Este capítulo más que nada es un recuento de lo que ocurrió en el pasado, antes de que nacieran los niños, y va a tener cierta relación con lo que ocurre más adelante. Advierto que tiene unas situaciones un poco fuertes. ¡Espero que les guste!

Capítulo 6: Antes de que llegaras... (Parte 1)

- "Gracias por el almuerzo mamá. Si me disculpan tengo que ir al parque a buscar a Teki y a Caro"

- "Pero Calvin...acabas de volver de ahí"- dijo mi esposo

- "Lo sé papá, pero estoy preocupado por Caro. Teki y yo llevamos horas buscándola"

- "¿Por qué no llamas a su casa?"

- "Lo hice antes de comer pero nadie contestó"- Calvin fue a la puerta y se puso los zapatos- "No tardo"

- "No llegues tarde Calvin, no me gusta que andes solo en la calle por la noche"- dijo Cody.

- "No te preocupes papá. Estaré aquí a las 6"

Y dicho y hecho, Calvin salió rápidamente de la casa. Me asomé por la ventana y vi como mi niño corría a toda velocidad por la calle.

- "Tenía que salir a la calle, ¿verdad?"- comenté sonriendo.

- "Así es. Calvin nunca está quieto, siempre tiene que hacer algo. Sólo está en casa cuando lo pongo a estudiar o a entrenar"- mi esposo estaba detrás de mi viendo por la ventana.

- "Sí...¿Pero sabes una cosa? Me gusta que sea así...yo lo veo como algo especial"

- "Especialmente porque ni tú ni yo éramos así de niños, ¿verdad?"

- "¿Recuerdas como nos cansábamos cuando estaba chiquito?"

- "Como olvidarlo"- Cody se retiró de la ventana y tomó su portafolio- "Tengo que ir al consultorio por un par de horas Nori, no tardo"

Nos despedimos con un beso y así mi esposo dejó la casa. Me senté en uno de los sillones de la sala y me dispuse a ver por la ventana a la gente pasar. Los sábados tenía a alguien a cargo de la farmacia así que tenía tiempo libre. Mi mayor pasatiempo era leer o escuchar música...pero ese día estaba melancólica y mejor dejé ir mi mente rumbo al mundo de los recuerdos...a lo que ocurrió antes de que naciera Calvin...

Vaya...Como eran distintas las cosas antes de que llegaras, hijo...

A diferencia de Calvin, yo fui una niña tranquila y una estudiante promedio. Sin embargo, mamá era estricta conmigo y constantemente me ponía a estudiar para que me superara. Papá por otro lado deseaba que yo fuera una excelente deportista como él...pero yo lo veía como algo imposible. ¿Por qué? Porque yo era una niña muy enfermiza. Nací con un defecto en los pulmones, por lo que estuve medicada desde que era bebé. Además, tenía prohibido el ejercicio extremo porque podía agitarme y el aire de Tokio no era muy puro. Tenía que usar un cubre bocas cuando salía a la calle y me daba pena...ya que temía que se burlaran de mí. Y como si no fuera suficiente, el medicamento me adormecía y eso reducía mi rendimiento escolar. Odiaba ser así...yo quería ser una niña especial...hacer que mis padres se sintieran orgullosos...como el chico que salía en la tele, Ken Ichijouji.

Pero un día llegó una dama vestida de rojo y me dijo que si la seguía podría ser lista y atlética como lo deseaban mis padres. Siendo una niña de sólo 9 años de edad me entusiasmé con la idea y la obedecí, eligiendo el camino fácil hacia la superación. Lo que no ví es que esa dama era un ser peligroso, el cual plantó una semilla de maldad en mi corazón. Con su ayuda obtuve la inteligencia y la salud que tanto anhelaba, pero a cambio tuve que pagar con mi alma. Dejé de ser tranquila y amable con mis seres queridos y me volví hostil y altanera. Conforme pasaba el tiempo mi inteligencia aumentaba, pero me perdía más y más en las tinieblas que cubrían mi corazón. Mis padres no vieron como mi rostro perdía color y mis ojos ya no brillaban...estaba muerta en vida.

Fue entonces cuando comencé a ser seguida por dos niños raros, uno muy alto con sombrero y otro pequeño como yo. Al principio sólo me seguían como si fueran mi sombra, pero días después se me acercaron y el alto tuvo incluso el descaro de hablar conmigo y me preguntó sobre la dama de rojo, cosa que me hizo enojar. Sin embargo, decidí ignorarlo como lo había estado haciendo con el resto de la gente.

Seguí así hasta que un día se me acercó el famoso Ken Ichijouji, ¡incluso él me estaba siguiendo!. Yo me di cuenta y lo agredí, diciéndole que estaba harta de que me siguieran. Ken y los chicos que había visto antes trataron de hacerme entrar en razón pero sólo hicieron que me enojara aún más. Con ello las tinieblas que se estaban acumulando en mí llegaron a lo máximo e hicieron germinar la semilla que estaba en mi interior...la cual alimentó y dio poder a un hombre raro. En ese momento perdí mi inteligencia, mi salud y todo lo que me había prometido la dama de rojo. Cuando volví en mí, me sentí utilizada y que no valía nada...

El hombre raro resultó ser la presa de un ente aún más malo que la dama de rojo, el cual salió al exterior y atacó la ciudad. Concentró sus ataques en los chicos que me habían estado siguiendo y los quiso ilusionar como lo había hecho conmigo y con otros niños, pero uno de estos chicos especiales hizo entrar a los demás en razón. Fue ahí cuando me di cuenta de que no era la única con problemas y que si ellos podían luchar para alcanzar sus metas a pesar de sus limitaciones, yo también haría lo mismo. Todos los chicos que estaban ahí llegaron a la misma conclusión que yo. Con la ayuda de unos jóvenes fui a un mundo muy especial y al unirme a los demás chicos hicimos desaparecer a la bestia...y entonces apareció una criaturita roja, que me dijo que me había estado esperando por años.

Con la muerte de la bestia también llegó la muerte del hombre que servía de refugio a ese ser...un hombre que también se sentía solo como yo. Pero antes de irse restauró el extraño mundo en el que yo había caído. Yo no supe que pasó después porque todo se puso negro para mí. Cuando desperté estaba en casa con mis padres quienes me abrazaron y me dijeron que habían estado preocupados por los "ataques terroristas". Con el tiempo olvidé a la criatura roja, a la bestia y a esos niños. No los ví más.

Pasaron varios años y con la ayuda del medicamento y mucho esfuerzo logré controlar mis problemas respiratorios y aunque aún los tengo, son mucho más leves que antes. Gracias al avance de la medicina y la tecnología ya no padezco los efectos secundarios que me producían mis medicinas. De niña deseaba ser maestra, pero el mundo de los fármacos me atrajo más y pronto me ví estudiando para química farmacéutica. Cuando me gradué entré a trabajar como ayudante en la farmacia de un hospital. Me pasaba el día en la parte trasera machacando sustancias y pesándolas.

Fue en la cafetería de ese hospital donde conocí a un joven residente. Sus ojos me encantaban ...pero lo que más me atrajo de él fue esa sensación rara que tenía cuando lo veía pasar... una sensación como de complicidad. No tenía idea de quien era pero sentía que teníamos mucho en común. Pasamos los siguientes 6 meses saludándonos en la cafetería hasta que una noche, al salir del trabajo, nos topamos en la parada del camión y platicamos por horas... dejamos pasar muchos vehículos, pero finalmente supe que había detrás de sus atrayentes ojos.

Pronto nos hicimos amigos y más adelante me llevó a su casa, donde conocí a su madre y a su abuelo, un anciano muy mayor que había sido como un padre para Cody. Congeniamos bien porque ambos éramos tranquilos y teníamos gustos similares y antes de que me diera cuenta nos enamoramos. Nos casamos a los 3 años de noviazgo.

Con mis ahorros y con la ayuda de mi nuevo esposo instalamos una pequeña farmacia en la esquina del edificio donde nos establecimos al casarnos. Dejé mi trabajo en el hospital y desde entonces atiendo nuestro negocio.

Nuestro niño nació una tarde de junio. Mi esposo estuvo presente en el parto, pero no lo atendió. Estuvo a mi lado, sosteniéndome la mano hasta que el llanto de nuestro hijo inundó la sala. Mi niñito sacó los ojos curiosos de su padre y mis facciones y cabello.

Los primeros meses como madre fueron muy extraños, supongo que todas las madres primerizas pasan por eso. Calvin lloraba mucho, pero fuera de eso fue un bebé muy tranquilo.

Calvin se convirtió en un niño mucho más inquieto años después. Mi esposo y yo teníamos problemas para dormirlo en las noches porque Calvin simplemente no podía cerrar los ojos. Yo lo sacaba al parque a correr y Cody lo ponía a entrenar Kendo para que se cansara pero era inútil, Calvin se activaba aún más. Muchas veces me quedé dormida junto a la cama de Calvin contándole historias para arrullarlo. Esa situación nos desconcertaba ya que ni Cody ni yo estábamos acostumbrados a ella.

Calvin era tan travieso que no nos dejaba tiempo ni para ir al parque. Cuando Cody volvía del hospital me encontraba dormida en el sillón, en la mesa...¡Donde fuera!. Ya no platicábamos como antes y nos distanciamos. Hasta que una tarde encontré a mi esposo enfrente de la computadora.

- "¿Qué haces cielo?"

- "Un anuncio. Tú y yo vamos a pasar un tiempo juntos"

- "Pero...Calvin..."

- "Mira"- Cody me enseñó el cartel que había impreso. Decía "Se solicita niñera. Ir al Depto. 101"

- "¿Una niñera?"

- "Es nuestra única esperanza de salir de nuevo Nori"

Pusimos el cartel en algunos postes y dos días después apareció una niña pelirroja muy bonita de aproximadamente 9 años de edad.

- "Buenas tardes señora"- dijo con una inclinación de cabeza- "Me llamo Sara Takenouchi y vivo en el tercer piso. Mamá y yo nos acabamos de cambiar"

- "Mucho gusto Sara"- saludé a la niña- "Mi nombre es Noriko Hida"

- "Mucho gusto Señora Hida"- Sara hizo una pausa- "Leí el anuncio que pegaron en la tienda...¿Aún les interesa una niñera?"

Y así Sara se convirtió en la niñera de nuestro pequeño. Al principio temíamos que el monstruito de 4 años de edad no congeniara con Sara, pero ocurrió lo contrario. Calvin y Sara se llevaron de maravilla y desde entonces se volvió común el que Sara pasara tardes con nosotros o que Calvin fuera a hacer galletas con la madre de Sara, que era dueña de una pastelería. Cuando vi a la señora Takenouchi volví a tener una ligera sensación de complicidad...aunque no tan fuerte como la que sentía con mi esposo. Con el paso del tiempo Sara nos presentó a su mejor amigo, un niñito de 9 años como ella llamado Denis.

Cuando Calvin tenía 6 años de edad, cosas muy extrañas ocurrieron. Todo empezó cuando un hombre rubio entró corriendo a la farmacia con una maleta pequeña en sus brazos. Buscaba a mi esposo para que lo ayudara con un parto. Cody y Calvin estaban jugando en el patio y para allá fue el hombre. Volví a mi trabajo pero entonces vi un resplandor amarillo y cuando fui al patio, ni el hombre ni mi familia se encontraban ahí.

Dos días después encontré a Calvin escondiendo algo debajo de su cama...algo muy especial. Era una criatura amarilla llamada Upamon. En cuanto lo vi, la palabra "digimon" llegó a mi mente por alguna razón. Calvin me miró con los ojos muy abiertos y me preguntó como es que sabía que era un digimon. Es raro...pero en ese momento fue como si el dique que estaba almacenando mis recuerdos de la infancia se rompiera y muchas imágenes inundaron mi psique.

- "Solamente lo sé"- contesté- "¿Y cómo es que sabes tú de los Digimon?"

- "Papá..."

¿Mi esposo? ¿Mi esposo también sabía de los digimon? Lo llamé y en cuanto entró y posó su mirada en el inquieto Upamón recordé a mis antiguos espías y lo reconocí. ¡El era uno de esos niños!. Finalmente se explicaba la razón por la cual me sentía en complicidad con Cody. Y me sentí muy feliz. Con el paso de los días caí en cuenta de que los amigos de Cody, mis vecinos, también eran parte de ese grupo de niños.

Una tarde un monstruo feo invadió la ciudad y mi esposo y sus amigos salieron a detenerlo. Tenía mucho miedo, ya que recordaba lo poderosos que podían ser estos monstruos, pero confiaba en él. Finalmente fue la inocencia y la imaginación de Calvin y sus pequeños amigos lo que detuvo a esta bestia.

Desde entonces, Calvin, Armadillomon, mi esposo y yo somos una familia estable y feliz por así decirlo.

Aunque...últimamente pienso mucho en esa criatura roja....Punimón...¿Qué fue de tí?

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Definitivamente los sábados son los días más pesados. El Café se llena de clientes y es difícil atender a todos rápidamente. Especialmente si tus meseros no llegan al trabajo. ¿Dónde se metieron Denis, Joey y Sara? Davis y yo casi nos volvimos locos atendiendo el local, menos mal que mi esposo nos dio una mano. Ahorita está en casa de su hermana platicando, pero yo me regresé sola porque estoy muy cansada. Menos mal que Tai se quedó con Jin, así podré descansar un rato. Mi nena es adorable, pero es necia e inquieta como sus papás (yo era así de pequeña) y eso no ayuda a una madre literalmente "fumigada". Teki debe estar con Caro y Calvin, llegará más tarde.

Escuché unos ruidos en mi recámara. "¿Quién está ahí?", grité y entonces escuché unos murmullos y movimiento agitado. La puerta se abrió y salió mi hija Sara acompañada de Joey.

- "Mamá"- dijo mi hija tratando de disimular sus mejillas rojas.

- "No es lo que usted cree"- aclaró inmediatamente Joey.

- "Eso no importa Joey, ustedes ya son mayores. Pero me gustaría saber porque no llegaron a la cafetería"
- "Lo siento mamá...se nos pasó el tiempo"- se disculpó Sara

- "Lo lamento mucho Señora Kamiya"

- "Está bien muchachos. Sólo les pido que si van a faltar me avisen con anticipación para encontrar sustitutos, ¿entendido?"

- "Sí"- dijeron los dos a dúo.

- "¿Y se puede saber que estaban haciendo en la recámara?"- ambos se pusieron rojos.

- "Na...nada mamá. Estábamos...¡viendo las fotos de tu boda!"- dijo Sara nerviosamente. No creí ni media palabra de lo que me dijo, pero aún así decidí dejarla tranquila.

- "Si...es que...tenía curiosidad de ver..."-Joey tartamudeó- "Las fotos porque...bueno...porque sí"

- "Sí...pero ya nos vamos, ¿verdad Joey? Ayer quedé de verme con Mik en su casa?"

- "¿En serio? ¿Para qué?"

- "Me va a ayudar con una tarea"

- "¿En Sábado?...Está bien, Sara. Pero regresa temprano a la casa, ¿entendido?"

- "Sí mamá. ¡Hasta luego!"

- "Hasta luego Señora Kamiya"- dijo Joey mientras cerraba la puerta de la casa.

Esos dos...desde que mi hija Sara había terminado con Denis, su relación con Joey se había vuelto más estrecha. No me sorprendería que un día me dijera que son novios. He intentado hablar con Sara, ya que cuando terminó su noviazgo estaba muy dolida...pero jamás me dijo la razón. Dijo que era algo absurdo y triste, y que nada se podía hacer. Sara...ojalá me tuvieras más confianza.

Entré a mi cuarto y me senté en la cama. A mi lado estaba el portarretratos con una imagen de mi boda, seguramente eso es lo que estaban viendo los muchachos. Era una foto muy linda que tomó mi cuñada. En ella estamos yo con un vestido blanco y muy sencillo, mi esposo, mi hija Sara que en ese entonces tenía 12 años vestida de azul y Teki, de 7 años, que sonreía ampliamente a la cámara vestido con traje y corbata.

En ese año pasaron muchas cosas...me reencontré con mis amigos, con Biyomon, hubo un ataque de Devimon y finalmente me casé con quien estoy segura que es el amor de mi vida. Yolei y Mimí dicen que eso ya lo veían venir desde que estábamos chicos...aunque tuvieron que pasar casi 30 años para que ocurriera.

El día de la boda estaba muy nerviosa, era mi primer matrimonio después de todo. Tai, por otro lado, decía que estaba tranquilo, porque ya lo había vivido con Jin, pero cuando llegó el momento lo vi sudar a chorros en la puerta del templo. Por un momento temí que saldría corriendo...pero no fue así. Afortunadamente no todos los hombres son como él, que te abandonan en los momentos importantes...

No, no estoy hablando de Matt. Es cierto que me dolió mucho el que me dejara cuando éramos jóvenes, pero él tenía algo importante por hacer. Lo odié, eso también es cierto, pero con el paso de los años lo perdoné y acepté que nuestras vidas no estaban destinadas a estar juntas. Y cuando Mimí me contó lo ocurrido en ese entonces...le agradecí el que no me dejara esperando...supongo que también le dolío la situación pero tuvo que hacerlo...aún siento algo raro al escuchar su nombre, pero es porque no lo he vuelto a ver. Tengo ganas de aclarar todo...de que las cosas queden bien y seamos buenos amigos de nuevo. Sé que él es feliz con su esposa y su hija, a quien conocí hace 5 años.

¿De quien estoy hablando? De él, del hombre que me hirió profundamente y el que creí que era el amor de mi vida. Cuando Matt me dejó me sentí terriblemente inestable y eso me hizo actuar de forma impulsiva y aceptar la primera opción de Universidad que me ofrecieron. Me fui a una ciudad al norte de Japón y decidí reiniciar mi vida en ese lugar. La vida universitaria me atrapó y pronto me convertí en la típica "reventada". Tomaba como loca y fumaba de todo. Si mi madre me hubiera visto le habría dado un ataque. Dejé los deportes y estaba metida en las fiestas. Los estudios eran lo de menos, en ese entonces estudiaba contaduría, pero yo ya no sabía ni que estaba estudiando.

Pasé 3 años así. Para cuando se acercaba el inicio de mi cuarto año en la Universidad, yo aún no salía del cuarto semestre. Pero eso sí, era de las chicas más populares de la escuela. En una fiesta conocí a Hinoshi, un chico muy guapo y con unos ojos grises impresionantes. Él también era un loco parrandero como yo y por lo tanto hicimos buenas migas al instante. Desde entonces, no era raro que estuviéramos juntos en las reuniones...ni que tuviéramos relaciones sexuales frecuentemente. Hinoshi no era precisamente mi novio...era un compañero de parranda y de placer...pero con el paso del tiempo empecé a enamorarme de él. Al principio lo negaba, yo no quería una desilusión como lo de Matt. Pero fue inútil, el amor llegó otra vez a mi vida. Hinoshi no daba señales de sentir algo por mí, excepto cuando estábamos en mi cama. Aún así yo, como buena enamorada, estaba cegada y soñaba con el día en que Hinoshi y yo nos casaríamos.

Así pasó un año...puede que un poco más. Y las consecuencias no tardaron en llegar. Primero fue un pequeño malestar en las mañanas...luego nauseas y pronto me encontré sentada frente al escusado todos los días despidiéndome de mi desayuno. Una amiga notó mi anomalía y apareció en mi recámara una tarde con una cajita bajo el brazo. Me puse pálida y sentí el mundo temblar cuando vi el contenido de esa caja. Un embarazo...creerán que estoy loca pero hasta ese momento no había pasado por mi cabeza el que pudiera estar esperando un hijo. Realicé la prueba y en 3 minutos quedó marcado mi destino: Iba a ser madre.

No sentí miedo entonces...sólo una extraña curiosidad. Al día siguiente fui al médico y me confirmó lo dicho por la cajita. Esa noche fui a una fiesta con Hinoshi en casa de un compañero...y el se extrañó cuando vio que no tomaba ni fumaba como de costumbre.

- "¿Qué te pasa Sora? ¿Acaso no quieres divertirte?"

- "No es eso Hinoshi...tenemos que hablar"

Lo llevé a una de las recámaras de arriba y nos encerramos.

- "Vaya Sora...¿Tan pronto quieres empezar?"- dijo Hino cerrando un ojo.

- "Esto es serio Hinoshi. Es sobre estas noches juntos que tenemos que hablar"

- "¿Qué pasa?"

- "Hinoshi...estoy esperando un bebé"

- "¿Qué?"

- "¡Estoy embarazada! Tengo casi dos meses...el bebé nacerá en abril"


Vaya...finalmente lo había dicho. Con lo enamorada que estaba inmediatamente me hice ilusiones. Pensé en nuestra boda...en lo feliz que se pondría mi madre al verme salir del templo con mi hermoso esposo...la llegada de mi bebé. Pero Hinoshi no dijo nada...absolutamente nada.

- "¿Y bien? ¿No piensas decir nada?"

- "Sora...¿Estás segura que es mío?"

Y ahí, damas y caballeros, el teatrito se acabó. ¡Cómo podía creer que ese bebé no era suyo! ¡Habíamos pasado juntos todas las noches del último año!. Me sentí profundamente herida en ese momento.

- "¿De que hablas Hinoshi? ¡Por supuesto que es tuyo! Tú y yo..."

- "¿De qué hablas tú, Sora? Tú y yo no tenemos nada. Digo, me la paso bien contigo pero no eres mi novia ni nada parecido. ¿Cómo puedo estar seguro de que no has estado con otros? Especialmente con esa famita que tienes..."

¡ZAS! Le metí un cachetadón a Hinoshi. Y después me dieron ganas de golpearme. ¿Cómo pude ser tan tonta? ¿Cómo pude enamorarme y no ver que Hinoshi no me quería, no deseaba nada conmigo? ¡Caramba! ¡Ni siquiera sabía mi apellido!

- "Mira Sora...estás un poco alterada por las hormonas"- dijo Hinoshi- "Mejor hablemos mañana...¿Nos vemos en la cafeterías a las 3?"

Yo sólo asentí con la cabeza y el se fue. Y no lo ví nunca más. Llegué a la cafetería al día siguiente y lo esperé hasta las 10. Fui a buscarlo a su cuarto y su compañero me dijo que Hinoshi se había ido con sus cosas. ¡El muy cobarde! Sabía que ese bebé era suyo...pero no estaba dispuesto a aceptarlo.

De la tristeza, me encerré en mi recámara por un par de meses. No salía para nada y apenas comía, porque mi compañera me obligaba. Reprobé todas las materias y estaba tan deprimida que no sabía que hacer con mi vida. Pensé en morirme.

Hasta que una tarde la puerta de mi cuarto se abrió y entró mi madre. Mi compañera la llamó por teléfono y le contó todo, por lo que mamá dejó todo en Odaiba y fue a buscarme. Temblé de miedo...pensé que me iba a matar. Mi primera reacción fue cubrir mi pequeño vientre con las manos para que no se diera cuenta, pero pronto entendí que era inúitil. Mamá sólo me abrazó y me dijo que me esperaban cosas muy difíciles...pero que me iba a apoyar.

Al día siguiente dejé la Universidad con ella y volví a Odaiba, a mi hogar. La contaduría no me gustaba...así que era estúpido seguir haciéndome tonta, especialmente con un bebé en camino. Me puse a trabajar en la tienda con ella, y esta vez mamá me dio un pequeño salario para que comprara las cosas de mi bebé. Entré a un curso pequeño de repostería para pasar el tiempo y pronto descubrí que tenía cierto talento, por lo que me puse a hornear galletas e iba a los jardines de niños a venderlas al medio día. Tuve algo de éxito y pronto Mamá me propuso abrir una pastelería junto a la tienda que teníamos. Me hizo un préstamo de dinero y me puse a trabajar. Era muy pesado para mi hornear galletas y pasteles con una enorme barriga, pero lo afronté...yo me había buscado esta situación. Mamá consiguió un empleado que se encargara de la tienda y desde entonces me ayudó con la pastelería. Pronto nos hicimos de clientes y así pude ahorrar dinero para el parto.

Renté un pequeño departamento dos días antes de entrar en labor. El nacimiento de mi hija fue una experiencia bizarra...pero al mismo tiempo muy hermosa. En cuanto la tuve en mis brazos tuve sentimientos encontrados...por un lado mucha felicidad, pero por el otro algo de rechazo...ya que sus ojos eran idénticos a los de Hinoshi. Con el tiempo comprendí que Sara no era Hinoshi, al contrario, era una persona muy especial y que nos apoyaríamos siempre.

Sara me pregunta por su padre...y yo no quiero que ella sepa quien es. Ella sabe casi toda la historia de su nacimiento, pero he omitido la forma en que me rechazó su padre, y como huyó de forma tan descarada. Me enoja tanto que desde entonces decidí "matar" a Hinoshi. Él no merece conocer a una chica tan linda como Sara... y ella no merece conocer al despreciable e inmaduro de su padre. No tengo idea de que ha sido de Hinoshi...probablemente creció...tal vez una vez pensó en su hijo...tal vez no...no me importa. No lo necesitamos. YO tengo un esposo que me ama de verdad y mi hija tiene un papá...aunque le costó mucho trabajo aceptar su nueva familia.

Mis primeros días como la señora Kamiya fueron raros...de pronto me encontré en una nueva casa y con un nuevo hijo. Yo considero a Teki como mi hijo, él está consciente de que no soy Jin, su madre, pero aún así me llama mamá....desde el primer día como familia. Sara tiene más dificultades con Tai, lo quiere mucho, eso lo sé, pero por alguna razón no puede llamarlo "papá". Mi esposo dice que es porque Sara aún piensa en su verdadero papá y que debería conocerlo, pero yo soy muy terca. No quiero que sufra una desilusión como yo.

Las cosas se pusieron más raras cuando me embaracé...casi al día siguiente de nuestra boda. Me sentí muy contenta...y no se diga Teki o Tai. Pero Sara se sintió muy incómoda...como que de pronto muchas personas estaban apartando mi atención de ella. Es por ello que durante todo el embarazo traté de pasar tiempo con Sara, a pesar de mis compromisos con el Café V-yomon o los cuidados que requería Teki. Logré que ella se involucrara con el bebé y con la cafetería, al grado de que me pidió ser mesera...y de paso arrastró a su entonces novio Denis y a Joey.

El día que nació Jin (por la primera esposa de Tai), mi esposo se puso como loco. A lo largo de la vida lo he visto en situaciones críticas, es absurdo volver a relatarlas, pero nunca lo vi tan nervioso y asustado como cuando le comenté que estaba sintiendo contracciones. Llamó a Izzy, quien tenía un coche por el taller de computación, y él nos llevó al hospital. En el camino Tai me dijo como mil veces que me amaba y que le echara muchas ganas al parto...que quería verme después. Al llegar al sanatorio me interné y pronto nos informaron que nuestro bebé venía sentado y que necesitaba una cesárea. Tai se puso a llorar al instante...parecía un niño aterrado. Yo no entendía bien el asunto...porque también me asustaba el que mi bebé estuviera mal. Pero en eso Kari se acercó a su hermano y le dijo "Ella no es Jin, Tai". Ahí me di cuenta de que Tai temía perderme como cuando nació Teki. Mi esposo se tranquilizó un poco.

- "Perdóname Sora"

- "No tengo nada que perdonar...voy a estar bien, te lo prometo"

- "Me voy a encargar de que así sea...no me voy a ir de tu lado"

Y así entré a cirugía con mi esposo. El pobre Tai se puso pálido al ver todas las herramientas, pero jamás soltó mi mano. Me besaba y me decía que estaba orgulloso de mi. No nos dimos cuenta del momento en que me abrieron y sacaron a Jin, sólo hasta que la escuchamos llorar.

No ha sido fácil cuidar de Jin, ya que tanto Tai como yo somos un poco mayores y Jin no se caracteriza por ser una niña tranquila, por algo se lleva tan bien con Ködai. Sara y Teki han sido de mucha ayuda. Y puedo decir que hasta cierto punto mis ensoñaciones de adolescente enamorada se han vuelto realidad...

Ahora sólo puedo pensar en Sara...en lo mucho que la quiero y como su llegada me ayudó a centrar mi vida. Sólo espero que ella no cometa los mismos errores que yo...y si lo hace...la apoyaré igual que mi madre lo hizo conmigo.

Continuará.

Definitivamente tuve que cortar este capítulo, o se hubiera vuelto muy tedioso. El próximo termina con los recuentos, sólo me falta un personaje, pero su historia es algo que no se esperan y que tendrá mucha relación con los próximos capítulos.  ¡Gracias! ^^