23 de julio de 2002. ¡Hola de nuevo! Después de un mes sin escribir (entre ff.net, mi PC descompuesta, estar fuera de mi ciudad y mi reciente hospitalización de 2 días ¬¬)  aquí va el capítulo 8 de "Con los Pies en la Tierra". Creo que es el 8... la verdad no estoy segura porque acabo de abrir mi archivo y vi que solo tengo los primeros cuatro capítulos... no sé que le pasó a los otros... solo espero que mis demás archivos no estén dañados como este. Bueno, espero que les guste.

Capítulo 8: Notte

- "Mi hermano todavía no regresa a la casa"- respondió Lilly Izumi, de 4 años de edad, a las dos personas que estaban del otro lado de la puerta principal de su vivienda.

- "¿Y no sabes dónde puede estar?"- preguntó Sara

- "Se fue con Sam después del concurso de computadoras. Tal vez esté en su casa"

- "De acuerdo. Gracias Lilly"- dijo Joe

- "De nada. Adiós"

Y así, la puerta se cerró frente a los dos chicos mayores.

- "¿Qué hacemos ahora?"- preguntó Sara

- "Pues podemos ir a casa de Sam"

- "Olvídalo Joey... sobra ir a buscar a esos dos... ya sé que Yamato Ishida es mi padre"

- "De eso no estás segura Sara... y creo que antes de llegar a una conclusión tan grave como esa, deberías comprobarlo. Para eso necesitamos la ayuda de Mik"

- "Lo sé..."

- "Pues vamos... todavía hay un poco de luz"

- "Vamos..."

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En el gran parque del barrio, las luces de los faros comenzaban a brillar, indicando la llegada de la noche. Sin embargo, Calvin seguía rondando los pasillos de este lugar buscando a sus amigos. Finalmente se dio por vencido- "Caro y Teki ya deben estar en sus casas"- e inició el viaje de vuelta a casa. Justo en la salida del parque encontró a un chico sentado en uno de los bancos, observando la calle sin ningún interés en particular y con un cuaderno en las manos. El chico giró la cabeza, encontrando a Calvin y sonrió.

- "¿Qué haces aquí Calvin? Es tarde y tus padres se van a preocupar"

- "Estaba buscando a mis amigos"- dijo Calvin sentándose a lado del chico- "De hecho, ya me iba a casa"

- "Yo también me iré pronto"

- "¿Qué estabas haciendo?"

- "¿Yo? Buscando inspiración... a veces el aire fresco me ayuda. Estoy diseñando la portada del nuevo libro del señor Takaishi y he estado un poco bloqueado... ¿Te gustaría ver mis avances?"

- "¡Claro!"

Denis abrió su cuaderno y le enseñó al niño algunos de sus bocetos, los cuales apenas y tenían una forma definida. La mayoría era de los digimon, ya que Denis tenía más experiencia en dibujar figuras humanas y estaba practicando con las criaturas.

- "En cuanto tenga más tiempo libre podré terminar mis bocetos"- dijo el chico mayor cerrando el cuaderno de golpe- "Bueno, creo que mejor nos vamos"

Denis y Calvin se levantaron para irse a casa.

- "Espero que Caro y Teki estén en su casa"

- "Yo creo que sí. No te preocupes"

- "Es que Caro estaba un poco afectada por lo del partido... tú sabes..."
- "Sí, yo estuve ahí. Pero ya verás que se sentirá mejor pronto, es una chica fuerte, ¿no?"

- "Sí"- dijo Calvin sonriendo

- "Ella te agrada, ¿verdad?"- dijo Denis sonriendo, lo que hizo que Calvin se pusiera un poco rojo.

- "¡No es eso!"

- "Ojalá así sea"- dijo Denis de pronto volviéndose serio.- "Hazte un favor Calvin y no cometas la misma tontería que yo"

- "¿Qué error?"

- "Enamorarte de tu mejor amiga... eso arruina todo"

Calvin no era tonto y no tardó ni dos segundos en darse cuenta de quién estaba hablando Denis. De todos los chicos, a Calvin era al que más le había afectado el abrupto, misterioso y doloroso rompimiento entre Denis y Sara. Esto se debía principalmente a que Calvin daba por hecho que sus dos amigos mayores estarían juntos por siempre... digamos que pensaba que era la pareja ideal, aunque Calvin no lo llamara así. Después de todo, cuando era pequeño pasó mucho tiempo con ellos. Aún recordaba como había conocido a Denis...

- "Calvin... ¡Ya estate quieto!"- amenazó Sara Takenouchi, de 10 años de edad, al pequeño Calvin Hida, de 5 años de edad e inquieto como ningún niño de su edad. El nene estaba brincando en la cama, a pesar de los inútiles intentos de su niñera de llevarlo a dormir. Ya pasaban de las 7:30 y la Señora Hida le había dejado muy claro que Calvin debía ir a la cama a las 7:00.

- "¡Vamos a jugar! ¡No seas mala! ¿Sí?"- dijo el pequeño mientras baja de un brinco de su camita e iba por sus muñecos extraterrestres.

- "Ya jugamos mucho rato... te tienes que dormir"- dijo Sara. Era la tercera ocasión en que la niña cuidaba a su vecinito. Las dos primeras veces habían sido fáciles, pero ahora Calvin había desatado su lado travieso con Sara y parecía incansable.

- "¡Vamos a jugar a que somos agentes espaciales y vamos a atrapar a los extraterrestres!"- dijo Calvin arrojando sus muñecos por todos lados- "¡EL que encuentre más se duerme tarde!"
- "¿Qué? ¡Claro que no! ¡Te duermes ahora!"- gritó Sara saliendo trás el niño.

- "¡Ya tengo 5! ¡Te voy a ganar!"

- "Calvin... ¡Por favor!"

Sara estaba desesperándose. A este paso la que acabaría muerta sería ella. Era hora de llamar a un refuerzo. La niña fue al teléfono y marcó un número muy conocido.

- "¿Hola? ¿Denis? ¿Está tu mamá? ¿Podrías pedirle que te lleve a mi casa? Sí ya sé que es un poquito tarde pero necesito que me ayudes... sí... me está volviendo loca. ¿Lo harás? ¡Está bien! Es el Depto. 101... ajá... ¡Gracias Denis! ¡Chau!"

Sara colgó el teléfono con una amplia sonrisa. ¿Quién mejor que su gran amigo Denis Motomiya para ayudarla a domar a la pequeña fiera?

Minutos después un chico alto de 10 años de edad y cabello rojizo se presentó en el departamento de los Hida. A Calvin desde el primer momento en que lo vio le sorprendió la estatura y el caracter de este chico, el cual se acercó al nene y le preguntó.

- "Con que tú eres Calvin el pequeño monstruo espacial, ¿verdad?"

Calvin se quedó callado mirando a Denis con sus enormes ojos verdes.

- "Soy el agente Motomiya, capitán del escuadrón anti monstruos espaciales y vengo a capturarte"

- "¡No si me atrapas primero!"- gritó Calvin corriendo alrededor de la casa. Denis salió trás él ante la mirada atónita de Sara.

- "¡Denis! ¡Viniste a ayudarme no a empeorar las cosas!"

- "¡Eso hago!"

15 minutos después, Denis entró a la sala, donde Sara lo esperaba enojada, con el pequeño Calvin a punto de quedarse dormido.

- "El monstruo espacial se rinde... dice que lo llevemos a la base madre... agente Takenouchi"

Sara sonrió y llevó a Calvin a dormir.

Desde ese día, Denis y Sara cuidaban de Calvin cuando sus padres no estaban y pasaban largo rato jugando o haciendo tonterías. Calvin poco a poco fue obedeciendo más a sus "niñeros" y procuraba portarse bien para que estos volvieran la siguiente vez. Y cuando sus amigos se hicieron novios, es cierto que a Calvin le dio un poco de celos ya que empezaron a ponerse atención mutua en vez de atender al monstruo de 6 años pero pronto se le pasó y muchas veces pensó que Sara y Denis se casarían y que tendrían muchos agentes con los cuales jugar. Cuando conoció a Caro y a Teki se apartó un poco de sus primeros amigos, pero dentro de todo siempre pudo acudir a ellos cuando se sentía mal o necesitaba ayuda...

Y por eso ahora le dolía ver que sus dos amigos ya ni siquiera se hablaban... y lo que era peor, ambos estaban tristes y Calvin deseaba hacer algo para ayudarlos.

- "¿En qué piensas, Monstruo Hida?"- dijo Denis sonriendo. A pesar de que ese juego había quedado atrás, aún se llamaban "Monstruo" y "Agente" de vez en cuando.

- "Estaba pensando... en por qué Sara y tú ya no se quieren... ya ni siquiera son amigos y eso está muy mal"

- "Fue el noviazgo"- dijo Denis un poco triste- "Ya te dije... eso echó todo a perder. Las amistades mueren en cuanto aparece el amor"

- "¿Tú crees eso Denis?"- dijo Calvin

- "Sï... por eso nunca intentes nada raro con Caro o con ninguna chica que aprecies como amiga... porque todo se echa a perder"

- "Pero... ¿qué hay de tu papá? Ella y la señora Motomiya eran amigos de chiquitos y se llevan bien ahora. ¿Y los papás de Teki y de Mik?"

- "No lo sé Calvin... no lo sé"

- "¿Por qué terminaron?"

- "No quiero hablar de eso Calvin"

- "Soy tu amigo, ¿no?. A lo mejor se puede hacer algo"

- "No Calvin. No hay nada que hacer. Sara fue muy clara en lo que dijo y sé que no hay marcha atrás... olvídalo"

Pero Calvin no estaba de acuerdo. Sabía que algo se podía hacer y él se encargaría de encontrar ese "algo".

Pero para ello necesitaría un poco de ayuda...

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- "¡Vamos Haru! ¡Despierta!"- gritó Sam mientras se abrochaba la camisa- "Tenemos que irnos"

- "Estoy cansada Sam... ¿podemos ir otro día?"

- "Desafortunadamente no Haru. Los del concurso no se dieron cuenta que el vale por la cena que nos dieron se vence hoy, así que si no vamos a cenar esta noche perderemos el premio"

- "Ughhh"

- "Vamos nena, Lilly estará ahí para que platiquen"

- "Harumi está muy cansada hijo"- dijo Yolei mientras entraba a la recámara de su hijo mayor y tomaba a la nena en sus brazos- "Es muy tarde para que salgan las niñas. ¿Por qué mejor no invitas a una de tus compañeras?"

- "Lo intenté mamá pero a ninguna le dan permiso porque es muy precipitado"- dijo Sam- "Así que Mik y yo decidimos en la escuela que llevaríamos a nuestras hermanas... es mejor que ir solos"

- "Pero Sam... ¿y si llevas a una de las hijas de mis amigos? Estoy segura que a ellas les darían permiso"

- "¡Pero mamá!"

- "Veamos..."- dijo Yolei dando vueltas por el cuarto- "Está Caro... pero está muy pequeña y probablemente ya esté en su cama durmiendo"

- "Definitivamente no invitaría a una niña de 9 años a cenar, mamá"- dijo Sam con un tono de voz un poco enfadado.

- "Pero sí llevarías a tu hermana de 6, ¿verdad?"

- "Todo queda en familia... además siempre dices que no paso suficiente tiempo con Haru"

- "Me refería a pasar tiempo en casa o sitios como el parque"

. "Pero mamá, si no llevo a Haru tendré que ir solo... y Mik no podrá controlar a su hermanita si no está la mía"

- "¡Ya sé! ¿Por qué no llevas a la hija de Sora?"

- "A... ¿a Sara?"- dijo Sam tartamudeando un poco.

- "¡Claro! Tiene 16, puede salir de noche, es tu amiga y está soltera, por lo que no le caería mal una noche fuera, ¿no crees?"

- "Pero mamá..."- Sam se sentía un poco avergonzado tanto por la perspectiva de invitar a su amor platónico como por el hecho de que su metiche madre le estuviera organizando una cita.

- "¿Dónde estará su teléfono?"- dijo Yolei revisando su agenda. Sam lanzó una mirada desesperada a su hermana, pero ella ya había caído en los brazos de Morfeo. En eso sonó el timbre.- "¡Vaya! Iré a ver quien es"

Sam suspiró aliviado. Lo había salvado la campana. Sólo esperaba que la visita hiciera a Yolei olvidar el asunto de la cita o que por lo menos la distrajera el tiempo suficiente para que pudiera esconder la agenda...

- "¡Sara!"- escuchó a su madre exclamar en la sala- "¡Pero qué sorpresa! Precisamente estábamos pensando en tí"

Sam sintió como si una cubeta de agua helada le hubiera caído en la cabeza. Sara casi nunca aparecía en su casa... ¡Y precisamente escogía el peor momento para aparecer!. El joven salió de su recámara esperando evitar lo francamente inevitable... pero cuando llegó a la sala era demasiado tarde.

- "... entonces pensé que tal vez tú podrías acompañarlo a la cena. Dicen que el lugar es muy bonito y sería una pena que se desaprovecharan los boletos que los chicos ganaron con tanto esfuerzo... ¿qué opinas?"

- "No lo sé señora"- contestó Sara- "Le agradezco que haya pensado en mí pero... después de todo el premio es de Sam y él debe invitar a quien él quiera"

- "Ah pero a Sam le daría gusto que fueras, ¿no es así hijo?"

Un muy apenado Sam alcanzó a balbucear- "Cl... claro Sara. Me daría mucho gusto que fueras"

- "En ese caso está decidido"- dijo Joey, quien se encontraba detrás de Sara- "Me parece muy bien porque Sara sale muy poco y le hace falta salir de la rutina de la escuela y la cafetería"

Sara miró a su acompañante con los ojos muy abiertos y le tiró un codazo en las costillas, pero parece que a Joey no le importó.

- "¡Perfecto!"- dijo Yolei emocionada ante la idea de que su hijo saliera en una cita- "En ese caso, ¿por qué no te reúnes con Sam a las 8:30 en el restaurante "Notte"?. Después de la cena podemos dejarte en tu casa"

- "Ah claro sí... se lo agradezco mucho"

- "Sí... parece buena idea"- dijo Sam mirando a su futura e improvisada acompañante.

- "Entonces nos vemos al rato"- dijo Sara despidiéndose y jalando a Joey con ella- "Gracias por la invitación"

- "¡Adiós Sara!"- dijo Yolei sonriendo y cerrando la puerta. En cuanto lo hizo miró a su hijo... quien le devolvía una mirada atónita y avergonzada.

- "¿Ves cómo es fácil conseguir una cita? ¡Pero tenías que ser igual de penoso que tu papá!"- dijo Yolei volviendo a la recámara de Haru

Y en lo único en lo que Sam podía pensar era en que lo tragara la tierra.

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- "¿Acaso estás loco Joey? ¡Me empujaste a una cita con Sam Ichijouji!"

- "¿Y qué tiene de malo? Es en un lugar lindo y te hace falta salir. Además, me cae bien ese chico"

- "¡Pero si es un niño! ¡Me voy a sentir totalmente fuera de lugar en una mesa con Sam y con Mik!"

- "¿Y no es eso lo que buscábamos en un principio?"

- "¿Qué?"

- "Querías hablar con Sam y con Mik por el asunto de tu padre. ¿Qué mejor oportunidad que hablar con ellos a solas en un lugar donde nadie (entiéndase tu madre o las señoras Ichijouji e Izumi) pueda escucharlos?"

- "Bueno... viéndolo así tiene sentido"

- "Me parece bien. Pues creo que mejor te llevo a tu casa para que te arregles, así podrás estar lista antes de las 8"

- "Ay Joey...¡Pero te advierto que esto NO es una cita!"

- "Como sea..."

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- "Échame aguas Agumón... voy a buscar el libro"- murmuró Jin Kamiya al dinosaurio anaranjado amigo de la familia.

- "Está bien Jin... pero creo que deberías pedir ayuda a Teki o a tus papás"

- "Ellos creen que estoy dormidita"- dijo Jin haciéndole una seña a Agumón para que bajara la voz- "Nadie debe darse cuenta de que me levanté porque es una sorpresa"

- "¿Qué clase de sorpresa?"

- "¡Ya verás!"

- "¿Esto no es una idea de Ködai? ¿O sí?"

- "¡Claro!"

- "Oh... entonces creo que habrá problemas"

- "¡Shhhh!"-Jin salió de su recámara de puntitas. Pudo escuchar a sus padres platicar en la recámara, la secadora de pelo de Sara sonaba a todo lo quedaba en el baño y del cuarto de Teki salían ruidos de balazos y otras armas producto de sus videojuegos. La pequeña se dirigió a uno de los libreros de la sala y después de trepar por unos estantes dio con el gran libro rojo de su mamá.

- "¡Te tengo! ¡Ahora sí podremos hacer el plan!"

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A las 8:25 de la noche Sara, usando un vestido rojo y el cabello recogido, esperaba pacientemente a su "cita". Estaba aún enfadada con Joey pero por otro lado sabía que era una buena oportunidad de hablar con los chicos para iniciar una averiguación sobre su padre, o mejor dicho, Matt Ishida.

Poco después llegó Sam Ichijouji acompañado de su papá (afortunadamente no lo acompañaba su madre). El señor se despidió de su hijo y saludó a Sara con una seña para posteriormente alejarse de ahí.

- "Hola Sara"- dijo Sam, vestido más elegantemente que de costumbre.

- "Hola Sam, gracias de nuevo por invitarme"

- "Más bien fue mi madre... pero aún así me da gusto que aceptaras venir"

- "Gracias"- dijo Sara sonriendo. Después de todo a ella también le caía bien ese chico.

- "Papá vendrá por nosotros a las 10:30. Entremos, ya que es probable que Mik y Lilly nos estén esperando"

- "Está bien"

Sara no había pensado en la acompañante de Mik. No estaba segura de que podría hablar acerca del asunto de su padre enfrente de la pequeña Lilly, era probable que a la nena se le saliera el tema frente a los adultos. Pero, tomando en cuenta la hora era muy probable que Lilly se quedara dormida antes de que llegara el primer plato, así que todo era cuestión de esperar el momento adecuado.

- "Todo va bien"- pensó Sara- "Podré hablar del tema de Matt Ishida tranquilamente y sin..."

Pero los pensamientos de Sara se vieron frenados en cuanto observó que la acompañante de Mik no era su hermanita de cuatro años sino una chica rubia que portaba un vestido verde.

- "Sam, Sara"- dijo Mik muy contento- "¿Adivinen qué? ¡Fiori ha vuelto y esta vez para siempre!"

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Lunes en la mañana. Teki Kamiya se preparaba para otro día de clases y eso implicaba que estaba retrasado como de costumbre.

- "¡Apúrate Teki!"- gritó su mamá Sora desde la cocina- "O no vas a llegar"

- "¡Ya voy!"- dijo Teki brincando con un pie a través de su recámara mientras se colocaba un calcetín en el otro. Después tomó su mochila y fue al comedor, donde su hermanita Jin ya estaba lista para ir a la guardería (iba solo en las mañanas en lo que su mamá trabajaba en la cafetería) y su papá, vestido para ir a la oficina, trataba inútilmente de hacer comer a la niña.

- "Buenos días"- exclamó Teki mientras se sentaba a la mesa y comenzaba su desayuno. Sora salió de la cocina con un recipiente con alimento y lo puso en la mesa, mientras que con una mano hablaba con su socio acerca del pedido de harina que habían hecho a una fábrica y otros asuntos.

- "Sí Davis... sí... no te preocupes que todo va a estar bien. Tú ve tranquilo con Kari y TK, te hace falta un día para relajarte. Sí... sí... iré por Ködai a la escuela a las 2, sí... no te apures... de acuerdo, ¡nos vemos!"- Sora colgó el teléfono y lo colocó de nuevo junto a la pantalla del videófono (ambos servicios estaban disponibles en ese año).

- "¿Todo bien Sora?"- preguntó su esposo

- "Ya conoces como se pone Davis con el negocio, está igual de tenso que cuando se fue de vacaciones con su familia a Kyoto el año pasado"

- "¿A dónde va a ir?"

- "A Yokohama... de hecho vuelven esta tarde así que no entiendo por qué se angustia tanto"

- "¿A Yokohama? ¿A qué van ahí?"

- "Davis va a usar la camioneta de los pedidos para llevar a TK y a Kari al estadio de Yokohama ya que les asignaron en el periódico que hiciera un reportaje acerca del estadio de Yokohama a 30 años de haber sido inaugurado. Ya sabes como está el mundo otra vez como loco con lo del Mundial de este año"

- "¡Va a ser genial!"- exclamó Teki mientras pensaba en el álbum de estampas que estaba completando con Caro y Calvin con imágenes de los jugadores del Mundial Venezuela 2030.- "¡Me hubiera encantado estar en el Mundial de Japón cuando ustedes eran chicos!"

- "Debo decir que fue muy divertido"- dijo su papá sonriendo- "Aunque por poco nos asesinan antes del primer partido"

- "¿Por qué?"

- "Porque el impulsivo de tu papá compró los boletos con el dinero que todos habíamos ahorrado durante meses para la inauguración... pero del estadio de Yokohama dentro del mundial. El primer partido que creo que jugó la Selección Japonesa... ¿no es así Tai?"

- "Sí... creo que fue contra Rusia... no estoy seguro. Lo que sí recuerdo es que empataron y Japón ganó su primer punto en un Mundial y salimos a la calle a festejar"

- "¿Y qué tiene de malo que papá comprara esos boletos?"

- "Que el muy tonto pagó el precio de boletos de inauguración, que era muy alto, por boletos que valían un poco menos. Obviamente todos nos enojamos con Tai y fuimos a reclamar nuestro dinero a la taquilla... de por sí hubo mucha confusión con los boletos"

- "Ah... es que el venderdor me hizo creer que la inauguración sería en Japón, cuando en verdad fue en Corea"

- "Oh..."

- "Así que fuimos a reclamar y afortunadamente el vendedor nos cambió los boletos por lo de los de la Gran Final después de que Yolei lo amenzara... y ya sabes como es el tono de voz de la Señora Ichijouji"

- "¡Guau! ¡Estuvieron ahí!"

- "Sí... hasta arriba eso sí pero de que vimos ese partido, lo vimos"

- "Tuvieron mucha suerte... ese año ha de haber sido sensacional para ustedes"

- "No te lo imaginas..."

En ese momento entró Sara al comedor y se sentó en la mesa sin decir nada. Teki la observó preocupado ya que Sara había estado un poco alterada desde el sábado en que fue a cenar con Sam, Mik y Fiori. Teki ya sabía que Fiori había vuelto así que no le sorprendió cuando Sara le contó a sus padres que tanto Fiori como sus padres vivirían en Odaiba muy pronto. Lo que sí le sorprendió fue la cara de sorpresa de su mamá Sora y de alegría de su papá. Pero no entendía como es que a Sara pudiera afectarle algo así. Su hermana podía ser muy rara a veces.

Sora volvió a la cocina por café, Sara se levantó para irse a clases y Jin fue a lavarse los dientes por lo que solo quedaron Teki y su papá. El niño estaba a punto de levantarse cuando vio a su papá... y se paralizó... ya que su papá, quien estaba ocupado anudándose la corbata, estaba desapareciendo... su imagen se volvió un poco borrosa y como distorsionada... como la "nieve" que aparece en una tele. A Teki le dio miedo ver eso.

- "¡Papá!"

Tai Kamiya volteó a ver a su hijo confundido. Teki notó que la imagen de su padre volvía a ser tan nítida como siempre.

- "¿Qué pasa Teki?"

- "Yo... yo... nada"- dijo Teki suspirando. Debe haber sido su loca imaginación... todavía se salía de control sin que Teki se diera cuenta.

- "Bueno, apresúrate hijo que ya me voy"

- "De acuerdo papá..."

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- "En serio Davis, gracias por llevarnos"- comentó desde el asiento trasero TK.

- "No hay de qué, además tengo muchas ganas de ver el estadio. ¡Hasta los vestidores nos van a abrir!"- dijo Davis con una amplia sonrisa.

- "Así es... pero recuerda que eres nuestro "asistente" si te preguntan algo"- dijo su esposa que estaba a su lado.

- "Claro, claro. Bueno muchachos, creo que ya llegamos"- Davis señaló el enorme estadio de Yokohama, el cual ya era visible para los 3 amigos.

En cuanto llegaron, TK subió a las oficinas del estadio para entrevistar al encargado del estadio.

- "Ahora vuelvo"- dijo Takaishi- "A menos que quieran acompañarme"

- "Mejor nos quedamos en la cancha. Así aprovecho y tomo unas fotos"

- "Está bien"

Davis y Kari ingresaron al estadio por el túnel de los jugadores.

- "Por aquí entraron figuras como Ronaldo, ¿lo recuerdas Kari?"

- "Sí. Supongo que deben haber estado muy nerviosos cuando pasaron por aquí"

- "Puede ser... ¡pero también deben haber estado emocionados! ¡Lo que hubiera dado por ser como ellos!"

Kari sonrió tristemente. Uno de los sueños de Davis, además de su negocio claro, había sido ser campeón de fútbol y anotaría un gol en este estadio. Eso había dicho precisamente muchos años atrás cuando estaban sentados en la última tribuna de este estadio después de que Ronaldo anotara el gol que aseguró el triunfo de su selección por quinta vez. Pero la vida y muchos factores en ella impidieron que Davis lograra su sueño.

Ambos llegaron a la cancha y Kari se puso a tomar fotografías del local vacío, mientras Davis recorría el campo inmerso en sus sueños. Pero de pronto...

- "¿Kari? ¿Ves a alguien por aquí?"- Kari miró a su alrededor.

- "No Davis... ¿por qué preguntas eso?"

Davis sonrió y abrió la abultada mochila que cargaba, probablemente con el almuerzo. Pero Kari sonrió al ver que sacaba un balón de fútbol.

- "¿Por qué traes un balón de fútbol Daisuke?"

- "Bueno... ¿Recuerdas que hace años dije que un día metería un gol en Yokohama?"- preguntó Davis mientras se acercaba a un punto que estaba indicado sobre el verde pasto de la cancha.

- "Así es pero..."

- "Pues voy a cumplir mi promesa... bueno... un poco tarde eso sí"

Davis colocó su balón en el suelo. Dio unos pasos hacia atrás y de pronto gritó

- "¡AHORA!"- Motomiya corrió hacia el balón y le dio una potente patada que envió el balón hacia la red, sacudiéndola.

- "¡Y Motomiya anota!"- gritó alguien detrás de ellos. Se trataba de TK, que había vuelto de su entrevista e intentaba imitar a un narrador de deportes. Kari sonrió contenta mientras se aseguraba de que su foto hubiera salido bien. Y Davis estaba muy feliz.

Después de todo, nunca era tarde para cumplir un sueño.

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- "...Y es por ello que Ködai está conmigo ahorita"- dijo Sora a Noriko y Anya. Las tres estaban en casa de esta última, sentadas en la sala, mientras sus hijos jugaban en la recámara de Caro.

- "Espero que esos tres regresen temprano a casa o el tráfico va a estar insoportable. Y bueno... ¿Para qué querías hablar con nosotras Sora?"

- "Bueno... ustedes saben que el 1° de agosto pasado se cumplieron 30 años del asunto del digimundo"

- "Sí... lo recuerdo muy bien"- dijo Noriko

- "Hemos perdido la costumbre de festejar ese día y la verdad me dio pena que no nos reuniéramos el año pasado. Así que, aprovechando que ahora sí vamos a estar los 12 juntos, podríamos organizar una fiesta sorpresa para los demás"

- "Pero Sora... en ese caso tú no deberías convocarla"- dijo Anya- "Ya no sería sorpresa para tí"

- "Me da igual gusto participar en los preparativos. ¿Qué les parece?"

- "Suena bien... con gusto ayudaré"

- "Igual yo"

- "Entonces es un hecho"- dijo Sora- "Me tengo que ir. ¡Teki! ¡Nos vamos!"

- "¡Ya voy mamá!"

Sora se acercó a la puerta de los Takaishi para retirarse con su hijo y su sobrino. Fue entonces cuando escuchó que alguien llamaba a la puerta. Pensando que se trataba de TK abrió la puerta tranquilamente para encontrarse con una mujer de su misma estatura y con el cabello rizado.

- "Buonasera Anya!"- dijo la mujer abrazando a Sora- "E un piacere vederti!"

Sin entender ni media palabra de lo que dijo esa mujer, Sora la abrazó un poco confundida. Anya se acercó a la puerta y sonrió.

- "¿Tú debes ser Paola? ¿Verdad?"- la mujer llamada Paola soltó a Sora y miró a Anya.

- "¿Anya?"- preguntó.

- "Sono io"- dijo Anya con el poco italiano que su sobrina Fiori había alcanzado a enseñarle. Paola miró a Sora.

- "E lei?"

- "E Sora"- dijo una voz masculina detrás de Paola, lo cual hizo que Sora mirara hacia la puerta y se encontrara con un pasado que había dejado muchos años atrás...

- "Matt?"

Continuará.

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Buonasera: Buenas tardes (como a las 5 o 6 de la tarde aproximadamente)

E un piacere vederti: Es un placer verte

Sono io: Soy yo

E lei?: ¿Y ella?