Los personajes que aparecen en este fanfic no me pertenecen. Además escribo esto sin ningun ánimo de lucro. Así que por favor no me demanden.

Capítulo 3

"…" los personajes hablan

'…' lo que están pensando

Jjjj letras en cursiva indican flashback

En un pequeño zulo se encontraba una muchacha atada de pies y manos. La ropa que antes luciría como uniforme escolar era ahora un conjunto de telas rotas. Ya no lloraba. Durante las primeras semanas en las que estuvo cautiva no paró de llorar. Pero habían caído todas las lágrimas que quedaban en su cuerpo. Simplemente ya no podía llorar más. Tenía la mirada perdida en algún punto enfrente suya. No había día que no pensara en su familia y en Ranma. Sobretodo en Ranma. Estaba segura de que la estaba buscando y al principio ese pensamiento la ayudó y la alegró un poco. Pero a medida que pasaban los días empezó a desesperarse pensando que, quizás, nunca la encontraría. Tenía su cuerpo amoratado de las continuas palizas que le daban aquellos hombres, padre e hijo, por negarse a mantener relaciones con ellos. Aunque eso no evitaba que la toqueteasen por todo el cuerpo, cosa que más de una vez le hizo desear morirse. Pero nunca habían conseguido forzarla en ese aspecto. Decían, además, que todavía no era el momento. Estuvieron mucho tiempo torturándola para que aceptara casarse con Sharo, el hijo de su secuestrador, y aún pensaban que lo conseguirían a base de golpes y más golpes. De pronto se hizo la luz en el pequeño habitáculo y Thorio, el padre de Sharo, apareció en el umbral de la puerta. "Qué tal está mi pequeña zorrita hoy?" le dijo con una sonrisa. "Púdrete!" gritó la muchacha lo que la hizo recibir una patada en su estómago. La cogió con fuerza del pelo y acercándose a su cara le susurró "Ya me estoy cansando de tu actitud. Vamos a tener que bajarte los humos. Te enseñaré que no eres más que una putita" y dicho esto le lamió la mejilla. Akane intentó apartarse pero él la tenía bien sujeta del pelo. El hombre posó su mano en una de las piernas de la muchacha y la fue subiendo por su muslo. Ella gritaba que la dejara en paz pero sus súplicas nunca fueron escuchadas. De repente el hombre comenzó a reír. "Estas de suerte, hoy tengo una sorpresita para ti" y arrastrándola la sacó de la habitación en la que la tenía recluida. Salieron a una pequeña salita a la que daban dos puertas. Una por la que entraron y la otra, supuso Akane, daría al exterior. En la habitación solo estaba Sharo junto a una silla en la que la sentaron y ataron. Al otro lado de la habitación había una mesita en donde estaba depositado el teléfono móvil de Sharo. No había más muebles. "Hoy vamos a llamar a tu padre, tiene que saber que su pequeña hijita es una putita como su madre" Esto enfadó mucho a la muchacha quien no pudo contener su ira "No vuelvas a hablar así de mi madre!" pero un fuerte bofetón de Sharo la hizo callar. La mejilla se tornó roja y le dolía horrores. Pero no se permitió llorar. Solo calló mientras veía como Thorio marcaba en el teléfono de su hijo.

En la casa Tendo-Saotome las cosas no habían mejorado. Todos habían vuelto más o menos a sus rutinas pero la tristeza invadía los corazones de los habitantes de la casa. Nabiki tenía instalado en el teléfono un localizador, pensando en su momento que así encontraría a su hermana. Pero como nunca volvieron a llamar se sentía tremendamente desesperada. El abatimiento de Ranma cada vez que llamaba preguntando si había noticias tampoco la ayudaba mucho. De repente el teléfono sonó. Soun se apresuró a cogerlo.

"Diga?"

"Hola Soun, que tal te ha ido estas semanas?"

"Mi hija! Está bien?"

"Uy si. Tu pequeña está perfectamente, además tiene un cuerpo precioso que estamos disfrutando mucho mi hijo y yo. No puedo evitar excitarme mirándola. Se parece tanto a su madre…"

Nabiki, al oír que se trataba sobre el secuestrador de su hermana se puso manos a la obra diciéndole a su padre que alargara la llamada para así conseguir localizarle.

"Quiero hablar con ella"

"Por supuesto, te la paso" y se pudo oír una risotada que hizo temblar al cabeza de familia.

"Papá?"

"Hija! Akane, estas bien?"

"Papá" y lágrimas acudieron a los ojos de la muchacha. "snif!...Te quiero papa. Snif!"

Soun Tendo también empezó a llorar "y yo a ti hija"

"Qué tierno!" volvió a decir Thorio. "Espero que estés sufriendo, jajajaja"

"Mátame a mi si quieres pero por favor, no le hagas nada a mi hija"

"Yo le haré lo que me de la gana!" gritó Thorio. "En fin, quizá volvamos a hablar. Sufrirás hasta tu muerte. Igual que he sufrido yo estos años." y lo último que oyó fue su risa al otro lado del teléfono.

"Espera!" pero ya era muy tarde. "Nabiki, lo tienes?"

"No, papá. Lo siento"

Las lágrimas volvieron a hacerse camino por las mejillas de la muchacha. Los dos hombres no se percataron de ello. "Sharo, me voy que tengo que hacer algunas cosas, vigílala"

"Si padre" y con esta charla tan formal se fue dejando solos a Akane y a su hijo. Éste se arrodilló observando a la muchacha.

"Sabes que eres preciosa?"

"Déjame en paz"

"No puedo esperar a que seas mi esposa. Deberías aceptar y así saldrías de este infierno" dijo el muchacho, que era un par de años mayor que la joven, mientras le besaba en el cuello. Entonces a Akane se le ocurrió una idea arriesgada, pero era lo único que podría hacer. "Creo…que acepto". Esto sorprendió mucho a Sharo. "Vaya, vaya. Al fin te entró un poco de sentido común en esa cabeza tan preciosa" Y dicho esto empezó a besarla con lujuria mientras sus manos recorrían el cuerpo de la joven. Ella, al contrario que en ocasiones anteriores, le correspondió dejando que las caricias fueran subiendo de tono. Cuando notó al muchacho muy excitado le puso una sonrisa de niña pícara y le dijo. "Por qué no me desatas? Yo también quiero participar" Sharo dejó su tarea un segundo para mirarla indeciso. Akane vio la duda en sus ojos así que le sonrió más sensualmente y le besó. Él no lo pensó más ya que su deseo podía antes que su razón y desató a la muchacha. La hizo levantarse de malas maneras mientras la seguía besando y sobando. Akane no podía aguantar más tanto toqueteo y decidió que aquel era el momento adecuado para actuar dándole un fuerte rodillazo, con la poca fuerza que le quedaba, en los genitales. El hombre calló al suelo gritando por su dolor y maldiciéndola mientras la veía coger su móvil y salir corriendo.

Akane corrió y corrió alejándose lo más posible del lugar mientras marcaba el número de su casa. Se acercó el auricular a la oreja parándose tras de un arbusto escondiéndose todo lo que pudo mientras ella pensaba 'por favor…por favor…' De pronto sonó una, dos, tres veces hasta que alguien al otro lado de la línea acudió a sus súplicas.

"Si?"

"Ranma!" y comenzó a llorar.

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Le dedico este capitulo a Itnia, alison500 y a Hanna Asakura Kyouyama. Gracias por vuestros reviews y me alegro de que os guste mi historia. Aqui va el siguiente capitulo. Creo que mas o menos ire actualizando a un capitulo por dia. Asi que no desespereis. Todavia queda mucha historia por delante. Un beso a todos