Mejor solo... que mal acompañado?

Yu-Gi-Oh Seto/Joey

Yami/Lucio ( pers. Original)

Tristan/Duke

Bakura? – Marik?

By Kaede Sakuragi

Capitulo 21

Nota aclaratoria: Este capitulo, presenta algo de violencia, y quizas a muchos no les guste … Solo advierto, y se que me odiaran y se acordaran de mi familia, pero ññ así es la idea centrar del fic ... Desde ya gracias por leerlo ...


Cámara Uno. Invernadero Viejo. En un lugar apartado de la Mansión.

Ese era el titulo de la primera pantalla. Vio con dolor aquella imagen, casi quería poder entrar en ella y salvar aquel muchacho rubio, el sol que daba vida aquel muchacho de ojos azules. Su niño, su familia.

Corrió por aquellos viejos pasillos, conocía a la perfección aquella mansión, tenia que salir por una de las puertas del lado noreste del jardín, y de allí, corre por lo menos doscientos metros. Allí estaba aquel invernadero, que una vez su difunta esposa cultivo hermosas orquídeas.

Cerro sus ojos, en forma de tristeza. Juro protegerlos, pero aun así, con el tiempo, no había podido lograrlo.

Cuando pudo salir de aquel lugar, se encamino por un viejo sendero. Al final se podía observar la cúpula de cristal, cubiertas por enredaderas. Un poco mas, y lograría ayudar aquel muchacho.

El silbido de un disparo, lo hizo detener abruptamente, escondiéndose detrás de uno de los árboles.

Pensaba que podría llegar fácilmente ... e interrumpir a mi amo ... Señor Pegasus ... – una vos burlona, se escucho entre las ramas. El antiguo dueño del ojo del milenio, trato de localizar aquel francotirador.

Ikaro ... – dijo en vos alta.

Me halaga que aun me recuerda ... Señor ...! – Un muchacho rubio, de cabellos largos, sus ojos eran amarillos. Vestía un traje chico, de seda negra.

Acaso no eras uno de los sirvientes de los Kazutaka? – pregunto curioso, mientras, revisaba su arma. Estaba cargada, y lista para disparar.

Lo era ... pero ... saben decir que la sangre tira mas que el dinero ... – dijo mientras sonreía maliciosamente.

... – Pegasus abrió sus ojos sorprendido, acaso, el era ...

Hermano sanguíneo ... pero lejano ... – Ikaro apareció frente al pelimorado, apuntándolo con un rifle - ... Solo que fuimos separados, y por obra de algún dios, fui a caer en la casa de los Kazutaka ... – sonrió emocionado - ... Irónico ... verdad?


Los pasillos de la casa, eran oscuros, otros parecían que fueron quemados. Corrieron hasta el final de uno de ellos, era un callejón sin salida. Volvieron, por el mismo lugar.

Espera ... – el muchacho de ojos esmeraldas, hizo seña a su compañero, para que escuchara - ... Sientes eso ...? – pregunto.

No estoy seguro ... – Duke se acerco a una de las paredes, poso su oreja sobre ella, y escucho detenidamente - ... Es detrás de esto ... – Ambos se alejaron, y empezaron a pegarle patadas a la puerta falsa escondida.

Se podía observar pasadizos estrechos, para una sola persona. Se introdujeron, sigilosamente, hasta llegar hasta el sonido que los había llamado la atención. Pequeños golpeteos, a una estructura, como si fueran cadenas, o algo parecido. Caminaron hasta llegar a una puerta.

Duke tomo su arma con una mano, mientras con la otra trataba de abrir la puerta. Lentamente, fue girando aquella manija, pero lo que encontraron detrás de ella, no tenia entender.

A ...sa ... to ... – murmuro Seiichio, mientras caía de rodilla, ante tal imagen - ... Que te hicieron ... – casi grito desesperado, al mismo tiempo que las lagrimas empezaron a brotar de sus ojos.


Salió corriendo de aquel lugar. Su corazón palpitaba desesperadamente, rogaba que no muriese de un paro, antes de poder rescatarlos. Pudo encontrar un sendero, si no recordaba mal, había tres lugares apartado de aquella mansión en ruinas. Se detuvo en una intersección, estaba desesperado, a quien ir primero a rescatar.

Que demonios te pasa KAIBA! Debemos ir a rescatarlos – Tristan le había gritado, al verlo parado allí, sin decidirse

Hay tres caminos IDIOTA! Como quiere que los rescate al mismo tiempo ... – miró el arma que le habían dado, miro su anillo y el relicario que tenia en la otra mano – " lo siento ... perdóname " ... – pensó lastimosamente. Saco de entre sus ropas una pequeña navaja - Toma ... Ve por ese camino ... de seguro llegaras a un viejo invernadero ... De seguro que encontraras a Joey allí ... – le dijo apresuradamente, mientras el otro castaño lo miraba sorprendido y desorbitado – Ve por detrás ... encontraras en un muro una vieja abertura ... Así podrás entrar ... – y sin dejar que le replicaran algo, salió corriendo en dirección contraria.

Y QUE DEMONIOS HARÁS MALDITO BASTARDO! – Tristan le grito furioso. Seto se detuvo un momento para también gritarle.

Rescatar a Mokuba ... Y ...Vengarme ...! – y salió corriendo, desapareciendo entre los árboles.

El castaño, no pensó mas, empezó a correr por donde le habían indicado. Solo esperaba que todo fuera fácil, rápido y que todos sus amigos estuvieran sanos y salvos.

Que tan equivocado estaba.


Sintió algo frió en sus piernas, sintió una punzada, y hasta risas. Apenas empezó a abrir sus ojos azules, cerrándolos de inmediato. La luz que tenia de lleno en la cara, le hacían arder la vista.

Mira ... la mascota despertó ... – una voz conocida, hizo girar su cabeza, para luego encontrándose con el rostro desquiciado, de su mejor ex amigo.

Yugi ...! – murmuro, para luego sorprenderse que este llevara un cuchillo en sus manos – Que piensas hacer ...? – dijo temeroso.

Jugar ... – dijo en forma infantil – Verdad que puedo jugar? – el muchacho pregunto como niño pequeño entusiasmado con su nueva mascota. Mokuba pudo ver detrás de este, al tipo alto de ojos amarillos. Aquel que una vez conoció en una de las reuniones. Un escalofrió paso por su cuerpo.

Porque hacen esto? Yugi ... Por favor ... – miro suplicante. Pero eso provoco que el muchacho, cambiara su rostro infantil, a uno de odio.

PORQUE? – grito desquiciado, mientras lo tomaba rudamente de los cabellos, jalándolos, haciéndole doler – Maldita basura ... te acostaste con Lucio ... CON MI LUCIO .. y preguntas porque hago todo esto? – lo soltó bruscamente para luego darle un golpe en el rostro, haciéndolo sangrar. Se dio vuelta, acercándose a la mesa que estaba allí, tomo un látigo, y empezó a azotarlo en las piernas del pelinegro, haciéndolo gritar de dolor.

DETENTEEEE! YUGI BASTAAA! – Lucio empezó a gritarle, mientras trataba de soltarse, lacerando sus muñecas.

El pequeño estaba ido, sus ojos demostraban inconciencia en la histeria, Levanto nuevamente el látigo, para pegarle directamente en el rostro, pero unas manos, lo sostuvieron, cuando se giro furioso, para reprochar, suavemente sus ojos fueron cubiertos por unos dedos fríos. Mientras, a su oído recitaban versos en latín.

Como si fuera un muñeco, dejo caer sus brazos al costado de su cuerpo, su cabeza callo suavemente sobre aquel pecho cálido, que lo recibió con un gran abrazo.

Shhhhh ... mi hermosa marioneta ... – Tatsumi decía mientras besaba sus cabellos y los acariciaba - ... Creo que excedí tu odio ... Mi hermoso niño ... – dijo sonriente, mientras miraba el cuerpo maltrecho de Mokuba. Quien no ocultaba las lagrimas de dolor. Tomo a Yugi, en brazos, para luego depositarlo sobre un colchón que había en aquel salón. Lo deposito suavemente, como si fuera una muñeca de porcelana. Cuándo se giro, miro detenidamente a Lucio, y descifró lo que este pensaba en ese momento - ... Hermoso ... verdad? – se le acerco despacio, con su paso elegante y su arrogante sonrisa - ... Es un muñeco en mis manos, y hace y dice lo que yo le digo.

Maldito! Le has lavado el cerebro...!

No ... no ... mi querido amigo ... Solo tome su destrozada alma, su cuerpo frágil, y le di lo que el siempre quiso ... Un poco de amor ... – sonrió maliciosamente - .. Bueno ... eso fue lo que pensó él ... que yo le daba – Lucio quiso patearlo pero le fue inútil.

Maldito bastardo ... Porque te metiste con él. Es una de las personas mas puras que había conocido ... – empezó a llorar – Porque me lo arrebataste ...

Ahí estas equivocado ... – dijo seriamente mientras lo miraba con sus ojos amarillos intensos - ... Tu fuiste quien lo termino de alejarlo ... Tu indiferencia y tu amor por su otra identidad fue su condena, y ninguno de sus patéticos amigos, ni incluso Tu quien supuestamente lo amaba, se dio cuenta cuanto dolor su corazón albergaba ... – se separa, dirigiéndose donde estaba Mokuba, semi inconsciente, por las heridas. Paso uno de sus dedos, provocándole dolor. Degusto la sangre, mientras sonreía – Pero ... ahora es tiempo que todos paguen por sus penas ... y las mascotas vuelvan a su perrera ... – murmuro fríamente, mientras veía algunos monitores.

Lucio también fijo su vista en ellos. Allí estaban, sus amigos, tratando de llegar a rescatarlos, pero también algo que estrujo aun mas su alma. Joey, estaba pasándola peor que ellos.


Nota de la autora: MILHARU ... EMPEZA A CORRER! QUE NOS MATAN XDDDD