Mejor solo... que mal acompañado???
Yu-Gi-Oh Seto/Joey
Yami/Lucio ( pers. Original)
Tristan/Duke
Bakura/? – Marik/?
By Kaede SakuragiCapitulo 16
No sentía la música, no sentía las manos expertas de aquellas mujeres en su pierna.
Solo sentía unos cálidos labios sobre los suyos. Culpo al alcohol por tal atrevimiento, amaba a su esposo, lo extrañaba, deseaba que fueran sus besos, pero sabia que no era los de él.
Sintió el roce de aquel cuerpo que se amoldaba perfectamente con el suyo, dejo de jugar con los dedos de su amante de turno, para acariciar sus cabellos. Los sintió tan lisos, tan suaves, que los tomo para atraer mas su rostro, y profundizar el beso.
Las ropas quedaron esparcidas en el suelo, mientras sentía como exploraban cada parte de su cuerpo. Un gran gemido salió de sus labios, cuando sintió aquellas manos, jugar con la punta de su hombría, provocando el pre semen saliera.
Abrió sus ojos, para perderse en un mar azul, pero lo que más lo excitó, fue que lamiera sus dedos, jugando con su lengua, mientras hacia movimientos con ellos. No resistió mas, y lo atrajo bruscamente, lo beso salvajemente, y se posesionó sobre él. Busco entre su piernas, aquel punto donde podría poseerlo, lubricándolo, haciéndolo gemir hasta gritar de deseo.
Lo poseyó despacio, cálidamente, dándole sensaciones que hacia mucho no las tenia.
En el ultimo movimiento, su amante grito su nombre, pero él ... susurro SU nombre.
Callo a un costado, de aquella cama mullida. Su pecho trató de calmarse, lográndolo apenas.
Abrió sus ojos, percatándose del lugar en donde se encontraban. Cubrió sus ojos, maldiciéndose por ser tan débil.
- No pienses ... – el murmullo de su compañero, lo hizo voltearlo a ver - ... No pienses por esta noche ... – se acurruco a su lado, recostándose en su pecho, pero evitando mirarlo a los ojos.
- Mokuba ... yo ... – sus labios fueron callados por los dedos de su amante.
- Solo por esta noche ... no pienses ... ni nada ... - el pelinegro volvió a su posición sobre su pecho – Igual ... fue bueno ... – lo miro sonriente - ... tu cuerpo le hizo el amor aquel que te quiere ... Por lo cual tu mente ... solo lo vio a EL ... – beso sus labios, un roce, algo dulce - ...Así que ... no te preocupes ... – volvió a recostarse, abrazándolo por la cintura - ... Buenas noches ...
- ... – Lucio no dijo nada, solo se limito a abrazarlo, sentirse culpable, y no solo por engañar a su esposo ... si no ... por aquel muchacho que realmente lo amaba.
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Había tomado la moto de su koibito, el cual había desaparecido quien sabe a donde. Su teléfono móvil estaba apagado, y en la oficina no lo habían visto desde la mañana. Su cuñado tampoco sabia algo de su hermano.
Tenia un mal presentimiento. No solo por lo poco que pudo decirle su amigo, si no que había algo que lo había echo sentir escalofríos.
Llego hasta aquel establecimiento viejo, diría una especia de castillo. Entro como lo había echo en Egipto, desplazándose entre las sombras, golpeando que otro guardia.
Pudo llegar hasta la planta alta, donde le había dicho el cuidador de tumbas que se encontraba. Desecho de aquellos que le estorbaban, entro a una habitación toda en penumbras. En un rincón de el, pudo divisar un bulto, dando pequeños espasmos, de lo que sollozaba sin consuelo. Se fue acercando lentamente, lo tomo entre los brazos. Y sin decir nada, lo cargo hasta afuera.
No supo como, pero, los restantes guardias, de repente caían al suelo ... solo un leve mormullo se escucho de los labios de aquel muchacho de pelo blanco.
- ... Lo pagaran ... en el reino de las sombras ...
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Sintió el piso frió en su espalda, aun estaba atado. Apenas abrió sus ojos, y la luz de aquel lugar lo estaba encandilando.
- Despertaste ... – la voz infantil se hizo escuchar a un costado
- Déjame ... ir ... por favor ... – murmuro despacio. No pudiendo evitar pequeñas lagrimas en sus ojos.
- Aun falta ... – Asato se levanto lentamente, de donde estaba sentado - ... Digamos que aun me falta que yo me divierte contigo - extendió la mano, hacia uno de los hombres que estaban allí. Los ojos de Joey se abrieron asustados - ... Ves esto??? – le dijo mostrándole un especie de consolador, pero era demasiado largo para serlo - ... Pues veras ... esta cosa ... son las que compran las mujeres para ... – hizo una pausa sonriendo - ... satisfacerse ... y considerando que tu eres algo tan tentador ... quiero que lo disfrutes ... – hizo señas a sus hombres, para que se acercaran al cuerpo dolorido del rubio
- Nooo ... Suélteme ... Noooo ... Déjeme ... – empezó a forcejear, haciendo que las ataduras de sus muñecas y tobillas laceraran mas la piel. Uno de los hombres abrió bruscamente sus piernas. Intento gritar, pero otro hombre lo abofeteo, haciéndolo castigar su cabeza contra el piso frió.
- Cuanto mas te resistas ... mas dolerá ... – Asato se arrodillo ante Joey, paso la lengua en aquel consolador - ... Mejor ... así sangraras ... mucho mas ... – sin previo aviso, lo penetro duramente.
El grito retumbo todo el lugar. Las pocas palomas cercas, fueron espantadas por aquel sonido. Lo cual fue seguido por unas carcajadas, que hacían temblar hasta la bestia mas temida.
- Ahora ... Dejare que mis niños jueguen contigo ... – Joey ya no podía gritar. Su mente ya no coordinaba.
Las risas se hicieron presentes, uno a uno de los hombres que estaban allí, iban dejando a la vista sus hombrías erectas, ya que la sesión que su amo había echo con el rubio, los había puesto calientes.
Uno a uno empezó a pasar su mano por aquel cuerpo lacerado, sin alma. Los ojos del rubio, empezaron a empañarse, lagrimas recorrieron su rostro, pensando en solo una cosa.
" Seto " ...
No sintió el estruendo ...
No sintió los gritos ...
No sintió aquel liquido carmesí caían sobre su cuerpo ...
No sintió cuando era liberado de aquellas cuerdas y cadenas ...
No sintió cuando era cubierto ... y alzado por unos brazos fuertes ...
Solo ... vio el resplandor del sol ... para luego ... La nada ...
