Discleimer: Varios nombres y personajes de esta historia no me pertenecen

A/N: Gracias a todos ustedes mis colaboradores por el apoyo que me han dado todos estos años de mi vida, los quiero.

Nodel: Sabes que eres la mejor, hermanita. Gracias por ser mi beta reader y por ayudarme con eso de la gramática, ya puse tus correciones del capitulo2. Tu fuiste la motivación para escribir esto, tu me diste la mejor idea en el fic, así que todo te lo debo a ti. Por fa sigue con el tuyo que supera por mucho este. Te quiero mucho.

Este capitulo te lo dedico a ti, por simplemente ser tu y estar a mi lado.

Serenia: Que puedo decir…. Ya se! Gracias! Crei que no lo ibas a leer, pero es bueno saber que si. Me da mucho gusto y espero que lo andes disfrutando. Ahora sabras en que nos has metido. Nos vemos pronto ; )

Vampire Zelda: Gracias! En si, creo que para Jorgito ya esta en Hyrule, y si, creo que tienes razón, esta bastante crazy. Pero me cae bien, es simpático el pobre muchachito. Espero que te siga gustando la historia.

"Muajajaja, realmente crees que con eso podrás derrotarme" gritaba una voz malévola desde lo alto de la torre. Mientras se escuchaba el sonido de metal golpeando metal. "Necesitaras mas que eso para derrotarme chico"

"¡No… puedo… hacerle… daño!" Decía Jorge con cada golpe que le esquivaba.

"¿Qué te pasa niño, ¿acaso no puedes conmigo?" Decía aquella sombra que flotaba en el aire.

"¿Qué sucede? ¿ Qué me falta? ¡No puedo!" gritó Jorge en la desesperación, mientras la sombra se avalanzaba sobre él.

"Muajajaja ¡Prueba otra vez!" Le gritó la figura de Ganondorff, mientras se le aventaba encima, tirándolo de la torre.

"¡Nooooooooooooooooooooo!" Fue el grito con el que Jorgito se despertó, tirado de la cama, con un calcetin en la cara. El cual, al parecer, había sido usado de espada durante la noche. " ¡Tengo que encontrar la manera de cómo derrotar a ese maldito¡" El cuarto mostraba muestras de un nuevo día.

Corrió hacia el cuarto de sus padres, quienes de seguro ya estaban despiertos, pues su papá tenía que ir al trabajo.

"¡Necesitó mis armas, mujer!" le exigió a su madre.

"Calma, primero hay que desayunar. Después de eso, ya veremos" Le respondió su madre un poco molesta, por el tono de su hijo.

"Normalmente las fiestas son en las noches y ya es de mañana. Tengo otras hazañas que realizar" Dijo seriamente.

"Bueno, anoche no parecía el momento, te veías cansado por tu gran muestra de valor" Le siguió el juego.

"Dime Jorgito ¿qué piensas hacer hoy?" Le preguntó su mamá mientras le servía el desayuno.

"Necesito mis armas" le contestó embutiendose, con mucha prisa, los huevos con tocino, que le habían preparado. "Es..t..a… de….l…oso" Añadió con la boca repleta de comida.

"Habla con la boca cerrada. "

Disculpe, esos nos son los debidos modales frente a una dama"

"Toma tu mochila. Le repare los agujeros que tenía y le agregue este dibujo. Espero que te guste"

"¡Oh! Le han dado la bendición de los dioses a mi mochila y le han agregado el escudo de la aldea. Reforzada con piel de Dodongo. Mmmm Ahora será mucho más resistente. Muchas gracias"

"Bueno, pero eso no es todo"

"Claro, aún falta mi espada"

"¿eh? Ah, ¡Cierto! Claro claro. Bueno resulta que los… 'Dioses' quieren… probarte, si probarte y requieren que cumplas con una tarea, que beneficiara a este 'pueblo'"

"O ya veo, y ¿Qué requieren los Dioses?" Preguntó Jorgito muy interesado.

"Necesito que vayas a la tienda y me compres un bote de nueces para la cena." Dijo su mamá llevándose los platos, para lavarlos.

"Que para las bendiciones de mi espada, necesitan la semilla sagrada que solo crece en las… en las… semilla sagrada"

"Ehm ¿En la tienda del parque? si, claro. Por cierto, aquí tienes dinero suficiente para las nueces. Puedes comprarte lo que quieras" Le dijo su mamá dándole una bolsita de cuero, la cual tenía unas monedas dentro.

"Sé que mi hazaña fue impresionante, pero no se hubiera molestado en tal detalle. Mi deber es defender mi aldea" Le respondió Jorgito, abriendo la bolsita para observar su contenido "¡Oh! Genial 50 rupees. No se hubiera molestado"

"Oye ¿qué te traes con tu abuelo?"

"Bien, partiré ahora mismo" Agarró sus cosas de la mesa y se fue para la salida.

Jorgito se disponía a salir cuando se dio cuenta de una cosa. "Mamá, me puedes abrir la puerta" dijo apenado al regresar a la cocina.

"Seguro" Su mamá quito el seguro de la puerta, el cual estaba muy alto para él y le abrió para que saliera.

"Gracias"

"A ti"

Su casa no estaba muy lejos de la tienda, solo tendría que cruzar una calle al parque, y justo, en una de las orillas de este, estaba la abarrotería de Don Josefo.

'El Bosque Perdido. Uno de los lugares mas temido del reino. Aquí habitan algunas de las criaturas mas temidas, así como un espíritu muy poderoso. Pero más me vale tener cuidad, ahora no vengo armado.' Pensó mientras entraba en el parque.

"Como me gustaría tener mi espada, estos duendes no se ven de fiar" se dijo en voz baja, mientras unos niños correteaban, felizmente, cerca de él. 'Mejor me doy prisa' Empezó a caminar mas de prisa, cuidándose la espalda. Y de tanto cuidar su espalda, se olvido del piso, el cual aprovecho y se movió, tirándolo sobre él. Al levantarse notó, que a su derecha se encontraba, adentro del parque, el área de juegos, en donde una resbaladilla, en forma de árbol, sobresalía del resto de los juegos.

"¡El espíritu del bosque!" dijo todo sorprendido mientras unas personas corrían hacia el para ver si estaba bien " ¡Oh no! ¡¡¡Me van a comer!" Dijo entre llantos y salió corriendo.

"¡¡Jorgito! ¿Qué te pasó? ¿Por qué estas tan sucio?" Le preguntó su mamá muy preocupada por la tierra y los raspones en la cara de su hijo,

"Me atacaron en el parque" Le respondió tristemente.

"Oh mi pobre hijito, víctima de los abusivos del parque"

"No mamá los malvados monstruos que habitan ahí. Apenas pude escapar. Realmente necesito mi espada, mujer. Aquí esta la semilla sagrada del… bosque perdido"

"A claro" Su mamá dejo las nueces en la mesa. "Si quieres abre el bote y comete algunas" Refiriéndose a las nueces. Se fue a su cuarto.

Jorgito abrió el bote 'He de purificar tanto mi cuerpo como mi espíritu con esta semilla, para recibir la bendición de los dioses' empezó a comerse las nueces que recien había comprado.

"A vaya, apenas me has dejado para la cena" le dijo su mamá, al ver como dejó el bote.

"¿Esta lista?" Preguntó Jorgito muy impaciente.

"Solo no la mojes ¿ok?" y le entregó su vieja espada de madera forrada de la hoja, con papel estaño, pegado con Resistol 5000.

Jorgito la agarró con gran cuidado. Corto el aire hacia la derecha, luego hacia la izquierda. La levantó lentamente hacia el techo. '¡Este resplandor! ¡Las semillas funcionaron! los dioses me están dando su bendición en la espada'

"O vaya, ¿quien prendió esa luz? Con razón nos cobran tanto"