12 Hacia el 12 de Grimmauld Place ------------------------------
El clima había empeorado considerablemente luego de finalizar el mes de Noviembre. Tal y como había dicho Remus en su carta, los "pergaminos grises" siguieron llegando. Los más afectados eran los de las Casa de Hufflepuff y Ravenclaw... Cho lloraba por todo. Parecía particularmente sensible y Hermione y Luna tuvieron que consolarla en más de una ocasión, muy a su pesar.
- No lo entiendo -. Dijo Ginny durante el desayuno cierta mañana. Afuera llovía torrencialmente y Harry miraba con tristeza al techo, pensando en que realmente sería una lata ese viernes sin el entrenamiento del equipo de Quidditch... Tenía pensado preguntarle a Agatha si acaso dentro de la escuela no existiría un lugar lo bastante amplio como para entrenar... Había pensado en la Cámara, pero de seguro el Basilisco, que llevaba cuatro años pudriéndose, había hecho del sitio una verdadera "Cámara de Gases"... Además, Ginny ni muerta quería regresar allí... Y la verdad, él tampoco regresaría, a menos que se tratara de un caso extremo.
- ¿Qué? -. Inquirió distraídamente. Al seguir la vista de Ginny, Harry pudo ver a la señorita Chang con sus ojitos rojos de tanto llorar. Hermione puso los ojos blancos.
- Llora más que los que deberían llorar los deudos... -.
- De seguro recuerda lo de Cedric -. Comentó Ron, antes de meterse una tostada entera a la boca. Por primera vez en mucho tiempo, Potter sintió una sacudida en su estómago al pensar en la chica. El asunto de Diggory era uno de los pocos que no había dejado cerrados el año anterior. Tenía algo de culpa por ello, pero no iba a acercarse a Cho, porque siempre que iba a hablar con ella terminaban peleando. Por eso le trataba de Señorita Chang.
- Sí, ya lo creo, pero ¿Es necesario que se pase todo el día como una Magdalena? -.
- Eso deberías saberlo... Tú eres una chica -. Rebatió Ron.
- Ron... Si no vas a hacer ningún aporte -. Comentó Hermione, molesta. - Sería mejor que siguieras con la boca llena de pan. Le haces un favor a la humanidad -.
- ¿Qué pasa? ¿Acaso te sacaste un nueve punto nueve en algún examen? -. Harry se puso una mano sobre la cicatriz. Todos le miraron asustados y dejaron de pelear.
- Parece que voy a tener que hacer eso más seguido -. Comentó lacónicamente el muchacho cuando notó lo que ocurría. - Remus me dijo que iría a Grimmauld Place en las vacaciones de Navidad -.
- Sí... Nosotros también vamos a Grimmauld Place en Navidad -. Afirmó Ron, muy contento de cambiar el tema. - Pero sigo sin entender cómo nos vamos a ir sin necesidad del tren... ¿En escobas? -.
- Obviamente que no saldremos en escobas, Ron Weasley -. Lo interrumpió Hermione. - Eso sería como ponernos un blanco y un letrero que diga "Harry Potter, susceptible de ser asesinado" -. Ron le quedó mirando.
- ... Parece que fue un ocho el que te sacaste -.
- Sí tanto lo quieres saber, me saqué un tres en "Cómo aguantar al más odioso de los hermanos Weasley" -. Y agarró un tazón y se puso de pie - Mejor me voy a la Sala Común... Eres tan odioso... -.
- Como diría Fred: Parece que el dragón se despertó de mal humor... -.
- Muy graciosa, Ginny -.
- Ron... ¡Cállate! -. Le espetó Harry - Deben ser las rondas... Estás cada vez más infumable -. Y Levantándose, Potter y Ginny se marcharon también.
- MMMMMMMMMH! -. Dejó escapar Agatha desde la Mesa Alta. Ese día llevaba el cabello largo y negro azabache, con unos deliciosos bucles que le daban la apariencia de una chiquilla traviesa.
- ¿Qué pasa? -. Inquirió distraídamente Minerva mientras le echaba mermelada a un trozo de pan.
- Me parece que en Gryffindor necesitan las vacaciones urgente... -. La mirada de la profesora de DAO se había posado un segundo después en la mesa de Slytherin... Draco se veía un poco enfermizo y eso tenía bastante preocupado a Severus... Durante esos días Agatha se había hecho pasar por alumnos de todos los cursos y gracias a Thomas, ya había revisado casi todos los dormitorios del Nest... Sólo le faltaba la habitación que ocupaban Draco, Blaise, Crabbe y Goyle. Estaba segura de encontrar el veneno en ese lugar, pero por la descripción de Snape, ese maldito frasco podría esconderse en cualquier parte... Como no medía más que un encendedor Muggle convencional... Incluso podrían llevarlo encima, pero Vane confiaba en que un Malfoy no llevaría algo que le incriminara en la túnica, sería de veras estúpido... Vane pudo sentir los ojos negros de Severus atravesándole la nuca como si fueran dos balas certeras, pero no se inmutó... Si me pidió ayuda, tendrá que comerse los gruñidos Se dijo antes de regresar la mirada hacia el techo... No me agradan los días que llueve a la primera hora... De pronto la muchacha sintió que alguien más le miraba... Se trataba de un niño pequeño, junto a Zabini. Agatha le dirigió una mirada rápida y se levantó de la mesa sin hacer comentarios. A su vez, el chiquillo tomó su mochila y salió del Gran Salón con pasos firmes. Draco lo observaba con interés.
- ¡Qué pendejo más insoportable! -. Comentó el niño, poniéndose al lado de la maestra cuando ya estaban en el pasillo. Unos chicos de quinto de Ravenclaw pasaron por su lado en un silencio sepulcral. Dos días antes una chica de esa casa había recibido un pergamino y ahora estaba en el funeral, con Dumbledore. Por lo que le contaron a Agatha, Había perdido a su padre porque este se hallaba en el lugar y momentos menos indicados. A Vane le daba un poco de rabia no poder hacer nada desde la escuela, pero entendía que mantener los ímpetus de Potter en niveles bajos era más importante que proteger a algunos magos.
- La familia es la mar de linda! -. Replicó la mujer con calma.
- Ya recibí lo que quería para esta Navidad... Aunque faltan varios días... -. Exclamó el muchacho, fingiendo alegría.
- Muy bien... - Y abrió la puerta de su sala. - Pasa, pero sólo tenemos diez minutos antes de mi clase con los de sexto año -. Su tono de voz había cambiado por completo
- Vendrán a buscarlos -. Murmuró el chico.
- ¿En qué? -. Preguntó ella, como si tal cosa.
- Te mueres... Moody quiere desilusionarlos a todos y sacarlos con la guardia, como el año pasado cuando los llevaron a Grimmauld... -.
- Alastor... -.
- Pero no te preocupes. Se desechó la idea. Dicen que lo más seguro es sacarlo por la Casa de los Gritos, en la noche, y de allí llevarlos en automóvil... -.
- No lo sé. Pero creo que un auto no es lo bastante seguro para Potter y su compañía. ¿Tengo algo más que hacer Thomas? -.
- Sí. Si vas a revisar el cuarto de Draco, debes hacerlo ya. Sus padres cambiaron los planes y pretenden pasar las vacaciones con él. Mi madre les ofreció la casita de campo en Escocia... Narcissa está loca por salir de Inglaterra antes de que los empiecen a seguir los de la O.F. -.
- Ah... Tu madrecita... -.
- Ya sabes... Narcissa es su favorita luego de que yo le dije que no me iba a casar ni a darle descendencia pura a los McKellen... Draco está muy ansioso por ir, pero no suelta prenda sobre su padre. Siempre que esa niñita, Parkinson, le pregunta por su familia, él habla sólo de Narcissa y luego se ríe... -.
- Muy bien... ¿Se sigue encerrando? -.
- Sin falta. De ocho a diez de la noche. Blaise ha empezado a quejarse de que los inciensos le provocan dolor de cabeza -.
- Me parece. Tendrás que transformarte aquí y ya... No tienes nada que no haya visto antes -. Le dijo la muchacha cuando Thomas iba a quejarse. - A menos que seas un fenómeno y por eso Apolus ande con una sonrisa de oreja a oreja todo el día... -.
- Sigue Agatha, y me regreso a casa -. Amenazó el niño mientras se desnudaba. Agatha también se quitó un poco de ropa y ambos se miraron muy bien antes de tomar la apariencia del otro. En menos de dos minutos empezaron a llegar los de Slytherin y el niño se puso rojo, bajó la cabeza y salió por patas hacia su clase con Snape. Zabini miró con desconfianza a Agatha.
- ¿Qué? -. Le inquirió este en tono despectivo y antipático- ¿No puede acaso un Slytherin intentar mejorar sus desastrosas calificaciones conmigo? -. Zabini no dijo nada y se quedó parado junto a Draco. Como ya era una costumbre, la sala de DAO estaba completamente despejada. El grupo de Potter fue el último en entrar.
- ¿Qué le sucede al pobre Drakito, Pansy, querida? -. Inquirió la maestra con voz engañosamente dulce cuando Pansy murmuraba algo en el oído de Draco.
- Nada, Profesora Vane -. Dijo de inmediato ésta al verse descubierta en falta.
- No, es que si él se siente mal lo puedo llevar a la enfermería. Por mí encantada... Ya sabes que no me gusta mucho que la gente cuchichee en mi clase y se dé el lujo de interrumpirla -. Todos se pusieron tensos.
- ¿No crees que está un poquito malhumorada el día de hoy? -. Le inquirió Ron a Harry.
- Verás Weasley, lo que sucede es que esta mañana he terminado de revisar sus pruebas teóricas de duelo y hechizos defensivos -. Dijo la mujer sacando de su bolso negro una carpeta. Hermione observó con inquietud que la cubierta gris llevaba escrito la palabra "Desastre" con letras muy grandes y rojas marcadas a plumón. -... Y como verás, por tu calificación, no me ha agradado mucho su rendimiento -. Ron se puso rojo y ocultó la prueba. Harry pudo contemplar el número "4" antes de que su amigo le lanzara una mirada de enojo fulminante. - Debo rescatar que por lo menos ya sé bien quiénes conforman la mitad del curso que se preocupa más de Quidditch y cualquier otra cosa que de aprender en Hogwarts... Eso explica que la Profesora McGonagall está al borde del infarto, esa buena mujer -. La profesora repartió las calificaciones y regresó a su lugar predominante en la sala - Resumiré su situación si se enfrentaran, teóricamente, a alguna Criatura Obscura en dos palabras nada más: "Están fritos" -. Varios tragaron saliva.- Me he esforzado al máximo por darles una buena educación y ayudarlos a varios de ustedes con clases particulares. Realmente me habían sorprendido con lo del Patronus, pero noto que eso fue sólo suerte de principiantes... Granger, Zabini, Drakito, Potter y Shrewd, al frente -. Algo atemorizados, los cinco muchachos se acercaron a la maestra. Draco parecía bastante molesto. Agatha les ordenó con un gesto de la mano que miraran a todos sus compañeros. - Ellos son los únicos que parecen entender que esto, ahora, no es un ramo para dejarlo atrás. Les he enseñado las bases de un duelo en este trimestre, y nadie se lo tomó en serio más que ellos -. Los ojos de la profesora brillaban amenazantes, y su manera de caminar era tétrica, como si quisiera asustarlos. La mano de la maestra se posó en el hombro de Harry, para después caminar hasta Draco y hacer lo mismo. Los dos adolescentes se lanzaron miradas llenas de odio. - Ahora vamos a repasar de manera práctica los diferentes hechizos de defensa... A ver si por lo menos algo les ha quedado en la cabeza -. Agatha se comportó durante el resto de la clase de manera muy antipática y dura con los alumnos. Insistía en que Draco y Blaise no hicieran pareja, pero tampoco los mezclaba con los chicos de las otras casas, Los de Slyhterin se enfrentaron a ella solamente.
En El Nido, en tanto, la verdadera Agatha Vane, bajo la apariencia de un niño de primer año, utilizaba una ganzúa para entrar en el cuarto de Malfoy.
Maldita sea, esto no lo hago desde que me dejaban fuera de casa por tardarme demasiado... A ver... Un poco a la izquierda... ¡Presto! Y entró en la habitación. La cama de Draco era la más cercana a la ventana, frente a la que, por el orden y el pijama, debería ser de Zabini. Vane revisó todo lo que pudo, luego de ponerle un hechizo de impasibilidad a la puerta... Pero no halló el frasco en ninguna parte. Cada envase en toda esa habitación fue revisado minuciosamente con un detector líquido de venenos que Snape había creado; si era un veneno, reaccionaba coloreando el contenido de diferentes tonos. La profesora quedó muy inquieta luego de meterse entre las pertenencias de Draco. No había una sola carta de Lucius, y algunos libros de La Sección Prohibida estaban escondidos bajo la cama... Tenía tizas en una caja y un gran estuche de terciopelo contenía los inciensos que seguramente ocupaba cada noche. Para desgracia de Agatha, no podría expulsarlo de Hogwarts por eso... Muchos alumnos jugaban con círculos mágicos marcados con tiza en el piso y meditaban en las noches... Ella misma se los había dejado de tarea... Pero ya iba a hablar con Snape sobre la Sección Prohibida...
- Esta es mi tarea para sus vacaciones. Deberán dejar de lado los dulces y los regalitos; Quiero una redacción de un metro y medio sobre las teorías que he pasado este trimestre y deberán confeccionar un plan de ataque para ser utilizado más adelante... Eso es todo, pueden marcharse -. Los chicos dejaron la sala en medio de airadas protestas en voz baja, para evitar la sustracción de puntos. Harry se acercó a la profesora cuando Malfoy dejó la clase Y se quedó mirándola...
- ¿Qué pasa Harry? ¿Ya se me ven las arrugas? -. Inquirió la mujer en tono de falso enojo.
- No es eso... Quería saber si acaso podría verla esta noche... -.
- ¿Me va a invitar un trago? -. Harry no sabía qué decir.
- Era broma... Está bien ¿Te parece a las siete? -. Harry asintió.
- Perfecto. Entonces nos veremos -. Y sin más los dos salieron del salón y separaron sus caminos.
- ¡¿Un metro y medio?!... Ni siquiera Snape nos envía tanta tarea -. Se quejó Ron.
- Bueno... las calificaciones eran desastrosas -. Comentó Hermione. A Weasley se le empezaron a colorear las orejas.
- EH! Ni una sola palabra Ron -. Le advirtió Harry. - Esas notas te las sacaste tú solo -. Ron le dio un empujón a Harry y se fue a la Torre de Gryffindor solo.
- Creo que se nos pasó un poco la mano -.
- El Quidditch no lo es todo, y debe entenderlo -. Replicó Granger. - Pero la profesora Vane se hallaba un poco más irritable el día de hoy ¿No lo crees? -.
- Sí... Debe haber tenido un encontrón con alguien... -. Dijo Harry distraídamente.
Agatha llegó a su cuarto por la tarde con ganas de tirarle un Cruciatus al primer imbécil que atravesara la puerta. Acababa de llegar del despacho de Snape, luego de tener una fuerte discusión con él por causa de Draco.
- ¿Lo ves? -. Le había dicho Severus con su rostro de triunfo y su sonrisita adornándole la cara. - Ya deja en paz a Draco -.
- Estás completamente enfermo!. ¿Cómo se te ocurre dejarle un pase para que saque lo que quiera de la biblioteca? -.
- Por lo menos él pidió autorización... Tú falsificabas el pase -. Vane se quedó callada.
- Mira... -.
- No hay nada tan grave en que un chico de sexto año se dedique a leer libros oscuros... -.
- Nosotros leíamos los libros de la Sección prohibida en sexto ¡y mira dónde acabamos!... Te lo advierto Snape... Draco va a seguir los pasos de su padre y tú sólo lo estás alentando a continuar con tus "medidas paternales"... -.
- Yo te pedí que sólo buscaras un veneno... Sino lo hallaste en el cuarto de Draco quiere decir que él no lo tiene -. Replicó llanamente. - ¿Por qué no va a tenerlo alguno de Ravenclaw? -.
- Parece que te pusiste una botellita de Brandy esta tarde querido... ¿Qué va a hacer un Ravenclaw con una botella de veneno?. ¿Enviársela a Lord Voldemort por correo? -.
- ¡Pues es eso lo que tú debes averiguar! ¡Sale de mi cuarto y no regreses hasta que hayas encontrado ese veneno Agatha Vane! -. Por eso cuando tocaron a la puerta Agatha tuvo que contenerse. La mujer se levantó de su butacón y caminó hasta la puerta. Casi se fue de espaldas cuando se topó con Harry.
- ¿Qué haces acá? ¿No que no tenemos clases hasta después de vacaciones? -. Potter le quedó mirando con una expresión algo estúpida en el rostro.
- ¿No lo recuerda?... Le pedí que nos viéramos el día de hoy y usted me dijo que viniera a las siete... Ya son las siete -. Y para más remate Thomas que no me dice lo que hizo hoy en mi clase
- Perdona... Es que estoy un poco ofuscada y bueno... Se me olvidan las cosas. ¡Pero pasa muchacho! -. Le dijo en tono agresivo. Jamás Harry le había visto de tan mal talante.
- ¿Y para qué quieres verme? -. Le preguntó encendiéndose un cigarro.
- Bueno... Es que Remus me escribió que me iría a Grimmauld Place estas vacaciones, pero no especificó cómo saldríamos de aquí... -. Agatha suspiró para despejarse un poco las ideas. También había hablado brevemente con Minerva sobre aquel tema y como ella la que más se juntaba con Harry...
- Vale... Te sacaremos esta noche junto a tus amigos... Se me había olvidado decírtelo a la hora del almuerzo. Llegaremos hasta la Casa de Los Gritos en Hogsmeade y desde allí nos apareceremos cera de Grimmauld Place. Diles a tus amigos que lleven una mochila sólo con lo necesario y capas oscuras, ojalá no las del colegio... Y tengan las varitas listas... Sabes que todas las paredes de este castillo tienen muy buenos oídos... -.
- Muy bien... -.
- Estarán Tonks y Kingsley... Y deben estar en la Sala Común a más tardar las tres de la mañana esta noche... Minerva y yo nos encargaremos de sacarlos del castillo ¿está claro?. Se supone que hoy no hay guardias -.
- Está muy claro... -.
- Ya... ¿Quieres decirme algo más? -. Agregó en tono cortante. Estaba fastidiada y se sentía algo humillada por no poder probarle a Severus que Draco andaba en algo raro.
-¿Por qué estás tan molesta? Desde la mañana que andas así... -.
- Tuve una pelea por ahí... Pero no te preocupes. YA me voy a poner de mejor humor. Cuando lleguemos a Grimmauld Place te voy a dar un regalito -. Le dijo en tono malicioso.
- ¿Regalito? -.
- Sip!. Pero debes esperar hasta que lleguemos allá... -.
- ¿Eso quiere decir...? -.
- Exacto. Voy a pasar las vacaciones contigo... Oye... ¿No te emociona pensar que vas a regresar allí luego de la muerte de Sirius?... Va a ser algo complicado... -. Preguntó con un tono fúnebre. Potter entendió que cuando decía "Emoción" se refería a lo mucho que le iba a doler regresar a ese lugar.
- Sí... Pero ya estoy preparado. Tengo muchas ganas de ir a la casa de Sirius... -. Replicó con seguridad.
- Está bien... Y quiero ver a Ron hacer su tarea... Ese no me vuelve a sacar un cuatro en una prueba aunque tenga que ponerlo a pelear con Dementores para que recuerde cómo se pelea en un duelo -.
- No lo presiones tanto... Ron se ha echado al hombro responsabilidades que me corresponderían a mí -.
- Mira. Lo más que puedo hacer por él es sacarlo de algunos turnos, pero nada justifica que le vaya tan mal en mi ramo siendo que es parte del ED y además estuvo contigo en el Ministerio Aquella vez ¿NO?... Harry, de verdad, no es que yo quiera hacerlo sufrir un colapso nervioso, ese es trabajo de Sevvy, pero si se pone a hacer tantas cosas a la vez es porque puede con ellas. Si no, mejor que deje el cargo de Prefecto ¿No lo crees?. Mira a Hermione. Está hasta el cuello y aún así sigue estudiando como si tuviera todo el tiempo disponible... A propósito ¿La obligan a dormirse, verdad? -.
- Sí... Está como obsesionada y ahora anda más rara que nunca... -.
- ¿Rara? -. Un escalofrío estremeció en cuerpo de la maestra, pero no permitió que Harry lo notara. - ¿A qué te refieres exactamente, querido? -.
- Eso. Que anda rara... -.
- Rara... Ok, ya veremos qué tan rara anda por la madrugada. Ahora te sugiero que te vayas a dormir un rato... Será un viaje más o menos largo por pasadizo del Sauce -. Harry se despidió algo confundido y se marchó. ¿Por qué Agatha ponía tanto énfasis en lo de "Rara"?... ¿Qué le importaba a ella si Hermione andaba rara?...
A las tres de la mañana en punto se abrió el cuadro. La Dama Gorda reclamaba que no eran horas de andarla despertando, pero Minerva le dijo sencillamente que si no quería seguir, perfectamente podría habitar el cuadro de Sir Cadogan...
El cuadro se enojó mucho y cuando cerró la puerta masculló algo, pero nadie sabría qué exactamente. Todos llevaban mochilas, y cuando notaron que Agatha llevaba una mochila Ron no pudo evitar la pregunta.
- Te informo que me voy a atormentarte todas las vacaciones de Navidad, a ver si por lo menos puedes hacer la tarea correctamente -. Le respondió en un tono seco antes de que Harry pudiera responder a la pregunta que le habían hecho a él. Caminaron por el pasillo y cuando llegaron a la escalera McGonagall rompió el silencio.
- Potter, quiero que se cubran todos con tu capa, por favor -. Harry sacó la capa y los cuatro muchachos se cubrieron. El avance hasta el patio fue algo lento. Agatha se encargaba de atrapar a todos los insomnes que rondaban por los pasillos y Minerva vigilaba a los chicos con disimulo.
- Buenas Noches, Agatha ¿Qué haces fuera de la cama a estas horas de la noche? -. Le inquirió Snape en un tono sarcástico. Ninguno de los dos había olvidado la pelea de la tarde. Minerva y los chicos llegaron un poco más atrás.
- Eso no te importa, Severus... - Replicó la mujer en tono agresivo.- Pero si tanto quieres saberlo, salimos con Minerva a mirar las estrellas ¿Quieres unirte al "Less Party", Querido? -. Severus le lanzó una mirada asesina y siguió de largo. McGonagall se acercó a Vane.
- Está bien que nadie debe enterarse de lo que estamos haciendo, pero no tenias que responderle en ese tono -.
- Lo lamento, pero es que me enfurece a veces... Tiene la narizota tan grande que no ve nada de nada -. Comentó ella muy molesta. Ron recibió un codazo en las costillas por reírse muy alto. Luego de lo que pareció casi una hora lograron dejar el vestíbulo y cruzaron las puertas. Hermione llevaba a Crookshanks en sus brazos, pero ya le estaba costando algo de trabajo. El gato estaba loco por estirar las patas.
- No es necesario que lleven la túnica -. Dijo Agatha aún molesta y los chicos se revelaron ante la noche fría. Ginny desconocía por completo el pasadizo que existía a los pies del Sauce contra el que Harry y su hermano se habían estrellado en el segundo año, por lo que no pudo evitar quedarse boquiabierta cuando la mascota de Hermione escaló por el tronco y apretó el nudo con sus garras afiladas.
- Hasta aquí llego yo. Vane. Eres la responsable de que estos chicos lleguen a Grimmauld Place sanos y salvos -.
- Sí Profesora McGonagall -. Replicó esta con voz monótona - Yo los voy a proteger. Nos veremos mañana a primera hora -. Y sin más todos desaparecieron a gatas por la rampa antes de que el sauce volviera a agitar sus ramas, amenazante.
- ¿Y esto? -. Preguntó Ginny.
- Bueno... ya saben que son personas realmente célebres... Potter tiene un club de fans que no lo ha visto en meses... Dumbledore dispuso que llegarían a Grimmauld Place evitándose ir en el tren -.
- ¿Y por qué? -. Quiso saber Ron- Siempre nos vamos en el tren y nunca nos ha pasado nada... -.
- Bueno... -. Dijo la profesora bajando la cabeza para evitar golpearse con una roca salida, y se ponía de pie para seguir por el pasillo más alto. - El tren ya no es seguro, mi querido Weasley. Los Mortífagos saben que siempre se han ido allí y de seguro querrán atacar el expreso -.
- Pero eso significa que todos los demás están en peligro -. Repuso Harry inquieto.
- De hecho, todos están en peligro, pero confiamos en que si Snape les informa por sus "Contactos" de que nosotros los sacamos esta noche y no se pudo hacer nada por detenerles, no van a meterse con los demás... Por eso él no tenía que saber que los sacábamos... -.
- Yo ya no entiendo nada -. Terció Ginny -.
- Miren, lo único que debe importarles ahora es que van a Grimmauld Place y Molly al fin podrá verlos... La pobre anda más nerviosa que nunca... -.
No hablaron más hasta que llegaron a la Casa. Adentro los esperaban, como era de suponer, Tonks y Shacklebolt. Se notaban un poco inquietos y cuando Nymphadora vio quién acompañaba a los chicos se quedó de piedra. Kingsley dejó que su voz resonara en una sonora carcajada.
- Pero... ¿Qué clase de broma es esta? -.
- Por lo que noto aún creías que andaba buscando a Sirius Black en el Kilimanjaro... Me subestimas demasiado a menudo, Señorita Tonks -. Dijo con agudeza Agatha al notar la razón del alboroto.
- Me están jugando una broma... -.
- ¿Por qué lo dices Tonks? -. Inquirió Hermione con extrañeza. Vane se quedó mirando a su compañera de trabajo y con un gesto de la mano le dio el privilegio de explicarlo. Kingsley aún no paraba de reírse.
- Bueno... Yo... -.
- Tranquila... Yo les voy a explicar; no podemos andar perdiendo el tiempo -. Le interrumpió Agatha. - Verán, nadie sabía que era parte de la Orden del Fénix, sólo Kingsley porque él me conoce... Cuando se trata de mi trabajo... Bueno soy bastante arrogante, y como la idea era que nadie se diera cuenta de cuánto sabía empecé a actuar de tal manera de Nymphadora me empezara a odiar... No me costó más de dos semanas... Siguiendo órdenes de Dumbledore, me acerqué lo más que pude al círculo más estrecho de Fudge y conseguí este puesto en Hogwarts, con la promesa de mantenerlo todo bajo control... Ciertamente el hecho de que Lucius Malfoy y sus amigos ahora sean prófugos de la justicia me ha ayudado mucho para hacer lo que se me da la gana en esa escuela... También conozco a vuestro hermano... Y no es por ofender, pero es un completo papanatas... -. Finalizó antes de agarrar a Harry por un brazo de manera un tanto brusca. - Tonks... ¿Has traído el Traslador? -.
- Sí... -. En ese momento Agatha hizo un gesto para que se callaran todos... Juraba haber sentido un par de pasos...
- ¿Cuál es...? -.
- Es ese frasco de mermelada encima de la mesa... -.
- Perfecto... No me miren así; si algo he aprendido en estos años es que ser un poquito Alastor Moody para estas cosas es lo mejor... A la cuenta de tres, todos van a correr y van a agarrar ese frasco de mermelada como si de ello dependieran sus vidas... Tonks, Shacklebolt, nosotros vamos a vigilar y luego desapareceremos... ¿Vale? -.
- Si... -. Dijeron todos a coro... Esta vez si lograron escuchar un ruido seco, como si algo hubiera caído desde una gran altura.
- ¿Varitas Listas? -. Los Aurors mostraron sus armas y Agatha empujó un poco a Ginny, para ponerse en una posición más cómoda en caso de cubrirlos - Uno, dos... ¡Tres! -. Todos salieron corriendo y Agatha de inmediato lanzó un Expelliarmus a través de una de las ventanas. De inmediato le contestaron el fuego y los muchachos se asustaron mucho. Como pudieron Harry y Ron tomaron a las chicas en brazos y se agarraron al mismo tiempo del Traslador. Lo último que Harry pudo escuchar fue un Desmaius que Tonks Gritó, Un sacudón en su estómago, pero esta vez Potter no se preocupó por si mismo, sino que agarró con todas sus fuerzas el frasco y la cintura de Ginny para evitar que algo sucediera.
