10 El Veneno Favorito de Mi Señor ------------------------------
Hermione y Ron recibieron la noticia en tenso silencio. Estaban todos detrás de los libros de Herbología y Aritmancia.
- Y para finalizar, Remus me envía una carta diciéndome que no me precipite y que 'quizás' alguien venga y nos lo expliquen todo -.
- Bueno, tampoco podías pedir una carta más detallada. Sabes perfectamente que podrían interceptarlas -.
- Lo que yo no entiendo es por qué Dumbledore no quiere hablar conmigo. Vane sigue dándome clases y muy pocas veces me ha dolido la cicatriz -.
- Hubieran visto el lío que se armó en el Gran Salón. Todos querían pegarle a Malfoy, pero él se marchó en cuanto Samantha recibió la carta -.
- ¿Ustedes creen que Malfoy ya 'sabía' que esto iba a ocurrir? -. Inquirió Hermione y a la cabeza de Harry vino el incidente de la noche anterior... Por supuesto que lo sabía. Ahora sus palabras comenzaban a tener sentido.
- Pero claro! -. Dijo Ron. - Ese es hijo del Mortífago más grande que ha existido... Su padre tiene que mantenerlo al tanto.
- Sin embargo creo que la reacción de los demás es exagerada. No porque su padre sea Mortífago, él es culpable de lo que pase afuera -. Apuntó Ginny.
- Sin embrago, es él con quién todos pueden descargar su ira -. Razonó Ron. Todos asintieron, incluido Harry.
Las clases ese día fueron muy tristes. El espacio que Samantha había dejado en las salas de clases era muy grande y los del ED iban cada vez que podían a la enfermería, pero Madame Pomfrey los echó a la hora de la cena, diciéndole que estaba tan histérica que tuvo que narcotizarla. No hubo entrenamiento de Quidditch y los Gryffindor regresaron al Pride tan silenciosos como el día del banquete. Por supuesto que los de Slytherin se pusieron a la defensiva y un apretado grupo de alumnos de quinto y sexto año se agregaron a Crabbe y Goyle para que Draco no sufriera el castigo que los de Gryffindor le tenía prometido.
- ¡¿No sé cómo puedes dormir por las noches?! -.
- Tu padre es un asesino, ¡Pero nos vamos a cobrar contigo la que le han hecho a Samantha! -.
- ¡Cerdo! ¡Seguramente tu padre te ha enviado una carta detallándote la matanza de los Muggles y los padres de Shrewd! -.
- ¡¿No te conmueve ver el dolor ajeno?! ¡Tu sangre maldita ha hecho de este un valle de lágrimas! -.
- ¡Vete Malfoy! ¡Vete de Hogwarts! -. Eran los insultos más suaves que inundaban los pasillos.
- ¡VETE! -.
- ¡CINCUENTA PUNTOS MENOS PARA GRYFFINDOR FINNIGAN! -. Bramó Snape cuando los del ED se toparon con los de Slyhterin no muy lejos de la enfermería. - ¡Y LA PR"XIMA VEZ QUE LOS ESCUCHE VOY A ENCERRARLOS EN LAS MAZMORRAS PARA QUE EL BAR"N SE DÉ UN FESTÍN! -. Draco agradeció con una tímida sonrisa las palabras de su Jefe de Casa y Snape tuvo la certeza de que ese odio le estaba afectando. Eso lo puso aún más molesto, por lo que se dio el gusto de agarrar a Finnigan por la túnica y llevarlo ante Minerva. La profesora McGonagall apareció un poco después que el grupo de Potter entrara al Pride.
- Esto ha ido demasiado lejos -. Dijo, empujando a Seamus adentro. El muchacho se veía pálido. - ¿Quiénes se creen que son, eh? -. La mujer estaba roja de rabia y los alumnos se agruparon a su alrededor, aunque no era necesario; gritaba tan fuerte que hasta en los dormitorios se escuchaba - Son alumnos de Sexto año, SEXTO, y Malfoy no tiene la culpa de lo que su padre haga o no. Él no es un Death Eater. Sé que la señorita Shrewd es muy apreciada por algunos de ustedes, pero no está en sus manos hacer justicia: Eso es tarea de los mayores, de los que están afuera ¡SU ÚNICA PREOCUPACI"N SON LOS ESTUDIOS!. Realmente me han decepcionado, pero no son mejores que los Slytherin, su rencor deben tragárselo así les duela mucho. MALFOY NO TIENE LA CULPA DE NADA, ¡ES UN ALUMNO DE ESTA ESCUELA COMO TODOS USTDES Y SI VUELVO A RECIBIR UNA SOLA QUEJA DEL PROFESOR SNAPE O ME ENTERO QUE HAN HECHO ALGO EN CONTRA DE DRACO MALFOY SUPRIMIRÉ EL EQUIPO DE QUIDDITCH Y PERDERÁN AUTOMÁTICAMENTE EL CAMPEONATO DE LAS CASAS! -. Jamás les había tocado ver a la profesora tan molesta. Hermione pudo observar que la indignación se había apoderado de ella y estaba de acuerdo con esa actitud. Los de Ravenclaw no habían hecho nada más que preocuparse por su compañera... La venganza vendría después.
Samantha no pudo ser acompañada por sus más cercanos al funeral de sus padres. Sólo Albus Dumbledore dejó la escuela con ella. El estupor y luego el miedo se habían apoderado de todos los alumnos de Hogwarts y más que nunca instaban a sus familiares a enviarles detalles de lo sucedido. La primera reunión del ED luego de la catástrofe fue más espantosa que nunca. Se guardó un minuto de silencio por los padres de Samantha, mientras Cho moquilleaba a su placer y fuerzas, y Luna estaba como ausente.
- Mi padre me dijo que fue horrible. Él llegó de los primeros y dice que los Mortífagos se excedieron... -. Pero no quiso darle más detalles a Harry, porque todos estaban escuchando.
- ¿Y qué vamos a hacer? -. Inquirió Ernie - Ya no podemos quedarnos de brazos cruzados Harry ¡Se han metido con uno de los nuestros! -. Harry lo escuchó y lo meditó mucho antes de hablar.
- No podemos hacer nada -. Dijo fríamente - Estamos encerrados en Hogwarts... Aunque quisiéramos tomar venganza no hay manera de dejar esta escuela -. Todos los que lo acompañaron al Departamento de Misterios bajaron la cabeza, pues sabían que Potter estaba mintiendo.
- ¿No te impor...? -.
- ¡POR SUPUESTO QUE SÍ ME IMPORTA!, Pero deben entender que no hay muchas posibilidades... Miren, a mí también me duele, yo también perdí a mi familia a manos de Voldemort. Ahora debemos ser razonables... -.
- ¿Razonables? -. Dijo Zacharias con sarcasmo. Le brillaban los ojos de enojo. Harry lo fulminó con la mirada.
- Creo que ya se los dije una vez -. Siguió con la voz más metálica y dura que jamás le habían escuchado. Los ojos de Godric centelleaban como los suyos - Nadie está aquí por la fuerza... No estamos listos, ustedes mismos han podido notar que nos falta demasiado para llegar al nivel de los Mortífagos... El que no está de acuerdo conmigo sencillamente se va. Si quieren tomar venganza por lo que pasó con Samantha, son muy libres de hacerlo, pero yo no voy a poner en riesgo la existencia de esta sociedad, así me termine quedando solo. No permitiré que nadie arriesgue su vida de manera estúpida sólo porque me sigue... -. Sirius había muerto por su imprudencia y esos días Harry lo tenía más claro que nunca.
- Debemos tomarlo con frialdad -. Dijo Luna. - Esto no es una afrenta sólo para nosotros, sino que para todo el mundo mágico. Potter tiene razón; no podemos hacer mucho desde Hogwarts. Para nuestra desgracia la sociedad nos tiene atada de manos, pero llegará el momento de tomar las armas, y sólo en ese momento debemos pensar... Y hay que preparase para reventar a los malnacidos que hicieron esto -. Ron no podía creerlo... Mucho menos Hermione. La manera en la que hablaba Lovegood era simplemente... Racional.
- ¿Pero cuándo llegará ese momento? -.
- Podría ser mañana mismo... Quizás los Death Eaters entren finalmente a Hogwarts o podamos salir de aquí, ¿Pero de qué vale?. Conocimiento es poder, dice el lema de los Ravens, y si no sabemos nada, dudo mucho que la valentía de los Gryffindors haga mucho por el bien de los demás... Mucho menos la fidelidad de los Hufflepuffs -.
- Lo que hemos hecho con Malfoy es simplemente una pendejería -. Dijo Hermione - No sacamos nada con golpearlo; por el contrario. Los únicos que saldremos perdiendo seremos nosotros... -.
- Nadie nos asegura que Draco Malfoy sea igual a su padre -. Concluyó Penelope y muchos le quedaron mirando como si hubiera gritado una grosería.
- Una serpiente no deja de ser serpiente por mucho que la piel cambie... -.
- Pero Draco es un chico igual a nosotros... De seguro si ustedes estuvieran en su lugar lo último que quisieran es precisamente lo que le han estado haciendo ¿No?. Uno no escoge a sus padres... Ni la manera en estos nos crían... Podemos revelarnos, pero si los demás nos odian terminaremos odiando -. Ron le miró con lástima. Penelope era tan jodidamente Hufflepuff... Pero sus palabras parecían hacer efecto. Los chicos murmuraban entre ellos y algunos asumían su culpa.
- Gracias Penelope. Yo no hubiera podido decirlo mejor... Sólo nos queda apoyarla y prepararnos... Ya saldremos de este lugar y podremos hacer lo que deseemos -. Dijo Harry y la conversación se dio por terminada.
- Creo que te has excedido un poco... -.
- Tal vez, pero era la única forma de acallarlos y que no fueran a hacer nada... Penelope tiene razón... Uno no puede escoger a sus padres, ni lo que ellos nos enseñan... -.
- Sin embargo, no creo que a Draco le haya hecho nada lo que le dijeron hoy... Los insultos simplemente rebotan contra él -.
Pero las cosas no fueron tan sencillas como Potter había pensado. Era verdad que nadie molestaba a Malfoy, pero las miradas y los murmullos a su espalda crecieron aún más... Sus compañeros de Casa le otorgaban un apoyo incondicional y los más pequeños se peleaban por defenderlo de los compañeritos de las otras casas... En realidad de los otros Gryffindors.
- Hoy pillé a Lee Johnson peleando con Uriel Van Helmont, de Slytherin... Todo era porque Johnson comentó en voz demasiado alta que los Malfoy deberían ser quemados en leña verde... Van Helmont le dijo que sólo los nacidos Muggles podían ser tan imbéciles como para creer que los hechiceros de verdad podrían ser eliminados de esa manera tan tonta... -. Comentó Hermione un día. - Fue una suerte que la profesora McGonagall no los viera, pero de seguro ese niño se lo cuenta a Snape -. Una lechuza se posó en uno de los ventanales de la Sala Común y golpeó la ventana con el pico - Esa debe ser la carta de Viktor -.
- ¿Todavía se escribe con Vicky? -.
- Bueno, no puedes negarle que tenga un amigo por correo -. Dijo Harry. El rostro de Ron se puso tan roja como sus orejas lo habían hecho un momento antes. Eso era un reproche. El rostro de Hermione fue cambiando a medida que leía la carta.
- ¿Qué sucede? -.
- Tenemos que hablarlo en secreto -. Y cogiendo de la mano a Ron, los tres salieron de la Sala Común y partieron al Salón de Godric. Así como algunos antes lo había sido el baño de Myrtle, ahora ese lugar era su centro de reuniones secretas.
- ¡Dínoslos ya! ¡Nos tienes en ascuas! -.
- Se trata de Durmstrang... Bueno, en realidad se trata de Karkarovv -.
- ¿Karkarovv? -.
- Sí... Escuchen... "No lo vas a creer Hermione, pero esta mañana Karkarovv quería hablar conmigo... Como no llegó a la cita fui a verlo a la escuela y entonces me lo dijeron... Hermione, El Morsmodre fue invocado sobre la escuela... Karkarovv está muerto -. La muchacha miró por un segundo a los ojos a Harry... - Yo voy a ir a Londres antes del final del año... Por aquí estamos todos muy conmocionados con lo sucedido... No entendemos por qué querían matarlo, mucho menos cómo entraron hasta aquí... Si hubieras visto cómo lo dejaron... Vomité del puro asco" -.
- ¿Por qué matarían a Karkarovv? -.
- Por que él los había traicionado... -. Dejó escapar Harry... - Ahora se están cobrando las traiciones... -.
- Harry... ¿Crees que vengan a por Snape? -. Dijo Ron.
- No lo sé... -. Harry no pensaba en Snape. Ese día en que le dolió la cicatriz había quedado más que demostrado que Agatha también fue una Mortífaga...
- ¿Piensas en Vane? -. Inquirió Granger... - Como sea, las cosas se están poniendo peor. Es una suerte que no nos llegue El Profeta. Esta noticia podría desatar la histeria total dentro de la escuela -.
- Parece que al fin el reinado del terror ha comenzado... -.
Agatha se enteró a través de Snape. El maestro de Pociones jamás había visto a la mujer tan pálida en todos los años que tuvo la desgracia de estar con ella. Vane ya iba en el quinto cigarrillo y aún era incapaz de articular un solo sonido.
- Por Dios! -. Exclamó cuando encendió el séptimo cigarro.
- Te he dicho que no fumes en mi despacho -. Le recordó Snape por enésima vez.
- Tu cabeza tiene precio Severus... ¿Y tú sólo te preocupas por un poco de humo?... ¡Estás enfermo...! .
-
¿No me digas que ahora tienes miedo? -.
- No tengo miedo... Es sólo que me parece increíble que lo hayan torturado, le hayan abierto las entrañas y las hayan puesto de adorno en su cuarto sin que nadie lo notara hasta que la marca brilló -.
- Siempre he dicho que todos los magos fuera de los Death Eaters son imbéciles. De seguro Karkarovv pensó que estaba a salvo entre las paredes de su castillo -.
- ¿Y tú todavía piensas ir a comprar el polvo de Bicornio a Knocturn Alley? N/A Severus siempre anda con el asuntito del polvo de "Bicornio" (Lo lamento pero es un chiste demasiado interno) ¿Quieres que te maten? -.
- No me interesa... -.
- A mí sí. Dame la maraca lista que yo voy a comprarla -. Dijo tajante la profesora...
- No voy a permitir que una simple hechicera vaya a comprar los materiales de mis pociones. No confío en el gusto de nadie más que no sea yo... -.
- Si, sí, si... Tu jodido ojo para escoger los ingredientes... Severus, aunque te duela estoy acá para cuidarte, lo quieras o no... Y así me toque usar mi arsenal Malfoy te voy a sacar la jodida listita del supermercado -.
- ¿No temes que alguien te reconozca...? -.
- ¿Me gastas una broma?... Menos mal que eres maestro de Pociones... Dame la lista -.
- Ya te dije que no. Si dejo de hacer mi vida normal creerán que tengo miedo -.
- Y si sigues haciendo tu vida normal acabarás igual que el imbécil de Karkarovv -. Severus se quedó sin argumentos, pero de todas maneras no le permitió ni siquiera el acompañarle a Knocturn Alley...
Finalmente Shrewd regresó. Había quedado en la custodia de sus abuelos maternos, pero ya no le interesaba nada... Casi estaba acabando el trimestre, las reuniones del Salón de Godric eran cada vez más cortas. La primera reunión en la que apareció la chica todos callaron e hicieron los hechizos sin emitir ningún comentario... Al final la chica se sintió tan ofendida que decidió hablar.
- ¿Qué? ¿Acaso piensan mirarme con lástima todo el resto del día? -. Dijo de repente. Algunos almohadones quedaron parados a mitad de hechizo. Harry bajó la vista y Cho ya iba a ponerse a llorar de nuevo... - Perdí a mis padres a manos de los Mortífagos y es cierto, ya no los tengo a mi lado, pero no por ello deben mirarme así... No soy un fenómeno ni nada de eso... ¿O qué? ¿Quieren saber cómo murieron? ¿Quieren que les cuente lo que le Ministro de la Magia me dijo? ¿Quieren saber cómo asesinan los Death Eaters? ¿De qué son capaces?... Destrozaron todo lo que hallaron a su paso, consiguieron que los Muggles, entre ellos mismos se asesinaran unos a otros con el maleficio Imperius... Con el Cruciatus reventaron a los niños y se rieron mientras ellos corrían de un lado a otro y se lanzaban al piso. El Avada fue utilizado sólo para los más pequeños, fue su manera de decir que aún son un poco humanos... Y mis padres lo contemplaron todo... -. La voz de la muchacha se empezó a quebrar, pero ella continuó con toda la fuerza que le quedaba... - Ellos se quedaron ahí, mientras los malnacidos mataban y violaban a las mujeres que les parecían más bonitas y luego las destrozaban para que nadie pudiera reconocerlas. Prendieron fuego a la iglesia con todos los ancianos y algunos bebés adentro y se reían y comían en tanto los gritos lo dominaban todo y se burlaban de mi madre porque no podría hacer nada para detener la matanza... y de mi padre porque no podría proteger ni a su familia... Violaron a mi madre, la mataron delante de mi padre y no contentos con ello, descubrieron que llevaba cuatro meses de embarazo y le arrancaron el bebé de las entrañas para jugar Quidditch hasta que amaneció... No sólo enterré a mis padres, sino que me tocó enterrar al que iba a ser mi hermano menor... ¡¿CONTENTOS?! ¿Querían saciar su curiosidad, no?. ¿Querían conocer lo horrible que podrían ser los siervos de Lord Voldemort?. Pues ahora lo saben... Pueden torturar a las personas de maneras que no podrían imaginarse... -. Finalmente la muchacha se puso a llorar desconsolada mientras Penelope se le acercaba y le alcanzaba un poco de agua, pero Samantha rechazó a la otra chica y se puso de pie, para acercarse a Harry...
- Harry Potter ¿Tú también perdiste a tu familia no? -. Le dijo con una voz tan dura y fría, que parecía que conversara del clima. Lo tomó por la túnica y Hermione ya iba a intervenir cuando Luna le detuvo. Con la mirada, Potter le señaló que no se moviera. - Sólo tu comprendes el horror y la rabia que puede uno llevar adentro... Te exijo que me enseñes a hacer el 'Avada Kedavra'... Voy a matar a todos esos imbéciles... Si creen que yo también me voy a quedar mirando, están muy equivocados... -. Harry le besó la frente y Samantha se quedó de piedra.
- No te lo voy a enseñar... Así como tampoco aprenderás de mí los Maleficios Imperdonables -. Le respondió con calma. Potter tenía ganas de abrazarla, pero recordó que lo menos que él quería en ese momento era un abrazo. - No te prometo nada de eso si sigues conmigo... Sólo puedo ofrecerte mi complicidad. Yo no les enseñaré a matar, sino que a defenderse... -. Samantha le dio una bofetada. Al que tuvieron que atajar ahora fue a Ron Weasley.
- ¿Te atreves a jugar con mi dolor? ¿Qué clase de monstruo eres? -.
- No soy igual a Voldemort, es todo. Estás furiosa, indignada... ¿No entiendes que eso es lo que busca Voldemort? -. A Potter realmente le estaba costando trabajo no ceder... Las palabras de Shrewd le hacían recordar el odio por la muerte de casi toda su familia, y sentía que estaba actuando igual de Dumbledore. - ¿No ves que están esperando a que nos lancemos a una muerte estúpida?. Una vez yo cometí el error de ir tras una ilusión, de dejarme llevar por mis sentimientos más profundos e intentar vengarme de inmediato... Perdí a mi padrino, casi lo único que me quedaba en este mundo por ello y arriesgué cinco vidas inocentes, gente que se involucró conmigo sólo por lealtad... ¡Mírame a los ojos!... Casi perdí la vida yo también... Puede que sea lo más honroso, pero si vamos a vengarnos Samantha, procuremos odiar mucho... No tienes ni idea del odio, de lo podrido que debe tener el corazón un ser humano para hacer esos maleficios... Yo pude escucharlo, Bellatrix Lestrange me lo dijo riendo luego de asesinar a mi padrino, y las palabras las tengo demasiado presentes... Desear de verdad causar dolor, Disfrutar con ello... La distancia entre ser salvador y victimario es muy pequeña... ¿Te gustaría convertirte en aquello que tus padres más aborrecieron? ¿Un ser sanguinario, que acabaría matando sólo por diversión? -. La chica lo miraba con atención, desconfianza al principio, pero después lo entendía todo... Era como si Harry pudiera mostrarle en una cinta de video todo lo que sucedió esa noche... Finalmente Potter la abrazó.
- Ya se los he dicho... Esto no es un juego en que podremos volver a la vida o tendremos muchas oportunidades. Por eso me gusta que lo mediten todo el tiempo... Hay que ser muy valiente y muy estúpido como para buscar venganza de inmediato o creer que esto es sencillo... Ahora, les ruego que se empiecen a ir de a tres... y pronto. No hay nada más que ver -. Los chicos obedecieron, mientras Samantha, aún aferrada a la túnica de Harry, comenzaba a llorar con más fuerza. Luego de quince minutos, sólo quedaban ella y Hermione. Cho había querido quedarse, pero Luna la agarró de un brazo y le dijo que no era momento para ser buena amiga, que si quería consolarla lo hiciera en el Salón Común... Harry y Samantha debían conversar a solas.
- Recuerda que debes salir luego. Yo te cubriré cuando salgan de aquí ¿Bueno? -. Y la chica atravesó la pared. Entonces Harry pudo abrazar a la muchacha a gusto... Los dos se sentaron en el piso.
- ¿De verdad... Perdiste a tu padrino? -.
- Si... Lo vi morir y no pude hacer nada para evitarlo y todo fue mi culpa... Yo pensé que Voldemort le hacía daño y quise salvarlo... Todo era una trampa, y lo arrastré a la muerte... Por protegerme, él perdió su vida y me dejó casi solo... Intenté matarla, vengarme por lo que le hizo a Sirius, lo que me hizo a mí y esa mujer... Tuvo aún la cara de burlarse... Nadie lamenta más que yo la muerte de cualquier persona a manos de Voldemort o de algún Death Eater... Pero llenarnos de odio no sirve, al final... Se convierte en nuestra perdición... ¿Ya estás más tranquila? -.
- Potter... Júrame que si algún día podemos pelear... Júrame por la memoria de tus padres y de tu padrino que me vas a llevar, que me permitirás pelear... Yo no quiero que nadie más vaya a pasar por esto... -.
- Sí... Te lo juro. Lucharemos juntos -.
- Gracias -. Y le besó la mejilla.
Potter se sentía bien... Tal vez sonaba algo macabro, y por cierto, lo era, pero le hacía falta que Voldemort matara a los padres de alguien más, esa niña parecía entenderlo... Samantha era tan inteligente como Hermione y a pesar de todo, mostraba mucha entereza y madurez... Podría ser una gran aliada...
Severus estaba harto de las rondas de medianoche, que siempre entorpecían la evaluación de las pociones de los del quinto año. Siempre el profesor se había refugiado en su trabajo cuando solía verse superado por las circunstancias y no tenía ganas de pensar en el pasado o en el presente... Pero esta vez no podría sacarse la guardia para trabajar, porque Agatha se había marchado a una reunión de Aurors del Ministerio de la Magia y no regresaría hasta el otro día. En verdad que era sencillo olvidar que Vane andaba en una misión para Cornelius Fudge, y hasta Dumbledore solía pasarlo por alto en varias ocasiones... Lo que Agatha debería hacer era en teoría lo mismo que había hecho Dolores Umbridge, pero como las circunstancias eran especiales, la mujer se tomaba más que un par de licencias... En esos días Draco había andado muy extraño y Severus no podía dejar de pensar en ello. El mismo Blaise Zabini se había metido en su despacho para informarle que su compañero andaba en actitudes demasiado sospechosas y se reía mucho de lo que le pasaba al resto, lo que fuera, como si no los mirara y siempre pensara en algo alegre o placentero... Se encerraba a menudo en su cuarto y no dejaba entrar a nadie hasta pasada las diez de la noche, y cuando abría la puerta, un fuerte aroma a sándalo inundaba el lugar... Era como si hablara con alguien o como si se sumergiera en meditaciones extrañas... Severus lo tomó como algo que hacía para evitar que las burlas o las amenazas del resto de los alumnos no le afectaran, pero algo en el fondo de su corazón le alertaba; Draco jamás había necesitado de algo más para estar tranquilo... Tal vez Lucius tenía algo que ver, quién podría saberlo; de todas maneras los asuntos de la Orden del Fénix le alejaron mucho de Malfoy como para averiguarlo o darse el tiempo de preguntarle directamente en qué andaba.
Por eso, aquella noche se sorprendió mucho de que tocaran a la puerta. Convencido de que era esa pesada de Agatha Vane, de regreso de su reunión Top con ese zopenco de Cornelius Fudge, abrió la puerta de su despacho para espetarle unas cuantas cosas que ya creía necesario decirle... Pero se trataba de otro Malfoy.
- Buenas noches, Señor -. Dijo educadamente Draco. Con su cabello largo y sus ojos grises y desafiantes, Severus sintió que retrocedía en el tiempo, pero no permitió que aquella sensación le dominara; no era el momento para babosadas sentimentales.
- Buenas noches, Prefecto Malfoy. Espero que lo que tenga que decirme sea rápido. En este mismo momento me dirijo a hacer mi ronda nocturna -.
- No le voy a quitar demasiado tiempo. El idiota de Zacharias Smith se ha enfermado y me toca relevarlo... -. Dijo en tono despectivo. - Sólo quería saber cómo voy con mis calificaciones del final de trimestre. Como ya sabe, estamos terminando este período y mi madre está ansiosa por saber mis notas... -.
- ¿Y para qué, si se puede saber?. Perfectamente puede esperar hasta la fecha indicada -. Narcissa no era alguien de su agrado, Draco pasó al cuarto de Severus, tan descaradamente que el otro tuvo ganas de reírse.
- Lo que sucede, Profesor Snape, es que mi padre se halla muy ansioso por sacarme de este... Complejo Educacional, dado sus decadentes programas de enseñanza -. Escuchar a Draco era escuchar a Lucius cuando se burlaba de aquellos a los que estaba matando en la época Oscura... Siempre que estaba cerca del muchacho, Severus no podía evitar pensar en Voldemort... - Y necesita una aproximación de cada una de mis asignaturas para ver si desean aceptarme en Dumrstrang después de todo... -. Tal vez era un mocoso, pero sí que sabía cómo dar órdenes.
- Comprenderás que yo no tengo el deber de acceder a la petición de tus padres, sin embargo... Lo haré. Pasa mañana a primera hora por tus papeles para que te los entregue y así tu padre haga lo que le plazca -. Dijo sin darle demasiada importancia. Había visto en los ojos de Draco la frase 'Sólo es una excusa para entrar', y nuevamente había cedido al capricho de ese joven y al suyo propio. Draco y Severus salieron juntos y tomaron sus puestos de vigilancia sin intercambiar otra palabra...
Hasta la mañana siguiente no comenzaron los problemas. Una lechuza se apareció en la ventana de Vane, despertándola. Ni siquiera había amanecido y la mujer, con un creciente dolor de cabeza, leyó el mensaje y empezó a vestirse son lo que pillaba.
'"Agatha, es imperioso que te reúnas con nosotros en la Sala de Profesores. Se trata de un asunto muy delicado que la Orden del Fénix debe tratar.
Dumbledore"'
¿Y ahora qué? ¿Qué puede ser tan grave que no puede esperar una hora más a que recupere la cara fresca como lechuga? Se inquiría la mujer, mientras se disolvía un líquido ambarino en un vaso con agua. Espero que sea de verdad bueno lo que tengan que decirme. Tengo demasiadas cosas que hacer el día de hoy y ese imbécil de Fudge que me cree todo lo que le digo... Ya se me está acabando el arsenal de mentiras Cornelius no dejaba de preguntarle a Agatha por cada movimiento que Dumbledore hacía, pero Vane no le contaba ni un tercio de lo que sucedía dentro de las paredes de Hogwarts. Para el Ministro de la Magia "Dumbledore había desactivado a su pequeño Ejército Privado debido a la notoriedad que había logrado en aquel incidente del año anterior y está algo atemorizado, Potter estaba completamente anulado por ella y nadie recibía El Profeta, pero de todas maneras se esforzaba al máximo por evitar que se armara alguna revuelta interna"... La profesora tuvo que tragarse su opinión en lo referente a la manera en la que se le avisaba a los familiares de las víctimas de los Mortífagos, pero de muy buena gana le habría dicho a Fudge que era el imbécil más grande que el mundo de la magia había conocido y también el hombre con menos tacto después de Lucius Malfoy, por supuesto... Harry le había contado el tono de la carta y lo que Samantha les había dicho en la reunión del ED.
Al llegar a la Sala de Profesores su corazón se cerró como un puño. Allí estaban Minerva, Flitwick, Dumbledore... Y Snape. Severus se veía más pálido de nunca y si Agatha no lo conociera bien, hasta podría haber asegurado que temblaba un poco...
- Estamos todos, Severus. Por favor, dinos qué ha sucedido -. Dijo McGonagall cuando Agatha llegó.
- ¿Decir?. ¿Te pasó algo Severus? -. Snape miró a Agatha como diciendo "obvio, sino, no los hubiera despertado tan temprano ¿no lo crees?"
- Alguien se ha metido en mi cuarto y robó algo muy peligroso Anoche, mientras hacía mi ronda .
- Pero... ¿Qué? -
- Un veneno que conservaba hacía mucho tiempo... -.
- Lo más extraño de todo -. Comenzó Dumbledore, con el rostro ceñudo y sombrío. - Era que nadie sabía que el Profesor Snape guardaba algo tan peligroso en su cuarto -.
- ¿Qué tan peligroso es ese veneno? - Quiso saber Flitwick.
- Con sólo algunas gotas matarías a un ser humano en cuestión de minutos -.
- Pero supongo que no conservabas tanto de ese veneno... -.
- Por desgracia no es así -. Replicó Albus. - Según lo que el Profesor Snape me dijo, tenía lo bastante como para matar a unas diez personas -. Minerva apretó los labios. Era obvio que quería reñir a Severus, pero no era el momento más adecuado para hacerlo. - Por favor, necesito que estén más atentos que nunca a cualquier cambio que ocurra. Lo que sea que salga de lo normal, deben informármelo. Quien sea que haya robado ese veneno está aquí todavía... Aguardando el instante preciso para usarlo en cualquiera de los alumnos... Sólo espero, Severus, que se trate de una falsa alarma -. Todos asintieron y siguieron a Dumbledore a través de la puerta... Sólo se quedaron Agatha y Severus.
- Ni siquiera lo digas -. Le detuvo cuando Vane iba a abrir la boca. - Ahora tú eres le encargada de encontrar al que me lo ha robado -.
- Dime qué clase de veneno era ése, Snape... ¿No sería por casualidad...? -. El interpelado asintió con un gesto muy sutil de su cabeza. Parecía que le costaba demasiado admitir que había cometido un error tan grande y tan infantil.
- Era Su veneno favorito... Sólo tú puedes mezclarte con los alumnos de las diferentes casas y dar con el culpable... Dumbledore confía en ti y cree que lo vas a conseguir -.
- Sí... Pero va a ser difícil, esto no es el Ministerio de la Magia hace 16 años atrás... Si de pronto un alumno te dice que no quiere ir a tu clase o que se siente mal del estómago, ni siquiera preguntes ¿Está claro?. Voy a comenzar por tu Casa... Los Slytherins son los que tienen más razones para sacar un veneno, y no me pongas esa cara, porque sólo algunos Mortífagos sabían quién eras tú dentro de la organización, ¿Eh?... -.
Agatha salió de la Sala de Profesores con el corazón apesadumbrado... Hacía mucho que no echaba mano de su talento natural y se dedicaba al espionaje en serio, pero confiaba en que unos simples niños de a lo más 17 años de dad no fueran a descubrirle... Severus en tanto, intentaba entender qué demonios había pasado... ¿Cómo alguien podría saber que él aún conservaba los viejos venenos de los Death Eaters?... Pero no era el momento para preguntas. Si las cosas se daban como él las había estado pensando toda esa noche luego de notar que faltaban cosas tan importantes, de seguro quien quisiera utilizar ese veneno iba a esperar a que el tema se olvidara un poco... Eso le daba tiempo a Vane de hallarlo...
En cuanto la mujer llegó a su cuarto tomó una pluma y empezó a escribir.
"Hola Thomas:
Espero que te halles con bien al recibo de esta carta. Tu hija está en perfectas condiciones, la muy pillina, pero no es por eso que te estoy escribiendo. Como me lo comentaste la otra noche casi al pasar, quería saber cómo estaba mi gato. Es verdad que te pedí que me lo cuidaras y que has hecho un gran esfuerzo para conservarlo sano, pero el pobre ya tiene sus añitos y creo que lo mejor es que se quede conmigo. Dumbledore ya me ha autorizado a tener a mi mascota conmigo y así hacer más agradable sus últimos días en esta tierra tan ingrata con los gatos en esta época del año.
Te ruego que le envíes pronto vía lechuza o vengas a Hogwarts con mi amado Elrond en tus bracitos. Él de seguro va estar muy contento con la idea
Bueno, espero que te vaya bien y llegues luego y a salvo. Sé que desde tu casa es una gran distancia.
Atte.
Agatha Vane"
Bueno, mientras más extraña suene, menos sospechas levanta Se dijo la mujer. Thomas le iba a traer a su gato al fin y ella iba a empezar a buscar ese veneno... Cualquiera podría ser el blanco y si salía de Hogwarts era aún más peligroso... Sólo ella y Severus conocían la composición exacta de ese veneno, la "Mamila de Tío Voldi", como ella insistía en decirle... Ojalá Thomas entendiera el mensaje y trajera al gato de vuelta lo antes posible... Severus, más te vale rezar porque yo encuentre ese veneno
