HARRY POTTER Y EL LADRON DE ALMAS

Este capitulo está dedicado a Mirels y a Mey.-mey que se han leído toda la historia (y casi todas las otras mías) y que me animan mucho con sus comentarios. Besitos a las dos y espero que os continué gustando.

Capitulo 14: Sueño del pasado: segunda parte

Harry corrió por el pasillo en busca de su tutor. Necesitaba estar con alguien de confianza y con quien se sintiera seguro. Corrió y corrió durante varios minutos hasta que se dio cuenta que no sabía donde estaba. Tan absorto había estado en sus pensamientos que no se había fijado por donde iba.

"Mierda¿como te has podido perder aquí? Estúpido. Bueno... Tranquilízate, Harry. Tú ya has estado en esta zona.- pensó intentando calmarse.- Recuerda donde te dijo Draco que estaba la habitación de Remus."

Harry se paró para orientarse recordando el día en que Draco le había mostrado toda la mansión. Pero era incapaz de acordarse de lo que él le había explicado. Solo podía ver aquellos ojos grises, aquel cabello de seda dorada...

¿Por qué tenía que haberlo engañado¿A caso lo que pretendía era entregarlo a Voldemort? Sí, eso tenía que ser. Por eso había insistido tanto en que fuese con él a su casa. Tenía que ser eso. Había estado jugando con él. Todo lo que le había dicho era mentira. En ese momento sentía que aquella era la peor traición que nunca podrían haberle hecho.

Maldijo en su interior el día que había caído atrapado en las redes del rubio. Ron había tenido razón. Draco Malfoy solo era un mortífago más. Ahora se arrepentía de no haber hecho caso a su mejor amigo. ¿Cómo pudo confiar antes en él que en el amigo de toda su vida?

Debía encontrar a Remus. Tenía que salir de esa casa cuanto antes. Pero algo en su interior le decía que estaba equivocado, que tenía que haber una explicación, que no tenía que perder la esperanza.

"Maldita seas. ¿Cómo puedes pensar esto? No seas ingenuo. Te ha traicionado por mucho que te niegues a aceptarlo."

.-¿Por qué, Draco¿Por qué tú?.- exclamó entre sollozos.- ¿Por qué?

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Andrei se tragó de un solo golpe la bebida que quedaba en su copa para volverla a llenar seguidamente. Empezaba a marearse. Nunca le había sentado muy bien la bebida, pero ese día la necesitaba para poder soportarlo.

Después de largas horas gritándose, tirándose de los pelos y insultándose a causa del alcohol, las cosas se habían calmado un poco. Aún así, continuaba habiendo una atmósfera de tensión entre los cuatro.

Él estaba medio tumbado en uno de los amplios sofás. A su lado estaba Remus, que jugaba con su copa sin llegar a beber de ella. De vez en cuando, sentía como este lo observaba, pero Andrei solo tenía ojos para ese ser de carácter huraño que se sentaba en frente de él.

Lo amaba. No había dejado de hacerlo nunca. Pero él se había olvidado rápidamente de él, no había tenido problemas para sustituirlo. Para comprobarlo solo hacía falta ver la actitud que tenía con Lucius.

Lucius. Siempre tenía que estar en el centro de todo. Lo odiaba con todo su ser por haberle robado lo que más amaba. Aunque quizá no le había robado nada, quizá no había sido nunca suyo. Ese pensamiento es lo que más daño le hacía: pensar que Severus nunca le había correspondido de la misma forma que él. Había hecho todo lo posible por mantenerle a su lado, pero nada había sido suficiente. Lucius había jugado sus cartas mejor. ¿Que podía darle Malfoy que él no pudiera?

Severus nunca lo había amado de verdad, eso lo tenía muy claro. Nunca había conseguido hacerle sentir lo que Lucius si había logrado: deseo, pasión, amor... ¿Qué había hecho mal? Ahora eso ya daba igual, ahora ya no podía hacer nada por cambiar las cosas. Era demasiado tarde, como siempre.

Sintió como Remus lo miraba insistentemente con tristeza reflejada en los ojos. Sabía que él se había dado cuenta de lo que estaba sucediendo en su cabeza. Le devolvió la mirada con una sonrisa. No quería hacerle daño. El hombre.-lobo se había convertido en una persona muy importante para él. Lo que mas deseaba en ese momento era que funcionara la relación que había empezado entre ellos dos. Esta vez iba a hacer lo imposible por lograrlo. Lo haría por Remus y por él. Los dos merecían volver a ser felices y si podían serlo juntos, que así fuera.

Pero aún así, él siempre tendría un rincón en su corazón reservado única y exclusivamente para Severus Snape.

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EL chico se retorció entre los brazos del hombre que lo agarraba con firmeza. Le mordió, le arañó, le gritó e incluso le suplicó que lo soltará, pero el hombre solo respondía apretándolo más fuerte, mientras el otro lo miraba divertido con una sonrisa lasciva dibujada en su rostro.

Lo entraron en la casa y lo lanzaron sobre una de las camas. El hombre que parecía ser el cabecilla, cogió unas cuerdas y se acercó a él sin borrar esa sonrisa que cada vez era más amplia. El chico, viendo lo que iba a suceder, empezó a gritar desesperadamente pidiendo que alguien lo ayudara.

.-No grites, pequeño. Aquí nadie va a venir a ayudarte. ¿No ves que a nadie le importa lo que le pueda pasar a un monstruo como tú? Estás a nuestra merced.- dijo el hombre mientras lo amordazaba.- Así estarás calladito. Me gustaría ver la cara de ese querido padre tuyo cuando vea lo que vamos a hacerte.

El hombre emitió una risa escalofriante. El chico empezó a temblar presa del pánico. Los dos hombres lo observaron retorcerse para soltarse y dar golpes al aire. Parecían divertirse con solo sentir el terror que inundaba el cuerpo del chico.

.-Ahora vamos a jugar un ratito contigo. ¿Qué te parece?

El chico le suplicó con los ojos que lo dejaran, pero ellos parecían tener otros planes para con él.

.-Sigue suplicando tanto como quieras, aún será más divertido.

El chico empezó a moverse frenéticamente. Quería salir de allí, quería volver al castillo de Hogwarts con su padre, quería volver a sentirse seguro, quería despertar y darse cuenta que todo aquello era únicamente una pesadilla, quería...

El otro hombre lo ató bien fuerte al chico con las cuerdas para que no pudiese moverse mientras el cabecilla le arrancaba la ropa.

.-Dime Jack ¿Quien tendrá el honor de disfrutar primero de este bello cuerpo?.- preguntó pasándose la lengua por los labios sin quitarle los ojos de encima.- Creo que seré yo el que disfrutare del honor de desvirgar este delicioso cuerpo. Ya tendrás tiempo de jugar luego con él, Jack.

El chico lo miró con una mezcla de suplica y de terror mientras gruesas lágrimas caían por sus ojos, pero pareció no tener efecto en el hombre que se lanzó a él como un depredador hambriento sobre su indefensa presa.

En ese momento, la esperanza que había guardado de que su padre llegara a salvarlo de ese terrible destino que le tenían preparado, desapareció. Ya nada podía protegerlo de aquellos dos hombres.

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Harry se levantó del suelo limpiándose las lágrimas que aún seguían resbalando por sus mejillas. Había decidido olvidar a cualquier precio lo sucedido con Draco hasta ese momento. Olvidaría tanto los buenos momentos como los malos. Haría ver que nunca había habido nada entre ellos. No quería seguir sufriendo más. Lo olvidaría a él. No quería seguir llorando por su culpa.

Después de varias vueltas, Harry consiguió llegar a la habitación de Remus. Llamó durante un buen rato a la puerta sin que nadie le contestase así que decidió entrar para ver si estaba allí. Dentro no había nadie para su disgusto, pero daba igual, esperaría allí a que llegara. No quería encontrarse con Snape y, todavía menos, con Lucius Malfoy mientras se dedicaba a buscarlo.

Se tumbó en la cama deseando que no tardara mucho en llegar. Deseaba salir de esa casa cuanto antes mejor. Y, allí tumbado, se quedó dormido soñando con unos preciosos ojos grises que lo miraban con amor y adoración y unos labios rosados que lo besaban tiernamente. En su sueño no había traiciones, ni marcas en los antebrazos, ni magos tenebrosos... En su sueño solo existían ellos dos.

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Andrei levantó la cabeza sobresaltado. Una sensación de tristeza, dolor y miedo acababa de invadirlo. Alguien estaba en peligro y no estaba muy lejos de allí. No era la primera vez que sentía eso. Algunas noches en Hogwarts también había sucedido algo similar, pero no era capaz de adivinar de donde provenía ese grito de ayuda. Pero esa noche, las sensaciones las sentía con más intensidad.

Su estancia en Oriente Medio y el estudio de la mágica típica de esa zona, le había enseñado a sentir cosas que otro mago no podría, especialmente cuando esas sensaciones que llegaban a sus sentidos tenían una base mágica.

.-¿Habéis sentido eso?.- escuchó que preguntaba el licántropo.- Era una sensación muy extraña. Por un momento he sentido un profundo miedo.

.-Debe de ser el alcohol, Lupin.- le contestó Lucius.- No te preocupes más.

.-Pues yo también lo he sentido.- Dijo Andrei molestó por la forma en que Lucius había hablado a Remus.- Pero no he conseguido ver de donde provenía. Además, no es la primera vez e o siento.

.-Yo diría que provenía de esta casa.- Andrei al escuchar lo que Remus acababa de decir, se levantó de golpe mirando a Severus con cara de comprensión.

.-¿Crees que tenga algo que ver?.- preguntó Severus entendiendo lo que el otro le quería decir.- Vamos a ver que pasa.

Severus y Andrei salieron del salón sin decir nada. Tenían la seguridad de que eso tenía que ver con lo que estaban investigando. Debían encontrar a Draco y preguntarle si había sucedido algo.

Remus y Lucius se quedaron parados viendo como aquellos dos se marchaban con algo de envidia. El hombre rubio pronto se levantó para seguirlos. Tenía derecho a saber lo que tenían entre manos esos dos, para algo era su casa ¿no? Además, era su deber vigilar que el ruso no se atreviese a acercarse más de la cuenta a su Severus. Ya le había advertido de lo que sucedería si no le hacía caso e iba a cumplir con su amenaza.

Remus se quedó solo allí abajo. Parecía que no le importaba a nadie. Siempre sucedía igual. Después se estarse un rato allí sin hacer nada decidió que lo mejor era volverse a su habitación. Allí estaría tranquilo y podría pensar en todas esas cosas que atormentaban su cabeza.

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Los dos hombres salieron de la casa dejando al chico atado y amordazado sobre la cama. Tenía el cuerpo lleno de rasguños y golpes y su piel parecía haber perdido todo color. Le costaba respirar y la vista la tenía borrosa.

En su interior rezaba una y otra vez que viniera alguien y se lo llevara de allí y lo curara, pero era consciente de que eso no iba a suceder. Nadie sabía que el estaba allí. Ahora solo deseaba morir rápidamente y dejar de sentir ese dolor que sentía en cada rincón de su cuerpo. Había perdido todas las fuerzas para seguir luchando. Se sentía cansado y solo quería cerrar los ojos y dormir en paz.

A través de la ventana veía como el tiempo iba pasando y el cielo oscurecía lentamente. Los segundos se le antojaban minutos y los minutos, horas. Hasta que llegó un momento en que todo dolor desapareció y solo quedaba una sensación de vacío y de calma. El momento se acercaba. Ya pronto podría descansar eternamente.

Únicamente lamentaba no poder estar junto a su padre en esos últimos instantes que le quedaban. Sabía que él no soportaría perder también a su hijo. Solo esperaba que no se derrumbara como había hecho tras la muerte de su madre.

Un grito fuera de la casa lo sacó de sus pensamientos. Al chico le pareció la voz de uno de los dos hombres. Fue un grito lleno de pánico que solo duró unos instantes. Al poco, oyó como la puerta de la casa se abría y sintió una precedencia que le hacía sentirse seguro y protegido. Sonrió al reconocer la figura de su padre.

.-Alexander, aguanta hijo mío.- le dijo el hombre con un tono de preocupación mientras corría a desatarlo.- Yo te curaré. Ya verás como te pondrás bien.

.-Papa, no te enfades conmigo.- le pidió el chico con clara dificultad para hablar.- Perdóname por no haberte hecho caso. Perdóname por dejarte solo.

.-Shhh... No hables. No estoy enfadado. No te culpes por esto. Los culpables ya han tenido su merecido. Y no me vas a dejar solo. Vas a volver conmigo al castillo y allí te recuperarás.

.-Te quiero, te quiero mucho.

.-Lo se, mi niño. Yo también te quiero mucho. Eres lo más importante que tengo en esta vida.

.-Pa... pa...

El hombre besó al chico en la frente con todo el amor que un padre puede dar a su hijo. El chico había cerrado los ojos y a duras penas conseguía respirar. El hombre lo miro dudando de que hacer unos segundos, pero pronto se decidió. No iba a permitir que su hijo muriera. Haría cualquier cosa e incluso vendería su alma al diablo si hiciese falta para salvar a su niño y vengarlo.

Y tenía el plan perfecto.

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Severus llamó a la puerta sin recibir respuesta alguna. Algo iba mal allí dentro. Sentía que cuanto más cerca estaba más fuerte eran aquellas sensaciones y notó como una aura oscura salir de la habitación.

Sin pensarlo, abrió la puerta y, justo cuando lo hizo, todas aquellas sensaciones desaparecieron de repente.

Severus se acercó a la cama de Draco y lo encontró respirando agitadamente. En su rostro tenía dibujada una mueca de terror.

.-Draco, despierta pequeño.- dijo Lucius preocupado ante el estado de su hijo.- Draco.

.-¿Papa?.- preguntó el chico temblando.

.-Estoy aquí. Ha sido solo una pesadilla. Ya acabó todo.

.-Me duele todo. Es como si lo que sucedía en el sueño me estuviera pasando a mí también.- explicó el chico.

.-Tranquilo. ¿Ha sido como las anteriores?.- quiso saber Severus. Draco asintió.-Muy bien. Ahora descansa y mañana veremos que podemos hacer.

.-NO, no quiero volver a dormir, por favor, no quiero volver a soñar con eso.- suplicó el rubio.- por favor, no me hagáis dormir.

.-Vamos a hacer esto. Les digo a los elfos que te traigan un chocolate caliente y después Severus te dará una poción para dormir sin soñar.

.-No, no sirven de nada. No quiero, el sueño volverá.

.-YA verás como no. Confía en mí.

.-Y ¿Harry¿Donde esta Harry? Tendría que estar aquí.- preguntó mirando hacía todos los lados de la habitación.

.-No se, ya lo buscaremos después, ahora tienes que descansar que tienes mucha fiebre.

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Remus entró en su habitación decidido a tumbarse en la cama y no volver a moverse de allí hasta el día siguiente. No quería saber nada de nadie. Solo deseaba dormir y no pensar en nada. Con las luces apagadas, se sorprendió al notar un bulto sobre su cama.

.-Remus¿eres tú?.- dijo el chico despertándose.

.-¿Harry¿Qué haces en mi habitación?.- preguntó el hombre encendiendo la luz.

Con el solo hecho de escuchar el nombre del rubio, a Harry se le inundaron los ojos de lágrimas y luchó para evitar derramarlas. No quería preocupar más a Remus.

.-¿Qué sucede, Harry¿Estás bien¿Ha pasado algo con Draco?

.-Sácame de aquí, Remus. Por favor. No quiero seguir aquí.

.-Pero ¿por qué¿Qué te ha pasado?

.-Draco... él me ha engañado. Me ha traicionado. Soy un ingenuo. Debí darme cuenta antes. Yo confíe en él, incluso me pelee con Ron por él, para que ahora me hiciese esto.

.-Si no te explicas mejor, no te entenderé. ¿Qué te ha hecho?

.-¿Qué que me ha hecho? Me quería entregar a Voldemort.- estalló Harry histéricamente.

.-¿De donde has sacado esa estúpida idea, Harry? Creo que estás sacando las cosas de su contexto.

.-Es un mortifago, Remus. Yo mismo le vi la marca brillando en su brazo. Si no me había dicho nada es porque no le interesaba que lo supiese.

.-Con que es eso.- suspiró algo aliviado Remus.

.-¿Como que con que es eso¿Te parece poco?

.-Escúchame, Harry. Todo tiene una explicación.

.-¿Tú lo sabías? Y ¿me has dejado venir aquí? No me lo puedo creer.

.-Sí que lo sabía. Siento no habértelo dicho antes, pero eso lo tenía que hacer Draco. Te aseguro que no pretende entregarte al que no debe ser nombrado, Harry. ¿Crees que si pensara que iba a hacerlo te hubiera dejado venir?

.-Entonces...

.-Te voy a dar un consejo. Tranquilízate y ves a hablar con él. No hagas ningún juicio hasta que hayas escuchado lo que tiene que contarte.

.-¿Puedo quedarme a dormir hoy aquí?.- preguntó un poco más calmado.

.-Claro que sí, nada me hará más ilusión. Pero tienes que prometerme que hablarás con él.

.-Te lo prometo.

.-Así me gusta. Ahora metete en la cama que hace mucho frío.

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Lucius se sentó al lado de la cama de su hijo para observarlo dormir. Al final habían conseguido, con mucha dificultad, que se tomara la poción que Severus le había dado. Se había negado a dormir, así que tuvieron que echarle la poción en el chocolate sin que él se diera cuenta de ello. Al poco rato había caído dormido sobre la cama ya mucho más tranquilo. Solo esperaban que por aquella noche las pesadillas lo dejarán respirar en paz.

.-¿Qué esta pasando? Esto no es normal, Severus.

.-No lo se. Pero encontraremos la manera de arreglarlo. Tiene que haber alguna explicación.

.-No me gusta ver a Draco así.

.-Lo se.- dijo Severus colocando una mano sobre el hombro de su amante en señal de apoyo.- A mi tampoco.

.-Y ¿donde se habrá metido ese maldito Potter? Tendría que haber estado aquí. Seguro que esto no hubiera pasado.

.-No le eches la culpa a él. Sabes que no lo es. Ya se que no te cae bien, pero recuerda que ahora es la pareja de tu hijo. Hazlo por Draco, Lucius. Piensa en él.

.-¿Crees que no lo hago¿Crees que sino pensará en Draco ahora estarían estos tres aquí pasando estas malditas vacaciones?

.-No quería decir eso, Lucius. Espero que Andrei encuentre a Potter. A saber donde se habrá metido, porque en su habitación no estaba.

.-Que ilusión me hace tener a esos dos deambulando por mi casa.

.-Lucius, por favor, no sigas así.- le pidió el moreno riendo.- Eres imposible.

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Andrei buscó por toda la mansión a Harry sin ningún éxito. Derrotado, decidió ir a avisar a Remus de que el chico había desaparecido. No sabía como decírselo, pero era necesario que el hombre.-lobo lo supiese.

Cuando llegó delante de su habitación pico a la puerta. Al cabo de unas segundos, salió el hombre a abrir.

.-¿Qué haces a estas horas aquí, Andrei?.- preguntó bostezando.

.-Ha ocurrido algo.- dijo intentando no alarmar al otro hombre.- No se como decírtelo.

.-¿Decirme el qué?

.-Harry a...- empezó a decir siendo interrumpido por una voz que venía de dentro.

.-¿Quién es, Remus?

.-Es Andrei.- le contestó al chico para luego dirigirse al profesor de defensa.- ¿quieres pasar?

.-Si, creo que será lo mejor.- Andrei y Remus entraron y se sentaron sobre la cama al lado de Harry.

.-Y ¿qué ibas a decirme de Harry?

.-Ahora ya nada. Ya veo que está aquí y a salvo. Pensábamos que había desaparecido.

.-¿Por qué?.- preguntó Harry sorprendido.

.-Hubo un pequeño problema y fuimos a la habitación de Draco. Él nos dijo que tendrías que estar allí, pero no estabas y tampoco en tu habitación. Así que nos asustamos al no verte.

.-Yo... lo siento.

.-Lo que ha sucedido es que vio la marca oscura en el brazo de Draco y creyó algo que no era.

.-¡OH! Supongo que le habrás explicado la verdad.

.-Sí.

.-Me alegro, porqué creo que Draco lo va a necesitar ahora.

.-¿Le ha pasado algo a Draco?.- preguntó Harry preocupado.

.-No del todo. Ha tenido un sueño muy real, demasiado real diría yo. No se muy bien de que va, pero cuando lo hemos despertado estaba muy mal. Estaba muy nervioso y tenía mucha fiebre. Nos ha costado mucho hacer que se durmiera.

.-Tengo que ir a verlo.

.-No creo que sea el mejor momento. Ahora está dormido y Lucius y Severus se han quedado allí con él. Mejor ves mañana por la mañana.

Lo que quedó de noche, Harry estuvo todo el rato dando vueltas en la cama incapaz de dormir pensando en la marca y en como debía estar Draco.

Continuará...

Mirels: Ya ves que esta vez he actualizado más rápido, aunque no se cuanto tardare con el próximo, espero ir igual de rápido y tranquila que no te mataré por pedir que actualice antes. Me alegra que te guste la pareja que hacen Andrei y Remus, al principio no pintaban nada en la historia, pero poco a poco han ido cogiendo importancia. Besos.

Mey.-mey: No se te olvido dedicarme tu fic, recuerdo haber leído mi nombre. Me alegra que te guste mi manera de escribir, me halaga mucho, jajaja. Conseguirás que se suba mi autoestima. Y tomate todo el tiempo que necesites para tu fic, yo podré esperar y si pones un poquito de lemmon, no estaría mal tampoco, jejeje. Besitos, preciosa.

Norixblack: Me alegra mucho que te gustase el fic y espero que lo continúes. Muchas gracias por dejar un mensaje, me animan mucho : ). ¿En serio te gusta este Draco? A mi también, jejeje. Lo de Ron, si con tanto lió no se me olvida, espero arreglarlo un poco. Y tened paciencia que ya se empieza a conocer el misterio. Besos.