y acariciar la cabeza de un tigre blanco.
Nota aclaratoria : =P para aquellas que están medias perdidas en esta secuela ... Joey no conoce a los Kazutaka ... recuerden que todo fue un sueño que Yami y Seto vieron gracias al collar de Ishizu ... así que ...nn no se preocupen ...
Y las que preguntaron si lo iba a hacerlos sufrir ( risa de ultratumba ) JAJJAJAJAJJAJAJAJJAJAJJAJAJAJAJJA
MATTA NEEEE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
