HARRY POTTER Y EL LADRÓN DE ALMAS
Capitulo 7: Aceptando sentimientos
La semana pasó sin ningún contratiempo. Los entrenamientos de quidditch habían dado comienzo y las clases cada vez empezaban a ser más duras, en especial para los de séptimo que tenían que entrenarse para las pruebas de final de curso.
El miércoles por la tarde el equipo de quidditch de Gryffindor entrenaba duramente en el campo. Harry Potter volaba concentrado en busca de la pelotita dorada esquivando una y otra vez a las bludgers que se cruzaban en su camino.
El sol brillaba fuertemente dificultando su búsqueda. Dio varias vueltas al campo a diferentes alturas, pero la pelotita no quería ser encontrada. Después de un largo rato poco exitoso, la snitch pasó volando a su derecha. Harry se inclinó hacia delante en su escoba para darse impulso y salió detrás de ella. Cogiendo velocidad, la adelantó y con una mano alcanzo la pelotita.
Harry descendió a tierra y tras despedirse de sus compañeros que continuaron entrenando, se marchó a los vestuarios.
Harry se metió en la ducha bajo un frío chorro de agua para quitarse el sudor. Necesitaba refrescarse después de tantas horas entrenando con un tiempo tan cálido. Cogió el jabón y comenzó a restregárselo por todo el cuerpo.
Desde el otro lado del vestuario, un chico rubio observaba todos los movimientos del moreno. Vio como se desnudaba lentamente, como se metía bajo el agua, como resbalaban las gotas por su bronceada piel, como se enjabonaba...
"Dios mío, Draco. Deja de mirar.", se regañó a si mismo cuando sintió que algo empezaba a despertar entre sus piernas. "¿Como puede ser tan provocativo y tentador?"
-Vaya espectáculo, Potter.- el rubio apareció a la visto de Harry.- Debo reconocer que en otras circunstancias ya me hubiera lanzado sobre ti.
-Malfoy.- dijo ruborizándose ante la mirada del rubio. Podía sentir como si intentará devorarlo con la mirada. Agarro la toalla y se tapó rápidamente.
-Lo se, no debería estar aquí. Es solo que te vi entrar y quería aprovechar para hablar ahora. Claro que no esperaba encontrarme con una escena como esta.
-¿Para qué quieres hablar conmigo?- preguntó confundido el moreno.
-Te recuerdo que hoy es miércoles y habíamos quedado para comentar lo del trabajo.
-Sí, eso lo se. Pero habíamos quedado en hablar en la biblioteca no mientras me ducho.
-Ya, ya, pero es que había pensado que podíamos quedarnos en los jardines. Llevo toda la semana encerrado en la biblioteca, necesito aire libre. Además, pronto empezara el mal tiempo.
-OK. Me cambio y vamos.
-Te espero.- dijo sentándose en un banquillo.
-¿Puedes esperar fuera?
-¿Por qué? No es la primera vez que veo un chico desnudo. No creo que seas muy diferente a los demás.- contesto inocentemente.
-Pronto acabaran el entrenamiento los otros y vendrán para aquí. No creo que les guste encontrarte.
-Vale, he captado la indirecta. Si te da vergüenza cambiarte delante de mí, me voy a fuera.
-¡Ey! Yo no he dicho eso.- pero el rubio ya había desaparecido de su vista.
"¿Vergüenza? ¿Yo? ¿Por qué debería darme vergüenza cambiarme delante de él? En la habitación me cambio delante de mis compañeros y no me da corte. Para que me engaño, claro que me da vergüenza. Y aún más después de como me ha mirado. Me lanzaba cada miradita. Pero no, no puede ser. Debo estar imaginándomelo. El no puede ser de ese tipo, con lo intolerante que es siempre. Además, si lo fuera de todas formas ¿Porque iba a gustarle yo?", pensó tristemente. "¿Que hago pensando en esto? ¿Por que me molesta no gustarle? A mi me da igual él. No me importa. No me gusta, me gustan las chicas. Que haga lo que quiera."
-Maldito seas Malfoy, ¿por que no puedes dejarme en paz?- Harry terminó de vestirse rápidamente y salió en busca del rubio.
-Entonces, quedamos que vamos a investigar la historia de Salazar Slytherin, ¿no?- le pregunto Harry al rubio.
-Exacto. En nuestra Sala Común tenemos algunos libros escritos por él o por discípulos suyos. Creo que podríamos encontrar cosas interesantes. Nos podríamos centrar en sus logros, descubrió muchos hechizos y pociones, además de viajar por muchos lugares.
-¿Se sabe porque se convirtió en un mago oscuro?
-De su vida anterior se sabe muy poco. Los libros que te digo, muchos están escritos en un idioma poco conocido. Nadie se ha molestado en traducirlo. Nada más sabemos que existen los de Slytherin y no todos.
-¿Tu como los conoces?
-Me lo contaron el profesor Snape y mi padre. Estoy seguro que ellos estarían dispuestos a ayudarnos. Es un tema que interesa a mucha gente, pero que no se han molestado en investigar detalladamente. La gente solo ve de él lo que quieren ver, a un mago oscuro que asesino a centenares de muggles, pero es mucho más. Mucho de lo que nos ha llegado hasta ahora es gracias a él. Nosotros no solo vemos su parte oscura, sino que vemos el gran mago que fue. Y eso último es lo que tenemos que sacar en el trabajo.
-Es decir, quieres que hagamos que parezca más bueno de lo que fue.
-No lo entiendes, Potter. Todo el mundo conoce su parte mala. Por mucho que nosotros busquemos su otra parte no va a hacer que cambien de opinión. En ningún momento pretendo que defendamos sus actos más ruines. Yo lo que quiero saber es porque alguien que en un principio era una buena persona, y eso lo puedes encontrar en el diario que escribió Helga Hufflepuff, termina convirtiéndose en lo que todos conocemos.
-Vale, no hace falta que te enfades. Solo era una pregunta.
-Yo me encargare de los libros de mi Sala Común. Le preguntare a Snape si los puedo sacar para mirarlos los dos. Aunque no lo creo. Él es muy celoso con todo lo que hay allí.
-Si es para verlos yo, ya puedes olvidarte de que te deje sacarlos.
-Eso es verdad, pero ten en cuenta que estás hablando con su alumno predilecto.
-Por lo menos lo admites.
-¿Por qué iba a negarlo? Bien orgulloso que estoy de ello. Es todo un honor ser el preferido del mejor profesor que ha pisado esta escuela.- dijo en tono orgulloso.
-¿No crees que estas exagerando un poco.?- le contesto escéptico.
-Mejor será que dejemos ese tema porque nunca nos pondremos de acuerdo.
-Cierto. Otra cosa, si tu te encargas de esos libros, ¿yo que hago?
-No se, tu sabrás. No voy a hacerlo todo por ti.
-Que morro que tienes, Malfoy. Pero no te preocupes, ya me las apañare sin tu ayuda.
-Muy bien.
-Bien.
Remus Lupin dejó los cubiertos en el plato tras el último bocado. Esa noche era luna llena y por más años que llevará transformándose en un hombre lobo, sentía que nunca iba a acostumbrarse a ello. Sin embargo, desde que Snape le preparaba la poción se sentía más tranquilo.
Se levantó de la mesa para ir a buscar al despacho de Snape la poción. El profesor debía estar allí ya que no se había presentado a cenar. Podía notar que el día anterior había pasado algo entre él y su nuevo amigo Andrei, al que ese día había visto extraño. Ahora que conocía un poco más la relación que había habido entre ellos entendía mejor muchas cosas, pero a la vez le preocupaba su amigo. Conocía demasiado a Snape para sabe lo frío y huraño que podía llegar a ser y eso podía dañar al ruso que todavía seguía enamorado de él.
Cuando llegó a su despacho oyó unos gritos provinentes se dentro. Remus no pudo evitar acercarse a la puerta a escuchar.
-¿Como pudiste dejar que me amenazara de esa forma?- gritó la voz que reconoció como la de Andrei. Remus se acercó más a la puerta que estaba entreabierta y lo vio con Snape.
-Era la única manera de que accediera a ayudarnos. Insistió en que quería hablar contigo. ¿Que querías que hiciera yo? Ya intente convencerle de que lo dejara, pero cuando se le mete algo en la cabeza no hay quién se lo saque.
-Por lo menos podrías haberme defendido. Era lo mínimo que podías haber hecho por mí. ¿Tan poco signifique para ti que dejas que me humillen de esa forma?
-Tampoco exageres tanto. Vale que estuvo un poco brusco, pero no...
-Me da igual lo que tú pienses. Yo me sentí humillado y él lo hizo apropósito. No se conforma con haberte alejado de mí, sino que también tiene que restregármelo. Y si no fuera suficiente con todo lo que me dijo me prohíbe que me acerque a ti.
-No le hagas caso, ya sabes como es Lucius. Habla mucho pero después no hace nada.
-Eso no va a hacerme sentir mejor. No me preocupa lo que pueda hacerme, no le tengo miedo. Pero es la última vez que me tratáis así. Y eso te incluye a ti, Severus. No voy a permitir que continuéis haciéndome daño. Ya sufrí demasiado.
-Andrei
-No, Severus. Malfoy tenía razón en lo que dijo, es mejor que no me acerqué a ti. A partir de ahora solo vamos a hablar lo necesario y nada más. Y no vuelvas a traerme a Malfoy sin avisarme.
-No hace falta que lleguemos a esos extremos, Andrei. Tú fuiste una persona muy importante en mi vida. No quiero terminar así contigo. ¿Por qué no podemos ser amigos?
-¿Amigos dices? Los amigos se ayudan unos a otros y no se quedan parados mientras insultan al otro. Pero claro, tenías que quedar bien con tu amorcito.
-No me hables así Andrei. Sabes que no es cierto lo que estás diciendo.
-¿Por qué no me dejas alejarme? Solo quiero olvidarme de ti.
-No quiero que me olvides. Yo no lo he hecho.
-Cualquiera lo diría. ¿Me vas a decir que después de tantos años con Malfoy todavía me quieres? Porque yo todavía te amo, Severus.
-No, supongo que no. Pero que no te ame como antes no significa que no me importes.- Remus vio como Severus se acercaba a él y lo agarraba de los brazos mientras dejaba un suave beso en sus labios.
-Eres un egoísta.-dijo sin romper el beso.
-mmh- Severus lo acercó más a hacia él.
-¿Por qué? ¿Por que haces esto? ¿No te das cuenta que me haces daño?- le preguntó cuando se separaron.
-No voy a hacer nada que tú no quieras.
Remus, no pudiendo soportar más lo que estaba viendo decidió hacer algo para interrumpirlos.
-¿Snape?- llamó picando a la puerta- Severus inmediatamente se alejo de Andrei y lo hizo pasar.
-Lupin, supongo que viene a buscar la poción.
-Supone bien. Buenas noches, Andrei. Que sorpresa verte aquí.- le dijo con una sonrisa.
-Remus, no recordaba que hoy era luna llena. Espero que estés bien.- dijo un poco cortado.
-No te preocupes. La poción me ayuda mucho.
-Aquí la tienes.- Snape le entregó un pote con un líquido verdoso.
-Muchas gracias, Snape. Buenas noches.
-Si, si... Adiós.
-Espera Remus. Me voy contigo. Adiós Severus.- se despidió cerrando la puerta.
Severus se dejo caer sobre el sillón sin comprender lo que había pasado solo unos minutos antes.
Después de terminar la cena Harry se levantó de la mesa con sus amigos. Cuando llegaron a la sala común los dos chicos se despidieron de su amiga y subieron a su habitación. Harry se tiró sobre la cama dejando escapar un suspiro.
-Harry, ¿seguro estás bien? Sabes que puedes confiar conmigo.- le dijo el pelirrojo preocupado.
-No te preocupes, Ron. Ya verás como pronto se me pasa.
-Parece que andes enamorado. ¿Quién es la afortunada? Ojala fuera mi hermana. Ya sabes que esta loca por ti.
-Sabes que a tu hermana solo la puedo ver como eso, tu hermana. A toda tu familia la considero como la mía. No puedo sentir nada más por ella a parte de un gran cariño. Pero ya está.
-Que lástima. Sería fantástico tenerte como cuñado. Se va a llevar una desilusión cuando se entere.
-Yo... lo siento mucho, pero no siento nada por ella.
-¿No te gusta ni un poquito?
-No.
-¿entonces quién es?
-¿Quién es quien?
-Tu amada.
-Yo no he dicho que me guste nadie.
-A mi no me engañas.- dijo sentando se a su lado.- ¿Por qué no quieres decírmelo? No será Hermione, ¿no?
-No, tampoco es ella.
-¿Tampoco? Eso quiere decir que hay alguien.
-No lo sé, Ron. No preguntes más.
-Sabes, nos tienes muy preocupados. Hace mucho que no nos cuentas nada.- Ron se levantó para irse, pero Harry le cogió del brazo y le hizo volver a sentarse.
-Es que no se lo que siento, de verdad. No es que no quiera deciros nada. No se como explicarlo.
-Inténtalo, a lo mejor puedo ayudarte.
-Eres mi mejor amigo. ¿Te lo había dicho alguna vez? No se que haría sin vosotros.
-Nada, no harías nada. Así que explícame que pasa por esa cabeza tuya.
-Prométeme que no te vas a enfadar.
-Pero ¿por qué iba a enfadarme?
-Promételo
-Vale, te prometo que no voy a enfadarme.
-Creo que la razón por la que no siento nada por tu hermana es porque no me gustan las chicas.
-¿Que quiere decir eso?
-Sabes muy bien que quiere decir.
-No puedo creerlo. ¿Me estas diciendo que te gustan los chicos?- le gritó poniéndose rojo.
-Me dijiste que no ibas a enfadarte.- Harry sintió que los ojos se le llenaban de lagrimas. Si resultaba que era verdad y su mejor amigo no le apoyaba ¿que iba a hacer?
-Pero me estas diciendo que eres gay.
-Lo se. Yo no he elegido serlo, simplemente ha pasado. No es culpa mía.
Hubo un rato de silencio donde solo se escuchaba de vez en cuando un sollozo de Harry.
-Yo no quiero que me odies por esto.- le dijo tristemente.
-Harry, no llores. No te odio.- Ron cogió a Harry y lo abrazó.- Perdóname, es solo que me pillo de sorpresa.
-¿No te molesta? ¿No te doy asco?
-¿Como ibas a darme asco? Ante todo eres mi amigo y eso no lo va a cambiar tus preferencias sexuales.
-No puedes imaginar lo que representa para mí que no me rechaces. Tenía tanto miedo.
-¿Estas seguro de lo que dices?
-La verdad no lo se.- Harry recordó una melena rubia y unos ojos plateados y sintió un cosquilleo en el estomago.- No merece la pena seguir negándolo ni mintiéndome a mi mismo. Me gustan los chico lo quiera o no lo quiera, tengo que aceptarlo.
-No me pidas que lo entienda de un día para otro. Pero quiero que sepas que voy a ayudarte. Ya has sufrido mucho y no voy a permitir que sigas haciéndolo, y aún menos por esto. Voy a apoyarte en todo lo que hagas.
-Eso es suficiente para mi.- Harry abrazó a su amigo en señal de agradecimiento cuando en ese momento entraron la resta de sus compañeros.
-Esperamos no interrumpir nada.- dijo Dean riendo. Harry y Ron, por su parte, se pusieron colorados.
-Cállate.- exigió Ron lanzándole una almohada. Y así empezó una guerra de almohadas que no concluyó hasta bien pasada la madrugada, cuando Harry cayó dormido con una sonrisa al haber empezado a aceptar sus sentimientos.
Unos alaridos de dolor y terror escapaban de una cabaña perdida en medio de un bosque desierto. Una voz, entre gritos, pedía una ayuda que no iba a poder recibir. El cielo se tiño de rojo. Y, entonces, los gritos cesaron. El silencio y el cuerpo maltratado de un niño era lo único que quedaba, mientras dos hombres enfundados en sus largas capas salían portando en sus manos una bola de luz que brillaba con intensidad.
Continuara...
Gracias a todas las que habéis dejado un mensaje.
Oromea-Malfoy: Hola, supongo que no te habrá gustado la escena del beso entre Sev y el ruso, se escribió sola, yo tampoco quiero que engañe a mí querido rubito. Voy a intentar que en capítulos adelante se porte mejor, lo prometo. Como ya ves, Harry ya empieza a descubrir que siente algo por Draco. Ya entiendo porque tu risa, desde ese punto de vista un poco de gracia si que dan.
Conacha: Hola, tendré en cuenta tu propuesta de juntar a Remus y al ruso. Yo también tenía en mente algo entre ellos, pero quería saber que pensabais. Lo de que Lucius ha sido muy comprensivo con Severus, no sabría que decirte, ya ves como ha amenazado al pobre rusito. Lo que pasa es que no quiere arriesgarse a perder a su sev.
Pronguies, the best: ¡Hola! Me alegro que te guste el tema de la historia, la verdad es que me esta costando un poco darle marcha al asunto, pero ya le voy cogiendo el truquillo. Harry y Draco ya empiezan a entenderse un poco aunque aún van a pasarles algunas cosillas. Me leí tu fic, esta muy bien.
Keira: ¡Hola! Ya puedes imaginarte que le ha hecho Lucius a Andrei. Os he hecho caso y en este capitulo ya he puesto mas cosas sobre Draco y Harry. Gracias por tu ayuda con el fic.
