HARRY POTTER Y EL LADR"N DE ALMAS
Parejas: Draco/Harry, Severus/Lucius y Severus/Andrei, alguna más ira saliendo, no se, pero acepto vuestras propuestas.
Disclaimer: Los personajes pertenecen a J.K. Rowling
Capitulo 5: Reuniones
-Llegan tarde.- dijo el hombre de larga barba blanca cuando entraron por la cocina los últimos miembros de la Orden en la cocina. La orden del Fénix con algunos miembros nuevos y con la falta de otros, se volvía a reunir en Grimnauld Place, la antigua casa de Londres que había pertenecido a los Black y que se había convertido en la sede de la Orden.
-Lo sentimos mucho Albus.- se disculpo Tonks.- Nos han asignado el caso de ese niño que han encontrado muerto y nos están presionando mucho. Ya sabes como se pone la opinión pública cuando se tratan de críos. El ministro no puede permitirse más fallos.
-¿Habéis descubierto algo sobre lo sucedido?- preguntó Andrei sin demostrar todo el interés que tenía.
-No mucho. Todavía tenemos que estudiar detenidamente el informe del forense.
-Pero buscando si alguna vez había pasado algo semejante, hemos encontrado muchos casos abiertos sobre niños desaparecidos.- añadió Kingsley.
-¿Hay alguna relación con esto?- preguntó Remus preocupado.
-No lo sabemos. Oficialmente, no. Pero lo estamos investigando. Creemos que tienen algo en común.
-Sí, nos ha llamado la atención que la mayoría tienen rasgos similares.
-Rubios con ojos claros.- susurro Severus pensativo.
-¿Como lo sabes?
-No era muy difícil adivinarlo viendo la foto del chico.
-Tienes razón. Además, todos tienen una mirada inocente. Por lo menos en las fotografías.
-¿Podría tratarse de los mortífagos, Severus?
-No lo creo, Albus. Puede ser que alguno tenga que ver, pero no creo que tenga ninguna relación con el Lord.
-Ya veo. ¿sabéis algo más?
-Nos hemos puesto en contacto con otros países y en muchos nos han dicho que ha habido algún secuestro con estas características.
-Interesante.- susurro Dumbledore.- ¿Que pretende sea quien sea con eso?
-Por lo que hemos podido ver, tenía restos de magia negra y según lo que nos han explicado quienes han visto el cadáver, habían abusado de él.
-Lo que no entendemos es como ha podido morir. No tenía rastro de ninguna herida mortal, ni de veneno, ni de nada. Y nadie sabe como explicar lo de los ojos. Es tan extraño. Tendremos que esperar a ver que dicen los expertos.
-Severus, ¿no has oído nada sobre esto que pueda interesarnos?
-No, Albus, ya te he dicho que no se nada.
-Y ¿Nada nuevo?
-Tampoco. El otro día hubo una iniciación, nadie importante.-mintió.
-Muy bien. Pasemos a otro tema.
La reunión continuó buscando alternativas para impedir los ataques de los mortífagos, aunque sin mucho éxito.
El miércoles pasó con rapidez con las dos clases prácticas de defensa. La clase había consistido en un esquivar hechizos de magia negra. Por suerte había comenzado con un nivel básico y el único accidente fue cuando Goyle intentó atacar infructuosamente a su compañero, que resultó ser Ron, después de un intercambio de insultos aprovechando que el profesor Shalikov había salido un momento. La clase terminó convirtiéndose en una batalla campal hasta que Draco convenció a los de su casa que no merecía la pena acabar castigados por esos Gryffindor, cosa que sorprendió a toda la clase que se preguntaba que le había pasado al chico rubio. Cuando el profesor llegó, les quito 20 puntos a cada casa por irresponsables para luego darle 5 al rubio por poner clama.
- Sr. Malfoy, quédese un momento, por favor. – le llamo Shalikov al sonar el timbre.
-No me esperéis. Luego iré a la biblioteca.- se despidió de sus amigos y se dirigió a la mesa del profesor.- ¿descubrieron algo en la reunión?
-Por lo que nos dijeron, Severus y yo hemos llegado a la conclusión de que tus sueños son reales.
-¿No puedo hacer nada? No quiero continuar teniendo estos sueños.
-Lo imagino, debe ser horrible. La única manera de que dejes de tenerlos es que terminen los secuestros, pero para ello estaría bien que prestaras más atención a todos los detalles.
-¿Algo más? Quería ir a la biblioteca para ver si encuentro algo.
-Espera, te voy a firmar una justificación para que puedas entrar en la sección prohibida.
-Gracias, profesor, me ira bien.
-De nada. ¡Ah! Draco, ten mucho cuidado.
-¿Cuidado? ¿Por que?
-Severus piensa que podrías estar en peligro y yo también. Te pareces mucho a esos chicos y además esos dos te conocen.
-¿Crees que podrían atacarme?
-No lo se, pero vigila.
Por la tarde...
-Remus, ¿que haces aquí? ¿Cuando has llegado?- preguntó un chico de ojos verdes.
-Llegue anoche. Hubo reunión de la Orden y Albus me ha pedido que me quede un tiempo. Ya sabes, por eso de la seguridad.
-Por cierto, ¿donde están Ron y Hermione? Yo que pensaba que nunca os separabais...
-Están con sus compañeros de trabajo. A mi me ha tocado con Malfoy. Tengo que pasar todo el curso con él por culpa de ese profesor nuevo.
-Parece un buen profesor. Lo conocí ayer. Se ve que esta en la orden hace tiempo. Creo que su misión era buscar restos de mortifagos por todo el mundo mientras estudiaba los lugares donde iba. Pero creo que ya conocía a Snape.
-Lo que me faltaba, que sea amigo de la persona que más me odia. Pero por mucho que me odie Snape nunca nos pondría juntos para un trabajo todo el curso. No nos vamos a poner de acuerdo ni con el tema. Siempre que quiero hablar con él, desaparece.
-Ahora esta en la biblioteca. Lleva toda la tarde allí. Esta buscando algo en la sección prohibida.
-Creo que voy a ir a ver si puedo hablar con él. Adiós, Remus.- le dijo con una sonrisa.
Desde la muerte de Sirius, Harry se había refugiado en el hombre-lobo. Los dos habían notado mucho su falta y no les había sido fácil superarla. Juntos, encontraron un poco el consuelo que necesitaban. Y, aunque nadie iba a poder ocupar el lugar de su padrino, Remus se había convertido en parte de su familia.
Harry llegó a la biblioteca y con la mirada buscó una cabellera rubia. Encontró al dueño en una mesa alejada de todos y tenía una gran pila de libros a su lado.
-Malfoy, ¿podemos hablar un momento?- preguntó cuando llego a su lado.
-¿no ves que estoy ocupado?- dijo enfadado por la molestia. Harry no se movió- ¿piensas quedarte aquí?
-Quiero hablar contigo y no me iré hasta que lo haya hecho.
-Habla, rápido. Tengo mejores cosas que hacer que escuchar tu discursito.
-¿No eras tu el que estaba tan preocupado por el trabajo el otro día? Todos los grupos han empezado ya a discutir el tema.
-Nos dio el trabajo ayer, todavía hay tiempo hasta Navidad.
-Pero cuando antes lo sepamos, antes podremos empezar y antes podré dejar de soportarte.
-Esa última me parece una buena razón.- Harry bufó perdiendo la paciencia.- pero no hay que tomárselo a la ligera.- Draco puso un papel por la hoja donde iba y lo dejo sobre la mesa.- tú ganas, siéntate.
-''la magia negra: historia desde los primeros tiempos'', ''maldiciones, hechizos y rituales mortales''. – leyó Harry en voz alta.- ¿para que quieres tantos libros? Todos son de magia negra.
-Todos no. Ese último es de magia blanca. ¿Sabes? La magia blanca también mata aunque tú no lo creas. Ahora vamos a lo nuestro.
-¿Como te han dado permiso para cogerlos?
-Me lo ha firmado Shalikov. ¿quieres dejar de hacer preguntas ya?
-Vale, perdona, solo era curiosidad.
-Cogemos esta semana para pensar diferentes temas y el miércoles que viene nos volvemos a encontrar para decidir.
-Y ¿ya esta?
-¿Qué más quieres?
-No se. Algo sobre lo que pueda pensar.
-¿Algo relacionado con la magia?- preguntó irónico el rubio.
-Eres insoportable.- le gritó el moreno.
-Shhhh. Quieres bajar el volumen. No quiero que me echen por tu culpa.
-Podrías ser más específico.
-A ver, tiene que ser algo que pueda tener jugo y que nos interese.
-No se me ocurre nada
-Por eso he dicho que dejemos una semana para pensar, estúpido. Podrías utilizar la cabeza de ves en cuando ¿o es que solo la tienes para lucir tu famosa cicatriz.
Harry se quedó callado. ¿Por qué tenía que ofenderle siempre? Y, más importante ¿por qué le afectaba tanto lo que e dijera ese niño malcriado, egoísta y egocéntrico?
-¿piensas dejarme con lo que estaba haciendo? Ahora.
-Ya me voy.- Harry se levantó y cogió sus cosas.
-Espera.- le llamo cuando se marchaba.
-¿Qué quieres ahora?
-Vuelve a sentarte.- le ordeno el rubio con voz imperativa.
-No recibo ordenes tuyas, Malfoy. No pienso quedarme a escuchar tus insultos.
-Si esperas u momento que acabe una cosa, podemos seguir hablando. Hicimos un trato, ¿no? prometo no volver a insultarte.
-No creo que seas capaz de comportarte durante más de diez segundos.
-Vete si quieres, pero después no digas que no te hago caso.
Draco vio como el moreno volvía a sentarse resignado y sonrió para sus adentros. Cogió el libro que había estado leyendo y revisó las últimas hojas. Nada del ritual. Miró al otro chico que observaba las hojas de uno de los otros libros. No sabía porque le había hecho quedarse pero se había sentido culpable después de echarlo.
-ya estoy. ¿Que más quieres saber?- pregunto con un tono más ''amable''.
-Cualquier cosa. Decirme que busque sobre magia es como no decir nada. Además tú entiendes más sobre magia.
-Eso seguro. Yo descartaría la magia occidental.
-Si, a este profesor parece gustarle más los otros tipos. Y a ti Parece gustarte más la negra.
-Creo que es donde más información podemos encontrar.
-En eso tienes razón. ¿crees que podremos sacar una nota alta con ese tema?
-Si no lo creyera, no lo hubiera propuesto. ¿hay algo que te interese?
-No entiendo mucho.
-Podríamos analizar un mago oscuro.
-¿Como Voldemort?
-no vuelvas a decir ese nombre en público.- le recriminó volviendo al tono distante que había ido perdiendo durante la conversación.- no creo que a Dumbledore le gustara la idea.
-Ni yo. Y ¿Salazar Slytherin? Se saben muy pocas cosas de él.
-Sabes, Potter, si no fueras tu te besaba. Por primera vez has dicho algo inteligente.- Harry se sonrojo.
-Me lo tomare como un cumplido.- dijo Harry sonriendo con orgullo. El orgulloso y arrogante Malfoy había admitido que había tenido una buena idea.
-El miércoles que viene quedamos y miramos como enfocar el tema.
-Hasta mañana en pociones.- ''no va a estar tan mal como pensaba.''
-Nos vemos.- Draco vio como se alejaba sin apartar la vista de él hasta que salió de su alcance. ''hay que admitir que tiene buen cuerpo.'' Penso mientras se pasaba la lengua por los labios.
Ya era muy tarde así que con un hechizo los libros volaron a su sitio y el se marcho a buscar un poco de ''distracción''.
Unos ojos negros habían estado observando toda la escena. Parecía que la idea de poner a esos dos juntos no iba a resultar tan terrible como habían pensado en un principio. Incluso, si no fuera por todo el rencor acumulado durante tantos años, podrían llegar a llevarse bien. Aunque por lo que había visto en los ojos de su protegido estaba seguro que su intención no era esa precisamente. Ya conocía esa pasión de los Malfoy por los retos. Él mismo la había vivido en carne propia.
Se disponía a salir cuando sintió un intenso dolor en el brazo. Se llevo la mano donde se escondía la marca oscura. Parecía que el Lord tenía prisa. Dejando una pequeña nota a la bibliotecaria para Dumbledore, se marchó.
Rápidamente llegó a las afueras de los terrenos de Hogwarts. Invoco su capa negra y su máscara blanca y concentrándose en la marca, desapareció.
Cuando abrió los ojos estaba en la misma casa donde se había celebrado la iniciación de Draco. Vio como llegaban otros mortifagos. Algunos los conocía de haber coincidido en Hogwarts, a otros de haberlos visto alguna que otra vez y muchos otros de haber sido profesor de ellos.
Cuando veía a esos últimos, sentía que había fracasado en su trabajo. Sabía que muchos de ellos habían decidido convertirse en mortifagos en los últimos cursos, y que los profesores tenían parte de culpa en ello. Nunca se habían preocupado lo suficiente del futuro de los alumnos y aún menos si pertenecían a Slytherin que los daban como casos perdidos sin ni siquiera darles una oportunidad.
El jefe de las serpientes había discutido sobre eso varias veces con Dumbledore, pero poco podía ayudar cuando el mismo director era el que tenía más prejuicios aunque no lo hiciera con mala voluntad. Muchas veces, incluso, le había llegado a recriminar su imparcialidad a favor de su casa. ¿Pero a caso los demos eran más justos? ¿De quien sospechaban primero siempre sin tener siquiera alguna prueba? Alguien tenía que creer en ellos. Y, él, los comprendía.
Severus volvió a la realidad al sentir un roce en su brazo. Se giró y, aún con máscara, pudo reconocer esos ojos grisáceos. Sonrió imperceptiblemente. Le hizo un gesto de reconocimiento a su rubio y se adentraron en la casa.
Se fijo en los cuadros colgados e la pared y, como ya le había dicho Draco, en todos aparecía el mismo hombre oriental en diferentes épocas. Eso si que era extraño. A lo lejos, vio aquella puerta donde había encontrado al chico, donde había estado aquel mago desconocido. Tuvo la tentación de acercarse a investigar, pero un Malfoy le hizo entrar en la sala donde esperaba ansioso el Señor Tenebroso.
Los mortifagos se habían colocado formando un círculo, todos arrodillados ante su señor con la cabeza baja. Severus y Lucius los imitaron.
-Mis leales servidores.- se alzó una voz aterciopelada que hacía estremecer a cualquiera solo viendo quien hablaba. Voldemort todavía no había recuperado su propio cuerpo y se escondía entre varios metros de tela que hacía verlo más oscuro aún si podía.- hoy estáis aquí porque tengo una misión que encomendaros. Quiero saber quien esta llevando a cabo esos rituales sobre niños. Quiero que remováis mar y cielo para traerme esa información. ¿Entendido?
-Si, mi Lord.- contestaron todos al unísono en un murmullo.
La reunión continuó por un largo rato planeando un ataque al ministerio, pero no se llegó a ninguna parte. Los aurores vigilaban cada rincón del edificio para evitar más ataques. Una vez terminada, los mortífagos empezaron a salir.
-Quédese un momento, Snape.- Severus se sobresalto al escuchar su nombre. Se giró y vio que el Lord le hacía un gesto para que se acercara.- ¿Hay alguna novedad?
-No, mi Lord. Nada nuevo.
-Ya sabes que quiero que me informes de cualquier cosa por insignificante que sea. Y ¿la poción?
-Casi ya esta lista. Pronto podrá recuperar su cuerpo.
-Eso espero, Severus.- Voldemort alzó la mano huesuda y le rozo el rostro. Severus sintió un escalofrió ante el toque. Y le susurro en el oído- Eso espero.
Severus se inclinó en señal de respeto y salió de la sala. Gotas de frías resbalando por su frente. Voldemort siempre conseguía ponerle nervioso con sus insinuaciones. Nunca podías saber que pretendía realmente.
-¿Te vienes?- escucho una voz preguntar a su espalda. Se giró y se encontró con unos ojos grises que lo observaban.- o ¿me vas a hacer pasar esta noche también solo?
-No. hoy vas a tener compañía. Vamos.- Severus se acercó a Lucius y juntos desaparecieron.
continuara...
Keira: espero que a poco a poco se vayan aclarando tus dudas. un poco de paciencia. pronto sabras quee relación tiene todo.
Paola: a mi también me gusta el ruso. pero no te preocupes. Severus solo es de Lucius. Si quieres algo de ellos he escrito una historia de ellos dos que va junto con esta mas o menos. espero que sigas leyendo.
