Hola a todos, antes que nada deciros que este fanfiction trata del romance de Ron y Hermione a través e poesías y rimas populares, es un poco lento, y la verdad es que no creo que el primer cap guste, pero en fin, yo lo tenía en mente y quería mostraroslo. Gracias.
Por supuesto si leeis notificarmelo con un RR. Un abrazo.
Capitulo 1 Preguntale como ligar a tu mejor amiga.
A un panal de rica miel
dos mil moscas acudieron,
que por golosas murieron,
presas de patas en él.
Otra dentro de un pastel
guardó su golosina.
Asi si bien se examina,
los humanos corazones,
padecen en las prisiones
del vicio que los domina.
Samaniego
Ron Weasley y su mejor amigo Harry Potter volvían embarrados hasta las orejas de clase de herbología, donde se habían dedicado a restaurar jovenes sauces llorones del bosque prohibido. Ronald estaba especialmente malhumorado, ya que su sauce se había pasado llorando todo la hora.
-Claro, es que el trato de los sauces llorones requiere sensibilidad- decía Hermione con satisfacción, ya que su retoño había sido trasplantado con soltura y sin ningún inconveniente.
-Callate sabelotodo, si tuvieras algo de sensibilidad no contribuirias a plantarlos junto al sauce boxeador- le contestó el pelirrojo muy asperamente.
-Eso es asesinato- agregó Harry apoyando al pelirrojo, a pesar de que no solía intervenir en las peligrosas y acaloradas discusiones entre sus dos mejores amigos.
-No lo es- rebatió Hermione –El sauce boxeador es muy agresivo, seguro que con la compañía de otros sauces cambiará su actitud.
-¡Es un árbol, por Merlín¡Los arboles tienen hojas, ramas, tronco…Pero no actitud!- Con el paso cada vez más acelerado llegaron hasta el castillo por el sendero y entraron al lúgubre vestíbulo desde el cual se dispusieron a seguir por las escaleras hasta la torre Griffindor.
-Mira Ron, se que tienes una mente muy cerrada, pero no todo es blanco y negro, parece mentira, ni los muggles son tan icrédulos como tú. –Dijo Hermione con el tono de voz con el que se hablaría a un niño o a una persona demasiado tonta como para entenderla. Ron bufó
-¡Deja de insultarme¡Yo no soy incrédulo¡Y si lo que quieres es que admita que se me da mal la herbología, pues vale¡Si, Hermione, se me da mal la herbología!- Hermione sonrió con ironía.
-No quiero escuchar nada, y no es que diga que la herbología se te da mal, es solo que no tienes sensibilidad ni tacto, Ron, cada uno es como es, y asi eres tú.
-¡Maldita sea¿Estas escuchandola, Harry¡No se que diablos pretende¡Intento darle la razón y ni aun asi es posible que se calle¡Harry, di algo, apoyame!
-Esto…
-¡Es increíble!
-Deja a Harry tranquilo, Ron, él no se mete en las conversaciones de los demás, es mas educado que tu¿Verdad Harry?
-Em…
-¿Sabes que necesitas Hermione?- Hermione lo miró con los brazos cruzados y gesto de suficiencia en el rostro -¡Necesitas un novio que te soporte!- Hermione perdió un ápice de sobriedad y Harry sintió la necesidad de esconderse en algún lado a penas había pasado tras el cuadro de la dama gorda.
-¡Yo no necesito a nadie¡Eres tu el que no me soporta!
-¡Eso es totalmente cierto!- Dijo Ron colorado y dirigiendose escaleras arriba hacia su cuarto-¡En algo estamos de acuerdo!
-¿Pues sabes que? Que tu si que necesitas una novia¡Estas amargado!- Ron la miró con profundo rencor y sin mediar palabra subió con fuerza los escalones, Harry, mirando de refilón a la muchacha siguió a Ron sigilosamente pero a prisa.
En la habitación de los chicos Neville, Dean y Lee, cogían su ropa para ir a los baños a ducharse, puesto que ellos tambien estaban embarrados. Ron refunfuñaba algo entre dientes, y sacaba la ropa con rabia sin tan siquiera saber que cogía.
-Harry- dijo finalmente -¿Cómo es tener novia¿Esta bien?
-Psss…- contestó Harry con poca convicción –no esta mal al principio…- Ron meditó
-Tengo que ligar…- Harry lo miró con las cejas alzadas –Tengo que salir con alguna tía.
-¿Estas seguro? Recuerda lo que paso con Padma en cuarto…
-Si, claro, pero lo que pasa es que esa no me gustaba.
-¿Y es que te gusta alguien ahora?- Inquirió Harry con una media sonrisa en los labios. Ron lo miró molesto.
-Pues no. Pero vamos, yo no he dicho que tenga que ser el amor de mi vida, con que este bien me conformo.
-Que materialista…
-¡Harry¿Tu también?
-¡Perdona, perdona! Bueno, si puedo ayudarte en algo… ¿Pero, estas seguro que no te gusta nadie…?
-¡Que no! Me atrae alguna que otra, pero poca cosa…
-Bueno, en los entrenamientos a veces un grupo de chicas se sienta en las gradas.
-¿Te refieres a esas pavas de quinto que no paran de reirse?
-Em… si.
-Pfff… Bueno, por algo hay que empezar…
-De todas formas Ron, creo que deberías pedirle consejo a alguna chica… porque yo…
-¿A que chica¿A Hermione¿Y que me humille? No, no… es mejor que lo haga por mis propios medios.
-¿Y que piensas hacer?
-Bueno, Harry, a las tías hay que impresionarlas¿No?- Ron sonrió soñador y Harry sintió un escalofrío recorrerle por el cuerpo.
Cerca de una hora más tarde Ron salía de la ducha con la toalla a la cintura, el agua brillando sobre su cuerpo, y silbando una cancioncilla pegadiza.
Se embadurnó de colonia apestando todo el vestuario, se herizó el pelo con un hechizo que le daba el mismo aspecto que si se hubiera hechado tres litros de gomina, y después de secarse, y con el mismo optimismo, se vistió con el uniforme del colegio, sin la corbata ni la túnica y la camisa más reluciente que nunca, desabrochada unos cuantos botones.
-Tío- le dijo Lee Jordan -¿Te has hechado novia?- Ron sonrió con aire de Don Juan
-No… pero proximamente –y salió en busqueda de su Dulcinea personal.
En el camino se encontró con Hermione y Ginny que lo miraron de hito en hito.
-¿Se puede saber que haces? –Preguntó Hermione cuando salió de la conmoción
-Buscar novia
-Ja, para eso tu colonia debería de tener feromonas.
-¿Cómo?- Pregunto Ron sin comprender
-Nada, nada… dejalo, y que te vaya bien.
-Trata de no hacer el ridículo- agregó Ginny con el mismo gesto de preocupación que Harry.
-Harry, no hace falta que me acompañes, luego te cuento- Harry, Ginny y Hermione, se miraron entre ellos y se dirigieron hacia la biblioteca.
A penas unos veinte minutos más tarde el pelirrojo apareció como una flor mustia donde se encontraban sus tres amigos.
-¿Qué tal?- preguntó Harry
-Jum…- se limitó a decir Ron –Me han ignorado.
-¡Ja!- Los tres miraron a Hermione y esta carraspeó y volvió a interesarse por su libro.
-¿Pero, y eso?- Inquirió Ginny -¿Qué las has dicho?- Ron la miró con incredulidad
-¡Pues nada¿Qué quieres que las diga sino las conozco?- Harry se hechó las manos a la cabeza y tras el libro de Hermione sonó una risita aguda.
-Pero¿Entonces que diablos has hecho?
-¡Pues que voy a hacer¡Pasar en frente de ellas¡Pero nada!
-¡Ron eres un imbecil rematado!- exclamó su hermana a los cuatro vientos y toda la biblioteca, en su mayoría chicas se lo quedaron mirando.
-Gracias Ginny, eres una gran ayuda para mi imagen.
-Vamos a ver… ¡Ni aunque fueras un monumento se te lanzaría una tía a la primera de cambio!- De nuevo se escuchó una risita tras el libro de runas antiguas, los tres volvieron a mirar, Ron con profundo fastidió, y volvieron a centrarse en Ron –Tienes que llamar su atención de otras maneras, siendo gracioso y cosas asi, y despues acercarte con alguna excusa tonta a la que más miraditas te heche.
-¡Que dificil¿Entonces tengo que fijarme a ver quien me mira más¡Van a creer que estoy desesperdado!
-Y los estas- se escuchó decir a Hermione
-Si lo estuviera saldría contigo- respondió Ron secamente.
-Vamos a ver Ron, Harry puede mirar de vez en cuando y decirte quien es la que te presta más atención.
-Bueno, y cuando lo sepa voy y… la pido un libro o algo asi, o la digo que esta tremenda o…
-¡Pero que dices! Eres más simple que el mecanismo de un votijo, por todos los santos…- Un golpe seco se escuchó al otro lado de la mesa, los tres miraron de nuevo, y pudieron ver el rostro de Hermione, sobre su frente caían algunos mechones de pelo alborotados que se salía de su moño.
-Tacto y sensibilidad, es la clave para ligar con una chica que merezca la pena- Dijo Hermione mecanicamente.
-Bien, bien. Quieres que te pida ayuda¿No? Pues vale, Hermione, ayudame a ligar con alguna chica, por favor.
-Claro, al fin y al cabo eres mi amigo y es un compromiso moral.
-¿Ein?
-¡Que si, que si, que te ayudo! Para empezar ¿Por qué no pruebas a lucirte en el entrenamiento de quiditch de mañana?
Harry y Ron entraban en el campo de quidtich junto a su grupo como si fueran a disputar un mundial. El aire les removía el cabello, pero hacia un calor tan infernal que del suelo parecía salir vaho y estaban seguros que si pasaban más de cinco minutos sobrevolando el terreno acabarían viendo espejismos.
Ambos estaban ataviados con el equipo protector de quiditch, los guantes y de otros accesorios que se les pegaban al pecho y a las estremidades. Bajo las protecciones: camisa sin mangas y pantalones cortos, casi parecían gladiadores.
Se miraron el uno al otro, miraron a las chicas, y, con gesto de pelicula del oeste patearon el suelo y ascendieron en el aire.
Harry ascendió más que los demás para buscar la snitch, y abajo se quedaron Ron parando los tiros de Angelina, y el resto de los jugadores haciendo pases y esquivando bludgers.
En la grada Hermione miraba recelosa a las chicas de quinto que los señalaban y hacian comentarios de cada uno. Ginny la acompañaba, pero sus ojos solo se fijaban en Harry.
-El pelirrojo esta bastante bueno- dijo una de las chicas
-¿El amigo de Harry Potter?- preguntó otra
-Tiene nombre- gruño Hermione atrayendo la mirada de las chicas
-¡Vaya, tu eres Hermione Granger!
-La cerebritos…- se escuchó murmurar
-¡Efectivamente!- contestó la bruja con sarcasmo
-¿y como se llama el pelirrojo?
-Ronald Weasley
-…Ronald- murmuró la rubia que había opinado sobre él al principio. -¡Eh Ronald, tío bueno!- Hermione sintió como la vergüenza ajena se apoderaba de ella, Ginny miro a su hermano esperando la reacción y Harry se reía divertido desde lo alto de su escoba.
Ron, por su parte, sobre su escoba y cubriendo malamente los arcos de gol intentó convencerse de que no se lo decían a él, pero era fracamente dificil.
-¡Vaya Ron, has ligado con las del club de fans de Harry!
-¡Tio bueno!- se volvió a escuchar, y el rostro de Ron se volvió del mismo color de su pelo.
-¿Club de fans de Harry?
-Si¿No lo sabias?
-No…no tenía ni idea- Angelina tiró con fuerza el balón y este se coló sin dificultad por el aro izquierdo.
-¡Pues ya lo sabes!- dijo divertida por la situación -¡Y no dejes que te distraigan!- Ron entonces alzó la mirada a su mejor amigo.
-¡Eh Harry¿Sabias que esas son de tu club de fans?- Exclamó, y el mago lo contestó desde lo alto.
-Em… ¡Un poquito!
-¡Traidor, no me lo habías avisado!
-¡No importa Ron, no nos importa hacer otro club para ti! –Exclamó la rubia y Ron se ruborizó más todavía.
-"Por Dios, que se cayen"
Después de media hora no solo las chicas no se cansaban de vitorear, sino que además en la pechera de sus blancas y ajustadas camisetas hechizadas ponía "Ánimo Weasley"
Ron, con los vitores de las chicas se había crecido, y su acceso de seguridad le permitió hacer las paradas más espectaculares que había hecho en su vida.
Dean, Seamus y Lee, que sustituían a los que habían dejado el equipo se empezaron a quitar las protecciones de su equipo a causa del calor, pero el que fue más lejos fue Dean que se quitó además la camiseta; aquella exibición de sudados jugadores de quiditch estaba creando divisiones en el grupo de chicas, en cuyas camisetas se podían ver los nombres de cada uno, pero en la de la rubia pechugona insistía el de Ron incansablemente.
Ron miró con envidia a sus compañeros, él también quería quitarse las pesadas protecciones y, porque no, tambien la camiseta. Abajo Ginny movía su varita haciendo señales de colores.
-¡Chicos, tengo agua!- Dean y Seamus bajaron y se pasaron en el aire una botellas de agua, bebieron y lo que quedaba en ellas se la hecharon por encima, incluído Ron al que el resto de los chicos le invitaron a quitarse la camiseta.
-¡Venga Ron¡A la rubia se la va caer la baba!- Ron meditó, pero finalmente ante la atónita mirada de Harry y de Angelina tiró las protecciones al suelo, y se quitó la camiseta, dejando en evidencia que de el equipo su cuerpo era el más entrenado.
El agotamiento se hacia con todos, Harry sudaba como un pollo especialmente porque no se había desecho de su ropa como los demás, aunque si se había mojado el pelo y había bebido agua, su flequillo mojado caía sobre sus verdes ojos. Entonces, ya que llevaba más de media hora allí y no veía la snitch, se distrajo mirando a la grada, y observó como Ginny tenía tambien una diminuta camiseta blanca en la que ponía: "¡Ánimo chicos!"
En ese momento Angelina pidió pausa y se dirigió hacia la pelirroja.
-Estoy agotada… Ginny ¿Quieres sustituirme?- Ginny asintió fevrilmente y las chicas la expresaron la envidia que las daba.
-¡Ánimo Ginny!- la dijo la rubia, que se había levantado para continuar animando a Ron, y cuya camiseta enseñaba el ombligo –Esa chica es muy maja, y ahora que me fijo se parece muchisimo a Weasley…- Hermione bufó
-¡Pues claro¡Son hermanos!
Ginny, en el aire y ayudada por Angelina se subió a la escoba y ascendió en el aire con sus pantalones cortos y la camiseta ajustada, la reacción de Ron no se hizo esperar.
-¡…Pero que diablos¡Quitate eso!- La dijo al momento en que esta se colocó frente a él para tirar la quaffle.
-¡Te queda genial Ginn, no hagas caso a tu hermano! –Exclamó Dean
-¡Me voy a acordar de tu madre como no te calles Dean!- dijo Ron enfurecido, y Dean se rió en su cara.
-¿Esta seguro de que quieres que me la quite?- cuestionó Ginny haciendo ademán de quitarse la camiseta, algo que hizo que el juego parara y todos los ojos, incluidos unos enormes y profundos ojos verdes, se clavaran en su abdomen.
-¡No, no¿Estas loca?
-Tu te has quitado la camiseta¿Por qué yo no puedo?
-¡No es lo mismo!
-¡Machista!
-¡No es machismo…! Mira, haz lo que quieras, despues de todo quedan diez minutos, pero no te la quites¡Por supuesto!- Ginny sonrió.
-No iba a hacerlo- La muchacha miró hacia Harry
-Harry¿Tu no tienes calor?- Harry contestó afimativamente -¿Y por que no te quitas las protecciones? Son un agobio.
-…ya…
-Y, por cierto, la snitch esta al lado de tu oreja- Harry giró lentamente la cara y se encontro con la snitch entre ceja y ceja, esta se fue como un rayo, pero tanto Harry como Ginny seguían su trayectoria con los ojos, entonces Harry se quitó las protecciones y salió disparado hacia la pequeña y dorada snitch, no si antes lanzar una mirada breve y retadora a la pelirroja que ascendió y cortó el aire como un rayo tras Harry y tras la snitch.
En el aire, Ginny consiguió situarse en paralelo al mago, la snitch zizageó y con ella los dos muchachos, que se empujaban, golpeandose con los hombros.
Abajo todos los contemplaban, Harry era más veloz, pero Ginny más ágil a la hora de imitar los movimientos de la revoltosa pelotita, Ginny parecía que iba atraparla ante la atónita mirada de Harry, hasta que la bola alada se lanzó en picado al suelo, y Harry se sonrió a sí mismo, el amago de Bronsky nunca le había fallado, y Ginny, jamás lo intentó.
Ambos se precipitaron hacia el cesped a gran velocidad, en paralelo, era una prueba de resistencia, de valor, Ginny no pensaba parar, Harry tampoco.
Con el corazón en un puño Ginny se lanzó en picado hacia el cesped alargando la mano tal y como Harry hacia para poder coger la snitch, cada vez menos metros separaban su afilada nariz del terreno, abajo todos observaban emocionados, salvo Ron que tenía el corazón en un puño. Diez segundos más y podían pasar varias cosas, o que la snitch cambiara de dirección en el último momento, o que Harry ascendiera, pero en ambos casos ella se estrellaría, porque desde luego desde esa distancia no sabía levantar el vuelo y menos a aquella velocidad aumentada por la fuerza de la gravedad, estaba muerta de miedo y su gesto la delataba. Harry se dio cuenta de que Ginny por soberbia no iba osar cambiar su trayectoria, asi que lo hizo él, pero aún asi Ginny seguía precipitandose al vacio, cuando Harry se percató volvió a descender hacia ella.
-¡Se va a estrellar!- exclamó Ron horrorizado, Hermione en la grada tenía las manos tapandose la boca, el pelirrojo voló hacia su hermana, pero era imposible que llegara a tiempo.
Mientras tanto la mano de Ginny encerraba la snitch un segundo antes de darse de bruces contra el suelo, en un golpe que con toda probabilidad la rompería el tabique nasal, pero, por suerte, eso no ocurrió.
Harry consiguió situarse a su lado y, rodeando con el brazo su cintura, tiró fuertemente de ella, cayendo ambos al cesped, Ginny sobre él y el cuerpo de Harry amortiguandola el golpe. Harry se quedó bocarriba sin respiración durante unos segundos, Ginny tenía la frente pegada a su pecho, levantó la cabeza lentamente esperando una mirada reprobatoria del mago, pero este solo tosió y la sonrió con dificultad, se incorporó con Ginny todavía sobre él, la bruja no reaccionaba, a su alrededor se apiñaron las jovencitas con camisetas a las que solo les faltaba el conejito del play boy, Hermione y un muy pálido Ron al que la rubia se le acercó todo lo posible.
Ginny hubiera seguido alucinada por la cercanía de los verdes y preciosos ojos de Harry sino fuera porque su hermano la agarró del brazo y la levantó. Harry se sacudió los pantalones cortos como si el golpe no le hubiera hecho nada y volvió a sonreir a Ginny haciendo que esta enmudeciera, se estremeciera, y olvidara que hacía alli.
-Ginny¿Qué tienes en la mano derecha?- preguntó suavemente luciendo su preciosa sonrisa, Ginny reaccionó, miró su mano cerrada en puño y la abrió lentamente, vió la snitch y sonrió ampliamente al mago que cogía su escoba y se colocaba la camiseta, dispuesto a ir a los vestuarios.
Cansados, los chicos se dirigían a darse un buen baño y cambiarse.
-¡Harry!- exclamó Ginny, este se dio la vuelta y la miró -…gracias…- Hermione se acercó a ella.
-¿Te sigue gustando, verdad?- Preguntó mientras los muchachos entraban a los vestuario. Ginny no contestó pero aquella profunda mirada prendada lo decía todo.
-¡Ha sido un entrenamiento tremendo!- decía Seamus tirado en la alfombra de la sala de Griffindor.
-¿Qué me dices de las mazizas de quinto, tío?
-¡Por favor!- exclamó Hermione con exasperación -¡Tienen quince años!
-¡Para cumplir dieciseis!- agregó Dean
-¡Las sacais dos años!
-…Herm, Herm… tu no lo entiendes, eso es todavía más morboso- intervino Lee, a lo que Hermione enfureció más.
-¿Morboso¡Me parece increíble que podaís hablar asi¡Como unos desesperados!
-Son tíos Hermione¿Qué esperas?- Dijo Ginny mientras movía un arfil y su hermano lo volvía a dejar en su posición inicial murmurando: "Piensa mejor…"
-No todos somos asi- Harry acababa de llegar con una toalla sobre los hombros y apuntandose con la varita al pelo mojado, de ella salía un cálido airecillo que le secaba el cabello. –Bueno Ron- dijo mirando de reojo a Hermione -¿Qué ha pasado con la rubia, habeis quedado?- Todos se quedaron observando la respuesta de Ron que se hacia esperar, puesto que estaba pensando hacia donde mover su caballo, finalmente movió y se rascó la nuca fingiendo que no le daba mucha importancia a lo de la rubia.
-Si, esta noche tras la estatua de Billy el maniaco
-¡Uo¡Si que es directa!- Exclamó Lee. Ron sonrió
-¿Sabeis lo que es sorprendente?- dijo Hermione con la voz temblorosa, entonces todos los ojos se clavaron en ella
-¿El que¿Qué le guste Ron?- Rió Seamus
-No- dijo Hermione seriamente -¡Que es de Ravenclaw!- Dean, Seamus y Lee, se miraron entre ellos.
-¿Y?
-¡Que no entiendo como puede ser de Ravenclaw una rubia sin cerebro!
-Bueno, no se de que te sorprendes¿Y Lovegood? No es que sea un genio…
-¡No es lo mismo!
-¡Luna no es una descerebrada!- se quejó Ginny, ya que Luna era una buena amiga suya.
-¿Y a que hora has quedado Ron?- Inquirió Hermione mirando al pelirrojo
-Nueve y media
-¡No podemos salir a partir de las nueve!- Ron alzó los hombros -¿Piensas meterte en líos por una chica que no conoces?- el muchacho asintió
-Dejale Hermione, ni le importa meterse en líos, ni tampoco le importa su cerebro¡Porque precisamente no era en eso en lo que te fijabas en el entrenamiento… eh, Ron!- Ron sonrió con disimulo, entonces Dean cogió un par de cojines del sofa y se los puso bajo la camiseta mientras sacaba pecho -¡Ánimo Ronnie, tío bueno!- Dijo con vocecilla aguda, todos se rieron incluyendo Ginny, pero Hermione, en su lugar, malhumorada, se levantó dispuesta a irse a acostar.
-¿Ya te acuestas Herms?- preguntó Ron levantando por primera vez en todo el rato los ojos del tablero y mirandola con sus ojos celestes.
-Si…
-Esto… yo quería pedirte consejo… de.. nuevo…
-Escribelo en una carta y mañana te la contesto, tengo muchas cosas que hacer.
-¿En una carta?
-¡Si, si! Venga, buenas noches- Todos la despidieron y la bruja subió las escaleras lentamente, dolida porque al final Ron ligara, al contrario de sus previsiones.
