HI!... lo prometido es deuda... la secuela de Destino Incierto, yo sé que les resultara meido extraño o quizá aburrido x k seamos sinceros, no es lo mismo; pero se entienden más cosas del otro para aquellos que me preguntaba tantas cosas sobre Bakura y Atemu... en fin... aki les dejo un cap

CAP 1:

A Broken Heart

El día domingo, justo como Joey había quedado con Ishizu, se fue en su bicicleta hacia el museo de ciudad domino. No entendía porque tenía que ir; pero algo le decía que si no iba, se perdería de una cosa muy importante… y quien sabe, quizá podría cambiar su vida…

Cuando llegó, se sorprendió mucho al ver a Ishizu bajar de una limosina en la entrada del museo; pero no llegaba sola, con ella bajaba…

"¡Kaiba!"– Gritó sorprendido, el castaño y la mujer voltearon a verlo, Joey perdió el equilibrio y chocó contra la banqueta, cayendo de la bicicleta y haciéndose daño. Ishizu, junto con su acompañante, corrieron hacia él para ver si no se había lastimado mucho

"¿Te encuentras bien?"– Le preguntó el CEO muy asustado, más el rubio parecía no escucharlo, tenía las rodillas y los brazos raspados, mientras que su mirada era así: .

"Mi querido sacerdote¿A qué te recuerda esto?"– Preguntó con interés la mujer sin mirarlo

"Te he dicho que no me llames… espera creo que…"

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Seth estaba furioso, el faraón no terminaba su relación con el ladrón y eso ya le estaba cansando ¿Acaso quería jugar con ambos?... Pues si era así, que mejor se lo dijera, porque no estaba dispuesto a compartir a Atemu con nadie…

Caminó hasta la mesita donde ponía la fruta y la empujó, tirando todo al suelo, luego se sentó en la cama sin saber que más hacer. Justo cuando agachó la cabeza, Jono entró en la habitación con la bandeja llena de comida; sin poder mirar el suelo, caminó hacia donde se encontraba la mesita de fruta… resbaló con una uva, tiró la bandeja hacia atrás mientras y fue a estamparse contra otra mesita que tenia el sacerdote, donde había varias cosas importantes…

"¡Demonios!"– Gritó Seth al ver el desastre, fue hacia el guardián, le quitó los papeles de encima, le jaló del pecho de la ropa dispuesto a darle un golpe, cuando miró su cara… se veía tan gracioso cubierto de tinta, fruta y con su mirada ...

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"Ya déjate de juegos"– Dijo en tono frío Seto mientras se ponía de pie

"Joey¿Estas bien?"– Llamó Ishizu al rubio sin hacer caso a Kaiba, este reaccionó y se sobó la cabeza sintiéndose un poco mareado

"Estuve apunto de morir"- Dijo incorporándose, entonces se encontró con la mirada del CEO –"¿Qué hace él aquí?"

"Consideré oportuno que ambos estuvieran para mostrarles su pasado"

"Yo no quiero tener nada que ver con ese tipo"– Dijo Kaiba con desprecio refiriéndose a Seth; más Joey lo tomo como un insulto para él

"¡Yo tampoco quiero tener que ver con él!"– Gritó señalando al CEO, se dio la vuelta dispuesto a irse… sin embargo Seto habló

"No me refería a ti; además no puedes irte…"

"¿Por qué no?"– Preguntó el rubio furioso y dándose la vuelta parar mirarlo de frente

"Porque quiero saber la razón para que me besaras el otro día…"- Joey se puso totalmente rojo, él pensaba que su rival había olvidado ese pequeño incidente…

"¿Quieren seguirme, por favor?"– Pidió Ishizu a ambos, se dio la vuelta y se fue caminando; Wheeler y Kaiba se miraron, el primero desvió sus ojos mieles de los azules de su amado con un rubor en las mejillas, el segundo también se sonrojo levemente… pero siguió contemplando de reojo al cachorro en todo el camino. Ishizu los condujo hacia dentro del museo, en una sala privada donde se encontraban los siete artículos del milenio alrededor de un sarcófago

"¡Órale¿Vas a revivir a otro muerto?"– Preguntó Joey emocionado

"No, tengo que dejar las cosas así al menos una semana después de haber revivido al faraón…"

"¿Cómo?... ¿Yami esta vivo?..."– Preguntó el CEO, el rubio lo miró un tanto celoso

"Así es sacerdote, el faraón vive. Ahora, por favor, siéntense en el piso"– Joey obedeció, Kaiba frunció los labios y luego se sentó. De pronto, los artículos del milenio comenzaron a brillar, uno por uno asustando a ambos chicos

"¿Qué estas haciendo?"– Preguntó el rubio con miedo en su voz, Ishizu no respondió, se dirigió hacia una mesita y tomó un jarrón que estaba sellado

"Si queremos vivir, será mejor que nos larguemos"– Le susurró Kaiba a Joey… este le respondió que si con la cabeza; pero sus ojos en un instante, se mostraron diferentes, de la misma manera el día que lo besó... como si estuviera poseído. El CEO se asustó, trató de levantarse y salir corriendo… más sus piernas se negaban a responder y su cuerpo se adormecía lentamente por el vapor que el jarrón (ahora abierto) de Ishizu estaba soltando. Joey gateó hasta él, tomó su rostro entre sus manos y le volvió a besar… Kaiba cerró los ojos para disfrutar de la calidez del rubio, mientras se perdía cada vez más en el vapor…

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"¡Demonios!"– Gritó Seth al ver el desastre, fue hacia el guardián, le quitó los papeles de encima, le jaló del pecho de la ropa dispuesto a darle un golpe, cuando miró su cara… se veía tan gracioso cubierto de papeles, tinta, fruta y con su mirada ...

Entonces se rió… ¿Cuánto tiempo tenía que no lo hacia? Quizá a veces le sonreía al faraón cuando estaba encima de él en la cama; pero jamás había reído como lo estaba haciendo… Sin embargo, no podía permitírselo, meneó la cabeza y luego le dio algunas cachetaditas al rubio para que reaccionara

"Jono… ¡Eh!... Despierta…"

"Cinco minutos más mamá…"-Respondió, Seth sonrió levemente… más se enfureció por haberlo hecho y lo sacudió con fuerza –"¡Despierta inútil!"

"¿Qué?"– Se alarmó volviendo en sí

"¿Por qué entraste en mis aposentos sin tocar?"– Reprendió mientras se levantaba

"Estaba la puerta abierta…"-Trató de explicar el rubio poniéndose también de pie

"¿Y eso te da derecho a entrar como si fueras el amo?"

"¡Teana me mandó a dejarte tu comida!"

"¿Por qué no vino ella?"

"Porque Atemu la necesita, y aunque tú seas el sacerdote… el faraón va antes que tú"– Se dio media vuelta para salir; pero el castaño lo detuvo de un brazo

"No hemos terminado"– Le dijo con frialdad

"Yo creo que si, Seth"– Respondió soltándose y saliendo del cuarto dando un portazo. Apenas cerró la puerta, se recargo en ella con una mano en su pecho –"Desearía no amarte como te amo"– Dijo y marchó.

El sacerdote pateó la mesa con la que había chocado el guardián, se recostó en la cama boca arriba y se dio pequeños golpecitos en la frente reprendiéndose por pensar en que hubiera querido besarlo cuando estaba inconsciente

… o … o … o …

Era una noche bastante rara, según le parecía al guardia que custodiaba esa noche los alrededores del jardín, quien no era otro que Jono. Se paseaba de lado a lado, asechando de vez en cuando a algún intruso que quisiera profanar el palacio.

Ya pasaba de media noche, en unos diez minutos ordenaría el cambio de guardia para irse a descansar.

En eso estaba pensando, cuando oyó algunos sollozos acompañado de pasos rápidos; se agazapó para espiar y saber quien producía ese ruido, y lo escuchó más fuerte… venía de la fuente…

"¿Por qué?... ¡Por qué!"– Decía con furia una voz muy familiar para él, observó entre los árboles y arbustos, distinguiendo gracias a la luz de la luna, que aquella persona que ahora era tan infeliz, no era otra que Bakura, el amante del faraón. Estaba arrodillado en el suelo, con la cara hundida en sus brazos, los cuales estaban recargados en la orilla de la fuente… el pobre parecía estarse cayendo a pedazos

"Me pregunto que lo hace tan infeliz"- Pensó el rubio

"Él ya no me ama"– Sollozó como si hubiera leído el pensamiento del guardia

"¿Se refiere a Atemu?"- Jono no sabía que hacer, después de todo, Bakura y él nunca simpatizaron… ¿Cómo acercarse a él ahora?... En eso estaba pensando, cuando oyó el ruido como de una espada cuando es desenfundada… miró atentamente al amante del faraón y se dio cuenta de que traía una daga dorada… Atemu se la regaló hace poco… antes de que Seth llegara al palacio… -"¿Entonces son ciertos los rumores¿Son amantes el sacerdote y el faraón¿Pero qué quiere hacer Bakura con eso?"- Jono observó con atención, el antiguo ladrón levantó el puñal con las dos manos hacia donde se encontraba la luna, lo agarró con la mano derecha, extendió el brazo izquierdo y con un movimiento rápido se hizo una herida

"Con esto trataré de olvidarte… ¡Y te juro que el dolor en mi brazo será más fuerte que el dolor en mi corazón… y si así no fuera, la marca en mi brazo me recordaría quien me hizo este daño para vengarme!"– Dijo Bakura con mucho dolor mientras vertía su sangre en la fuente. Después de hacerlo, siguió sollozando, hasta que se dio por vencido y se fue corriendo hacia el palacio. Jono seguía sin saber que hacer, salió de su escondite, se dirigió hacia la fuente y vio como el agua junto con la sangre no se mezclaba

"Esto quiere decir que jamás podrás olvidar tu dolor, amigo mío"– Murmuró el chico rubio sintiendo tan propio aquél sufrimiento. Estaba por irse, cuando en la orilla vio una pequeña cadena de oro que el faraón le regaló a su amante por salvarle la vida aquella vez, la tomó entre sus manos consiente de que solo él seria testigo de aquél dolor y se la guardó.

… o … o …

El faraón llevaba varios días deprimido (el ladrón había escapado del palacio), se presentaba en audiencia para atender a sus súbitos, retozaba con Seth e incluso sonreía de vez en cuando; pero nada era lo mismo sin Bakura… ya que a pesar de amar al sacerdote, sin su antiguo amante, se sentía… incompleto…

Jono y Teana pasaban algún tiempo con él tratando de animarlo, incluso Seth

"No sé que es lo que te preocupa Atemu"– Susurró mientras besaba su espalda desnuda

"Era una parte importante de mi…"- Respondió serio

"¿No era lo que querías…?"– Le preguntó el castaño mientras le daba la vuelta –"Que Bakura se fuera"

"Para serte sincero, no"

"¡Eres imposible Atemu!"– Se enfureció el sacerdote, se levantó de la cama para vestirse y abrió la puerta para irse en el mismo momento que Jono se preparaba para tocar. El rubio y el castaño se miraron una fracción de segundo a los ojos… luego cada quien siguió por su lado

"Mi príncipe"– Habló el guardia haciendo una reverencia –"Vine a ver si todo esta en orden"

"Si… estoy bien… ¿Pero por qué estas tan seco conmigo? No me dices así más que en público y reuniones importantes…"

"Lo siento Atemu"– Se disculpó Jono haciendo otra reverencia mientras se reprendía mentalmente por hablarle así (los celos le hicieron reaccionar de esa forma)

"Bueno, ya déjate de tonteras y siéntate conmigo"– Invitó el faraón dando leves palmadas en la cama a su lado. El rubio obedeció, se sentó con su amigo mientras le miraba a los ojos

"Atemu, no puedes esconder el dolor en tu corazón ¿Verdad?"– Le dijo suspirando

"Supongo que no, ya viste a Seth, esta muy molesto conmigo porque aun estando en la cama con él no dejo de pensar en Bakura… Lo recuerdo con mucho cariño ¿Sabes?... ese día que lo trajeron ante mi… sus ojos… me di cuenta enseguida que se enamoro de mi y eso fue lo que me atrajo de él… Jamás vi en alguien tal sentimiento por mí…"

"¿Lo amas o no?"

"No, yo amo a Seth… me hace sentir de una manera muy diferente a Bakura; el ladrón me enseño a amar robando mi corazón… y el sacerdote me enseño el significado de la pasión…"- Dijo el faraón sonriendo con un sonrojo en su cara. Y a pesar de la sonrisa, Jono supo que estaba sufriendo aunque como Atemu no conocía dicho sentimiento, no sabía que lo tenía… algo muy difícil de entender para una persona que no sabe amar…

o-o-o-o- Continuará -o-o-o-o-

Agradezco los rrs de Set-Yam, Hisaki Raiden, Forfirith-Greenleaf, y mi prima xD Kida Luna. Les juro que en el sig cap les respondo sus rrs del otro fic si?

Nos vemos y tnks x leerme n.n