( SARI!!!!!!!!!!!!!!!!!!, ACA ESTA MI
SI QUIERES LA CONTINUACION DEL RIDDLE (TENGO HASTA EL CAP 41) LO QUE SUCEDE ES QUE NO PUEDO IR TAN SEGUIDO AL INTERNET, CUALQUIER OTRA PERSONA QUE NO QUIERA ESPERAR A QUE LOS ACOMODE TODOS ME LOS PIDEN TB )
Para las fans Weasley... Muéranse, Bill es mío
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El trimestre estaba llegando a su final y muy pronto serían las vacaciones de Navidad. Hermione y Ron tenían planeado quedarse, pero Harry aún no sabía si quedarse o no. Por un lado, pasar las festividades en Hogwarts era lo más sensato y lo más obvio. No se podría ir a Privet Drive, y ciertamente no tenía ganas de hacerlo tampoco. Sin embargo, le quedaba otra posibilidad, ya que Ron no creía que la familia se reuniera en la Madriguera: Grimmauld Place... Quería regresar a la casa de su padrino, porque no había tenido la oportunidad de despedirse de él... Y porque ya le había empezado a hablar al espejo, estuviera Sirius o no. Harry no era el único que andaba con misterios. Hermione logró encontrar todo lo que buscaba sobre Agatha Vane y estaba segura de que no era una mujer de fiar. Los de la Orden del Fénix no llevaban una marca visible, como los Death Eaters, y por eso era algo complicado comprobar quién pertenecía a ella y quién no. Lo que a Hermione no le agradaba de Agatha era el hecho de que tuviera metidas sus narices en todas partes y tratara a Harry como si fuera su mejor amigo y lo conociera desde el primer año...
Golpes en la puerta cierta noche de luna nueva.
- Lo lamento quienquiera que seas, pero uno; esta no es hora de tocar la puerta de una dama y dos; Estoy algo ocupada -. Gritó Agatha desde su calderito regalón en un rinconcito de su despacho. No puedo entenderlo. ¿Por qué cuando estoy haciendo de verdad algo importante, me vienen a interrumpir?
Golpes otra vez...
- ¡Bueno! ¡¿Están sordos?! ¡NO PUEDO ATENDERLES AHORA! -. Por un segundo Vane pensó que era Severus, pero obviamente no se trataba del profesor de Pociones. Él nunca había tenido necesidad de tocar la puerta dos veces... Si no le abrían a la primera, simplemente abría y entraba como si fuera su propio despacho. Algo atemorizada, Agatha abrió la puerta, no sin antes asegurarse perfectamente de tener bien agarrada su varita de escamas de dragón... Pero esa precaución estaba de más.
- ¿Qué pasa ahora, señorita Granger? ¿No nota que es un 'poquito' tarde para hacer visitas de esta calaña? -. Hermione se asomó por la puerta y notó que algo se estaba cocinado.
- ¿Qué está haciendo? -.
- Un veneno para matar a Dumbledore -. Respondió la profesora con frialdad y se quedó mirando a Granger con unos ojos que perforaban el alma. Luego sonrió, al ver que la muchacha se atemorizaba un poco. - Cuando preguntes por algo que no te interesa saber, siempre pueden responderte cualquier estupidez, querida -. Y la dejó pasar. Granger se quedó de pie, despreciando la invitación de Agatha asentarse con ella en el cómodo butacón de cuero junto al fuego.- Debe ser realmente importante lo que me quieres decir como para molestarme a las... -. Miró su reloj. - Una menos cuarto de la mañana. Por favor, haz corta tu estancia porque tengo que vigilar este veneno... -. Indicó el caldero. -No sabes lo amarga que se pone si me paso dos minutos en la cocción de las flores de cicuta -. Hermione parecía molesta.
- No se preocupe en lo absoluto, esto será muy breve -. Le dijo con esos aires de "sabelotodo insufrible" que tenía a veces. - He estado investigando todos estos meses sobre usted... Y he descubierto muchas cosas que le agradaría recordar...-.
- ¿Qué ¿Acaso piensas contarme cosas sobre mi vida que yo no sé?... Eso si que quiero escucharlo... Empieza querida -.
- No se burle... Subestimarme a veces es un error -.
- Oh! Yo nunca me atrevería a subestimarte... Sólo me agradaría saber qué tanto te importo... Porque, si te has pasado meses en la biblioteca sólo para saber de mi vida, bueno, debo ser muy especial para ti -.
- No me hace gracia... pero bueno, si tanto quiere saberlo, sí, me importa, pero sólo por el hecho de estar demasiado cerca de Harry para mi gusto... Desde siempre pensé que usted tenía algo raro y al fin he descubierto lo que es -.
- Bueno... Pero no te quedes callada. Empieza -.
- Antes que nada yo me dejé engañar por su apariencia. De verdad pensé que era joven, pero cuando llegó con la Profesora McGonagall y ella dejó que le besara la mano y además le dijo que era nuevamente bienvenida, entendí que, o había estado enseñando antes aquí o había estudiado en esta escuela. Me fui de inmediato a buscar en los anuarios de Hogwarts, y allí estaba: Reemplazante del profesor Flitwick durante seis meses. Harry me dijo que usted había conocido a su padre y a Remus, también al profesor Snape... -. Agatha sentía que estaban en clase y Hermione sólo se preocupaba de exponer los hechizos de defensa básicos que requiere un duelo. - Así que recién entonces me comenzaron a calzar las cuentas... También Harry me contó que era parte de la Orden del Fénix, pero no pude creerle. Algo me llevaba a desconfiar, más cuando se mostraba tan interesada en conocer el funcionamiento del Ejército de Dumbledore... Y entonces lo noté. Fue el día en que salió de la sala de clases apresuradamente. Ya en la sesión del ED a la que había asistido te tocó salir sin hablar con nadie... Usted es una Mortífaga, igual que Severus Snape ¿no es así?. En las dos ocasiones se llevó la mano al brazo izquierdo, que es donde yo sé que ustedes tienen la Marca Tenebrosa -. Pero las palabras de Hermione no tuvieron el efecto que ella esperaba. Agatha sólo sonrió.
- Te habías demorado mucho en agarrar los hilos e hilarlos... Ya me estabas decepcionando, Hermione Granger... Pero noto que realmente eres la Sherlock Holmes de Hogwarts, como Dumbledore y Severus me lo habían dicho... Sin embargo sigo pensando que es muy obvio como para sorprenderme... Debe haber algo más... -. Mientras hablaba, Agatha se había puesto de pie y destrozado la distancia que existía entre ella y Hermione con suaves y dulces pasos. El tafetán negro de su capa susurraba sugerentemente y un aroma muy extraño salió del caldero done la poción se cocinaba... Era como un aroma dulzón y suave, que invadía a Granger y le hacía caer en un sopor profundo... Se sentía demasiado extraña y quería escapar de ese lugar, pero las piernas no le respondían... En realidad ninguna parte de su cuerpo parecía seguir las órdenes que daba su cabeza desesperadamente
- Dime, querida... ¿Qué más sabes sobre mí? -.
- Yo... conozco su verdadero nombre y la razón por la cual odia tanto al padre de Draco Malfoy... -.
- Impresionante... Ciertamente más de lo que yo me esperaba de ti, mi querida Gryffindor... Eres muy inteligente... Sin embargo es una pena que eso no se lo vayas a contar a nadie... Porque esto no lo has hablado con Harry o con tu amiguito Ron Weasley ¿No es cierto? -. La muchacha negó con la cabeza... Sus ojos tenían una expresión ausente, vacía... - Me parece; uno nunca debe decirle nada a nadie hasta no estar completamente segura de que dice la verdad, de que lo sabe... -. Cada vez más cerca, Agatha acechaba a Hermione como si fuera su presa, esperando el mejor momento para saltarle encima y devorarle... Granger podía sentir el deseo de Agatha quemándola, desnudándola con la mirada mientras su boca decía esas cosas, intentando asustarla, sin éxito... - Es realmente una pena... Que todo ese tiempo de investigación se pierda, mi querida amiga... -. Y puso la boca muy cerca de la suya, sobre la suya, entreabriéndola casi con ternura, Hermione incapaz de resistirse a aquella invasión...
- OBLIVIATE! -. Y una luz le dio a la muchacha en la cabeza y cayó inconsciente... Agatha Vane le tomó en brazos y le llevó hasta el butacón, donde le dio una poco de la poción que tenía en un frasquito azul dentro de un bolso negro. - Ah!, Gryffindors... Siempre dejándose llevar por sus emociones, intentado redimir al mundo de a uno, sin ver que unirse y ser uno para redimir al mundo es la única solución... Eres buena investigando, pero no sabes enfrentar al enemigo cara a cara. Me parece que siempre sales lastimada... Ya vas despertando... -.
- ¿Qué... Me pasó? -.
- Ni idea. Iba hacia la biblioteca cuando te hallé tirada cerca de la Torre Gryffindor... Decidí traerte a mi habitación para reanimarte, como está relativamente cerca... -. Mintió con una naturalidad que era puro descaro; y más encima se atrevía a sonreír.
- Gracias... -. Dijo, poniéndose de pie... El mundo le daba vueltas, y ciertamente lo último que recordaba era bajar las escaleras aprisa... pero no podría asegurar por qué estaba tan inquieta.
- De verdad, es sólo una recomendación... Deja de estudiar tanto... Es importante tener buenas calificaciones, pero no lo es todo... Antes está tu salud Granger... Viendo que ya te sientes mejor, te voy a llevar a tu cuarto, donde dormirás hasta mañana en paz... Voy a hablar con los otros Prefectos y veré cuál está en condiciones de cubrirte por un par de noches... -. Vane condujo a Hermione hasta su Salón Común, donde Ron le aguardaba bastante confundido y preocupado.
- ¡Hermione! Me habías asustado tanto... -. Vane llevaba a su pupila en brazos, como si fuera una pequeña bebita.
- No... Estoy bien... -.
- Estás pésimo Granger -. Aseguró la profesora con tono autoritario. - Weasley ¿Te importaría decirme en qué dirección queda el dormitorio de las chicas?- Ron le indicó hacia una escalera un poco más allá- Gracias... Mañana esta muchachita no va a clases ¿está entendido?. No me importa lo que le toque hacer, yo le excusaré y me preocuparé de la parte académica... Ron, tú te encargarás de echarla de todas las clases y traerla a la Sala Común... Está sobrepasada señorita y ya me aburrí de advertirle que algo como lo de esta noche podría pasarle -. Y sin más cruzó el Salón y se llevó a Granger por las escaleras al dormitorio de las mujeres...
Para el otro día todos se encontraban conscientes de que el estudio estaba matando, literalmente, a su mejor alumna en mucho tiempo, y que si no hubiera sido por Vane podría haberlo pasado peor. Snape se mostró un poco condescendiente con la situación de Hermione, pero sólo por el hecho de que Agatha le había confesado que le aplicó un hechizo desmemorizador para salvar el pellejo. A media tarde, cuando Los alumnos de Gryffindor y Slytherin regresaban de una emocionante clase de Herbología, Ron y Harry se toparon con una sorpresa... Ni más ni menos que Bill Weasley los aguardaba en el vestíbulo, mientras conversaba un poco con Minerva.
- ¿Qué haces acá Bill? -. Le inquirió su hermano, después del saludo. Ginny ya se había enterado y llegó un poco después.
- Me han llamado... ya sabes... -.
- Entonces lo que me pusieron en la carta... Era verdad -.
- Lupin ha estado muy preocupado por ti... -. Bill giró la cabeza y notó que los estaban escuchando... Harry le siguió la mirada a Bill y notó que el que los espiaba era Draco... - Lo mejor es que hablemos en otro momento ¿No lo creen?... -. Y le susurró algo en el oído a Ginny, quien estaba abrazada a él todavía... Y ya cuando Bill iba a marcharse...
- ¡Claro! ¡Y de mí ni te acuerdas! -. El pelirrojo se dio vuelta y se puso muy contento cuando Agatha le extendió un dulce de limón...
- Hola! Realmente el tiempo no te toca Agatha Vane... Ya me lo habían comentado por ahí... -.
- Ya sabes... Una poción por aquí, unos polvitos por allá... Siempre hay alguna manera de detener el tiempo -. Comentó la mujer alegremente... - Pero tú estás más alto y guapo... - Comentó manoseándolo de arriba abajo de una manera que ruborizó a Harry. - Ya debes tener novia y todo... ¿A que sí? -. El chico se puso rojo... Algo que Ron jamás le había visto hacer...
- No sigas... -.
- ¿Por qué no?... Debe ser una muchacha muy guapa... Confiesa... -. Ginny miraba a Agatha y a Bill alternativamente... parecía no entender que ellos pudieran conocerse.
- De verdad... -.
- Sí, ya entendí que no me quieres contar lo que hiciste después de la escuela y todo eso... -. Dijo en tono ofendido- ve a dónde sea que vayas y más te vale no irte sin decirme adiós, de lo contrario... -.
- Desearás que te pille primero el calamar del lago... Ya lo sé -.
- Me parece... -. Bill dejó en el suelo a Ginny y Agatha le dio una amistosa palmadita en las nalgas al muchacho antes de que este se marchara, más avergonzado de lo que nunca se había sentido, considerando que el vestíbulo no se encontraba precisamente "Vacío" cuando le pegaron en...Ya saben.
- Supongo que tú te pondrás igual que él ¿No Ron?... Ah!... Me pregunto cómo estará Charlie... -. Y se fue sin decirles nada más... Potter de veras parecía desconcertado...
- Bill me dijo que lo fuéramos a ver a la cabaña de Hagrid luego de las clases -. Les dijo en voz baja y se separaron para seguir tranquilamente con su día...
No quisieron llevar a Granger a la cita porque estaba aún muy débil, y ni siquiera había despertado...
- Ahora sí... -. Dijo Bill, sirviendo algo de té. Hagrid llegará mañana y me ha pedido que lo prepare todo para que crean que ha llegado el día de hoy... -.
- ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué Remus no me ha escrito? -. Bill y Ron miraron con aprehensión a Harry... Ginny por supuesto que los había seguido. Luego de meditarlo un poco, El mayor de los Weasley comenzó a hablar.
- ¿Qué más da?. Tú estás metida hasta el cuello Ginny... Verán, Remus está en una misión para hallar ciertas cosas... hemos recibido informes y bueno, podríamos descubrir dónde se esconde Voldemort... -.
- Pero eso no es lo que yo quiero escuchar... ¿Por qué has venido? -.
- No te lo puedo decir... -.
- ¿Sabes Bill? Yo te aprecio mucho, pero esto de que "No te lo puedo decir" y que "lo sabrás más tarde" no me gusta... Dumbledore sabe perfectamente que si me hubieran contado las cosas tal y como son desde un comienzo podríamos haber evitado muchos problemas... -.
- Te entiendo, pero tampoco podemos arriesgarnos a que ustedes intenten tomar el asunto en sus manos. La profesora McGonagall está consiente de que ustedes se están organizando secretamente, y no les ha dicho nada... Incluso creo que se ha encargado de alejar lo más posible a los de Slyhterin, pero Dumbledore ya ha dado su opinión al respecto y me dijo que les avisara a los dos que si no dejaban ese juego pronto él mismo iba intervenir -. Bill había puesto, sin querer, el dedo en la llaga. Harry intentó contener su rabia lo más que pudo, pero cuando habló, su voz sonaba algo temblorosa, como si en cualquier momento pudiese comenzar a gritar y tirar cosas.
- Ese es el problema, Bill. Dumbledore ya ha cometido demasiados errores -. Ron le puso una mano en el hombro a Harry; no, no era prudente hablar de esas cosas con nadie. Potter debía serenarse un poco antes de actuar.
- Mira, yo no sé qué es lo que ha pasado en estos meses contigo, Harry, pero no debes expresarte así del Profesor Dumbledore. Estás cayendo en el mismo error en el que cayó Quien no debe ser nombrado mucho tiempo atrás; creer que era un viejo y que estaba ya demasiado mal como para tomar decisiones acertadas. Mucha gente confía en él, luego de que El Ministerio admitió que se estaba preparando y que existía la amenaza, nuestra labor reclutando gente se ha hecho más sencilla. Sin embargo no podemos cantar victoria todavía. Las cosas fuera de la escuela no son tan sencillas. Después del ataque de Halloween los hechiceros están muy atemorizados y los Muggles se hallan en la ignorancia total. Fudge no sabe cómo enfrentar el asunto y ya le ha pedido ayuda a Dumbledore... Harry, por favor, intenta entender sus razones... .
- Sí... Bill, quería hacerte una pregunta... ¿Desde cuándo conoces a Agatha Vane? -. Bill se puso rojo.
- Bueno... Hace algunos años reemplazó al profesor Flitwick en Encantamientos... Es una buena chica... -.
- ¿Ella es parte de la Orden del Fénix ¿no es así? -
- ¿Quién te ha dicho eso? -. Ginny y Ron miraban a Harry tan asombrados como Bill.
- Sólo lo supe... ¿Es verdad? -. Insistió.
- ... Sí. Ella es parte de la Orden del Fénix hace mucho tiempo. Como yo estaba en Egipto no me enteré hasta ahora... -. Admitió. Harry sonrió. Podría confiar en esa mujer. El muchacho no entró en muchos detalles durante el resto de la velada. Parecía conocer cada una de las preguntas de los chicos aún antes de que estos las hicieran y a todas respondía mecánicamente, dando la impresión de llevar meses ensayando la manera de replicar. Les contó que Hagrid nuevamente intentaba acercarse a los gigantes y atraerlos para la Orden, pero que le estaba costando más trabajo del pensado, aún después de haber ido en otras ocasiones. Habían buscado a todos los híbridos que habían podido encontrar en Europa y muy pocos parecían preocuparse de lo que sucedía. Por lo general decían que aquella no era su batalla y mantenían distancia del asunto, como los centauros. Algunos miembros nuevos de la Orden se habían dedicado a exterminar criaturas Oscuras para evitar que los ejércitos de Voldemort se nutrieran de vampiros y otras alimañas y en el ministerio Arthur y los Aurors hacían todo lo posible para descubrir a los que filtraban información y detenerles.
- Finalmente Bill se está comportando igual que mi madre -. Suspiró Ron cuando estaban en la Sala Común de la torre.
- No puedes exigirle mucho -. Razonó Ginny. - Somos sus hermanos menores. Lo último que quisiera ver es cómo nos arriesgamos. ¿No has pensado en lo mal que quedó mamá luego del Asunto del Departamento de Misterios el año pasado?. Es verdad que nos regañó mucho, pero su preocupación... La entiendo. Lo que pasa es que Bill nos conoce demasiado y sabe que vamos a salir de este lugar directamente a luchar si ellos no son capaces de hacer nada -. Harry no les prestaba demasiada atención. Bill le había alcanzado una nueva carta de Remus y tenía esperanzas de que esta dijera algo más que lo que el hermano mayor de Ron les reveló... -. Hermione se integró un poco después a la conversación. Parecía muy descansada y no recordaba nada de nada.
- Hermione, hablamos con Bill esta noche... Agatha Vane sí es parte de la Orden del Fénix, él mismo nos lo confirmó -.
- ¿En serio? -. Dijo con un poco de somnolencia - Bueno, creo que me tragaré mis sospechas respecto a ella -. Esa actitud extrañó mucho a Harry y a Ginny. -¿Saben qué pasa?... Que ya me cansé de estar jugando al detective. La profesora tenía razón. Me hacía falta descansar un poco... Ya me siento de mejor humor... ¿Qué es eso que llevas en la mano? -.
- Es una carta de Remus... Pero la voy a leer después. De seguro dice lo mismo que nos dijo Bill... Que dejáramos de lado el ED y nos comportáramos como niños buenos, sin intervenir en las cosas de los adultos -. Dijo con fastidio. - Estoy realmente harto de que nos digan lo mismo una y otra vez. McGonagall sabe que seguimos sesionando, al igual que Dumbledore... La misma profesora nos ha estado cubriendo las espaldas... Pero no logro entender qué es lo que se proponen... -.
- ¿Crees que Agatha nos traicionó y les contó a los demás maestros que estábamos en lo mismo del año pasado? -. Le preguntó Ginny con un dejo e inquietud.
- No... La profesora McGonagall no es tonta... A pesar de todo nos conoce muy bien y sabía que no nos íbamos a quedar de brazos cruzados -. Replicó Harry con firmeza. - Bueno. No sé ustedes, pero yo me voy a dormir. Buenas noches -. Y se fue de inmediato a su cuarto. Ron le siguió un poco después, luego de despedirse de su hermana y de Hermione.
Pero Harry no estaba dormido en lo absoluto... Tenía demasiadas cosas en las cuales pensar y la carta de Remus parecía gritarle que la abriera y leyera lo que decía...
Harry:
No te voy a decir estupideces, e iré directo al grano. No hay buenas noticias del mundo fuera de Hogwarts. Voldemort está reclutando a las Criaturas Oscuras y ha dejado a los Híbridos de lado. He buscado a otros lupinos y ellos me han dicho que no van a intervenir, pero no me confío. Están demasiado resentidos por la actitud de personas como Dolores Umbridge. Hagrid hace lo que puede, pero el líder de los Gigantes está pensando seriamente la posibilidad de acercarse a Voldemort... Él les ofrece a todos la oportunidad de vengarse de los abusos que los magos han cometido en su contra, y ya lo sabes... Es una oferta muy difícil de rechazar si estás lleno de odio...
Ya es vox populi que tu ED sigue en funciones, y eso parece agradarle a Dumbledore. Dice que llegará el día en el que él falte y sus hechizos para proteger Hogwarts van a desaparecer por completo... En el fondo, espera que tú protejas a Hogwarts junto a tus compañeros, pero Molly no sabe nada porque de lo contrario le daría un ataque, ya la conoces... Por consideración a ella, Harry, te ruego que alejes a Ron y a Ginny lo más que puedas de tus planes... Sabes que ella se preocupa mucho y lo de que algún día va a morir alguien de su familia ya no la deja ni dormir... Me dice siempre que trate de hacer algo por ti, pero te conozco y sé que si algo no heredaste de Lily fue justamente su prudencia... Ni su calma...
Sobre lo del ataque, ya sabemos quién fue el cabecilla... ¿A que no lo adivinas?... Malfoy. Según lo que Snape ha averiguado fue una prueba para los nuevos... Supe que la hija de los magos que fueron asesinados pertenecía a tu colegio... Lo lamento por ella, y te aseguro que no será la primera que deba llorar a su familia... Así que deberás ser fuerte porque ahora todas las esperanzas están puestas en ti... Tú ya sobreviviste una vez y ahora que estás tan cerca de Dumbledore, todo el mundo piensa que los vas a salvar junto a Albus...
Si tenías planes para quedarte en Hogwarts, cancélalos. Te vas a venir a Grimmauld Place. En los próximos días te informarán sobre cómo lo vamos a hacer, porque obviamente no vas a montarte al tren...
Eso es todo.
Remus
Harry, no te puedes quejar... La carta de Remus sí que ha sido larga... Se dijo con un suspiro. Era obvio que los asesinatos no cesarían, pero eso de que los veían a Dumbledore y a él como los salvadores del mundo le inquietaba un poco... Harry ya no confiaba en lo que hacía su profesor... Sin embargo debería disimularlo lo más que pudiese... ¡Iría a Grimmauld Place!...
- ¿No dejas todavía ese vicio Agatha? -. Dijo una voz a sus espaldas cuando ella salió de la ducha luego de un laaaargo día, secándose el pelo y con su infaltable cigarrillo en la boca. La mujer sonrió y dejó de secarse la cabellera. Elrond fue a sus pies y ella lo alzó en brazos. Se trataba de un bello gatito de ojitos ambarinos y porte tan gracioso y sensual como el de su querido abuelo, Eriol... Entonces, el visitante misterioso se reveló... Era un chico que tendría más o menos la edad de Bill. Su cabello blanco se desgajaba por su pecho y su uñeta de plata resaltaba en su mano derecha, donde sostenía un cigarro... Llevaba una capa muy pesada, con las hombreras orladas en piedras preciosas, y sus ojos verdes resaltaban sobre el pálido rostro de rasgos afilados.
- Nop!. Ya me conoces, querido... Gracias por regresarme a mi gato -.
- El pobrecito te echaba de menos... -. Replicó el otro con sencillez.
- ¿Y cómo está tu querido Apolus? -.
- Goza de una envidiable salud... Mi padre debe revolcarse en su tumba mientras yo me revuelco en la cama con él... -.
- ... Y además te das el lujo de adoptar a una niña para criarla en esa casa tan pecaminosa... -.
- Sí... Pero sé que no me mandaste una carta sólo para hablar de mi amante y mi familia... ¿Qué es lo que quieres? -.
- Es verdad... Verás, nuestro querido profesor de pociones me ha pedido que le haga un favor, lo cual me obligará a desaparecer varias clases de Defensa Contra las Artes Oscuras... Sé que también te gusta enseñar, quería que me cubrieras mientras tanto -.
- ¿Eso implica atormentar a mi amado primo segundo, Draco? -. Preguntó con interés.
- Atormentarlo no; educarlo, que suena más fino... Sí, tal vez debas dar algunas clases para ese curso también... Y con él estará ni más ni menos que Harry Potter... -.
- ¿Potter? -. Dijo pensativamente. - Sí... Me parece más que bueno conocer al chico para el cual indirectamente estoy trabajando... Pero tenemos que hablar con Dumbledore; tengo muchas cosas que hacer para la Orden... -.
- Vamos Tommy... Apolus puede cubrirte; esto debe ser lo más confidencial que se pueda... -. Thomas pareció meditarlo por un largo rato.
- Está bien, pero ya sabes lo que pido a cambio... -.
- No seas así conmigo... Que tú tengas apetitos tan especiales no debe influir... Veré qué puedo hacer por ti...- Concedió cuando el chico le dirigió una mirada reprobatoria.
- Veamos... Cabello largo, ojos azules con ribetes grises... Eso sí que va a costarme demasiado... Estatura más bien baja... Cero curvas... Ok -. Thomas cerró los ojos y su rostro se crispó un poco, como si intentara recordar algo con mucha ansiedad...
Luego de algunos segundos una copia exacta de Agatha Vane se desprendía de la capa enjoyada y contemplaba a la original desde el piso, jadeando por el esfuerzo.
- Y mi toque final... Voice Charm -. Un haz de luz de color dorado golpeó a la falsa Agatha y entonces esta se puso de pie.
- Mi querida maestra... ¿Está bien así? -.
- Perfecto -. Respondió a su vez, deleitándose con el cambio de Thomas. - Lo único que te pido es que no intentes tirártele encima a Severus ni te acerques demasiado a él... Si descubre que hay otro como yo en Hogwarts es capaz de matarnos a los dos... Ya sabes lo paranoico que está en este último tiempo... -.
- Severus... No sabes las ganas que tengo de verlo después de todos estos años lejos de la escuela... -. Suspiró Thomas con la voz de Agatha - Pero lo entiendo. No voy a hacer nada que nos pueda delatar -.
- ¿Tu hija no va a reconocerte? -.
- Espero que no... La condenada, a pesar de que me aseguré de sacarla del orfanato más Muggle que existía en Inglaterra salió maga igual... Sólo espero que mis recuerdos sobre tu comportamiento en clase me salven de cualquier apuro .
- Por el bien de todos los alumnos de esta escuela es mejor que Cassandrita no note que su papá le está dando clases... -.
