La noche era helada, el aire les daba en la cara, estaban atentos a cualquier ruido, al crujido de una rama, a una pisada, a un susurro levantado por el viento, era una comitiva antes jamás vista, tres murciélagos al frente, y atrás tres aves, un halcón, un águila y un alcotan, los seis animales en completo silencio, pero un chillido rompió aquel silencio, era el murciélago del frente, empezó a descender hacia el oscuro bosque, lo imitaron los otros cinco animales, llegaron a un claro, la luna parecía bañar únicamente esa zona, había un manantial, con las aguas tranquilas y cristalinas, alrededor del claro se encontraba una malla de oscuridad, el murciélago que iba al frente revoloteo por la zona, de repente, una niebla lo cubrió, y cuando se despejo, ahí estaba el joven, lo mismo paso con los otros dos murciélagos, apareciendo el chico y la chica, al poco momento aparecieron Lesthat, Isthar y Calisto.

- La entrada es allá- dijo uno de los jóvenes, señalando el lago, sus aguas estaban completamente tranquilas, no había ni un movimiento

- Pero, la ciudad cierra sus puertas en la noche, por miedo a ataques,- dijo la chica, mientras se sentaba en el suelo,

-¿Y tendremos que esperar hasta mañana para poder entrar?- dijo Calisto, mirando a los alrededores con cautela, sus ojos se entornaron, igual a los de un gato.

- Hay un aroma diferente, proveniente de allá, y es de humano- dijo Calisto señalando, a lo que podría ser la zona mas oscura del bosque, Lesthat se acerco hacia donde estaba Calisto, y levanto la cabeza, respirando profundamente

-Isthar tendremos que...- empezó a decir, pero se callo al ver como Isthar se transformaba en una sigilosa loba, una loba negra, y con ojos verdes, Lesthat la imito y se transformo en un lobo de color miel con los ojos azules y Calisto en una hermosa loba de color blanco con ojos miel, los otros tres jóvenes, se transformaron en niebla, y se puso cada uno alrededor de cada lobo para cubrirlo de miradas astutas.

Lesthat iba primero, y lo cubría el chico Khan, Isthar iba de segunda y la cubría la chica Lith, y Calisto de ultimo cubierta por el otro chico Brom, no hacían el mínimo ruido, sus patas se acoplaban a la tierra, y su respiración era confundida con el susurro de los árboles, su cuerpo no era mas que una sombra, una sombra de la oscuridad, sus oídos estaban alerta, la mirada entornada, la nariz hacia arriba, abierta hacia cualquier olor que les traiga el viento, las garras preparadas, para cualquier improvisto, Calisto gruño, gruño por lo bajo, el lomo se le erizo, y enseño los dientes, hacia la oscuridad, Lesthat e Isthar la imitaron, habían sentido aquel aroma, una piedra salio de la oscuridad, intentando golpear a Calisto, pero Calisto la evito con facilidad, aun que lanzo un lastimero aullido y se interno en la oscuridad, seguidos por unos contrariados Lesthat e Isthar, y una niebla conjunta, cuando la vieron, Calisto estaba sentada, en posición de ataque, el cabello del lomo completamente erizado, enseñando los blancos colmillos, y una mirada de odio, Lesthat e Isthar adoptaron la misma posición, posición de espera, hasta que llegaran sus victimas.

-Maldito bosque- dijo alguien, su voz era ronca, salio de la oscuridad, con la varita en alto, una capa negra le cubría el rostro y el cuerpo, iba agachado, encorvado, detrás de el venia una persona alta, y unos ojos fríos

- Cállate Montgomery, sabes que el te puede escuchar, donde sea que estés- dijo con miedo y respeto, la primera persona, John Montgomery no pudo evitar un escalofrío

- ¿Donde debe estar la entrada?- decía mientras que con su varita escrutaba los rincones del suelo, la segunda persona William Richtson, entornaba su mirada en la oscuridad

- Algo anda mal- susurro, saco su varita - Lumos.- susurro, y con la luz empezó a escrudiñar en la oscuridad, poco a poco se iba acercando hacia donde se encontraban ellos, tenia la varita en alto se encontraba un metro de ellos, Lith había regresado a su forma normal, y le murmuro a la noche Nox, la varita dejo de emitir luz, el mago extrañado la miro y volvió a susurrar lumos, la varita emitió luz, cuando se acerco a su antiguo punto, la varita solamente alcanzo a iluminar como una loba blanca saltaba hacia el, el terror lo invadió, la loba tenia la cara del mismo diablo, odio en los ojos, ansias de sangre en los colmillos, y las garras brillando con maldad, detrás de el salio una loba negra, los ojos verdes emitían el mismo fuego que los de la otra loba, su aspecto era peor, salto sobre el otro mago, ni tiempo tuvieron de gritar, los afilados colmillos se clavaron sobre su presa, la presa cayo en el suelo, levantaron los ojos, y lloraron, ante las dos hermosas chicas que había en lugar de las lobas.

-Piedad- decía uno de ellos, y el otro solo lloraba, pero eso no ablando sus corazones, aquellos corazones que sangraron, que lloraron con dolor, las miradas antes bondadosas ahora solo eran hogueras, detrás de ellas salio un joven con el mismo aspecto, con el mismo odio, y del otro lado del bosque salieron tres chicos pálidos, los dos hombres temblaron, lloraron con mas fuerza. - Piedad, por favor, piedad- dijo el de los ojos fríos, ahora consumidos por el temor,

- ¿Piedad?- escupió Isthar, el hombre asintió

-¿Piedad?- volvió a repetir Isthar, el hombre tembló -¿Tuviste piedad de ellos? No, no la tuviste¿Tuviste piedad de la niña de cabellos de oro? No¿Del niño de mirada de plata? No¿De la mujer que cargaba un hijo? No¿Del anciano que protegía a sus nietos? No.

No tuviste piedad con ellos, no te remordió sus llantos, ni suplicas, te burlaste de ellos, te reíste con maldad, hubo placer en tus ojos, maldad en tu corazón, odio en tus palabras, yo te vi, vi como mataste a cada uno de ellos, y se que no despiertas en la noche gritando, atormentado por la culpa, por el dolor, por el arrepentimiento, se que no te acuerdas de sus miradas, de sus manos, del color de sus cabellos, ni sus nombres sabias, ni sus sueños, no los conocías y llegaste y los mataste, como si algo te debieran.

¡No¿Si no tuviste piedad con ellos por que yo tendría que tenerla contigo?- Isthar dijo cada una de las palabras, con odio, dolor y lagrimas, Calisto lloraba en silencio, Lesthat la tenia abrazada, mientras vigilaba al otro, los jóvenes pálidos estaban en silencio, y el hombre de ojos fríos lloraba, lloraba con desesperación, a lado de Isthar apareció una niña, de cabellos de oro y una muñeca en la mano, la mirada dulce, la cara de porcelana, le murmuro Te perdono, para desaparecer como había llegado, ocupando el lugar de la niña apareció un niño, con el cabello color madera, la piel de un tenue rosa, los labios rojos y los ojos de grises, con la mirada de plata, el también le murmuro Te perdono, el hombre lloraba desconsoladamente, ante el apareció el anciano, el rostro cansado, los ojos con juventud, los cabellos blancos, a lado de el estaba una mujer, joven, el cabello rojo, ojos azules, pecas esparcidas, labios delgados, y con un niño en los brazos, aparecieron cada una de sus victimas y cada una le murmuro Te perdono.
El hombre lloraba, se aferraba así mismo,

-Mátame- suplico el hombre,

- Te dije que no tendría piedad contigo, no te matare, que tu castigo sea vivir con la culpa, despertar a la mitad de la noche gritando, sabiendo que arrebataste vidas, -dijo Isthar dándole la espalda, el hombre alcanzo su varita, Lesthat iba a murmurar un hechizo, pero fue innecesario, el hombre se lanzo un hechizo hacia el mismo, y de su varita salio una luz verde, al momento cayo muerto, Isthar dirigió su mirada hacia el otro hombre, el solo se reía, una risa cruel,

- Que estupido,- decía entre risas, Calisto saco su espada y estuvo apunto de clavarla en el corazón del hombre, pero se detuvo

- ¿Te acobardas? No has matado verdad, no conoces el placer, - Calisto lo pateo en la espinilla, el hombre rió con más fuerza

- ¿Creen que me voy a arrepentir? De servir al señor mas poderoso, jamás, yo le soy importante, jamás dejaría que me maten- dijo con seguridad Calisto y Lesthat rieron

- ¿Importante, Si tu le eres tan importante llámale, que te venga a salvar de ellos -dijo señalando a los tres jóvenes, que sus miradas eran vacías, los labios mas rojos, y en lugar de dientes enseñaban unos blancos colmillos, el hombre tembló y empezó a gritar

-¡ Mi señor, ayuda mi señor, ayuda! - los seis jóvenes se mantuvieron expectantes, no paso nada, de repente se empezó a escuchar una risa, cruel y fría, que llenaba cada uno de los rincones del bosque, y luego una palabra

- No - el hombre tembló, y grito, imploro misericordia, pero todo fue inútil, los tres vampiros se iban acercando, y el destino estaba escrito, el moriría, Isthar y Calisto desviaron la mirada, en el momento que los blancos colmillos de los jóvenes atravesaron la piel del hombre. De repente solo hubo silencio, que fue roto por el sonido sordo del cuerpo del hombre al caer, Isthar no pudo suprimir un escalofrió, se transformo de nuevo en una loba, para regresar al claro, un lugar donde había luz, la siguieron Lesthat y Calisto, los tres jóvenes, se quedaron terminando su festín, ni uno de ellos tres hizo el menor intento por hablar, Lesthat se transformo en halcón, y surco los cielos, sabia que buscaban la entrada al refugio, a la ciudad, el claro era seguro, no podía entrar nadie que tuviera malas intenciones, pero quería asegurarse si había mas de ellos, de los mortifagos.

Calisto llego y se dedico a buscar leña para encender una fogata, sabia que nadie que no estuviera dentro del claro podría verla, era segura, por que no revelaba su ubicación, Isthar se quedo sola, se sentó en la tierra, apoyo la espalda una gran roca, se tapo con su capa, y empezó a cantar, la melodía era triste y hermosa, canto hasta dormirse, sin saber que su melodía era llevada, por el cielo hasta alguien, quien la necesitaba, alguien interrumpió el silencio

-¿Me puedes decir por que hiciste eso?- pregunto alguien, alguien alto, de ojos cafés, piel con ligeras arrugas, cabellos blancos y negros, - ¿Hacer que? - pregunto una mujer, con ligeras arrugas, cabello castaño, ojos verdes y piel blanca

- ¿Hacer que? no te hagas, por que le llevaste la canción, no debiste hacerlo, la canción era para nosotros - dijo el hombre, la mujer rió, enseñando sus blancos dientes,

- Exacto Joshua, era para nosotros, ahora la canción es de el - se acerco a Isthar y acaricio su cabeza, Isthar sonrió y se acomodo- aunque todavía no lo saben - dijo sonriendo,

- Mujer, Triaka, obviamente no es para el, debiste informarte mal, no puede ser para el, me niego rotundamente, no me agrada - dijo Joshua, Triaka rió

- Tampoco te agradaba la mujer que eligió nuestro hijo, y mira la nieta que te dio- dijo Triaka, Joshua no pudo evitarlo, sonrió

- Mujer, haré caso por que te amo, y si tu dices que es el, entonces válgame dios, es el, solo espero que la cuide- dijo Joshua, se agacho le planto un beso en la frente a Isthar - Solo espero que la cuide- dijo mientras agarraba la mano de su esposa, de Triaka, que también había besado en la frente a Isthar,

- Claro que lo hará - se volteo mirando a Isthar - Nos vemos Isthar, mi nieta- dijo, abrazo a su Joshua, y ambos desaparecieron, Isthar sonrió e inconcientemente contesto Nos vemos abuelos, para seguir durmiendo.

En las mazmorras, alguien tenia una pesadilla, se encontraba en su cama, dando vueltas, las sabanas de seda, estaban pegadas a su torso desnudo, debido al sudor, sus facciones se contraían, podía verse el terror y el dolor en su cara, su cabello largo se pegaba a su rostro, el aire en su cuarto era pesado, de repente como por arte de magia la puerta se abrió, ligeramente, y sin hacer ningún ruido, por la puerta entro una fresca brisa, lo mas extraño, es que en el pasillo no había ni una ventana abierta, o alguna forma de que se pudiera colar un aire, la atmósfera del cuarto cambio, dejo de ser pesada para ser ligera, como de ensueño, dos lucecitas entraron por la puerta, flotaron alrededor, de repente empezaron a tilitar mas fuerte, hasta convertirse en una cegadora luz, misteriosamente esa luz no despertó al hombre, cuando la luz se apago, dejo ver a dos personas, de cuyos cuerpos emanaba una extraña luz blanca, era un hombre y una mujer, el hombre era alto, de ojos cafés, piel con ligeras arrugas, cabellos blancos y negros la mujer tenia ligeras arrugas, cabello castaño, ojos verdes y piel blanca, se acercaron a al hombre, Joshua se sorprendió, al ver unas ligeras lagrimas, que salían de los ojos cerrados del hombre, miro a Triaka intrigado, Triaka se limito a sonreír, agito su mano en el aire, todo estaba en silencio, que fue roto por un ligero murmullo, el murmullo se fue haciendo cada vez mas audible, hasta que pudo identificarse un cántico, de una mujer, era bello, y calmo al hombre, que relajo el rostro, y tuvo una sonrisa en la boca.

Triaka sonrió, y abrazo a Joshua, los dos desaparecieron. La mañana había llegado al bosque, los rayos se filtraban por las ramas desnudas, y despertaban a los que encontraban a su paso, despertando a Lesthat, Calisto e Isthar, a los tres chicos no, ya que hace tiempo que estaban despiertos, Calisto se estiro como un felino, Lesthat abrió los ojos y se tapo otra vez con su capa, Isthar se despertó al igual que Calisto, miraron a Lesthat y sonrieron, se debió haber desvelado cuidándolas. Calisto miro tiernamente a Lesthat, se acerco a el, le acomodo la capa, y se transformo en un jaguar, agito la cola y se interno en el bosque.

Isthar supo que iría a cazar el desayuno, ella empezó a recoger ramas caídas y hojas secas, se encontraba caminando, buscando ramas, cuando algo llamo su atención, un pequeño ruidito, provenía de su derecha, era quedito, se acerco y detrás de unos arbustos encontró a una pequeña niña, con la piel blanca, el cabello verde, con hojas, entre el, y tenia un vestidito blanco.

Isthar se agacho,- ¿Que tienes?- la niña, la miro asustada con sus grandes ojos,

-Me perdí- dijo la niña, Isthar le sonrió

-¿Y tus papas?-pregunto Isthar, la niña bajo la cabeza, y unas lagrimas salieron de sus ojos.

-Están muertos- dijo señalando, hacia su izquierda, Isthar cargo a la niña.

-Ven te llevare a mi campamento- dijo Isthar,

-No me harás daño. ¿Verdad?- dijo la niña, con temor, Isthar le regalo una sonrisa, que disipo el temor de la niña, llego al campamento, donde Lesthat seguía dormido, Isthar asentó a la niña, y se acerco a Lesthat.

- Despierta- dijo moviéndolo, Lesthat murmuro algo, y se volvió a tapar, Isthar lo volvió a sacudir, hasta que Lesthat se despertó.

- ¿Que pasa?- dijo Lesthat, sentándose, Isthar le explico toda la situación, Lesthat miro a la niña, y no pudo evitar enternecerse.

-No, Isthar, no vas a ir sola- dijo Calisto, que había regresado con unos conejos, estaba sentada con la pequeña Tania, que era así como se llamaba la pequeña niña

-No va ir sola, yo la acompaño- dijo Lesthat, agarrando sus armas

- Calisto cuida a la niña- dijo Isthar, mientras agarraba las suyas, Calisto intento protestar, pero la mano de Tania se cerro en torno a la suya

- No me dejes sola- susurro, la niña, mirándola, Calisto se limito a negar y a abrazar mas a la niña

- Tengan cuidado- dijo Calisto, los tres vampiros ya habían llegado, Isthar se volteo hacia ellos

-Cuídenlas - dijo seriamente, los tres muchachos se limitaron a asentir, y ponerse en tres puntos, del circulo que era el claro, Calisto vigilaba el norte sentada, con Tania en los brazos,

- Calisto, no tardamos- dijo Lesthat, internándose en el bosque seguido de Isthar.

El bosque estaba silencioso, Isthar y Lesthat, estaban atentos a cualquier ruido, Isthar guió a Lesthat, hacia el lugar donde había encontrado a la niña, caminaron por esa zona, hasta que Lesthat encontró los cuerpos de los padres de Tania, Isthar se acerco por detrás, y una lagrima salio de su mejilla, Lesthat la abrazo, la madre era bellísima, el cabello era verde, y su piel blanca con unas alas saliendo detrás de su espalda, vestida con un blanco vestido manchado de sangre en el vientre, a lado de ella, había un hombre, igual de hermoso, su túnica también era blanca y también tenia una cortada en el vientre, Isthar se agacho, y toco sus cuellos, buscando alguna señal de pulso, nada, no había nada.

Lesthat coloco una mano en el hombro derecho de Isthar, ella se incorporo, de repente volvió a mirar los cuerpos, ahogo un grito,

-¿Qué paso?- preguntó, Isthar se limitó a señalar la cortada del vientre, Lesthat no entendía, miro a Isthar a los ojos, y pudo ver algo, algo que jamás había visto en aquellos ojos verdes, y era miedo, Lesthat volvió a mirar la cortada del vientre, era un símbolo,

-No, - dijo, negó con la cabeza.

Se quedaron un momento en silencio, e Isthar empezó a entonar unos cánticos, las heridas de los cuerpos se cerraron, dando un aspecto de que solo estuvieran durmiendo, las alas se abrieron, y cubrieron a sus dueños, quienes empezaron a levitar, el canto de Isthar estaba en el punto más alto, cuando los cuerpos de los padres explotaron, por llamarlo de alguna manera, en miles de luces, que se esparcieron por todo el lugar, y se juntaron ante Isthar y Lesthat como una cegadora luz que fue bajando de intensidad, dejando lucir a los padres de Tania, la mujer avanzo hacia Isthar.

-Cuídala- le dijo, el hombre solo se quito un collar

-Pónselo a Tania, la protegerá- dijo el hombre entregándole el collar,

- Se nos acaba el tiempo, cuídenla- dijo la mujer, agarro la mano de la mujer, y desaparecieron. Isthar y Lesthat, regresaron al claro, donde estaban todo igual a como se habían ido.

Tania se acerco corriendo a Isthar y la abrazo

–Dice mi mama que gracias – Isthar sonrió

–Esto te lo dan tus padres –dijo poniéndole el collar

–Por ninguna razón te lo quites –dijo apartándole un mechón verde.

–Su realeza la ciudad ya ha abierto- dijo Khan,

-De acuerdo, vamos- dijo agarrando sus cosas, los demás la imitaron, Tania agarró la mano de Calisto. Isthar se acerco hasta el borde del lago, con su bastón toco el agua dos veces, las aguas empezaron a moverse, y se asomaron dos hombres, con lanzas, y escudos

-¿Quién? – preguntó uno de ellos poniendo la lanza en dirección de Isthar.

Tania se oculto detrás de Calisto.

–Isthar- dijo ella, los hombres se inclinaron,

-Pase- dijeron, y extendieron las manos, el lago se abrió, dejando ver una larga escalera, que conducía hacia la ciudad.

Hola, como estan, espero q les haya gustado este cap, en realidad es mi favorito , bueno, dos cosas, hasta aquí es donde ya llevo escrito, asi q ahora voy a tardar algo en actualizar, procurare q sea lo menos posible, y pues tal vez no actualize en bastate tiempo, pq hay probabilidades d q un huracán llegue a dond yo vivo TT TT, asi q wueno, byes

Marisol.- La verdadera historia del pueblo lo sabras cuando…..la invente XD, ya sabes la maldición o.O? y esperoq t guste este cap, y el detalle d las luces, se me ocurrio, asi, actualiza tu ff!

Jovas.- Buena escritora yo? O.o? seguro d q no había sustancia toxica inhalable, abierta cerca d ti, cuando escribiste esto, lo del cap corto, es q me gusta separarlo por situaciones, XD,