3 La Nueva Maestra de DAO -----------------------
El Gran Salón presentaba la misma apariencia magnífica de los años pasados. Sin embargo el pesado silencio que había imperado en el expreso se mantenía entre las altas paredes del castillo. Harry tenía el corazón oprimido y esa presión aumentó al ver a Dumbledore. Aún estaba enojado porque le hubiesen escondido información tan importante de nuevo. La profesora McGonagall atravesó el pasillo entre las mesas llevando en sus brazos un taburete de tres patas con el viejo y remendado hasta el hartazgo Sombrero Seleccionador.
Todos los que esperaban una canción se quedaron con las ganas. La Selección comenzó sin que el Sombrero cantara una sola nota. Hermione observaba con el entrecejo fruncido cómo los niños de primero eran enviados a las casas sin mucha ceremonia. Ron notó que estaba contando algo, a cada momento pronunciaba un número en un susurro.
- LEYDEN, ANDROMEDA-
- SLYTHERIN! -
- MENDIVE, JOSEPH .
- SLYTHERIN!-
-VAN HELMONT, URIEL .
- SLYTHERIN! -
A medida que la cifra era más alta, la prefecto de Gryffindor se notaba más enojada. Al ser ZEND AVAYA, POLUX designado a la casa de Ravenclaw, todas las miradas se voltearon alternativamente a Harry y Dumbledore, mientras las mesas se llenaban de la estupenda comida del Banquete de Bienvenida.
- ¿Qué sucedería este año? -. Preguntó Ron, en tanto miraba con avidez el plato de papas que Neville tenía en la mano - El Sombrero siempre canta una canción... -.
- No lo sé, pero me preocupa -. Respondió Harry tomando un poco de ensalada; en realidad, no tenía nada de hambre.
- Si el sombrero no hizo una canción, debió ser porque no tuvo tiempo o ideas -. Comentó Ginny, antes de comer un poco de pavo.
- Eso es lo que me preocupa. El Sombrero siempre tiene ideas... -.
- Un año encerrado en el despacho de Dumbledore te da mucho tiempo para pensar -. Señaló Ron. - Hermione ¿Qué te pasa? -. La muchacha no había participado de la conversación, ni siquiera se había servido algo de comer. Tenía la vista fija en la mesa de Slytherin, donde Draco hablaba con algunos chicos de primero. Parecía darles consejos.
- ¿Ah? -.
- Te pregunté que qué te pasaba, Hermione Granger -. Repitió Ron ya molesto. - No has quitado la vista de la mesa de Slytherin -.
- Esto no me gusta -.
- ¿De qué hablas?-
- De la Selección de este año Harry... Hay demasiados Slytherin, más de cincuenta -.
- ¿Me estás diciendo que los contaste? -. Señaló Ron, más molesto todavía - ¿Qué importa? -.
- Es importante -. Repuso ella - ¿No logras captarlo?. Slytherin es la casa que más Magos Tenebrosos ha dado en toda la historia de Hogwarts -.
- Ya sé a dónde vas -. Dijo Potter
- Por cada chico de Slytherin hay una alta probabilidad de que existan una o dos personas dispuestas a unirse a Voldemort .
Hermione resopló - No puedo dejar de pensar en ello. Si las huestes de Voldemort se nutren esto podría convertirse en una masacre sin sentido... La guerra sería imparable -.
- Todas las casas han dado magos tenebrosos -. Dijo Dean Thomas, integrándose a la conversación - Yo también estoy preocupado. ¿Notaste cómo Draco hablaba con los de primero? -.
- Sí. De seguro está planeando algo... -.
- Pero nosotros estamos preparados para cualquier cosa -. Intervino Neville con voz segura. Las vacaciones lo habían hecho bajar de peso y crecer mucho, según notó Harry recién en ese instante. Y no sólo se trataba del físico. Longbottom tenía una mirada más segura, más madura. - El ED dio importantes frutos el año anterior -.
- Y Además tenemos Ustedes-Ya-Saben-Qué -. Aseguró Ron, hablando de La Orden del Fénix - Aunque sean mil Mortífagos contra cien de nosotros, los vamos a vencer, de eso estoy seguro -.
- No es por cuántos somos por lo que deberíamos preocuparnos -. Aseveró Harry, contento de tener una conversación en serio y disimular que no quería comer. Tomó un poco de jugo de calabaza antes de proseguir - Es por los Muggles... -.
- No sabemos exactamente qué es lo que están tramando. Y los Muggles son susceptibles de ser atacados en cualquier momento, incluso ahora, mientras hablamos -. Susurró Hermione, sensatamente. Lo último que les faltaba era alterar a los de primero más de lo que ya estaban - Aquí en Hogwarts estamos aislados de lo que sea que suceda afuera. Si Dumbledore así lo dispone puede tenernos meses sin noticias, mucho más del mundo sin magia... Y ya lo saben, Voldemort conoce perfectamente la manera de crear el caos total -.
- Por eso el ED debe continuar -. Dijo Ron - tenemos que prepararnos -.
- Ron; el ED surgió como una reacción a la ignorancia en la que Umbridge intentaba dejarnos el año pasado, y ese era su único fin; está especificado en la lista que les hice firmar -.
- ¿Pero quién nos asegura que este año no suceda lo mismo? -. Rebatió Ron, más enojado. Sus orejas empezaban a ponerse rojas. Lo de contar Slytherins le había parecido una tontería - No conocemos a Vane -.
- Yo estoy segura de que las clases este año serán muy diferentes... Agatha Vane no parece de las personas que sigan las normas de nadie más que ella -. Argumentó Hermione con seguridad.
Yo también lo creo -. Le apoyó Neville - Me la encontré en el tren, estaba fumando en el barandal del último vagón. Estuvo conmigo hasta que encontré a Trevor. Se comportó muy amablemente. Siento que ella es muy diferente a Umbridge -. Ron resopló, exasperado. Harry también apoyó a Hermione. A pesar de lo raro que se comportaba, él también tenía esa sensación de que ella era muy diferente a cualquier profesor de Hogwarts que haya conocido. Justo en ese momento, el chico de cabello rojo miró hacia la Mesa Alta, y vio algo que consiguió lo que nadie había conseguido hasta entonces; Dejarlo con la boca abierta a media comida. Snape estaba comiendo y la Profesora nueva lo observaba de reojo mientras conversaba con Dumbledore. Cuando el director se largó a reír por algo que debió ser muy gracioso, Agatha agitó levemente su varita por sobre la mesa y un salero se movió flotando por delante de los otros maestros, hasta posarse muy cerca de Severus, quién ni siquiera había mirado. Al notar lo que ocurría, Snape se quedó mirando a Vane, con los ojos entornados, la frase 'deja de hacer eso o te lanzaré un Avada Kedavra' escrita en toda su cara cetrina... Agatha lo miró divertida y tuvo el atrevimiento de lanzarle un besito con la mano, lo que causó que el otro intensificara su cara de odio.
- Sin embargo, no podremos reunirnos en la Sala Multipropósito -. Dijo Hermione.
- Es verdad. Draco ya lo sabe -. Harry miró a Ron, que aún tenía un trozo de pavo en la mano y la boca abierta - ¿Qué te pasa?-
- Nada... -.
- Después de tan magnífica cena -. Dijo Dumbledore sin necesidad de imponer el silencio. Las miradas se volvieron hacia él - Es el momento de hacer los anuncios de comienzo de curso. Los alumnos de primer año deben saber y tener muy claro que está estrictamente prohibido internarse en el Bosque Prohibido a cualquier hora. No está de más recalcar que los alumnos mayores, por muy mayores que sean, también están restringidos en este aspecto, ya que deben predicar con el ejemplo- Como todos los años, su mirada estaba fija en el grupo de Harry - Sobre las visitas a Hogsmeade, debo informarles que estas han sido suspendidas hasta nuevo aviso -. Una ola de murmullos se elevó de todas las casas. Varios muchachos se movieron incómodos en sus sillas mientras otros dejaban escapar protestas airadas. El director los ignoró por completo.
- Era obvio - Comentó Harry en voz baja - Con Voldemort dando vueltas por ahí... -.
Como todos los años, tenemos un cambio de profesores. Me enorgullezco de presentar a su nueva maestra de Defensa Contra las Artes Oscuras; Agatha Sybile Vane Wotton. Ella es un Auror del Ministerio de la Magia y estará de seguro muy complacida de enseñarles todo lo que necesitan para sus MHB y EXTASIS -. Agatha se levantó y fue tibiamente aplaudida. Sólo en la mesa de Gryffindor y Ravenclaw se escucharon aplausos más calurosos. Dumbledore se quedó de pie junto a la profesora. Al parecer esperaba que siendo del ministerio, ella diera un discursito tipo Umbridge, pero la mujer le quedó mirando con cara extrañada y volvió a sentarse. Dumbledore carraspeó ligeramente y siguió hablando- También me alegra mucho informarles que la Profesora Trelawney ha sido restituida en su cargo de Profesora de Adivinación -.
-¡Qué bueno que nosotros no tendremos que volver a las clases con ella -. Suspiró Ron. Luego miró a Hermione. - ¿Lo ves?, El Ministerio de la Magia sigue metido en Hogwarts -. Hermione le miró enfurecida.
- Mejor cállate -.
- Las pruebas de Selección para los equipos de Quidditch serán debidamente informadas por los capitanes en el tablero de anuncios de cada casa. Los prefectos conducirán a los alumnos nuevos a sus salas, les recomiendo que no se separen de ellos, de lo contrario no podrán entrar a sus salas comunes y es muy molesto esperar hasta que los demás entren y den la seña. Después del atardecer no se podrá salir del castillo y después de las 10 de la noche la biblioteca será cerrada, así que a menos que vayan al baño, ningún alumno tendrá autorización para estar fuera de su sala común luego de las diez y treinta. Todo aquel que sea sorprendido, ya sea en el Bosque, ya sea en el patio o en los pasillos será castigado por el Jefe de su casa o los prefectos y se les sustraerán puntos. Ya no tengo nada más que decirles, por lo que doy por terminada esta reunión y pueden irse a sus salas comunes -. Todos se levantaron y salieron en silencio.
- No me pongas esa cara Hermione. Yo tenía razón, De seguro este año será como el anterior -.
- Te apuesto treinta galleons a que no -. Intervino Ginny. Ron le quedó mirando, estupefacto. Resultaba copante notar lo parecida que ella era a los gemelos.
- Hecho -.
- Ron, ya cállate ¿No entiendes que no te quiero escuchar? -. Terció la aludida, pasando a Harry y poniéndose a la cabeza de su fila gritó "Los de primero por ac", dando por terminada la discusión.
- ¡Cómo le molesta cuando yo tengo razón! -. Declaró el chico dirigiéndose a Harry y siguiendo a su amiga se fue a cumplir con su deber. Harry ni siquiera le contestó. ¿Cómo podía comportarse así con Hermione cuando en la fiesta la miraba embobado?.
El esquema de todo el día también se repitió en el Pride. La mayoría de los chicos se metieron en sus cuartos y sólo un reducido grupo se quedó frente al fuego de la chimenea, comentando lo guapa que era la nueva profesora.
- Bueno dijo Ron, haciendo como que no escuchaba nada de Agatha Vane. - ¿Cuántas MHB Sacaste? -. Harry le quedó mirando. Con la pelea, ni se había acordado de preguntar.
- Nueve... Incluso saqué una en pociones -. Dijo con orgullo.
- Yo saqué siete... Y en pociones no me fue tan mal. Creo que sí podré seguir pensando en la carrera de Auror -. Declaró Ron, con un ligero rubor en las mejillas. Luego de las MHB de los gemelos, Molly casi le hizo fiesta. Nadie en la Madriguera se esperaba que a Ronald le fuera tan bien.
- ¿Hermione? -. Dijo Harry y su amiga pareció volver de una ensoñación. Se puso roja y trató de disimularlo lo más posible.
- ¿AH? -.
- Estábamos hablando de nuestras MHB. ¿Cómo te fue a ti? -.
- Saqué doce -. Respondió ella como si se tratara de lo más normal de mundo- Nuevamente Runas Antiguas me echó a perder el promedio -. Explicó con tristeza. Ron le miraba con cara de ¿y te deprimes por eso?
- Pero supongo que eso no afectará lo que hayas decidido estudiar ¿o sí? -. Le preguntó Harry.
- No. Gracias a Dios aprobé todas las clases que se piden para seguir como Auror -. A Ron se le iluminó la cara.
- ¿Vas a estar con nosotros? -.
- Sí. -.
- Ron, ¿Vas a ir al dormitorio de inmediato? -.
- No. Tengo ganas de quedarme un poco acá -. Replicó Weasley con voz tensa. Su mirada estaba fija en un rincón, donde Ginny y Dean Thomas, se encontraban muy cariñositos.
- Bueno. Espero que descanses Hermione -. Se despidió. Y marchó a su cuarto.
Harry entró en su dormitorio y se puso a mirar nuevamente la ropa que los gemelos le regalaron. El buzo resultó ser muy cómodo y calientito, pero por más que observó sus nuevas prendas, el chico no pudo alejar sus pensamientos de aquel tema que lo atormentaba tanto como la muerte de su padrino. Cho estaba mucho más linda desde la última vez que le había visto, pero ya no le gustaba. Su corazón ya había escogido y no parecía querer cambiar de opinión; lo malo era que la cabeza de Harry no estaba de acuerdo con la elección de esta vez. Sus noches en vela no sólo se habían ido en remordimientos y oscuros pensamientos sobre la guerra que se venía ahora que Voldemort ya estaba libre, o la profecía que se cumpliría sólo cuando uno de los dos muriera... También había pensado en que estaba muy solo. Tenía ya 16 años y a esa edad se despertaban las hormonas con más fuerza que nunca. Preocupado de salvar al mundo una y otra vez de la amenaza más grande que se había cernido sobre ella, el famoso Harry Potter había pospuesto una y otra vez sus necesidades más básicas... La cara de la nueva profesora se le vino a la mente, en verdad era guapa, y Harry comenzó a recordar y recordar...
Supongo que de más está decir que esa noche tampoco pudo dormir.
El desayuno a la mañana siguiente fue más ruidoso que la comida del día anterior. Los alumnos nuevos parecían ya calmados, pero Hermione y Ron no olvidaban su pelea.
- Debes admitirlo -. Comenzó Ron, cogiendo el horario que les entregó un chico de Hufflepuff: La primera clase de ese día era DAO.- Este año será igual que aburrido que el anterior -.
- Ni siquiera nos ha dado clases -.
- No peleen más, me van a indigestar el desayuno -. Protestó Harry - ¿No creen que ya están bastante creciditos para andar como perros y gatos? -.
- Él es el que empieza - Se defendió Hermione - Creo que no tengo hambre -. Dijo levantándose de la mesa.
- ¿Adónde vas? -. Le inquirió Potter.
- A la biblioteca. No soporto el ambiente acá -. Y se marchó...
- Oye, ¿No te parece muy rara la nueva profesora de DAO? -. Inquirió Ron, cambiando el tema.
- Si, la verdad es que es bastante rara... Se comporta como si fuera uno de los alumnos. Y ese odio que le tiene a los Malfoy... -.
- Y que le dijera a Snape "Sevvy" -.
- ¿Sevvy? -.
- Sí. Cuando Malfoy fue a molestar al vagón mencionó a Snape en esos términos... ¿De dónde podrá conocerlo para decirle así?... No lo sé, esa mujer no me agrada por alguna razón; siento que nos esconde algo -. Se quedó callado un momento y siguió - ¿Quién crees que será escogido para Capitán del Equipo de Quidditch? -. Dijo, cambiando el tema.
Como la prefecto no estaba allí para recalcarles que tenían clase, Harry y Ron no se percataron e que había pasado el tiempo hasta que El Gran Salón quedó completamente vacío. Esperaban llegar a tiempo, pero un escalón cedió bajo la pierna izquierda de Potter, retrasándolos por lo menos diez minutos en lo que se liberaba el chico. Maldiciendo y recriminándose el uno al otro llegaron hasta la sala y tocaron a la puerta con miedo. Malfoy les abrió y parecía muy alegre...
- Vaya, vaya... -. Dijo Agatha y Ron habría jurado que se hallaba ante la versión femenina de Snape. La mujer, vestida con una impecable túnica negra que dejaba al descubierto su cabeza nada más, los aguardaba con los brazos en jarras. Iba con la piel muy pálida y el maquillaje destacaba el color azul eléctrico antinatural de sus ojos - Por lo que noto el señor Potter y su amiguito se creen demasiado importantes como para llegar a la hora con el resto del alumnado -. Harry no dijo nada; estaba demasiado sorprendido como para replicar o disculparse. Agatha tenía ahora el cabello muy corto y levantado en la nuca con gel N/A, para que se hagan una idea, lleva el cabello igual que Madame Hooch. - No aguantaré que los alumnos lleguen retrasados a mis clases. Si vuelven a hacerlo -. Amenazó, sus ojos azules fijos en Harry y Ron - Les aseguro que desearán que les atrape el calamar del lago antes que yo. Ahora pasen. Son cinco puntos menos para Gryffindor por cada uno -. Harry se quedó gratamente sorprendido por lo que vio entonces. No había un solo pupitre en la sala, y un aroma muy tenue a Lavanda inundaba cada rincón. El resto de los chicos, de las cuatro casas, estaban de pie cerca del escritorio del profesor y se miraban entre ellos expectantes, los bolsos amontonados en un rincón y las varitas listas en las manos ansiosas por demostrar su poder. Agatha caminó hasta el fondo de la sala. Al parecer le molestaba la luz que daba en la parte de adelante.
- Muy bien. Como estaba diciendo antes de ser interrumpida, He venido para enseñarles hechizos. Lo que hay en los libros no alcanza a darles una idea exacta de lo terribles que pueden ser las Artes Oscuras, y ahora más que nunca deben aprender. Por los comentarios que he recibido, su anterior maestra dirigió este ramo de manera negligente y aburrida. Yo no he venido a hacer pantomimas ni actuaciones para divertirlos, mi labor es la de enseñar -. Miró fijamente a cada uno de los pupilos a su cargo, como escrutando sus emociones. - En mi primera clase les voy a mostrar un hechizo de un nivel alto, pero no inalcanzable. ¿Quién me puede describir en qué consiste el 'Patronus'? -. Harry y Hermione levantaron las manos al unísono. - Me alegra ver que al menos quieres participar. Potter, ilústranos... -. Dijo Agatha con un movimiento de su mano antes de cruzarse de brazos.
- El Hechizo Patronus consiste en una especie de escudo que debe adoptar una consistencia corpórea -. Comenzó Harry, recordando las tardes con Lupin y las reuniones del ED - Se utiliza principalmente para repeler a los Dementores -.
- Muy bien -. Dijo Agatha sin inmutarse - Pero parece que te tragaste el libro de texto. ¿Cómo se invoca el Patronus y que forma adopta? -.
- Se invoca al pensar en un recuerdo que sea alegre, y sobre la forma... Eso depende mucho de la persona que lo invoque ¿Sabe?. Por lo general toma la forma de diversos animales -.
- Eso está muy bien. ¿Cuáles son las palabras exactas para invocar el Patronus, Harry? -.
- EXPECTO PATRONUM -.
- Perfecto... Has disculpado tu retraso y el de tu amigo. Son diez puntos para Gryffindor -. Dijo Vane con voz queda.- Y como veo que sabes mucho, pasa a demostrar tu patronus -. Lo miró, arqueando una ceja -. Porque debes saber hacerlo ¿no? -. Harry no tuvo que responder, sólo se limitó a ponerse al medio de la sala e invocar su recuerdo más alegre...
- EXPECTO PATRONUM! -. De inmediato un ciervo plateado salió de la varita de Harry y se quedó a su lado para que él lo acariciara.
- Profesora ¿Qué forma adopta su Patronus? -. Inquirió Hermione. Harry hizo desaparecer a su ciervo.
- ¿De veras quieres verlo? -.
- Me encantaría -. Dijo ella con genuino interés.
- Si así lo quieres... -. Agatha se puso a pensar en su recuerdo más alegre, mientras avanzaba un par de pasos. La mujer regresó en el tiempo, hasta una época oscura y triste... Y entonces le vio. Era un hombre encorvado sobre un caldero...
- EXPECTO PATRONUM! -. Un vapor plateado salió de la varita negra de la profesora y de inmediato algunas alumnas se hicieron hacia atrás, sorprendidas...
En medio de la sala apareció un gran lobo de plata con las fauces muy abiertas. Aunque no tenía voz, su manera de caminar y de abrir el hocico asustaba bastante. Rápidamente la figura se acercó a los de Slytherin y se quedó frente a Draco, quien no parecía muy impresionado. Ambos hechizos sacaron aplausos espontáneos y Agatha los recibió muy halagada, inclinando ligeramente la cabeza.
- Ya es bastante -. Y su Patronus desapareció - Como pueden ver, los Patronus adoptan la forma de un animal de acuerdo a la personalidad de quien lo invoca... Incluso al mío le he puesto nombre... Moony -. Harry, Ron y Hermione se intercambiaron miradas significativas. - Ahora, uno por uno avanzarán hasta acá, y concentrándose lo más que puedan, invocarán este hechizo -. Hermione fue la única que pasó al frente y muy orgullosa exhibió su nutria a la clase, dejando patente lo bien que le enseñó Harry en las sesiones del ED el año anterior... Harry no prestaba atención de todas maneras... Tenía la vista fija en una de las ventanas, donde la persona que le importaba se había apoyado con su desfachatez característica y observaba todo con un aburrimiento mortal... Gracias a dios que Hermione no lo notó; de lo contrario hubiera matado a Harry.
- ¡Excelente Hermione! ¡Diez puntos más para Gryffindor!-. Un rostro de regocijo que no venía al caso iluminaba el rostro moreno de la maestra... Muy pronto a los de Gryffindor les quedaría claro por qué.
- Si nadie más domina el hechizo Patronus, empezaremos a aprenderlo -.
Al finalizar la clase, Hermione y Harry estaban felices. La clase era casi tan buena como las que recibieron de Lupin. Ron se fue riendo todo el camino del Patronus de Malfoy.
- Es que ese hechizo reflejó su verdadera esencia -. Declaró el muchacho, matado de risa - Por supuesto Draco desapareció en cuanto pudo. Se sentía muy humillado por lo sucedido... Nadie jamás le había dicho algo como lo que Agatha le dijo... Y no fue lo que dijo, sino el tono que utilizó... -.
- Ron, eres muy cruel -. Harry se le quedó mirando, y los tres chicos se detuvieron bruscamente. Potter parecía muy serio, más que eso, parecía molesto.
- No te entiendo. Draco Malfoy te ha humillado desde primero y no desaprovecha la oportunidad de decirte 'Sangre Sucia'... No entiendo cómo puedes defenderlo todavía -. Dijo Harry, poniendo una cara muy especial.
- No lo defiendo, sólo lo compadezco. No hay que rebajarse... -. En ese momento Lavender Brown se acercó a ellos. Venía de su clase de adivinación y parecía la chica más feliz de la tierra. Unos minutos después se les agregó Parvati.
- ¿Y a qué viene tanta risa? -. Murmuró Lavender.
- Deberías haber estado en la clase de DAO... Nos tocaron los Patronus y Harry convocó a su ciervo... Y lo mejor de todo fue cuando Malfoy tuvo que invocar al suyo, le costó mucho pensar en algo alegre y cuando finalmente lo hizo... ¿A qué no adivinan qué forma tomó? -. Parvati le miraba como si aquello no fuera nada del otro mundo.
- ¿Cuál? -. Inquirió Lavender, que parecía un poco más interesada.
- Un Hurón -. Dijo él con un gesto teatral- La maestra dijo que era el Patronus más deshonroso que le había tocado ver... Ni siquiera alcanzaba los setenta centímetros de longitud -.
- Ron, es mejor que te comportes. Tú ni siquiera fuiste capaz de sacar un poco de vapor de tu varita -. Le recriminó Hermione.
- Ah, pero eso no es tan malo... -. Comentó Parvati, que no prestaba mucha atención.
- Pues para un Slytherin sí que lo es, sobre todo para Malfoy -. Siguió testarudamente Ron, intentando que los demás se rieran con él. Las chicas dijeron que no querían saber nada y se marcharon, porque querían ver si acaso lograban entrar al baño.
- Lo siento, Ron -. Dijo Harry dándole unas palmaditas en la espalda - Pero es difícil explicar el chiste sin que pierda la gracia. Ellas no vieron cuando Moody transformó a Draco en uno de esos y lo hizo rebotar por todo el vestíbulo... -.
-No importa. Me conformo con que Malfoy lo haya recordado... .
La siguiente asignatura era Pociones, pero Potter no pensaba en su reencuentro con Snape, sino que en otra cosa...
- ¿Lo ves? -. Comenzó Granger con su sonrisa de sabelotodo.- Vane es excelente... Y a pesar de que viene del Ministerio, no es igual a Umbridge- Ron bufó muy enojado, pero no respondió. Tenía muy presente que le debía a su hermana treinta galleons, y no sabía de dónde iba a sacarlos.
Las mazmorras recibieron a los estudiantes tan frías e inhóspitas como siempre. Draco estaba parado a la entrada, y cuando los chicos pasaron, Harry podría haber jurado que los ojos de Malfoy le horadaban la nuca, impregnados de odio.
Un sonoro portazo unos minutos después anunció la llegada de Severus Snape, que se mostraba más molesto y resentido que nunca. Seguramente había llegado a sus oídos el comentario de la clase de Vane.
- Noto que muchos de ustedes siguen aquí -. Dijo fríamente, posando sus ojos negros en Harry - Eso quiere decir una de dos cosas: O son los bastante buenos como para merecer el escritorio que ocupan... O han corrido con demasiada suerte. Y eso es lo que vamos a comprobar ahora. Me complace decirles que tenemos un examen práctico sorpresa -. Un silencio de ultratumba reinaba en la sala. Neville se quedó callado, sin hacer un solo gesto - En el pizarrón hallarán las instrucciones de la Poción Fortificante, que ya vimos el año pasado. Tienen exactamente una hora para hacerla y no admitiré errores. La poción que no tenga el color indicado cuando dejen la muestra en mi escritorio recibirá automáticamente un cero -. Todos se inclinaron sobre sus calderos, sin emitir una sola queja. La expresión de disgusto en la cara de Hermione era evidente. Seguramente pensaba en que ese día pasarían una nueva fórmula...
Ron se dejó caer en la silla al llegar al Gran Salón para la hora de almuerzo, y parecía igual de molesto que Harry. Junto a Neville, fueron los únicos alumnos que tenían por primera nota un cero redondo y negro, cortesía de Snape.
- Algunas cosas no cambiarán ni aunque Quien No Debe Ser Nombrado esté libre y armado -. Comentó - ¿Por qué no mataron a Snape durante las vacaciones?. Le habrían hecho un favor a la humanidad -. Justo en ese momento aparecieron Malfoy y sus amigos.
- ¿Qué se siente comenzar el año con un cero? -. Inquirió en tono burlón.
- No estamos para tus estupideces -. Respondió Harry, clavándole una mirada capaz de derretir acero - Ándate a la mierda Malfoy -.
- Bueno, bueno, bueno. ¿Es que Drakito no respeta ni la hora de comer? -. Draco casi dio un salto. A sus espaldas, Agatha le observaba con asco - A tu padre también le parecía divertido indigestarle la comida al resto de la humanidad... - Alzó las cejas, amenazante - Uno, dos... -. Los chicos se marcharon rápidamente a su mesa. El Gran Salón completo observaba a la profesora. No era lo usual que los maestros se acercaran a las mesas. - Potter, sólo quería avisarte que te necesito al finalizar las clases en mi despacho. Por favor no te retrases -. Y se marchó.
El resto del día transcurrió de manera calma. Luego del almuerzo les tocaba Transformaciones, con la profesora McGonagall y más tarde Historia de la Magia, por lo que Harry estuvo a punto de dormirse sobre su cena, de no ser por Ginny, que llegó muy contenta y le extendió la mano a Ron
- Son treinta galleons, por favor -. Hermione ni siquiera disimuló su risa. Luego de una opípara cena, los tres chicos se levantaron y empezaron a caminar. A la salida del Gran Salón se separaron.
- ¿Para qué te querrá Vane? -. Preguntó Ron.
- Seguramente es para hablarle de su Patronus -. Respondió Hermione, pensativa - Siento que ella sabe más de lo que aparenta saber -.
- Ella trabaja para el ministerio. ¿Recuerdan que el examinador sabía del Patronus de Harry? -.
- No lo sé, pero el misterio no durará mucho tiempo. Ya se me hace tarde -.
- Bueno, entonces nos veremos en la Sala Común -. Se despidió la chica encaminándose hacia la biblioteca. Ron la siguió.
El despacho de Agatha se diferenciaba con mucho del de Dolores Umbridge. Donde antes había cortinas de terciopelo, las paredes se presentaban desnudas y frías. Algo de sol se colaba entre las ventanas y el mismo agradable aroma de lavanda que había sentido Harry en la clase de la mañana impregnaba el ambiente. Tampoco estaban los platitos con gatos retozando; en su lugar libros de diferentes procedencias descansaban en las repisas. Muchos candelabros de plata iluminaban el cuarto y un alegre fuego crepitaba en la chimenea. El escritorio era de roble y tenía encima varios volúmenes de la misma especie de los que se veían en los libreros. Un gran butacón negro sugería que lo más indicado era sentarse en él y permitir que el fuego calentara los huesos atravesados por el frío viento.
- Hola Harry -. Le recibió la profesora con jovialidad - Me alegra que hayas llegado tan temprano -.
- ¿Para qué me necesita, profesora Vane? -.
- Ey!, Lo de "Profesora" está bien dentro de la sala de clases y en los pasillos, Acá puedes llamarme Agatha y tutearme. No sabes lo vieja que me siento cuando me dicen maestra... Me recuerda mis tiempos acá cuando era estudiante -. Dijo. Ahora acércate un poco más... Así está bien -. La mujer estaba de pie y Harry se sentía un poco estúpido y bastante intrigado.
- 'Legeremens' -. Pronunció de repente ella, sin darle tiempo a reaccionar. Un montón de imágenes pasaron ante los ojos de Harry... Y para su espanto eran aquellas cosas en las que había estado pensando la noche anterior. Un minuto después, la misma profesora detuvo la invasión y Potter se dejó caer de rodillas. Agatha chasqueó la lengua y le tendió su mano al chico
- Debo deducir que Sevvy no te terminó de dar clases de Oclumancia... Lo que sea que hayas hecho debió ser terrible -. Comentó, llevando de la mano a un ruborizado Harry hasta el sofá de cuero negro que estaba cerca de la chimenea, donde ambos se sentaron.- No me gusta mucho meterme en la mente de otras personas, porque mi técnica no es muy buena, pero necesitaba saber qué tan preparado te encontrabas -. Potter no le escuchaba. Se sentía ultrajado porque ahora ella sabía su secreto. Agatha sacó de su bolsillo una cajetilla y encendió un cigarrillo. Luego le ofreció a Potter - Fumas? -. Harry negó con la cabeza - Como un buen deportista, no te desahogas con estas cosas -. Por un largo minuto Vane dejó que el tabaco le invadiera los pulmones.
- Tranquilo, no se lo voy a decir a nadie, no me compete -. Puntualizó y las mejillas del adolescente se enrojecieron aún más.
- ¿Quién es usted?. ¿Cómo sabe lo de las clases de Snape? -. Agatha sonrió.
- Pensé que nunca preguntarías... Y eso que te di una pista... -. Harry le miró y ella se fastidió un poco - Esta mañana... Mi Patronus se llamaba Moony ¿Lo entiendes? -.
- ¿Conoce a Remus Lupin?... Es que no puedo entenderlo... Usted no aparenta tanta edad -.
- Es sólo la apariencia... -.
- ¿Y cuántos años tiene? -.
- Los que no aparento. Sí Harry, y no sólo a él, conocí a todo su grupo, si eso quieres saber. Por Remus siento mucho cariño... Aunque a Sirius siempre lo consideré un perfecto idiota -.
-¡No hable así de él! -. Exclamó, el corazón lleno de repentina cólera.
- Muy bien, no lo haré. Así como yo tengo un secreto tuyo, tu sabrás uno mío... Yo soy parte de la Orden del Fénix. Dumbledore me pidió que no te lo dijera, pero como tu amiga Granger acabaría por averiguarlo tarde o temprano... Prefiero tener el gusto de decírtelo yo -. Potter alzó los ojos sorprendido - Volviendo a lo que nos compete, quería informarte que a partir de este momento yo te daré clases de Oclumancia pero en secreto. No debes decírselo a nadie, Dumbledore me prohibió expresamente contarte algo; Para los demás me ayudas con las redacciones de los de primero... Ahora menos que nunca debes estar vulnerable, Harry. Pero te ruego que no me falles... Nadie debe permitirse un error. Lo sabes -.
- ¿Es todo lo que debes decirme? -.
- No. -. Y nuevamente se puso a fumar... A Potter le era muy molesto el humo, pero no dijo nada - ¿No me vas a preguntar nada? -.
- No, muchas gracias -.
- ¿Quieres chocolate? -.
- No, ya he comido bastante -.
- Si te quieres ir, eres muy libre de hacerlo. Tus clases serán los mismos días que te toque DAO y Pociones... Espero que eso no interfiera con tus entrenamientos de Quidditch, de lo contrario me avisas y suspendemos... No sabes las ganas que tengo de verte jugar y comprobar qué tan cierto eso de que juegas igual que tu padre... Me gustaría mucho presenciar la humillación de un Malfoy desde la primera fila... -.
- ¿Por qué odia tanto a los Malfoy? -.
- Porque pienso que de todas las familias de magos malditas que existen, ellos tienen la sangre más podrida que nadie -. Respondió ella con un brillo indescriptible en sus ojos. - A Lucius no le alcanzará la vida para pagar todas las atrocidades que ha cometido. Me gustaría que me explicaras cómo es que sabes hacer un Patronus -.
- Me lo enseñó Remus hace mucho tiempo atrás -.
- Es un gran maestro ¿No lo crees?. Él me ayudó mucho cuando era pequeña, aunque no sé si lo hizo con gusto o no -.
- Bueno, tengo que irme. Snape nos dio muchos deberes... -.
- Regresa cuando quieras, cielo. Lo que necesites saber te lo voy a contar. Durante muchos años yo viví a costillas de secretos y siento aversión por esa manera de proteger a los demás -.
Harry se levantó y salió disparado del despacho de Agatha... No podía pensar en otra cosa que no fuera en la vergüenza que acababa de pasar... Se había cuidado tanto de no rebelárselo a nadie y justo ella tenía que enterarse.
Pero no todo fue tan malo. Al llegar a su Sala Común Ron casi lo botó al piso de la pura emoción.
- ¿Qué pasa? -.
- La profesora McGonagall me llamó a su despacho cuando me iba con Hermione a la biblioteca -. Dijo Ron atropelladamente - ¿Y a que no adivinas qué me dijo? -. El chico se quedó callado y Harry se comenzó a exasperar.
- No lo adivino... -.
- ¡TÚ Y YO SOMOS LOS NUEVOS CAPITANES DEL EQUIPO DE QUIDDITCH DE GRYFFINDOR! -. Le interrumpió. Harry quedó atontado.
- ¿Qué... ? -. Susurró.
- ESO. Que tú y yo seremos los nuevos capitanes del equipo!. Me dijo que éramos los mejores del grupo y que era necesario, porque para Angelina había sido una carga terrible... ¿Te lo imaginas?. Cuando los de Slytherin se enteren se van a querer ahogar en el lago... -.
- Sí -.
- ¿Cómo? ¿No estás contento? -. Preguntó el muchacho, sin poder entender la cara de cansancio que su amigo tenía.
- Sí que lo estoy... Lo que pasa es que tengo demasiado sueño... Y no puedo creerlo -.
- Pues créelo -.
- Si... Me voy a dormir. Creo que han sido demasiadas emociones para mí en este día... -. Justo entonces llegó Hermione. Estaba en una de las mesas escribiendo una carta para Viktor.
- ¿Para qué te quería? -.
- ¿Ah?... Para nada en especial, sólo me pidió que le ayudara a revisar los trabajos de los de primero y segundo... -. Y acalló la pregunta de su amiga - Me recalcó que yo era uno de los mejores en la asignatura, y que tú ya tenías bastante trabajo -. Y se marchó.
Al llegar a su cuarto y acostarse en su cama, Harry pareció tomarle el peso a la noticia de Weasley... Se rió un rato y comenzó a pensar en las expectativas... Su padre de seguro estaría orgulloso de él y Sirius... Mirando al techo, comenzó a imaginarse con la Copa de Quidditch y con su uniforme de Capitán, rodeado de vítores como todos los años anteriores...
Y de la cara que pondría cuando lo viera...
