... el momento en el que menos se sufre, es en el que ya nunca
despiertas...
Portishead – Wandering stars
Se le hacía difícil pensar, por primera vez su mente no estaba llena de resignación, era libre, podía volar si ese era su deseo, la soledad no pudo ganar la batalla; el ángel había besado sus labios... pero qué ángel... había sido su deseo desde el principio o solo lo decidió en medio de la brisa y el silencio de la noche en aquel parque... al final, estaba ahí y no podía sentirse mejor...
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Una mujer desnuda, su cuello destrozado, un enorme charco de sangre sirviéndole de alfombra... el terror no salía a través de sus ojos café abiertos hasta la mitad; en cambio si parecía dibujarse una sonrisa sutil de mansedumbre, una mueca que le recordaba cuan frágil es una roca cuando se talla con el instrumento adecuado... Sus ojos café, al igual que los de la mujer, no se despegaban de repasar la escena, preguntando, maldiciendo, justificando aquella sonrisa malévola que se asomaba en el cadáver... Finalmente, la vida no dejaba de ser un círculo vicioso en el que seres como ella, estaban muertos inclusive desde antes de nacer... Entonces, qué objeto había en seguir existiendo en contra de todas las probabilidades?...
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Las decisiones suelen ser como el azar de un juego de apuestas, todas vienen cargadas de tensión y conclusión; el desenlace de su vida había terminado con su muerte, al menos eso era lo que pensaban quienes lo tuvieron en sus manos y lo dejaron ir..."fue su decisión, y una muy mala"; sin embargo, aquella mirada entreabierta decía algo mas, algo que "la casa" no tomó como válido para poder cerrar su cuenta de crédito y almacenar su historial lejos de los ojos que no podían ver... Sin embargo, expresiones como la suya merecían la atención de alguien que recorría 10 años después sus mismos pasos...
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La hipnótica fotografía la sacó de su trance de ira, y la misma media sonrisa mansa también se dibujó en sus labios, era hora de irse... Pasó en medio de la gente que conocía su rostro pero ignoraba su soledad como un espectro, siempre solía ser así, pero en esa noche, no fue una molestia, se sentía orgullosa de mantenerse de pie aunque su ser se estuviera derrumbando. Caminó muy despacio, se alejó de su propia desazón con pasos tranquilos... Aun las luces de la ciudad que nunca duerme parecían haberle dejado en paz aquella noche... Y qué si lo había perdido todo, al final eso no era difícil cuando todo corre en tu contra; al final eso ya había dejado de ser una carga que su espalda cargaría...
Demasiadas cabezas, muchos sentimientos encontrados, y ese no era su deseo en aquellos momentos... Siguió caminando, y el pasado golpeó su rostro...
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Un cigarro sin lumbre era poco menos que una madre muerta, cuando estaba a punto de estrellarlo contra el suelo sin que haya sido degustado, una luz se acercó suavemente hacia la punta hasta lograr que el humo empezara a brotar... Su sonrisa fue lo único que le dio a cambio y se dirigió hacia donde las luces abandonaban la locura; sus pasos seguían siendo lentos, y ahora un halo de humo les seguía despacio...
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No hacía falta la luz para recordar la mirada de aquel cadáver que había aceptado su suerte con la misma paz que ella nunca encontraba... La oscuridad del parque era su escena y el pasto seco sería su alfombra... No tardó mucho tiempo en darse cuenta de la silueta que le acompañaba... ...El parque estaba oscuro, no había nadie, solo árboles y bancas, la calle estaba cerrada, no había tránsito, ni ruido, de ahí que sus gritos desesperados quedaron ahogados en su misma boca porque jamás salieron de ella... Una mano como hielo tibio se pasó lentamente sobre su cuello provocándole un terror placentero... aun así, permaneció inmóvil... La silueta se le acercó sensualmente – Quieres morir esta noche? -Sí – dijo Sara dibujando una sonrisa de sutil mansedumbre...
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FIN DE LA TERCERA PARTE
Weno, creo que al principio me he adelantado hasta esta parte en el resumen, pero al menos ahora saben de qué les estoy hablando, espero sus comentarios y gracias a todos los que siguen esta historia.
Portishead – Wandering stars
Se le hacía difícil pensar, por primera vez su mente no estaba llena de resignación, era libre, podía volar si ese era su deseo, la soledad no pudo ganar la batalla; el ángel había besado sus labios... pero qué ángel... había sido su deseo desde el principio o solo lo decidió en medio de la brisa y el silencio de la noche en aquel parque... al final, estaba ahí y no podía sentirse mejor...
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Una mujer desnuda, su cuello destrozado, un enorme charco de sangre sirviéndole de alfombra... el terror no salía a través de sus ojos café abiertos hasta la mitad; en cambio si parecía dibujarse una sonrisa sutil de mansedumbre, una mueca que le recordaba cuan frágil es una roca cuando se talla con el instrumento adecuado... Sus ojos café, al igual que los de la mujer, no se despegaban de repasar la escena, preguntando, maldiciendo, justificando aquella sonrisa malévola que se asomaba en el cadáver... Finalmente, la vida no dejaba de ser un círculo vicioso en el que seres como ella, estaban muertos inclusive desde antes de nacer... Entonces, qué objeto había en seguir existiendo en contra de todas las probabilidades?...
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Las decisiones suelen ser como el azar de un juego de apuestas, todas vienen cargadas de tensión y conclusión; el desenlace de su vida había terminado con su muerte, al menos eso era lo que pensaban quienes lo tuvieron en sus manos y lo dejaron ir..."fue su decisión, y una muy mala"; sin embargo, aquella mirada entreabierta decía algo mas, algo que "la casa" no tomó como válido para poder cerrar su cuenta de crédito y almacenar su historial lejos de los ojos que no podían ver... Sin embargo, expresiones como la suya merecían la atención de alguien que recorría 10 años después sus mismos pasos...
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La hipnótica fotografía la sacó de su trance de ira, y la misma media sonrisa mansa también se dibujó en sus labios, era hora de irse... Pasó en medio de la gente que conocía su rostro pero ignoraba su soledad como un espectro, siempre solía ser así, pero en esa noche, no fue una molestia, se sentía orgullosa de mantenerse de pie aunque su ser se estuviera derrumbando. Caminó muy despacio, se alejó de su propia desazón con pasos tranquilos... Aun las luces de la ciudad que nunca duerme parecían haberle dejado en paz aquella noche... Y qué si lo había perdido todo, al final eso no era difícil cuando todo corre en tu contra; al final eso ya había dejado de ser una carga que su espalda cargaría...
Demasiadas cabezas, muchos sentimientos encontrados, y ese no era su deseo en aquellos momentos... Siguió caminando, y el pasado golpeó su rostro...
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Un cigarro sin lumbre era poco menos que una madre muerta, cuando estaba a punto de estrellarlo contra el suelo sin que haya sido degustado, una luz se acercó suavemente hacia la punta hasta lograr que el humo empezara a brotar... Su sonrisa fue lo único que le dio a cambio y se dirigió hacia donde las luces abandonaban la locura; sus pasos seguían siendo lentos, y ahora un halo de humo les seguía despacio...
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No hacía falta la luz para recordar la mirada de aquel cadáver que había aceptado su suerte con la misma paz que ella nunca encontraba... La oscuridad del parque era su escena y el pasto seco sería su alfombra... No tardó mucho tiempo en darse cuenta de la silueta que le acompañaba... ...El parque estaba oscuro, no había nadie, solo árboles y bancas, la calle estaba cerrada, no había tránsito, ni ruido, de ahí que sus gritos desesperados quedaron ahogados en su misma boca porque jamás salieron de ella... Una mano como hielo tibio se pasó lentamente sobre su cuello provocándole un terror placentero... aun así, permaneció inmóvil... La silueta se le acercó sensualmente – Quieres morir esta noche? -Sí – dijo Sara dibujando una sonrisa de sutil mansedumbre...
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FIN DE LA TERCERA PARTE
Weno, creo que al principio me he adelantado hasta esta parte en el resumen, pero al menos ahora saben de qué les estoy hablando, espero sus comentarios y gracias a todos los que siguen esta historia.