(1 de junio de 2002). Como prometí, aquí está la última parte del capítulo anterior. Advierto que está algo triste. Este es un capítulo breve, pero el próximo, que retoma la historia nuevamente, será mucho más largo. ¡Gracias! ^^

Capítulo 7: Antes de que llegaras (Segunda parte).

¡Ay hermano! Siempre tienes que salir con tus tonterías. No es que me moleste, claro. De hecho, extraño esos días en los que te daba por hacer bromas y mamá se enojaba contigo por ellas. Siempre me hacías reír.

Justo como ahora. Estás sentado a mi lado, en mi casa, contando anécdotas de cuando ibas en la Universidad. Y como si eso no fuera suficiente, mi esposo te está haciendo segunda. Aunque lo nieguen, ustedes dos se parecen mucho...tienen un carácter muy alegre...que sin embargo con los años han ocultado tras una facha de seriedad.

Dirijo mi mirada al fondo de la sala. Ködai está sentado en su banquito, mirando la pared. Cada vez que se porta mal, lo siento en ese rincón para que reflexione. No estoy segura si eso funciona, pero recuerdo que eso hacía mamá con Tai. Nunca he golpeado a Ködai, es muy travieso, pero no deseo hacerlo. Al lado de Ködai se encuentra mi sobrinita Jin, profundamente dormida en el suelo. Davis dice que Jin parece hija mía, porque nos parecemos muchísimo. Mejor dicho se parece a mi hermano, y por ende a mí.

- "Tai...Jin ya se durmió"- murmuré.

- "Ya veo"- mi hermano se levantó- "En ese caso mejor me voy a casa. Sora y Teki ya deben estar ahí"

Mi hermano se acercó a Jin y la levantó, acomodando la cabeza de la niña en su hombro.

- "¡Agumon! Ya me voy, ¿vienes?"- llamó a su compañero. Una puerta del fondo del departamento se abrió y salío Agumon, acompañado de Gatomon y V-mon. Nuestros amigos tenían su propio espacio, un closet que habíamos acomodado para que vivieran cómodos. Gatomon y V-mon eran libres de entrar y salir de la casa cuando quisieran, aunque V-mon por lo general permanecía al lado de Davis (por si sobraba algo en la cafetería).

- "Me voy de una vez"- dijo Agumon. Miró a los otros dos y agregó- "Mañana continuamos"

- "¿Qué estaban haciendo?"- preguntó Davis

- "Estábamos compitiendo con el Noentiendo 3000. Un partido de fut"

- "¡Conque ahí estaba mi cartucho!"- dijo Davis

- "Si quieres jugamos al rato..."- dijo V-mon un poco colorado por verse descubierto.

- "Está bien"- dijo Davis sonriendo. El tiempo no había borrado las dos pasiones de mi esposo, el fútbol y los videojuegos. Claro que les dedicaba tiempo cuando la cafetería lo dejaba en paz...últimamente estaba trabajando de más.

- "Nos vemos"- dijo Tai despidiéndose. Salío de nuestro hogar con Agumon y Jin.

- "Adiós hermano"- lo despedí. EN cuanto lo vi bajar las escaleras cerré la puerta e inmediatamente sentí los brazos de mis esposo a mi alrededor.

- "¿Tienes hambre?"- me preguntó.

- "Un poco...te toca la cena, ¿cierto?"

- "Así es"- Davis me soltó- "¿Se te antoja algo?"

- "Lo que quieras. Pero has solo para dos, Ködai ya merendó y además es su hora de dormir. Voy a acostarlo"

- "De acuerdo"- mi esposo entró a la cocina y mientras yo me acerqué a Ködai. El levantó la vista y vi sus ojitos asustados.

- "Mami..."

- "¿Ya pensaste en lo que hiciste?"

- "Si mamá...no vuelvo a arrancar flores porque sufren"

- "Está bien hijo, ven"- lo abracé. Los castigos de Ködai duraban a lo mucho media hora, pero sé que el las sentía como de 8 horas.- "Es hora de dormir"

- "Si mamita"

Llevé a Ködai a su cuarto y le puse la pijama. En cuanto lo metí en su cama vi como sus ojos comenzaron a cerrarse.

- "Buenas noches Ködai"- le di un beso y apagué la luz.

Me dirijí a la recámara porque quería leer un poco antes de la cena. Gatomon iba detrás de mí.

- "¿Cómo estuvo el partido?"

- "Bien, empataron. Aunque se descubrió que Caro era parte del equipo a escondidas"

- "Eso ya lo sabía. Patomon me lo contó hace tiempo"

- "¿Y se puede saber porque no me lo dijiste? ¿O a Takeru?"

- "Eso era asunto entre Patamon y Caro. Pero parece que ya salió la verdad"

- "Sí...que largo sábado fue este"

Inconscientemente dirigí mi mirada al calendario...grave error. Porque en cuanto mis ojos leyeron el día y el mes que estaban transcurriendo comencé a sentir ese dolor. Ese dolor que no podía evitar...que cada año iniciaba en mi pecho y recorría mi cuerpo rápidamente...cerrando mi garganta...hasta el punto de que mis ojos comenzaban a llorar.

Y eso es lo que hice...me senté en la cama y me puse a llorar. Traté de calmarme pero era casi imposible...mis sollozos hacían convulsionar mi cuerpo...me cubrí el rostro con las manos. No quería que me escucharan llorar. Gatomon trató de tranquilizarme pero era inútil...aún dolía tanto.

En eso la puerta de la recámara se abrió. Era él, por supuesto. Se sentó en la cama a mi lado y me abrazó fuertemente.

- "Perdóname"- susurré.

- "Vamos Kari...si tienes que llorar hazlo. Yo estoy aquí para apoyarte..."

- "Pero Ködai..."

- "Él está bien dormido..."- Davis pasó su mano por mi cabello- "Está bien que llores Kari...no puedes guardarlo"

- "He llorado demasiado por esto...cada año es igual..."

- "Pues si es necesario llora...no te preocupes. Te quiero mucho"- dijo con su voz cálida. El escucharla me calmaba y me hacía sentir segura y tranquila.

¿Qué es lo que me pasó? Me duele recordarlo...pero creo que eso no se puede evitar...

Yo toda mi vida estuve muy protegida. Primero por mis padres, luego mi hermano y finalmente mis amigos. Siempre anduve por la vida como una criatura frágil y delicada...como algo especial que se tiene que cuidar. Pero ningún cuidado me protegió de lo que ocurrió hace 15 años.

A los 22 años de edad estaba terminando mi carrera en danza. Era una carrera larga y que requería mucha dedicación, por lo que me fui becada de interna a la mejor escuela que encontré. Me costó trabajo dejar a mi familia y amigos, pero era necesario. Durante los 4 años que estuve preparándome, conocí a muchos amigos y se puede decir que tuve muchos amores. En todos me sentía como una princesa, todos tenían muchas atenciones de parte de ellos. Yo me sentía lista para una vida perfecta...ser una exitosa bailarina y casarme con una gran amor que me cuidara y me protegiera. La vida era bella y luminosa...todo lo oscuro estaba atrás y confiaba plenamente en las personas.

Lo conocí cuando me preparaba para una presentación de danza. Él ya era profesional y nos estaba enseñando la coreografía para la gran noche. Desde el primer día de ensayos fue obvia la atención que me prestó. Luego me pidió que me quedara en las noches a ensayar a solas con él, para perfeccionar mis pasos ya que yo iba a tener el papel principal en la obra. Al pasar el tiempo nos encariñamos y nos hicimos novios. Llegó esa presentación y fue un éxito rotundo. Me ofrecieron varios papeles incluso en el extranjero y acepté irme a Polonia con él.

Mi vida en Polonia fue perfecta. No era la gran estrella, pero tenía buenos papeles y disfrutaba mi trabajo. Extrañaba a mis padres y a mi hermano, tenía 5 años sin verlos, pero el e-mail nos mantenía en contacto. Hasta que un día quedé embarazada. Yo me sentí muy feliz, ya que amaba a mi novio y de hecho presentía que tarde o temprano nos casaríamos. Le comenté mi embarazo y él se puso feliz. Me dijo que nos casaríamos y que volveríamos al Japón, porque le habían propuesto un trabajo como profesor en una escuela.

Pues regresamos a Japón cuando yo tenía casi 6 meses de embarazo. No le había comentado nada a mi familia, quería hacerlo en persona y al lado de mi novio. Aún recuerdo ese día en el aeropuerto, la cara pálida de Tai cuando vio a su hermanita bebé con una enorme barriga de embarazo y del brazo de un hombre. Mis papás se sorprendieron también, no esperaban mi situación. Mi novio habló con Tai y mis padres esa noche y fijamos la fecha de la boda. Nos casaríamos el 6 de abril.

El 6 de abril yo ya tenía 7 meses de embarazo. Llegué al templo a esperar a mi futuro esposo con mi familia nada más. Quería que nuestra boda fuera íntima. Pero el tiempo pasó y él no aparecía. Yo estaba muy preocupada...había hablado con él esa mañana y me había repetido una y otra vez que me amaba y que no podía esperar el momento en que nos casaríamos.

Tai fue a buscarlo a su casa, pero no estaba ahí. Mis padres hablaron con sus amigos, con sus familiares...nada. Él no estaba en ningún lado. Se había desvanecido de la Tierra. Me sentí muy mal y de la impresión de quedarme plantada en el templo se me adelantó el parto. Así que fui a parar al hospital con todo y vestido de novia.

El parto fue terrible...muy largo y pesado. Hubo un momento en que perdí el aliento por el esfuerzo y me puse morada. Finalmente nació mi bebita...una niña pequeñita, como un hada. Su cabeza estaba cubierta por una fina pelusa roja y sus ojos eran idénticos a los míos. Mi hermano dijo que parecía un angelito. La llamé Kaji.

Pero Kaji no estaba destinada a permanecer mucho tiempo conmigo. Tenía solo 3 días de nacida cuando me dejó...estaba dormidita a mi lado y dejó de respirar. Nació con complicaciones respiratorias...parecidas a las mías...y sus pulmones no resistieron mucho porque no estaban desarrollados. Me dejó un día como hoy...8 de abril.

Y esta vez, ni mi hermano ni mis padre...ni nadie, pudo protegerme del dolor que sentí. De la noche a la mañana dejé de ser la princesita que creía en los cuentos, cuya vida era pura luz...la negrura me invadió. Y me gustó, la sentía acorde con mis emociones. Pasé los siguientes años trabajando de secretaria en una compañía transnacional. En ese tiempo mi hermano se enamoró y se casó de la noche a la mañana con Jin, una abogada como él. Y curiosamente, ella también lo dejó. Parecía que los Kamiya estábamos malditos.

Pero con la llegada de Teki...algo en mi despertó de nuevo. De alguna forma pude ver a mi Kaji en los ojitos castaños de mi sobrinito y decidí cuidarlo y protegerlo como no pude hacerlo con mi niña. Tai no podía hacerlo...tenía que superar su pérdida como yo lo había estado haciendo por 2 años. Y creo que me obsesioné...pasaba todo el tiempo a su lado y me costaba despegarme en las noches. Así que opté por comprar un departamento en el mismo edificio que mi hermano. Y fue buscando al vendedor como me reencontré con Davis Motomiya...un chico que tuvo un enamoramiento superficial conmigo cuando éramos niños.

A la venta siguieron algunas salidas, "Para recordar los viejos tiempos", pero nada ocurría entre nosotros. Davis estaba profundamente deprimido por su reciente divorcio y por estar lejos de su hijo. No quería saber nada de mujeres...así como yo no quería saber nada de hombres. Y eso era porque no pude cerrar mi etapa con mi antiguo novio...nunca supe si estaba vivo o no...pudo pasarle cualquier cosa, un accidente, un asalto...o simplemente no quiso casarse. Eso nunca lo sabré por lo visto.

Pero en fin, con el tiempo me encariñé mucho con él, y debo decir que me gustaba mucho ya que se puso muy guapo con los años. Pero él no parecía tener ningún interés en mí. ¿Ironía? Llámenlo como quieran. Yo quería pasar mi vida con él...porque en él veía una compañía, alguien que me protegería y me haría olvidar el dolor del pasado. Pero eso no era amor por supuesto...parecía que yo no podía sentirlo.

Hasta que una noche en casa de Tai estábamos platicando en el cuarto de Teki. Y de pronto vi que era 8 de abril...y como cada año me solté a llorar sin control. Davis me sostuvo con tanta fuerza que ahí fue cuando sentí algo distinto...algo me hizo saber que no lo quería como protección...sino porque lo quería y le tenía mucha confianza. Le conté de Kaji y de mi ex novio. Davis me miró y sólo dijo: "Lo único que sé Kari, es que la luz brilla más cuando la oscuridad es más profunda...alguien me lo dijo una vez".  Y así, sin preámbulos ni declaraciones amorosas, nos besamos junto a la cuna de Teki. Nuestro noviazgo fue sumamente tranquilo y la petición de matrimonio fue de la misma manera. Nos casamos en secreto y cuando se lo informamos a nuestros hermanos y familia no lo podían creer.

Pero todo cambió en cuanto vivimos juntos...ahí surgió la pasión y el amor ya que al estar a solas soltamos nuestros frenos. Y así retomamos nuestra vida. Davis intentó localizar a su hijo y yo decidí trabajar en algo que me gustara...y así encontré trabajo en el periódico. Y cuando quedé embarazada...la sombra de Kaji se había convertido en un recuerdo muy lindo. Davis y yo la visitamos cada mes y le llevamos flores. Ködai aún no sabe de Kaji, pero se lo voy a decir muy pronto, el tiene derecho a saber de su hermana.

Kaji tendría ahora 13 años de edad...me pregunto como hubieran sido las cosas si ella estuviera viva...¿Habría encontrado a Davis? ¿Habría nacido Ködai?. A veces pienso que mi bebita me dejó porque sabía que me esperaban cosas mejores si me superaba...si lograba vencer esa oscuridad...hacer que la luz brillara de nuevo.

Y es como cada 8 de abril, al estar en los brazos del hombre que amo, que recuerdo lo afortunada que soy.

Continuará.

OK, Bizarro capítulo, ¿verdad?. ¿Qué fue del novio de Kari? ¿Cómo afectará el saber de Kaji a Ködai? ¿Cómo se enterará? Eso lo sabrán en próximos capítulos. Como dije, con esto termino la pausa en la historia. El próximo retoma lo narrado en capítulos anteriores...como la llegada de Fiori y los falsos descubrimientos de Sara. Ah...y también aparecerá un nuevo personaje. ¡Nos vemos! ^^