Capítulo 5
Free talk antes de empezar!...agradecimientos...
Shadir...amiga gracias por tu comentario!no que son re tiernos este par de pequeñitos?XDDDD
luna- wood...acá va lo que sigue amiga, espero que te guste...aunque una aclaración antes de seguir...se supone que pasaron 6 años desde que les dijeron que tenían que entrenar juntos XDDDD
gracias por sus reviews!por favor no se olviden dejar sus comentarios sobre este cap!uds son las que me dan ganas de seguir escribiendoXDDDD
Aún creía que si se esforzaba un poco en recordar aquel beso tal vez realmente regresaría y pensando en aquellos anhelantes deseos que su mente enamorada dispersaba por su adolescencia, cerraba los ojos con fuerza y se sumergía en un mar de recuerdos que a penas se limitaban a los roces infantiles que había compartido con su compañero de entrenamiento. Y aunque siempre en su regreso no encontraba más que la fría brisa matutina chocando contra sus labios y el áspero sabor de la tierra embriagando su boca, al tocarlos casi podía jurar que el calor de ese beso continuaba impregnado en ellos. Se avergonzaba de sobremanera encontrarse a sí mismo opacando la consagración de caballero que con tanto esfuerzo había logrado hacía unos meses, con semejantes divagaciones que ni siquiera traían consigo resultados visibles. Aquel ir y venir de pensamientos irracionales no hacía más que incitar deseos imposibles que más que darle satisfacción lo entristecían...entonces por qué siempre se dejaba estar cada vez que aparecían y tomaban posesión de su mente?se desplegaban a la velocidad de un virus mortal...embriagando cada pequeña porción de neurona coherente a su paso con una melancólica fragancia que le sabía a angustia y esperanza. En ella a veces percibía un dejo del perfume que había sentido de cerca aquel último día junto al rubio...cuando descaradamente tomó posesión de sus labios con la excusa de un llamado inaudible...el llamado de los de su compañero bajo los suyos. Sonrió levemente complacido por traer de vuelta un recuerdo como ese, en el que sorprendentemente se había dado cuenta de que su sentimiento era compartido...no es que el aprendiz se lo hubiera dicho pero la evidencia estaba presente aún en el sabor de su boca, atormentándolo...en un beso que se había prolongado más de lo que hubiera imaginado, tornándose un poco más apasionado cuando sintió las pequeños brazos de su compañero rodear su cuello con delicadeza. Dejó caer pesadamente la cabeza hacia atrás haciendo que los suspiros que dejaba escapar su garganta acompañaran la dulce caída. El golpe fue leve pero sonoro, justo lo que necesitaba para quitarse de encima aunque más no sea por un momento al revoltoso chiquillo que flotaba en su cabeza y más aún desde que se había marchado. Los deseos se hacen aún más fuertes cuando las cosas se pierden...ese había sido para Aioria más que un refrán una verdad universal que le había tocado la desgracia de vivir. Lo peor había sido que a penas si había podido enterarse luego de una larga sesión de preguntas a su hermano, pero por alguna razón Shaka no le había dicho que se marcharía, ni cuándo, ni por qué. Aún desconocía las razones, simplemente no había tenido el suficiente deseo o valor de saberlas...si alguna vez se enteraba de que alguna estaba relacionada con el repentino accionar de sus hormonas no se lo perdonaría jamás. Quizás hasta prefería tener que sufrir el compartir una simple amistad con el rubio...pues de otra de las cosas y de la que más se arrepentía era de no haberle podido revelar su verdadera identidad. Probablemente Shaka casi ni lo recordara...había convivido nueve años de entrenamiento con un joven desconocido del que hasta tal vez se había enamorado...era evidente que no había rastros de Aioria en su memoria...Ahhh...si no se hubiera escapado como un cobarde después de aquel beso que le había robado quizás ahora no hubiera tenido que lamentarse por el tiempo perdido. Pero es que en ese entonces era demasiado pequeño para conocer y reconocer la magnitud de su cariño...y por sobre todo jamás hubiera pensado que a la mañana siguiente del incidente el pequeño hindú del que se había enamorado ya no estaría. Aún le dolían los nudillos si los presionaba demasiado contra las rocas...en esa mañana se había convertido en martirio un dolor que por no poder liberar a la superficie había reprimido durante todo este tiempo...pero a quién podía confesar su amor?...su desasosiego?...Lo había esperado como siempre...unas horas después de despuntar el alba...relajando su cuerpo sobre una gran piedra que siempre le servía de respaldo a al hora de contemplar las ágiles manos(y por qué no algo más?)del hindú blandir la espada...dejando escapar los minutos entre los chasquidos de sus dedos y la costumbre arraigada de contemplar el paisaje ateniense. Corrió desesperado y molesto hacia la casa de virgo buscando explicaciones a su retraso haciendo retumbar sobre el espacioso pasillo del templo los sonidos de sus sandalias chocando contra el mármol. A penas puso pie en la desolada habitación percibió aquello que había temido al ingresar a la sexta casa...nada. No hizo esfuerzos en vano...su intuición nunca fallaba y no lo haría en ese momento...era evidente que no iba a encontrar algo que ya no estaba presente. Apretó el puño con fuerza, casi clavando sus propias uñas en la palma de su mano...lo estrelló contra la pared cuantas veces le bastó para calmar su ira. Al menos el enojo se había ido, aunque sabía que las lágrimas que de pequeño había derramado nunca se borrarían. Tres largos años habían transcurrido desde aquel entonces y si todavía continuaba cuerdo era por la espera de un regreso que lo mantenía en pie...
-Aioria!Aioria!...ahí estás...en dónde has estado?te estuve buscando toda la mañana...
Ese era su hermano, podía decirlo sin titubear por el conocido timbre de voz y la elegancia de sus pasos.
-Disfrutando de la mañana...eso es todo...qué pasa?
-Bueno...el patriarca me ha mandado a llamar hoy...por alguna razón quiere hablar contigo también.
-Está bien...ahora voy...
-En qué te has metido ahora Aioria?
-De qué hablas?...yo no causo problemas...
-Bueno...sea lo que sea no creo que haya que preocuparse...te veo luego!...adiós!
-Adiós!
Así era Aioros, no podía mantenerse quieto un solo instante y desde que se había mudado completamente al templo de leo casi nunca lo encontraba. Ya no podía decir con seguridad en dónde entrenaba o en dónde pasaba el día, la tarde o la noche...su único punto de encuentro se había limitado a una reunión diaria por el desayuno, la merienda y la cena...un simple y cordial saludo era todo lo que le restaba y si tenía suerte algún que otro intercambio de palabras que con poco se aproximaban a las conversaciones que solían compartir con entusiasmo cuando más pequeños. Ahora sólo podía recordar y extrañar los viejos tiempos...como lo hacía siempre con los entrenamientos...los que le había dado la suerte y la desdicha de conocer a alguien como Shaka.
Lejos de extrañarse por el llamado del maestro, se apresuró hacia la cita acordada suponiendo que lo estaba esperando con impaciencia. Casa tras casa como debía ser, saludando a todos los caballeros que reconocía al pasar...aún le costaba acostumbrarse a la muchedumbre...a los voces que antes faltaban en los demás templos y ahora llenaban con ecos displicentes los pasillos. Se habían instalado casi sin que pudiera lamentarse de nada, como cuando su deseo de convertirse en caballero se había convertido más que en un deber, en una competencia...pero tampoco era que le importara demasiado, también había perdido el total interés por aquello, simplemente ya no era necesario ocuparse por la vida de los otros para saber que la suya estaba en orden o no lo estaba. Todos jóvenes y diferentes, haciendo del santuario una acrópolis cosmopolita que a falta de recursos y oportunidades para conocer otras tierras le ofrecía una rápida y fugaz visión de cada una...y así había podido contemplar maravillado las exóticas costumbres tibetanas...la pasión de la música brasileña...la arcaica sabiduría china...(bueno...perdón si dejo a algunos caballeros de lado...pero ahora no me puedo acordar de qué país eran O.o)la mística belleza de la India.
-Permiso...he venido por expreso pedido del Patriarca.
-Ud. es Aioria caballero de leo?
-Así es.
-Adelante.
Justo como lo recordaba, imponente y magnífico, descansaba su presencia en centro del pasillo, tras una pequeñas escalerillas, sentado en la silla que reclamaba su autoridad. Llevaba un casco puesto, adornado con símbolos que pregonaban la santidad de su portador y su importancia...su verdes cabellos cayendo sobre la espalda y ambos costados en los hombros...su mirada firme y decidida en un tono rosado que a pesar de su hermosura y delicadeza transmitían frialdad. Aguardó a que el otro lo llamara evitando cometer errores, demostrando en su actitud servil el honor que sentía de pertenecer a la orden.
-Acércate
Su voz profunda irrumpió en sus oídos sin pedir permiso, sorprendiéndolo pero no sin que sus reflejos pudieran equivocarse al adelantar sus pasos hacia el hombre. Se detuvo antes de subir, como si algo pudiera impedir que lo hiciera aunque fuese solamente su propia intuición la que lo hacía...algo le decía que hasta ahí podían llegar sus derechos...un paso más sería osadía. El patriarca se levantó sin apartar la mirada, contemplando inexpresivo la fijación del chico por sus ojos y el miedo que percibía en ellos. Ablandó un poco la expresión, lo menos que quería causar a un joven como Aioria, del que sabía buen corazón, era temor...y por otra parte el tema a tratar tampoco era tan serio como para utilizar ese tipo de recursos sobre él.
-Toma asiento pequeño
Lo invitó a sentarse en su propio asiento. Aioria lo miró confundido y negó con la cabeza levemente, como si no estuviera preparado para recibir aquel honor, pero Shion insistió hasta que logró convencerlo. Por finél de pie sobre el muchacho que lo quitaba el ojo de encima, se dispuso a tratar el tema que había requerido una pequeña reunión.
-Bueno...por dónde empezamos?te estarás preguntando el porqué de tu llamado?...en principio te aseguro que no debes preocuparte demasiado...no es nada que pueda afectar tu puesto...a menos que se convierta en un problema más grave...
La voz de Shion había cambiado completamente, ahora no parecía más que un padre conversando con su hijo...invitaba a quedarse prendido de ella y esconderse en la seguridad que transmitía...la paz que inundaba todo el recinto con cada palabra pronunciada.
-Es probable que ni siquiera estés realmente al tanto del origen del problema no es así?
Lo miró sonriendo displicentemente. El caballero asintió inocentemente, dejando entrever en sus ojos claros el alma infantil que aún conservaba.
-Iré al grano...sé que estás enamorado de Shaka...
Aioria se sobresaltó agitando levemente su cuerpo hacia atrás, como si aquello que acabara de ser dicho fuera una puñalada en dirección a su pecho...sus ojos abiertos desmesuradamente y sus mejillas ruborizadas por la vergüenza de haber sido descubierto. Haber sido descubierto por el patriarca lo perturbaba más aún, pues este hablaba como si aquello lo supiera desde hacía mucho tiempo y no fuera más que un secreto en su pequeña cabecita soñadora...pero cómo es que lo sabía? Acaso lo habían estado espiando?Se tomó la boca asombrado y horrorizado, recordando el momento en que había besado a Shaka dando a conocer todos los sentimientos que le provocaba el rubio. Observó a Shion expectante, esperando que todo terminara allí...el saber que había sido atrapado con las manos en la masa era suficiente tormento...pero por la mirada melancólica del hombre se podía decir que aún quedaba algo más...algo que no era nada bueno...
-Y es por eso que...me veo obligado a advertirte que debes desistir de ese sentimiento...
El leonino abrió aún más los ojos si es que podía hacerlo. No una sino miles de preguntas surgieron de pronto en su mente...la razón de su partida acaso...?pero por qué?tan malo había sido...?era porque no lo quería o de alguna manera había puesto en peligro su reputación?... Shion pareció entenderlo y prosiguió con la charla.
-Su maestro los vio besándose la tarde antes de partir... por supuesto que era demasiada coincidencia que él decidiera marcharse con el niño justo después de que ocurriera y no te voy a mentir porque sé que seguro lo habrás pensado...Shaka se vio obligado a partir por eso...porque su religión y el destino que rige su estrella guardiana le impiden tener ese tipo de contacto...pero tú...de seguro no tenías ni idea de esto...
Por supuesto que no lo sabía...sabía tanto de Shaka como nada...pues así es que se había visto obligado a conocerlo...a medias...impedido por la obligación de esconder su identidad.
-No te lo digo como patriarca Aioria...sino como un alguien que te aprecia...y no te pido que lo cumplas porque nada te estoy pidiendo ni ordenando, pero sí que lo pienses, no sólo por tu propia felicidad sino también por la de Shaka...no sé qué sería de él si su maestro llegara a enterarse de que uds. Pueden llegar a mantener una relación...
El joven caballero agachó la cabeza resignado por su mala estrella...cuánto tiempo había perdido esperando al hindú?cuánto...?y ahora simplemente tenía que olvidarse de todo lo que había adornado sus ilusiones más utópicas?...olvidarse de aquel sentimiento agridulce que lo había acompañado todo este tiempo como si las emociones no fueran más que ideas creadas por la propia voluntad humana para ser utilizadas por conveniencia y arbitrariedad y ser botadas cuando ya no hicieran más que ocupar el lugar de otras?Sus sentimientos no eran productos desechables ni reciclables...aún no lograba como otras personas en el santuario esa capacidad de permanecer indiferente al resto de las personas porque mientras más tiempo vivía más humano se sabía.
-Sé que es difícil de aceptar...pero todo lo que hagas no sólo afectará tu destino sino el de ambos...piénsalo bien Aioria, aún hay posibilidades de que te salves y lo salves a él...Shaka aún no sabe que tú eras su compañero.
El leonino se armó de valor. A decir verdad estaba un poco alterado por la repentina sacudida que había sufrido...no todos los días le daban sermones como esos y menos sobre temas tan personales y delicados.
-Pero por qué me advierte de esto ahora? por qué durante todos estos años mantuvo el secreto?
-Porque...hoy regresa al santuario...
