Mejor solo... que mal acompañado???

Yu-Gi-Oh Seto/Joey

Yami/Lucio ( pers. Original)

Tristan/Duke

Bakura/? – Marik/?

By Kaede Sakuragi

Capitulo 15

Advertencia: este capitulo contiene escenas de sadomasiquismo fuerte. Si por alguna razón no les gusta, por favor, háganlo saber. Desde ya muchas gracias. Kaede Sakuragi

La cama la sintió grande y fría. Abrió sus ojos, apenas, encontrándose en penumbras. Cuánto había dormido? No lo sabia. Miro a su alrededor y se encontraba en la alcoba que compartía con su pareja. Dónde se había metido?. Miro el reloj antiguo que se levantaba en por sobre la chimenea. Marcaban pasadas las 10 PM.

Bajo de la gran cama, y se dirigió a la puerta, pero un repentino mareo lo hizo desistir, cayendo de rodillas. Su cabello cubrió su cara. Sintió nauseas. Se llevo al mano a su boca, evitando devolver cualquier cosa que había comido anteriormente.

Abrió sus ojos asustado, ahora recordaba todo. Se levanto apresuradamente, para intentar salir de allí, pero la puerta se encontraba cerrada. Camino como pudo hasta la ventana, la cual se encontraba del otro lado de la habitación, pero al segundo paso, callo nuevamente al suelo. La cabeza le dolía.

Sus ojos se llenaron de lagrimas, maldiciéndose a sí mismo, por haber caído en aquella trampa.

Debía salir de allí, de prisa, y buscar a su amigo ladrón de tumbas. El le había advertido, pero no le había creído. Ahora se encontraba encerrado, en aquella habitación. Donde los recuerdos lo inundaban y hacían que su alma se mortificara mas de lo que estaba.

Flash Back

- ... No te preocupes ... Todo saldrá como lo esperamos ... – escucho la voz de aquel hombre que no le agradaba.

- ... Eso espero ... Tatsumi ... si no ... todo nuestro plan se ira al demonio ... – la voz de su koi se escuchaba distinta, con odio, y resentimiento

- Mi dulce Ken ... – la voz del ojos amarillos era seductora. Marik se asomo por la pequeña rendija que la puerta dejaba ver hacia dentro de aquel estudio. Abrió sus ojos sorprendidos, dolidos los cuales empezaron a derramar pequeñas lagrimas.

- Tat ... sumi ... – gimió su nombre, al sentir los labios en su cuello, los cuales quemaban haciéndolo excitar – aquí ... no ... Podría ... aparecer uno de nuestras mascotas ... – se separo sonrojado.

- Demasiado tarde ... – Las palabras del castaño lo hicieron mirarlo con interrogación, pero la sonrisa maliciosa se hizo ver, cuando con un movimiento de su mano, abrió abruptamente la puerta, descubriendo así al espía.

- Marik ...!!! – Ken dijo sorprendido – Que haces aquí ...??? – Pero este no contesto, quiso correr lejos de allí, pero por alguna razón extraña, su cuerpo no respondía.

- No te preocupes ... – la voz de Tatsumi hizo mirarlo - ... no importa lo que hayas visto u oído ... – se acerco lentamente, depositando su mano en su rostro, en forma de caricia – Dentro de poco tu serás uno mas de mis títeres .... y harás lo que yo te diga ...

- Porque ...??? – fue lo único que llego a susurrar, mientras miraba con lagrimas a Ken.

- A su debido tiempo lo sabrás ... – el castaño, hizo presión con sus dedos en su cuello, dejándolo inconsciente.

Fin Flash Back

Se levanto nuevamente, tenia que salir de allí. Se acerco al armario, donde guardaba sus pertenencias, y muy en el fondo, entre uno de los bolsos, encontró su viejo teléfono. Lo prendió, para usarlo, pero no tenia carga. Busco desesperado el cargador, acercándose a uno de los enchufes, lo conecto. Solo debía esperar unos momentos, podría hacer una corta llamada, pero lo suficiente para llamar a su amigo.

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Sintió la cabeza doler, y sus ojos estaban pesados. Intento moverse, pero sus costillas resintieron. Quiso tomárselas, pero se dio cuenta que estaba atado. Abrió bruscamente sus ojos, intentando ver donde se encontraba. Un gran galpón oscuro. Sus brazos colgaban por sobre la cabeza, intuyendo que la soga estaba sostenida por alguna viga en el techo. Las muñecas estaban resentidas, por el peso de su cuerpo, no sabia cuanto tiempo hacia que estaba en esa posición, pero apenas sus pies podían tocar el suelo.

Se asusto, sus dedos tocaban el frió de la loza debajo de él. En ese momento se dio cuenta que solo llevaba sus pantalones puestos.

El pánico se apodero de él. Volvió a forcejear con las cuerdas, pero era inútil, llego hasta sentir que le sangraban.

- Mmmm ... nunca te ataron??? Cachorro – una voz sensualmente maliciosa, se escucho de entre las sombras.

- Quién esta ahí???Que quiere de mi???? – Joey pregunto asustado, recibiendo a cambio un intenso dolor en su espalda. El sonido de un látigo rompió el silencio del lugar.

- No ... no ... no ... No has sido educado ... cachorro ... – la voz decía mientras se sentía que caminaba alrededor del rubio - ... Veras que luego aprenderás trucos nuevos ...

- Quién eres??? Que quieres de mi??? – la voz era quebrada, el dolor de su espalda se sumaba a lo de sus costillas.

- Mmmmm ... – se escucho como si dudara en contestar, pero como respuesta obtuvo dos latigazos mas. Se acerco lentamente, dejando ver su rostro con la poca luz del lugar. El rubio lo miro con ojos llorosos

- Porque???? ... – murmuro despacio

- ... – acaricio su rostro, mientras limpiaba sus lagrimas con las yemas de sus dedos - ... Tengo una deuda que saldar con Seto Kaiba ... y no hay mejor pago que ... tu ... – aquel hombre de los ojos verdes, centellaron malignamente.

- Que les hizo Seto para llegar a esto ...???? Dime ... Asato ... tu eres el hermano menor de Seiichiro ... explícate ... porque todo esto ... – Joey grito desesperado, intentando entender la situación en la que estaba.

- ... Robarme a mi hermano ... – pronuncio las palabras con odio – Desde el día que lo conoció ... no dejo de pensar en él ... – se acerco por detrás, para luego pasar lentamente sus dedos por las heridas - ... Seiichiro desde el día que lo conoció en la mansión de Guzaburo, no dejo de pensar en como tenerlo bajo su peso de su cuerpo. Como acariciar ese pequeño cuerpo, llenarlo de besos, y poder hacerlo gemir – se posesiono frente a él, tomando su rostro con brusquedad – Sabes lo afortunado que es, que mi hermano piense hacerle tantas cosas ...

- Estas enfermo ... – grito Joey – ambos lo están ... – Asato lo callo de una bofetada.

- Tu no entiendes ... – el ojos esmeralda retrocedió, con ojos casi llorosos, pero demostraban furia, enojo - ... Mi hermano ha sido todo en mi vida ... TODO – grito - ... Era lo primero que veía cuando me levantaba, cuando dormía ... sus caricias y besos eran los únicos que buscaba ... No me importaba si otro pagaba por tenerme ... solo esperaba llegar a mi cama ... donde el me esperaba ... – la voz era algo desquiciada, algo melancólica. Sus ojos demostraban que su cordura estaba mas allá del bien y el mal.

- Estas enfermo ... – las palabras fueron calladas abruptamente, cuando el sonido del látigo castigo nuevamente contra su espalda.

- Jajajajajajaja ... – fue la estruendo rosa risa que lleno todo el galpón - ... Claro que lo estoy ... – se acerco rápidamente para besarlo rudamente, haciendo que sus labios sangraran, ahogando su grito en ellos – Por eso lo pagaras en carne propia ...

Se alejo de el, mientras volvía a azotarlo. Joey gritaba del dolor, mientras trataba de liberarse inútilmente de las cuerdas. Sintió como su piel se llenaba de un liquido caliente, llegando hasta su cintura. Sintió unas manos tomar sus pantalones, para luego jalarlos hasta abajo, quedando desnudo.

Sintió como el látigo castigaba ahora sus nalgas, haciéndolo gritar aun mas fuerte que antes.

- Basta ... – la voz de Asato, detuvo aquel hombre - ... intenta ahora con esto ... – Joey diviso apenas algo que sostenía en su mano.

- Detente ... por favor ... – dijo despacio, para luego entre abrir sus ojos, y mirar aquellas pupilas verdes.

- Esto recién empieza ... – con una sonrisa desquiciada - ... Cachorro ... – sintió alguien que estaba detrás de él, acariciando su espalda lacerada.

- Esto te gustara ... – el susurro a su oreja, hizo que temblara de miedo.

El grito desgarrado fue mas fuerte que la carcajadas de ojos esmeraldas. El hombre detrás de Joey, había empezado a cortar la piel, con un cuchillo. Sintió su filo en sus piernas, en sus muslos.