Capítulo 5


al finn terminé el cap!perdón por el retrasoU.U no tengo excusa lo siento...grachias por todos sus post...quiero decirles que voy a tratar de que el probre hiei no salga perdiendo ni nada..a mí el kurama suichi me gusta con hiei así que si va a sufrir el pobrecín que sufra kurama también jeh jeh...(me encanta hacerlos sufrir a mis protagonistasXDDD)...espero que con este cap se vayan aclarando algunas cosas...y ojalá les guste...arioshhhh muaksss

U ojalá no me haya quedado muy corto


El viento mecía con caricias pausadas y manos ágiles al tacto de sus cabellos. Aspiró la profunda brisa de aquella tarde húmeda proveniente del brillante césped de un bosque desolado del makai. Abrazó su cuerpo a la sombra de un árbol de frondosas hojas mientras disfrutaba la melancolía de una reliquia perdida que sólo podía transformarse en felicidad sabiendo que esta le pertenecía ahora a una persona muy especial. Sonrió discretamente por divagar en tonterías como un niño enamorado pensando en cosas que jamás se le habían dado por pensar por el simple hecho de esquivar verdades...quién podía creer que ese amor tan profundo como el que había depositado en Yukina y en esa joya durante siglos hubiera nacido de un accidente causal...en donde dos borrachos se debatían entre besos el estado de ebriedad al sentir entre labios apretados el olor de sus bocas?...No interesaba el momento en que ese amor había sido creado sino que su consumación se había vuelto una realidad.

Escuchó a lo lejos el sonido trepidante de unas ramas, cuyas hojas por la fricción imitaban el sonido constante y suave de la lluvia. Sino fuera porque la costumbre lo conducía hacia los parajes de Mukuro no tenía ya razones de ir a visitarla más que por una cultivada amistad...ingenuo hubiera sido aquel que pensara que entre ellos podría haber algo más entre ellos...eran demasiado iguales y ambos demasiado pendientes de los tormentos que compartían, no había en ello posibilidades de que el amor floreciera. Kurama era su opuesto perfecto y por eso su complemento...había en él una luz tal incapaz de oscurecer...aquel que consiguiera esquivarla era porque estaba ciego pues nadie que hubiera estado antes en su presencia podría haber escapado a tan increíble criatura...

Continuó su camino entre saltos ágiles y veloces de una rama a otra, sin detenerse si quiera a escuchar el susurro del aire que viajaba entre sus ropas. No había tiempo para detenerse y observar el suelo, y aunque él no perdiera el equilibrio por hacerlo, sabía que a sus pies todo se empequeñecía pues los árboles del Makai parecían tocar el cielo. Antes de llegar al linde del otro lado del bosque, la última rama se quebró bajo una dura pisada y cayó unos metros clavando finalmente su katana en el tronco. El viento suspiró en sus oídos acompañado de un murmullo...una presencia que había sentido cerca pero de la que no pdía precisar su posición...

-Aléjate youkai...aléjate...

Sin darle demasiada importancia, asió fuertemente el mango entre sus dedos y trepó hacia otra rama, guardando luego su katana...Algo extrañado por su repentino error, observó irritado el entramado boscoso buscando señales del espíritu sin más respuesta que una creciente irritación...odiaba las persecuciones...y más a aquellos que por razones endebles las hacían...

Ey ud! Si va a dormirse en la clase será mejor que se retire...

Las palabras fueron acompañadas por un ligero roce a su cuerpo...una mano posada con intensidad sobre su hombro meciéndolo para llamar su atención. Kurama abrió los ojos sin creer realmente que aquellas palabras fueran dirigidas hacia él, por lo que aguzó la vista con desgano hasta que el salón se convirtió en un convenio de ojos que escrutaban su presencia sin piedad. Al frente de aquellos estudiantes, el profesor de la cátedra, un hombre bigotudo de brazos cruzados, aguardaba con impaciencia la respuesta del pelirrojo. Kurama tomó sus cosas, se disculpó con inocencia y se retiró apresuradamente.

Mientras bajaba las escaleras hacia la salida, maldiciéndose mentalmente por haber sido expulsado, se preguntó cómo es que había llegado hasta el aula...recordaba el altercado en el baño...pero nada después de haber observado los brillantes ojos azules en el espejo...había ido realmente al baño?...el dolor había sido demasiado real...incluso las marcas que en él había dejado...y sobre todo esa mirada azul y penetrante...el sentimiento de haberla visto antes...Levantó sutilmente su remera para comprobar que no estaba equivocado...

Nada?...pero...

Dejó el bolso repleto de cuadernos y libros sobre el escritorio y se recostó sobre la cama...exhausto aunque en realidad no había hecho casi nada... Ese pequeño incidente durante la clase había ocupado su mente de regreso al departamento, hacía horas que le daba vueltas en la cabeza mientras se entretenía con una mano con la preciada gema y la otra descansaba sutilmente sobre su vientre, esperando encontrar algo extraño. Sin hacer demasiado esfuerzo repentinamente había recordado algo...de su pasado como Youko...de su pasado con Kuronue... En realidad no estaba seguro de porqué lo había olvidado pues ahora que volvía a su mente recordaba lo importante que había sido en aquel entonces...Sonrío amargamente al darse cuenta de que pensar en aquel demonio llevaba inevitablemente a un mal trago...y por más momentáneo y fugaz...era doloroso... Quizás por eso lo había enterrado, y ahora lo haría cada vez más desde que Hiei estaba a su lado. Abrazó con fuerza la almohada amoldándola a la imagen del delicioso cuerpo del youkai...lo amaba y temía perderlo... asociar acontecimientos se había vuelto necesario...estaba en problemas por estar enamorado...

En esa época...había pocas cosas que no pudiera llevarme por delante...mi espíritu conducía incluso a aquellas almas fuertes al fracaso...mi amor por Kuronue era frenético...un sentimiento tan fuerte y perfecto como el que jamás había sentido...las consecuencias por más incorregibles y espantosas que fueran no podían nublar ni vacilar mis deseos...ese era mi capricho en ese momento y sabía que a toda costa lo conseguiría...

-...Recuerdo la guarida del horrible demonio...repugnante como tantos otros youkais que poblaran el viejo Makai...no éramos los primeros en llegar ni seríamos los últimos...muchas personas acudían por distintas razones y un mismo objetivo...las habilidades manuales de Eisaku valían aquel viaje peligroso...aquella confianza ciega a un demonio que a penas conocíamos...

-...el dolor...el familiar olor a sangre que ambientaba el lugar...los elementos quirúrgicos brillando en ases plateados bajo las luces fulgorosas...el respaldo en donde fueron atados mis piernas y manos...el dolor lleno de gritos reprimidos...los míos y los de Kuronue más tarde... y por fin la satisfacción que dibujaba sonrisas y encantos...

-Yo solamente quería el maldito tatuaje...no había pensado realmente en llevar marcas en mi piel que tuvieran fines mágicos...sólo esa pequeña porción de piel que significara algo especial para cada uno...algo que nos hiciera inseparables aún cuando el destino decidiera algún día que nos separáramos...en ese instante fue como si jurara amarlo para siempre...pues me habían advertido de los efectos secundarios...

-...Ahora me doy cuenta de que el amor se cultiva en el momento y se marchita con los años...la tristeza me consumió rápido y así esa pequeña cicatriz que brillaba de fulgor por el color de la luna se fue opacando... mi espíritu contrariaba aquel dolor, también lo hubiera hecho Kuronue...mi suerte quiso que me diera cuenta a tiempo y así pude encontrar alguien más...