Capitulo 18: Solo eso y nada más.

— Necrolatría

La pared de piedra se movió, dejando un pasaje a una sala común con banderines verdes. Malfoy estaba ahí, esperándolo.

— Vamos a mi cuarto — pidió Malfoy, y Ron lo siguió.

— ¿qué querías decirme? — preguntó Ron cuando Malfoy hubo cerrado la puerta del dormitorio.

— Ron, perdóname — comenzó a decir Malfoy — no sé que me pasó... bueno, si sé que me pasó, pero es difícil de explicar, no sé ni por dónde empezar...

— Empieza por el principio — aconsejó Ron sentándose en la cama de Malfoy.

— Verás... al principio, sólo te veía como mi juguete, sólo eras como un entretenimiento para mi, para desfogar lo que sentía...

— Desfogar el sentimiento reprimido de que nunca pudiste tener a Harry; si, lo sé.

— ¿Potter te lo contó?

— Si.

— Bien, así está mejor, me ahorra algunas explicaciones. En fin. Resulta que, para ese entonces, yo ya no amaba para nada a Potter, sólo desquitaba las ganas que se me habían quedado de tenerlo imaginando que tú eras él... pero mientras más pasaba el tiempo, más difícil me parecía seguir con eso, porque tú y Potter son completamente diferentes físicamente... en realidad, me di cuenta de que tú estabas mucho mejor que Potter; pero al mismo tiempo, comencé a pensar en cuánto sacrificabas por Potter, tomando en cuenta que él no te ama, y así comencé a sentir envidia... "¿por qué nadie me ama así?", "me encantaría que alguien me amara así..."

Ron comenzó a darse cuenta de la verdad. Malfoy era un muchacho muy solitario, que nunca había recibido amor ni siquiera de sus padres.

— La cuestión es — continuó Malfoy — que, después de algún tiempo, comencé a darme cuenta de que tú pensabas muy diferente de Potter, y cada día se me hizo mas difícil estar contigo sin pensar que eras Ron Weasley: Poco a poco, en mi comenzó a crecer la curiosidad por conocerte, al mismo tiempo que crecía en mi algo que yo no sabía que era... mientras más te conocía, este sentimiento más crecía...

Malfoy hizo una pausa para acercarse a Ron y pararse frente a él.

— Un día, cuando estuvieron aquí tus hermanos, te vi con Bill y con Charlie, en medio del pasillo...

Ron recordó cuando Charlie dijo que había escuchado algo... ese siseo de serpiente que parecía al mismo tiempo un gruñido... — El día con mis hermanos...

— ¡no sabes la rabia que me dio ver que tocaban lo que era mío! — continuo Malfoy —, me pregunté "¿cómo es posible que Ron haga esto?"... me molesté muchísimo, esa noche lloré son saber porqué lo hacía, hasta que las palabras de mi padre se agolparon en mi cabeza: "un Malfoy no llora, un Malfoy nunca deja que su honor caiga"... fue cuando comencé a torturarte... quería desquitarme con todo lo que tuviera el apellido Weasley, tragándome lo que sentía por ti, sin embargo no me di cuenta del costo tan grande que tendría que pagar... no pensé que podía perderte, como ahora lo he hecho...

Malfoy se arrodilló frente a Ron.

— Ron, estoy muy arrepentido de todo lo que ha sucedido... hasta después de mucho tiempo supe qué era esto que sentía... Ron... te amo.

— ¡¿qué!

— Lo sé, suena ilógico que después de maltratarte como lo hice, venga y te diga esto... pero así es, te amo.

— ¡¿pero, por qué!

— Porque eres todo lo contrario a lo que yo pensaba que eras, eres inteligente, tu plática es interesante, realmente quieres a tu familia, alguna vez me tuviste confianza cuando comenzábamos a llevarnos bien, lograste lo que nadie había logrado antes... me hiciste sentir por un momento un muchacho normal, me enseñaste que el linaje de la sangre no importaba, que uno podía valer mucho aún sin tener sangre real... Ron, tu realmente sacas lo mejor de mi mismo, te amo no por lo que soy sino por lo que somos cuando estamos juntos... por eso te amo, Ron, por favor perdóname, estoy muy arrepentido... Ron, ¿te casarías conmigo?.

Ron se quedó de piedra... la primera propuesta de matrimonio que recibía en su vida... ¡y se la había hecho Malfoy!.

— Draco... yo... lo siento — dijo Ron — probablemente algún día te perdone lo que hiciste y podamos ser amigos, pero ahora no puedo, aún te tengo algo de miedo... discúlpame, Draco, pero no me puedo casar contigo porque yo no te amo... sólo te puedo ofrecer, en un futuro, una amistad.

Por es rostro del rubio resbalaron dos lagrimas — si, te entiendo... gracias de todas maneras por platicar conmigo y haberme hecho ver muchos errores en los que estaba... realmente te deseo toda la suerte del mundo con Potter... Dios, ¡cómo lo envidio, maldito cabeza rajada...

— Entonces, nos vemos luego.

— Si, hasta luego, y gracias por haber venido...

Draco se secó las lagrimas que rodaban por su cara. Realmente se veía destrozado...

— Draco...

— ¿sí?

Ron lo abrazó fuertemente.

— Es la primera vez que alguien me ofrece matrimonio — rió el Weasley.

— ¿si, realmente es una lástima que el primero no haya sido el bueno, pero esperemos que a ese Potter se le quite lo imbécil y se dé cuenta de el pedazo de hombre que botó a un Malfoy por él.

— Gracias.

— No agradezcas cuando te digan algo que es la verdad.

— Algo parecido suele decirme mi hermano Charlie.

— Si ya son dos personas las que te lo decimos es porque tenemos razón en lo que decimos... ven, te acompaño a la puerta, no vaya a ser que aparezca el estúpido de Zabini y te delate.

— Ok, gracias, aunque la vez pasada no estaba, pero... un momento, la vez pasada... ¡CHIN! — gritó Ron.

— ¿que sucede?

— ¡Mis hermanos, ¡la marca!

— ¿que sucede con la marca y con tus hermanos?

— Es que... la vez pasada que vinieron mis hermanos, los gemelos y yo... bueno, ¡tú sabes a que me refiero!

— ¡Con qué descaro lo dices!

— Pero... me quedé pensando...¿por qué ese día no vieron la marca?

— Oh, hubiera sido interesante que la hubieran visto... qué lastima — rió Draco — hubiera sido interesante si, en ese momento, te hubiera llamado...

— ¿por qué?

— En serio, Ron, ¿nunca has pensado por qué al profesor Snape nunca se le ve la marca tenebrosa cuando se sube las mangas de la túnica para hacer las pociones?

— Pensé que se le había quitado...

— Ésas marcas no se quitan hasta que el que la puso la quita, como yo te la quité. Simplemente, cuando pasa algo de tiempo se empiezan a aclarar

— ¿se quitan?

— Bueno, no se quitan, pero si se vuelven de un color menos vivido., ¿nunca notaste que cuando dejé de llamarte por medio de ella comenzó a hacerse más clara?

— Eh... no.

— Entonces no observaste bien... nunca desapareció por completo, pero si se hizo un poco de color piel durante esa semana, porque dejé de llamarte por ella... y tus hermanos te aseguro que, aunque se pudiera ver un poco, ni la notaron por estar tan ocupados contigo...

— Uff, ¡menos mal!

Draco acompañó a Ron hasta la entrada de la sala común.

— Nos vemos.

— Si, hasta luego.

— Ron

— ¿qué?

— Si el imbécil de Potter no te invita a ir al baile de graduación, aquí tienes un amigo que estará disponible.

— ¿no vas a invitar a Pansi?

— antes que invitarla primero te vuelvo a violar para que Potter me vuelva a golpear y, con suerte, terminar con una costilla rota para no ir al baile.

— ¿Harry te golpeó cuando se enteró?

— Uh, ¡ya si no, aún traigo moretones en el abdomen... la cicatriz que traigo en la ceja me la puso él a madrazos... al parecer, me quería hacer a golpes una cicatriz igual a la suya...

— Wow...

— Si, aunque no lo parezca, Potter te estima mucho... échale ganas y te aseguro que lo conquistas.

— Ok, gracias, adiós.

— Adiós.

Capítulo 19: La semana anterior.

: Tres meses después :

— ¡Gracias al señor de los pelos parados, ése fue el ultimo examen!

— ¿que mi papá qué? — preguntó Harry sentándose al lado de Ron debajo del árbol.

— Es solo una expresión — explicó Ron — me siento muy contento porque con el examen que acabamos de tener, ya terminamos los ÉXTASIS.

— ¿cómo te fue en el examen, hermanito? — preguntó una chica pelirroja acercándose a Ron.

— Muy bien, Ginny... ¡ven acá, pequeñuela!

— Ah, ¡que me despeinas! — chilló la Weasley cuando su hermano comenzó a alborotarle el cabello.

— Es que estoy muy contento de que ya estés bien... ¡nos tuviste todo un mes y medio preocupados, ¿cómo sigue tu embarazo?

— Bien, gracias.

— ¿Ya cuantos meses tienes, Ginny? — preguntó Hermione.

— Seis meses, el medimago dijo que lo voy a tener antes de septiembre.

— ¡Seis!

— ¿Y estás esperando una hija o una canica? — preguntó sorprendido Ron.

— ¿Porque?

— Es que no se te notan

— Claro, por la túnica.

— ¿cómo sigue todo con mi cuñado, ¿ya se porta bien?

— Si, al parecer, a Nigel ya le cayó el veinte de que va a ser papá...

— Hablando del rey de Roma... — murmuró Harry

— Ey, chicos! — saludó un muchacho de cabello oscuro acercándose a donde ellos estaban — vengo en pose de rey Arturo a robarles a Ginebra por un ratito.

— Ok, ¡pórtense bien! — les dijo Ron mientras se alejaban, luego murmuró para si — chín, no me creo que mi hermana menor ya vaya a casarse y a tener su primera hija, que Fred ya se vaya a casar, que George ya se vaya a casar, que Bill ya viva en el concubinato con Tonks, que ya está esperando un hijo, y tengan planes de boda; ¡y yo nada de nada, bueno, aunque parece que Charlie también sufre la misma suerte que yo...

— Tranquilo Ron, ya llegará tu tiempo — le dijo Hermione — no te desesperes... hay que tener paciencia.

— Recuerda lo pacientes que fuimos este año y al final ganamos la copa de Quidditch — le recordó Harry.

— Oigan, ¿ya tienen pareja para el baile de graduación? — preguntó Ron.

— Eh... sipi — respondió Hermione.

— ¿Con quien vas?

— Es sorpresa. ¿y tu, Harry, ¿ya tienes pareja?

— Eh... si, creo — respondió Harry

— ¿cómo que "creo"?

— Si... es que ya sé a quien voy a llevar al baile, pero...

— ¿"pero"?

— Esa persona no sabe que le voy a llevar al baile.

— En pocas palabras, no se lo has pedido.

— Eh... no.

— ¿es alguien que conozcamos?

— Eh... no, supongo.

— ¡Cuánto misterio!

— ¿Y tu, Ron, no nos has dicho si ya tienes pareja — preguntó Harry.

— Eh, pues... creo que no. Ya saben lo difícil que es para los míos conseguir pareja.

— Ron, no importa qué preferencias sexuales tengas — explicó Hermione — tienes derecho a ir acompañado a una fiesta y divertirte igual que cualquier persona.

— Hermione, desde que te dije que era gay, me ha parecido que quieres que todo Hogwarts se entere, no paras de decirme los derechos que como homosexual tengo, siendo que ya los sé.

— ¡Lo siento, solo quería ayudar...

— Oye Harry, y ¿quien es esa persona a la que quieres llevar? — preguntó Ron muy interesado.

— Eh... es secreto.

— No pierdas tu tiempo, si quieres invitarla, hazlo. El que yo me quede sin pareja, no quiere decir que tu tengas por qué quedarte sin pareja; además recuerda que si no te apresuras, van a acaparar a todas las guapas, y estoy seguro de que no quieres acabar con un troll como lo hiciste en cuarto curso, o, en este caso, con una de primer curso.

— Otra vez con eso... — murmuró Hermione.

— La verdad es hasta cierto punto ventajoso que en los bailes de graduación sólo sean para los de séptimo y para las parejas de los de séptimo... oye, respecto a lo de los trolls, vieras que ese día me sorprendió ver que Parvati, cuando se arregla bien, deja de verse fea.

— Si, eso pasa con la mayoría de las chicas — dijo Ron — ¿verdad que si, Hermione?

El brazo de Hermione saltó como resorte y fue a dar a la cabeza de Ron.

— Auch, a zapes no me llevo yo contigo, Hermione.

— ¡Que delicadito!

— Ejem.

Los muchachos voltearon y vieron frente a ello a una chica rubia de cabellos muy alborotados que tenía cara de loca.

— Hola Luna — saludaron los chicos.

— Hola... oye Ronald, ¿todavía no tienes pareja para tu baile de gradación?

— No, la verdad no.

— Porque... si quieres yo puedo ir contigo.

Harry y Hermione miraron atónitos a Ron y a Luna, alternativamente.

— No es por despreciarte, Luna, simplemente que pienso ir solo a la fiesta de graduación, discúlpame.

— Oh, ya veo, no te preocupes, hasta luego.

— Espera Luna — llamó Harry — tal vez no sea Ron, pero ¿te gustaría venir conmigo?

— Está bien — respondió la chica — ese día te espero en la gran escalera a las ocho. ¡Nos vemos!.

La rubia se alejó.

— Y la méndiga ni agradeció la invitación.

— Harry... ¿pensabas invitar a Luna?

— La verdad no, pero, como tú dices, mejor ella que un troll.

— Eso — dijo Ron señalando en la dirección en que se había ido Luna — es peor que un troll, mi amigo.

— En realidad a veces puede decir cosas coherentes... a veces, muy a veces.

— Bueno, yo no se ustedes, pero la verdad es que yo tengo hambre... — dijo Hermione — ya me voy a comer, ¿vienen?

Los muchachos se levantaron de abajo del árbol donde habían estado sentados y fueron hacia dentro del castillo. Venían muchos alumnos bajando por las escaleras principales y varios otros venían de escaleras anexas.

— Adelántense — les indicó Ron a sus amigos — en un momento los alcanzo.

Ron se acercó hasta un grupito de Slytherins que venían — Eh, ¡Malfoy!

Varios Slytherins voltearon, entre ellos un rubio y dos muchachos que más que muchachos parecían gorilas. El chico rubio hizo un ademán a los gorilas y se alejó del grupito. Ambos muchachos fueron hasta un pasillo que estaba fuera de miradas indiscretas y comenzaron a hablar.

— Hola, Ron, ¿cómo estás?

— Hola Draco! Bien, gracias.

— ¿cómo vas con Potter?

— Pues bien...

— ¿Te invitó al baile de graduación?

— No...

— Ah, que Potter tan pen...sativo, debería dejar de pensársela tanto y pedírtelo ya.

— Ya invitó a Luna

— ¿A Luna, ¿Luna Lovegood, ¿la loca esa de Ravenclaw?

— Si

— Por Dios...a Potter realmente le hizo algún daño la cicatriz que tiene si pensó antes en ella que en ti.

— La cuestión es que... ¿recuerdas que me habías dicho que estarías disponible por si las dudas?

— ¿quieres que vaya contigo? — preguntó sorprendido Draco.

— A menos que ya tengas pareja...

— No, claro que no. En realidad Pansi ha estado pidiéndomelo toda la semana, ya estoy tan harto que comencé a plantearme seriamente el hecho de violarte nuevamente para que Potter sí me rompiera las costillas... no es cierto, es broma, pero la verdad es que sí me he planteado auto-provocarme un accidente para faltar, y ahorita con tu invitación me sacas de un apuro muy grande.

— Menos mal... entonces ¿cómo nos arreglamos para ese día?

— Con tus mejores galas — rió Malfoy

— No, yo me refiero a cómo nos arreglamos para vernos, ¿pasas tú por mi, o paso yo por ti?

— Yo paso por ti a tu sala común, al fin que la contraseña sigue siendo la misma, ¿no?

— No, ahora es "Atrapasueños"

— Ok, iré por ti al quince para las ocho.

— Bien, gracias.

— Si quieres podemos idear un plan para poner celoso a Potter...

— No... si no me quiere mas que como su amigo, no tengo por qué obligarlo a que sea diferente.

— ¿él te dijo eso?

— No, pero me lo ha dado a entender.

— Bueno, como quieras. Entonces el próximo viernes al quince a las ocho, estás listo.

— Si, gracias.

— Por nada, amigo.

Durante toda esa semana, Ron estaba que brincaba de ganas de que ya fuera el sábado, pues quería estrenar la túnica que sus hermanos le había regalado. Hermione estaba muy contenta porque tenía a sus amigos en la duda de con quién iría este año. Harry estaba muy emocionado de que ya le dieran su reconocimiento como mejor buscador de la generación. Los tres amigos estaban muy felices, pero a la vez muy tristes. Los tres se había ya acostumbrado a verse a diario... no era fácil para ellos saber que tendrían que separase después de, durante 7 años seguidos, haber vivido "juntos" diez meses seguidos de cada año... se extrañaría muchísimo...

Capítulo 20: La graduación.

El sábado por la tarde, había una completa revuelta en la habitación de los chicos. Seamus no encontraba su corbata, Dean no encontraba sus calcetines, Neville no se podía poner el chaleco que venía a juego con su túnica, Harry no podía hacer que su cabello se quedara en su lugar, y Ron...

— Oigan, ¿dónde está Ron? — preguntó interesado Dean.

— Aún no sale del baño — respondió Neville.

— Pues ¡Al demonio! — dijo Dean metiéndose el zapato en el desnudo pie — Yo tenía esperanzas de encontrar mis calcetines en el baño, pero mejor ya me voy sin calcetines, al fin que con la túnica larga no se nota.

— Pues tienes razón — secundó Seamus — al fin que con la túnica encima no se ve si traigo o no corbata.

— Y yo me voy a dejar el chaleco abierto, al fin que, en realidad, no se ve mal — dijo Neville, y así, los tres chicos salieron de los dormitorios.

— Ron, ¿ya mero sales?.

— No, aún tengo que peinarme — respondió Ron a través de la puerta cerrada.

— Bueno, te espero allá abajo junto con Hermione para que vayamos por nuestras parejas.

— Este... mi pareja me va a estar esperando en la sala común.

— ¿Siempre sí conseguiste pareja?

— Eh... si, de ultimo momento.

— En todo caso te esperamos en la sala común, no te tardes.

Harry bajó la escalera y casi se cae para atrás al ver a Malfoy sentado en uno de los sillones de la sala común.

— ¿Malfoy?

— Potter — respondió el rubio.

— ¿tu eres la pareja de Ron?

— Así es.

— Eh... ¿no has visto si Hermione ya bajó?

— Llevo aquí quince minutos y Granger no ha pasado por aquí.

— Ah, bueno...

Harry se sentó al lado de Malfoy y ambos guardaron silencio.

— ¿Lo obligaste a que te acompañara? — preguntó Harry.

— No, se lo pedí cortésmente y me dijo que si.

— Ah...

El silencio se volvió a hacer entre los muchachos. Después de un momento, fue Malfoy quien rompió el silencio.

— Potter, dejémonos de estupideces, que ya me cansé.

— ¿A qué te refieres?

— Ya sé que muchas cosas pasaron entre nosotros, pero ahora, al final de todo, ¿no podemos ser simplemente amigos, es decir, si después de todo soy amigo de Ron, ¿por qué no ser amigos nosotros?

— Dame una buena razón para decir que si.

— Que no te estoy pidiendo que volvamos, sino simplemente te estoy pidiendo que seamos amigos, y es algo que realmente te conviene si tomamos en cuenta de que es probable que ahora Ron y yo nos veamos seguido... ¿por qué no también llevarnos bien nosotros?

— ... Que sea una tregua, y cuando con tu actitud me convenzas entonces veremos — dijo Harry estrechando la mano que Draco le ofrecía — pero cuidadito y le haces el feo a Hermione, ella es mi amiga y no voy a permitir que le hagas ninguna grosería.

— Se nota que no sabes que he cambiado, probablemente me cueste algo adaptarme, ya que esto de amistades con hijos de muggles es nuevo para mi.

— Me alegra escuchar que no la llamaste "sangre-sucia"

— No, aunque no lo creas, estoy dispuesto a enmendar mi error.

En ese momento bajó Hermione con su vestido dorado y puso cara de susto cuando vio a Malfoy sentado al lado de Harry, por un momento creyó que tenía visiones.

— Que guapa te vez, Hermione — dijo Harry.

— Si, hasta yo tengo que aceptar que cuando Granger se arregla, se ve bien — comentó Draco.

Hermione no daba crédito a sus oídos — qué...¿qué está sucediendo aquí?

— Hermione, Ron si consiguió pareja — dijo Harry.

— Si, yo soy su pareja — complementó el rubio viendo la cara perpleja de Hermione.

— Ay, mi madre... ay, mi madre — Hermione se sentó en el sillón, mas pálida que un muerto — ahora si me da...

— Hermione... ¿te puedo llamar Hermione? — preguntó Draco.

— Eh... si...como sea...

— Hermione, como hace un momento le decía a Harry, he cambiado, ahora soy amigo de Ron, ¿no podría ser amigo de ustedes también?

Hermione lo miró y exclamó con sarcasmo — Ah... o sea, ¿un Malfoy haciendo amistades con sangre-sucias?

— No, Hermione... aún no me acostumbro fácilmente a tratar con hijos de muggles, pero créeme que hago el intento, y quiero iniciar este cambio de actitud siendo tu amigo.

— Ahora si me da... — Hermione se dejó caer en el respaldo del sillón.

— Confía en él, Hermione, verás que en el fondo no es tan mala persona.

Los tres chicos voltearon a las escaleras al escuchar la voz de Ron venir desde ellas.

— Wow... ¿ésa es mi pareja? — preguntó Draco anonadado viendo a Ron bajar por las escaleras.

Ron traía puesta una túnica azul marino con negro de manga larga y cuello alto con bordados de hilos de plata pura, en el cuello de la túnica tenía broches de plata a juego con los broches que cerraban los puños de las mangas, abajo de la túnica traía un traje negro que lo hacía verse muy elegante.

— Ron, ¡que bien te vez! — exclamó Hermione — déjame ir abajo y decirle a Viktor que se vaya al demonio, yo voy contigo.

— ¿Viktor? —preguntó Ron atónito — ¿hiciste venir a Viktor Krum desde Bulgaria para que fuera tu pareja?

— Si, pero en serio que soy capaz de decirle que mejor voy contigo.

— Eso es algo que yo no puedo permitir — dijo Draco — Ron va conmigo.

— Además, es la primera vez que voy a poder ver a Viktor en plan de amigos y no de enemigos — secundó Ron.

— Es cierto... — murmuró Hermione — si dices que siempre has sido gay, ¿cómo es que te daba celos verme con él?

— En realidad es que siempre te he visto como una hermana, Hermione, y me molestaba ver que ibas con ese tipo que te ganaba en edad por dos años.

— ¡Pero dos años es muy poquito!

— Hazle comprender eso a mi mente enferma.

Los cuatro fueron a la gran escalera, donde un seguida Luna se acercó a ellos.

— Hola Harry

— Hola Luna, te ves bien.

— Tu también, ¿nos vamos?

— No, estamos esperando a la pareja de Hermione.

En realidad no tuvieron que esperar tanto, porque Viktor llegó a los pocos minutos.

— Hola a todos — saludó el muchacho — tanto tiempo sin verrlos

— Hola Viktor — saludó Hermione.

— Herr-mio-ne — suspiró Krum — te ves herrmosa

— Gracias

— Bueno... ahora que ya estamos todos, ¿nos vamos? — preguntó impaciente Luna.

Cada muchacho le dio el brazo a su chica y comenzaron a irse. Ron y Draco se miraron. Draco sonrió y le presentó el brazo a Ron, el cual tomó el brazo sonriendo.

Así llegaron las tres parejas al gran comedor. Cuando entró Draco, muchas personas voltearon a verlo, en su mayoría chicas. En la mesa de Slytherin comenzaron a oírse murmullos en torno a un tema: "Malfoy invitó a Weasley al baile". La ventaja fue que, inmediatamente después de Draco y de Ron, entraron Hermione y Viktor, y el murmullo que levantaron entre los presentes calló al murmullo anterior.

Los seis se sentaron en una mesa y comenzaron a platicar.

— Y... ¿cómo fue que ustedes empezarron a salirr ? — preguntó Viktor viendo a Ron y a Draco.

— Eh...

— Nosotros nunca salimos, no estamos saliendo, y dudo mucho que salgamos en un futuro — respondió Draco — simplemente él no tenía pareja y yo tampoco, así que decidimos venir juntos.

— Ya veo...

— ¿Y cómo fue que decidieron venir juntos? — preguntó Luna — por lo que yo tengo entendido, tú eres archienemigo de Ronald, Malfoy.

— Eso era antes, ahora somos amigos — respondió Ron sonriente.

En ese momento, en la mesa principal, se levantó Dumbledore. El silencio de todos los alumnos fue inmediato.

— Otro años que se va... — comenzó a decir el director — aún recuerdo la primera vez que los vi entrar por esas puertas, nadie creería que ésos pequeños enanos asustados serían los grandes hombres y grandes mujeres que son hoy en día. Realmente estoy muy orgulloso de todos ustedes, estoy orgulloso de poder decir yo fui director en la generación del gran herbolario Longbottom, de la gran licenciada en relaciones muggles Abbott, del gran medimago Finn-Fletchey, de la gran ministra de magia Granger, de la gran magi-diseñadora Patil y la gran adivina Patil... Y muchos más personas grandes que si en éste momento las dijera, no acabaría en toda la noche, y ésta en noche de fiesta, así que sólo queda decir ¡que comience el banquete y disfruten de la fiesta!

Frente a los muchachos aparecieron unos menús donde venían todo tipo de platillos entre los que se podía ordenar. Cada uno pidió un platillo diferente para cenar y todos comieron hasta reventar.

— No comas tanto Ron, o si no se te va a romper la túnica — dijo Draco.

— No sucederá

— Claro que si

— A que no

— A que si

— Oh, ¡que no, además tu ya has comido más que yo

— Claro que no

— Claro que si

Mientras tanto, Viktor y Harry hablaban animadamente de Quidditch, y Luna hablaba con Hermione, aunque ella no parecía muy interesada en el tema del que la rubia le hablaba.

Un rato mas tarde, después de que todos hubieron acabado de comer, el gran comedor se puso en penumbra y neblina comenzó a aparecer por todo el suelo.

— Los alumnos pasen al centro de la pista, por favor — ordenó la profesora McGonagal al tiempo que una pequeña orquesta aparecía sobre una tarima a un costado de la pista de baile.

Todos hicieron así como se les decía, y cada uno tomó a su pareja para bailar el vals de los egresados.

— Chin...

— ¿que sucede, Ron?

— No se bailar...

Comenzó a escucharse una melodía suave. Draco tomó a Ron por la cintura y comenzó a susurrarle los pasos mientras lo llevaba lentamente.

— Un, dos, tres... un, dos, tres... ¿ves, es fácil...

Draco bailaba con tal gracia que parecía que esa canción había sido hecha para él.

— Ahora te voy a dar una vueltas...

— ¡No, ¡vueltas no!

— No es difícil, vamos a intentarlo, a la cuenta de tres: una, dos...

Draco soltó la cintura de Ron y le dio una vuelta; luego, dirigiéndolo con sus dedos, le indicó que diera una vuelta alrededor de él.

— Lo haces realmente bien.

— ¿en serio?

— Por supuesto.

Terminado el baile, los muchacho aplaudieron a la orquesta. En seguida, la orquesta desapareció y en su lugar aparecieron un grupo de magos y brujas vestidos con túnicas negras rasgadas; y comenzaron a tocar una canción muy movida.

— No puede ser...

— ¿que sucede, Ron?

— ¡Son los Brujos del sur, ¡Harry, ven! — Ron corrió hacia su amigo — ¡Harry, son los brujos del sur!

— ¿La banda de tu hermano? — preguntó sorprendido Harry.

— Si, ven, ¡vamos a bailar!

— ¿Y vas a abandonar a tu pareja? — preguntó seriamente Harry — ... yo la verdad no creo que Malf... es decir, Draco, quiera bailar con Luna; y tampoco creo que Luna quiera... está de un humor de los mil demonios.

Hermione había escuchado toda la platica y, sonriente, se les acercó junto con Viktor — ¡Ey, bailemos todos en bola y se acabó el problema!

Los muchachos hicieron un circulo y comenzaron a bailar al ritmo de la música.

— Ron

— ¿que pasa, Draco?

— Ahora el que no sabe bailar soy yo.

— ¡Solo sigue el ritmo y baila como quieras!

Todos se la estaban pasando en grande, bailando cada canción que la banda de Bill tocaba. Después de un par de horas de canciones sin parar, Ron miró hacia un lado de la tarima y vio sentada a Tonks en una pequeña mesita viendo a Bill. Les hizo una seña a sus amigos de que en un momento regresaba y fue con la chica.

— Hola Tonks!

— Hola Ron! — saludó la joven, que ese día traía el cabello largo y negro en una cola de caballo parecida a la de Bill, la cual la hacía ver muy joven — ¿cómo estás?

— Bien gracias... ¿cómo estás tú? ¿qué haces aquí?

— Vengo de incógnito a ver tocar a la banda y de pasada vigilar que haya seguridad en la fiesta... pero me molestó que Bill no me dejara tocar el pandero, dice que le puede hacer daño al pequeño... ¡Ah, tengo una buena noticia!

— ¿cual?

— Va a ser niño — rió Tonks.

— ¿Entonces ganaste la apuesta?

— Si... Bill me debe veinte galeones, ¡yupi, soy rica!

— ¡Y él que estaba tan seguro que iba a ser niña!

— Si... tengo ganas de ponerle Perseo, pero no sé si quiera Bill.

— Yo creo que si va a querer... oye, en tu carta no me habías dicho que te habías dejado largo el cabello, ¡te queda muy bien!.

— ¡Ash, ya ni me digas! — gruño la joven — el único día que se me ocurre ponerme el cabello largo y ése día el medimago me dice que estoy embarazada y según él no debo cambiar hasta que el bebé haya nacido... la verdad ya estoy pensando seriamente en ir a cortarme el pelo, ya me tiene harta.

— Será realmente algo nuevo si tomamos en cuenta que en tu vida te has parado en una peluquería.

— Si... pero bueno, nunca es tarde para tener nuevas experiencias...

— Bueno... ya me voy, mis amigos me esperan

— Si, que te sigas divirtiendo, Ron!

El pelirrojo regresó con sus amigos y siguió bailando la canción que la banda tocaba. Así pasó otro rato hasta que Bill hizo silencio.

— ¿cómo se la están pasando, chavos? — preguntó — ¿les gusta la música?

— ¡Si! — respondieron muchos de los alumnos, en su mayoría chicas.

— Bien, ahora vamos a tocar una canción inédita que tiene mucho significado sentimental para todos los miembros de mi familia, porque tiene un poco de cada uno de nosotros en ella, cada uno de nosotros lo dedica de forma especial a aquellas personas que nos son muy especiales de cierta forma, esperamos que les guste, se llama "Amor en rojo".

Todos los muchachos aplaudieron y la banda comenzó a tocar.

— ¡Esa canción... ya se cual es! — dijo Ron a Harry.

— ¿Sabes cuál es, pero Bill dijo que era inédita.

— ¡Si, pero esa canción la escribimos todos los Weasley, la escribió cada uno de mis hermanos para sus seres amados!... bueno, Percy no escribió, y Charlie tuvo que inventárselo porque actualmente no ama a nadie... pero ¡inclusive a mí me dejaron escribir una estrofa! — respondió Ron orgullosamente — fue algo difícil fijar el orden para ponerlas, porque no concordaban mucho, pero al final decidieron ponerlas en orden de edades del mayor al menor... pero de hecho creo que los gemelos se la rifaron...

— Pero, si entendí bien a Bill, esos seres amados a los que se les dedica vienen siendo sus parejas, y, que yo sepa, tú no tienes pareja, Ron — observó Harry poniéndose muy serio — ¿acaso te has...?

— ¿Qué?

— ¿Enamorado de Draco?

— Eso ni loco, Harry. Efectivamente estoy enamorado, pero no de él.

— ¿Entonces de quien?

— ¡¡Shh! ¡¡ya comienzan a cantar! — dijo Hermione callando la los chicos para poder escuchar mejor la canción.

Bill comenzó a cantar

—" Si buscara en todas mis canciones

una que te describiera mejor

probablemente sería ésta, amor,

que es tan cambiante como tu espíritu volador"

" Vida mía, yo contigo quiero volar,

en un dragón los cielos surcar,

una final de Quidditch contigo ganar

y a la cima del mundo llegar"

" Me conoces más de lo que yo lo hago,

te pareces a mi, así como yo a ti,

juntos somos una misma cosa,

sin ti, yo no sé qué sería de mí"

" Cuando yo te veo

es ver a mi alma gemela

solo a ti te quiero,

recuerda, es nuestro secreto"

" A veces quisiera, por un instante, ser viento

para desordenar tu negro cabello cuando en el aire vuelas,

para susurrar 'te amo' cuando en la noche sueñas,

deseando algún día poder decírtelo cuando estés despierto"

" Ésta vez no caerá,

mi corazón en la debilidad.

Ésta vez diré lo que quiero,

pues yo sé que mi amor es verdadero"

Al finalizar la canción todos rompieron en un sonoro aplauso, las chicas saltaban emocionadas. Bill hizo aparecer una rosa y se la dio a Tonks la cual le lanzó un beso mientras aplaudía.

El reloj de Hogwarts dio las doce, el profesor Dumbledore sonrió e hizo una seña a Bill. Bill comprendió y comenzó a tocar la canción de despedida de los alumnos.

Luna y Viktor se fueron a sentar a la mesa, dado que ése era un momento sólo para los alumnos que se iban a graduar. Draco sonrió y también se retiró, para ir con sus compañeros de Slytherin.

— "De menos a más se agita mi respiración,

de menos a más parece que pierdo el control.

Me duele aceptar que esta historia llego a su final,

me duele aceptar que ya nada podrá ser igual..."

Harry, Ron y Hermione se miraron, y a un mismo tiempo se abrazaron. Hermione comenzó a llorar... nada sería igual, ello no serían los mismos sin Hogwarts, no serían los mismos sin verse todos los días, no serían los mismos sin sus más queridos amigos...

— "Nunca los podré olvidar

Vivo fuera de control

No me puedo imaginar

Sin la fuerza de su amistad.

Nunca los podré olvidar

Los llevo en todo lo que soy

No existe una sola razón

Que detenga el dolor que llueve por dentro de mi corazón.

De menos a más activan todas esta obsesión

De menos a más me invade la desolación.

Me duele aceptar que esta historia llego a su final

Me duele aceptar que ya nada podrá ser igual.

Nunca los podré olvidar

Vivo fuera de control

No me puedo imaginar

Sin la fuerza de su amistad.

Nunca los podré olvidar

Los llevo en todo lo que soy

No existe una sola razón

Que detenga el dolor que llueve por dentro de mi corazón.

En mi corazón siempre los llevaré... nunca los olvidaré..."

Ron no pudo contener las lagrimas, pero en realidad no se preocupó mucho, pues no era el único chico que lloraba. Harry también lloraba, y muchos chicos alrededor no habían podido contener las lagrimas...

— Disculpen...

El trío volteó para ver quien los interrumpía. Era Draco.

— Disculpen, yo... sólo quiero...

— ¿Si? — preguntó Harry algo escéptico. De repente, sucedió algo que ninguno de los presentes pudo creer. Draco abrazó a Harry y a Ron, estrechándolos con todas sus fuerzas.

— Gracias por todo... — murmuró el rubio — por los buenos y malos momentos, por haberme tendido la mano de la amistad después de tanto tiempo que los traté mal, en especial tú, Ron, del cual no merezco ni el mas mínimo buen trato...

Los chicos sonrieron, aun algo sorprendidos. Hermione se había quedado con la boca abierta, al igual que algunos que se habían dado cuenta de la extraña escena.

— Hermione... — murmuró el rubio — yo sé que aun no confías en mi, pero quisiera que me dieras una oportunidad para demostrarte que puedo ser todo un caballero...

De improviso, Draco se hincó sobre una rodilla, y, besó la mano de Hermione. Esto realmente llamó la atención de muchos más alumnos que se encontraban aun abrazando a sus amigos.

Hermione casi se desmayaba, no podía creer lo que acababa de pasar... no podía creer que Malfoy acabara de siquiera haberse atrevido a tomarle la mano, sin tomar en cuenta el beso que le había dado en ella. Algunos Slytherins que captaron la escena la miraron con sorpresa y reprobación, pero eso a Draco ya no le importaba, él sólo quería ser feliz siendo quien realmente era, no aparentando ser alguien odioso.

Harry y Ron se miraron y sonrieron.

— Realmente éste ha sido un año muy movido — rió Harry.

— ¡Y que lo digas! — exclamó Ron — ¡sólo falta que un perro nos orine encima!... un momento... eso ya me pasó con Fang la semana antepasada...

Harry volvió a reír con ganas — ¡no te podrás quejar, entonces!

— Si, si me puedo quejar, ¡tengo ganas de postre y ya no hay!

— Deja de ser tan tragón, o en serio te reventará la túnica como dijo nuestro nuevo amigo Draco.

— Entonces tendré que ahorrar para comprarme muchas, es mas fácil que intentar dejar de comer... bueno, aunque probablemente luego estaré como albóndiga con patas y tendré la ventaja de rodar en vez de caminar...

Harry rió por tercera vez — Ay, Ron... no te preocupes, entre todos te pondremos a dieta, entonces.

— No, sería una perdida de tiempo...

Harry miró a Ron detenidamente y sonriendo le dijo — Ron, nunca cambies... gracias por ser mi amigo, dudo mucho que me divirtiera más con otra persona que como lo hago contigo, realmente no desearía tener otro amigo que no fueras tu...

— Gracias Harry, tu también eres mi mejor amigo, lo sabes, te lo he dicho montones de veces. Si alguna vez alguien me hubiera dicho que sería amigo del "gran Harry Potter" hubiera creído que se burlaban de mi, pero ahora me doy cuenta de que, como me dijiste cuando te conocí, eres Harry, sólo Harry, un chico normal a pesar de todo lo que ha vivido, y eso es lo padre de ser tu amigo, que no presumes de tu vida. Realmente te admiro mucho, siempre has sido mi héroe y el ser tu amigo fue una de las mejores cosas que en la vida me pudo pasar. Gracias por permitirme ser tu amigo.

— Ron... — Harry sonrió dulcemente y le tendió la mano — ¿amigos para siempre?

Ron le estrechó la mano al tiempo que lo abrazaba exclamando — ¡y de los mejores!.

11