Bandido y princesa Capítulo 2: Buscando las alas

.-¡A mí no me incumbe! –le dejó ir Tasuki-

.-Pero...

.-¡No! –dijo, sentenciando- Te vas a ir con ellos. Aquí no harías nada, princesita. –esto último lo dijo en tono irónico-

.-Estúpido. –y le pegó una patada en la espinilla- Como quieras. –le robó la joya mientras Tasuki estaba despistado- Esto se viene conmigo. –y salió corriendo- "Ya tengo lo que quiero, pero..." –se asomó a una ventana y miró los soldados- Un momentos estos no son...

.-¡Eh tu! –gritaba Tasuki llegando- Dámela.

.-Escucha. Estos no son los soldados de mi bando.

.-¿Y eso que importa? ¡Lo importante es que no nos ataquen!

.-Solo te importa tu estúpida fortaleza... –dijo en tono triste como si quisiese llorar- Esta bien. –le dio la joya- No tengo nada que perder. –y se fue caminando-

.-¿¡Que piensas hacer! –se acercó a ella-

.-Yo he deseado tener alas y poder irme de mi casa... –se giró hacia él- ¡No te preocupes por mí!

.-Tu nombre. Aún no sé tu nombre.

.-Je. No te servirá de nada saberlo. –salió corriendo-

Se detuvo en la puerta, cogió aire y lo dejó ir, pensó varias veces en lo que quería hacer y después abrió la puerta y los miró detenidamente.

.-¿Quién eres? –dijo el que parecía el capitán. Hubo un gran silencio y de seguida comprendió quién era- Cabellos negros y ojos dorados. Aunque lleves ese vestido un poco sucio... ¡Tu eres la princesa Tsu...! –la chica le interrumpió-

.-Pronuncia mi nombre y lo pagarás caro. ¿Qué quieres de mí? –cerró la puerta-

.-¡Serás nuestro rehén!

Tasuki mientras se lo miraba desde lejos. No le importaba la chica, ya que por fin tenía su mayor tesoro, La gota de Venus, el tesoro más preciado de todos. ¿Qué tenía que ver la mocosa con la joya? No le importaba para nada. ¿O sí? No se decidía en ir o no...

.-Maldita sea... ¿Qué hago? –pensaba en voz alta el jefe-

Unos guardias rodearon a la chica. La cual no parecía asustada, solo les miraba detenidamente.

.-"De esta no me libro..." –miró a banda y banda- "Mierda"

.-Has de saber una cosa. –dijo el capitán, que ahora estaba delante suyo- Tu pueblo ahora es ceniza.

.-¿Qué?

.-No existe, lo hemos quemado todo. –se acercó más a la chica- El verdadero tesoro de tu pueblo, eras tu... –y fue acercando sus labios a los de la chica-

.-Mi hermana... –le pegó una bofetada- ¿Qué ha pasado con mi hermana?

.-Jajaja. Miedo en tus ojos, me gusta esta expresión.

.-¿¡Que le has hecho!

.-Mientras clavaba mi espada y se teñía de sangre podía ver una expresión de dolor y miedo, mientras gritaba tu nombre...

.-¿¡Donde está!

.-Muerta.

.-¡Mentira! –unas pequeñas lágrimas se veían en sus ojos-

Las lágrimas fueron el motivo por el que Tasuki decidió actuar. Salió de la puerta y se colocó justo detrás de la chica. Ella solo miró sorprendido el gesto de Genrou.

.-No puedo soportar ver a las chicas llorar. –y le pegó una patada al capitán que quedó tendido en el suelo- Perro ladrador, poco mordedor.

Los secuaces se abalanzaron sobre Tasuki y a la vez miles de compañeros salieron de la fortaleza para ayudar a su jefe. Tasuki se divertía peleando, pero por un segundo se fijó en la chica, no estaba. Se detuvo y miró bien por todos lados, la vio. Se estaba hiendo algún sitio, solo por interés, la siguió. Llegó al lugar donde se suponía que vivía la chica, que horror, las casas del pueblo quemadas, personas muertas por el camino, solo el palacio parecía igual que antes.

.-¡Espera! –la chica volteó al escuchar la voz de Tasuki- Vengo contigo. –ella solo asintió con su cara, aún triste-

Tasuki miraba por donde iba la chica, miraban por todas las habitaciones. Seguramente buscaba algo. Se detuvo en una, donde la puerta era teñida de negro y un poco de sangre. Tasuki notaba como ella temblaba al abrir la puerta. La abrió y se quedó congelada. Una chica muy parecida a ella estaba tendida en el suelo, con su kimono azul teñido de sangre seca.

.-¿Quién era?

.-... –ella solo temblaba y se iba acercando-

.-¿Están bien?

.-... –ya estaba casi al lado cuando oyó una débil voz-

.-T-Tsu-ba-s-s-a... –venía del cuerpo de la chica tendida en el suelo-

.-Hermana... ¡Hermana! –se arrodilló a su lado-

.-Que bien... Que estés aquí...

.-Sí...

.-"¿Hermana?" –pensaba Tasuki-

.-No soy... Tan fuerte... Como tu...

.-Natsu... –muchas lágrimas caían por sus ojos dorados.- ¡No te vayas hermana!

.-Me has llamado... Por mi nombre... Que... Feliz... So... y... –y se oyó como finalmente moría con labios formados en una sonrisa-

.-¿Te llamas Tsubasa? –preguntó Tasuki para romper el hielo-

.-Sí... –y le miró con sus ojos llorosos.-

.- "Mierda, esos ojos" Yo soy una estrella de Suzaku. –Tsubasa no comprendía lo que quería decir con ello- Quizás si le doy un poco de mi poder... "Sé que es imposible, pero no quiero ver esos ojos..." –extendió su mano hacia la chica- Revive... Revive... "Lo sabía" ¡Suzaku dame fuerzas! ¡Que reviva! "No funciona..."

.-Seguro que ella te lo agradece... –y con lágrimas en los ojos le sonrió- Seguro. Gracias.

.-No... ¡Lo siento! –y la abrazó instintivamente- Yo no puedo... Lo siento...

.-Esto... No... Muchas gracias... "¡Uwa! ¿Por qué me abraza?" –pensaba mientras se sonrojaba más- Suéltame...

.-Te prometo que no pienso mirar, te lo prometo pero... ¡Pero no soporto que llores! –al decir lo último se sonrojó mucho-

.-Gracias...

Tsubasa se despertó en una habitación nueva para ella, estuvo un rato mirándola... Le sonaba de algo, pero no acababa de saber de qué... Se levantó y con unas cintas que llevaba en el pelo se hizo dos trenzas, por suerte al mirar en un armario encontró ropa, de chico, pero ya le servía. Se la puso y con otra cinta ató el pantalón como un cinturón.

.-"¿Dónde estoy?" –recordó... Lo último que llegaba a su memoria era estar llorando en brazos de Genrou...- Se me olvidó darle las gracias de nuevo... –iba a abrir la puerta, cuando alguien la abrió antes- Ah...

.-¿Ya te has levantado? –preguntaba Tasuki-

.-Sí...

.-¿Y que? ¿Cómo te encuentras?

.-Bien...

.-Ah...

Silencio total.

.-Esto... Como era... Tsubi... Tsubas...

.-Tsubasa. Me llamo Tsubasa.

.-Que nombre más tonto. No se porque te traje aquí... Podría haberte dejado en tu casa... Por tu culpa me hirieron... Y...

PAM, golpe de Tsubasa hacia Tasuki.

.-Qué... ¿Qué haces?

.-Mi nombre... No es tonto, niñato. Grrrrrrrrrr.

.-¡Que era broma mujer! Pché, que susceptible.

.-¿Y tu? ¿Genrou no?

.-Sí... Pero prefiero Tasuki. Genrou no...

.-¿Por qué no te gusta?

.-Porque me recuerda mi pasado. Mi familia... –ponía la cara muy triste, pero al darse cuenta de lo que decía se enfadó y echo a Tsubasa de la habitación- ¡No te importa! ¡Fuera!

.-¿Por qué? –Tasuki ya había cerrado la puerta- Jo... Que cabezota.

.-¡Hey!

.-Anda... Esto... ¿Koji?

.-Correcto. ¿Qué haces aquí fuera?

.-Me ha echado de la habitación... –dijo señalando la puerta-

.-¡Anda! ¿¡Ya vais por ese punto de la relación!

.-¡Que no! –dijo gritando Tasuki desde dentro, de repente abrió la puerta y arrastró a Tsubasa hacia dentro, dejando a Koji sorprendido-

.-¿¡Pero que haces!

.-Será mejor que nadie te vea. Puede ser peligroso.

.-¿Por qué?

.-Porque aquí somos todo hombres. Vete a saber lo que te harían. –Tsubasa sonrió- ¿Por qué sonríes?

.-Te preocupas por mí.

.-Nada que ver.

.-Como quieras... Oye.

.-¿Humm?

.-¿Por qué no vas a ver a tus padres?

.-¿¡A que viene eso!

.-Es que como has puesto una cara muy triste antes...

.-¡Que no es nada!

.-Sí que lo es. –dijo mirándolo a los ojos- Dímelo.

.-¡Tu...! –se le pasaban las ganas de gritarle de lo nervioso que estaba-

.-¿Quieres salir fuera? ¿Quieres ver a tus padres? –Tasuki solo agacho la cabeza sonrojado- "Bingo, la he acertado" ¿Quieres que pidamos permiso y salimos los dos juntos?

.-P-Paso...

.-¿Eh? ¿Qué pasa? ¿Por qué?

.-¡No puedes entenderlo! Si fuera a verlos solo me gritarían y me harían trabajar, no les aguanto, si les viera les pegaría un par de gritos. ¡De verdad!

.-"Tasuki..." ¡De acuerdo! ¡Vamos para que puedas gritarles!

.-¿Pero que dices? ¿Estás tonta o qué?

.-¡Tu no te preocupes! –puso una cara más seria- Comprendo tus sentimientos, al menos un poquito... Mi nombre significa alas, pero ya hace tiempo que corte mis alas para volar. ¡No hagas tu lo mismo!

CONTINUARÁ