No soy muy aficionada a dejar largos mensajes, creo que a ciencia ciertas necesito saber si les gusta la historia y eso solo lo sabré luego con los rewies, así que solo a esperar

Capitulo II

Olvide mis Recuerdos

Saco algo de dinero, para pagar al taxista y se bajo del vehículo con bastante elegancia, se volvió a acomodar la carterita en el hombro y observo la larga escalinata que daba a la entrada de aquel majestuoso Templo, que con los años se había convertido en un lugar muy visitado por los turistas que se interesaban en la cultura japonesa de la época feudal, pues habían habilitado algunas salas con ornamentos de aquel periodo, que la misma Kagome había ayudado a decorar.

Subió con mucha calma la escalinata, mientras comenzaban poco a poco a aparecer tímidas estrellas, poblando el cielo que parecía más enorme, cuando lo mirabas ya estando dentro del Templo, camino hasta la que había sido su casa y ella bien sabia que lo seguía siendo, observo el Árbol sagrado que le pareció Inmutable al paso de los años.

Entraba en la casa, mientras era recibida gratamente por su madre... su hermano por su parte, a pesar de que ya contaba con alrededor de dieciocho años, aun seguía entretenido con sus video-juegos, pero de todos modos se detuvo para darle un amoroso beso en la mejilla a su hermana que ahora ya resultaba mas baja que él.

La muchacha se dirigió al que seguía siendo su cuarto, porque aunque ya no vivía aquí, su madre, mantenía todo exacto a como ella lo había dejado, algunas fotografías colgadas en la pared, un pequeño equipo de música sobre el escritorio, en el que antiguamente hacia sus deberes de la escuela, bueno siempre que tuvo tiempo, ya que su paso por el Sengoku se lo redujo considerablemente... pero que mas da... se dijo en un intento por no recordar, aquella época de su vida, la que conscientemente había extirpado de sus recuerdos.

Cerro la puerta tras de sí y se quito la chaqueta dejándola sobre la cama, se acerco al equipo musical, y oprimió un botón que echo a andar un CD, que había en él, se aproximo a la ventana y la abrió, obteniendo entonces una vista más amplia del lugar y con ello del templo en el que se encontraba el pozo, se detuvo unos segundos en aquel lugar, para luego mirar otro sitio, restándole importancia, una triste melodía comenzaba a inundar la habitación, (My Inmortal de Evanescence, por ejemplo), ella se quedo observando el artefacto desde el que salía aquella canción, inexpresiva, se acerco a el con el fin de poner otro tema, pero antes de llegar a tocar con su mano el botón, un intenso dolor en su pecho la detuvo, llevándose la mano al sitio desde el que se generaba el malestar... que es esto?... se pregunto, sin obtener respuesta, pues en el momento preciso en el que pensó aquello, el dolor desapareció, tan rápido como había comenzado, no era esta la primera vez que lo sentía, siempre venia acompañado del padecimiento en su alma.

Se quedo ahí de pie, por unos instantes, mientras una suave brisa entraba por la ventana, se volteo a mirar, el cielo estaba repleto de hermosas estrella, pero aunque busco en el lugar en el que debía estar la luna, no la halló y pensó... hoy es luna llena y a pesar de lo mucho que evitaba recordarlo, no pudo impedir que la pregunta que en noches como esta rondaba su mente, aflorara desde sus labios... aun será un hanyou?... sus ojos denotaron cierta nostalgia, la que desapareció rápidamente, se volteo camino al baño y quito distraídamente la orquilla que sostenía su cabello, como si nada de lo que había inundado su alma por aquellos pequeños instantes, hubiera existido, se habituó a ignorar todo lo que le recordara a esos dos años, en los que casi se murió de tristeza, pero en los que también se había sentido mas viva que nunca.

Entre luego de algunos minutos al cuarto de baño, envuelta en una toalla, cerro la llave de la tina que ya tenia el nivel suficiente de agua, le roció algunas sales de baño y se dispuso a entrar en ella... había transcurrido ya un tiempo, mientras el vapor del agua tibia ya tenia completamente cubiertos los espejos, comenzó poco a poco a cerrar los ojos, producto del cansancio que traía en el cuerpo y el relajo de aquel exquisito baño, pero de pronto una imagen invadió su mente... una mujer sumergida en la tina, con una mano fuera de ella, a un costado y el piso regado de tranquilizantes... abrió los ojos abruptamente y salió con igual rapidez del agua, aquello no había sido una premonición, era un recuerdo...

Ya muy entrada la noche, Kagome se disponía a dormir, estaba ya sobre la cama, sentada, recorriendo un álbum de fotografías, en las que aparecía ella junto a sus amigos de la escuela, se veía sonriente, fotografías de su cumpleaños numero quince, del festival de la escuela en el que había sido protagonista de lo que en aquel entonces resulto una exitoso obra, una fotografía de ella y su madre junto al árbol sagrado, luego una con Souta en aquel mismo lugar y de pronto dos espacios vacíos, fotografías que alguien había quitado o simplemente nunca existieron, por lo vito ella conocía la respuesta, pues no le dio importancia, luego paso a otra etapa de su vida, la Universidad, se notaba inmediatamente el cambio, de una Kagome alegre y juguetona, a una joven sólida y serena, quizás demasiado serena, no perdía aquel rostro amable, pero a pesar de ello, parecía una fortaleza impenetrable, nuevos amigos aparecían junto a ella ... al pensar en ello, nuevamente la nostalgia marca su mirada, pero una vez mas la saco de si de forma inmediata.

Se acomodo a dormir, dejando aquel álbum sobre la mesita de noche, apago la luz y se acostó de medio lado, se quedo por unos instantes observando la penumbra en la que quedaba un rincón de su habitación y en él encontró una roja figura, sentada en el piso y unos intensos ojos dorados que brillaban en la oscuridad y aunque sabia bien que no era mas que una ilusión, cuando el sueño la venció y cerro los ojos, dijo... buenas noches...

Continuara...