Bueno aquí está la siguiente parte del fic... recuerden es el primer fic que escribí así que talvez está un poquito mal la redacción... Espero que lo disfruten! Dejen sus mensajes por favor! Son de vital importancia para mi... no hay nada como la opinión del lector!
– ¡vamos, vamos! Dense prisa que no tengo toda la noche – decía un poco molesta.
Harry vio que Hermione lo estaba observando y levantó la mano para saludarla, pero cuando menos se lo esperaba, la chica se dio la vuelta y se metió por el hueco del cuadro.
– "¿y ahora que¿Ella también esta enojada conmigo?" – se preguntaba mientras corría mas a prisa para no quedarse afuera.
Cuando estuvo adentro de la sala común buscó rápidamente a Hermione y Ron, pero no los vio por ningún lado. Iba a sentarse en uno de sus sillones favoritos frente al fuego, pero al ver la cara con que todos lo observaban, prefirió subirse a su dormitorio, el mismo que había ocupado desde primer año. Cuando entró no vio a nadie, ni siquiera a Ron, que no estaba en la sala común.
– "¿dónde podrán estar?" – se preguntaba mientras se acostaba en su cama – "no creo que estén en la habitación de las chicas, Ron nunca entraría ahí" – pensaba mientras veía el techo de su habitación. En ese momento tenía muchas dudas¿porqué no había encontrado sus cosas¿porqué no estaba con sus amigos como acostumbraba¿qué había pasado con Dumbledore, y ¿porqué todos sus compañeros lo veían de esa forma? – "talvez piensan que yo tengo parte de culpa en el secuestro de Dumbledore" – pensó Harry. Y con todas estas dudas, se quedó dormido.
Tuvo un sueño muy extraño, Dumbledore estaba ahí, estaba en una habitación vacía, en eso escuchó que entró alguien azotando la puerta. De repente sintió una punzada en la frente, su cicatriz comenzó a dolerle, era un dolor penetrante, que sólo había sentido una vez, cuando Voldemort había recuperado su cuerpo. Volteó a ver al que había entrado y, como lo supuso, era Voldemort, llevaba una capa negra, con la capucha puesta. Se iba acercando a Dumbledore, con una gran sonrisa, una sonrisa triunfante. Apuntó a Dumbledore con su varita, pero no lanzó ningún hechizo, solo lo apuntó, y dijo...
– ¡Harry!... ¡Harry! – lo llamaba alguien – ¡Harry, vas a llegar tarde! – era Neville
– ¿qué? – preguntó Harry algo desorientado, mientras se reincorporaba.
– te quedaste dormido, ya va a terminar el desayuno, yo regresé por unas cosas y te encontré aquí dormido, se te hizo tarde – decía preocupado.
– gracias – le dijo Harry.
– no me agradezcas, date prisa, que vamos a llegar tarde, nos toca Pociones – dijo con un gesto de asco, pero Harry no se sentía agradecido realmente por que lo hubiera despertado, sino porque era el primero que no lo veía con repulsión. Se levantó y se puso sus zapatos y salió con su mochila en el hombro junto con Neville.
En el camino se le ocurrió a Harry preguntarle a Neville si sabía porque todos lo veían de tal forma, pero no pudo pues iban corriendo y estaban un poco sofocados, ya que corrían lo más aprisa que podían para no llegar tarde. Cuando entraron ya había empezado la clase y Snape los volteó a ver.
– ¿qué horas son estas de llegar? – decía con su habitual tono petulante – tomen sus asientos –
Harry se sorprendió por que no les habían bajado puntos.
– ¡ah! Y... 10 puntos menos para Gryffindor – dijo con una sonrisa malvada.
– era demasiado hermoso para ser verdad – le decía en voz baja a Neville mientras se sentaban en una de las mesas de un rincón.
Harry pudo ver a sus amigos, Ron y Hermione, en una de las mesas que estaban en el centro. Cuando se terminó la clase Harry esperó a sus amigos para hablar con ellos, pero al pasar uno de Slytherin lo empujó y calló al suelo, Neville lo ayudó a levantarse.
– gracias, Neville – le dijo Harry frotándose la cabeza ya que se había golpeado la nuca con una silla
– de nada, vamos toca adivinación – dijo viendo el horario.
Salieron del aula y caminaron hacia la torre norte, en el último piso.
– ¿Neville, has hablado con Ron o Hermione? – le preguntó Harry
– sí, en la cena – dijo sin darle importancia y comenzó a correr – vamos Harry, nos quedamos atrás otra vez – Harry lo siguió.
Corrieron hasta la torre norte que como de costumbre estaba con un calor asfixiante y un olor penetrante.
Harry se esperaba que como siempre la profesora Trelawney predijera su muerte, pero no fue así. No supo si fue porque tal vez ya se había hartado de hacerlo durante tres años o porque no lo había visto, ya que se habían sentado en un rincón él y Neville. Harry pudo ver que Ron estaba sentado con Seamus en una de las primeras mesillas. Al final de la clase esperó sentado a Ron, ya que en sus anteriores intentos de hablar con él, había terminado en el suelo, así que dejó que pasaran todos y cuando iba pasando el pelirrojo...
– ¡Ron! – lo llamó Harry tomándolo del antebrazo – necesitamos hablar – decía con una sonrisa tímida, pero a la vez con un tono preocupado – ¿qué pasa¿Porqu...? –
– ¿qué te pasa a ti? – lo interrumpió Ron con una mirada de repulsión – ¿de cuándo acá me hablas? – dijo esto y se soltó de la mano de Harry y se fue.
El chico se quedó helado con la reacción de su amigo, cuando reaccionó ya era un poco tarde, porque cuando salió del aula, Ron había desaparecido.
A Harry no le quedó otra que ir a comer, tal vez ahí vería a Hermione, que era un poco mas sensata que Ron, y podía aclarar las cosas con ella. Pero cuando iba a medio camino...
– ¡Harry! – alguien lo llamaba, su voz le era familiar, pero no podía ser quien creía – ¡Harry, te he estado buscando desde que llegamos! – Harry lo volteó a ver y...
– ¿Malfoy? – preguntó con un poco de confusión y luego volteó a ambos lados para ver si no le hablaba a otra persona.
– ¿a quien buscas? – decía Malfoy con una sonrisa, extrañamente amigable, en su rostro – vamos, que se va a acabar la comida y si no me equivoco no desayunaste, no te vi ahí –
– no, yo no... pero, no voy a ir, tengo que hacer unas cosas, voy a mi sala común – seguía hablando con cierto desconcierto.
– ¿seguro? – Harry asintió rápidamente con la cabeza – bueno, entonces nos vemos en otra ocasión¡adiós! – se despidió con una sonrisa y levantando la mano.
A Harry no le quedó otra mas que irse a su sala común con más dudas que las que tenía cuando se durmió. Iba pensando en todo lo que había pasado, rascándose la cabeza con la mano derecha y con la vista en el suelo cuando chocó con alguien, cayéndosele a ambos sus cosas.
– ¡oh, lo siento mucho, no me fijé... – se disculpaba Harry cuando se dio cuenta con quien había chocado – ¡Hermione¡Que bien! Yo.. bueno, quería... – decía con cierta emoción.
– ¿qué?... ¿chocar conmigo¿tirar mis libros? – le contestaba de mal humor – porque créeme, yo no tenía muchas gan...–
– ¡espérame! – le dijo Harry tapándole la boca con una mano – no quería tirar tus libros y tampoco chocar contigo, bueno sí – dijo Harry levantando también las cosas de Hermione, pero al ver la cara de la castaña agregó – no así, si no que quería verte¡necesito hablar contigo! –
– y ¿de qué tienes que hablar tú conmigo? – le preguntó Hermione con un gesto de incredulidad y a la vez repulsión.
– ¡de todo¿Porqué no estaban como de costumbre en los últimos compartimientos del tren¿Porqué no me esperaron cuando llegamos a Hogsmeade¿Porqué no se sentaron conmigo en la cena? Y ¿porqué no ...? –
– ¿qué¿es una bromita tuya o qué? porque si es así, no tengo tiempo de estarte escuchando¿está bien? – Hermione esperó a que contestará, pero en ese momento Harry no sabía que decir – ¡bueno, me voy¡espero que te hayas divertido! – puntualizó con tono duro y se dio la vuelta.
– ¡Hermione, yo... no... entiendo – decía desanimado mientras veía alejarse a Hermione. Tenía una guerra de sentimientos en su interior, se sentía enojado, triste, confundido, alterado. Terminó por recoger sus cosas y reemprendió su marcha hacia la sala común de Gryffindor. Para su suerte iban saliendo unas estudiantes de 3° año y pudo entrar, porque aún no se sabía la contraseña. Cuando entró la sala común estaba vacía, así que se quedó ahí, en una de las mesas de un rincón, iba a hacer lo que le habían dejado de deberes, ya que no tenía otra cosa que hacer, pero no podía hacer nada, no dejaba de pensar en todo lo que estaba pasando, cuando de repente se acordó de su sueño.
– ¡es cierto¡Dumbledore no esta muerto, esta bien! – dijo en voz alta, pero segundos después se dio cuenta de lo que había hecho y volteó a todos lados para ver si no había nadie, y por suerte era así, la sala común estaba completamente vacía. Empezó a recordar todo el sueño, lo recordó todo, pero...
– "¿qué era lo que quería decirle a Dumbledore¿Porqué estaba tan contento?" – pensaba Harry, pero sabía que eso nunca lo iba a descubrir – "si tan solo no me hubieran despertado" – decía con reproche. Él sabía que todo sueño relacionado con Voldemort era como una premonición de algo que iba a hacer el señor tenebroso. De repente se levantó de un salto viendo el reloj de la sala común y se dio cuenta que nuevamente se le hacía tarde para ir a clases, así que salió corriendo por el retrato y volvió a chocar con alguien, pero esta vez no era Hermione.
– perdón... ¿Ginny! – dijo sorprendido Harry – ¿co.. cómo estas? – le preguntó Harry un poco dudoso.
– ehm.. bien... – decía con un mal gesto muy raro, al igual que la amabilidad de Malfoy, en Ginny – bueno, tengo que entrar¿te podrías quitar? – le dijo ya que Harry estaba tapando la entrada del retrato.
– oh, perdón... veo que tú también estas molesta conmigo...– decía desanimado. Ginny solo lo vio de arriba a abajo con un gesto de extrañés y siguió su camino.
Harry la vio desaparecer por el retrato y siguió su camino, con las mismas dudas que había tenido cuando se despertó, pero con unas cuantas más, cómo¿porqué Malfoy era tan amigable con él? – "bueno, tal vez es una broma pesada" – pensó Harry mientras caminaba, pero de repente se detuvo.
– "y¿a donde voy? No sé que clase nos toca" – pensaba Harry un poco preocupado – "tal vez alguien se haya quedado retrasado en el Gran Comedor" – dijo esperanzado y corrió hacia el gran salón. Ya iba a entrar cuando.
– ¡Harry Potter! – alguien lo llamó enérgicamente, una voz conocida – ¡Nadie te mandó no bajar a comer! Estas no son horas de entrar al Gran Comedor¡ahora deberías estar en clase! – era Hermione, y se notaba molesta.
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Pobre Harry... todo se le complica... Draco Malfoy siendo buen amigo?... Hermione gritándole por cualquier razón?...
Un poquito de lo que leerán en el siguiente "cacho" del fic...
– ¿qué¿Pensabas escucharnos y pasarle información a tus amigos de Slytherin como siempre? – decía molesto Ron – ¡creo que ya te has tardado en darles la contraseña! – decía cada vez mas molesto.
– ¿qué te pasa¡Yo no tengo amigos en Slytherin! – decía Harry levantando la voz también – ¡Y NO SÉ CUAL ES TU PROBLEMA¡TU Y HERMIONE Y TODO EL MUNDO HAN ESTADO ACTUANDO MUY RARO! – decía gritando.
– ¿ACTUANDO RARO¡TÚ ERES EL ÚNICO RARO AQUÍ¡NO SÉ COMO QUEDASTE EN GRYFFINDOR¡DEBISTE HABER QUEDADO EN SLYTHERIN!– también gritaba Ron.
– ¡SÍ¡TAL VEZ AHÍ ME TRATARÍAN MEJOR¡Y TENDRÍA AMIGOS DE VERDAD¡NO COMO USTEDES! – Dijo Harry puntualizando, se dio la vuelta y justo cuando iba a abrir la puerta, alguien lo hizo antes, era Hermione.
Hermione iba a decir algo, se veía molesta, pero al ver la cara de Harry, también molesto, solo se quedó con la boca abierta.
