1.- Intro accidentada.-

Todos saben cuándo fue que El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado sucumbió ante el gran poder de un niño de a penas un año de nacido, protegido por el mágico poder del amor. También saben que durante 7 años consecutivos planeó su venganza y trató de devolverle el plato al muchachito insolente que día a día se convertía en un hombre.

Todos saben que Harry Potter se hizo hombre antes que cualquier otro.

Todos recuerdan con júbilo el día en el que rebautizaron al Mago Tenebroso como Lord Voldemort y fueron capaces de levantarse y hacerle frente a la sombra que extendía sobre la comunidad mágica... Sabían que Voldemort no solamente aspiraba a controlar a magos y brujas, si no, a la larga al mundo entero y que ellos podían ayudar.

Pocos son los que se jactan de haber estado ahí el día soleado en el que por fin Harry Potter destruyó al Hombre de las Tinieblas en una batalla a muerte, tan agotadora y con tantas pérdidas, que la alegría caminó de la mano con la tristeza durante mucho tiempo.

Todos saben que Harry Potter es una leyenda de 30 y tantos años.

Lamentablemente (para los fanáticos, llámese familia Creevey) Harry Potter es ahora una persona común y corriente, como siempre deseó. Tiene el trabajo de sus sueños en el Ministerio, nunca pierde el contacto con sus mejores amigos de toda la vida y tiene un hijo igual a él, con gafas redondas y la misma habilidad con la varita.

Y a todo esto ¿Cómo nacen los bebés?

Ese bebé en especial nació un quien sabe de quien sabe, en una mañana cuyo clima solo recuerda su padre (ojalá). Su madre se hizo humo (literalmente) a las pocas semanas, no sin antes pedirle como último favor, que el niño se llame Harry y lleve el apellido Potter. Todos saben que Harry Potter nunca le pudo decir que no a una mujer, así que en dos meses, el Niño que Vivió se apareció en la casa de uno de sus mejores amigos con su réplica en pequeño entre los brazos.

Potter y Weasley le dieron vueltas al asunto durante casi media hora, después de la cual corrieron en búsqueda de Hermione, que siempre había sido la de las decisiones acertadas. Aunque, para decir la verdad, Harry sabía perfectamente que se iba a quedar con su hijo... solo quería que sus amigos lo supieran primero que nadie y que Hermione le de concejos y que Ron no se separe de él cuando Hermione le diera los concejos.

.Me voy a quedar con el niño- comunicó Harry, mirando al pequeño dormido en la cama de Hermione.

Sus mejores amigos lo miraron fijamente y él les devolvió la mirada. Las palabras que vinieron después estaban realmente de sobra y ellos lo sabían, daban las sugerencias y las exclamaciones por cumplir una especie de protocolo interno. Cuando por fin terminaron, dieron un profundo suspiro y Ron le preguntó:

.Has pensado en un nombre?-

.Ya tiene un nombre,ella me pidió que se llame Harry las consecuencias de ese nombre verdad?- Hermione se acercó a Harry con mucha cautela.

.Sí, pero me lo pidió antes de... ya sabes... de irse- admitió Harry- de verdad quiero que me ayuden. Y de verdad quiero quedarme con mi hijo, de repente es lo que me falta-

Lo que le faltaba para volver a ser quien era antes. Lo que le faltaba para dejar ese halo enfermizo de melancolía que estaba sobre él cada vez más evidente.

.-.No quiero que tenga una familia incompleta, yo sé lo que se siente- nuevamente pasó los ojos por sus amigos- por eso quiero que tenga 3 papás- finalizó con una sonrisa.

Y desde ese día el pequeño Harry Potter tuvo a tres personas de 20 y tantos años velando por él. Lo primero que hicieron fue bautizarlo como Harry Sirius (nombre puesto por Harry padre) Argan (por Ron y Hermione) Potter.

.-.Buen nombre- comentó Ron.

.-.Fuerte- admitió Harry.

Con el correr de los años y la fusión de los tres caracteres tan distintos como eran los de los mejores amigos, el pequeño se desarrolló en un hogar feliz, amando a su padre y queriendo muchísimo a sus tíos.

Harry era el papá más orgulloso del mundo, desde muy niño llevó al pequeño Sirius (como le gustaba llamarlo) al Ministerio a que conozca su trabajo y con el correr de los años y las millones de visitas y encargos, el niño se hizo tan conocido ahí como él.

Ahora, este año, el año de la Orientación Vocacional en Hogwarts, Harry padre fantaseaba una y otra vez con su hijo dándole la noticia de que había decidido ser Auror... era lo lógico, después de todo el muchacho había traído notas excelentes en Defensa Contra Las Artes Oscuras y Encantamientos, además de jugar en el equipo de quidditch. ¡Era un Harrycito completo!

¿Qué más podía pedir?

Pero lo que ni él, ni Ron, ni Hermione sabían era lo que el pobre de Harry empezaba a sentir golpeándole en la puerta vocacional con tanta fuerza que a penas podía resistirse.