Mejor solo... que mal acompañado???
Yu-Gi-Oh Seto/Joey
Yami/Lucio ( pers. Original)
Tristan/Duke
Bakura/? – Marik/?
By Kaede SakuragiCapitulo 17
El teléfono sonó, atendió enojado.
- DIME DONDE ESTA ¿?!?!??! SI LE HICISTE ALGO TE MATARE...!!!! – del otro lado de auricular, se podía escuchar la sonrisa – RESPONDE!!!!
- No ... no ... aun no aprendes a respetar a tu amo ... – su voz era clara y sensual. Cosa que enfureció aun más.
- Tócale un pelo ... y te juro que te MATARE!!!! – estaba en su oficina.
- Mi hermoso ... – otra vez la sonrisa sensual - ...Ven al mismo lugar donde siempre fuiste mío ... – y la conversación se corto.
Golpeó la mesa, furioso. Se levanto de su sillón, para salir cuando la puerta se abrió bruscamente.
- DÓNDE ESTA????? MAL NACIDO ... DIME DONDE ESTA JOEY!!!! – un Seto Kaiba entro furioso. Tomo de las solapas de su traje, para luego lanzarlo contra la pared – DIMELO ...!!! DIMELOOOO!!!! – antes de poder golpearlo, fue tomado por detrás, alejándolo de Seiichiro.
- Para ... Para ... Lo mataras ...!!! – Tristan trato de alejarlo, pero el CEO poseía mucho mas fuerza de lo que aparentaba.
- Déjame ... Él tiene a Joey ...!!! Lo sé!!! – El mayor se incorporo, mientras trataba de arreglarse la ropa.
- No se dé que estas hablando ... Kaiba ... – dijo molesto – Pero no tengo ganas de perder el tiempo contigo ... tengo cosas más importantes que hacer ... – intento irse pero fue tomado por el brazo, al darse vuelta, su cara fue golpada por el puño del ojiazul.
- Maldito Hijo de ...
- BASTA!!! – la voz de Duke se hizo presente – Debemos buscarlo ... en vez de estar peleando ... – estaba por reprochar algo, cuando su móvil sonó, miro el identificador – Que has averiguado???? – los demás se quedaron mirándolo, interrogantes, hasta que corto la comunicación. Se acerco a Seiichiro, para luego hablarle tranquilo pero con molestia – Llévanos al lugar donde te citaron ...
- No sé que hablas ... – respondió fríamente.
- Conoces este numero???? – el dueño de los dados, le mostró su móvil - ... El también va a ese lugar ... así que ... o nos llevas ... o te llevamos ... – por primera vez, los ojos de Tristan se mostraron asombrados por la furia que mostraba su koibito.
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Estaba adolorido, apenas podía mover su cuerpo. Sintió como si lo hubieran golpeado en la cabeza. Cosa que había sido. Apenas recordaba lo que había sucedido. Estaba en aquella bodega, estaba divirtiéndose con el rubio, luego un gran estruendo que hizo tapar sus oídos. Sintió los disparos, para luego cuando quiso observar bien lo que sucedía, alguien lo había herido con un dardo tranquilizante. Luego sintió el piso frió al caer. Se incorporo asustado. Cuando quiso bajar los pies de aquella cama donde se estaba, se encontró que estaba encadenado a la pared, por medio de su tobillo.
Abrió sus ojos asustado, su cuerpo empezó a temblar inconscientemente. Se abrazo a sí mismo.
- Ah ... que delicia ... Aun lo recuerdas ... – una voz de entre de las sombras. Asato se pego a la pared, con miedo – Ahhhh .... si ... mi hermosa mascota ... Aun te ves hermoso cuando estas temeroso.
- No ... no ... no ... no – se tomo la cabeza, frenéticamente, sus ojos se tornaron idos – No ... no ... no ... – empezó a hacer movimientos autistas, mientras se acurrucaba cada vez mas a la pared.
- Shhhh ... hermoso ... – se acerco lentamente, acaricio sus cabellos, haciéndolo casi gritar del susto. Tatsumi sonrió - ... Siempre fuiste mi mejor mascota ... – se sentó a su lado, mientras lo empezaba a acariciar - ... Espero que no hallas olvidado todo lo que te enseñe ...
- NOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!! – fue el grito desgarrador.
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Estaba ya el sol en todo su resplandor para ser solo las primeras horas del día. Estaba sentado en su auto, esperando que su compañero apareciera. Estaban algo alejados de la cuidad, pero eso era una ventaja, no quería encontrarse con alguien conocido, y dar explicaciones de porque salían de aquel hotel. Cerro sus ojos, apoyo su cabeza en el respaldo del asiento del conductor.
Sintió como la puerta de su acompañante se abrió, para luego encontrarlo sentado a su derecha.
- Nadie contesta ... – los ojos azules estaban preocupados - ... Ni en la mansión, ni en la oficina ... Solo me dijeron que había salido apresuradamente ...
- Intenta al su teléfono móvil ... – La voz de Lucio era algo agotada
- Ya lo intente ... y me dice que esta apagado ... Tampoco Joey contesta ... – Mokuba miro hacia el piso preocupado - ... No sé ... tengo un mal presentimiento ...
- No te preocupes ... – Lucio le sonrió, para luego arrancar el auto, también había sentido algo. Pero era mas la culpa de pasar la noche con aquel muchacho, de lo que realmente le preocupaba.
- No fue tu culpa ... – la vos del pelinegro, apenas audible lo hizo girar, encontrándose las pupilas azules ... tristes - ... No debes torturarte mas ... – lo miro a los ojos, sonriendo melancólicamente - ... Además yo fui quien te llevo hasta allí ... y empezó todo ... Tu eres de una sola persona ... tanto en cuerpo y alma ...
El silencio se volvió incomodo.
Por unos minutos, estaba concentrado en el camino, hasta que se dio cuenta que los estaban siguiendo. Miro por el espejo retrovisor, y pudo divisar dos camionetas negras. Aumento un poco la velocidad, estaban en una carretera, y muchos autos no pasaban por allí tan temprano. Los vehículos aun los seguían de cerca. Algo no estaba bien.
- Lucio ...?! – Mokuba pregunto algo incomodo, para luego mirar hacia atrás – Que sucede???
- Nos siguen ... – acelero un poco mas - ... Ponte el cinturón ... No te preocupes ...
La pequeña persecución, se prolongo hasta llegar casi a la cuidad. De uno de los cruces, apareció una limosina negra, haciéndolo maniobrar, volante ando hacia la derecha, estrellándose con uno de los postes de luz.
Lucio se incorporo despacio, adolorido, sintió como su cabeza estaba a punto de estallar por el golpe. Mokuba por otra parte estaba desmayado, busco su pulso, y aun estaba con vida. Pero no sabia cuanto tiempo.
Sintió como la puerta de su lado, era abierta, y con brusquedad era sacado del auto. Vio como alguien también tomaba al peli negro y se lo llevaba a una de las camionetas. Quiso levantarse, pero alguien lo pateo. Sintió que el aire de sus pulmones desaparecía de repente, y de una bocanada los volvía a inflar. Giro su cabeza, para ver quien se había atrevido. Pero fue un impacto muy grande. Antes de quedar inconsciente pudo pronunciar su nombre.
- Yu ... gi ...
No hubo ningún movimiento, no hubo ningún pestañeo. Los hombres lo levantaron y lo colocaron en la otra camioneta. Él ... subió a la limosina, para luego ser seguida por los otros vehículos.
No había vida en sus ojos... no había alma...
