Dedicado a mi madre y a todos los que se sientan identificados con la mamá de Sirius...

13 Como que se Abrió el Infierno...¬¬ ------------------------------------

PAF!!!!!!!!!!

- ¡¿CÓMO SE ATREVEN A SEGUIR LLEGANDO?! -. Los recibió una voz familiar. El cuadro de la madre de Sirius seguía donde mismo Harry lo recordaba, y parecía más loca y furiosa que nunca... - ¡MI HIJO MURIÓ POR SU CULPA! -. Y apuntaba con su dedo a Harry, pero sólo Ginny pudo verlo. -¡CERDOS, DESTRUYERON AL ÚLTIMO BLACK! ¡CORROMPIERON LA SANGRE PURA DE MI FAMILIA! ¡NOS HUNDIERON EN EL LODO CON SUS TONTERÍAS! ¡DEJEN MI CASA! ¡VÁYANSE! .- Moody y Molly llegaron un par de minutos después y con mucho esfuerzo lograron cerrar la cortina. La mujer ni siquiera esperó a que Ron lograra ponerse de pie para abrazarlo con toda la fuerza que poseía... ya estaba medio morado cuando Ginny se le acercó a Molly y ella le abrazó.

- ¡Mis niños! ¡No saben lo mucho que los he extrañado en estos meses! -. Sollozó la mujer, en tanto Moody ayudaba a Hermione y a Harry a ponerse de pie.

- ¿Qué ha sucedido con Tonks y los demás? -.

- ¡Mis bebés!... Tenía tanto miedo por ustedes... ! -.

- La profesora ha escuchado un ruido y bueno, nos envió en el Traslador mientras ella y los demás se quedaban a investigar -.

- ¡Pero mira cuánto has crecido Ron! ¿Cómo te va en los estudios Ginny? ¿Has mejorado Transformaciones? -.

- ¿Ruidos dices?... -. El ojo mágico de Moody estaba vuelto hacia Molly y sus hijos. Se notaba bastante desconcertado.

- ¿Te has alimentado? ¿Cómo te va de Prefecto? Supe que estabas haciendo rondas... -.

- Molly... -.

CRAC!

CRAC!

CRAC!

Los chicos se quedaron helados. Agatha agarraba de un brazo a Tonks y Shacklebolt se veía un poco mareado. Dentro de todo, los tres parecían en excelentes condiciones de salud.

- Joder Moody! -. Protestó Vane - ¿Creías que eso era más seguro que desilusionar a los chicos y sacarlos volando de Hogwarts?... -. La mujer se veía realmente molesta con lo sucedido.- Tres magos del Ministerio han creído que se llevaba a cabo una reunión de Death Eaters en la Casa y por poco no volvemos enteros... -.

- Tampoco fue para tanto Agatha... -. Le reprochó Tonks

- Si tú lo dices... -. Y la soltó. Nymphadora se veía muy pálida y en menos de un segundo Agatha le tenía agarrado un brazo... - Creo que lo mejor es que te lleve al baño... Tú también debes venir Shacklebolt... Vaya comienzo de vacaciones! -. Y los tres salieron escaleras arriba. Moody se notaba bastante confundido.

- ¿Quién es ella? -. Preguntó finalmente. Su ojo mágico estaba fijo en el segundo piso. Ron. Hermione y Harry se intercambiaron miradas significativas.

- Nuestra profesora de DAO -. Replicó Harry...

- Ya veo... conque ella es la famosa profesora... -. Dijo pensativamente.

- ¿Ocurre algo malo? -.

- No, nada en realidad. Sólo he escuchado comentarios de ella y tenía algo de curiosidad nada más -. Replicó pensativamente... Su ojo había detectado algo extraño, pero iba a investigarlo después. Dumbledore parecía confiar bastante en ella.

Diez minutos más tarde, Agatha bajaba con un brazo de Tonks enlazándole el cuello. Habían vomitado todo ese rato y Vane explicó que les tiraron un hechizo que seguramente estaba mal conjurado y que dio en ellos dos. Vane se quedó parada justo frente al cuadro que entonces estaba tapado con las cortinas.

- ¿Nadie ha sacado a esa vieja insoportable? -.

- Estamos seguros de que puso un hechizo de presencia permanente -.

- Ya veo... bueno, eso ya vamos a solucionarlo -.

- Hola mamá! -. Dijo un chico pelirrojo y muy fornido. Molly se le tiró al cuello y lo apretó más fuerte (es eso posible?) que a Ron y a Ginny. Moody agarró a Tonks y la llevó al sofá en tanto Kingsley se dejaba caer en una silla a ver si el mundo dejaba de darle vueltas un poquito. Los muchachos ya habían subido a dejar sus cosas y Molly les había informado que sus mascotas (Menos Crookshanks) llegarían con Minerva y Hagrid por la mañana.

- ¡Qué raro! Nadie parece conocer a Agatha -. Dijo Ginny.

- Bueno, de todas maneras está confirmado que es parte de la Orden del Fénix -. Replicó Harry para acabar con el asunto. Quería que todos se quedaran dormidos lo antes posible para recorrer la casa. Potter sentía algo así como una ansiedad triste, casi un deseo masoquista de recordar la Navidad anterior... Deseaba estar solo con los recuerdos de Sirius y su energía que aún impregnaba las paredes aunque fuera diez minutos.

- No lo sé -. Dijo Ron -¿Crees que sea de confiar ¡Fue una Mortífaga! Recuerda el día en que te dolió la cicatriz y ella desapareció -.

- Eso es lo único que me atormente respecto a ella. Pero parece dispuesta a hacer cosas muy importantes sólo por mí... -.

- Es amiga de Snape -.

- No, no es su amiga -. Puntualizó Hermione. - Sólo se conocen y Agatha se encarga de sacarlo de sus casillas -.

- ¿Por qué no bajamos y le pedimos a la Señora Weasley algo de comer? -. Intervino Harry - Tengo un poco de hambre.

- Está bien. Total, no creo que pueda dormir -. Señaló Granger. Cuando iban bajando las escaleras se toparon con un cuadro bastante anómalo. Agatha estaba colgada del cuello de Charlie y le preguntaba por mil cosas.

- ¿Y Norbert? ¿Has recibido noticias de Truddeau? ¿Y los pegasos que rescataron del laberinto?, Me dio mucha pena; ¿Cómo habrán ido a dar allí?. ¿Sigue ese niño sudamericano persiguiendo vampiros? ¿Cuántos ha matado? -. Charlie parecía muy entretenido con aquel recibimiento. Y se puso a contar las preguntas para responderlas.

- A ver. Norbert está en perfectas condiciones, pero echa de menos a Hagrid todavía. Truddeau mandó lechuza hace una semana, dice que los Kappas no dan ya tantos líos. Los pegasos están bien, no te preocupes. Creo que algo los asustó y corrieron en estampida buscando refugio. Los sacó un hechicero que estaba de paso por Grecia... Y ese chileno sigue buscando vampiros. Me envió una carta hace poco diciéndome que destruyó un nido junto a otros mercenarios y que la paga es muy buena. Me mandó a preguntarte si acaso te animabas -.

- No... Tengo mucho qué hacer acá en Londres. Como ya sabes, estoy de profesora de tus hermanitos -. Y le dirigió una severa mirada a Ron. Charlie pareció entender y no preguntó nada más...

- Hola Agatha -. Dijo entonces Bill, pero la señorita lo ignoró. El muchacho volvió a insistir, pero la mujer otra vez pasó por alto el saludo. Ginny observaba sin poder entender el comportamiento de su superior.

- MMMMMMMMMMMMMH! Me pareció escuchar una vocecita ¿Tú no Charlie? -. Gruñó Agatha.

- La vocecita te está saludando -. Contestó el segundo de los Weasley con soltura. Parecía ya habituado por completo al comportamiento de la profesora. Harry se reía nada más, porque ya recordaba el origen del enojo de Vane.

- Molly - Siguió la profesora aún ignorando a Bill. - ¿No te molestaría cocinar algo?... Es que estoy muerta de hambre -.

- No haré nada hasta que le respondas a mi hijo -. Dijo la pelirroja empezando a molestarse. Agatha se puso a mirar con mucho interés las cortinas que tapaban a la madre de Sirius... Los demás empezaron a caminar hacia la cocina; si su instructora seguía en esa actitud, no era muy prudente quedarse cerca de Molly...

- Es increíble lo "Patuda" que es... -. Resopló Ron.

- También fue profesora de tu hermano si no lo recuerdas... -. Le replicó Hermione. - Es natural que lo siga tratando como si fuera un chiquillo -.

- Esto me confunde demasiado... Si la profesora Vane se ve incluso más joven que Bill! -. Dejó escapar Ginny. Tonks entró entonces, seguida de Kingsley. Moody cerró la fila y por un segundo siguieron escuchando, mientras Nymphadora ponía la tetera a hervir y Shacklebolt hacía verdaderos esfuerzos para no tirarse al piso muerto de la risa.

- Charlie ¿sigues escuchando la voz? -.

- La voz te pide una sincera disculpa... -.

- ¡No puedes tratar así a mi Bill! -.

- Ahora la voz no se cansa de hablar... -.

- La voz está arrepentida Agatha... No te cuesta nada disculparla, está apenada... -. Ron bufó.

- Yo le pedí a la voz que se despidiera de mí cuando tenía un cuerpo... Pero la vocecita se fue sin decirme ni pío... Ya sabes, no me gusta que me ignoren... -.

- Agatha. La voz dice que hará lo que sea para disculparse, que por favor lo entiendas... Que debía partir pronto a cumplir órdenes -. Agatha murmuró algo y la discusión terminó. Unos segundos después todos estaban en la cocina.

- Ciertamente no puedo entender que seas tan infantil. Ya tienes treinta y... -.

- Mi edad es lo de menos -. Le atajó la mujer. - Y si me comporto como una niña, ciertamente es mi problema querida. De verdad, no es nada contra ti, pero no te metas en mi vida por favor, así te dé vergüenza ajena, como sucede con Ron -. Weasley le quedó mirando, helado. - Ni me mires así, porque sé que te molesta mi presencia... Sin embargo me vas a tener que aguantar -. Molly miró a Vane como si quisiera matarla, pero Ron no quiso tentar a su suerte, por lo que se quedó callado y siguió comiendo. Agatha era bien capaz de sacar a colación sus calificaciones y entonces... ¡Adiós vacaciones!. Molly preparó algunas salchichas y se pusieron a comer. Hermione se veía fatal. Tenía unas ojeras que no tenían nada que envidiarles a las de Remus... A propósito...

- ¿Y el profesor Lupin? -. Inquirió Harry. Tonks casi se atoró con un trozo de salchicha.

- ¿Remus?... No pasa nada... Está en una misión -. Dijo Molly perdiendo los colores. Potter se puso de pie, y para su sorpresa Vane hizo lo mismo.

- ¡EXIJO QUE ME DIGAN AHORA MISMO DÓNDE ESTÁ REMUS! -. Gritaron al unísono. Moody fijó su ojo normal en Potter y el mágico en su maestra.

- Remus está bien. Es sólo que hace un par de días no sabemos mucho de él... Se supone que va a regresar mañana por la mañana, pero debes estar calmado, ¿Entiendes?... -. Le dijo a Harry - Y creo que aquella no es una reacción propia de un Auror calificado del Ministerio de la Magia y Profesora de Hogwarts, Agatha -. Añadió con algo de sorna. La chica se ruborizó ligeramente. Luego de comer, los chicos fueron obligados a subir a dormir... Tonks y Vane quedaron en el mismo cuarto, mientras que Ron y Harry deberían compartir su habitación con Charlie...

- ¿Me puedes explicar dónde conociste a Agatha? -

- Bueno, Ron, eso sucedió hace un par de años. Agatha estaba haciendo algo que... Ni me preguntes, no tengo idea, y por cosas del destino nos perdimos una vez en el mismo bosque... Desde entonces somos camaradas... A ella le gustan mucho los animales... Fue una de las que me ayudó cuando debía marcharme con Norbert ¿Lo recuerdan? -.

- No sé... No acaba de convencerme -. Repuso el pelirrojo, rascándose la cabeza.

- Es que no la conoces de verdad hermanito. Agatha es muy especial... Sólo mírala a los ojos... Sabrás lo que siente si eres lo bastante suspicaz... Pero no me han contado cómo les ha ido en la escuela este trimestre ¿Les han dado muchos deberes para estas vacaciones? -.

- Ya lo creo -. Replicó Harry - Pociones, Historia de la Magia, Transformaciones... -.

- Pero la peor tarea es la de Vane. ¡Nos dio un metro y medio! -.

- ¡Vaya!... Un poco exagerado... -. Potter se dio la media vuelta y empezó a fingir que se estaba quedando dormido. Las chicas no se habían acercado al cuarto de los chicos por la sencilla razón de que Molly dormiría esa noche con ellas...

Luna llena... Agatha caminaba por el Bosque Prohibido... Llevaba su uniforme de Quidditch... Plata y Verde que se perdían entre las sombras... Esa noche iba decidida a averiguar la verdad... Lo iba a saber. Seguía a Severus, quien no le había visto todavía, aceptando la invitación maliciosa de Sirius... El Sauce se estremecía amenazante y un chico empezó a correr.
- ¡Snape! -. Rodando por el piso, como si pelearan... Severus intentaba liberarse, Y Potter, ese Gryffindor presumido que ahora se las daba de salvador de mundo, asiéndolo fuertemente por la túnica en tanto una horrible criatura lanzaba dentelladas y un perro ladraba furiosamente antes de perderse bajo las ramas silbantes... Agatha lo entendió entonces... Lo sabía. Las clases de DAO servían para algo después de todo... Pobre Remus!, Y de la nada, el perro resurgía para amenazarla con sus dientes afilados...

Una gran broma que se transformaba en una tragedia rápidamente...

Segundos, y el perro se develaba como ese chico arrogante y bello, sus ojos azules embriagados en el brillo de la luna.

¡Todo era tan brusco!

- ¡Escúchame!... Mi anillo, dáselo... -. Parecía que iba a desmayarse en cualquier momento.
- Sirius, por favor... Dímelo... ¿Dónde estás? .
- Harry... Dáselo... Ya no hay más tiempo, no puedo más con esto... -.

- BLACK!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! -.

Unas manos pequeñas se aferraban con fuerza a los hombros de la profesora.

- ¡Vane! ¡Despierta! -. Cuando Agatha despertó, el rostro de Tonks se hallaba muy cerca del suyo...

- ¿Qué...? -.

- Sólo tenías una pesadilla... -. Del otro lado de la puerta, Harry escuchaba con atención...

- Sirius... -.

- No pasa nada... Sólo tenías una pesadilla... Descansa... -.

- No... -. La mujer lo pensó mejor... Nadie podía saber que Black se comunicaba con ella... Interferirían. - Sí... -. Y se abrazó a la muchacha de cabellos violetas. - Fue muy difícil... -.

- Para todos fue un golpe muy duro... -. Dijo Nympha en tanto le secaba las lágrimas a su colega e intentaba acallar el temblor del cuerpo entre sus brazos.

- Harry... -.

- Para él también fue difícil... Agatha duerme... Descansa... -.

- Sí... -.

Potter se separó de la puerta y caminó hasta el cuarto principal, donde antes había estado Buckbeak... Sirius se refugiaba allí cada vez que la soledad le roía el cuerpo... Durante meses Harry había pensado qué sentiría al volver a Grimmauld Place, estar rodeado por los recuerdos de su padrino era una tema recurrente en sus pesadillas, pero nada se semejaba a la realidad que enfrentaba ahora... Si hubiera estado Remus en esa casa, las cosas serían más sencillas... Potter tenía un hambre de conocer más a su padrino, fue tan poco el tiempo que pasó con él... La risa un tanto maníaca de esa noche resonaba en sus oídos con total nitidez... Por la cortinas se filtraba un poco de la luz de la calle. Era un cuadro irreal... El dolor y angustia del chico contrastaba con las calles pacíficas y los transeúntes noctámbulos... Él iba a vengar a su padrino, así no fuera un asunto de honor, para él sí lo era ¿Qué importaba la sangre cuando existía el amor?. Black había sido su padre, su compinche, su mejor amigo... Un verdadero hermano mayor... La imprudencia y el mismo amor se lo arrancaron de los brazos, él lo sabía, lo sabía y no podía callárselo a sí mismo...

- Lo lamento tanto Sirius... -. Ese amor había condenado una vez a Black a la soledad y sus remordimientos... Doce años habían sido más que suficiente para pagar cualquier error... Los Dementores secaron su cuerpo, pero no lograron arrancarle el corazón, él siempre se supo sincero e inocente... Harry se llevó las manos al bolsillo trasero de los vaqueros y tomó el espejo doble...

- Hola Sirius -. Comenzó a hablar, como todas las noches... Ya nadie lo vería sufrir, él se refugiaría en su soledad, como todos esos años en la Alacena debajo de las escaleras. - No he dormido, sencillamente no puedo... Escuché un grito, era mi profesora de DAO, gritaba tu nombre Sirius... Gritaba tu nombre como yo no lo he hecho... No sé qué pasa, de veras... Cómo me gustaría que me respondieras, es complicado pensar que ya te has marchado... Pronto será Navidad... No te vayas a enojar, pero se llevaron a Buckbeak... Era lo mejor, Charlie se ha encargado de él y dice que está bien... Pero que te echa de menos... Me encuentro en el cuarto donde te venías a esconder... Es un lindo lugar, me gusta... Tengo la esperanza de que algún día sea mi cuarto... -. Unas lágrimas le recorrían el rostro. - Remus no se ha aparecido, de seguro estarás tan preocupado como yo... Pero llegará mañana y entonces te cuento cómo está. Pobre Moony... Pronto será luna llena... Pero lo voy a cuidar. No te preocupes... Nadie me lo va a quitar, primero muerto antes que dejarlo partir... Tiene mucho que decirme, que contarme sobre ti y sobre papá; no le voy a permitir quitarse la responsabilidad como tú -. La azogada superficie le devolvía el reflejo de un muchacho ojeroso, con destellos de esmeralda en sus ojos y una cicatriz que se había convertido en la peor maldición que existía. Huellas de llanto le adornaban la cara, pero los dos sabían que sería sólo por un momento. - El ED va muy bien... Han ingresado algunos chicos nuevos pero todos esperan que les enseñe al Avada Kedavra, piensan que es todo lo que necesitan para vengarse... Y no los culpo. Yo pensé lo mismo alguna vez. Y luego comprendí que eso no sería suficiente, que la venganza es algo más complejo, más... Planificado... Llegará mi momento y el momento de ellos... Tu primita será la primera en conocer el verdadero Harry, te lo prometo -. Potter se quedó callado. No era sensato hablarle a un espejo, pero era todo lo que le quedaba... ¿qué más podía hacer? ¿Enloquecer llorando? ¿Dar lástima como todos esperaban?. No, no le daría a nadie más el gusto de consolarlo...

Vane fue la primera en levantarse. Cuando sonó el despertador, Tonks gruñó brevemente y dándose la vuelta siguió durmiendo. Agatha agradeció que le soltara la camisola, pues así podría marcharse más rápido.

Ya eran las 11 de la mañana y la casa seguía sumida en una modorra profunda...

TAP!

TAP!

TAP!

TAP!

Potter se asomó a las escaleras, aún en pijama. Se estaba poniendo los anteojos y llevaba el cabello revuelto... Era la copia exacta de su padre cuando se desperezaba.

- Buenos días Harry -. El muchacho notó que Alastor también había madrugado y ayudaba a Agatha con un trozo de madera. Era evidente. Vane clavaba algo.
- ¿Por qué estás haciendo ruido? -.

TAP!

- ¿YO? -

TAP!

- ¿Cómo se te puede ocurrir... -.

TAP!

- ... que estoy haciendo ruido? -.

TAP!

- Muy bien, vieja apestosa, C'est Finit! -. Sus ojos azules brillaban diabólicamente.

TAP! TAP! TAP!

La mirada de Potter era elocuente.

- ¿Qué haces? -.

- Mato a Moody a martillazos -. Vane miró a Harry. - ¿Qué crees?... Le doy cristiana sepultura a la madre de Sirius... Okis... ¡Ya está Moody!. Ya te puedes ir a desayunar. Gracias (( -. Alastor se puso de pie y se fue a la cocina murmurando algo sobre unos locos que deberían estar en San Mungo, pero Harry no se dio mucha cuenta, Había bajado descalzo las escaleras y ya estaba al lado de su profesora.

- Bueno... -. Dijo la mujer dando unos pasos hacia atrás. Vestía un buzo negro y llevaba el cabello tan corto como el de Harry (En realidad era el mismo peinado de Harry y el mismo color azabache). Distraídamente se pasó la mano por la cabellera, mientras le sonaban unos huesitos del cuello. - Son tablas insonorizadas -. Le explicó al muchacho. - Esta mañana me levanté temprano y traje algunas cosas de Sortilegios Weasley... Ah! Los Broches de Presencia Permanente fueron muy útiles para evitarme insultos... No me quedó muy estético que digamos, pero si le cruzas dos tablas, tendrás un librero... ¡No me mire así jovencito!. De seguro a Sirius se le había ocurrido algo así, pero la sangre tira, aunque no nos guste... Y Como no es mi madre, gracias a Dios, decidí que lo mejor era acallar sus lamentos... Por siempre. Le puse cemento especial a las paredes y estos trozos de madera.... -. Murmuró algunas palabras y enarboló su varita. -Desde ahora tienen un lindo hechizo de presencia permanente, para que vayan ad-hoc al cuadro de tan noble mujer... -. Agatha sonreía y Harry se notaba un poco confundido... Rápidamente el grito de la noche anterior vino a la mente del chico.

- Agatha... -.

- Si? -.

- Quería preguntarte... Bueno, anoche te escuché; al parecer tenías una pesadilla. Llamaste a mi padrino... -. Dios, tienes dos segundos para salvarme... Se dijo la mujer.
- ¿Quién hacía tanto escándalo? -. Era Ron, en condiciones más desastrosas que Potter (Créanme, era posible)

Te estás ganando mi confianza, Dios

- Yo era... Mataba a Alastor Moody -. Harry miró a su amigo con cara de "no le prestes atención está bromeando"- En realidad sepultaba a la vieja de la honorable familia Black... Ah! Tus hermanos gemelos dijeron que vendrían como a las doce y treinta... -. Miró su reloj. - Lo que quiere decir que ya van a llegar -. Agatha se encendió un cigarrillo y contempló su obra acabada. - Adorables, tus hermanos. Me encanta la manera que tienen de hablar con los demás... Tu madre debió necesitar muchos tecitos para calmarse no? -. Comentó sin asomo de ironía.

- Si... -.

- Ahora puedo decir que los conozco a todos ustedes... Es increíble que me haya tomado más de 10 años encontrarlos a los siete... -. Vane da un nuevo paso atrás...

PAF!!

Contra el suelo se fue a dar la profesora de DAO...

- Y aprovechando que hay cambios... -. Y agarró el paragüero de pata de monstruo y se lo llevó al basurero. Ron estaba matado de la risa y tuvo que subir las escaleras cuando Molly comenzó a regañar a Vane por estar fumando dentro de la casa.

- Estoy grandecita... No eres mi madre! -.

Los gemelos llegaron puntuales a comer.

- Esperen... -. Dijo Fred, antes de que nadie pudiera decirles algo. Se llevó un dedo al oído.

- ¿Pueden escucharlo? -. Siguió George. Los dos sonreían ampliamente y Ginny les seguía el juego, entre curiosa y asustada. Los gemelos podrían salir con cualquier cosa.

- Es algo que jamás habíamos escuchado en Grimmauld Place... -.

- Sí... La paz... La vida sin la vieja de Sirius... Algo que nos hace muy felices -. Vane salió de la cocina. Fred se acercó a ella y le dio la mano.

- Nuestras más sinceras felicitaciones por librarnos de la maldición de los Black -.

- Muy buen trabajo de albañilería -. Comentó George, observando el trozo de pared recién hecho. Agatha parecía un poco aturdida.

- Vaya... Gracias... Pero no lo toquen mucho, está recién terminado -.

- Podríamos poner los ganchos para el perchero ¿No lo crees? -. Opinó su gemelo. George se quedó mirando un rato.

- Cruza dos tablas y tienes un librero -.

- Agatha dijo lo mismo -. Comentó Harry bajando las escaleras.

- ¡Vaya! ¡Pero si es nuestro mecenas! -. Exclamó Fred inclinándose respetuosamente...

- Nos ponemos a tu completa disposición Harry Potter -.

- Muy bien... -.

- Oigan -. Los interrumpió Agatha. ¿Terminaron lo que les encargué? -.

- Por supuesto... -. Los ojos de Vane destellaron malévolamente...

- Perfecto muchachos. Quiero que me acompañen a mi cuarto. Debemos discutir sus honorarios... -. Los chicos se frotaron las manos codiciosamente y subieron tras Agatha. Harry se quedó con Ginny.

- ¿Qué podrán traerse entre manos? -.

- No lo sé, Ginny. Pero puedes esperarte cualquier cosa de Agatha Vane... Está completamente loca -. Todos pasaron a la cocina a desayunar y entonces Hermione pareció notarlo.

- ¿Y Kreacher? -. Harry la fulminó con la mirada... Había batido su récord de no pensar en Sirius... 20 minutos. Potter pudo notar, al igual que Ginny y Ron, que Agatha levantaba la cabeza y miraba a Bill... Bill miró a Charlie, Charlie fijó sus ojos en Moody, el Auror hizo lo mismo con Tonks, quien desvió la mirada hacia Kingsley, el que puso en la mira a Fred, gemelo que de inmediato le hizo un gesto a George...

- Mejor se lo dices tú, mamá -. Molly fue tomada de sorpresa...

Gol.

- Creo que es mejor que salgamos al vestíbulo, querida... -. Hermione salió muy confundida y asustada.

- Bueno... Creo que le hicimos un favor a la humanidad, de todas maneras -. Comentó Agatha.

- ¿Por qué? -.

- Verás... El pobre Kreacher sufría mucho... Y se decidió que lo mejor era poner fin a sus días de una manera pacífica con un potente veneno... No sé si lo has notado, pero las cabezas de los elfos domésticos no están... -.

- NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO -. Se escuchó del otro lado de la puerta.

- Que se conforme... Enterramos todo en el jardín -. Añadió la profesora sonriendo malévolamente... Harry también esbozó una sonrisa.
Charlie y Bill desayunaron rápidamente y se fueron, junto con Tonks y Shacklebolt. Los Aurors se iban a trabajar, en tanto los hermanos Weasley dejaron dicho que iban a buscar a Remus... Eso era ya bastante sospechoso y Potter se quedó con la angustia hasta las tres de la tarde. Vane recibió un mensaje de Fawkes y salió a las dos, así que la casa estaba más o menos normal cuando el licántropo llegó en compañía de los dos pelirrojos... Y alguien más.

- Hola Remus! -. Le saludó alegremente Hermione detrás de un libro de pociones, con Crookshanks en el regazo. Hacía mucho frío y un poco de viento se coló por la puerta entreabierta. Harry dejó de inmediato su tarea de Historia de la Magia y se acercó a Lupin...

- No Harry!... No está muy bien de salud -. Le dijo Bill. Los ojos de Potter se pusieron brillantes... Una emoción indescifrable se había apoderado de ellos. El grupo penetró en el vestíbulo y Hermione se puso de pie para ceder su lugar a Remus... Nadie en realidad había reparado mucho en el chico que había llegado.

- Han dicho que no lo toquen! -. Exclamó este de pronto cuando Harry iba a acercarse. - No deben hacer que se agite, está muy débil -. Dijo claramente. Remus clavaba sus ojitos miel en el chico, como recriminándole su dureza...

- Tranquilo... -. Dijo Ron.

- ¿Nos pueden contar qué ha sucedido? -

- Los Licántropos... Y los vampiros -. Contestó el muchacho. Parecía muy enojado - Remus se metió donde no debía y fue atacado... -. Lupin estaba callado... Los miraba a todos como pidiendo disculpas... Finalmente sacó la voz... Le temblaba, hacía un gran esfuerzo para hablar.

- Ya... Me has venido regañando todo el camino... -. Potter abrió los ojos, igual que Ron y Hermione. ¿Quién era ahora el muchachito travieso?.