Capitulo 5: Geometría del amor
Ron abrió mucho los ojos y miró a Hermione...
No podía ser...
Ron salió corriendo hacia el castillo, riendo histéricamente.
No podía ser... es decir, simplemente no podía ser... a Hermione le gustaba, él amaba a Harry... sólo faltaba que Harry amara a Hermione para que así éste fuera un triangulo amoroso muy estúpido... y decimos triángulo si no contábamos a Malfoy al cual le gustaba Harry y se acostaba con Ron, porque con Malfoy esto era una figura Geométrica sin forma...
Harry salía de la sala común intentando pensar dónde estarían sus amigos cuando en eso vio pasar corriendo por entre los pasillos a un chico pelirrojo.
— Ron?
El muchacho pelirrojo se detuvo y miró a Harry con cara de loco.
— Qué sucede, Ron?
— Harry... el eslabón de la figura geométrica...
— Eslabón, de que hablas?
— no, creo que mas bien el eslabón soy yo¿no, es decir, yo soy el centro del embrollo...
— Ron¿de qué demonios estás hablando?
—... ¿te gusta Hermione?
— ¿qué?
— ¿si o no?
— pensé que sabías perfectamente que no
— uh... menos mal, al menos no somos una figura geométrica rara... aunque de todos modos lo somos¿no, es decir, todos de alguna forma tenemos algo que ver...
— Ron?
Ron cayó al suelo convulsionándose y comenzó a escupir sangre.
— Harry¿qué sucedió?
— Hermione... Ron... comenzó a decir cosas muy raras, en eso se desmayó y comenzó a tener convulsiones. Intenté levantarlo, pero me di cuenta de que estaba escupiendo sangre y lo traje a la enfermería, ahorita la señora Pomfrey lo calmó y está dormido.
— Si duerme es porque está mejor
— Hermione... tenía una crisis nerviosa... lo durmieron con drogas, sólo así se pudo calmar.
— Tu crees que esté consumiendo drogas y por eso esté así?
— Lo dudo — dijo la voz de Madame Pomfrey apareciendo de atrás de la cortina que cubría a Ron — no tiene signos de tener irritada la nariz o la garganta; los ojos los tiene hinchados, pero no parece ser cosa grave... yo diría que ha llorado mucho.
— Llorado? — preguntaron ambos al mismo tiempo.
— Si... procuren cuidarlo mucho del stress y procuren no decirle cosas que lo puedan afectar... su amigo tiene una severa depresión.
Capítulo 6: El regalo
: 4 meses después :
— Feliz cumpleaños, Ron!
— Gracias!... ¿y los regalos?
— ay Ron — se quejó Hermione — nunca cambias¿verdad?
— no, sí ha cambiado — dijo Ginny — mi hermano ya no está tan feo como antes
— ey! — se quejó Ron
— si ha cambiado — secundo Harry — hoy, además de celebrar el cumpleaños de Ron, celebramos un mes sin recaídas en la depresión.
— Bravo! — aplaudieron los tres mientras Ron hacía una pronunciada reverencia.
— Gracias, todo esto es gracias a ustedes... ¿y los regalos?
Ginny y Harry intercambiaron miradas de complicidad — nos retractamos! — dijeron ambos — Ron nunca cambiará!
Los chicos rieron. Ron recibió los regalos de sus amigos y de su hermana, además de los regalos que todos los Weasley le habían mandado por lechuza. Cuando menos se habían dado cuenta, ya era hora de que se fueran. Ginny tenía una cita con su novio en Hogsmeade, Hermione tenía una cita con el profesor Flitwick que necesitaba platicar con ella sobre su especialización en materia de Hechizos nivel extra; y Harry tenía una reunión con su club de amantes de la escoba (club que había formado él mismo), una bola de traumados admirando prototipos de escobas todo el día. Ron no había querido unirse al club porque pensaba que era tonto ir a babear y morirse de ganas por una escoba que nunca podría comprar.
Los chicos se disculparon con Ron y fueron a sus reuniones.
— Me alegra que Ron esté ya bien — dijo Hermione a Harry mientras salían de la sala común.
— Si, a mi también me alegra — respondió Harry sonriendo.
Ron entró en la habitación y comenzó a tirar las envolturas de los regalos, guardando sus regalos en su baúl. En eso estaba cuando algo llamó su atención, y, ya rutinariamente, sacó un pedazo de pergamino de su bolsillo. Una flecha de tinta apareció en el pergamino, señalando hacia algún lugar remoto.
Ron dio un suspiro, tomó sus regalos y los tiró dentro del baúl sin poner atención en ellos. Luego rebuscó en la esquina derecha del baúl y sacó un costalito raído del cual extrajo un collar de perro, se lo puso y se tapó con el cuello de la camisa para que no se le viera, luego comenzó a ir hacia donde la flecha en el pergamino le indicaba.
Salio de la sala común y caminó por varios pasillos, hasta llegar cerca de unas aulas del cuarto piso. Ahí entró en un aula vacía que estaba en penumbra y cerró la puerta con seguro. Ron agradecía en el alma que Malfoy ya no le hiciera usar el uniforme... bueno, con excepción del collar de perro, que ése era obligatorio.
— Weasley...
Ron fue hacia el rincón de donde salía la voz. Malfoy salio de entre las sombras, puso su mano en la barbilla de Ron y le atrajo hacia si. Examinó por un segundo su rostro y luego lo besó.
Ron estaba tranquilo. Ya se había acostumbrado a aquello, sobre todo en los últimos meses, en los cuales las sesiones de tortura de Malfoy habían sido diarias, esto lo tenía agotado mas física que mentalmente...
Malfoy revoloteaba con sus labios y manos por el cuello de Ron, de tal forma que las uñas de Malfoy le hacían daño a Ron, en eso comenzó a desabrocharle la camisa.
— Señor¿desea usted que me quite la ropa? — preguntó Ron
— No... — respondió Malfoy jadeando mientras rompía los botones de la camisa de Ron de un jalón.
A Ron esto le pareció extraño pero prefirió no preguntar. En eso, Malfoy hizo algo que nunca antes había hecho: tomó a Ron por las piernas, lo levantó y comenzó a besarle el vientre, mientras sus manos jugaban con las piernas de Ron.
— ...Malf... Milord! — exclamó Ron
Al parecer, a Malfoy no le gustaba que los sirvientes le subieran ni tantito la voz, porque soltó inmediatamente a Ron y lo miró. Luego lo tomó delicadamente por el cuello y lo atrajo hacia si. Malfoy le quitó el collar de perro y le besó el cuello.
— Weasley...
Malfoy le acarició el cabello. Ron estaba realmente asustado¿qué sucedía con Malfoy?.
— Feliz cumpleaños, Weasley — dijo Malfoy y le puso un collar de perro con incrustaciones de oro, plata y diamantes. En la parte del frente tenía un cascabel y tenía las iniciales de Ron. después de esto, Malfoy lo besó y salio de la habitación, dejando a Ron con montones de preguntas en su cabeza.
Apenas Ron llegó a la habitación de los chicos se quitó el collar y lo examino detenidamente. A decir verdad, todo el collar estaba hecho de oro y plata, porque no solo tenía incrustaciones en la cinta del collar, sino que la misma cinta del collar era hecha de hilos finos de oro y plata. ¿Por qué Malfoy se molestaría en llamarle para darle un collar nuevo? sobre todo un collar tan caro! porque eso debía valer mas o menos lo mismo que toda la casa donde Ron vivía, tal vez más...
Lo extraño era que Malfoy no hubiera hecho nada. Al principio, las torturas habían sido casi una vez cada tres días, pero en los últimos meses, Ron se había acostumbrado a fuerzas a que a diario recibía la llamada de Malfoy, a veces había días que era hasta dos veces, inclusive a veces había sido llamado en la madrugada y tenía que usar montones de hechizos para que nadie lo descubriera yendo en la noche a responder la llamada, pero últimamente volvían a disminuir otra vez a solo una vez cada tres días. Probablemente porque era el cumpleaños de Ron, Malfoy había decidido no torturarlo, lo extraño era que se suponía que a Malfoy no le importaban esas cosas... De todos modos, Ron estaba contento de que Malfoy no hiciera nada, porque estas ultimas semanas se había sentido muy cansado por exceso de "ejercicio", si es que así se le podía llamar.
Tal vez sería que se hubiera acostumbrado a ello, pero se podía decir que Ron ya no se deprimía tanto como los primeros meses, en los cuales inclusive había pensado en el suicidio... ahora simplemente se daba cuenta de que tendría que aprender a vivir con el problema, le gustara o no, para que Harry estuviera bien, para que Malfoy dejara de, día con día, amenazarlo con decirle a Harry. En realidad, a Ron no le molestaba el hecho de que Malfoy le dijera a Harry lo que Ron sentía por él, sino que le dolía pensar que Harry lo repudiaría para siempre... A Ron no le importaba que su amigo no lo quisiera de la misma manera de la que él le quería, sólo quería poder protegerle de Malfoy así como Harry le protegía del mal, sólo quería poder estar cerca de él, poder respirar su aire, poder hundirse en su mirada profunda, poder reír junto a él, poder verle feliz... aunque el propio Ron no lo fuese... ser sólo su amigo, mientras por dentro se consumía de amor.
Capitulo 7: Un nuevo título.
— Hola Ron! — saludó Hermione al entrar en la vacía sala común — qué haces?
— Hago la tarea de Cuidado de criaturas mágicas.
— Tu? haciendo tarea? en tu cumpleaños? en viernes? a las 8 de la noche? el ultimo día de clases antes de que inicien las vacaciones de pascua?
— Que? acaso tú querías hacerme la tarea?
— No, mejor ya no te interrumpo, sigue haciendo tu tarea.
— La verdad ya me aburrí — dijo Ron aventando sus cosas a la mochila — mejor hay que hacer algo.
— ¿como qué?
— no se, lo que sea... platícame algo.
— Qué quieres que te platique? — preguntó Hermione sentándose en el sofá al lado de Ron.
— lo que sea
— Pues... mmm... ¿qué es eso que brilla en tu bolsillo?
Ron metió rápidamente la mano en el bolsillo temiendo que Hermione viera el collar de Malfoy — Nada — respondió — no es nada.
— No te hagas! — exclamó juguetona Hermione — qué es eso?
— en serio no es nada!
— déjame ver!
Los chicos empezaron a pelear, lo bueno es que la sala común estaba vacía completamente, porque sino todos se hubieran reído de ése par de amigos revolcándose por el suelo riéndose como locos y peleándose por algo que estaba dentro de la bolsa del pantalón de Ron.
No supieron en qué momento pasó, pero Ron quedó atrapado debajo de Hermione. Ambos se quedaron quietos, mirándose.
— Hermione... ¿me sueltas?
Hermione pareció no escucharle. Ella le tomó por el cuello — Ron, tienes rasguños en el cuello.
— En serio? — preguntó Ron, y pensó que era probable que los rasguños se los hubiera hecho Malfoy hacia tan solo un rato.
— qué te pasó, Ron?
— En serio no sé, tal vez me rasqué y no me di cuenta.
— No te creo...
Ron se quedó sorprendido con lo que pasó después. Los labios de Hermione estaban sobre los suyos. Ron sintió asco¡Hermione era su amiga, y al parecer ella no lo quería entender...
En eso se abrió la entrada de la sala común. Hermione dio un brinco del susto, levantándose de encima de Ron. Ron vio cómo la cara de Hermione adquirió expresión de terror, y al voltear hacia la entrada de la sala común vio porqué.
Harry estaba parado justo enfrente de ellos, con expresión de sorpresa — Ah... disculpen! — exclamó Harry corriendo hacia la habitación de los chicos — perdón, hagan de cuenta que yo no estuve aquí... si, aquí no pasó nada!
Escucharon a Harry encerrarse en la habitación de los chicos. Hermione miró a Ron y sonriendo pícaramente — Ups! — dijo la chica.
Ron no le devolvió la sonrisa.
— Qué sucede? — preguntó ella.
Ron la miró — Hermione... desde que me lo dijiste no lo podía creer... y ahora que lo veo con mis propios ojos me asusta.
— ¿qué?
— lo de que te gustaba
Hermione guardó silencio y bajó la vista.
— Hermione, tu eres mi amiga, te quiero no sabes cuanto, pero hasta ahí... — dijo el muchacho — discúlpame que no te pueda querer como tu quisieras, pero no puedo, va en contra de mis sentimientos.
— Está bien... te entiendo...— respondió la muchacha — perdóname.
Hermione se levantó del suelo sin levantar la vista e hizo el gesto de irse hacia los dormitorios, pero la mano de Ron la detuvo.
— Hermione... ¿estás llorando?
— Suéltame! no son tus asuntos!
— Eso mismo te dijiste una vez... — Ron abrazó a Hermione. La chica comenzó a llorar mas y mas fuerte,... verdaderamente ésta era una persecución muy triste... Hermione amaba a Ron, pero él no le podía corresponder, porque él amaba a Harry, el cual nunca le correspondería.
— Harry?
Ron no obtuvo respuesta. Supuso que Harry ya estaría dormido, porque vio las cortinas del dosel cerradas. Fue al baño, se cambio y regresó. Se acostó en su cama , cerró las cortinas y se dispuso a dormir. Cerró sus ojos e intentó dormir, pero se dio cuenta de que no podía. Abrió los ojos y se sorprendió de ver a Harry, que había apartado las cortinas y estaba parado frente a él.
— Harry?
— Perdón, creí que estabas despierto.
— De hecho estaba despierto, creo que tengo insomnio.
— Oye, discúlpame por lo de hace rato...
— ¿por qué?
— Por interrumpirlos a ustedes
— Oh, no interrumpiste nada
— En serio, a mi me pareció que si
— La verdad no, de hecho te agradezco que hayas aparecido.
— Por qué?
— Hermione comenzaba a asustarme
— ¿es que ustedes no son novios?
— No!... de hecho ella me confesó hace mucho que yo le gustaba... el día de hoy nos estábamos peleando porque quería ver qué traía en mi bolsillo y me besó!
— Y luego llegué yo
— Exacto... luego te fuiste y le expliqué que yo la quiero mucho pero como a una amiga, y ella comenzó a llorar...
Harry se acercó un poco hacia Ron mirándolo a los ojos — mmm... a mi me parece que por mi culpa se enojaron y cortaron.
— Nunca hemos andado! en serio¿por qué no me crees?
— Mmm... no sé... es algo que veo que me parece extraño...
— Déjate de chorradas! Hermione NO me gusta!
— Pero no te enojes! — dijo Harry sonriendo — si dices que no te gusta entonces te creo... en fin, ya tengo sueño, mejor me voy a dormir, buenas noches.
— Si, buenas noches
Harry desapareció cerrando las cortinas. Ron suspiró, hundió la cara en la almohada... la sonrisa de Harry era tan hermosa...
— Auch... — murmuró Ron es sueños. Lentamente se despertó y se levantó. La marca de Malfoy le quemaba. Fue al baño, se puso la bata, luego sacó del fondo del cajón de la mesita de noche el collar que Malfoy le acababa de regalar y se lo puso, luego se puso una bufanda para taparlo, tomó de la mesita de noche el pedacito de pergamino y salió de la habitación, comenzando a seguir la flecha del pergamino.
Después de mucho caminar por los pasillos, hasta que llegó al aula de encantamientos. Entró sigilosamente y cerró con seguro la puerta. Malfoy apareció enseguida detrás de él y lo tomó por la cintura.
Para sorpresa de Ron, Malfoy sonrió, pero no con una de esas sonrisas frías que usualmente tenía Malfoy, sino una sonrisa simple y sincera.
— Veo que te pusiste el collar que te di... — dijo Malfoy
— Si Milord me da algo es porque quiere que me lo ponga¿no?
La sonrisa de Malfoy desapareció y fue remplazada por una expresión de enojo — que bien que lo entiendas... imbécil.
—... disculpe mi atrevimiento, Señor, pero ¿está molesto porque le levanté un poco la voz hace rato?
— No estoy molesto, tonto — dijo Malfoy soltándolo y le dio la espalda —... la verdad no sé ni para qué te llamé si me vas a hacer preguntas tontas.
Ron entendió a la perfección a lo que Malfoy iba, así que fue hacia una mesa y se sentó sobre ella. Comenzó a quitarse el pijama, pero Malfoy lo miró y lo detuvo.
— No...
— ¿Quiere hacerlo usted, Señor?
— No... así quédate... —Malfoy se subió a la mesa y se sentó al estilo indio — ven — le indicó a Ron. Éste se sentó entre las piernas de Malfoy. Malfoy lo rodeó con sus brazos y apoyó su cabeza en el hombro derecho de Ron — Weasley... — murmuró Malfoy — ... Ron Weasley... Ron Bilius Weasley...
Ron sintió escalofríos, era la primera vez que escuchaba a Malfoy llamarlo por su nombre. Malfoy hundió su cara contra el pelo de Ron, luego suspiró.
Así pasaron algunos minutos. Ron se sentía incomodo hasta el punto de que creía preferir el protocolo de antes.
Malfoy susurró — Ron...
Eso era todo, Ron ya no podía soportar el miedo. Se levantó de la mesa y preguntó— ¿cómo me llamó, Milord?
— Ron... ¿o prefieres que te siga llamando títere?
— No... esta bien, señor.
Malfoy se levantó también de la mesa y se puso frente a Ron. Lo besó tomándolo por la cintura, acarició su cabello rojo, le acarició una mejilla y se separó de él, luego fue hacia la puerta — Ron... tu... me puedes llamar también por mi nombre, tienes permiso.
— ¿cómo¿Milord Malfoy¿Milord Draco Malfoy?
— No... solo Draco — respondió el muchacho y salió rápidamente del aula.
— Draco... — repitió Ron en la oscuridad del aula vacía.
Capitulo 8: La segunda llamada
Ron caminaba ya de regreso a la sala común, aún pensando en lo extraño que actuaba Malfoy. Miró su reloj de pulsera, eran las 4 de la mañana. Lentamente se quitó el collar de Malfoy y se lo guardó en el bolsillo.
Al llegar le dio la contraseña a la señora gorda, la cual lo reprendió por salir tan temprano. Acababa de entrar y de cerrar otra vez el pasaje de la sala común cuando...
— ¿Dónde estabas?
Ron abrió mucho los ojos al darse cuenta de que Harry estaba sentado frente a la chimenea mirándolo fijamente.
— ¿Dónde estabas? — repitió Harry
— ...Salí a dar un paseo
— Ajá, y yo soy baterista de "las brujas de Macbeth"¿dónde estabas?
— En serio estaba paseando! no podía dormir y salí a dar una vuelta!... ¿por qué no me crees?
— ... perdón, solo que a veces ya no sé ni que creer... a veces temo que te vuelvas a deprimir, que te pueda pasar algo...
— No te preocupes, Harry, estoy bien — aseguró Ron poniendo su mano en el hombro de Harry, éste lo miró y ambos sonrieron.
— Estás seguro?
— Por su puesto!
— ... me alegra, por un momento temí que otra vez estuvieras deprimido...
— Claro que no! mírame¿me veo deprimido?
Harry estudió el rostro de Ron — Mmm... pues... no, pero sí traes unas ojeras espantosas. Si Parvati las viera, daría un grito, mejor vayamos a dormir, aprovechemos que todavía nos quedan tres horas antes de que se despierten los chicos que se van a ir a pasar vacaciones a sus casas. Ginny va a irse a pasar las vacaciones a tu casa¿no?
— Si — asintió Ron — dijo que quería ir con mi mamá a que le enseñara a cocinar pastel de cayos, o algo así.
Los dos muchachos subieron al dormitorio, donde cada uno se acostó en su cama, esperando que el despertador se descompusiera para así levantarse hasta que la profesora viniera a sacarlos a tiros de la cama.
— Auch!... ¿otra vez?
Ron se despertó otra vez con la marca ardiéndole. Miró el reloj. Ésta vez faltaban diez minutos para las 7 de la mañana. Nadie estaba despierto en el dormitorio. Se levantó, fue al baño, se vistió y se fue a seguir el pergamino que le señalaba el camino.
El pergamino lo llevó hasta un aula del cuarto piso. Frente a la puerta, se puso el collar de Malfoy y luego entró.
Malfoy estaba ahí, y apenas lo vio entrar, casi se le abalanzó encima. Lo cubrió de besos desesperadamente. Luego se detuvo y lo miró a los ojos.
— Ron...
— Milord?
— No, te dije que me podías llamar Draco.
— Ok... Draco.
Draco se dirigió hacia una banca y se sentó. Con un ademán, Draco le indicó que se sentara entre sus piernas, Ron así lo hizo. Draco volvió a rodearlo con sus brazos.
— Cuéntame algo — pidió Malfoy
— ¿como qué... Draco?
— No sé, lo que sea
— Pues... en mi cumpleaños recibí como regalos un libro de los Chuddley Cannons de parte de Hermione, recibí un abrillantador de escobas de parte de Harry...
— No me hables de sangre sucias ni de Potter... háblame de ti, qué es de tu vida, de tu familia, de lo que sea.
Ron dio un suspiro —... no hay mucho que contar, solo que soy el penúltimo de una lista de siete hijos... la única hija es Ginny, la mas pequeña, que ya ni siquiera es pequeña, se ha convertido en toda una mujer... vivimos en una bonita casa...
— ¿qué mas¿cómo es tu casa?
Ron vaciló. No quería darle mas armas a Draco para que se burlara de él.
— Dime, no me voy a burlar — aseguró Draco como si le hubiera leído el pensamiento — lo prometo.
— ... mi casa es una casa de varios pisos, cada uno tenemos nuestro cuarto, solo Fred y George dormían en un mismo cuarto. Inclusive ahora que solo estamos Ginny y yo, todos los cuartos de mis hermanos siguen siendo de ellos, porque a veces en navidad van a visitarnos... todos se han ido a trabajar a otros lugares. Respecto a Percy... mi madre ha querido que respetemos su cuarto por si algún día se digna regresar, pero yo lo dudo; quién sabe dónde viva... solo sabemos que trabaja en el ministerio.
— A ti¿en qué te gustaría trabajar?
— Aun no lo sé... probablemente sanador.
—... por lo que veo te gusta ayudar a los demás.
— si, tengo muchas cosas de qué agradecerle al mundo, aunque no lo parezca... — dijo Ron con un ligero tono de reproche.
— si, te entiendo.
Ron miró a Draco con sorpresa — ¿tu¿me entiendes?
— Si... es decir, tengo muchas cosas de que agradecer a la vida, pero otras que no puedo agradecer... como tener el padre que tengo.
Ron lo miró asombrado¿qué estaba diciendo Draco?
— Si... si soy sincero a mi no me gusta tener un padre tan rígido. Está bien que en la mayoría de las cosas que dice tiene razón, pero hay otras que no... es decir¡él piensa que Pansy Parkinson sería una esposa perfecta para mi, y esto lo comenzó a pensar desde que supo que era de una familia distinguida de magos! o sea, si realmente conociera a Pansy, se daría cuenta de que esa es una chica estúpida y chillona; en serio siento pena por el pobre que se case con ella.
— ¿Y si te toca ser tú el que se case con ella?
— ... ¡primero en Azkaban que casado con esa acromántula!
— no menciones esas cosas o salgo corriendo!
— ¿las acromántulas? les tienes miedo a las acromántulas, Ron?
— Si, y mucho. Cuando era pequeño, Fred y George hechizaron mi osito de felpa para que se convirtiera en una araña gigante, y desde entonces no lo pude superar.
— Traumas de la infancia... si, suele pasar. Una vez yo me caí en un caldero de mi padre que todavía tenía restos de poción.
— ¿y qué sucedió?
— Nada... solo digamos que no es muy agradable que en todas las fotos de tu tercer cumpleaños aparezcas con la piel más azul que los afiches de Ravenclaw.
— Te pusiste azul!
— Si... y no precisamente del coraje.
Ambos chicos rieron.
— Bueno... ya se va haciendo tarde — dijo Draco mirando su reloj de pulsera — será mejor que nos vayamos a desayunar. Es sábado y estamos de vacaciones, pero aún así puede que a alguien se le ocurra buscarnos.
— Si, es verdad.
Ambos bajaron de la mesa y se miraron. Fue cuando Ron cayó en la cuenta de algo¡Estaba con Malfoy!... bueno, no es que no se hubiera dado cuenta, pero por un momento había hablado con Malfoy de una manera tan abierta que a Ron le había parecido que platicaba con otra persona; no con el altanero, malvado, burlón y arrogante Malfoy. Al parecer, Malfoy ya no era Malfoy, ahora solo era... Draco.
— ¿qué sucede, Ron? — preguntó Draco viendo que el pelirrojo se había quedado observándolo extrañamente.
— No... no pasa nada — mintió Ron apartando su vista.
— En serio, dime qué sucede.
— Bueno... es que es raro...
— ¿qué?
— Que después de tantos años de conocernos, de odiarnos, de pelearnos, después de... — Ron se detuvo.
— Después de haberte cogido y obligarte a muchas cosas... — complemento Draco.
—... si, después de eso... después de todo... nunca creí que fueras...
— que fuera qué?
— una persona que pueda ser tan...
— tan qué, Ron?
—... tan abierta para platicar.
Draco tomó otra vez su actitud altanera y le lanzó una mirada fría — de vez en cuando uno tiene que detenerse a investigar qué especie de servidumbre es la posee.
Ron lo miró con tristeza — si así lo piensa, Milord...
Ron dio la vuelta, dispuesto a salirse del cuarto. No podía creer que Malfoy fuera tan presumido como para no permitirse ni un pequeño elogio, tomando en cuenta que no se merecía ninguno...
Ron sintió los brazos de Malfoy cerrarse alrededor suyo, mientras sentía como el rubio dejaba descansar su frente contra su cabeza — no te creas, Ron — rió Draco — es broma!
— ... no sé, aun no lo creo.
— por qué? no puedes confiar en mi?
— no — dijo Ron tajantemente.
— ¿por qué no¿acaso no me he portado mejor contigo estas ultimas veces¿acaso no te he respetado?
— Bueno... si, pero...
— No hay pero. Acepto que no puedo evitar los deseos carnales que me carcomen a veces, y el saber que estás a mi completa disposición no ayuda, pero por una vez en mi vida estoy intentando ser mejor persona y detenerme; me gustaría que tomaras en cuenta eso.
— Si, pero aun así me es difícil... después de todo lo que ha sucedido, tu sabes qué... si soy sincero conmigo mismo, creo que aún te tengo algo de... asco.
— Si, lo sé... bueno, hora de irnos.
Draco soltó a Ron. Ron esperaba que, como otras veces, Draco se despidiera de él con atrevidos besos franceses, pero esta vez no fue así; Draco simplemente le besó la mejilla, le acarició el brazo izquierdo, le dedicó una sonrisa y un rápido adiós antes de salir. Realmente todo era extraño... era bastante extraño que Ron le hubiera dicho a Draco que le daba algo de asco y el otro lo aceptara, era curioso que Draco se contuviera a violar a Ron como otras veces... ¿qué estaba sucediendo?
