Solo se había rendido, su tiempo se había consumado a voluntad, eso decían sus manos, su cuerpo mismo... incluso sus ojos que ya no estaban...
Su última apuesta, su perdición, "la casa" no podía estar más feliz con aquella providencia... sería suya, aunque gritase al estar en tinieblas... sería suya, aunque su voluntad regresara cuando su cuerpo ya no tuviera vida para aceptarla y combatir... al final, esa era su suerte y su ángel le susurró antes de irse que su medio día había terminado...
-Suicidio – afirmó Warrick sentenciando aquel cuerpo indiferente
-Culpa – dijo Catherine, su ropa no parecía haber sufrido tanto como su cuerpo
El silencio terminó de rodear sus ideas...
En la mesa habían aparecido mas jugadores... apostaban con cautela, aun estaban ciegos para hacer rodar los ojos del tallador, sus monedas estaban contadas...y jugarían hasta el límite..."la casa" les temía... les esperaba... dos almas para sí en el azar del todo por el todo; al final, sería un gran espectáculo...
Para ver como siempre debían estar ciegos, era lo único que podían hacer... la historia se partiría en dos... y la sentencia de culpa viajaría en el tiempo... se transformaría en pecado... y seguiría vagando... hasta hacerse verdad...
Su sonrisa lúgubre permanecía inmutable; cada uno de los músculos de su boca se asieron para no revelar dolor alguno...
Y los únicos que podían contar la historia estaban ausentes, se habían marchado antes de que se empañaran con el suplicio... salieron para inmortalizar un instante.. cuando aun el placer era vida... y la vida no alcanzaba a ser culpa...
"La casa" le había invitado a la habitación de honor... ahí entregaría su alma... a cambio le darían la oscuridad eterna... y una sonrisa imborrable...
Su cuerpo era demasiado frágil para ser escrutado por sus manos, él creyó en aquella perversión; la ciudad del pecado era ávida anfitriona para guardar en su seno las culpas... aun así, Warrick se había alejado del cuerpo y esa maldita sonrisa que se presentaba con solo cerrar sus ojos...
Estrategias... nadie podía ver más allá de lo que se permitía... "la casa" lo sabía todo... sus nuevos espectros reclutados le servían implorando una redención... inexistente...
Su papel había cambiado, y como sus ojos no pudieron contemplar, debían escrutar... era lo único que podía hacer de momento...
El cobertor de pecados de la víctima, era su luz... su única respuesta...
"Paso" – dijo y retiró su mano de la mesa...
Sus ojos ya no estaban... ese era su punto de partida, aun así, un cuerpo subsiste sin alma... y puede hablar...
Quizá esa era su labor... aunque sus manos estuvieran más frías que la piel que recorrían...
Una jugada, dos monedas, Catherine puso una sobre la mesa y rogó para que regresara.. acompañada... aunque eso implique que los otros perdieran... y se volvieran vulnerables...
-Estaba desnuda cuando se fue – dijo para sí, acercó una cámara y empezó la danza de las luces que en la oscuridad revelarían lo que ya no se podía ver...
No parecían pertenecerle... ella no se había cubierto... alguien tenía culpa de verle... quizá se vio reflejado en su rostro...quizá, en sus manos aun estuviera corriendo la sangre... la misma que parecía haber dejado una palma alrededor de su torso...
Sus ojos brillaron y el tallador lo supo... de nuevo tenía cartas para regresar a la apuesta... dos monedas se apilaron y sus manos cobraron valor... aunque eso significara volver a su pecado...
Una a una las imágenes del cuerpo desnudo se revelaban ante los ojos de Catherine... y con ellas, el dolor... cada célula muriendo... cada gota de sangre que se robaba la conciencia...sus labios estaban cortados...
"La casa" le había devuelto su moneda... a todos... era un empate... pero el juego estaba apenas empezado...
Un rastro en el torso apareció en medio de una luz rojiza; una palma... pequeña para someter... perfecta para sujetar...
-No fue suicidio – su culpa no era suya... y quien cargase ahora con su pecado tendría sangre entre sus manos... o entre sus uñas...
En los dorados días, cuando todos sabían lo que deseaban... aunque ya no lo tuvieran hoy.
Los sueños y las creencias se han marchado... pero la vida sigue!
Portishead – Half day closingEl apartamento vacío le pareció más solo que de costumbre, en una noche fría y vacía.
Encendió las luces, se quitó la chaqueta y respiró profundamente, ni un murmullo, nadie le esperaba para preguntarle como había estado su día; eso siempre era su rutina; sin embargo, esa noche, su dolor era más grande, pero a la vez, estaba siendo apaciguado... como los otros días, estaba jugando y se sentía realmente afortunada...
-Esta noche– se dijo mientras se tiraba en el sofá, su mirada estaba fija, y sus manos temblorosas, el teléfono seguía en silencio y su existencia seguía siendo miserable... aun así, ya no podía dejarlo...
Daba vueltas en el sofá, trataba de conciliar el sueño, sin éxito, sus pensamientos eran más fuertes y la culpa se empezaba a colar lentamente, fusilándola...
Si "la casa" obsequiaba la oportunidad de seguir viviendo, la única manera de complacerla es servirle como esclavo... Amelie lo tenía demasiado claro...
...Como la sangre que debía lavar...
...Aunque sus uñas... sigan latentes, quebradizas e imborrables...
...Sin embargo, incluso en el dolor podía haber placer...
Y esa noche seguiría sintiéndolo... aunque fuera la primera, aunque fuera la única... aunque fuera la última...
Siempre estuvo sola, a nadie le había importado lo que ella deseara... sus sueños, su fe...
Hasta que aquella silueta le mostró su rostro...
Y sus ojos se llenaron de encanto... y en su sonrisa se volvió mansa, obediente, sutil... y mortal...
Parecía conocerla a la perfección, era su pasado, mezclado con presente, impregnado de futuro... era todo lo que siempre quiso... lo que nunca tuvo...
Entonces, por qué se iba a negar a pagar el precio... no era demasiado, no en un mundo perfecto... no en donde todos sabían lo que querían... excepto ella...
Entonces, el espectro empezó a emitir y a absorber, y nadie se daba cuenta de lo libre que podía sentirse...
En la mesa no muchos dieron su apuesta, solo ella, era el último juego, del todo por el todo, ya había sacrificado una vida, voluntariamente, pero si eso le significaba no volver a sentirse miserable, la muerte sería bienvenida...
...Al final, la sangre se puede lavar...
...Y los cuerpos pueden desaparecer...
...Como aquellos ojos perdidos y culpables que se fueron por la cañería...
Aunque sus oídos y su alma empezarían a grabar cada uno de los gritos de placer mezclado con temor...
Y su culpa ardiera en su cama cada noche... desde esa noche...
Era joven y aunque hermosa, su soledad no dejaba que nadie la notara... solo estaba desapareciendo en medio del ruido de la caótica ciudad de Las Vegas...
Era joven, pero nunca había vivido, no como en esos pocos días, no como desde que él llegó y le abrió sus ojos ante el bien y el mal...
La manzana era la tentación... y la había comido... sabía demasiado bien... no podía ser pecado... no debía...
Solo supo que tenía culpa cuando sus uñas la traicionaron... y le mostraron su reflejo...
Donde estaba su vida predecible... donde las personas que creía amadas... no había nadie... solo sangre y no podía gritar... tampoco llorar... solo limpiar su culpa...
...Noche tras noche...
Y los días fueron desapareciendo...
En realidad podía volar si lo deseaba... pero no lo hizo...
Ya no quiso seguir pagando miserias en la mesa y se levantó...
Y "la casa" la llevó a su habitación privada...
...Al final ya estaba muerta...
Ella mismo lo había aceptado cuando en una noche fría, en el tiempo en el que todos tenían claro lo que deseaban... una mano como hielo tibio la había seducido... y ella había asentido...
...Al final, fueron sus uñas las que acabaron con su pena... y su sangre lavó sus culpas... y le sirvió de alfombra...
