Discleimer: Un personaje de esta historia (se daran cuenta cual) no es mio, al igual que el juego, el resto de los personajes si.

La Leyenda de Zelda: Jorgito al Pasado

Janus

"Ok, todavía me quedan 5 corazones, aún puedo derrotarlo…. Si si. Eso, toma esto tú cerdo gigante, y tambien esto¿Qué Navi¿Que la cola es su punto débil? …. Oh! pero que pasa….. se convirtió en una araña… no no… donde esta la cola…. Ooo donde va a caer… oo Noooooooo! Ahhh!" Se escuchó el gritó por toda la casa, que, en ese momento, se encontraba vacía, exceptuando por un niño que yacía inmóvil frente una pantalla negra donde se encontraban las palabras rojas odiadas por muchos GAME OVER

"Por qué, que he hecho mal, en donde fallé!" Decía el pequeño Jorge mientras un aura de lamentaciones le rodeaba. En sus ojos llorosos se veía la triste mirada de la decepción mientras le ordenaba al control que guardara y saliera. Se levantó lentamente del suelo, salió de su cuarto y bajo lentamente las escaleras al mismo tiempo que su mamá entraba a la casa cargando unas bolsas del supermercado

"Hola Jorgito¿Cómo te fue el día de hoy¿Ya lograste matar a ese malvado del cual has estado hablando toda la semana?" Le preguntó mientras llevaba las bolsas a la cocina, atrás de ella venía Jorge con la cabeza baja y con los puños cerrados de ira, apunto de llorar. Mientras ella dejaba las cosas en la barra de la cocina, Jorge se sentaba en una silla frente a la mesa

"No" le respondió tristemente mientras dejaba caer su cabeza en la mesa.

"Oye no te deprimas, ya lo lograras mañana"

"Pero yo ya estaba listo, sabes que llevó días intentándolo y aún así no lo he logrado, a pesar de que cada día voy mas preparado y tu siempre me dices que mañana, pues al parecer los días no han pasado, por que ese mañana no ha llegado",

"Calma, tal vez hay algo que te falté para acabarlo"

"Pero si ya recorrí todos los calabozos en busca de cualquier detalle que me haya faltado y no, solo tengo mas pinches rupees"

"Oye cálmate, esas no son palabras apropiadas para hablar de tu abuelo"

"Dije rupees, no Ruperto, ni siquiera me haces caso!"

"Bueno, aun así no son palabras apropiadas para usarlas y tal vez sea otra cosa la que te falte para acabar el juego" le contestó, dándole un aire de misterio a estas últimas palabras con la intención de que su hijo se fuera a pensar en que cosa le podría faltar y la dejara terminar de preparar la cena.

"Otra cosa?" murmuró Jorgito con gran interés y sorpresa mientras se bajaba de la silla y se dirigía al patio trasero, donde podría pensar mas tranquilamente.

"Y tal vez sea paciencia mi amor" dijo para si la mamá de Jorgito.

"Algo mas… ¿Qué otra cosa me podría faltar? Ya he recorrido cada parte del mapa en busca de todos los items y de todos los tesoros, tengo todos los corazones y mi espada ha recuperado todo su poder LO TENGO TODO! Que diablos me puede faltar en ese juego!" al terminar la frase una idea macabra cruzó por su mente sacándole una sonrisa de victoria "al menos que no sea en el juego" y con estas palabras salió corriendo hacia su cuarto, pero un gritó le interrumpió la travesía.

"Oye Jorgito, ven a ver lo que te compré" le llamó su mama desde la ventana de la cocina que da al patio.

Jorgito entró curioso por la puerta de la cocina para ver a su mamá ofreciéndole una caja envuelta en papel estaño. "Espero que te guste, es un regalo para que sigas con tus aventuras" Jorgito agarró la caja y sin dudarlo la abrió sobre la mesa, revelando que en su contenido se encontraba una reluciente túnica verde que brillaba con una luz encegadora. "Oh déjame cerrar la persiana, esta entrando mucha luz" le dijo su mamá mientras Jorgito agarraba la túnica. "Puedes creerlo era la única piyama de tu talla" pero estas palabras nunca llegaron a los oídos de Jorgito, puesto que para él, este era un mensaje de los dioses, el cual no iba a ignorar por ningún motivo y salió corriendo a su habitación.