Mejor solo... que mal acompañado???

[ Yu-Gi-Oh = Seto/Joey

Yami/Lucio ( pers. Original)

Tristan/Duke

Bakura/? – Marik/? ]

By Kaede Sakuragi

Capitulo 05

No supo cuanto tiempo estuvo parado en la puerta de entrada, pero era seguro que la mirada del hombre de ojos amarillos no había dejado de observarlo.

- Algún problema ... Señor Motou??? – la voz suave fue la que lo saco casi de su trance. Solo respondió afirmativamente con su cabeza - ... Acérquese ... – bajo su vista, buscando algunos papeles, para luego acercándoselo – Aquí tiene el contrato ... puede leerlo tranquilamente ... – Tatsumi volvió a indicarle con la mano, que se sentara. Yugi obedeció. – Vera que es un buen contrato – Yugi, solo miraba el papel, no lo leía. Yami, por otro lado, había algo en ese hombre que no le agradaba - ... Alguna objeción con respecto a lo que ... supuestamente esta leyendo ... – la voz suave fue acentuada en la ultima frase.

- No ... ningún problema ... – el tricolor, tomo la pluma que le estaba ofreciendo, y firmo el contrato.

- Bueno ... Sr. Motou ... Bienvenido a Zitron ... – Tatsumi se levanto, para acercarse y extenderle la mano, apretándosela con una fuerza. Yugi apenas pudo contener el aliento - ... Ya es tarde ... Sr. Motou ... – le soltó la mano - ... Si quiere esperar un momento ... podré alcanzarlo hasta donde quiera ...

- No ... no es necesario ... – titubeo - ... Puedo tomar un taxi ... no se preocupe ... – Yugi hizo una reverencia, y salió de allí rápidamente.

Cuando estaba dentro del ascensor, su corazón latía a mil. Se sentía extraño. No dijo nada, ni Yami pronuncio alguna palabra. Sabia que estaba molesto por su comportamiento, pero no quería hablar de ello. Cuando llegara a su casa, dejaría a Yami en su lugar, para descansar, lo necesitaba.

Lo que no se dio cuenta, fue que una figura salió entre las sombras, cuando él partió.

- ... Parece ... que lo pones nervioso ... – una pequeña sonrisa se escucho

- Mmmmm ... – Tatsumi se acerco a la ventana, para contemplar la cuidad nocturna - ... Será fácil tenerlo en mi cama ...

- Tu crees??? – la figura se acerco a él por detrás, mientras lo abrazaba por la cintura - ... Esta casado con Lucio Mendez ... el vicepresidente de Kaiba Corp. ... y es uno de los mejores amigos de la pareja de Seto Kaiba ...

- Y??? – le dijo volteándose, para luego sacar un cigarrillo de su bolsillo – No veo ningún impedimento ...

- Ah ... es lo que me agrada de ti ... Hermoso demonio ... que nunca le ves problemas a tus planes ... – le saco el cigarrillo, para luego apagarlo en el cenicero.

- No te espera ... Marik ...??? – le dijo molesto, mientras volvía a prender otro cigarrillo, tomando algunos papeles, su abrigo y un portafolio – Mi hermoso Luzbel

- Ahg ... sabes que detesto cuando me llamas con ese apodo ... – Ken salió ofendido de la oficina - ... Te veo mañana ... Tat ... – lo saludo desde la puerta del ascensor cuando se cerro.

Tatsumi se quedo un momento, mirando el contrato que tenia en sus manos. Su presa, no había leído de lo nervioso que estaba. Ese había sido su primer paso.

Estaban cenando cuando uno de los sirvientes apareció, con un teléfono en mano. Escucho atentamente, para luego hace señas al mayordomo, que retirara su plato. Se levanto, haciendo una seña de disculpa y se dirigió a su estudio, encerrándose.

- Que habrá pasado??? – el peliblanco le pregunto a su compañero

- No lo se ... – Asato miraba el lugar vació - ... Quizás es por la presentación ...

- Ah ... ese proyecto que me has contado toooooooda la semana ... – Bakura lo dijo en un tono de fastidio.

- Kura bombón ... sabes bien que esto es importante para la empresa … - Asato le dijo mientras se levantaba y se acercaba a él - ... ponte a pensar ... si lo conseguimos ... tendremos que celebrarlo ... – le dijo en un tono meloso mientras lo besaba bruscamente.

- Para que esperar tanto tiempo ... – susurro a los labios, maliciosamente.

Ambos chicos se retiraron del comedor, subiendo las escaleras, besándose. Entraron a la habitación de Asato, la cual poseía una cama grande, con sabanas de satén azules.

Bakura quedo debajo del ojos verdes. Lamió despacio su cuello, haciéndolo cerrar sus ojos, y quedar sumiso, antes sus caricias.

- Mmmm ... por lo visto hoy el esclavo ... esta obediente ... – Asato murmuraba al oído mientras lo mordía en el lóbulo

- Si ... mi amo ... – el peliblanco dijo con voz suave.

- Entonces ... veremos que tanto puede hacer este esclavo bueno ... – lo beso apasionadamente, vorazmente, haciéndolo sangrar un poco los labios.

El hilillo del liquido carmesí se deslizo por su boca, hasta terminar en el cuello, que fue lamido lentamente, por Asato, sacando un gran gemido de Bakura.

Sus manos traspasaron la ropa, arrancándoselas de un tirón. La camisa quedo hecha jirones, mientras los pantalones, fueron contados con una navaja. Asato contemplo la piel blanca, algo colorada por el arranque de pasión con la vestimenta. Se acerco lentamente, como si fuera un gato, lamiendo las partes rojas. Bakura sonreía, gemía, y sentía como se excitaba.

Volvió a ser besado, para luego sentir que sus manos eran puestos por sobre su cabeza, para luego sentir algo frió en sus muñecas.

- Esta vuelta ... te tocara estar atado ... esclavo ... – Asato bajo de la cama, dejándolo al peliblanco sonriente.

- Que hecho ... amo ... para castigarme de esta forma??? – dijo en forma lastimera, pero sonriendo.

- Silencio ... – el sonido de un chasquido en el suelo, hizo que empezara a retorcerse sensual, provocativamente en la cama - ... mmmm ... pareces un gatito ... en celo ...

- Te gusta ...??? – dijo ronroneando

- Claro ...

Se acerco a la cama, subiendo en ella, quedando parado frente a Bakura, solamente con los pantalones puestos a medio abrir, con un látigo en mano.

Lo agito al aire, haciéndolo chasquear nuevamente. Lentamente empezó a pasar la punta por el cuerpo de su esclavo, mientras que con su pie, apretaba la entrepierna, haciéndolo gemir. Volvió a agitar el látigo pero en las piernas, dejando marcas; lo agito varias veces por el torso, y los brazos, Bakura no decía nada, solo gemía adolorido. Mientras su entrepierna seguía erecta, mientras lo masturbaba con el pie.

Asato tiro el látigo, para luego sentarse sobre las caderas del peliblanco, empezó a lamer cada marca, cada herida, mientras se refregaba.

- Ahhh ... me estas matando ... – gimió adolorido Bakura - ... Asato ... por favor ...

- Mmmmm ... yo no te ordene que hablaras ... – le dijo mientras tomaba su rostro para luego besarlo bruscamente - ... Por tal castigo ... te haré pagar ... esclavo ...

Se levanto, para buscar algo de uno de los muebles. Apago las luces, quedando semi a oscuras, la luz de unas velas iluminaban el lugar. El peliblanco sonrió, sabia que pasaría.

Su amo se acerco lentamente con una de ellas, subió a la cama, para quedar nuevamente en sus caderas. Lentamente vertió cera liquida en su pecho. Bakura gimió, para luego casi gritar cuando sintió algo frió que era derramado en la herida. Cuando entre abrió sus ojos, pudo ver que el demonio de ojos verdes tenia una botella de licor. Sonrió.

Otras gotas le siguieron, llenando el cuarto de gemidos de placer y dolor ...

- Asa ... to ... por favor ... – gemía casi sin aliento, la excitación de Bakura era demasiada grande para su apretado slip.

- ... – el amo solo sonrió.

Bajo de la cama, apagando cada una de las velas encendidas. Cuando la habitación quedo a oscuras, el peliblanco sintió a su compañero, acercándose a el. Sintió como unas manos cálidas, sacaban la ultima prenda, para luego gritar de placer, al sentirlo penetrar bruscamente. Los jadeos, eran cada vez mas fuertes, las embestidas también.

Un grito unísono, se escucho, para luego quedar en silencio.

Ambos sentían el corazón del otro, agitadamente. Ambos trataban de regularizar sus respiraciones.

Lentamente, Asato salió de su amante, luego de besarlo dulcemente. Soltó sus muñecas, para luego acomodarse a su lado, abrazándolo. Bakura correspondió tal gesto y quedo profundamente dormido.

Detrás de la puerta del la habitación, se podía observar al mayor recostado contra la pared. Sus pantalones mostraban cuanto había permanecido allí.

Lentamente se fue retirando a su habitación, para luego entrar al baño y meterse bajo el agua fría. La noticia que tenia podía esperar hasta mañana.