Capítulo 14: El retorno al inicio.
— Muchachos, ya levántense — gritó Hermione desde las escaleras — ya son las cinco.
Ron no podía abrir los ojos. Le dolía la cabeza terriblemente. Casi no podía recordar lo que había pasado la noche anterior.
— Ron, quítate de encima — pidió la voz de Harry a su lado.
Ron abrió los ojos de golpe y se encontró acostado en el suelo con los brazos alrededor del torso de Harry.
— ¿Ah?... oh... ¡lo siento! — dijo Ron levantándose rápidamente con la cara muy colorada.
— Descuida... — respondió Harry levantándose también del suelo.
Los demás Weasleys se levantaron como pudieron y se bañaron por turnos.
— ¿Nos acompañan a la estación? — preguntaron los cuatro Weasleys a Ron y sus amigos una vez que estaban todos delante de las puertas principales del castillo.
— ¿También tenemos permiso para eso? — preguntó Hermione.
— Supongo que si — respondió Charlie — además, necesitamos que nos ayuden a cargar unos papeles... tal vez ustedes no lo sepan, pero es probable que el próximo año venga a dar clases aquí.
— ¿En serio¿y porqué te esperaste hasta que nosotros saliéramos? — preguntó molesto Ron.
— Por que hasta ahora se me ocurrió dar clases...
Los muchachos caminaron hasta la estación, todos quejándose de dolor de cabeza.
En ese momento, una lechuza café comenzó a volar sobre los chicos. Bill levantó un brazo y la llamó
— ¡Eh¡aquí, Sagita!.
— ¿Es tuya? — preguntó Hermione.
— No, es de Tonks... pero ¡que raro, trae una carta de mamá para todos nosotros.
Bill abrió la carta, y mientras recorría las líneas del pergamino, su rostro fue cambiando de duda hasta terror.
— ¡Rápido¡tenemos que irnos ya! — ordenó a sus hermanos.
— ¿Por qué? — preguntaron los gemelos atónitos — ¿qué sucede?
— En el tren les explico. Ron, toma la carta y a Sagita, envía una carta a mamá diciéndole que ya vamos para allá. Pase lo que pase, quédate en el colegio y estudia para tus exámenes, nosotros te mantendremos en contacto de lo que suceda.
— Pero ¿qué pasó? — preguntó Ron preocupado.
— Mejor lee la carta, porque nosotros tampoco sabemos bien lo que pasó¡nos vemos!
Los cuatro Weasleys corrieron hacía el tren, donde se subieron rápidamente. Ron en seguida tomó la carta que Bill le había dado y comenzó a leerla:
Charlie y Fred, regresen inmediatamente, Ginny está en el hospital. Los sanadores dicen que sufre de depresión excesiva porque su novio la abandonó, sufrió un intento de aborto, está en coma y a punto de perder al bebé, necesita una transfusión de sangre.
A Ron se le cayó la carta de las manos... intentó correr tras sus hermanos, pero ya era muy tarde, pues ellos habían subido al tren y éste ya comenzaba a moverse.
— No... ¡Ginny! —gritó Ron. Cayó sobre sus rodillas y golpeó el suelo... su hermana estaba embarazada y muriendo, y él no podía hacer nada para salvarla... ¡Hablaría con Dumbledore! si, tal vez lo dejaría ir a ver a Ginny por solo unas horas, sólo hasta cerciorarse de que su hermana estaba fuera de peligro... necesitaba verla, no importaba si sus hermanos le habían dicho que permaneciera en el colegio, él iría.
Ron se levantó de golpe del suelo y pasó al lado de sus amigos ignorándolos por completo, cuando un repentino dolor en el vientre lo hizo tambalearse.
— ¡Ron! — gritó Harry corriendo hacia él para tratar de evitar que se cayera — ¿estás bien?
Ron comenzó a llorar... le quemaban terriblemente las costillas... la marca de Malfoy le ardía como nunca lo había hecho antes...
Con la ayuda de Harry y de Hermione, Ron logró llegar a la sala común.
— ¿cómo sigues, Ron? — preguntó preocupado Harry
— Ya mejor, ya se me está quitando — mintió Ron — eh... creo que es gastritis, iré por mis pastillas.
— ¿cuales pastillas, Ron? — preguntó Hermione.
— Mis pastillas para gastritis... ahorita vengo.
Ron fue a los dormitorios y fue al baño. Se quitó la playera y se miró en el espejo. La marca de Malfoy tenía un color rojizo y comenzaba a quemarle la piel, realmente le ardía mucho. Se puso de nuevo la playera y del fondo de su baúl sacó un pergamino muy arrugado, el cual se guardo en el bolsillo. Salió del dormitorio y caminó hacia la salida de la sala común.
— Ron¿a dónde vas? — preguntó Harry.
— Voy a la enfermería... — respondió Ron — la verdad no sientoque sea dolor de gastritis... tal vez sean efectos secundarios de la cerveza de mantequilla con hidromiel, al rato regreso.
Ron salio de la sala común dando un portazo.
— Eso de "las pastillitas para la gastritis" no me lo trago ni borracha — murmuró Hermione.
— ¿otra vez vas a empezar con eso? — exclamó molesto Harry.
— Es que hace mucho que no veía esa expresión en los ojos de Ron.
— Está deprimido por lo de su hermana, es lógico¿podrías dejar de pensar que Ron se droga?
— No...
— ¡Puede que sea otra cosa!
— ¿cómo qué, yo ya estuve pensando en eso y no encuentro solución para el hecho de que a cada rato salga Ron con estúpidas excusas para desaparecerse ve tú a saber dónde.
— Si piensas que Ron se droga, entonces me asombra de lo poco que conoces a Ron... él tiene un problema, pero no creo que sea eso...
Ron caminaba por los pasillos siguiendo la flechita de tinta que aparecía en el pergamino arrugado que llevaba en la mano. ¿Qué querría ahora Draco? y ¿porqué lo llamaba con tanta insistencia?. Apenas supiera lo que quería, Ron le diría lo de su hermana para que lo dejara marchar a verla... realmente estaba muy preocupado por su hermana, y no estaba de humor para ir a platicar.
Llegó a las mazmorras, donde siguió caminando hasta un aula vacía. Entró y cerró la puerta con llave. Miró hacia todos lados, pero las sombras no le dejaban ver bien.
— ¿Draco?... ¿dónde estás?
Ron escudriñó en la oscuridad; un momento después, Draco apareció ante él, con la cabeza baja.
— Draco... — intentó decir Ron. Al momento, recibió una cachetada que lo tiró hasta el suelo.
— Lord Malfoy para ti — murmuró la voz fría de Malfoy.
Ron comenzó a temblar — ...pero tu dijiste que...
— ¡Cállate o te parto el hocico, Weasley! — gritó Malfoy.
Ron guardó silencio. Malfoy se puso de cuclillas a su lado y lo tomó por la barbilla.
— ¡En dónde está tu collar? — le gritó — ¡no te lo regalé para que lo tengas de adorno en tu cuarto!
Ron volvió a recibir una bofetada, esta vez más fuerte.
Malfoy lo levantó por el cuello — y pobre de ti si le caes con el chisme a alguien... ya sabes cuales serían las consecuencias...
Malfoy le arrancó la ropa de un jalón y lo besó. Mientras Malfoy mas bajaba su boca por el cuerpo desnudo de Ron, el pelirrojo más comenzaba a sentir otra vez terror y asco.
Ron comenzó a llorar cuando Malfoy comenzó a besarlo en las partes mas intimas de su cuerpo. ¿Qué sucedía con Malfoy¿por qué le hacía esto después de haber intentado llevarse bien con él?
Malfoy comenzó a morder el miembro de Ron. Ron chilló de dolor, pero esto sólo sirvió para que Malfoy lo mordiera más fuerte, luego Malfoy levantó a Ron y lo aventó contra la pared. Malfoy penetró a Ron de una forma tan brutal que Ron sólo pudo chillar de dolor mientras Malfoy lo devoraba de una forma tal que le hacía daño.
Así duró varios minutos la tortura de Ron con un Malfoy que, más que jugar con él, lo violaba de la forma mas inhumana posible.
— Y la próxima trae tu collar, porque yo no ando regalo collares a lo menso — fue lo ultimo que dijo Malfoy antes de salir de la habitación.
Ron había quedado tirado en el suelo, con miles de rasguños y moretones por todo su cuerpo. No se podía mover, se sentía adolorido... sentía adolorido el cuerpo y el alma.
Capitulo 15: La huella del culpable.
Ron no pudo ver a Dumbledore, se la pasó todo el día en "la enfermería", pues Malfoy lo llamó otras dos veces esa tarde, sólo para torturarlo de la misma manera. Eran las siete, Ron ya regresaba por tercera vez de "la enfermería", cuando sus amigos le dieron su diagnóstico.
— Ya no te vamos a dejar ir a la enfermería, Ron, regresas con peor aspecto.
— ¿En serio? — preguntó Ron sentándose en el sillón con pesadumbre.
Harry puso su mano en la frente de Ron — oh, no... tienes fiebre...
— Como dije, ya no te vamos a dejar ir a la enfermería — repitió Hermione — voy a las cocinas a que te preparen un té con corteza de árbol vital para que se te quite la fiebre.
Hermione salio de la sala común.
— En realidad creo que lo que no te caería nada mal sería cenar... — propuso Harry — tu ¿qué opinas¿vamos?
— Si, vamos.
Harry se levantó rápidamente del sillón y ayudó a Ron a levantarse.
Iban ya caminando por el pasillo cuando Ron se tambaleó. Harry se apresuró a poner un brazo debajo del de su amigo.
— ¿qué haces, Harry?
— Si no te voy deteniendo, te vas a caer.
— No es necesario...
— Si, eso mismo dijiste el año pasado después de que una bludger te rompió una pierna y te quisiste bajar de la escoba tú solo... — sonrió Harry.
— No me recuerdes eso, fue realmente vergonzoso... — dijo Ron mitad contento y mitad molesto.
— Y luego te caíste de boca y saliste corriendo y gritando "estoy paralítico, estoy paralítico", luego te tropezaste y te rompiste la otra pierna.
— Y ustedes, en vez de ir a ayudarme, se quedaron en los vestidores cambiándose.
— Es que, la verdad, no podíamos ni caminar de la risa — rió Harry
— ¡Que malvados!
Llegaron al gran comedor y se sentaron en la mesa de Gryffindor. Harry comenzó a comer, mientras que Ron sólo le daba probaditas a su plato, en realidad no tenía mucha hambre.
Al poco rato llegó Hermione con el té de corteza de árbol vital; Ron se lo tomó a regañadientes, porque sabía a rayos.
— Casi no cenaste, Ron — le dijo Harry cuando regresaron a la sala común.
— Es que casi no tenía hambre, en realidad lo que tengo es sueño... iré a dormir.
Ron fue a los dormitorios y se quitó la ropa, rápidamente se puso su pijama y se metió a su cama, donde se quedó profundamente dormido.
— Argh — gruñó Ron a media noche. La marca otra vez le ardía. Se levantó y se puso una túnica encima del pijama, luego se puso el collar y salió de la habitación. Se tocó la frente, ya no tenía fiebre, pero estaba sudando frió. Salió de la sala común y caminó por los pasillos siguiendo la flecha que aparecía en el pergamino. Llegó a un aula del cuarto piso y entró.
Malfoy ya lo esperaba ahí, y al verlo se le acercó y le quitó la túnica, luego lo amarró con varias cadenas a un pilar que había a la mitad del aula.
Nuevamente, Ron fue violado cruelmente. Al parecer, Draco había desaparecido por completo, sólo quedaba Malfoy... un Malfoy que no solo quería saciar su sed de lujuria, sino también su sed de tortura y sadismo... Por momentos, Ron sentía que, probablemente, el pacto con Malfoy no duraría solo por lo que restaba del año escolar, sino que Malfoy lo alargaría en su propio beneficio... y Ron no podía hacer nada, y nunca podría hacer nada, sólo podría mantener su boca cerrada hasta que la muerte lo arrancara de esa tortura...
Malfoy se subió los pantalones cuando terminó de torturar a Ron. El pelirrojo temblaba en el suelo, sollozando. Malfoy ya se alejaba, cuando Ron comenzó a llorar. Lentamente, Malfoy regresó sobre sus pasos y se puso en cuclillas al lado de Ron, luego le levantó la cara por la barbilla y lo miró. En sus ojos grisáceos había una expresión de odio, pero lentamente esa mirada comenzó a ceder ante las lágrimas de Ron. Por la mejilla de Malfoy rodó una lágrima.
— Ron...
Malfoy besó a Ron de una forma tan dulce que Ron dudó que fuera el mismo Malfoy de hacía un momento, fue como si por un momento hubiera vuelto a ser Draco...
Malfoy rompió el beso bruscamente, en su mirada apareció el miedo y luego el odio. Volvió a darle una cachetada a Ron, se secó la lágrima y se fue bufando como un gato. Ron se levantó como pudo, tomó su ropa y se la puso, dispuesto a intentar dormir... estaba cansado, muy cansado...
Ron se sentía mareado mientras caminaba por los pasillos. Le dolía la cabeza, casi podía asegurar que la fiebre había vuelto...
Se quitó el collar y entró en la sala común en penumbra. Aún había unas cenizas brillantes en la chimenea...
— ¡Dónde estabas?
Ron se quedó de piedra y comenzó a temblar... no... no podía ser él...
— ¡Dónde estabas?— repitió Harry saliendo de las sombras — ¡respóndeme!
Ron tenía trabada la lengua y le temblaban las rodillas — yo... yo... estaba en...
— ¡En la enfermería¿¡¡¡esperas que te siga creyendo ese cuento¡¡¡¡dime la verdad¿¡¡¡¡¡DÓNDE ESTABAS?
— ¡No me grites! — gritó Ron y comenzó a llorar — ... no me hables así... no tienes derecho a hablarme de esa manera...
Cayó sobre sus rodillas llorando... primero su hermana en coma, luego Malfoy tratándolo como basura... y ahora Harry estaba enojado con él y le gritaba... Ron ya no podía soportar más. Cayó al suelo convulsionándose y comenzó a escupir sangre.
Ron abrió los ojos con pesadez... sentía un dolor en el costado. Vio el reloj de la mesita de noche, eran las cinco de la mañana.
— Ya voy, ya voy — murmuró para si mismo. Al parecer, Malfoy no dormía si no torturaba a Ron dos veces como mínimo durante la noche.
Se volteó en la cama y se asustó cuando vio el rostro de Harry al lado suyo. Al parecer, Harry se había quedado dormido en la misma cama con Ron. Ron comenzó a recordar lo que había pasado, como Harry lo había descubierto al regresar de la tortura de Malfoy y que se había desmayado... ¿desmayado, si se había desmayado¿por qué tenía sangre en la túnica?
— Al demonio — murmuró Ron. Realmente se sentía muy mareado, pero no podía quedarse, o si no se quedaría con esa marca verde en el torso para siempre... además que no quería que su padre fuera despedido y que Harry supiera que se había vendido estúpidamente, así que mejor se levantó, se puso el collar y bajó a la sala común.
Bajó las escaleras como sin anduviera borracho. Le dolía muchísimo la cabeza. Levantó una mano y se la puso en la frente, estaba ardiendo en fiebre... realmente era un milagro que no tuviera alucinaciones... La marca comenzó a arderle mas fuerte y sacó su pedacito de pergamino. Por un momento se le doblaron las rodillas... estaba muy débil, no podía ir... pero tenía que ir. Se agarró de un sillón y se levantó apoyándose en él.
— ¡Ron!
Ron volteó ligeramente y vio que Harry bajaba a toda velocidad las escaleras. Intentó correr a la salida de la sala común, pero sus piernas no le respondían mas que para dar algunos cortos pasos.
— Ron¿qué haces? — preguntó preocupado Harry al llegar a su lado y lo detuvo de un brazo — ¿a dónde vas?
— Tengo que ir...
— pero ¿a dónde?
— No te incumbe... déjame ir... tengo que...
— Ron, estás ardiendo en fiebre¡no puedes salir!
— Suéltame... ah... me duele... — chilló Ron apretándose con la mano donde tenía la marca de Malfoy.
Ron luchaba contra el brazo de Harry, pero sus esfuerzos eran inútiles, estaba débil, muy débil... estaba cansado de todo esto... sólo quería morirse... desvanecerse en ése mismo instante, entre los brazos de Harry, que lo cargaba hacia el sillón...
Ron se desmayó justo en el momento en el que Harry lo ponía sobre el sillón. Harry tomó el pedacito de pergamino que su amigo tenía en la mano y lo observó. Tenía una flecha dibujada... una simple flecha... así que no le dio importancia y la puso a los pies del sillón.
Harry apartó un mechón de cabello rojo que caía sobre la sudorosa frente de su amigo. En ese momento, reparó en algo brillante que Ron traía puesto en el cuello. Al observarlo de cerca, se dio cuenta de que era un collar de perro hecho de oro, con las iniciales de Ron en él... ¿de oro¿porqué Ron tendría un collar de perro de oro con sus iniciales, y sobre todo¿por qué lo usaba, Ron siempre se quejaba de que no tenía dinero, entonces ¿por qué tenía ese collar?.
Harry le quitó el collar a Ron y lo guardó en su bolsillo, lo consideraba algo grotesco que no iba con su amigo... al momento descubrió montones de rasguños y moretones en el cuello de Ron. Harry recordó las últimas palabras de su amigo.
— "Me duele..."— repitió Harry y miró a Ron. A pesar de estar desmayado, Ron tenía un brazo fuertemente apretado contra sus costillas. Harry quitó el brazo de Ron y le descubrió el abdomen.
Capítulo 16: Veridis Quo (la cuestión de la verdad)
De entre los moretones y rasguños que había por el cuerpo de Ron, había en su costado unas letras ígneas que Harry no necesitó leer dos veces para comprenderlas.
En seguida volvió a ponerle el pijama a su amigo y se volteó. Una lágrima corrió por la mejilla de Harry.
— Ron... conque era esto... ¡maldito Malfoy!
Harry levantó su puño dispuesto a descargar toda su ira contra el suelo, pero sus ojos se toparon con el pedacito de pergamino que estaba a su lado. Volvió a mirar a Ron, lo cargó entre sus brazos y lo llevó a la habitación de los chicos, donde lo depositó en su propia cama, pues la de su amigo estaba llena de sangre. Tomó la mano de su amigo y le dio un ligero apretón.
— Tú preocúpate de ponerte bien, yo me ocuparé de lo demás...
Harry regresó a la sala común y tomó el pedacito de pergamino que tenía la flecha, salió de la sala común y comenzó a ir hacia donde la flecha le indicaba. Caminó por un rato, hasta que llegó a un aula del quinto piso.
Abrió la puerta de golpe.
— ¡Malfoy! — gritó al ver al rubio dentro de la habitación.
— ¿Potter?
— Vas a morir... ¡ vas a morir! — gritó Harry y se lanzó contra Malfoy — ¡Te voy a matar con mis propias manos!
Malfoy lo detuvo con sus brazos forcejeando hasta que Harry lo empujó. Las bancas que estaban apiladas a los costados del aula comenzaron a temblar, al igual que Harry.
— ¿Qué sucede contigo? — preguntó Malfoy acomodándose el cabello.
— "¿qué sucede?" — repitió Harry — ¡"¿qué sucede?"¡¡esto sucede!
Harry le tiró a Malfoy el collar de oro en la cara, pero Malfoy lo atrapó con la mano.
— Ah, esto... y a mí ¿qué me importa?
Harry se lanzó contra Malfoy. Olvidó que era un mago, olvidó que podía usar su varita mágica, olvidó que estaba en el colegio y que era sólo un muchacho con poco futuro... en ese momento sólo quería hacerle a Malfoy todos los golpes y cortaduras que él le había hecho a Ron...
Tiró a Malfoy y comenzó a golpearlo de la forma mas brutal que sus brazos se lo permitían, En un último acceso de fuerzas, Malfoy lo detuvo por los brazos.
— ¿Acaso no te has preguntado por qué lo hizo¿por qué se dejó?
Harry abrió mucho los ojos y lentamente bajó los brazos.
— No lo sabes¿verdad, Potter?
Harry bajó la vista, no quería escuchar las sandeces que Malfoy tuviera que decir.
— ¿Sabes que él mismo se me ofreció?
Harry se tapó los oídos y apretó los ojos, intentó no escuchar, pero aún podía oír la siseante voz de Malfoy.
— Él mismo, en octubre, después del partido de Quidditch, él se me ofreció.
— No...
— Y a partir de ese día comenzamos a vernos más y más...
— No... — Harry abrió los ojos de golpe y miró de frente a Malfoy — ... ¿por qué sufría?
— ¿Qué?
Harry bajó las manos de sus oídos — Si se te ofreció¿por qué sufría, todos esos meses tuvo una gran depresión?. Si realmente era su voluntad, entonces ¿por qué lloraba¿por qué sufría?.
Ésta vez fue Malfoy quien bajó la vista — en realidad no se me ofreció por gusto...
— ¿Entonces?
— ... Te diré la verdad... se me ofreció para salvarte.
— ¿Para salvarme¿salvarme de qué¿de qué hablas?
— Para salvarte... ese día del partido de Quidditch, yo te había dormido para llevarte y "jugar" un rato contigo... Ron se enteró porque el imbécil de Zabini le dijo. Ron luchó, pero yo fui más fuerte... él no pudo soportarlo y se ofreció para ocupar tu lugar, para salvarte...
Harry no podía hablar, ni siquiera se podía mover... ¿Por qué Malfoy le estaba confesando todo esto?
— Realmente te envidio, Potter... eres un estúpido al no darte cuenta de cuánto te quiere Ron, te ama más que a nada, se ha sacrificado por ti todo este tiempo... eres un completo imbécil... y sin embargo¡cuánto te envidio!...
Harry se acercó a Malfoy y lo jaló por el cuello — ...Quítale la marca que le pusiste... ¡quítasela!
— Tengo que estar frente a él para poder hacer eso.
— Muy bien... ¡pero si intentas algo, te mueres!
Malfoy se sacudió la ropa, con la manga de la túnica se limpió la sangre del rostro y siguió a Harry.
Harry fue hasta la entrada de la sala común de Gryffindor y dijo la contraseña a la señora gorda, la cual vaciló al ver a Malfoy atrás de Harry.
— No hay problema, viene conmigo — aclaró Harry.
Los dos muchachos entraron en la sala común y se dirigieron a los dormitorios.
— No hagas ruido — le previno Harry — Ron estaba inconsciente cuando lo dejé, ahorita probablemente solo esté dormido.
Ambos muchachos entraron en el dormitorio. Malfoy corrió hasta la cama donde yacía Ron, mientras que Harry fue hasta la cama de Ron, arrancó las cobijas y se las tiró en la cara a Malfoy.
— ... Después de que Ron regresó de tu tortura de medianoche, comenzó a convulsionarse, toda esa sangre es la que escupió por exceso de estrés... por tu culpa ahorita está Ron en este estado, por tu culpa tiene fiebres tan altas... quisiera golpearte en este momento, pero no lo haré hasta que le quites la marca.
— Y yo no se la quitaré hasta que tú no prometas que no me golpearas cuando se la quite... aunque no puedo confiar en ti, usualmente no cumples tus promesas.
— Yo soy el que realmente no puede confiar en tu palabra... prometiste no hacerle nada a mis amigos...
—Si, lo acepto, pero lo prometí hace más de tres años, y el día que me botaste se rompió la promesa.
— Si así de fácil rompiste la promesa que me habías hecho, entonces es que nunca me quisiste realmente.
— Yo siempre te quise... — respondió Malfoy por lo bajo — pero realmente me molestó que me botaras y finalizaras lo nuestro con una excusa tan tonta como la que me diste: "tu ya me tienes harto"... ¡por favor, pero bien que me buscabas.
— Eso lo dije sólo para hacerte enojar, en realidad di fin a nuestra relación porque lo único que tú querías cuando estábamos solos era que tuviéramos sexo.
— Ya llevábamos dos años saliendo y tú nunca te habías dejado hasta entonces... era lógico¿no?
— No, porque el amor verdadero es paciente... si no podías esperar hasta que yo estuviera preparado, significa que tú nunca me amaste.
— Muy tarde para reproches... Harry
— Te prohibí que me llamaras por mi nombre.
— Ya, mejor cállate y préstame unas toallas mojadas con agua fría, las necesito para quitarle la marca a tu amigo.
Harry fue al baño y regresó con las toallas húmedas, las cuales le entregó a Malfoy, luego se sentó sobre la cama al lado de Ron para ver lo que hacía Malfoy. El rubio le había descubierto el torso a Ron y paseaba su varita mágica sobre la marca mientras pronunciaba unas extrañas palabras.
Después de un rato, Malfoy puso las toallas frías sobre el torso de Ron.
— Listo — dijo Malfoy — no destapes la marca hasta dentro de una hora y habrá desaparecido por completo.
— ¿En esto si puedo confiar en ti?
— En una situación como ésta no mentiría.
— Realmente me extraña¿a qué te refieres con "en una situación como ésta"?
— Si no quieres que te mientan, entonces no preguntes... bueno, me retiro, espero que Weasley se recupere.
Malfoy salió de la habitación. Harry suspiró y recogió las sabanas de la cama de Ron para ponerlas en su lugar... Harry aún se preguntaba cómo es que alguna vez había podido ser novio de alguien con la cabeza tan atascada de orgullo como Malfoy.
Capítulo 17: La raíz de todos los males.
Ron despertó bruscamente. Había soñado cosas muy extrañas... sombras que iban y venían, gente que susurraba y decía cosas sin sentido...
— Ya basta... — murmuró fastidiado y hundió la cara en la almohada. Al instante percibió en la almohada un aroma conocido... el aroma de Harry. — Un momento¿qué hago yo en la cama de Harry?.
Al instante, Ron recordó que Malfoy lo había llamado y que todavía no había acudido a su llamado... pero la marca ya no le ardía... temiendo lo peor, se miró el torso, pero no tenía ninguna marca en él.
— ¿Ya despertaste?
Harry entró en la habitación y se sentó al lado de Ron — ¿cómo te sientes?
— Bien... — respondió Ron mirándose otra vez el torso — a decir verdad, muy bien.
— Vaya, la marca sí se te quitó... Malfoy cumplió su palabra.
A Ron se le cayó el alma a los pies — tú... ¿sabes... sabes que... Malfoy. me..?
— Ron, te debo una disculpa y una explicación, pues creo que todo este problema empezó por mi culpa.
— ¿por que...?
— Es una explicación muy larga — interrumpió Harry — así que necesito que me dejes hablar, las preguntas que tengas te las responderé al final. Ron, yo fui novio de Malfoy.
— ¿qué!
— Déjame hablar. Fui novio de Malfoy. Comenzamos a salir a finales de tercero, y después nos hicimos novios, a escondidas de ti y de Hermione nos veíamos por todo el colegio, nuestras peleas frente a ustedes eran pura pantalla... Malfoy y yo nos queríamos, pero desde que empezamos la relación él sólo quería tener sexo... ¡por supuesto que yo nunca cedí, nunca me acosté con él ni una vez. Al cabo de dos años, Malfoy estaba enojado porque yo me resistía a tener relaciones con él, y él empezó a hacer bromas de muy mal gusto para provocarme. Decía que sería mas fácil chantajearte a ti con dinero para que aflojaras, que a veces mi actitud de resistirme le molestaba tanto que tenía ganas de golpear a Hermione para que yo sintiera lo que él sentía cuando me le resistía. Le hice prometer que nunca los tocaría a ustedes, y si se portaba bien le daría lo que quería cuando saliéramos de quinto, pero la verdad es que se lo dije casi sólo para calmarlo, porque ya me tenía harto, y hasta cierto punto algo preocupado, pues sus amenazas cada día las decía mas enserio. El día que, sin querer, me besé con Cho, hizo un tango gritándome que yo no lo quería, que "con todo menos con él"... total, yo ya estaba más que harto de sus rabietas de niño de kinder-garden y lo dejé a mediados de quinto.
Harry hizo una pausa para tomar aire. Se levantó y fue hasta el marco de la ventana. Tomó una silla, se sentó en dirección a Ron, y siguió hablando.
— Ron... Malfoy me drogó ese día porque su amor por mi se había apagado, pero sus ansias de tenerme no. Me drogó porque quería calmar esa tentación que tenía muy dentro de su ser, quería tenerme aunque fuera sólo una vez, aunque yo estuviera drogado... pero ése día llegaste tú cuando él estaba a punto de comenzar a llevar a cabo su plan, y Malfoy se aprovechó pensando "¿por qué conformarme con tener a Potter una sola vez, puedo chantajear a Weasley y tener sexo asegurado muchas veces...
Harry volvió a hacer una pausa, ésta vez se levantó de la silla, se sentó al lado de Ron y lo abrazó fuertemente.
— Ron... te agradezco muchísimo que me hayas salvado de Malfoy, muchísimas gracias, pero no tenías por qué hacerlo...
— No tenía por qué hacerlo, sin embargo yo quería hacerlo — respondió Ron —... Harry, tu significas mucho para mi, y yo... yo sería capaz de eso y más por verte feliz.
— Ron... cuando me enteré de esto me sentí muy triste, me sentí miserable... ¿cómo es posible que permita que mi mejor y más querido amigo sacrifique su vida por mi?
— Ésa es la clase de cosas que los mejores amigos hacen por sus mejores amigos...
— Pero... ¿cómo pudiste aguantar por tantos meses?
— Ya te lo dije, tú significas mucho para mi, Harry; yo fui capaz de aguantar eso porque no podía permitir que vivieras el infierno que yo viví... y si ahorita mi recompensa es verte así de triste, entonces no lo valió. Mejor sonríe, para así saber que lo que hice no fue en vano.
Harry miró a Ron y sonrió, pero al mismo tiempo comenzó a llorar — Ron...
El pelirrojo también comenzó a llorar y se volvieron a abrazar, cada muchacho llorando en los brazos del otro.
Ya eran las cinco de la tarde cuando Hermione volvió a ver a Harry, y la chica le pudo preguntar por la salud de Ron, ya que Harry le había dicho que su amigo se sentía indispuesto y que estaba durmiendo; pero, siendo las cinco de la tarde, la chica ya estaba preocupada de que Ron aún no bajara de los dormitorios.
— No te preocupes, Hermione, Ron ya se siente mejor y se está bañando para bajar a comer.
— ¡Menos mal, ya comenzaba realmente a preocuparme... oye Harry, yo la verdad sigo viendo raro a Ron¿has pensado en lo que te dije?
— No, no lo he pensado porque estoy seguro de que Ron no se droga.
— ¿Cómo estás tan seguro?
— Porque yo se lo pregunté — mintió Harry — es más... ya sé lo que lo que en realidad tiene Ron.
— Ah ¿si¿qué es?
— Es un secreto...
— ¡Tú también ya vas a empezar con tus secretos!
— Bueno, es un secreto del que te vas a enterar el día de la graduación.
Después de un rato, Ron bajó a la sala común, y así fueron a las cocinas para buscar comida. Los pequeños elfos, por orden de Dobby y de Winky, atiborraron a los chicos de comida. Quedaron tan satisfechos que agradecieron enormemente a los pequeños elfos y luego regresaron a su sala común.
Cuando llegaron, Ron descubrió una lechuza marrón que lo estaba esperando.
— Deben ser noticias de Ginny — dijo esperanzado Ron tomando la carta que la lechuza traía. La abrió y descubrió que no eran noticias de su hermana:
Ron:
Espero que estés mejor. Antes que nada, quisiera pedirte una disculpa, una disculpa tan grande que no me cabe en esta carta. Realmente estoy muy arrepentido de lo que te hice, simplemente que estaba algo enojado y no me di cuenta del daño que te estaba haciendo. Discúlpame, por favor. Quisiera que nos viéramos hoy en la tarde a las siete en mi sala común. Comprenderé si no asistes, pero realmente me gustaría que vinieras para así poderte decir todos los pensamientos que por mi cabeza rondan y que en una carta no te puedo decir.
Realmente te agradecería que vinieras.
Atte. Draco Malfoy
Ron dobló la carta — es de mis hermanos, Ginny sigue en el mismo estado — mintió Ron — voy a los dormitorios, creo que otra vez me siento mal...
— También yo voy — dijo Hermione.
— No Hermione, necesito estar solo — respondió Ron yendo hacia la puerta.
— ¿Ron?
Ron escuchó la suave voz de Harry llamarlo desde la puerta. Escuchó sus pasos acercarse y sintió el suave peso de Harry sobre la cama sobre la que él se encontraba acostado. La voz de Harry volvió a llamarlo, por lo que levantó su cara de la almohada, abrió los ojos y se enderezó.
— toma — le dijo dándole la carta de Malfoy — léela y luego me dices qué te parece.
Ron cerró otra vez los ojos y se volvió a tirar de cara sobre la almohada.
— ¿piensas ir a la cita? — preguntó Harry después de leer la carta.
— No sé
— Si quieres mi opinión, no vayas.
— No tengo nada de ganas de ir, sin embargo tengo que ir.
— ¿Por qué?
— El trato que había hecho con Malfoy no constaba solo de que no te tocara y no te dijera nada de esto, sino también de muchas otras cosas... la mitad del trato está roto porque tu descubriste la verdad, pero la parte que resta del trato aún no se ha roto y tengo miedo que si le hago enojar, Malfoy cumpla su palabra y termine por dañar todo lo bueno que en mi vida queda.
— La decisión depende de ti, Ron¿vas a ir?
— Ya te lo dije, no tengo ganas, pero tengo que ir a fuerzas... pero ésta vez si llevaré mi varita mágica.
— ¿"ésta vez"?
— Si, normalmente cuando me iba encontraba con él, no llevaba mi varita para evitar que se me ensuciara o que en una de esas la agarrara y le lanzara una maldición a Malfoy.
— Entiendo.
— De hecho, ya es hora de que me vaya, ya faltan quince para las siete y el camino a la sala común de Slytherin es largo.
— Ok, cuídate mucho Ron.
— No te preocupes, no puede hacerme nada tan doloroso que no me haya hecho ya antes.
Ron salió de los dormitorios.
— ¿A dónde vas, Ron? — preguntó Hermione, que durante todo ese tiempo había estado sentada afuera esperando.
— Voy a dar una vuelta, al rato regreso — respondió Ron saliendo de la sala común.
— Déjalo, Hermione — le dijo Harry a la chica cuando vio que ella se disponía a seguirlo.
Hermione bufó — ¿cómo es posible que permitas que se salga así como así en estas condiciones y que se vaya quién sabe a dónde?
— Como solía decir un conocido mío: "si no quieres que te mientan, entonces no preguntes"... ven, siéntate¿quieres jugar ajedrez?.
Notas de la autora: Jejeje, gracias a todos por sus reviews, realmente son una gran inspiración para mi. Espero que la historia, hasta ahora, sea de su agrado. Estén al pendiente, porque el gran final se acerca, pero nose preocupen,porque pronto habrá mas historias que ya tengo en mente. Un saludo a todos desde el hermoso México.
Atte. IQcerebral
