Mejor solo... que mal acompañado???

Yu-Gi-Oh Seto/Joey

Yami/Lucio ( pers. Original)

Tristan/Duke

Bakura/? – Marik/?

By Kaede Sakuragi

Capitulo 12

Sus manos vagaban por aquel cuerpo blanco. Los gemidos llenaban poco a poco la habitación, mientras arqueaba su espalda al sentir aquellos labios que quemaban. Araño su espalda, sin darse cuenta, haciendo que su torturador abriera sus ojos, y lo mirara en forma lujuriosa. Su lengua jugaba con cada rincón de su piel, lamiendo sin recato sus testículos, mordisqueándolos, haciéndolo gritar.

La ropa a medio sacar fue quedando olvidada entre el sudor de su piel, estaba en un estado de excitación, que nunca creyó conseguir. Recordaba las palabras de su amante, " el sake japonés... tiene el poder de un afrodisíaco dulce". Cuanta verdad, su cuerpo ardía, y se contorsionaba solo.

Antes de llegar a la habitación, su cuello había sido victimas de esos labios, y su excitación ya estaba presente. Lo ultimo que sabia, fue el cerrar la puerta con una patada, mientras deshacía las ropas. Pero eso no pudo concretarse, cuando menos se lo esperaba, su koibito estaba devorando su pecho.

Sintió los labios abandonar su parte baja, para luego explorar su boca. Lo abrazo posesivamente, mientras se movía debajo de este, haciendo que sus dos hombrías rozaran, posesionándose de su cuerpo la lujuria. De un movimiento quedo sobre aquel hombre de los ojos amarillos, y empezó a besarlo. devorando, casi queriendo sacarle el alma con un beso. Desesperadamente saco las ultimas prendas, quedando desnudo sobre él. Y sin alguna lubricación se empalo con aquel miembro que lo había excitado. Un gran gemido salió de los dos amantes. Empezó a moverse lentamente, pero estaba tan posesionado que aumento el ritmo.

La habitación se volvió candente, llena de gemidos desesperados, y en aumento.

Fue solo un instante, que el más pequeño grito inconscientemente, mientras el mayor lo abrazaba, para aplacar las descargas del orgasmo.

Cayeron sobre la cama, ahora revuelta y mojada, tratando de calmar sus respiraciones. Sin todavía separarse.

La noche fue tajada con un gran rayo. La lluvia golpeo violentamente contra las ventanas.

El mayor salió de aquel cuerpo inocente, para luego levantarse y buscar entre sus ropas, un cigarrillo, encendiéndolo.

- Tatsumi ... – la voz de un casi inconsciente Yugi, lo hizo acostarse a su lado – tengo frió ... – se acurruco en su pecho, para luego quedar profundamente dormido.

El castaño, no dijo nada, solo se limito a acariciar sus cabellos, para luego mirar al espejo que se encontraba allí, y sonreír maliciosamente, el segundo paso había sido concretado.

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Al otro día, amaneció lluvioso. Se despertó pesadamente, pero debía reconocer, que era la primera noche que dormía bien. Se refregó sus ojos, para luego intentar levantarse, pero el gemido de alguien, lo hizo girar su vista a un costado, encontrándose, con unos cabellos negros, desparramados en una de las almohadas.

Primero abrió sus ojos en forma de sorpresa, para luego cubrirlos con su mano. El dolor de cabeza lo estaba matando, y no quería ni siquiera ir a trabajar. El sonido de la puerta al abrirse, hizo fijar la vista en un rostro sonriente.

- Sin comentarios ... – dijo despacio y en forma molesta.

- No dije nada ... – dijo en forma inocente, mientras se acercaba con una gran bandeja café negro. Y algunos pedazos de pastel - ... Mejor tomate estas ... – le acerco un frasco de aspirinas - ... Te harán bien ...

- Gracias ... – Lucio dijo desganado - ... Y borra esa estúpida sonrisa ... quieres Joey ... – el rubio se había sentado en uno de los sillones de la habitación, para luego taparse la boca, y no reírsele en la cara.

- Pero ... como quieres que no me ría ... Si ustedes dos anoche .... parecía que iban a armar gran fiesta entre ustedes ... – Lucio lo fulmino con la mirada, iba a decir algo, pero fue interrumpido por su compañero de cama.

- Buenos días ... – dijo casi inaudible, entre las almohadas, abriendo lentamente sus ojos azules - ... Hola Joey ... Lucio ...

- Hola Moki ... – el rubio tenia una sonrisa muy pronunciada, mientras veía que su cuñado bajaba de la cama, y se acercaba a la bandeja.

- Mmmm ... pastel de chocolate ... Tengo hambre ... – con su dedo, paso por sobre la cobertura, para luego degustarlo - ... mmmmm ... gracias ... Joey ... ere mi héroe ...

- Voy al baño ... con permiso ... – Lucio salió de allí, rápidamente, cerrando la puerta para luego escuchar algunos ruidos dentro del.

- Parece que tiene resaca ... – Mokuba decía burlonamente, mientras se sentaba en la cama, con su plato y su café.

- Creo que debí advertirle ... – Joey sonrió, cuando la mirada de Mokuba se poso en él, interrogante - ... Que nadie te gana en una puesta ...

- Jijiji ... – el pequeño Kaiba sonrió mientras seguía comiendo su pastel, recordando como había terminado en la misma cama con Lucio.

Flash Back

- A ver ... te digo que es más fácil con el sake que con la cerveza ... – la discusión se había vuelto algo, estúpida, pero en si los cuatro estaban muy divertidos.

- Que no!!! – Lucio decía ya por enésima vez, al menor de los Kaiba, que se había puesto frente a él con una gran sonrisa – Sé que allí en Alemania, es común la cerveza, por lo cual, estarás al tanto que las distintas clases varían y son más fuertes unas que otras ...

- Insinúas que yo ... Mokuba Kaiba me la he pasado probando cerveza??? – la mirada inocente, hizo que los cuatro estallaran en carcajadas.

- Mokuba ... ya déjalo ... – Seto interrumpió la charla - ... Ya es tarde ... y mañana tenemos que trabajar ...

- Pero mañana es Sábado ... Seto ... – hizo un ademán de puchero, como solía hacerlo cuando era chico – Aun tienes esa manía del trabajo ...

- Aja ... – su hermano se levanto de la mesa - ... Y es mejor que la terminen, porque no quiero luego desvelados en el trabajo ... – lo ultimo señalo a Lucio ...

- Si papá ... – dijeron unísonos los dos. Para luego reírse

- Agh ... no tienen caso ... – Kaiba se despidió de todos, para luego subir las escaleras y desaparecer por el primer piso.

- Vete ... estaremos bien ... – Mokuba le hablaba a Joey, mientras posaba su mano en su hombro.

- ... – el rubio sonrió – Esta bien ... pero no te aproveches de este niño ... – se despidió de los dos, para dejarlos solos.

Ambos se miraron, por un momento, el rostro del ojiazul, se volvió algo serio.

- Dime ... has pensado como recuperarlo??? – Lucio lo miro extrañado, para luego sonreír. Era igual que su hermano, directo al asunto.

- Aun ... no se como hacerlo ... – tomo su copa de vino, para luego beber de un sorbo el contenido - ... Pero si tu pregunta es si estoy averiguando como ... Si ... lo estoy haciendo.

- Sabes Lucio ... todo esto me parece muy raro ... – Mokuba se había levantado, para luego acercarse a su amigo, apoyando la mano en su hombro - ... Pero te ayudare ... lo prometo – levanto su pulgar, dando la aprobación y suerte con todo este asunto. Lucio sonrió, pero no duro mucho esa felicidad. En un segundo sus ojos se llenaron de lagrimas, y no pudo contenerlas.

El pelinegro, se acerco abrazándolo, acunándolo entre su pecho. Lucio por primera vez lloraba ante alguien, por primera vez se estaba desahogando. Los días que había pasado en su departamento solo había deambulado de un rincón a otro, sin derramar lagrimas, pero ante ese muchacho, se había vuelto vulnerable.

Un par de horas después, ya entrada la noche, Joey bajo por algo a la cocina, encontrándose aquellos dos en la sala, recostados en el sofá. Se acerco lentamente, para saber si estaban dormidos, pero era todo lo contrario. Ambos miraban hacia la ventana, veían como el agua castigaba los vidrios. La imagen fue rara, para el rubio, estaban abrazados, Mokuba sobre Lucio. En el rostro del mayor había algo de tranquilidad. El rubio sonrió, vio en sima de la mesa algunos vasos de sake y otro de cerveza.

- Ya es hora de dormir niños ... – la vos de este, los hizo mirarlo sorprendidos

- Si mamá ...!!! – dijeron unísonos, para luego empezar a reírse, y luego taparse la boca cada uno para no hacer tanto escándalo.

- Están ebrios ... – Joey se acerco para ayudarlos a levantarse.

- Menti...raa ... – Lucio hablaba dificultosamente - .. Soo ..lo pro... bamos

- Jijiji ... pues ... perdiste amigo mío ... – Mokuba parecía algo mas sobrio, pero le costaba caminar.

- Que no los vea Seto ... si no ...

- Nos meteremos en problemas!!! – volvieron a decir unisonamente.

- Shhh ... lo despertaran ... – el rubio trataba de silenciarlos un poco, pero verlos a esos dos juntos, era divertido.

Llegaron a la habitación algo golpeados, por culpa de paredes y alguna que otra alfombra. Lucio quedo tendido en la cama, apenas la toco. Mokuba por otro lado, se acostó a su lado, diciéndole al rubio que no tenia mas fuerza para ir a su habitación, por lo cual dormiría ahí. Joey los miro por un momento sonriente, y preocupado. Pero en el estado de esos dos, mejor dejarlos.

Se fue cerrando la puerta despacio, para luego ir hasta su recamara, encontrando a un CEO con el ceño fruncido. Una gran gota de sudor sintió en su cabeza, eso significaba que los había escuchado, y visto.

Fin Flash Back

Lucio salió del baño, mejor de lo que había entrado. La cabeza no paraba de dolerle. Encontró solo a Mokuba desayunando.

- Joey se fue porque mi hermano lo llamo ... – le dijo, antes que preguntara

- Ok ... – dijo despacio, para luego buscar su ropa, que se encontraba en una de las sillas. En ese momento callo en cuenta, estaba de pijama. Se giro mirando al otro muchacho, que también traía ropa de cama, y antes de formular la pregunta, el otro contesto.

- Aja ... yo fui quien te desvistió y te puso mas cómodo – la sonrisa de menor de los Kaiba no desaparecía.

- Gra... cias ... – dijo incomodo, hasta sintió sus mejilla arder, pero porque??? Se reprendió mentalmente.

- De nada ... además ... – Mokuba se iba acercando lentamente, para sorpresa de Lucio, mientras lamía uno de sus dedos, ya que tenia rastros de pastel - .. realmente fue un placer ... – beso su mejilla, para luego entrar al baño. Dejando a un desconcertado hombre. Acaso el ... se había .... No ... no no ... despejo esos pensamientos, mientras se vestía y salía de allí.

Dentro del baño, bajo el agua caliente, un sonriente muchacho cantaba felizmente.