Capítulo 6


wowwww sí que me tardé esta vez...gomen!no tengo excusas TT...bueno les dejo entonces el cap y no molesto más...gracias por sus comentarios byessssXDD


Uno, dos, tres...Kurama cerró el puño apretando con fuerza sus dedos...Habían pasado tres semanas de la última vez que Hiei visitara su departamento...aquel fin de semana espléndido que aún recordaba con la frescura del ayer. Suspiró cerrando un pesado libro sobre su escritorio y colocó los lápices entre los demás...corrió su silla suavemente hasta que el espacio le permitiera deslizar su esbelto cuerpo hacia la cama, y allí estiró su cuerpo notando poco a poco cómo la tensión desaparecía. Su cabeza viró casi mecánicamente a un costado...dirigiendo su mirada boscosa hacia la ventana con melancolía... deseaba oír el crujir del marco contra las botas negras del pequeño koorime...y ese aroma a pino que ni el más indomable viento podía quitar... Por qué no había regresado?...no había razones en Mukuro que pudieran justificar su repentina desaparición...presionó con fuerza el colgante contra su cuello dándose ánimos para evitar que esos pensamientos nublaran su confianza tan fácilmente...Hiei lo amaba y él mismo podía dar certeza de ello...como demonios singulares que ambos eran, el pelirrojo conocía su naturaleza...así iracundo por momento e indiferente por otros...el koorime demostraban mucho más amor que otros seres aunque no fuera de una manera especialmente explícita o aceptada...incluso no había razones para pensar que pudiera engañarlo. Resuelto el dilema, otra perturbación peor se hacía presa de su mente...podía ser que...?Kurama río completamente inundado por la incertidumbre y un dejo de desesperación...intentando ocultar esa sensación de soledad que no recordaba sentir desde que...su vida como bandido le había puesto en su camino a otro demonio. En ese momento pensaba lo mismo que ahora trataba reflejar en su rostro contraído...´´Hiei es un youkai fuerte...él puede cuidarse solo...debe tener sus razones para no haber venido...un retraso no puede solamente significar que...algo malo le haya pasado...´´. Pero así como la muerte le había arrebatado miles de años atrás a un demonio de igual calibre, podía hacerlo sin compasión ni titubeos con su actual amante...Eso temía y la impotencia hacía peor cualquier dolor que pudiera traer de regreso viejos fantasmas...si no había podido salvar a la persona que amaba en aquel entonces por qué podría ser capaz de hacerlo ahora?...acaso era el destino de un corazón amargo y frío que durante mucho tiempo sólo permitió que la crudeza del invierno traspasara su alma?...Sus cansados ojos fulguraron en radiantes flamas amarillas...merecía él, Youko Kurama el amor de un demonio como Hiei?...alguien cuyo corazón había sido congelado en manos heladas y después revivido poco a poco por el calor de sus llamas?...alguien que no había visto más posibilidades en su vida que las que él mismo se había inventado a través de sacrificios...martirios de noches sin más que el sutil color de la luna plateada del Makai haciendo compañía?...

Destinado por siempre a expiar la condena de un impasible asesino...

Un olor familiar alteró sus adormecidos sentidos...la imagen de un color oscuro y carmesí esparciéndose en su mente inmediatamente después de reconocerlo. Se sentó abruptamente sobre la cama conducido por un olfato infalible hacia la ventana. Aguzó la vista con extrañeza...una protuberancia diferenciándose ligeramente a contra luz...

-Hiei!

Exclamó mientras corría, tomaba la mano aferrada al borde de la ventana y tiraba de ella forzando el cuerpo del koorime hacia arriba. Su compañero pareció reaccionar a tiempo para ayudar a Kurama a subirlo a su departamento y apretó fuertemente sus manos entre las suyas empujándose con las piernas hacia arriba. El pelirrojo lo recibió entre sus brazos haciendo que el pequeño cuerpo semi adormecido del jaganshi se deslizara lentamente en el piso mientras acomodaba su enmarañada cabeza entre sus piernas cruzadas. Pronto notó que aquella visión roja que había tenido era la sangre de Hiei emanando sutilmente de su hombro izquierdo...Kurama alargó una mano en esa dirección mas antes de que pudiera manchar sus esbeltos dedos con el carmesí líquido, la voz profunda y levemente agitada del youkai se hizo escuchar.

Déjala...estoy bien...mejor ahora...

-Debo curarla...no se ve bien...Hiei...

Hmm?

-Qué pasó?...estaba preocupado por ti...

Eso mismo quería preguntarte...algo extraño está pasando...supuse que podrías tener alguna idea...

-...-

Entonces?

-No sé de qué hablas...déjame curarte esa herida...

Lo iba a dejar pasar por el momento...no se sentía con el ánimo suficiente para hacerle frente a la repentina renuencia de Kurama...no porque fallara en su primer interrogatorio iba a dejar que aquel zorro se saliera con la suya...si había algo de importancia a tratar estaba dispuesto a insistir lo suficiente como para que el pelirrojo soltara el problema.

Observando como su amante se levantaba suavemente camino al baño, el koorime recostó pesadamente su espalda contra la cama sintiendo al dolor esparcirse desde su herida hacia su boca en un quejido casi mudo, sólo expuesto por la pequeña nariz arrugada y su diminuta boca deformándose en una inusitada mueca. Cuando escuchó el anestesiado sonido de las pisadas sobre suave beige que cubría el suelo, optó por hacer un esfuerzo y relajar sus facciones...si pretendía sacar algo provechoso de esa noche lo mejor iba a ser que el zorro no se preocupara demasiado.

No vas a decírmelo entonces?

-Decirte qué?

Qué es lo que está sucediendo...

-A qué te refieres?...acaso notas algo extraño?

No lo sé con certeza...es por eso que te estoy preguntando...

-Y a ti qué te pasó en el brazo?

Te lo diré si me cuentas primero...

-Yo...no estoy seguro de que algo esté sucediendo tampoco...

Qué estaba sucediendo con él?...lo había extrañado o no?...no había estado pensando en él justo un instante antes de que apareciera en su ventana?...entonces por qué aquella forma tan inusual en su comportamiento?...tan indiferente como si él se hubiera convertido en la persona con la que estaba hablando?...realmente algo estaba sucediendo?...Casi con certeza podía al menos presentir un precoz miedo surgir desde su garganta...atando fuertemente sus cuerdas vocales...Hiei pedía respuestas...y sólo necesitaba remontarse unas semanas atrás y dibujar en su mente la marca en su piel...a eso estaría refiriéndose?...pero cómo lo sabía?...podía notar que no había certeza alguna en la mirada del koorime a excepción de un fuerte sentido de la intuición...Y él...un ex letal asesino...cuya actitud había sido capaz de infundir el miedo a todo aquel que fuera preso de sus gélidos ojos...tenía miedo...porque sólo el pasado de un viejo amor lo podía dejar así de indefenso...

Mientras ajustaba las vendas sobre la piel dañada evitando causarle más dolor del que ya probablemente sentiría su compañero, suspiró cansado sabiéndose incapaz de borrar un título que aún guardaba grabado en su frente y llevaba a cuestas...y ahora nuevamente volvía a repetirse en la voz de un fantasma muerto...''TrAiDor''... Pero él amaba a Hiei...por qué no podía ser feliz entonces?...no había nada en la muerte que resultara propio de su naturaleza de Youko...era demasiado rígida y perfecta...nada que pudiera llamar la atención de un alma tan libre y curiosa como la de Kurama...quizás la última opción en una gama tan amplia como sus nueve colas lo eran. Jamás preferiría a la muerte por sobre la vida...entonces por qué iba a preferir a Kuronue por sobre Hiei?...lo había amando durante su vida...y ahora no representaba más que otro montón de polvo en la gran montaña de su pasado...siendo arrastrado una y otra vez más atrás por el viento.

Kurama sonrió. No había porqué temer...Incluso podía contárselo a Hiei más tarde cuando estuviera lo suficientemente dispuesto...

Por qué sonríes?

-Estoy contento eso es todo...te molesta que lo haga?

No...en absoluto...

-Es sólo...estaba preocupado baka!


Kuraaama...no te hagas el dormido...sé que puedes escucharme...ahh...pero no te preocupes no es necesario que habras los ojos...tampoco que despiertes al youkai que descansa a tu lado...bastará con que prestes atención a lo que digo...ohh sí...pensabas que ya me había olvidado de ti?...

Quién eres...por qué estás en mi mente...?

Acaso estás asustado?...ohh el Gran Youko Kurama?...estoy seguro que no me he equivocado pero estoy empezando a dudar sobre tu identidad...pero no te asustes realmente no me recuerdas?...tal vez tienes razón...ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos...fue un memorable momento lo recuerdas?

Quién eres?...Tú...por qué estás hablando como Kuronue!

No quieres aceptarlo verdad?...pero deberías...porque es por ti que me convertí en esto...

Si mi querido Kurama...así como lo oyes...y estoy seguro de que tú ya te habías dado cuenta hace mucho tiempo...tú sabes...con lo inteligente que eres...

Tú no puedes ser Kuronue...él nunca...

Se comportaría así?...es vdd...admito que he cambiado un poco...está bien!estoy casi irreconocible pero...no crees que ha pasado bastante desde entonces?...qué esperabas?

...Qué haces aquí?...qué quieres?

Vaya...nunca pensé que el frío y descorazonado Kurama...ese en que te transformabas cuando asesinabas sin piedad alguna vez me hablaría...Hemos vivido tanto Kurama...no puedo creer que me trates así...

Tú no eres el Kuronue que trataba de otra manera...no tienes derecho a pedirme que te hable como tal...ahora dime...qué le hiciste a Hiei?...qué es lo que quieres?

Ahh...Hiei...tu nuevo amante...debo admitir que tienes buen gusto...siempre lo tuviste...pero...por qué estás acusándome?...acaso un viejo amante no puede darle un saludo especial al nuevo?...no me pareció que fuera tan rudo...

Aléjate de él entiendes?...ni se te ocurra ponerle otro dedo encima...

Sólo he venido a reclamar lo que me pertenece...


Hacía calor...mas era uno cercano no proveniente de su cuerpo y cuya humedad comenzaba a bañar lentamente la piel desnuda de su torso...era Kurama pensó semi dormido al sentir el cuerpo del youko moverse de un lado a otro frenéticamente...Abrió un ojo confirmando inmediatamente que su compañero se sacudía aún en sueños liberando las sábanas por momentos para apresarlas luego fuertemente entre sus dedos. Hiei se sentó sobre la cama casi a punto de caerse...a pesar de que acababa de darse cuenta al parecer había sido empujado por Kurama lentamente durante un largo rato y ahora su cuerpo ocupaba tan sólo la punta de la cama.

Antes de que terminara completamente sentado en el suelo apoyó una pierna fuera de la cama para estabilizar su cuerpo...Vaya que estaba sudando aquel pelirrojo!...bastaba con la siempre presente reveladora luz de la luna asomándose tímidamente por la ventana para darle brillo a cada una de las gotas que cubrían los contornos sobresalientes del pecho de Kurama para notar que por alguna razón esa noche estaba resultando demasiado calurosa para el zorro. Hiei acercó una mano al rostro mojado sorprendiéndose al tomar contacto con la gruesa capa y la piel candente protegida por esta...qué rayos pasaba ahí?...recordaba los besos juguetones...las caricias...pero ningún comportamiento anormal hasta que finalmente se quedaron dormidos...

Ey...Kurama...ey!...despierta!

Lo movió débilmente meciendo con su mano el hombro que daba hacia el techo de la habitación...Kurama se revolvía inconsciente entre las sábanas pero aún así no conseguía despertar...qué estaría soñando?...realmente Hiei no había pensando que existiera en los tres mundos algo que pudiera asustar a Kurama...pero esto estaba comenzando a asustarlo...

Ehh zorro!despiértate!...Zorro!escúchame!tienes que despertarte!

Estúpido Kurama!siempre tenía que guardarse las cosas...masticarlas en su mente...acomodarlas para que no sonaran tan feas o aterradoras...Eso no era otra cosas que una ofensa para él...no quería ser tratado como un estorbo...y menos si eso significaba que su amado pusiera su vida en riesgo...por qué no le había dicho nada hasta ahora?Cuando se despertara hablaría seriamente con él...

Sólo he venido a reclamar lo que me pertenece...

Lo que me pertenece...

-AHHHHHHHHHHH!

Ku...Kurama?...

-Ah...ah...ah...ah...

Kurama...?qué pasa...?

-No...no otra vez no...AGHHHHHHHH!

Qué tienes Kurama?qué te pasa!

Su cuerpo ardía!...tan sólo lo había tocado un momento pero no podía creer que emanara tanto calor de su piel...Hiei se acercó y abrazó al pelirrojo entre sus brazos sintiendo la estremecedora candencia de su cuerpo mientras intentaba que se tranquilizara un poco sin mucho éxito...El dolor debía ser muy intenso para que Kurama gritase de esa manera...pero qué podía hacer?Ahggg!mierda!se sentía tan impotente!...Lo abrazó tan fuerte como le permitía aquella incómoda posición sintiendo las manos de su compañero clavarse con intensidad sobre su piel...su boca ahora entreteniéndose entre mordiscos con uno de sus puños...Una luz resplandeció bajo las sábanas llamando la atención del jaganshi que las retiró inmediatamente...ahí estaba...seguramente escondido bajo el elástico del pijama del zorro...el foco del dolor que acababa de perder su brillo...

Estás...bien?...

Kurama asintió algo confuso...sin saber realmente cuál era su estado o si aquella cosa que le causaba tanto dolor volvería...Pero cuánto gusto le daba tener a su lado al koorime...sentir sus delgados brazos estrecharse contra su cuerpo...y aquella mirada tan roja que le decía lo mucho que lo quería al preocuparse de esa manera...

El jaganshi lo miró aprensivo...estaba asustado...qué demonios había sido todo eso de cualquier manera?Abrazó a Kurama descubriendo que al evaporarse el calor de su cuerpo y permanecer los trastos de humedad pegajosa...el frío era la evidencia convertida en un ligero temblor...ahggg!pero cómo lo odiaba!tenía que darle alguna respuesta en este momento!

Muy bien Kurama...ya ha sido suficiente...qué demonios fue todo eso!...parece que no fue la primera vez que te pasó no es así?por qué no me dijiste?

-Hiei...discúlpame...tienes razón...

Por supuesto que la tengo!quieres darme un infarto o qué?nunca vuelvas asustarme así!

-Lo siento...no quería preocuparte...no pensé que realmente fuera algo importante...no estoy seguro...pero voy a contarte lo que creo...