6 Planes de Rebelión y Ataque ---------------------------
La primera reunión del ED se definió para el cuatro de Octubre. Agatha ya no molestaba tanto a Draco porque Snape le había amenazado en mitad de un pasillo con decirle todo a Dumbledore, por lo que cada vez que Ron se topaba con Malfoy no perdía la oportunidad de decirle cosas como "Pollerudo" o "Por lo menos no necesito que la Profesora McGonagall solucione mis problemas". Malfoy hacía como que no lo escuchaba... Esperaba el partido de Quidditch para humillarlo. No iba a darle más razones a Vane para que siguiera con su juego tonto.
Harry respiraba con cierta calma, pues Remus había dado señales de vida y los Mortífagos no. Su técnica de Oclumancia había avanzado muy poco, pero luego de que Vane le regalara unos inciensos de jazmín fue capaz de conciliar un sueño reparador. Eso era un gran triunfo, porque cerrarle la puerta a Voldemort era algo muy difícil. Hermione seguía metida en la biblioteca, averiguando más sobre la profesora, pero no le contaba nada a nadie. Quería desenmascararla cuando tuviera pruebas. A Dumbledore ya casi no se le veía y las cartas de los familiares eran el único contacto de los alumnos con el mundo de afuera, porque no se le permitía la entrada a las lechuzas de El Profeta.
Esa tarde de la reunión Draco deambulaba por los pasillos de los Gryffindor. No era estúpido y había seguido a los puffies hasta uno de los pasillos, pero los perdió de vista cuando Goyle lanzó un grito.
- ¿Qué hacen aquí? -. Era la profesora McGonagall. Draco se acercó con calma justo cuando Harry y Ron bajaban las escaleras que conducían a su Sala Común.
- Está pasando algo muy raro, profesora. Unos alumnos de Hufflepuff andaban por aquí... -.
-¿Y? -.
- Desaparecieron -. Harry se quedó mirando a su jefa y esta le regresó una mirada sutilmente cómplice. Ella sabía de la existencia del ED, y por lo que hizo después parecía apoyarla.
- ¿Alumnos de Hufflepuff que desaparecen en la Torre Gryffindor?... No me venga con tonterías. Quiero que se vayan a las mazmorras y le digan a Snape que voy a hablar con él. Ustedes tienen prohibido merodear por este pasillo, más en esa actitud tan sospechosa... Creo que la Profesora Vane ya te había sancionado por lo mismo hace algunas semanas -. Malfoy se mordió un labio. Esa noche, Agatha lo pilló en los últimos escalones de una de las escaleras, cuando Weasley y Potter limpiaban el salón para la reunión, y le había dado tal grito que casi lo tiró de la escalera del puro susto. Draco tuvo que marcharse acompañado por la McGonagall, no sin antes clavar sus ojos llenos de odio en Harry.
- Casi nos atrapa -. Comentó Ron.
- Es mejor que vayamos -. Le urgió Harry - Ya veremos qué hacer con Malfoy más tarde -.
El salón de Godric (como lo bautizó Ron) tenía un aspecto muy agradable cuando acabaron de quitarle el polvo y las telarañas. La mesa había sido desplazada hacia un costado, y los cubiertos, guardados en unas cajas de embalaje para que no se maltrataran. Todos los integrantes originales estaban presentes, y Neville había llevado a Penelope.
- Quería saber si la admites -. Le preguntó luego del incidente con Snape, según recordaba Harry. Y él había dicho que por supuesto. Esa chica tenía mucha voluntad y parecía no callarse nada.
- Al parecer son los únicos retratos que no se mueven -. Le dijo Ron a Luna mientras ella observaba embelesada el lienzo de Rowena. Hermione bajó la cabeza y sólo Ginny notó que estaba molesta.
- Es una pena que no se mueva, porque Rowena era muy imponente... Y Godric era bastante guapo -. Muchos de los de Hufflepuff lanzaban suspiritos ante el cuadro de su fundadora. Les parecía una mujer muy tierna, y varios Ravenclaw examinaban el cuadro de Salazar con un interés científico total... Si exceptuamos a...
- Realmente daba miedo -. Dejó escapar Cho, que esta vez no estaba con Marietta y había llevado a una nueva integrante de su casa. Potter le reconoció como la muchacha que había hablado con él cuando Macmillan le enteró sobre el ataque del 31 de Julio en el expreso.
- Mi nombre es Samantha Shrewd. Mucho gusto -. Dijo cuando Harry se acercó al grupo.
- Mucho gusto -. Respondió Potter. Cho se dio vuelta y se sonrojó ligeramente, pero Harry le ignoró como siempre. - Espero que esta sea gente de fiar, señorita Chang -. Y se fue... El mal rato con Edgecombe todavía traía consecuencias. Ya cuando iban a empezar apareció Agatha. Iba vestida de verde botella, con una capa corta. Tenía el cabello corto y blanco, le llegaba hasta los hombros, pero todos le reconocían por sus ojos azules. De inmediato todas las caras se voltearon hacia Potter y compañía.
- Harry -. Dijo ella en tono reprobatorio y lanzó el Insonorus a la pared por la que había entrado - Malfoy andaba por acá y sino fuera por Minerva, los hubiera atrapado antes de que hicieran algo -.
- Lo siento Agatha, lo había olvidado por completo -. Potter tosió - Sé que les parece extraño, pero Agatha también es parte del ED... Gracias a ella Malfoy no nos ha descubierto -. Pero eso no tranquilizó a los chicos. Varios veían en peligro sus cargos y sus matrículas si alguien como Snape llegaba a enterarse. Hermione miró a Harry con cara de '¿ves? Te lo dije'.
- Ey!. Si tienen miedo se pueden marchar, pero estoy dispuesta a usar el Memory Charm con cada uno de ustedes. No voy a intervenir. Sólo quiero mirar cómo Harry da clase -. El resto de la sesión fue bastante tensa. Los chicos miraban a Harry con cara de nos has traicionado, incluido Ron. Cuando pasó media hora y algunos hicieron sus hechizos, Agatha se puso de pie y se marchó sin decirle nada a nadie...
- ¿Qué crees que le haya pasado? -. Inquirió Shrewd a Potter.
- No lo sé... -.
Vane corría a todo lo que le daban las piernas hacia su cuarto... Se agarraba el brazo izquierdo... ¡Mierda! Cómo dolía la maldita Marca... Voldemort estaba llamando a todos sus seguidores para comenzar con su reinado del terror.
Snape, debes revolcarte de dolor como yo en alguna parte
Voldemort estaba llamando a sus siervos con urgencia... Ya todo estaba listo. En la Mansión Riddle se reunirían esta vez. Luego de la muerte del jardinero ya nadie se acercaba a por lo menos un radio de un kilómetro de distancia a la colina... El pasto había crecido salvajemente y a todo aquel que compró ese sitio y trató de hacer algo, una extraña muerte le arrancaba las ganas de hacer toma de posesión de ese lugar. Ya completamente desvalorizada, la propiedad era parte de los bienes del Estado.
- Noto que aún me falta uno de mis siervos... -. Susurró Voldemort con calma ira. Lucius Malfoy se quitó la máscara y su Señor se acercó a él... - Quiero que tú me lo traigas, mi querido amigo, y no os daré mucho tiempo para hacerlo... Le necesitamos aquí ya -.
- Sí mi Señor... -.
- Bueno, ya que todos parecemos estar aquí comenzaré a hablar. La rebelión está punto de empezar. Os he rescatado para que sirváis de maestros para los que deseen venir y protegerse bajo mi manto -. Se dirigía a sus más fieles. - Bella, ¿Podríais traerlos? -. Lestrange se puso de pie, aún con la máscara y dos minutos más tarde apareció en la sala con siete personas. Todos llevaban la máscara y las capas.
- Ellos son los primeros de una nueva generación de horror y burla. Los que han mezclado su sangre con nuestros verdugos deben morir y haremos valer la ley. Durante siglos los Muggles nos han humillado y relegado a un último plano, temerosos de lo que podríamos hacer. Nos han llamado malditos y han arrebatado lo que por derecho nos pertenece... He sobrevivido a todo, y ahora que tengo el poder que necesito, iniciaré la limpieza del mundo... Y ustedes estarán conmigo. Los traidores serán ajusticiados, y todo aquel que pretenda oponerse a mí se considerará como un Muggle y así se le tratará -. Voldemort hizo un gesto con la mano y los siete aspirantes se acercaron.
- Sangre nueva... Deberéis pasar por el dolor y el sufrimiento... Sólo así seréis dignos de mí -. Y sonrió... - Crucio... -.
En su cuarto, Agatha sentía que iba a morirse de la fiebre que le atacaba y rogaba porque la protección que había puesto en el Salón de Godric evitara a Harry el dolor en la cicatriz... De lo contrario todo el plan se echaría a perder...
- Se... verus -. Gimió antes de lanzar un grito que desgarraba los oídos - Esto... no debe suceder... -. La mujer, tirada en el piso intentaba relajarse, sin éxito... Su mente volvía a la época en que ella y Snape estuvieron juntos, a la masacre que cometió para estar con aquel al que apreciaba más que a nada en el mundo, y una necesidad increíble de salir corriendo y acercarse a Voldemort para acallar esa quemazón le invadía.
No puedo... Mi venganza, debo pensar en mi venganza... Luego de lo que pareció una hora, el dolor se acalló y ella pudo respirar. La Marca había quemado tanto que hizo sangrar su brazo e hilos de húmeda escarlata manchaban el piso y sus dedos...
- Antes que nada, debemos destruir a los que han traicionado su contrato conmigo y se esconden... ¿Qué han averiguado de Karkarovv? -. Seguía Voldemort como si tal cosa, mientras los aspirantes se revolvían en el piso de dolor.
- Sigue en Durmstrang, Mi Señor -. Dijo Bellatrix.
- Ya veo... Lucius, tú te encargarás de eso también -.
- Yo quiero hacerlo -. Insistió Lestrange con su voz infantil... - Karkarovv me traicionó a mí -. Voldemort volvió a sonreír.
- Está bien Bella -. Concedió - Tienes una gran habilidad para hacerme satisfacer tus caprichos -. Sus dientes brillaron en la oscuridad, pero no consiguieron opacar el brillo maligno de sus ojos rojos y rasgados... Hablaron un poco más, después de que los nuevos Mortífagos fueran marcados, y cuando la reunión terminó sólo se quedó Lucius.
- ¿Qué necesita mi Señor...? -.
- Mi amado siervo... Sé que tienes un hijo -. Malfoy se estremeció. - Lo quiero... ¿Por qué no me lo regalas? -. El hombre rubio se puso de pie - Necesito a 'alguien' en Hogwarts... un 'espía para ver qué hace Albus...' -.
- Si, Mi Señor... Es suyo, así como yo soy suyo también -. Dijo con una voz sedosa y dulce.
- Así me gusta Lucius... Será muy lindo ver a toda la familia reunida -. Y luego de juguetear un rato con él, le entregó un medallón con la insignia de Slytherin grabada. - Dáselo... -. Lucius tomó el collar y se lo puso al cuello - Lucirá muy bien en él... Hará resaltar sus ojos grises ¿No es así? -.
- Sí... -.
- Debe ser igual a tí... Aunque tiene la personalidad de Narcissa ¿No es así? -. Susurró, acariciándole las mejillas con sus largos dedos, para después posarse en sus labios...
- Sí... -. Respondió él, dejándose tocar, disfrutando de esa obscuridad que lo invadía...
- Ahora vete. Necesito descansar -.
- Sí Mi Señor... -.
Empezó mi juego, Dumbledore... Ahora veremos hasta dónde eres capaz de llegar para destruirme
Severus se apareció en el cuarto de Agatha un rato después de que el dolor cedió. La mujer se puso de pie con mucha dificultad y le abrió la puerta.
- ¿Y a qué se debe esta agradable visita?... Si te ven acá van a pensar que somos amantes -. Intentó bromear.
- No estoy para tus juegos Agatha... -. A Snape le temblaba un músculo de la quijada.
- Maldito Voldemort... De seguro ya tiene preparado su próximo ataque... Vamos muy atrás... -.
- Dumbledore dijo que... -.
- No me importa... Lo único que ahora me reconforta es la esperanza de que Potter no haya sentido nada -. Snape le quedó mirando...
- Lo siento, pero es un secreto -. Replicó ella interpretando el silencio.
- Estoy muy preocupado... -.
- Obviamente. Tú eras uno de sus siervos más fieles... Yo por lo menos estoy a salvo por ahora. Lucius jura por su vida que me borró del mapa -.
- No subestimes al Señor... -. Dijo Snape en tono de advertencia. - Él sabe quién vive y quién muere -.
- Si... Tal vez, pero no creo que se lo cuente a Lucius... Ya me imagino a Tío Voldi: "oh, Lucy. Tu hermana está vivida y coleando"... -. Se burló.
- No es necesario que se lo digan. Si Lucius se ha enterado ya, es culpa tuya... Te dije que no molestaras a Draco -.
- Ya... Yo conozco a mi hermano, y si Drakito le ha enviado cartas, ni siquiera las ha leído, seguro -. Snape se quedó callado.
- Harry, estamos muy preocupados por nuestras familias, tenemos que hacer algo -. Dijo Seamus Finnigan.- Más de la mitad de los alumnos de esta escuela son de sangre mestiza o nacidos Muggle y casi todos los de Gryffindor estamos marcados por los Mortífagos... Los mismos Weasley, por ejemplo, Hermione... -. Harry recordó la noche en que fueron al Ministerio de la Magia...
- No podemos arriesgarnos... Por ahora -. Replicó.
- No sabemos nada de lo que ocurre allá afuera- Dijo Samantha - Dumbledore ha bloqueado la entrada de El Profeta a la escuela y El Quisquilloso tampoco llega... por lo menos el año pasado recibíamos las noticias... Yo soy de sangre mestiza, mi padre es nacido Muggle, y Auror, igual que mi madre de sangre pura y están cuidando un poblado al sur de Londres... Si Voldemort atacara, si ya ha atacado... ¿Cómo vamos a saberlo? -. Harry debió admitir que la chica tenía mucha razón. Él mismo durante todo ese tiempo se había preguntado eso...
- Miren -. Dijo Hermione - Sólo nos queda confiar. Llegan cartas y en ellas no se dice nada malo que esté ocurriendo. Dumbledore nunca nos haría daño... -.
- Eso es un argumento tonto -. Le rebatió Shrewd - Yo nunca he confiado en Dumbledore, yo no confío en nadie y es muy sospechoso que haya impedido la entrada de las lechuzas... ¿Quién nos dice que no revise el correo? -.
- Si Dumbledore revisara el correo, las lechuzas no entrarían en el Gran Salón como todas las mañanas, para empezar -. Dijo Granger, exasperada. - Son muchas las cartas que tendría que leer, y se tardarían mucho en llegar a nuestras manos. Por ahora no debemos cuestionarnos, sino que preparnos... -. Rápidamente los demás comenzaron a cuchichear...
- Yo pienso que lo mejor es ir a hablar con él para que deje entrar a El Profeta -.
- ¡Basta! -. Dijo Harry y todos se quedaron callados - Si Voldemort hace algo, les aseguro que nos vamos a enterar. Él no va a publicar en el diario el día de su próximo ataque... Ese periódico se ha dedicado a tergiversar la verdad en todo momento... Ahora sólo debemos enfocarnos en volvernos hábiles con nuestras varitas y seguir las clases de DAO con cuidado -.
- ¿Por qué? -.
- ¿No lo notan? -. Dijo Potter - Vane nos ha estado proporcionando armas desde la primera clase. Cosas como el hechizo Patronus son exclusivamente para que repelamos a los enemigos... -. Y a su mente regresaron las palabras de Sirius - Voldemort no sólo utiliza a los magos para atacar... Busca otras maneras de matar y destruir... -.
- Yo no confío en Vane -. Dijo Hermione. Harry la fulminó con la mirada.
- Aquí hay espacio sólo para los que confían en Dumbledore y en mí. Los demás se pueden marchar y hacer lo que les venga en gana. El Ejército tiene como único objetivo detener el avance de Voldemort, ahora que Umbridge ya se ha ido y tenemos un profesor como se debe -.
- Pero no podremos detener el avance de Voldemort encerrados en Hogwarts -. Le rebatió uno de sus compañeros nuevos.
- ¡Ya!... Esta reunión ha terminado. Todos regresen a sus salas y piensen si la próxima vez desean volver... y si lo hacen, no volveremos a discutir este tema -. Dijo Potter. - Sé que es verdad todo lo que dicen; pero llenándonos de miedo no lograremos nada. Hay que pensar en algo... -. Todos se marcharon muy molestos. Hermione también estaba enojada.
- Lo que acabas de hacer está muy mal... -. Harry pareció calmarse.
- Si sé. Pero por desgracia Dumbledore es todo lo que tenemos ahora... -.
- Evades tu responsabilidad -.
- No lo hago... Esa batalla es personal. Yo vengaré a mis padres cuando sea el momento -. Potter se había cerrado mucho por lo de la profecía... Tenía demasiadas cosas en la cabeza y el que los demás exteriorizaran sus propios temores y él no pudiera darles una respuesta lo hacía sentir impotente...
- Harry... Es mejor que te tranquilices -. Le dijo Ron con voz queda. - Estás perdiendo completamente el control.
- No puedes pretender que lograrás acabar con esta amenaza tú sólo -. Apuntó con agudeza Ginny- Quien no debe ser nombrado no es sólo una amenaza para ti, lo es para todos, y hay que ponerse de acuerdo y hablar... -.
- ¿Saben?. Hoy no tengo ganas de pensar en eso... Tienen razón, tal vez estoy algo enojado -. Y se adelantó a su cuarto.
- No sean tan duros con él -. Siguió Ginny. Dean le miraba con secreto orgullo - Es comprensible que intente hacerlo todo solo después de la muerte de Sirius Black... En vez de atacarle, hay que acercarse a él -. Todos callaron. Habían pasado por alto el tema hacía mucho tiempo. Ya casi lo olvidaban, pero Harry lo llevaba muy presente. - La vez anterior actuamos con poco tino y Harry debe sentirse aún culpable por lo que nos pasó a todos en el Departamento de Misterios. Él entendió que las cosas no son sencillas como parecían, yo también lo entendí, pero parece que ustedes lo olvidaron por completo. No sólo es necesaria la valentía, también es importante el cerebro. Y creo que eso es lo que hay que hacerles entender a los demás -.
Silencio sepulcral.
En su cuarto Harry tenía mucha rabia. Aún llovía y el agua golpeaba con fuerza los ventanales. Dumbledore bajo ninguna circunstancia debió aislar la escuela. Ellos tienen razón, pero no saben a lo que nos enfrentamos Nuevamente recordó la profecía... "Un poder que él no conoce"... ¿Qué poder será ese? Mil veces le había dado vuelta a esa parte, y no podía dar con el poder al que se refería... Harry tomó el espejo que su padrino le regaló y volvió a recriminarse por ser tan estúpido... Lo echaba tanto de menos, por lo menos sentía que él tendría una respuesta. Había sido el único que compartía sus enojos, sus sentimientos... Lupin le había dicho en su carta(siempre con las claves) que no intentara comunicarse con nadie de la Orden, que era lo mejor porque las cartas podrían ser interceptadas...
" Sé que no es fácil, pero ya nos veremos... Aguanta"
¿Aguantar? ¿Cómo iba a aguantar si ya no confiaba en Dumbledore?. Antes las cosas no eran tan difíciles, siempre se decía que Dumbledore lo solucionaría todo, que él sabía... Pero luego de la muerte de la única familia que le quedaba ya no estaba tan seguro de que él supiera lo que hacía... Se había sentido utilizado, nunca debieron esconderle la verdad por tanto tiempo, fue una estupidez hacerlo... No quería entender las razones de Dumbledore, lo único que quería era ver a su padrino... Sólo él le daba seguridad, porque nunca la había mentido... Nunca.
- ¡Sirius Black! -. Nada, como siempre.Hacía mucho que Harry no soñaba con la muerte de su padrino, y en parte debía ser por los ejercicios que Agatha le mandaba a hacer antes de dormirse todas las noches... Harry aún conservaba la esperanza de que ese velo se lo regresara, Luna también lo había dicho...
'- Vamos Harry. Tú también los oíste, detrás del velo ¿no? -.'
Por supuesto que los escuché, pero no lo sé... No quiero creer de verdad en que pueda volver... Sirius se muere todos los días, cuando lo recuerdo, cuando pienso en lo que podría haber dicho, lo que podría haber pensado de tal o cual cosa... Mientras camino por los pasillos o estaba en el andén... En el patio, cada vez que me asomo a la ventana me parece ver su silueta negra entre las sombras, bajo la forma de PadFoot Entre sus cosas, estaban los recortes de El Profeta hace muchos años. Harry se ponía a mirarlos en las vacaciones, pensando en que algún día él podría limpiar su nombre y entonces dejaría para siempre Privet Drive y viviría entre los magos, que Sirius le contaría sobre sus padres, y que el día en que se graduara de Hogwarts, Sirius le abrazaría fuerte y le diría cuán orgulloso estaba de él... Gracias a Bellatrix, a Dumbledore y a su imprudencia eso jamás sucedería... Sus sueños fueron asesinados y ya no tenía ganas de continuar en la tierra... Sólo esa venganza lo llenaba, sólo ese dolor que lo ataba cuando decía su nombre... Sólo lo que su cuerpo sentía lo mantenía con vida, persiguiendo lo imposible...
Y de cierta manera Agatha le traía todo eso a la cabeza...
No puedo dormir
Harry esperó a que todos se durmieran y salió a hurtadillas de la Sala Común envuelto en su capa invisible, vestido con su uniforme del equipo de Quidditch y la Saeta de Fuego en su mano... Su idea era volar a algún lado y poder gritar, mojarse, embarrarse... Quería desahogarse...
Llegó al campo de Quidditch sin una idea fija en la cabeza... Sus pies se movían por inercia, y ya se había quitado la capa de la cabeza... La lluvia lo mojaba, eso le hacía sentir un poco mejor...
- ¡Los odio! -. Al parecer alguien más había tenido la idea de salir en la lluvia... Una bludger pasó muy cerca de Harry, zumbando y el muchacho pudo ver en la obscuridad cómo esta regresaba al cielo... El uniforme de Quidditch que llevaba era irreconocible; negro con rojo y el cabello amarrado en una cola de caballo. Decidido a descubrir el misterio, Harry se subió a la Saeta y se elevó en el aire...
- ¡Maldito seas Malfoy! ¡Por tu culpa llevo esta maldición! -. Potter reconoció la voz ronca...
- ¡AGATHA! -. Otra Bludger pasó muy cerca de él, sólo que esta vez le pasó a llevar la punta a su escoba, donde un segundo antes había posado la mano... Vane se quedó parada y esquivó la bola, que regresaba para golpearla.
- ¡POTTER! ¡¿QUÉ MIERDA HACES ACÁ?! -.
- ¡LO MISMO QUE TÚ! -.
- ¡ESPERA! -. Agatha esquivó la pelota y detuvo el juego con dos certeros hechizos de inanimación... Las bludgers cayeron al suelo, y con un gesto, le indicó al chico que bajara... Harry obedeció. Agatha ahora se veía muy pálida, llevaba la misma cabellera que la primera clase.
- ¿No sabes que está prohibido que se aventuren a estas horas? -.
- No tenía sueño... ¿Qué haces acá? ¿No tenías guardia? -.
- No. Me toca la guardia con los prefectos de Gryffindor y Slytherin ¿lo recuerdas?. Hoy le toca a Sevvy con Hufflepuff y Ravenclaw -.
- Verdad... -.
- ¿Y cómo te fue? -.
- Pésimo. Me peleé con todo el mundo -.
- ¡Qué lata! -.
- ¿Y tú? ¿Por qué...? -.
- ¿...Estoy acá?. Es la segunda vez que lo preguntas... Tenía ganas de pegarle a algo -.
- Me había preocupado un poco, como te marchaste sin despedirte de nadie -.
- Ah!, Bueno, noté que estaba puro molestando... Entendí que ustedes solos quieren hacer las cosas, así que preferí desaparecer -. Se explicó con rapidez... - Mañana me recuerdas para pasarte algunos libros para que los uses cuando te reconcilies con todo el mundo... ¿Quieres jugar conmigo un rato? -. Harry asintió y Agatha le puso un hechizo de impermeabilidad a sus anteojos... Rápidamente el chico notó que golpear bludgers en la oscuridad mientras cae un diluvio no era cosa de broma... Varias veces estuvo a punto de caerse de la escoba y otras tantas de que las bolas le volaran la cabeza o le quebraran algún hueso. Una hora más tarde ambos estaban tirados en el pasto, mojados hasta el tuétano y completamente relajados... Había dejado de llover y algunas nubes permitían que la luna se asomara a mirar...
-... Y justo cuando ya no queremos jugar más, para de llover... Siempre es lo mismo -. Comentó Vane encendiéndose un cigarro.
- Te escuché gritar... ¿Sabes? -.
- Ah ¿Sí?, ¿Y qué fue lo que escuchaste? -.
- Algo de que por culpa de un Malfoy llevabas una maldición -. Dejó escapar Harry. Agatha suspiró.
- Sí, es verdad. Por culpa de los Malfoy llevo una maldición -. Dijo Agatha con voz cansina.
- ¿Y qué maldición es esa? -. Quiso saber Harry.
- La de nunca estar en paz conmigo misma ni con los demás... -. Dijo ella con tristeza - Su familia le hizo mucho daño a la mía y por ello estoy condenada a seguir sola hasta el final de mis días... Y tú... déjame adivinar... Estás aquí porque pensabas en Sirius -.
- ¿Cómo lo sabes? -.
- Por que si yo fuera tú no habría dejado de pensar en él -. Respondió ella - En realidad no he podido dejar de pensar en Remus... A pesar de que nunca nos llevamos bien (porque ni él ni yo teníamos ganas de llevarnos bien) admiraba mucho a Black. Él siempre actuaba a su manera y no permitía que los demás intervinieran en sus asuntos... Sólo con Remus parecía comportarse un poco -. Lo miró a los ojos - No deberías sentirte tan culpable por su muerte... Por lo que pude ver, él era tu padrino ¿no? -. Harry asintió. - ¿Y quién lo mató? -.
- Bellatrix Lestrange -. Agatha puso una cara muy extraña...
- La Lestrange... -. Susurró con la voz enronquecida - Esa hija de perra las pagará algún día... -.
- Yo le haré pagar... -. Afirmó Harry con una voz que no parecía la suya. Agatha lo miró asustada. - ... Lo que le hizo a mi padrino... eran primos ¿Sabes?... No lo entiendo -.
- Black era amigo de los MudBloods, lo sabes... Y alguien con la misma sangre tenía que matarlo -.
- ¿Qué? -.
- Es la ley de los magos... -. Comenzó Agatha - Si tú traicionas los principios de tu familia, alguno de tu misma sangre debe ajusticiarte... Es la manera más honrosa de morir... -.
- ¡Pero Sirius no tenía que morir! -. Le atacó Harry.
- ¡Yo no he dicho lo contrario! -. Harry se quedó callado - Sólo me limito a decirte la ley de los magos... Si tú deshonras a tu familia, tu familia debe cobrar su afrenta contigo -. Potter dio por terminada la conversación y estuvieron callados hasta que el frío los venció y se metieron al castillo.
