HARRY POTTER Y EL LADRON DE ALMAS

Capitulo 18: El Renacer

Harry corrió hacía el lugar que ponía en la carta que había recibido Draco. Esperaba que no hubiese pasado nada y que todo tuviese una buena explicación. Cuando llegó a los baños, lo primero que escuchó fue el llanto escandaloso de Myrtle la Llorona que de inmediato se apareció ante él.

.-Myrtle está muy contenta de que Harry Potter haya vuelto a visitarla. Hacía mucho tiempo que no venía nadie.- dijo la fantasma amenazando con volver a llorar de la alegría.- Los señores de antes fueron muy antipáticos. No quisieron hacerme compañía y me hicieron callar con un hechizo.

.-¿Los señores de antes?.- preguntó el moreno interesado.- ¿Ha estado más gente aquí¿Cuando¿Quienes eran?

.-Sí, dos señores muy extraños. Nunca los vi por aquí. Y desaparecieron por allí.- dijo señalando el grifo en forma de serpiente.- Fue esta madrugada si no recuerdo mal.

Harry miró hacía donde la fantasma había señalado y recordó su segundo curso cuando había entrado en la cámara secreta en busca de Giny. Empezó a temer lo peor. Solo conocía una persona a parte de él capaza de hablar parsel para poder abrir la entrada a la cámara.

Eso solo podía querer decir una cosa, Voldemort estaba en Hogwarts.

.-Después también vino un chico rubio. Aquél tan guapo y arrogante.- esas palabras regresaron la atención de Harry hacía ella. ¿Guapo y arrogante? No había duda que hablaba de Draco,.- Uno de los dos señores lo desmayo y se lo llevó por el grifo ese. No han vuelto a salir. A saber que estarán haciendo allá abajo.

.-Muchas gracias, Myrtle.- dijo Harry apresurándose a llegar al grifo.

.-No bajes allá bajo.- le suplicó la fantasma.- Esos hombres son peligrosos. Mejor que te quedes aquí arriba conmigo. A mi me gusta tu compañia.

.-No puedo quedarme. Tengo que ir a ayudar a Draco. Tú deberías ir a avisar a Dumbledore y decirle que unos hombres extraños han abierto la cámara de los secretos.

.-Si eso es lo que quieres, yo te ayudare.

Harry vio como la fantasma salía volando y él se apresuró a abrir la entrada a la cámara.

0-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-O

Draco escuchó aterrado como Salazar Slytherin comenzaba a recitar un cántico. Era en un idioma antiguo que el chico no supo reconocer. Era una melodía hermosa y exótica, pero a la vez letal que poco a poco lo iba adormeciendo y lo iba aislando de lo que sucedía a su alrededor. Se trataba de ese ritual que iba a traer de vuelta a la vida a su querido hijo. El mismo ritual que pretendía acabar con la vida del joven Malfoy.

El chico no podía prestar atención a otra cosa que no fuese ese cántico. Los susurros del hombre, poco a poco, iban penetrando en su mente. No había nada más a su alrededor. Solo aquella voz grave y sensual que lo hipnotizaba. Su boca se secaba y su garganta se estreñía dificultando su respiración. Sus ojos se empañaban y el entorno se tornaba borroso. Solo podía distinguir una sombra negra que se acercaba a él, lentamente.

De repente, sintió un peso sobre él. Una boca se acercó a su cuello depositando unos suaves besos en aquella zona. Las manos del hombre recorrieron su cuerpo con ansias. Draco intentó decir o hacer algo, pero una fuerza extraña se lo impedía. No podía moverse. Tenía el cuerpo totalmente paralizado. Ni siquiera podía pronunciar una palabra. Y, de golpe, olvido quien era y que estaba sucediendo. No sentía ni dolor ni placer ni desesperación. Su cuerpo había dejado de sentir. Lo cierto, era que el hechizo ya había empezado a hacer su efecto y el alma del joven Malfoy había empezado a abandonar su cuerpo. Y, en ese momento, el colgante empezó a brillar en su máximo esplendor.

Salazar continuó haciendo su trabajo, no sin cierta dificultad. Cada vez que miraba aquel cuerpo que tenía debajo, sentía que estaba mirando a su pequeño Alexander. Le costaba continuar con lo que hacía, era como si estuviera a punto de violar a su niño. Y él, lo último que quería hacer, era dañar a su hijo.

.-Salaza, termina de una vez. Tiene que hacerlo ya.

.-No puedo. ¿Como puedo hacerle esto a mi pequeño? Dime¿cómo puedo, Edick?

No podía seguir.

Aquellos ojos... aquellos ojos eran los de Alexander.

.-No puede ser.- exclamó en un susurro. Eran sus ojos. Lo habían conseguido. Su niño había regresado.- Alexander¿eres tú? Alexander, pequeño ¿has vuelto?

.-Salazar, si no lo hace ahora, esto no habrá servido para nada. No puedes detenerte, maldita sea.- gritó el otro hombre desesperado.- Tiene que acabar de expulsar del todo la alma del otro chico.

.-Pero míralo, es él. Lo hemos logrado, Edick. No hace falta que continuemos. Si ahora continúo a quien le estaré haciendo daño es a Alexander.

.-No pierdas la cabeza. Ya sabía yo que esto no iba a funcionar.-se recriminó a si mismo.- Si quieres devolver a tu hijo a la vida definitivamente, harás lo que tengas que hacer. Y, si no lo hacer tú, lo haré yo. Le recuerdo que tenemos un trato, Salazar. Yo cumplí mi parte, ahora te toca a ti. Cumplir la tuya.

.-Pero...- dijo dubitativo.

.-Sabes que es la única manera de conseguirlo. Para que un alma abandone completamente un cuerpo ha de sufrir un shoc fuerte para que no pueda regresar a él mientras todavía es posible. Si no lo haces, el alma de Malfoy volverá y expulsara la de Alexander y ya no podremos volver a repetir el ritual. El alma de su hijo se perderá para siempre.

.-Tienes razón. No puedo dejar escapar esta oportunidad.- contestó decidido.- Lo siento Alexander, pero tengo que hacerlo. Espero que me perdones por esto.

0-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-O

Severus se apareció en el despacho de Dumbledore con un Lucius inconsciente en brazos. El director lo observó con cierta sorpresa y preocupación en esos ojos azules que escondía tras los cristales de sus lentes. El profesor dejo en una de las sillas el cuerpo de su amante rubio y se acercó a Dumbledore que esperaba una explicación. Cuando por fin consiguió recuperar la respiración, le contó todo lo que Lucius le había dicho minutos antes.

.-¿Me estas diciendo que Voldemort ha muerto?

.-Sí, pero eso no es lo más importando, Albus. Slytherin está vivo y, posiblemente este aquí, en algún lugar de Hogwarts. No creo que le sea muy difícil entrar sin ser detectado teniendo en cuenta que es uno de los creadores de esta escuela.

.-Pero no puedo creerlo.- o más bien no deseaba creerlo.- ¿Confías en la palabra de Malfoy?

.-Albus, vi en que condiciones estaba Voldemort. Eso no lo puede haber hecho cualquiera. Y sí, confío plenamente en su palabra. Se que en esto no está mintiendo. Especialmente porque piensa que buscan a Draco. Y, cuando se trata de su hijo, Lucius nunca bromea.

.-¿Qué debo hacer ahora? Los alumnos están en peligro. Pero si hago algo la comunidad mágica puede entrar en pánico.- dijo masajeándose el puente de la nariz.- Y yo que pensaba que ya no podíamos ir a peor.

.-Primero debemos calmarnos y saber con certeza lo que esta pasando. Luego ya veremos que hacemos.

.-Estábamos tan cerca de conseguirlo, Severus. Voldemort estaba cayendo solo sin necesidad de nuestra ayuda. Pronto hubiéramos podido librarnos de esta oscuridad que nos rodea y... ahora... No hay esperanza. Yo no puedo hacer más.

.-Albus, no puedo creer que tú estés diciendo esto, tú que siempre has luchado para que venza el bien. No puedes rendirte. Si te rindes tú, que pasará con los demás.

Quién iba a decir que legaría el día en que tú me ibas a animar a mí.- dijo sonriendo a aquel al que consideraba como un hijo.- Voy a convocar una reunión con profesores y miembros de la Orden. Mientras tanto, asegurare de que Malfoy esté bien. Querrán hablar con él.

Severus se acercó a la chimenea y la encendió, pero antes de que tuviera tiempo de lanzar los polvos flu para aparecerse en sus habitaciones, apareció un grupo de fantasmas. Dumbledore quiso saber la razón de tal escándalo y Myrtle se puso delante de él.

.-Harry Potter me ha pedido que venga a avisarle de que alguien ha abierto la cámara de los secretos.- ante tal declaración, Albus miró a Severus que se había quedado parado enfrente de la chimenea.

.-Explícate.- ordenó el director.

.-Dos hombres de fuera de colegio entraron. Uno de ellos hablaba pársel y abrió l entrada que hay en aquel grifo. Luego desmayaron a ese tal Malfoy y también se lo llevaron. Y, ahora, Potter también ha bajado.

.-¿Potter ha ido?.- preguntó preocupado Albus.

.-Yo intente impedirlo, pero el no quiso escuchar a esta pobre fantasma.

.-No se de que os sorprendéis. Siempre le ha gustado hacerse el héroe al chico. Lo extraño hubiera sido que se hubiese quedado quietecito esperando la ayuda.- dijo el profesor con el tono de desprecio que solía utilizar para hablar de él.

.-No hay tiempo que perder. Severus busca a Remus, a Andrei y a Minerva y ponles al corriente de todo. Yo me encargare de ponerme en contacto con la Orden. No hay tiempo que perder. Nos encontramos aquí dentro de un rato.- y tras decir eso, desapareció.

0-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-O

Edick lo observaba todo desde una esquina con una amplia sonrisa. Desde el principio, desde el momento en que se había aliado a Slytherin, se había aprovechado de todo aquel juego. Salazar mataba a aquellos chicos para mantener vivo a su hijo y, él lo aprovechaba para mantener su inmortalidad. Él era la única persona que había logrado vivir tantos siglos sin enloquecer. O quizás si lo había hecho. Una persona cuerda difícilmente disfrutaría tales atrocidades. Pero eso ahora daba igual. Él era la persona que había vivido más años, casi seis siglos de vida, y eso le hacía más poderoso que a cualquier otro.

La verdad era que el disfrutaba viendo a Salazar jugando con aquellos niños antes de matarlos y absorberles el alma. Los debilitaba hasta tal punto que los chicos solo deseaban desaparecer y, así, evitaban el riesgo de que sus almas regresaran a su cuerpo antes de completar el ritual. Todo estaba controlado hasta el último segundo, todo era perfecto.

Edick había observado a Salazar a lo largo de los años. La muerte de su amada y su hijo lo había hecho enloquecer de tal manera que no veía nada más. Había basado su vida en buscar venganza. Se había convertido en una persona cruel y despiadada, sin sentimientos de ningún tipo. Solo odio. Y nada podía calmar ese odio desmesurado que sentía hacía todo el mundo.

.-Vamos Salazar, tu puedes hacerlo.- dijo en un susurro. La verdad era que el tenía motivos muy diferentes a los de él para querer que este ritual se consumase.

Salazar arrancó la ropa al joven que tenía debajo de él dudando todavía lo que hacer. Decidió que lo mejor era cerrar los ojos para no ver aquel cuerpo idéntico al de su pequeño. Cuanto antes lo hiciera, antes terminaría y antes podría volver a tener entre sus brazos a su hijo. Después de siglos, volverían a estar juntos. Y, esta vez, sería para siempre. Nunca más permitiría que volviesen a separarlo de él. Nunca.

Concienciado ya de lo que tenía que hacer a continuación, el fundador de Hogwarts se preparó para penetrarlo. Pero justo en aquel momento, sintió una calidez que lo envolvía y escucho una dulce voz en su interior.

"No lo hagas, padre. No quiero que más gente muera por mí. No podré vivir con todo esto a mis espaldas. Por favor, escúchame, no continúes con esto. No quiero vivir así."

Alexander, voy a traerte de nuevo junto a mí. Pronto podremos volver a estar juntos y viviremos como antes de que sucediese todo esto. Ya lo verás, volveremos a ser felices. Te lo prometo, mi niño. Esta será la última vez."

"No, no deseo que lo hagas. ¿No crees que ha muerto ya suficientes niños? No podré soportar saber que han muerto por mí. No quiero vivir si este es el precio que he de pagar."

"Lo siento. Voy a hacerlo. Algún día entenderás que era lo mejor que podía hacer. Cuando todo esto haya terminado y todo vuelva a ser como cuando vivíamos aquí..."

Después de eso la voz dejo de escucharse. Y, cuando volvía a lo que había dejado pendiente, un gritó llenó toda la habitación.

0-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-O

Harry miró horrorizado lo que se presentaba ante sus ojos. Draco estaba allí tumbado, inconsciente y desnudo y aquel hombre estaba encima de él. ¿Pero quien era ese hombre? Miró a su alrededor en busca de Voldemort, pero se sorprendió al no encontrarlo. Entonces volvió a centrar su atención en Draco.

.-Noooooo.- gritó al ver que iba a violarle.

El hombre levantó sorprendido la cabeza.- ¿Quien eres¿Como has entrado aquí?.- preguntó enfadado por la interrupción mientras cogía su varita y lo apuntaba con firmeza.

.-Soy Harry Potter. ¿Y usted¿Como ha entrado? Solo pueden entrar los que hablan pársel. ¿Donde esta Voldemort?

.-¿Voldemort? Ese está muerto. Preguntas como he entrado aquí, es muy fácil teniendo en cuenta que fui yo quien la creo. Soy Salazar Slytherin.

Harry no necesitó que volviese a repetir quien era, pues algo en él le decía que por increíble que pareciese era verdad. Y, antes de que pudiese darse cuenta Salazar le había lanzado un potente hechizo y voló por los aires hasta dar contra la pared del fondo haciéndole caer al suelo después de un fuerte golpe.

.-Maldito mocoso, metete en tus cosas.

Harry intentó levantarse sin mucho éxito. Le dolía el cuerpo entero. Debía haberse roto varios huesos. Parecía que el hombre ya se había olvidado de él y volvía a centrarse en Draco. Tenía que hacer algo. Necesitaba levantarse y evitar que continuara haciendo lo que quisiese hacerle a Draco.

Juntando todas sus fuerzas, se levantó con la mirada fija en aquel hombre. No permitiría que le hiciese daño a Draco, a su Draco. No iba a permitir que muriese más gente delante suyo sin él hacer nada por evitarlo. Ese chico que yacía allí a merced de ese monstruo era lo más importante para él en ese momento e iba hacer lo que estuviese en sus manos por salvarlo.

.-Draco.- el nombre salió de su boca inconscientemente pero nada más decirlo una luz estalló alrededor de él y salió disparada hacía Salazar cual león a su presa. Eso era lo que era, un león dorado.- Draco.

Salazar vio acercarse aquellas garras hacía él sin poder y se quedó paralizado. Aquél león ya lo había visto una vez. El día que Godric Gryffindor lo había atacado junto a Rowena y Helga. ¿Podía ser que él fuese su heredero? No pudo pensar más en aquello, pues el león impactó contra él.

Harry cayó al suelo sin fuerzas. No sabía que había sucedido allí ni como lo había hecho. Únicamente había sentido unas ganas terribles de abrazar a Draco y besarlo y acariciarlo... y, entonces, algo había empezado a aparecer dentro de él. Un poder que no sabía que poseyese.

Cuando el resplandor se fue apagando, el mago había desaparecido sin dejar rastro. Harry corrió hacía Draco. No respiraba y casi no tenía pulso. Se encontraba más pálido de lo normal. Y el moreno temió que muriese entre sus brazos.

.-Draco, amor mío, no te mueras. Te necesito, por favor. Vuelve conmigo. Despierta.- suplicaba entre sollozos.

Entonces, vio como del colgante salía una luz blanca y brillante que poco a poco se introducía en el cuerpo. Después de eso, el colgante estalló en mil pedazos. El color de su piel fue adquiriendo su color normal.

.-Draco.

0-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-O

Abrió los ojos y lo primero que vio fueron unas cortinas blancas. En seguida supo que se encontraba en la enfermería. Para él ya era un lugar muy conocido. Se sentía cansado, como si hubiera estado dormido varios días. Pronto recordó lo que había sucedido.

.-Draco.- exclamó preocupado.

.-Shhh, cariño, estoy aquí.- susurró el rubio acariciándole la mejilla.

.-¿Estas bien¿Qué ha sucedido?

.-Tranquilo, una a una.- dijo sentándose a su lado en la cama.- Estoy bien. No consiguió acabar el ritual. Has estado en cama durante varios días. Perdiste mucha energía con aquello que hiciste para salvarme. ¿Qué fue eso?

.-No lo se. Solo se que quería salvarte. Lo otro salió solo.

.-Si no hubiese sido por ti ahora estaría muerto.- dijo besándolo tiernamente.

Los dos chicos se abrazaron y estuvieron así hasta que llegaron las visitas. Primero entraron Hermione, Ron, Giny, Neville, Pansy y Blaise que habían estado muy preocupados por ambos. Más tarde, cuando todos los chicos se hubieron ido, entraron Dumbledore, Remus, Andrei y Severus.

.-Me alegro de ver que ya has despertado.- dijo Remus abrazándolo.

.-¿Me podéis explicar que ha pasado y porque ese hombre quería a Draco?.- preguntó el moreno confuso.- Todavía no entiendo nada.

Entre todos le explicaron todo lo que había pasado, desde la muerte de Voldemort hasta todo lo relacionado con Salazar y el ritual. Harry escuchaba con interés todo lo que le explicaban haciendo de vez en cuando algunas preguntas.

.-¿Y murió?

.-Suponemos que si. No hemos encontrado el cuerpo, pero creemos que el hechizo lo desintegró. Hemos encontrado una sustancia extraña en el lugar. Todavía tenemos que investigar que es.- le explicó Albus.

.-El otro hombre logró escapar. Lo vimos salir corriendo de la cámara, pero no fuimos capaces de atraparlo. Hemos avisado a todas las autoridades, incluso a las muggles, de que es un hombre peligroso. Se han repartido fotos suyas por todo el mundo. Ahora solo falta esperar a que alguien lo encuentre.

.-¿Y Alexander desapareció?.- preguntó apenado. Le había parecido una historia muy triste y le hubiera gustado que el chico también hubiera podido vivir.

.-Eso debe decírtelo Draco.- dijo Remus con una sonrisa.

.-No ha desaparecido exactamente.- contestó el rubio algo nervioso.

.-¿Como que no ha desaparecido? Entonces¿que ha sucedido?

.-Esta aquí dentro.- dijo acariciándose la barriga.- Nadie entiende como ha sido posible. Quizá ha sido un milagro o un efecto de toda la magia que había allí, no lo sabemos. Pero lo cierto es que ha pasado.

.-¿Quieres decir que estás embarazado? Pero si eres un hombre.

.-Que observador.- dijo Severus con sorna.- ¿Pero es que no has escuchado nada de lo que te hemos dicho?

.-Severus, tranquilo, es normal que este sorprendido.- intentó calmarlo Remus.- recuerda Harry que somos magos y en nuestro mundo, no hay nada imposible.

.-Cada vez soy más conciente de ello, aunque creo que nunca me acostumbrare.

.-Bueno... Mejor será que nos marchemos y los dejemos solos. Creo que Harry tiene que asimilar muchas cosas todavía.- dijo el director haciendo que todos se levantasen para marcharse.- descansa mucho, todavía tienes que recuperar fuerzas.

Harry se tumbó en la cama y cerró los ojos pensando en todo lo que había pasado. Todo había terminado. Draco estaba a salvo, Salazar estaba muerto, Edick se encontraba muy lejos de ellos y Voldemort... Voldemort había desaparecido para siempre.

.-¿En que piensas Harry?

.-En que por fin podré olvidarme de Voldemort. Sus victimas están vengadas y ya no podrá volver a hacer daño a nadie más. Y la conexión con él ha desaparecido. Ya puedo descansar en paz.

.-Sí. Después de todo, las cosas no han acabado mal.

.-Incluso te han dejado un regalito.- dijo Harry en tono burlón.

.-La verdad es que me sorprendió cuando Madame Pomfrey me lo dijo. No me lo podía creer. Pero quiero tenerlo, aún con todos los problemas que pueda traer.

.-Alexander merecía otra oportunidad. Me alegro de que al final no haya muerto.

.-Yo también. Estuvo durante mucho tiempo dentro de mí, desde que encontré aquel colgante. Creo que los sueños los provocaba él, intentaba avisarme del peligro.

.-¿Y ya se lo has dicho a tu padre¿Qué va a pensar de que vayas a tener un hijo de esta manera?

.-Ya lo sabe. No le hizo mucha gracia, pero es lo que hay. Yo ya soy mayor de edad y puedo tomar mis propias decisiones. Al final lo aceptara. Estoy seguro. Cuando salga de Azkaban y vea al niño, lo verá todo de otra forma.

.-¿Azkaban?

.-Es verdad, que tu no sabes nada sobre esto. El hizo de testigo de lo que había sucedido con Voldemort y Funge se vio obligado a juzgarlo. Después de que lo contara todo quedo muy claro que había sido un mortífago.- explicó el rubio con una mirada triste.

.-Lo siento.

.-No pasa nada. Aún ha ido bastante bien. Dumbledore habló a su favor y le han reducido la condena a un año. Después tendrá que ir una vez cada trimestre al ministerio para comprobar que va por el buen camino. Además tendrá que donar una gran parte de nuestra fortuna y ha perdido su trabajo. Podría haber sido peor¿no? Lo importante es que va salir pronto de allí.

.-Me alegro.- contestó Harry no muy convencido. Si hubiera sido por él, Lucius pasaría el resto de su vida en esa cárcel. Pero sabía que si eso pasase, Draco se sentiría muy mal. Y él lo que quería era que su pareja fuese feliz.

.-¿Sabes una cosa? Siempre pensé que no iba a poder tener hijos. Es algo difícil cuando tu pareja también es un hombre. Así podré tener un hijo mío. Bueno… nuestro si quieres. El niño va a necesitar otro padre. ¿Qué me dices?

Harry se quedó callado un rato pensando en lo que le acababa de decir. Siempre había deseado formar una familia cuando fuese mayor, esa familia de la que él jamás había podido disfrutar. Y con Draco por fin iba a poder hacer realidad ese sueño. No era la manera que él se había imaginado durante largos años, pero era precisamente lo que más deseaba en ese momento. Ya no le importaba lo que el mundo pudiese pensar de él, solo sabía que quería pasar el resto de su vida con Draco.

.-¿Como no voy a querer ser el padre de tu hijo si es lo que mas deseo en este mundo!.- dijo alegremente el moreno, provocando una amplia sonrisa en el otro chico.

.-Te quiero Harry.

.-Yo también te quiero.- dijo haciendo que Draco se tumbase junto a él y atrayéndolo hacía si para besarlo.

Al otro lado de la ventan, el sol se escondía para ceder su lugar a una hermosa y radiante luna llena, mientras en el interior, dos jóvenes amantes se mostraban su amor sin ninguna preocupación en sus mentes.

FIN

Notas: Por fin llegué al final. No sabéis la pena que me ha dado poner este fin. No se si haré un epilogo, aunque no creo. Todo depende de cómo me de. Lo que quizás hago si tengo tiempo es una continuación. Han quedado algunas cosas pendientes (hechas apropósito para si la hago al final, jejeje). Espero que si me animo a hacerla, continuéis leyendo. Gracias a todos los que habéis leído esta historia y muchos besos.